sábado, 14 de abril de 2012

JOAN BAEZ



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CGT (SANIDAD) CONVOCA MANIFESTACION


15 de Abril. 12h Plaza de San Miguel (ZARAGOZA)

Manifestación Contra la Privatización de la Sanidad:


Y tras el 29M....¿qué hacemos? Pues seguir movilizándonos y luchando, no queda otra .....
Por ello, desde CGTque forma parte de la Plataforma contra la privatización de la sanidad de Aragón , os animamos a participar en la manifestación prevista el 15 de abril y que saldrá desde la Pza. de S. Miguel a las 12 horas.

Es una movilización a nivel nacional en la que hay previstas movilizaciones en Madrid, Barcelona, Valencia, Galicia...en todos los territorios donde se han creado plataformas movidas por la defensa de la Sanidad Pública.

Esperamos vuestro apoyo.
Salud
Sindicato de Sanidad de CGT.



15 Abril. Nuestra salud es un derecho, NO su negocio
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14 DE ABRIL DIA DE LA REPUBLICA



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MIGUEL HERNANDEZ



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DIA DE LA REPUBLICA ESPAÑOLA



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viernes, 13 de abril de 2012

PUBLICADO EN CRÓNICA DE ARAGON


LOS MERCADOS FINANCIEROS NO SON ENTES ABSTRACTOS, YA SE LES EMPIEZA A VER LAS OREJILLAS



Felipe González fue uno de los primeros reformadores que tuvo la democracia española formal actual. Le siguió en reformas José María Aznar, a éste le sucedió en la reforma José Luis Rodríguez Zapatero, que como el primero era del Partido Socialista Obrero Español, pero no socialista. Y el último que se está columpiando ahora mismo en la cima de las reformas es Mariano Rajoy del Partido Popular, que evidentemente, tampoco es socialista.

Todos estos reformadores de la reforma que te reforma y sobre la reforma otra, han hecho todas las reformas posibles, menos una. Menos la reforma que hay que hacer, que es dejarse de tanta reforma, porque la reforma que hay que acometer es la reforma de relaciones de producción capitalistas, pero sin reformarlas, es decir, sustituirlas por las relaciones de producción socialistas, que dado que el PSOE no es socialista no puede llegar de la mano de este partido ni de ninguno de sus dirigentes considerados particularmente.

Y dentro de la nube de tanta reforma, realizadas todas ellas, según los reformadores de turno, para que desapareciera el problema del paro y toda la sociedad pudiera vivir mejor (esta fue y es la música de la cantinela de las reformas), resulta que la inmensa mayoría de los entendidos en la materia, los economistas de derechas y los economistas de derechas (estos últimos son los progresistas) están de acuerdo en que las reformas no van a responder a los fines para los que se dice que se hace, esto es, disminuir el paro. Y, a la vista de ello, surge la pregunta: ¿si las reformas realizadas no valen, y se sabe, que no valen para lo que dicen que valen, para qué se hacen?

La respuesta es bien simple: las reformas se hacen porque la realidad necesita ser encubierta con el barniz despistador y despistante para crédulos e ingenuos, a fin de que no sea descubierto que el modo de producción capitalista, llegado a un determinado nivel de desarrollo (ya alcanzado) no puede obtener del proceso productivo directo el beneficio que necesita para mantenerse en pie.

Las reformas no son reformas sino el eufemismo que cubre la sobreexplotación del capital sobre el trabajo mediante la disminución del salario directo (lo que percibe directamente el trabajador por su trabajo); la disminución del salario indirecto (la diferencia de precios entre los precios de mercado y el precio por el que recibe el servicio público) y la disminución del salario diferido (prestaciones pro desempleo y pensiones de jubilación en función de lo cotizado), como medio de obtener la parte de beneficios que no pueden obtener mediante la explotación directa del proceso productivo y completar de esa forma la tasa de beneficios que necesita el sistema capitalista para que no se deshaga como un castillo de arena.

Las reformas, pues, no han valido para lo que decían que valían. Las reformas, aparte de palabras palabretas, han cumplido perfectamente la función política (ideología) que tenían: justificación ideológica del sistema al que se le ha presentado con los ropajes de lo natural, y por tanto, inamovible, con lo que se ha evitado, gracias a los partidos que decían que eran de izquierdas, pero que no lo eran, y gracias a unos sindicatos que se decían de clase, pero que no lo eran, las clases trabajadoras no le han podido plantar cara al capital ni en el terreno político, ni en el terreno económico ni en el terreno ideológico.

Y de esta manera, sin conciencia de clase, amedrentadas las clases trabajadoras, y sin organizaciones políticas y sindicales significativas que defiendan efectivamente sus intereses como clase, que son los intereses de la inmensa mayoría de la sociedad, el Fondo Monetario Internacional, que no es un nido donde reine ni la moralidad, ni la objetividad en sus análisis, ni los benefactores de la sociedad precisamente, ya se puede destapar abiertamente enseñando las orejillas de los mercados financieros, de los que forma parte, para actualizar sin ningún sonrojo las prácticas que Hitler hacía con los trabajadores: someterlos a las cadenas de producción hasta que murieran exhaustos, sustituyendo al muerto por otro y que no pare la cadena de producción.

Con lenguaje de hoy, de hace tan sólo unos días, ha dicho el figura figureta español, José Viñals, del Fondo Monetario Internacional, y como adelanto de la cumbre semestral de esa cueva de bestias enemigas de la sociedad que es el FMI, que se recorten las prestaciones al trabajador (que se paga él con su trabajo) y que se le suban las cotizaciones y que se le alargue la vida laboral ante el riesgo de que la gente viva más de lo esperado, y por si acaso el trabajador vive más de lo esperado, que cada cinco años se revise el alargamiento de su vida laboral para alargarla más, no sea que se escape algún trabajador… lo que visto desde el punto de vista hitleriano y como crimen consentido para legalizar, no está nada mal.

Y, claro, el que no sepa leer que no lea, que leer es pecado. Pero eso sí, muy bueno, como casi todos los pecados.

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jueves, 12 de abril de 2012

LAS ARMAS EN CASA DE LOS BORBONES SON HABITUALES, PERO NO INOFENSIVAS


EL DIA QUE EL REY MATO A SU HERMANO

Juanita Samper Ospina 02.04.2006

Dos hermanos juegan al tiro al blanco. El mayor dispara por accidente el arma y la bala da en la cara del menor. Lo mata. No se trata de una infortunada noticia registrada en la sección judicial de un periódico. Es quizá el episodio más doloroso de la vida del rey Juan Carlos de España, quien, hace 50 años, terminó con la vida de su hermano.

Alfonso de Borbón y Borbón tenía 15 años y estudiaba en Madrid. El resto de su familia vivía en Portugal, exiliada por la dictadura de Francisco Franco.
El joven había ido a pasar la Semana Santa con sus padres y hermanos en Estoril, donde participó en un campeonato de golf.
El Jueves Santo asistió a los oficios religiosos y, más tarde, decidió practicar el tiro al blanco junto con su hermano Juan Carlos. Su madre les dio permiso de utilizar el arma que un amigo les había regalado. Un disparo se oyó en la residencia real, a las ocho de la noche. “Juanito intentó taponar la herida con su mano, pero el infante Alfonso murió en sus brazos”, explica Jaime Peñafiel, periodista especializado en la familia Borbón.
El doctor Loureiro intentó salvar la vida del infante, pero no pudo hacer nada. El cuarto hijo de los condes de Barcelona murió el 29 de marzo de 1956.
Alfonso de Borbón y Borbón había nacido en Roma el 3 de octubre de 1941. Fue el menor de los hijos de Juan de Borbón y María de las Mercedes, condes de Barcelona. Los otros hijos, además del futuro rey, fueron Pilar y Margarita.
Pactan sucesión Don Alfonsito, como le decían en los círculos cercanos, pasó su infancia en Italia, Suiza y Portugal. Cuando nació, su abuelo, Alfonso XIII, acababa de morir y había abdicado en su hijo, Juan.
La familia real vivía fuera de España porque Franco no la aceptaba. Sin embargo, en agosto de 1948, don Juan se entrevistó con el dictador a bordo del yate Azor, en aguas de San Sebastián, al norte de España, y acordaron que Juan Carlos sería preparado por el dictador para ser Rey. Con ese fin debería trasladarse a estudiar a España. Lo acompañaría su hermano Alfonso.
La primera vez que el pequeño infante atravesó la frontera entre Portugal y España tenía 8 años: era el otoño de 1950.
Los hermanos llegaron a vivir en el palacio Miramar, en San Sebastián, que había sido propiedad del rey Alfonso XIII. En 1954, Alfonso se mudó a Madrid, donde entró a estudiar en el colegio de Los Rosales. El 22 de marzo de 1956 viajó en tren a Estoril, en Portugal, para pasar la Semana Santa con su familia.
Durante los primeros días de su descanso compitió en el trofeo de golf infantil Copa Vizconde Pereira de Machado. La mañana del Jueves Santo asistió con sus padres y hermanos a los oficios religiosos. Después del almuerzo disputó la semifinal contra Antonio Eraso, amigo suyo. Y, a su regreso, mientras esperaba a que les sirvieran la comida, ocurrió la tragedia. “Este drama marcó a Juan Carlos para toda su vida”, señala Bertrand Meyer-Stabley, biógrafo del rey.
Hundidos en el dolor La Embajada de España en Lisboa emitió un comunicado en el que informaba que al infante Juan Carlos se le había disparado el arma mientras la limpiaba.
Muchas versiones se escucharon en las calles. Durante muchos años reinó la confusión respecto al tema. Algunos historiadores, incluso, borraron el capítulo de las biografías del Rey.
El día del funeral, la bandera de España rodeó el ataúd del infante mientras estuvo en capilla ardiente. Su cuerpo, vestido de negro, llevaba un rosario en las manos y la orden de Caballero del Santo Cáliz de Valencia en la solapa. Alfonso fue enterrado en el Cementerio de Nuestra Señora de la Guía, en Cascais (Portugal).
Su madre necesitó ayuda médica para superar el deceso. Don Juan de Borbón lanzó al mar la pistola que había producido tanto dolor. Y dos días después de la tragedia, Juan Carlos volvió a la Academia Militar de Zaragoza, con el corazón destrozado, tenía 17 años.
Un allegado al que cita Bertrand Meyer-Stabley, biógrafo de personalidades famosas, aseguró que el futuro rey “nunca volvió a ser el mismo”. Dijo que la religión le había sido de gran ayuda en esos momentos: “Incluso habló de su deseo de abrazar la vida monacal”. No lo hizo, pero ello no significa que hubiese superado el dolor. De hecho, según el biógrafo, algunos “retratos goyescos del soberano muestran la melancolía tenaz que se instaló para siempre en su rostro”.
En 1992, los restos de Alfonso Borbón fueron trasladados a los panteones reales de El Escorial, cerca de Madrid. Después de tanto tiempo descansaron definitivamente en la tierra donde reina su hermano.

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“…Don Alfonso [el malogrado hermano menor] recibió sepultura en el cementerio de Cascais, al mediodía del sábado 31 de marzo de 1956. Don Juan Carlos asistió a la ceremonia vestido con el uniforme de oficial cadete de Zaragoza. Incapaz de soportar la presencia de su hijo mayor, Don Juan le ordenó que volviera a la Academia Militar. El general Martínez Campos y el comandante Emilio García Conde se habían presentado allí con un avión militar español en el que el Príncipe [Juan Carlos] fue devuelto a Zaragoza', por orden de Franco, obviamente.”

Fuente: TARINGA! (Internet)

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martes, 10 de abril de 2012

PUBLICADO EN CRONICA DE ARAGON

SÓLO LA VARITA, SIN MAGIA


Rajoy se ha soltado la melena para mostrarnos todo su bagaje político: furrufalla, maños, furrufalla. Los que le hayan votado, si son trabajadores, bien harían en reclamarles el voto que le han dado.
A Rajoy, que según sus jefes dela Unión Europeaes más valiente que el Capitán Valiente, no le gusta el cumplimiento de las órdenes que recibe de sus jefes “europeos” (que es que algunos son de España y no ganaban las elecciones internas ni en su propio partido, el PSOE, con todo el apoyo oficial de dicho partido, tal que Almunia, por ejemplo): afianzamiento de la rentabilidad de los bancos y grandes empresas (venga, venga, señor Rajoy, déjese de cachondeos que la cosa es seria; no se ponga en ese estado de compungimiento que además de embustero va a parecer más tonto que Abundio, que vendió el coche para comprar gasolina; que usted de tonto no tiene miaja, hombre, no haga el ridi, por favor se lo pido).
Tampoco le gusta al PP de Rajoy la reforma laboral (y mi testicular 33, más o menos, que tampoco son tan gordos, las cosas como son); ni a los sindicatos (¡Coña y pardiez, maño! ¿No han sido los sindicatos UGT y CCOO atribuyéndose la representación de todos los trabajadores, los que mediante dame la manita Pepe Luís han venido negociando con los distintos gobiernos y la patronal el empeoramiento paulatino de las condiciones de vida de las clases trabajadoras, desde Felipe González a la última reforma de Rajoy? Eso sí, por consenso); ni al PSOE (¡Quieto parao que por este camino vamos a joder la cántara, zagal! ¿No está haciendo Rajoy lo que ya hizo Zapatero, pero en su versión más acabada, que es lo que habría hecho Zapatero? ¿Y no fue Rubalcaba el que amigable y muy lealmente se le ofreció a Rajoy que para los “grandes” asuntos de Estado –o sea, para joder a los trabajadores–, aquí un amigo?).
Y esta si que es buena, lo de Rajoy no les gusta ni a los propios trabajadores. ¡Cómo qué! ¡Que qué me cuentas! ¿Que pa’nde va esto?, que se me está haciendo la picha un lío y que me estoy embolicando, que es que los dedos se me hacen huéspedes, porque no es por nada, queridos compañeros del metal trabajadores y jóvenes votantes del PP (libremente, que eso no lo toco yo), que andando descalcitos por el camino nos encontraremos, porque no es por joder ni por h ni por b ni por esto ni lo otro, ¡qué va, qué va!, pero yo llevo recontados más de 10.000.000 (diez millones) de votos del pueblo popular al Partido Popular (¿captan este repalitroque de lo popular y lo Popular? Pues a eso iba, a lo popular, pero no del Popular, para entendernos, que luego pasa lo que pasa).
Pues ante todo este del no gusto con lo que hace Rajoy (a mi, gran jefe, Pecho Lata, tampoco gustar lo que hacer Potro Pálido –PP para los amigos– de Nube Lacia de pensamiento lacio. Gran jefe Pecho Lata haber escrito. JAU, y que Dios nos coja confesados, porque como a Mariano no le paremos los pies, ruina caracolera, amados parroquianos. Gran jefe Pecho Lata seguir escribiendo), los comentaristas más potentes, aunque no bien informados, ni camino que llevan de informarse, con el culico preto, porque la verdad es que Rajoy sus jefes asustan, o por lo menos es para tenerle miedo, después de decir que hay que aceptar lo que a mi juicio es inaceptable: las medidas de Rajoy, a pesar de lo perjudiciales que son para la inmensa mayoría de la sociedad, dicen que no solucionará el problema del paro ni la salida de la crisis, y en este punto es cuando a mi me entra el derrumbe psicomotriz y me da por lanzarme ojos cerrados de cabeza contra los troncos de los árboles, porque si no vale para lo que dicen que vale (que además no vale), ¿para qué se hace?
No será que nos toman por tontos y con que cobren los bancos lo que quieran cobrar y como lo quieran cobrar tengo bastante, que a una madre no se encuentra y a ti te encontré en la calle, ¡pues, acabemos, que digan eso! Ahora. Eso sí, y lo siento mucho, que quieren que les diga, a los troncos de la arboleda de Macanaz me los jodo a todos a cabezazo limpio. Que otra cosa no, pero cabezón un rato y la yema del otro.

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