Un tonto disparando.
Diario octubre /
17.02.2020
Juan García
Corredera.— La foto del fascista dirigente de VOX, Ortega
Smith, disparando un arma militar en un cuartel del ejército, es toda una
síntesis de la naturaleza más esperpéntica de los defensores del capitalismo
español más decadente.
Un tonto
disparando un arma, ufanándose de que está eliminando a un miembro del Estado
Islámico. Casi nada!
Una imagen vale
más que mil palabras, y este caso esa imagen vale más que un millón, por lo
menos.
Veamos
entonces, ¿qué nos dice esta imagen?
Lo primero
sería que estos racistas recalcitrantes siguen pensando que hay que seguir
persiguiendo a los “moros”, que son una amenaza para “nuestra civilización”.
Aquí sigue estando la vieja y rancia ideología monárquica castellana,
conformada a sangre y fuego por la férula de la Inquisición, de que el
cristianismo es una civilización amenazada por los “infieles”. Claro, porque la
de aquí es la religión buena, el único Dios que de verdad existe, y la otra
puro fanatismo.
Pero, además,
el esperpento se desarrolla en una instalación militar. Es decir, hay mandos de
ese cuartel que facilitan que en sus instalaciones un civil, un fascista, tome
armas de guerra con munición y se líe a tiros contra los “moros”. Sin duda
porque ese Ejército sigue pensando en clave de golpe militar en coordinación
con el fascismo civil, “para resolver los problemas de España”. Ofrecer a un
miembro del Congreso de los Diputados el uso de armamento de guerra en una
instalación militar es toda una demostración más de que el ejército español
sigue, en buena medida, siendo el mismo ejército golpista del año 1936, aunque
ahora mantenga una apariencia de aceptación de la “monarquía constitucional”.
La imagen del
tonto disparando es la pretendida y patética expresión de la “virilidad”, del
“macho ibérico”, como máximo valor de la España en la que nunca se pone el sol,
y donde la mujer es el “reposo del guerrero”. Un “hombre” solo frente al
infiel, arrostrando “valientemente” el peligro.
Representar que
la lucha contra el supuesto terrorismo -que entre otras cosas está organizado,
utilizado y financiado, por el imperialismo yanki y otros servicios secretos locales-,
se realiza a base de valor y coraje individual y viril, no solo es un
anacronismo, sino una supina ignorancia de las condiciones de desarrollo de los
actuales conflictos bélicos del capitalismo, en los que la tecnología y la
guerra a distancia son sus formas de actuación más genuinas y cobardes. Este
tonto habría ido a por Suleimani con botas Campers, y envuelto en la rojigualda
y a clavarle la bayoneta en el pecho. Como un niño de guardería que con su
playstation se entusiasma con un juego de rol de fantasía medieval, para “matar
moros”
Este tonto
disparando es la imagen más evidente del carácter instrumental que esa
ultraderecha fascista juega en las estrategias del capitalismo español. Todavía
éste no ha aprendido que, cuando desde el poder se trata de organizar la
violencia en su grado máximo, eso no se hace con publicidad, ni con virilidad.
Se realiza un asesinato por encargo, pero nunca arriesgando nada de lo propio.
La foto del
tonto disparando es la patética foto de la España Vox.
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