domingo, 9 de octubre de 2016

EL CAPITALISMO A PARTIR DE LA CRISIS DE 2007 NO TIENE VIABILIDAD MATERIAL HISTÓRICA POSIBLE



LA SITUACIÓN DE LA CLASE OBRERA CHINA

 

3/5

 

07.10.2016


Menos obreros y más conflictos

Desde 1990, la importancia en la economía nacional de los asalariados no dejó de achicarse: de representar el 61% del PBI pasaron a ser 53% en 2007.

Desde 2001, los salarios crecieron a un promedio anual de 12%, una suba que se aceleró en los últimos años gracias a una serie creciente de protestas. Solo en 2014, los obreros chinos protagonizaron 1.378 conflictos laborales, según la ONG China Labor Bulletin (CBL). Dos veces más que en 2013 y 56 veces más que en 2007, cuando la Academia de Ciencias Sociales de China reportó unas 23 protestas.

“La crisis financiera que estalló en 2008 se expandió rápidamente y 20 millones de trabajadores perdieron su empleo. Fue un año de huelgas y disturbios relacionados con el cierre de fábricas”, explicó Ellen David Friedman, sindicalista de la Asociación Nacional de la Enseñanza en Vermont (EE. UU.), cofundadora del Partido Progresista de ese Estado y miembro del Comité Político de Labor Notes, quien ha colaborado en la última década con activistas sindicales en Hong Kong y el territorio continental de China.

Esa primera ola fue “defensiva” porque los trabajadores se limitaban a exigir el cumplimiento de la ley a empresas reacias a pagar indemnizaciones y sueldos.

Las huelgas pasaron a ser “ofensivas” a partir de 2010, cuando los obreros comenzaron los reclamos de suba salarial. El caso de los obreros de Honda en Guangdong, que ese año obtuvieron un aumento de 50% luego de detener la producción, fue un modelo para las protestas que desde entonces se replicaron por todo el país, en muchos casos consiguiendo subas porcentuales de dos dígitos.

La huelga comenzó en una fábrica de transmisiones para el automóvil -se trataba de una filial de Honda- en un distrito denominado Nanhai. Los 2.000 huelguistas eran en su mayoría aprendices de la escuela técnica, de 20 a 21 años de edad en promedio. Estaban familiarizados con el uso de internet, de modo que investigaron sobre Honda y descubrieron que era una empresa muy rentable. Vieron que los trabajadores que desempeñaban la misma tarea en Japón cobraban cincuenta veces más que ellos. También descubrieron que el sistema de producción just in time les brindaba una gran oportunidad para paralizar toda la industria automovilística. Se dieron cuenta de que si suspendían la producción en cualquiera de las plantas que fabricaban piezas podían paralizar todas las fábricas de montaje. De modo que cuando bloquearon las fábricas de piezas, al cabo de tres o cuatro días, cesó la producción en cuatro plantas de montaje y cientos de otras fábricas de piezas. Honda dejó de ingresar miles y miles de millones de dólares.

“Esto desencadenó una oleada de huelgas en la industria auxiliar del automóvil. Nadie conoce el número real, pero probablemente afectó a centenares de fábricas. Una demanda “infecciosa” de esas huelgas fue la de la elección directa. Diré también que una de las cosas más alentadoras e importantes que vimos es que en los casos en que los trabajadores pudieron elegir a su propia dirección, esos nuevos delegados se tomaron en serio, en la medida de sus posibilidades, la tarea de representar a quienes los eligieron”, comentó Friedman.

El otro gran pedido en esas protestas es conseguir una protección real por parte del sindicato. Hasta ahora el único autorizado es la Federación Nacional de Sindicatos que dependiente del Partido Comunista, organiza actividades de ocio para los trabajadores, pero nunca se pone de su lado durante las protestas. Si bien ha habido tímidos avances democráticos en algunas empresas, las autoridades se resisten a la libertad gremial por temor a la inestabilidad laboral.

La huelga de 40.000 trabajadores de la fábrica Yue Yuen en la provincia de Guandong (sur de China), el mayor fabricante de calzados deportivos del mundo, propiedad del Grupo Pou Chen, con base en Taiwán y con 200.000 obreros en China, reafirmó la irrupción de una nueva generación obrera, que había tenido su punto de inflexión en 2010, con las protestas de Foxconn y la huelga de Honda. La Yue Yuen suministra a Adidas, Nike, Puma, Crocs, Timberland y muchas otras marcas deportivas.

La huelga arrancó en Dongguan, ciudad en el sureste de China. Se trata de la huelga convocada por el mayor número de trabajadores y trabajadoras en la historia de la República Popular China. Yue Yen no había pagado las cotizaciones para la pensión y para el fondo de adquisición de una vivienda. A esto hay que sumar que un buen número de empleados seguían teniendo contratos a tiempo parcial después de años de trabajo, parte de la política de intensificación del trabajo que elimina las cotizaciones sociales.

La insatisfacción se esparció como un reguero de pólvora después de que un jubilado intentó retirar su jubilación y descubrió que el valor disponible era muy bajo. La empresa había dejado de depositar las cuotas del seguro social de los empleados para compensar parte de la caída de su tasa de ganancia (de 9,5%, cuatro años atrás, a 5,2% en 2013).

Otros factores motivaron una de las mayores huelgas en China, en los últimos años. Los bajos salarios fueron uno de ellos. El salario mínimo para un obrero en la línea de producción es de 1.130 yuanes, mientras un par de zapatillas de la Nike cuesta 1.469 en las tiendas.
Las reivindicaciones, según la ONG China Labor Watch (CLW) con base en los EE. UU., eran:

1. Apertura de la contabilidad con relación al pago del seguro social;

2. Asegurar seguro social a todos, y pago de las cuotas no pagadas anteriormente;

3. Si la Yue Yuen no asegura el pago, debe garantizar el fin del contrato de trabajo con las indemnizaciones previstas en ley;

4. Vivienda y comida gratis a todos que los tuvieran estos beneficios estipulados en el contrato de trabajo.

La Federación Sindical y varios ministerios entraron en acción para poner fin a la huelga. El Departamento de Seguro Social afirmó que el seguro social no pagado era realmente adeudado y la Yue Yuen emitió una declaración, afirmando que pagaría las cuotas atrasadas del seguro social si los obreros pagaban la parte de ellos (¿?), y que a aquéllos que no volviesen al trabajo a tres días del comunicado se les cancelaría el contrato por abandono del trabajo.


Aún así, 15.000 empleados permanecieron en huelga y otros en “huelga interna”. La huelga terminó con la aceptación del acuerdo, a regañadientes, pero se han presentado acciones legales contra la empresa, que se vio obligada a pagar unos 31 millones de dólares a la institución del seguro social y tuvo una pérdida de aproximadamente 58 millones de dólares por la huelga.
Los cambios en la producción china pueden llegar a tener repercusión en la producción mundial. Como señaló Jacques Rancière: “La dominación del capitalismo a nivel global depende de la existencia de un Partido Comunista Chino que proporciona a las empresas capitalistas deslocalizadas mano de obra barata y precios bajos, privando a los trabajadores de su derecho a la autoorganización”.

Debido a las huelgas, el salario medio en China ha subido un 17% por año desde 2009 y hoy es ya cinco veces mayor de lo que era en 2000. La generalización de huelgas de esta dimensión sin precedentes sólo servirá para profundizar la crisis para el capitalismo industrial.

Un informe de 2012 del FMI señalaba que la economía china atravesaba un proceso de reorientación en la inversión interna y en una transición que se aleja del crecimiento inducido por las exportaciones. Si este paso se hace correctamente, se profundizará en la crisis de rentabilidad y acumulación en la “economía real”, al menos en el corto plazo, para el capitalismo internacional.

Una segunda razón es que la represión estatal china se ha atenuado. Aunque se han producido detenciones en Yue Yuen, en los últimos años el estado chino ha estado menos dispuesto a reprimir que en décadas anteriores. Debemos entender esto como una decisión política calculada con un fin meramente económico.

Aquí está uno de los ejemplos más extremos: en 2009, se produjo un incidente que involucró a los trabajadores del acero en Tonghua Iron & Steel Works en la provincia de Jilin en el norte de China. Después de una reunión masiva dirigida por el ejecutivo de la empresa de acero que iba a hacerse cargo de la planta, los trabajadores se rebelaron y lo golpearon hasta matarlo.

“Chen Guojun, el ejecutivo del acero que fue golpeado mortalmente, había amenazado a 3.000 trabajadores siderúrgicos en Tonghua con despidos que podrían tener lugar dentro de tres días. También había señalado que recortes más grandes de puestos de trabajos probablemente ocurrirían”. (New York Times, 26 de julio de 2009).

¿Qué hizo el gobierno chino sobre esto? “El gobierno de la provincia de Jilin ordenó al Grupo Jianlong China abandonar la compra de la estatal Tonghua Iron & Steel Group.
La instrucción, la cual fue anunciada a través de la red de televisión de Jilin, también ordenó a Jianlong con sede en Beijing a “no tomar parte jamás de ningún plan de reorganización de Tonghua, reportó Bloomberg News”. (New York Times, 27 de julio, 2009).

Ahí quedó. La privatización se detuvo. Ni detenciones, ni procesamientos.

Una tercera y poderosa razón fue que en la huelga de los empleados de Yue Yen, las organizaciones locales en la provincia de Guangdong y Hong Kong, que ha apoyó a los trabajadores en huelga, hicieron un llamamiento a sus aliados internacionales para actuar en el sentido de obligar a Adidas a intervenir y asegurar que las reivindicaciones sean aceptadas. Desde el 23 de Abril las acciones se extendieron por el mundo, de Taiwan a Melbourne, San Francisco, Los Ángeles, Chicago, Milwaukee y Nueva York. El día 25 se realizaron protestas en tiendas de Adidas en Manchester, Oxford y Londres.
 
*++
 

sábado, 8 de octubre de 2016

EL CAPITALISMO A PARTIR DE LA CRISIS DE 2007 NO TIENE VIABILIDAD MATERIAL HISTÓRICA POSIBLE





 LA SITUACIÓN DE LA CLASE OBRERA CHINA

2/5

 

07.10.2016


La burocracia sindical

Si el crecimiento de las huelgas y protestas obreras en las principales regiones del país no se ha transformado en grandes luchas en la mayoría de los casos, se debe a la complicidad de la burocracia de la ACFTU (Federación de Todos los Sindicatos de China según su sigla en inglés) con los ajustes implementados por los empresarios.

En la fábrica Ansteel en Guangzhou, los trabajadores dijeron que el líder sindical había sido designado por la empresa y respaldó la posición de la administración.

Desde hace unos años, con las grandes huelgas en la industria automotriz o del calzado, han surgido y surgen miles de activistas por fábrica que organizan las luchas por fuera de los sindicatos. Pero estas experiencias que se han extendido todavía son débiles para superar el control que impone la burocracia sindical en los sindicatos y las fábricas. Como una verdadera “policía” dentro del movimiento obrero, la burocracia sindical garantiza el control de la legítima bronca de los trabajadores. La ausencia de la más mínima democracia sindical garantiza la estabilidad de estos burócratas desde el más bajo hasta el más alto nivel. Ellos son los encargados de legalizar los convenios de explotación en las fábricas, los que persiguen y delatan activistas, los que rompen huelgas mediante matones y los que, llegado el caso, se montan a la lucha para evitar que se radicalice.

El llamado del Presidente a respetar y mantener “la ley y el orden” ha sido la respuesta del gobierno al surgimiento de protestas, no solo obreras, sumando el discurso de “un intento desestabilizador de potencias extranjeras”.

Las medidas represivas contra activistas y organizaciones obreras no oficiales no son nuevas. La detención de los activistas que dirigían las huelgas, hasta lograr que termine la protesta es moneda corriente. Y si nada de esto funciona, es la propia burocracia sindical la que contrata a las bandas mafiosas de la zona para amedrentar a los trabajadores.

Con la ofensiva contra los activistas y organizaciones solidarias de diciembre, el gobierno chino ha dado un paso más en extender su ataque contra las protestas invocando la “ley y el orden”, la defensa del “orden social” y la “seguridad nacional”. Un discurso que las autoridades chinas ya habían utilizado contra las manifestaciones en Hong Kong o para justificar la detención de cinco activistas feministas en marzo del 2015.

Estas medidas lejos de amedrentar a los trabajadores han hecho crecer la bronca por la detención arbitraria de quienes, muchos obreros, veían como sus únicos aliados.

Si bien este creciente descontento social aún no plantea un desafío serio al gobierno central, la complicidad de los dirigentes sindicales, del Partido Comunista y del gobierno con los empresarios en la violación de los derechos laborales, actúa como un incentivo constante en la irrupción de huelgas.

El 3 de diciembre, las autoridades chinas iniciaron una amplia ofensiva contra los activistas sindicales en el centro industrial de Guangzhou. Unos 20 activistas de 4 organizaciones no oficiales fueron detenidos bajo el cargo de “alterar el orden público” e incluso “malversación de fondos”. El ataque incluyó el allanamiento de varias oficinas de estas organizaciones y el secuestro de documentos. Varios de los activistas continúan detenidos sin derecho a representación legal para defenderse como denuncian los organizadores de la campaña internacional en su apoyo.

Los medios de comunicación oficiales han lanzado una campaña contra los activistas detenidos pero, entrevistados por el China Labour Bulletin, dirigentes sindicales y obreros de las fábricas donde actuaban los activistas detenidos, mostraron su apoyo e incluso advirtieron que “Los trabajadores se pueden tragar en silencio los insultos y la humillación o van a hacer las cosas mucho más extremas, como el bloqueo de carreteras con el fin de recuperar su dinero, ya que no habrá nadie para decirles lo que deben y no deben hacer y cómo luchar por su derechos legalmente”.

De todos modos, las medidas represivas del gobierno chino y de las autoridades del Partido Comunista no han logrado evitar el crecimiento de las huelgas obreras. En un proceso que se desarrolla hace algunos años, millones de trabajadores que llegaron del campo a las ciudades han comenzado a luchar por sus derechos.

El crecimiento de las huelgas

Como resultado del aumento de salarios y de los conflictos laborales, especialmente los acaecidos en la última década, algunas fábricas han tenido que cerrar. El resultado inmediato ha sido un recrudecimiento de las huelgas y las protestas, en unos años en los que las empresas han tratado de soslayar cualquier indemnización por cierre o reubicación. Los trabajadores exigen ahora compensaciones por los despidos y por los años, a veces décadas, que no les han cotizado su seguridad social, además de las contribuciones a fondos de vivienda a las que tienen derecho.

Cientos de trabajadores inmigrantes de la empresa Lide Footwear se declararon en huelga a finales de 2014, tras escuchar rumores sobre su posible reubicación. Muchos de ellos no estaban dispuestos a trasladarse y esperaban, a cambio, recibir indemnizaciones por despido y otras compensaciones. La legislación laboral en China estipula distintos niveles de indemnización, pero en la realidad ésta apenas se aplica y son los directivos quienes deciden, en última instancia, lo que los trabajadores reciben o no. En este caso particular, la negativa de los directivos a negociar justamente las indemnizaciones condujo a una serie de huelgas y negociaciones que se prolongaron varios meses.

Mientras que la mayoría de huelgas concluyen en cuestión de unos pocos días, y rara vez duran más de un par de semanas, tras ocho meses de trabajo organizativo y después de protagonizar tres huelgas sucesivas, los trabajadores de la fábrica Lide, celebraron el pasado 16 de mayo de 2015 su merecida victoria. En respuesta al plan de traslado de la empresa, los trabajadores han obtenido una serie de compensaciones a las que tenía derecho la plantilla de 2.500 personas con arreglo a la legislación laboral, incluidos varios años de cotizaciones a la seguridad social que la empresa no había pagado y una indemnización por las vacaciones anuales y las bajas de maternidad que anteriormente no habían disfrutado, además de un plus de calefacción y una indemnización por despido para quienes hayan optado por no trasladarse a la nueva ubicación.

En la misma época, otra huelga similar a la de Lide atrajo la atención de los medios, tras una campaña de solidaridad que destacaba el papel de la empresa como contratista del minorista Uniqlo, una popular marca de ropa con más de 400 tiendas en China. La empresa Shenzhen Artigas Clothing and Leather, conocida localmente como Qingsheng, se constituyó en 1992 con inversión en Hong Kong poco antes de que Deng Xiaoping acelerara la apertura de China a las inversiones extranjeras directas, y se centró principalmente en las exportaciones.

En 2014 proyectó trasladarse a otro parque industrial sin consultar ni negociar previamente con los trabajadores, desencadenando en diciembre una huelga inicialmente de nueve días, que fue duramente reprimida por la policía.

El 9 de junio de ese año, cuando la empresa quiso cerrar la fábrica y retirar su equipo, más de 900 trabajadores comenzaron una protesta, ocupando la zona de producción para evitar que los directivos pudieran finalmente cumplir su objetivo. Entonces exigieron negociar las compensaciones por despido y otras indemnizaciones. La falta de cotización a la seguridad social se convirtió en una cuestión fundamental de dicha huelga, pues muchos de ellos habían trabajado en la fábrica durante más de una década. Algunos llevaron a cabo una huelga de hambre para ejercer más presión sobre los directivos. Estos respondieron utilizando tácticas brutales contra los trabajadores, incluyendo el acoso policial y el arresto.

Solo después de tres meses de ocupación persistente de la fábrica, los directivos accedieron a negociar. No obstante, se negaron a concertar una negociación colectiva y únicamente quisieron tratar con los trabajadores de forma individual. Los trabajadores resistieron las tentativas de los directivos de dividirlos y continuaron con la huelga. Cuando dicha huelga llegó a un punto muerto, unos 200 trabajadores viajaron hasta Guangzhou y organizaron una manifestación frente a las dependencias del Gobierno Provincial. Después de varios días de protesta y de dormir en un parque cercano, la policía los desalojó a la fuerza y arrestó durante un tiempo breve. Aprovechando la coyuntura, los directivos ejercieron presión también sobre los trabajadores que habían quedado ocupando la fábrica, interrumpiendo los servicios de luz y agua. La policía actuó finalmente dejándolos fuera del recinto, el cual cerraron con cerrojos para impedir que éstos volvieran a acceder.

A diferencia de la huelga de la fábrica de Lide Footwear, en la que casi todas las demandas de los trabajadores fueron satisfechas, la huelga de Qingsheng acabó sin conseguir que los directivos negociaran. Ambos casos, junto con otras huelgas similares ocurridas estos últimos meses, reflejan el impacto negativo del descenso de las exportaciones en las condiciones de los trabajadores del sector manufacturero. Las empresas que operan con poco margen de beneficio han optado por la reubicación, la disminución de la producción, recortar el número de trabajadores y obligar a éstos a que renuncien a sus contratos.

Ante la crudeza de estos ataques a las condiciones de trabajo y medios de subsistencia, las protestas han cobrado una forma más radical, mediante reiterados paros laborales, ocupaciones de fábricas y negociaciones colectivas, prolongadas durante varios meses. Pero no todas las huelgas han acabado con éxito. De hecho, la policía ha redoblado su ofensiva en las huelgas más importantes.

La característica clave de estas protestas es la movilización sostenida y organización disciplinada durante períodos de tiempo extensos. Los trabajadores han tenido que constituir desde el principio una organización informal con representantes elegidos por ellos, que ha perdurado varios meses con el fin de que sus compañeros no perdieran la confianza. Y puesto que la ley apenas protege las acciones de los trabajadores, cuanto más se prolongue la huelga, mayor riesgo correrán sus líderes.

Las ONG chinas dedicadas a temas laborales prestan experiencia y conocimiento de cuestiones legales a los organizadores, sin embargo, los propios huelguistas, más que ningún otro agente externo, son la verdadera fuerza motriz de las huelgas. Frente a los esfuerzos de colaboración de la policía local con los directivos para obligar a los trabajadores a volver a sus puestos, la movilización y la solidaridad se han mostrado como factores cruciales en la resistencia.

La clave de la movilización ha sido el sentimiento arraigado de poseer derechos por el trabajo de muchos años en la misma empresa, lo cual confiere a los trabajadores una razón moral y legal, y la determinación para tomar medidas y llevar a cabo acciones. Durante las huelgas, la mayoría de trabajadores ha insistido en que la empresa les ha arrebatado los frutos de su trabajo y que, por lo tanto, tienen derecho a tomar medidas legales.

Las huelgas relacionadas con la reubicación y cierre de las fábricas probablemente dominarán el sector de la manufactura en los próximos meses. Diversos estudios sobre las acciones colectivas de los trabajadores chinos sostienen que, en la última década aproximadamente, éstos han cobrado conciencia de sus derechos y capacidad colectiva, el movimiento de clase obrera emigrante ha pasado de ser un movimiento principalmente defensivo frente a los atrasos en el pago de salarios a ser un movimiento de gran ofensiva, que exige el aumento de salarios y en algunos casos la democratización de los sindicatos, por lo general tutelados por los directivos. La demanda de salarios impagos sigue siendo la razón principal de la mayor parte de las protestas actuales. Teniendo en cuenta que la cotización a la seguridad social y las contribuciones a la vivienda son elementos consagrados desde hace tiempo en las leyes laborales, exigir que se pongan en práctica supone un paso adelante.

Además, los trabajadores han conseguido la baja por maternidad remunerada y la prestación por enfermedad, entre otras demandas. Aunque los directivos suelen ignorar tales exigencias en las negociaciones, esto refleja el grado de conciencia de los trabajadores respecto de sus derechos y prestaciones laborales.

Hay otra razón por la que calificar a estas huelgas como defensivas no les haría justicia. No es más fácil luchar por las mencionadas demandas que por un aumento del salario, y supone además una ofensiva en pos de la ampliación del abanico de exigencias a negociar con los directivos. Además, estas huelgas también forman a los trabajadores en las tácticas de movilización, representación y deliberación democrática, así como en la negociación.

En la práctica, la capacidad organizativa y la conciencia de los trabajadores siempre han sido desiguales a nivel geográfico y sectorial. Las huelgas del sector manufacturero se han concentrado principalmente en dos regiones: el delta del río Yangtze y el delta del río Pearl. La situación actual a la que se enfrentan los obreros del sector manufacturero, de igual forma, no puede generalizarse al resto del movimiento obrero, pues los sectores no manufactureros y de servicios han sido siempre más activos.

Parece probable que el decrecimiento del sector de la exportación siga su curso, y el gobierno contempla la dependencia cada vez menor de las exportaciones como un elemento esencial para reequilibrar la economía china. La reubicación de capital y reestructuración de la industria manufacturera resultantes probablemente acabe erosionando algunas de las victorias que con tanto esfuerzo se han conseguido, al menos provisionalmente. Se necesitará tiempo para llevar a término las nuevas luchas y redes tanto en los viejos como en los nuevos emplazamientos. Esta es una experiencia de aprendizaje tan inevitable como necesaria para el todavía joven movimiento obrero chino. La experiencia actual de organización y movilización de los trabajadores en estas huelgas podría ser de gran valor para sus luchas futuras.

*++

viernes, 7 de octubre de 2016

EL CAPITALISMO A PARTIR DE LA CRISIS DE 2007 NO TIENE VIABILIDAD MATERIAL HISTÓRICA POSIBLE



LA SITUACIÓN DE LA CLASE OBRERA CHINA

1/5

 



07.10.2016

 

 

Resumen

Los trabajadores sufren los efectos de la caída de la economía y la devaluación de los últimos meses. Las huelgas y protestas contra despidos y recortes salariales crecen. La cuestión social alarma a la cúpula del Partido Comunista.

Que la economía del gigante asiático ya no sigue su marcha como antes no es novedad y las noticias de las caídas en la Bolsa o una expectativa de crecimiento más modesta, comparada con otros años, disparan la alarma internacional.

Menos conocido es el descontento que comienza a extenderse en el movimiento obrero chino ante el empeoramiento de sus condiciones de vida. La devaluación del yuan golpeó los ya magros salarios, miles de empresas cierran en busca de “mercados laborales” más baratos (no solo en otros países de Asia sino incluso en las maquiladoras del norte de México), miles de trabajadores pierden su trabajo en la industria del carbón porque “una economía que se desacelera consume menos energía”, dicen los empresarios.

Esta situación es la que hace crecer el descontento entre los trabajadores y es la que sirve como combustible para que crezca la ola de huelgas en los principales centros industriales del país.



Unas 1.650 personas fallecen diariamente en China como consecuencia de trabajar en exceso, según datos hechos públicos por la Radio Internacional de China, una de las dos emisoras estatales. Esto implica unos 600.000 fallecimientos al año.

Alrededor de las ocho de la mañana del 17 de marzo de 1980, Tian Yu se arrojó desde el cuarto piso del dormitorio de la planta de Foxconn en Longhua. Apenas un mes atrás había llegado a la ciudad de Shenzhen, la megalópolis de rápido crecimiento cercana a Hong Kong, desde un poblado agrícola en la central provincia de Hubei. Como tantos millones de jóvenes de origen rural, ella deseaba un empleo en la urbe y una nueva vida en los pujantes centros industriales de China.

Morir por un iPhone, Pun Ngai, Jenny Chan y Mark Selden

Durante el tratamiento médico de Tian Yu, más de una docena de jóvenes obreros de Foxconn intentaron quitarse la vida.

Un trabajador anónimo colocó en internet el siguiente mensaje: “Morir es la única manera de atestiguar que alguna vez hemos vivido”.

La desaceleración económica de China, especialmente el debilitamiento de sus exportaciones, ha establecido el marco de la reciente oleada de protestas en el sector manufacturero. Aunque el gobierno haya fijado la tasa de crecimiento económico en un estable 7 %, la disminución de la actividad industrial muestra signos visibles de dificultades económicas.

La producción industrial china presentó en enero y febrero el ritmo más débil de crecimiento en más de siete años, acusando las sobrecapacidades y una demanda floja, según datos oficiales.

La producción industrial de la segunda economía mundial se incrementó 5.4 % anual acumulado en los meses de enero y febrero, menos que en diciembre (5.9 %), indicó la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE). Se trata del ritmo de progresión más débil desde noviembre de 2008 y los comienzos de la crisis financiera mundial.

La demanda internacional no deja de reducirse, como demostró la espectacular caída de 25 % de las exportaciones chinas en febrero. Por su lado, la demanda interna sigue minada por el estancamiento de la inversión en la vivienda y las contracciones repetidas de la actividad manufacturera.

La consecuencia de todo esto es un agravamiento incesante de las sobrecapacidades de producción de la industria china, del cemento al acero pasando por el carbón. (Ver Anexo I)

Por su lado, las ventas al por menor, barómetro del gasto de los hogares chinos, se desaceleraron también en los dos primeros meses del año. El incremento fue de 10.2 % anual, el nivel más bajo en 10 meses, indicó la ONE.

El objetivo estratégico de Pekín es estimular el consumo interno, los servicios, las nuevas tecnologías y las exportaciones de alto valor agregado, en detrimento de la industria pesada y las exportaciones, tradicionales motores del crecimiento chino hoy agotados.

Por último, las inversiones en capital fijo, que incluyen los gastos en infraestructuras, subieron 10.2 % anual en los dos primeros meses del año. Una aceleración sensible tras el aumento de 10 % en el conjunto de 2015.

Los trabajadores y la cuestión social

Los trabajadores sufren los efectos de la caída de la economía y la devaluación de los últimos meses. Las huelgas y protestas contra despidos y recortes salariales crecen. La cuestión social alarma a la cúpula del Partido Comunista.

Que la economía del gigante asiático ya no sigue su marcha como antes no es novedad y las noticias de las caídas en la Bolsa o una expectativa de crecimiento más modesta, comparada con otros años, disparan la alarma internacional.

Menos conocido es el descontento que comienza a extenderse en el movimiento obrero chino ante el empeoramiento de sus condiciones de vida. La devaluación del yuan golpeó los ya magros salarios, miles de empresas cierran en busca de “mercados laborales” más baratos (no solo en otros países de Asia sino incluso en las maquiladoras del norte de México), miles de trabajadores pierden su trabajo en la industria del carbón porque “una economía que se desacelera consume menos energía”, dicen los empresarios.

Esta situación es la que hace crecer el descontento entre los trabajadores y es la que sirve como combustible para que crezca la ola de huelgas en los principales centros industriales del país.

A modo de ejemplo, en la fábrica de acero inoxidable Ansteel en Guangzhou (Cantón, una de las ciudades más grandes de China en el sudeste del país), durante siete días, los trabajadores paralizaron la producción con piquetes en la puerta de la fábrica reclamando por despidos y contra la implementación de una nueva escala salarial basada en la productividad.

Los problemas comenzaron cuando los dueños taiwaneses vendieron el negocio a una empresa estatal china el año pasado y el sueldo fue reducido a la mitad, a 2.200 yuanes al mes.

Durante una semana los trabajadores enfrentaron el hostigamiento de las autoridades, amenazas de despido y de cárcel para cientos de huelguistas, un cerco mediático y las amenazas policiales. Tras un enfrentamiento entre cientos de trabajadores y la policía antidisturbios, la empresa se comprometió a cancelar la reforma en el sistema de pago de sueldos, lo que fue vivido por los trabajadores como un triunfo.

El caso de Ansteel se repite una y otra vez. Las empresas despiden, suspenden y recortan los salarios y beneficios sociales de millones de trabajadores con total impunidad protegidos por las autoridades estatales y del Partido Comunista. Y si esto no es nuevo, la novedad está en que los trabajadores saben que si pierden su trabajo ya no será fácil conseguir uno nuevo como en los tiempos del pujante crecimiento económico. De ahí surge la creciente resistencia obrera de los últimos meses.

 

*++

EL CAPITALISMO: NO ES QUE HAYA FRACASADO, SINO QUE HA CUMPLIDO SU FUNCIÓN HISTÓRICA COMO LA CUMPLIERON LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN ANTERIORES A ÉL

  
Fragmento final de Llamas, M. (27.10.2014) en su artículo El fascismo económico de Podemos, Libremercado.com


“ Quizá por esta razón Podemos ha obtenido también la simpatía y apoyo del líder falangista Ricardo Sáenz de Ynestrillas, quien ha comparado el discurso de Pablo Iglesias con la "genuina Falange de José Antonio [Primo de Rivera]", argumentando que es el mismo discurso, pero "dulcificado".

Los extremos se tocan y, en este caso, es evidente que el recalcitrante y liberticida anticapitalismo que profesan los líderes de Podemos y Falange -vean sino este vídeo- no es más que un nuevo reflejo del totalitarismo que asoló medio planeta el pasado siglo. Comunistas y nazis convergen, una vez más, en su plan para anular cualquier atisbo de libertad y humanidad. Iglesias e Ynestrillas son dos caras de la misma moneda, al igual que en su día lo fueron Hitler y el Che.

Y para todos aquellos ilusos y descreídos que sigan negando la evidencia, amparándose en los mensajes buenistas de Podemos y en el calculado distanciamiento de su naturaleza bolivariana, tan sólo advertir que no es la primera vez ni será la última que un aspirante a dictador miente para alcanzar el poder.”


* * *

[Escandalosas cifras laborales de la barbarie capitalista] Dos de cada tres trabajadores en el mundo no tienen un trabajo decente

Por Kaos. Internacional
06.10.2016
Según la OIT, 2.000 millones de personas no tienen contrato, carcen de derechos y de protección social, perciben un salario injusto o sufren enfermedades y accidentes laborales.

pobreza_422d1449
  • Según la OIT, 2.000 millones de personas no tienen contrato, carecen de derechos y de protección social, perciben un salario injusto o sufren enfermedades y accidentes laborales.
  • Además, la OIT también denuncia que 168 millones de niños están atrapados en el trabajo infantil y 21 millones de personas son explotadas en condiciones de trabajo forzoso.
Un total de 2.000 millones de personas, el equivalente a dos tercios de los trabajadores que hay en el mundo, carecen de contrato laboral y de derechos o sufren discriminación, cobran salarios inferiores a sus capacidades, no tienen protección social o están sobreexpuestos a accidentes o enfermedades laborales, o padecen todas estas deficiencias a la vez.

Así lo revela un informe publicado este miércoles por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con motivo de la Jornada Mundial del Trabajo Decente, que se celebra el próximo viernes. La OIT define el trabajo decente como el acceso a un empleo con derechos y sin discriminación, en condiciones saludables, con salarios suficientes y protección social.

Pero, según la OIT, casi 200 millones de personas no tienen trabajo, cifra a la que habrá que añadir los 1,1 millones de desempleados que se esperan para 2017. Además, tras tres años de descensos, el paro juvenil aumentará este año en medio millón de personas, hasta alcanzar los 71 millones de jóvenes sin empleo.

A ello se suma que uno de cada cuatro trabajadores en el mundo se encuentra en situación de pobreza extrema o moderada. Entre los jóvenes, esta proporción es mayor: uno de cada tres trabajadores jóvenes (156 millones) está en situación de pobreza. Además, la OIT denuncia en este informe que 168 millones de niños están atrapados en el trabajo infantil y 21 millones de personas son explotadas en condiciones de trabajo forzoso.

El 75% de la población mundial no tiene cobertura adecuadade Seguridad Social y más de la mitad carece totalmente de ella, de forma que no tiene asegurada ningún tipo de protección frente al paro, las enfermedades, la discapacidad, la vejez o la maternidad.

“Este retrato desolador de la situación laboral mundial muestra cuan inmenso es el déficit de trabajo decente”, subraya la OIT, que exige una apuesta “decidida e innovadora” por parte de los Gobiernos y agentes sociales para hacer posible el cumplimiento de los objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por Naciones Unidas para el periodo 2015-2030.

La OIT estima que la brecha de empleo respecto al nivel existente en 2007 es actualmente de 27 millones de puestos de trabajo, y todo ello en medio de un proceso de ralentización en la creación de empleo que ha llevado al paro mundial a rozar los 200 millones de desempleados este año.

La OIT insiste en que garantizar el acceso a un empleo decente ayudaría a erradicar la pobreza, mejorar el bienestar, elevar el crecimiento económico y los ingresos fiscales, y construir y mantener la paz social. El reto, según la OIT, es grande, sobre todo teniendo en cuenta que en los próximos 15 años los métodos de trabajo experimentarán grandes transformaciones motivadas por cambios tecnológicos, medioambientales y demográficos.

http://www.infolibre.es/noticias/mundo/2016/10/06/dos_cada_tres_trabajadores_mundo_tienen_trabajo_decente_55834_1022.html

 
*++



AL PP (MARIANO RAJOY Y MUCHACHERÍA COLINDANTE) NO LE GUSTA LA GASEOSA. LO QUE LE GUSTA ES EL TOCO, TRINCO Y, OIGA, YO NO SE NADA, QUE A CUALQUIERA LE SALE UN PODRIDO EN LA CANASTA


    

[El PP, una organización criminal envalentonada] Del “Quien la hace la paga” a unirse a Bárcenas y los acusados de la Gürtel para pedir la nulidad del caso

Por Kaos. Estado Español
06.10.2016
“Alegamos plena indefensión”, ha expuesto el abogado Jesús Santos, quien también representa al PP en la causa del borrado de los ordenadores de Bárcenas.

barcenas-venido-defenderme-cargar-nadie_ediima20161004_0526_23










Considera nulas las escuchas del concejal que reveló la trama de corrupción y acusa a la Fiscalía de lanzar acusaciones inconcretas de las que no puede defenderse.

En el caso de que el proceso siga adelante, el abogado del PP pide que se le excluya porque no es al partido al que se deben reclamar los 245.000 euros de la corrupción sino a sus grupos municipales en Majadahonda y Pozuelo.

“Alegamos plena indefensión”, ha expuesto el abogado Jesús Santos, quien también representa al PP en la causa del borrado de los ordenadores de Bárcenas.

El Partido Popular ha pedido este miércoles al tribunal del caso Gürtel que anule el juicio por un cúmulo de irregularidades cometidas, según él, durante la instrucción. Su abogado, Jesús Santos, se ha adherido a la petición de nulidad de pruebas del resto de las partes, incluida la principal, las escuchas que el exconcejal José Luis Peñas llevó en 2008 a la Fiscalía Anticorrupción para denunciar la trama de corrupción de la que él mismo había participado.

La segunda jornada de la vista ha sido la última para que las partes presenten sus cuestiones previas, consistentes en pedir al tribunal de que se incorporen nuevas pruebas o testimonios, o que se anulen los que ya figuran en el proceso. El primero en plantear la nulidad de las grabaciones de Peñas y del proceso entero fue Pablo Crespo, a través de su abogado Miguel Durán. A partir de ahí se han ido adhiriendo la mayoría de los acusados, incluido Luis Bárcenas.

 Crespo tuvo la oportunidad de dibujar el terreno de juego porque el principal imputado, Francisco Correa, rechazó plantear cuestión previa alguna cuando correspondió a su abogado intervenir en primer lugar. Es parte de su nueva estrategia de colaboración destinada a obtener los atenuantes que pueden rebajar la petición de condena.

Las acusaciones y las defensas de los 37 acusados viven pendientes de hasta dónde llegará Correa, si cambiará sus declaraciones hasta la fecha y elevará las responsabilidades en la trama de corrupción a miembros de la plana mayor de Aznar.

Y así discurría una jornada anodina, en la que los argumentos de las defensas se repetían una y otra vez con alguna pequeña matización, cuando ha llegado el turno de Jesús Santos, el abogado del PP. Santos ha revolucionado la vista al adherirse a toda la carga pesada que las defensas habían dedicado el martes y el mismo miércoles para intentar que el tribunal anule el caso antes de que arranquen el lunes las declaraciones de los acusados.

De prosperar su petición, el PP habrá contribuido a que no se juzgue a la trama de corrupción en Madrid desde 1999 a 2005. Ha sido una apuesta arriesgada, toda vez que la petición de nulidad de todo un proceso rara vez suele prosperar en esta fase procesal. La abogada de Ana Mato, por ejemplo, se ha limitado a solicitar que el tribunal, como hace ya con su representada, le exima de acudir a las sesiones del juicio que no le afectan.

Antes que Santos intervino la letrada que representa a Ana Mato, también señalada como beneficiaria a título lucrativo. La abogada Julia Muñoz no se adhirió a las peticiones de nulidad y solo pidió que no se le obligue a asistir a las sesiones que no le afecten, como ocurre ya con su representada.

El PP recuerda a Garzón

En cualquier caso, Santos ha anunciado “algunas matizaciones” a las peticiones de nulidad que habían presentado los demás. A la ilegalidad de las grabaciones de Peñas, sumó las que costaron a Baltasar Garzón la condición de juez. Garzón fue condenado por autorizar escuchas a los principales imputados con sus abogados en prisión.

Recuperando lo que aquella sentencia concluyó, Santos ha calificado las escuchas de “uno de los mayores atentados al Estado de Derecho, que recuerda a los estados totalitarios”. Santos ha recurrido a ellas porque no le basta con que fueran anuladas y no incorporadas a la causa ya que, ha dicho, “lo que no se ha borrado fue el conocimiento” que facilitaron a la UDEF, la Fiscalía y el juez. “¿De qué manera ha podido afectar a los posteriores actos de investigación a la información obtenida ilegalmente?”, se ha preguntado el letrado, para concluir que han tenido un “efecto contaminante” de la causa.

Al mismo tiempo, Santos ha cargado contra la Fiscalía, a la que ha acusado de verter acusaciones “genéricas” y “ambiguas” de las que, considera, es imposible defenderse. La formación de Mariano Rajoy aparece en el escrito de acusación de la Fiscalía Anticorrupción en el apartado de responsables civiles, como beneficiario a título lucrativo. En concreto, con 245.000 euros en los ayuntamientos de Majadahonda y Pozuelo de Alarcón, epicentros de la trama de corrupción.

En una silla alejada del tribunal

Santos ha venido a decir que la cantidad es pequeña, como la supuesta responsabilidad del proceso, de lo que da cuenta el lugar que ocupa su representante en la última fila de las defensas, sin contacto visual con el tribunal más allá del circuito de vídeo, ha señalado.

Anticorrupción acusa al PP de gastar esa cantidad de dinero de la corrupción en campañas electorales locales y trabajos para la formación en las localidades citadas. “No sabemos ni el qué, ni el quién, ni el cuándo, ni el cómo, ni el dónde” de esos gastos, se ha quejado el letrado. “Alegamos plena indefensión efectiva”, ha añadido Santos.

En el caso de que el proceso siga adelante, ha seguido el abogado, el PP debe ser excluido de inmediato. Según el letrado, la responsabilidad civil que se le reclama debería volverse contra los grupos parlamentarios del PP en los citados ayuntamientos y, en ningún caso, contra el partido.

“Los grupos parlamentarios, autonómicos, municipales, son entidades conceptual, ontológica y jurídicamente plenamente diferentes de los partidos políticos. Los partidos tienen personalidad jurídica, los grupos municipales no, pero tienen capacidad procesal”, ha desarrollado el abogado del PP.


*++