sábado, 25 de abril de 2020

Los marxistas-leninistas soviéticos sobre las contradicciones en la sociedad socialista..."



Acerca de "Los marxista-leninista soviéticos sobre las contradicciones en la sociedad socialista…" Nota. Pese a estar de acuerdo en lo esencial de dicho artículo, que se reproduce a continuación de la presente nota, no se podría mantener sin embargo, que el contenido del mismo responda a la rigurosidad que exige el marxismo para cualquier tipo de análisis que efectúe, específicamente y en lo relativo a toda alusión que se pueda hacer a la inexistencia de las clases sociales en la URSS, donde jamás desaparecieron de forma efectiva.

 Desaparecieron formalmente en noviembre de 1936, pero este no era sino el aspecto político de la cuestión, que gracias a la interpretación mecanicista y economicista del marxismo por parte de Stalin (interpretación errónea del marxismo) se hizo creer que con la expropiación de los medios de producción quedaban extinguidas las clases sociales.

(Las clases sociales) 32.-) Un intento, probablemente el más importante de todos, por erradicar las clases sociales desde la óptica política-ideológica fue dado por Stalin en la desaparecida Unión  de República Socialistas Soviética (URSS), precisamente en el  VII Congreso de los Soviets celebrado el 25 de noviembre de 1936 donde quedó constituida la URSS. Para este Congreso José Stalin presentó un informe, que fue aprobado, en el que se decía: “Ya no existe clase de capitalista en la industria, ni clases de kulaks en la agricultura. Tampoco existen negociantes y especuladores en el comercio. Todas las clases explotadoras han sido liquidadas”. [[1]]. (De mi libro en preparación, La crisis capitalista de 2007. Apuntes para la Nueva Revolución Social)

(Extinción de las clases sociales) 199.6.-) Esta ideología imperante en una sociedad capitalista es la que se corresponde  con los valores morales y culturales y actitudes y comportamientos sociales afín a esa ideología para sustentar y mantener sus intereses, que no son otros que sus intereses de clase capitalista, que en este caso concreto se basan en el amor al dinero como “deidad” que todo lo puede; el egoísmo individual subestimando las virtudes de los demás individuos; la sed ilimitada del provecho personal; la supeditación de los valores de la vida a los fines agradables; la subestimación de la cultura y el desprecio a la solidaridad interhumana y el mantenimiento absoluto de desigualdades para muchos y de privilegios para unos pocos (Bogdan Suchodolski [[2]]).

En la sociedad moderna basada en los presupuestos económicos, políticos e ideológicos, impuestos por el modo de producción capitalista es donde más claramente se dan las clases sociales, y como este modo de producción lo componen tres elementos o estructuras: la económica, la política y la ideológica que formando una unidad inseparable lo configuran, de las cuales dimanan las relaciones entre las personas y de estas con los objetos que son las que determinan las clases sociales, en tanto en cuanto no se extingan esas relaciones y sean sustituidas por las nuevas relaciones socialista no se pueden quedar extinguidas las clases sociales. ((De mi libro en preparación, La crisis capitalista de 2007. Apuntes para la Nueva Revolución Social)

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Los marxista-leninista soviéticos sobre las contradicciones en la sociedad socialista…

 
DIARIO OCTUBRE / 25.04.2020
  
«El victorioso proletariado debe reprimir la resistencia de los explotadores no solo en el campo de la política y la economía, sino también en el campo de la ideología. En el campo ideológico, la resistencia resulta ser incluso la más obstinada, larga y profunda, incluso después de que se rompe la resistencia armada de las clases hostiles al proletariado. Por lo tanto, la lucha contra la resistencia ideológica de la vieja sociedad, contra los restos del capitalismo en la mente de los trabajadores es una de las tareas más importantes de la lucha de clases del proletariado. Sin resolver este problema, no puede fortalecer su dominio político. (…) Habiendo construido una sociedad socialista en la URSS, completamos la primera parte de la tarea de la que habló Lenin: abolimos la propiedad privada de los medios de producción. Pero aún no hemos logrado destruir por completo la diferencia entre la ciudad y la cuidad, entre las personas de trabajo físico e intelectual, aunque se han logrado éxitos decisivos en esta dirección. (…) Todavía hay personas infectadas con la psicología de propiedad privada, que continúan tratando el trabajo social y los bienes comunes colectivos a la antigua usanza, violan la disciplina laboral y las reglas del régimen socialista. Todavía hay personas infectadas por la adoración ante el oeste burgués. En vista de esto, es necesaria una lucha sistemática para la educación socialista, para el fortalecimiento de la actitud socialista hacia el trabajo y el deber público. (…) El principal instrumento para proteger el socialismo es el Estado socialista soviético, en cuyas funciones se expresa la lucha de clases del pueblo soviético». (Partido Comunista de la Unión Soviética; Materialismo histórico, 1950)
Anotaciones de Bitácora (M-L):

«En nuestra vida siempre hay algo que muere. Pero lo que muere no quiere perecer sin más, y lucha por su existencia, defiende su causa caduca. En nuestra vida siempre está naciendo algo nuevo. Pero lo que nace no nace simplemente, sino que chilla, grita, defendiendo su derecho a la existencia. La lucha entre lo viejo y lo nuevo, entre lo que muere y se desarrolla, es la base de nuestro desarrollo». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Informe en el XVº Congreso del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS, 1927)

«Las contradicciones antagónicas también aparecen en el campo de la ideología. La ideología burguesa y la ideología socialista son irreconciliables. (…) El pueblo soviético en su lucha por una transición gradual del socialismo al comunismo tiene que luchar contra los agentes burgueses que están siendo enviados a nuestro país. (…) El pueblo soviético también tiene que luchar contra las personas ideológicamente inestables infectadas con prejuicios nacionalistas, contra los portadores de puntos de vista y morales burgueses, contra los arribistas y degenerados, contra los saqueadores de la propiedad socialista, y contra los diversos restos de capitalismo en la mente de algunas personas. Por lo tanto, la vigilancia política constante y alta es la cualidad que todo el pueblo soviético necesita. (…) La crítica y la autocrítica desarrollan la iniciativa de los constructores de una sociedad comunista y aumentan la vigilancia con respecto a fenómenos ajenos y hostiles a la sociedad soviética en la teoría y la práctica». (Partido Comunista de la Unión Soviética; Sobre el materialismo dialéctico, 1953)
«Denunciando la teoría oportunista de la «extinción» de la lucha de clases a medida de nuestros éxitos, el camarada Stalin añadió: «No solamente es una teoría oportunista, sino también es una teoría peligrosa, pues ella adormece a nuestras gentes, las empuja hacía una trampa, mientras ofrece al enemigo de clase la posibilidad de recuperar sus fuerzas y luchar contra el poder soviético». (Sobre los defectos del trabajo del partido y sobre las medidas para liquidar a los elementos trotskistas y demás elementos de doble cara; Informe y discurso de clausura en el Pleno del Comité Central del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS, 1937) En la Unión Soviética, las clases explotadoras fueron deshechas y eliminadas, pero aún subsisten vestigios de la ideología burguesa, vestigios de la psicología y de la moral de la propiedad privada; subsisten los partidarios de los puntos de vista y de la moral burguesa, personas que viven encubiertos en nuestro pueblo». («Pravda»; Espías y cobardes asesinos bajo la máscara de médicos y profesores, 13 de enero de 1953)
«Las contradicciones antagónicas son típicas, son características de las sociedades divididas en clases antagónicas. En la sociedad socialista, donde esas clases han dejado de existir, las contradicciones antagónicas no surgen de la naturaleza misma del orden socialista. Ellas surgen y existen como un producto de los residuos de la vieja sociedad burguesa en el interior del país y de la presión del cerco capitalista-revisionista del exterior, y estos factores existen objetivamente, pero son ajenos al mismo orden socialista y a su ideología. Por lo que, de una evaluación profunda de las contradicciones antagónicas, resulta que las contradicciones no antagónicas son características de la sociedad socialista sin clases antagónicas. Por otro lado, no debemos olvidar que las contradicciones no antagónicas pueden volverse antagónicas. Esto es precisamente lo que nuestros enemigos están tratando de lograr mediante la difusión de su ideología, cultura y forma de vida decadente, la fomentación del liberalismo y la burocracia, la discordia y el descontento, el robo y la malversación de fondos, etc. Y esto sucede siempre que la posición frente al enemigo de clase, su ideología y actividad, es oportunista y liberal, cuando la vigilancia y la lucha severa contra él se debilitan o se descuidan totalmente, cuando se sigue una política incorrecta respecto a las relaciones entre varias clases y estratos en la sociedad, entre los cuadros y las masas, etc». (Foto Çami; Contradicciones, clases y lucha de clases en el socialismo, 1980)

«Hay que tener en cuenta tanto los factores objetivos como pueden ser los remanentes de la ideología burguesa en los viejos elementos explotadores, en las clases socialistas e incluso entre ciertas capas del proletariado, o la evidente proyección del cerco imperialista-revisionista. (…) Factores subjetivos que pueden surgir debido a una permisión de la ampliación de las diferencias salariales entre rangos, ampliación en la diferenciación entre el campo y la ciudad, o por apatía en la lucha contra las corrientes ideológicas extrañas, fenómenos precisamente subjetivos que los revolucionarios deben buscar evitar que ocurran». (Jorgji Sota; Sobre la dictadura del proletariado y la lucha de clases en Albania; Informe presentado en la Conferencia científica sobre el pensamiento teórico del Partido del Trabajo de Albania y el Camarada Enver Hoxha, 1983)
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[[1]] Charles Bettelheim. Las luchas de clases en la URSS primer periodo (1917-1923). Siglo XXI de Editores, S.A., junio 1976. Págs., 12-13.
[[2]] Fundamentos de pedagogía socialista. EDIT. LAIA, Barcelona, 1974. Págs. 17-18.

viernes, 24 de abril de 2020

Coronavirus. Aviso a navegantes a la deriva y otros afectados del despiste. ¿No nos convendria a los trabajadores ir buscando mediante la organización, ir buscando el anti-post-próximo socialvirus que nos pueda caer encima?



Pandemia COVID-19: Total Control


¿Los gobiernos y Medios nos han sobrealarmado o hay algo más atrás de todo esto?
DIARIO OCTUBRE / 24.04.2020



Por: Níkolas Stolpkin

Si bien la amenaza puede perfectamente ser real, ¿es necesario tanto alboroto? Día a día nuestros pueblos son bombardeados a través de los Medios de Comunicación con la pandemia del momento: COVID-19. La OMS pareciera regir de director de orquesta y los países con «independencia» ejecutan fielmente sus movimientos: Fase 1, Fase 2, Fase 3, Fase 4….

Pareciera ser que el fin no es protegernos de una supuesta pandemia, sino de controlarnos y ahogarnos en el miedo. Y es que pareciera que lo disfrutaran, sin pensar en las graves consecuencias sociales que podría acarrear (hambre, suicidios, saqueos, etc.), de proseguir todo esto. ¿Desde cuándo les ha preocupado tanto nuestra salud?

«Quédate en casa», nos dicen. Como si fuera tan sencillo. El alquiler, las cuentas de la luz, agua, gas, internet… ¿acaso ellos nos lo habrán de pagar? Y nos venden aquello del «teletrabajo», como si todos tuvieran el privilegio de poder trabajar en casa.

Lo curioso es que los grandes capitalistas no han dejado de funcionar y producir. ¿»Quédate en casa»?

Mientras nos mantienen aislados, privados de libertad y ahogados en el miedo por una supuesta pandemia, las clases dominantes parecieran preparar el terreno que de otra forma nunca podrían haber tenido respuesta tan favorable como ahora.

La libertad convertida en «amenaza» y la obediencia en «responsabilidad». Todos «bajo sospecha». Todos bajo «reclusión domiciliaria». ¿La «nueva normalidad»?

Si pudiéramos hacer memoria, a finales del siglo XX se nos alarmó con la pandemia del VIH/SIDA. Nos hablaban del avance de contagiados, de muertos y que debíamos protegernos, al no existir una vacuna. Se nos incrustó en las cabezas de que para las relaciones sexuales debíamos usar preservativos para no contagiarnos. Sin embargo, a pesar de la amenaza y su avance, nunca se dejó de trabajar y la economía siguió su curso. Y hasta el día de hoy existe dicha amenaza (alrededor de 37 millones de contagiados actualmente), sólo que se dejó de alarmar a la población. Pero… ¿vemos hoy afuera de los moteles «cordones sanitarios» para prevenir el VIH? ¿Se detienen a las parejas en la calle para hacerles control y saber si una de ellas pudiera ser portador de VIH? ¿Se han cerrado fronteras para detener el avance del VIH?

A diferencia del VIH/SIDA, la actual pandemia COVID-19 pareciera ser la primera amenaza mundial, de su índole, en haber cruzado la línea de lo político-económico-militar, algo que siempre fue manejado preferentemente desde el ámbito de la salud. Ya el mundo occidental capitalista venía cargando otras «amenazas mundiales» («nazismo», «comunismo», «terrorismo»). ¿De ahora en adelante, serán las «pandemias»?

¿Por qué los Medios nunca han hecho un alboroto similar con respecto a los muertos por el hambre o la neumonía? Antes de la actual pandemia existían 113 millones de personas en el mundo con grave «inseguridad alimentaria aguda» (hambre) y 8,500 niños aproximadamente morían cada día por desnutrición. ¿Los Medios hicieron algún alboroto? Aproximadamente 800 mil niños menores de 5 años también morían cada año a causa de neumonía. ¿Los Medios hicieron algún alboroto?

Pero ahora curiosamente el portador de las «buenas nuevas» en la actualidad sería el multimillonario Bill Gates, quien anunciara cinco años atrás (2015) una nueva amenaza para el mundo: las pandemias. Vaya, un «visionario». Un personaje «simpático» e «inspirador» ante la opinión pública y mundial. ¿Un «caballo de Troya» del Nuevo Orden Mundial?

Y vaya, que gran casualidad: en octubre de 2019, dos meses antes de que explotara todo esto, el Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, en asociación con el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates, organizaron un simulacro pandémico de alto nivel en Nueva York, denominado «Event 201», para supuestamente hacer frente a una eventual pandemia de co-ro-na-vi-rus y «disminuir las consecuencias económicas y sociales a gran escala». «Casualidad» que incluso tuvo que hacer frente el Centro Johns Hopkins al declarar que el simulacro no se había tratado de predecir lo que había de pasar ni que tampoco estaban prediciendo la muerte de 65 millones de personas.

En fin, grandes interrogantes surgirán a partir de ahora. ¿Habrá mayor control fronterizo, mayor control migratorio? ¿La circulación de mercancías entre nuestros países y China seguirán su curso habitual? ¿Las poblaciones estarán mucho más controladas? ¿Qué habrá de quedar con respecto a todas las formas de control que hoy estamos siendo testigos? ¿Se habrá de acelerar la desaparición del papel moneda y las tarjetas? ¿Occidente emulará fielmente los sistemas de control ejecutados en Oriente? ¿Se silenciará las voces contrarias al pensamiento oficial?
Níkolas Stolpkin
Analista político nacional e internacional – Political Analyst – Crítico de política y Cultura Contemporánea – AUTODIDACTA

jueves, 23 de abril de 2020

Para el espanta ovejas del Diario de Sevilla Don Carlos Colón



Yo soy una más de las ovejas descarriadas de Nuestro Señor que, seguro estoy, cuando vuelva al redil, le voy a dar una alegría como una catedral, porque ha de saber el lector, que causa más alegría en la Casa del Padre (versión terrenal de la Gloria) una oveja descarriada como yo, cuando dando su brazo a torcer dice (o escribe, que para el caso es lo mismo): “¡Ea!, la Perra Gorda para ti, que arrepentido quedo de mis pecados pasados presentes y futuros y tiro ahora mismo, antes de que se me pasen las ganas,  derechito al redil de Nuestro Señor”, que cien santos y justos ya en el Cielo por méritos propios y no por regalar televisadamente mascarillas o hacer donaciones a la Seguridad Social, siempre por un valor inferior a lo defraudado fiscalmente.

Pero también estoy seguro de que en mi vuelta al redil poco va a tener que ver el piadoso (y dice él que cristiano) Don Carlos Colón, del Diario se Sevilla porque es que oigan, me espanta cada vez que leo un artículo suyo. Me dan ganas de preguntarle hacia qué parte queda el Redil  de Nuestro Señor para a continuación y sin pérdida de tiempo echar a correr en dirección opuesta.

Valga esta larga, pero necesaria introducción, para alejar los malos pensamientos, si los hubiera habido, de todos mis hermanos ovejas (las del Redil y las de fuera, porque todos somos hermanos, menos los de Podemos, los del PSOE y los de Izquierda Unida, según Carlos Colón, que este a todo estos  no les da ni agua), que por mi parte no hay ningún sentido peyorativo hacia mi piadoso hermano en el seno del Señor don Carlos colón. Simplemente que al ser yo oveja y él espantarme, salvo que San Basilio disponga otra cosa, es un espanta ovejas. 

Efectivamente el gobierno presidido por Pedro Sánchez puede que lo esté haciendo mal respecto del coronavirus. Tan mal, en mi opinión, que de los 200 mil millones de euros presupuestados para la “lucha” contra el coronavirus, empieza por soltarle un escopetazo de 115 millones a la mercantil privada de la comunicación, es decir, que por la incompetencia propia de los directores de estos distintos medios de la mercantil comunicativa para ganar dinero con su actividad normal, tiene que ser el gobierno el que con dinero en su mayoría publico les llene los bolsillos, sin haber garantizado previamente algo tan elemental como es la comida y medios sanitarios a las decenas de millones de personas confinadas sin suficientes recurso materiales propios para subsistir. Hay otros muchos elementos más para poderle sacar los colores al gobierno de Pedro Sánchez, siendo el principal, a mi juicio de oveja alejada del Redil, los “Nuevos Pactos de la Moncloa”, de los que ahora no diré nada.

Pero esto es una cosa para la crítica del gobierno, y otra distinta, asquerosamente distinta, que es la practicada por don Carlos Colón, al  acudir permanentemente a la descalificación personal constante de los miembros del gobierno (no solamente en este artículo suyo que se reproduce), sino que tal que sepulcro blanqueado, no tiene ningún reparo en calumniarlo, subliminalmente, pretendiendo relacionar la mala gestión del gobierno  en relación al coronavirus con la detención de un terrorista yihadista en Almería. Pero Don Carlos, ¿el terrorismo islámico no lo financiaron y lo formaron entre otras potencias occidentales los capitales de los Estados Unidos de América? Y puestos ya a eso de cogérsela con papel de fumar para mear, ¿Almería no es de Andalucía?, qué hace pues el Gobierno Andaluz donde está en la silla de gobernar el PP, asentado entre otros, en el poderío patrio del Caballo de Santiago Abascal que no vela por al seguridad antiterrorista de los andaluces, aunque yo por amigarme con usted, porque esto del Redil da muchas vueltas, no tengo inconveniente en aceptar con usted, que de todo esto tiene la culpa el “Coletillas”, ¿quién si no?

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Entre el sainete y la tragedia


El sainete de los niños no es una anécdota sino otra demostración de la incompetencia del Gobierno

Carlos Colón
Diario de Sevilla
23 Abril, 2020 

Este Gobierno escucha" dijo el ministro Illa al atardecer, intentando convertir en un acierto la rectificación forzada por el clamor de todos los partidos, toda la sociedad y todos los expertos ante el error garrafal cometido esa misma mañana. "Está claro que el Gobierno escucha y es humilde", dijo al día siguiente la ministra Darias insistiendo en ese mismo blanquear lo negro. 

El caso es que el Consejo de Ministros, ojo, el Consejo de Ministros nada más y nada menos, no una reunión de coleguitas (¿o sí?) jugando a políticos, decidió por la mañana la estupidez de permitir la salida a los menores de 14 años para ir a bancos, farmacias y supermercados (cosa por otra parte ya autorizada en caso de necesidad). Y que al mediodía María Jesús Montero, ojo, Montero, la portavoz del Gobierno, no uno de los personajes de la infame comedia de situación sobre el confinamiento que escupe TVE, lo hizo público en una comparecencia oficial ante todos los medios. Importante: hasta ese momento el Gobierno estaba seguro de lo acertado de su decisión. Preguntada por la absurda y peligrosa medida Montero afirmó que "es igual a lo que dijo Sánchez, no hay ninguna contradicción". Preguntada si los niños no están más en peligro dentro de un supermercado que al aire libre, Montero contestó: "los supermercados están muy controlados para que las distancias se guarden". Y esto es literal, no bulo. 

Estalló lo que estalló e Illa se vio obligado, seis horas después, a rectificar. En estas manos estamos. No extraña leer estos titulares: "El fin de las restricciones se iniciará sin saber la incidencia de la pandemia", "El Gobierno trata de recuperar el dinero de los test defectuosos tras comprobar que el reemplazo tampoco funciona", "El uso de mascarillas defectuosas obliga a aislar a más de mil sanitarios" (todos de El País, ¿eh?). 

Mientras tanto la peste yihadista, otro virus, sigue entre nosotros. Ha sido detenido en Almería el rapero egipcio afincado en Londres -donde vivía en el lujoso distrito de Maida Vale, Westminster- Abdel-Majed Abdel Bary, uno de los terroristas más peligrosos y buscados. Había llegado a España en una patera. Evidencias que no son bulos: el yihadismo no es solo hijo de la miseria y las pateras pueden traer terroristas. Esto no debe alimentar ni la islamofobia ni la xenofobia, pero tampoco puede ignorarlo una Europa herida y empobrecida en peligro de desunión.
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