viernes, 4 de diciembre de 2020

Pongamos las cosas en claro desde el principio para que no haya malos entendidos y sepamos quién es quién en este barullo, que no quiero líos ni malas interpretaciones: Yo con Dios no he discutido nunca a pesar de que mi trato con Él es de lo más líquido (Un líquido también es un fluido, lo que pasa es que como le quiero dar solemnidad a este asunto, me ando rebuscando las palabras de más rumbo y tronio que pueda para que el lector capte el verdadero espíritu de la cuestión de altura que ahora se trata, de ahí el que haya sustituido la palabra liquido por fluido). Todos los días al punto la mañana, al levantarme, le pregunto: ¿hoy qué, Dios? Y una voz como si saliera de dentro de una tinaja de barro vacía me dice: eres tonto hasta la hora de almorzar, y después ya todo el día. Hoy será lo que sea, que a ti no te importa nada lo que vaya a ser o no ser, que eso es cosa mía. Así que circula y no me entretengas con tontadas como estas. Y en oyendo esto, yo agacho mis orejitas, y a lo mío que me voy. Pero sin discutir, ya lo he dicho. De modo que si Dios dice que hizo el mundo en una semana, ¿quién soy yo para poner en duda su palabra? ¿Una semana?, pues una semana, como si hubiera sido mes y medio, ¿a mí que más de da? A mí lo que me ronda por la cabeza y lo que me pone la mosca tras la oreja no es ni siquiera la de millones de semanas que se pegó para hacer el millón y pico de galaxias que hay a razón de un mundo por semana, sino dónde pudo haber aprendido Dios el oficio de albañil antes de liarse a construir el mundo, galaxias y toda la pesca, porque de lo que no hay duda es de que Dios de albañilería entiende. De otras cosas no sé, pero de albañilería un huevo y la yema del otro. Porque a mi que no me jodan, el oficio del albañil es muy difícil y alguien en algún lugar, espacio y tiempo se lo tuvo que enseñar. Haber si nos vamos aclarando, que lo cosa no es moco de pavo, y si ustedes andan cortitos de fe a mi no me vengan con cuentos. Palabra de Dios.

 


Ciencia y tecnología

Crean un mapa astronómico con más de un millón de galaxias desconocidas, disponible en formato de tour virtual

 

Publicado por Octubre

diciembre 3, 2020

Las imágenes fueron obtenidas gracias al radiotelescopio ASKAP.

Prácticamente cada punto brillante en el mapa representa una galaxia. | CSIRO

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Un grupo de investigadores de la Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia (CSIRO, por sus siglas en inglés) ha identificado cerca de tres millones de galaxias —un tercio de ellas hasta ahora desconocidas— como resultado del relevamiento astronómico del cielo austral más detallado jamás realizado en el espectro de ondas de radio.

El mapa representa el 83% del firmamento y fue creado a partir de 903 imágenes recolectadas con ayuda del radiotelescopio ASKAP en el transcurso de 10 días, explicó Aidan Hotan, el líder del equipo, en un artículo publicado en el portal The Conversation.

A modo de comparación, el primer relevamiento detallado del cielo austral, llevado a cabo por la Universidad de Sídney y completado en el 2006, llevó una década para cubrir tan solo el 25% del cielo y catalogar aproximadamente 260.000 galaxias.

El nuevo trabajo permitió crear imágenes cinco veces más sensibles y con el doble nivel de detalle que sus antecesores, y fueron combinadas en forma de un mapa interactivo donde prácticamente cada punto brillante representa una galaxia entera.

Los investigadores esperan que el proyecto ayude a estudiar el comportamiento de las galaxias —por ejemplo, determinando si permanecen en cúmulos o se encuentran a la deriva por el espacio—, así como su origen y evolución, comparando la forma y ubicación actuales de estas galaxias con las que muestren futuros relevamientos similares. 

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