miércoles, 16 de marzo de 2016

PP / PSOE = DAME LA MANITA PEPE LUIS; SANCHEZ / NARANJOS = TOMA LA MANITA PEPE JUAN


Para Sánchez y Rivera la vieja política es solo Rajoy, para el 15M era más

14.03.2016
 
Rivera y Sánchez dan el mismo discurso: lo que importa es echar a Rajoy, no las políticas de desigualdad, los derechos destruidos ni la falta de democracia. Rivera acepta apoyar otro gobernante del PP que no sea Rajoy. Ha dicho literalmente "si ponemos otro ya es otra cosa, ya cambia todo".
 
Sin embargo, aún me preocupa mucho más la postura de Sánchez, puesto que el acuerdo de políticas de derechas (con el que según Rivera podría gobernar cualquiera del PP menos Rajoy) que han firmado Sánchez y Rivera, sigue el programa de Ciudadanos e incumple el del PSOE.
 
Cuando Sánchez pide que nos fijemos en Rajoy, en los políticos y no en las políticas que se han firmado, da un hachazo a algo que habíamos logrado desde el 15M que era que el debate político se centrara en medidas y no en personas.
 
Pedro Sánchez, como lleva haciendo el PSOE desde hace mucho, incumple su programa de izquierdas y antes, no ya de gobernar, sino antes de tener posibilidades de a lo mejor y con suerte, gobernar un poquito, ya ha firmado un programa de políticas de derechas. No se trata de echar a Rajoy, sino de echar sus políticas.
 
Hay muchas lecturas de las elecciones desde el punto de vista de los políticos, pero desde los votos a políticas, los programas políticos de izquierda han obtenido más de doce millones de votos, un millón de votos más que los programas políticos de derechas (mayoría absoluta sin Ley D'Hont).
 
Además, lo peor de Rajoy y el PP, su radicalismo (radical, sí señor, es un radical quien aplica sus medidas sin aceptar ninguna propuesta y encima criminaliza a los que le protestan y machaca la independencia judicial y mediática para que no se le contradiga), está amparado precisamente por la continuidad de buena parte de estas políticas bajo el paraguas del PSOE.
 
La posición y el discurso de Sánchez y su pacto fomenta que la gente asimile como inevitables, sin alternativas, las políticas neoliberales pactadas con la derecha de Ciudadanos. Destruye la potencialidad de cambio de los votos de izquierda, como siempre, como ya ha vuelto a suceder.
 
El PSOE está cumpliendo el papel más dañino que repite desde el último gobierno de González (por lo menos): asentando el sentido de que no hay alternativa a las políticas neoliberales.
 
El lema del neoliberalismo de “no hay alternativa” lo hace realidad la socialdemocracia al continuar sus políticas con votos de izquierdas.
 
Pero más allá de lo anterior, creo que el discurso que están construyendo Sánchez y Rivera en torno a su pacto para imponer las políticas derechas, está atacando uno de los grandes avances que trajo el 15M: la revindicación de una “nueva política”.
 
Con el 15M y el enorme apoyo que obtuvieron las propuestas y reivindicaciones por la mayoría de la sociedad según las encuestas, se empezó a hablar de que la gente estaba hastiada de la “vieja política”, a falta de otro nombre, y eso era un reclamo poderoso. Tan poderoso es que los protagonistas de la “vieja política” llevan luchando todo este tiempo por redefinir qué es eso que es la vieja política, para decir que ellos no son vieja política, claro.
 
Como estrategia han intentado señalar elementos formales como contenido de eso que la gente llama la vieja política, para que así las políticas injustas y el incumplimiento de programas pudieran continuar y solo hubiera que cambiar elementos de la decoración. Se ha dicho hasta la saciedad que la vieja política tiene que ver con cuestiones de imagen y estilos rancios, con maneras poco elegantes y los insultos. Ahora resulta que todo aquello por lo que trabajamos y lo que reivindicábamos todo el pueblo no es más que un poquito de elegancia, estilo y buenas formas. O bien tratan de convencernos de lo que la gente pide que se abandone como vieja política son los viejos políticos, rancios sin elegancia ni modales...
 
Ahora Sánchez y Rivera se han puesto de acuerdo: para ellos, la vieja política solo era Rajoy.
Lo que llevan intentando desde que surgió ese reclamo de la nueva política era volver a colocar a unas personas como vieja política y otras personas como nueva política.
 
Porque la esencia de la vieja política es la incapacitación del pueblo: la creencia y el sistema que se basan en que al pueblo solo se le permite elegir quien gobierna, no cómo se gobierna ni qué políticas se deciden, ni se le permite exigir unas políticas determinadas a quién gobierna. Y cuando se le habla de política al pueblo, solo se le debe decir que tal político ha dicho esto o lo otro, que tal político ha hecho esto o lo otro, que tal político es esto o lo otro...
La vieja política es en torno a los políticos, para que el pueblo no pueda decidir ni actuar sino solo delegar. La nueva política debería ser en torno a las políticas, y eso es precisamente lo que están gritando Rivera y Sánchez: no miréis las políticas que hemos firmado, tan solo miradnos a nosotros, que somos nuevos, echar a eso viejo que se llama Rajoy.
 
La esencia de la incapacitación del pueblo para los gobiernos representativos está en creer que al pueblo solo se le debe permitir elegir entre representantes, nunca entre políticas diferentes, ni exigir de sus representantes que lleven a cabo unas políticas determinadas. Y eso es lo que está haciendo Sánchez, destruyendo la reivindicación de los votantes de toda la izquierda y de los suyos propios, de que los programas deben ser cumplidos, de que quieren poder decidir sobre políticas, y no solo sobre a quién preferirían obedecer incondicionalmente o a quién detestarían menos obedecer sin condiciones.
 
Creo que la clave de unión que articulaba todo aquello que llamamos nueva política contra la vieja política, era la exigencia de democracia entendida como sistema político en el que las instituciones respetan y asumen al pueblo como sujeto político activo, y por ende, soberano. Pueblo como sujeto capaz de decidir por sí mismo y expresarse.
 
La misma razón por la que el 15M se articuló a través del ejercicio por parte del pueblo del poder político de forma directa (asamblearismo, autogestión, okupación, bienes comunales, ILP, referendum...). La nueva política requiere que se respete y se asuma al pueblo como un sujeto político capaz.
 
La vieja política es toda aquella que desprecia al pueblo y, mediante artimañas y bajezas, lo reduce una y otra vez a un papel de incapaz, donde solo le queda obedecer o elegir a quién obedecer, mientras que los representantes se aprovechan de esa situación para robarle y hacer políticas a favor de una minoría destruyendo los derechos, el valor del trabajo, la justicia o los servicios sociales. Esto se hace con algunas líneas de acción fundamentales, que son las que se siguen en el pacto y el discurso de Rivera y Sánchez.
 
Primero, los representantes no pueden ser limitados ni condicionados por el pueblo, despreciando cualquier decisión o compromiso con el pueblo. Por eso, un componente esencial de la vieja política es el incumplimiento de programas. Y es lo que ha hecho Sánchez al firmar un acuerdo totalmente contrario a su programa.
 
La corrupción como sistema tiene como base que los poderes políticos no se utilizan para el pueblo ni están condicionados de ninguna manera por el interés de la mayoría, sino de la minoría que dispone del poder como si fuera suyo.
 
Segundo, la política y el debate político deben centrarse en los políticos y no en las políticas. El paradigma de esta característica de la vieja política son los debates limitados a insultarse y al “yo soy corrupto, pero tú más”...
 
El problema con los insultos o el vergonzoso “yo robo al país, pero vosotros más”, o “nosotros somos corruptos pero nos tenéis que votar porque los otros son más”, como único debate político es que impide tratar los contenidos políticos de forma crítica, incapacita al pueblo. Eso es la vieja política. Negar al pueblo el debate sobre ideas y políticas, el debate racional y constructivo, para limitarle a poder decidir y tan solo pensar. No es que esos debates sean feos o molestos, es que no dejan espacios a pensar las políticas y las necesidades y derechos que se están tratando, sino que tan solo permiten al pueblo posicionarse incondicionalmente al lado de uno u otro. Roban al pueblo la política.
 
Así funciona la perpetuación de lo de siempre. Tiene que resignificar el descontento de la gente, señalando hacia otro lado para mantenerse, para volver a encerrar al pueblo en el redil del debate y las decisiones limitadas a los políticos y nunca, bajo ningún concepto a exigir o decidir políticas concretas o derechos efectivos. Pero no podemos permitir que nos engañen ni nos roben las palabras ni el sentido de lo que pedimos. Por eso es tan odioso el discurso de Rivera y Sánchez de que todo se reducía al fin de Rajoy.
 
Y aquí está la gran clave de las reivndicaciones del 15M: que las instituciones asuman y respeten al pueblo como sujeto político activo, y por tanto, soberano. Esta fue el mayor éxito del 15M, a mi modo de ver. Traer las políticas al centro y excluir del centro a los políticos.
 
Diego Hidalgo Morgado, participa en La Otra Constituyente y Asambleas Ciudadanas Constituyentes.
Blog del autor: dhidalgoblog.com
 
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martes, 15 de marzo de 2016

MÁS QUE EL GOBIERNO DE MIRE USTED QUE BIEN, FORMADO POR LOS PROSISTEMAS (ROBO QUE TE ROBO MÁS LO QUE TE VOY A ROBAR, PORQUE ME VOTAS) FORMADO POR EL PSOE (NO SOCIALISTA) + NARANJOS (COLOR NARANJA MUSTIO + PP (¡AY, QUE BIEN, USTED POR AQUÍ!), LO QUE NOS HACE FALTA A LOS TRABAJADORES, QUE SOMOS LOS QUE CREAMOS LA RIQUEZA, Y LOS QUE RESULTAMOS ROBADOS, ES LA TOMA DE CONCIENCIA SOCIAL Y POLÍTICA PARA PONER FRENO A LOS QUE NOS ROBAN, NOS ROBAN Y VUELVEN A ROBAR, Y SIGUEN INSISTIENDO PARA ROBARNOS MÁS. YA LUEGO VIENE ESO DE QUE EN EL PORTAL DE BELÉN HAN ENTRADO UNOS LADRONES


 Francia tras las movilizaciones del 9M
SE ABRE UNA BRECHA CONTRA EL GOBIERNO

Rebelión
Viento Sur
14.03.2016

El miércoles día 9 hubo movilizaciones masivas en más de 170 pueblos y ciudades, en las que la juventud y los trabajadores y trabajadoras se manifestaron contra la política del Gobierno Valls. Se abre así en Francia una nueva situación política y social.
Desde hace un año, la orientación autoritaria y neoliberal del Gobierno Valls y del presidente Hollande ha adquirido una nueva dimensión. Sus ataques contra las libertades, el incremento de la represión contra las luchas y el racismo institucionalizado se dan al mismo tiempo que unas modificaciones legislativas que acentúan los ataques contra los derechos de las y los asalariados y profundizan la contrarreforma neoliberal orientada a destruir las conquistas sociales logradas en la segunda mitad del siglo XX. Con ello se implanta un sistema nuevo, otro marco legal, otro modelo de Estado, de represión, que conducen a una modificación de fondo del sistema de dominación capitalista en Francia.
Una ofensiva de calado, con una respuesta débil durante estos últimos años
En el pasado reciente hemos asistido a movilizaciones de solidaridad con los 8 asalariados de Goodyear condenados a 9 meses de prisión por haber secuestrado a cuadros intermedios de la empresa en medio de una larga huelga contra su cierre y el despido de más de 1000 trabajadores en 2013; también las hubo para apoyar a los 5 de Air France despedidos por haber destrozado la cabina de un directivo de la empresa. También hemos conocido luchas sectoriales, a veces muy radicales (sobre todo en Correos contra las reestructuraciones brutales que impone la empresa y en el sector del comercio contra la apertura de los domingos). También ha habido manifestaciones contra la política gubernamental en relación con la política de acogida a las personas refugiadas. Las manifestaciones y protestas varias contra el estado de excepción, su prolongación [durante tres meses] y el proyecto de ley contra la privación de la nacionalidad [a las personas de origen no francés], muy minoritarias en las semanas que siguieron a los atentados de noviembre, hicieron converger a un número creciente de colectivos. El 31 de enero hubo manifestaciones en todas las capitales convocadas por un colectivo de 150 asociaciones, sindicatos y partidos políticos que aislaron al Gobierno en torno a las cuestiones democráticas, toda vez que asociaciones y movimientos muy influenciados por el Partido Socialista también se sumaron a ellas. En fin, aun cuando la prohibición de manifestarse con ocasión de la cumbre sobre el clima (COP21) impidió que se diera una gran movilización de masas, no por ello el Gobierno logró anular la protesta y la lucha a favor de la justicia climática.
El primer síntoma de una posibilidad de movilización amplia contra la política del Gobierno vino de la mano de la lucha contra el proyecto de construir un aeropuerto en Notre Dame des Landes, cerca de Nantes, que se aceleró estas últimas semanas con el anuncio gubernamental de organizar un referéndum-farsa. En respuesta al mismo, se organizó de forma exprés un bloqueo festivo sobre el terreno en el que está proyectado el aeropuerto el pasado 27 de febrero. Una movilización que fue todo un éxito: entre 50 000 y 60 000 participaron en una gigantesca manifestación en defensa del bloqueo del aeropuerto y en apoyo a quienes ocupan el ZAD ("zona a defender”) desde hace 15 años [cuando se anunció el proyecto].
La puesta en cuestión del código laboral
El proyecto gubernamental es tremendo, radical: su objetivo es poner patas arriba el código laboral [Estatuto de los trabajadores].
El código laboral, que nació en 1910, reúne un conjunto de leyes y reglamentos que afectan a los 17 millones de personas asalariadas en el sector privado/1. En él se concentran las conquistas sociales fruto de la lucha de clases del último siglo y, sobre todo, tras los grandes movimientos huelguísticos (1936 y 1968) y los períodos en los que la relación de fuerzas era favorable a los trabajadores y trabajadoras (o sea, desde el fin de la II Guerra Mundial hasta los años 1970). Los progresos se dieron a través de un proceso de negociación un tanto particular: ningún acuerdo entre la patronal y los sindicatos podía ser perjudicial para los trabajadores y trabajadoras. Por lo tanto, la ley marcaba un límite por abajo y la negociación no podía sino mejorar este punto de partida, con conquistas que poco a poco se incorporaban a este código laboral.
Evidentemente, todo esto se puso en cuestión en los últimos treinta años. Al igual que en el resto de Europa, se desarrolló la flexibilización de los contratos y del tiempo de trabajo, se facilitó el despido y se mermaron otras conquistas.
Pero lo que se plantea ahora tiene una dimensión muy superior: se plantea reescribir el código laboral partiendo de otros puntos de referencia.
Existen dos ideas básicas que destruyen completamente el actual código:
La primera es que se pueden restringir las libertades y los derechos fundamentales en "función de las necesidades para el buen funcionamiento de la empresa". Esta fórmula neoliberal quiere que los derechos y libertades se sometan a la economía y no a la inversa, que es lo que hacía el código de trabajo desde su creación.
La segunda es que los acuerdos negociados a nivel de empresa (entre la dirección y los trabajadores) que sean perjudiciales para los trabajadores se sitúan por encima del código laboral y en caso de que los sindicatos mayoritarios se opongan a los mismos, la empresa puede organizar referéndums para imponer la degradación de las condiciones laborales y salariales con el chantaje de mantener el empleo.
La aplicación de estos nuevos principios al conjunto del código laboral certifica la muerte de todas las conquistas logradas en los últimos cien años.
De llevarse a cabo será posible negociar 12 horas de trabajo diario, 48 horas semanales durante 4 meses, 60 horas para una semana, la flexibilización sin límite del reparto del tiempo de trabajo, la extensión del trabajo nocturno , la generalización del trabajo a destajo/2 y la disminución del coste de las horas extraordinarias. Al mismo tiempo, el texto prevé facilitar el despido por causas económicas siempre que haya una reducción de pedidos y limitando las indemnizaciones cuando la patronal se vea condenada por los tribunales por haber despedido de forma abusiva.
Una movilización impulsada al margen de los sindicatos
Ante una agresión de esta dimensión las organizaciones sindicales se han visto superadas. El 23 de febrero un comunicado intersindical apenas planteaba la derogación de algunas de las medidas contenidas en el mismo, sin exigir la retirada del proyecto y sin realizar ningún llamamiento a la movilización.
Pero en las redes sociales la movilización fue abriéndose camino. La exigencia de la retirada del proyecto impulsada por una militante feminista que había abandonado el Partido Socialista en 2014/3, recabó en unos pocos días cientos de miles de firmas. En dos semanas se llegó al millón. Un vídeo grabado por jóvenes con el título "valemos mas que eso"/4, haciendo referencia a la vivencia de mil y una pequeñas y grandes vejaciones que atentan contra su dignidad, se convirtió en viral. Y a él le siguieron centenares y miles de testimonios espontáneos sobre la explotación cotidiana en las empresas. En pocos días, a través de las redes sociales, se fue haciendo creíble la posibilidad de movilizarse el día en el que el proyecto de ley fuera presentado en el Consejo de Ministros (o sea, el 9 de marzo).
El 25 de febrero, todas las organizaciones juveniles sindicales y políticas/5 tomaron posición conjuntamente a favor de la retirada completa del proyecto de ley y llamaron a una jornada de acción para el 9 de marzo. Se comenzó a organizar la movilización. El Gobierno decidió entonces retrasar la presentación de la ley al 24 de marzo, pero nada cambia. Además, en el seno de los sindicatos fue aumentando un malestar creciente contra el anuncio de la Intersindical de ir a una jornada de acción el… ¡31 de marzo! Finalmente, todas las organizaciones, forzadas por el incremento del malestar en la juventud, convocaron a las protestas para el día 9, la mayoría llamando a la retirada del proyecto de ley El Khomri (Ministra de trabajo)/6.
Cristaliza el rechazo a la política gubernamental
La movilización del 9 de marzo ha sido masiva (más de 450 000 manifestantes en las calles). La más importante desde 2010 [cuando más de tres millones de personas se movilizaron durante 2 meses contra la reforma de las pensiones, que se perdió].
En las manifestaciones convergían los jóvenes de institutos y universitarios con una franja significativa de trabajadores y trabajadoras, fundamentalmente del sector privado, pero también del público/7.
Esta movilización es un claro reflejo del rechazo a la política del Gobierno Valls-Macron (ministro de economía), y a toda la política reaccionaria desarrollada por los distintos gobiernos socialistas desde 2012. La ley El Khomri se ha convertido en el catalizador del rechazo a la política de austeridad y liberticida del presidente Hollande. En el debate sobre el proyecto de ley se siente que una parte de la juventud y de los trabajadores y trabajadoras está poniendo en cuestión toda la política anti-obrera, pro-patronal, liberticida, etc. Se pone de manifiesto así una impugnación global de la política gubernamental, e incluso del modelo social actual, expresada hasta ahora de forma subterránea en toda una serie de luchas.
Con esta primera movilización comienza a perfilarse la posibilidad de imponer la retirada del proyecto de ley y de poner freno a la ofensiva gubernamental. Para que se desarrolle, el movimiento tiene que organizarse en torno a la exigencia clara de la retirada de la ley que unifique al conjunto de los sectores. Va a ser necesario hacer frente al Gobierno y a algunas organizaciones sindicales [la CFDT…] que se plantean enmendar la ley en cuestiones secundarias sin tocar su orientación general.
Este primer paso ha sido posible por la radicalización de una parte de la juventud y por la capacidad de algunos sectores de impulsar iniciativas orientadas a la movilización. Un panorama que va tomando cuerpo, también, con próximas jornadas de movilización previas a la jornada del 31 de marzo anunciada por la intersindical.
Notas:
1/ El funcionariado (8 millones) está sometido a estatutos diferentes.
2/ En la que las horas extraordinarias no son compatibles y por consiguiente no se pagan como extraordinarias.
5/ Incluso las juventudes del Partido Socialista

6/ Nombre de la Ministra de Trabajo actual

7/ Que son conscientes de que los recortes que se impongan en el sector privado se impondrán después en el público.
Traducción: VIENTO SUR

Fuente original: http://vientosur.info/spip.php?article11071

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DIPUTACIONES PROVINCIALES. ¿EN ESPAÑA CUANDO SE LE LLAMARÁ ROBO AL ROBO Y LADRÓN AL LADRÓN? AHORA BIEN, LAS DIPUATCIONES PROVINCIALES TIENE QUE DEJAR DE SER LA ENCHUFINA MADRE DE TODOS LOS ENCHUFES PARA ROBAR DE OTRA MANERA.



Supresión de las diputaciones
Una operación de desmantelamiento de lo público para la entrega como botín al sector privado

14.03.2016
 
1. De las diputaciones provinciales pocos saben que son jurídicamente administración local, es decir son la parte de la administración pública más cercana a la inmediatez del vecino. Se trata de hecho, ni más ni menos que de asociaciones de municipios. Esto no es únicamente una consideración jurídica sino que de hecho, quien haya vivido la experiencia profesional de trabajar en la administración local sabe que la diputación es un organismo hermano de los ayuntamientos materialmente muy accesible a ellos, donde se tiene conocimiento íntimo de los problemas inmediatos y cotidianos de los ayuntamientos. Su personal es de la misma extracción funcionarial que los de la restante admisntración local y los profesionales y cargos electos de ambos sectores, Ayuntamientos y Diputaciones comparten diariamente la misma problemática.
 
2. Cuando se propone que las competencias actuales de las diputaciones sean suprimidas sea por ser asumidas por los ayuntamientos o por la Comunidad autónoma es que no se conocen las competencias de las diputación. Sus competencias definidas en la ley de Bases de Régimen Local son de asistencia técnica y jurídica a municipios que lo necesiten, la realización de obras y servicios a los municipios que no tengan los medios para acometerlas y la realización de obras, servicios e infraestructuras que alcancen y excedan más de un municipio. Nada de puede delegarse en los propios municipios que las componen por la propia lógica de la función. La asunción de la competencia por las comunidades autónomas supone una delegación hacia arriba, contraria a la descentralización por lo tanto La duplicidad supuesta de funciones no es normal resolverla suprimiendo el órgano más cercano al ciudadano y entregándoselo al más alejado, precisamente por razones de racionalidad democrática y optimización de recursos.
 
3. Las mancomunidades de municipios ha sido la otra figura que ha tratado de sustituir los servicios de las diputaciones. La mayor parte no ha representado ninguna simplificación administrativa sino un alejamiento en un organismo técnico descontrolado de los municipios que lo componen y en gran parte de ellas, en déficit, quiebra e insolvencia económica.
 
4. Los diputados provinciales, si bien no son electos de primer grado sino de segundo grado, no por ello hacen un organismo menos democrático., pues, contrariamente a lo que ocurre en la administración regional, el ejecutivo de las diputaciones lo componen cargos electos no designados por el gobierno de la comunidad autonomía por su pertenencia al partido gobernante. Es el único organismo político en España cuyo ejecutivo está formado por electos. El diputado de medio ambiente es un concejal electo de algún municipio del área mientras que el consejero de medio ambiente de una Comunidad autónoma es un ministro nombrado a dedo por conveniencias y méritos partidistas.
 
5. Históricamente las diputaciones provinciales son de origen ilustrado y democrático, .Se trata de divisiones territoriales provinciales que superaban las divisiones aristocracias de condados, reinos, diócesis, etc., para ser sustituidos por una división racional del territorio. Están inspirados en la municipalización racionalista de la ilustración francesa (neustro Javier de Burgos)al margen de reivindicación de nacionalidades. De ahí la inquina ancestral que les tienen las regiones y nacionalidades. Por ejemplo, las diputaciones fueron la “bestia negra” de Pujol que trató de suprimirlas vaciándolas de contenido y se enfrentó a la jurisprudencia del constitucional que las mantuvo por “constitucionalmente protegidas”.
 
6. Dado su carácter de asistentes técnicos de los municipios, su supresión no supondría ninguna ahorro relevante pues su personal como funcionario debería ser asumido por las comunidades autónomas con el mismo coste pero con el agravante de sustituir su ejecutivo formado de electos que cobran dietas y asistencias por un ejecutivo de técnicos, cobrando sueldos mas caros.
 
7. Las diputaciones han tenido una mala fama histórica por haber servido antiguamente como instrumento del caciqusimo local. Eso hoy no existe y no se plasma en esos organismos. Los caciques locales se han desplazado a la administración de la comunidad autónoma, más relevante a efectos de influencia y de volumen de contratación para las empresas privadas que se hacen cargo de los servicios públicos que los ayuntamientos no pueden asumir .
 
8. La mayor parte de los municipios de España no tiene capacidad económica ni técnica para asumir sus competencias. De los más de 8.000 municipios de España, cerca de 7.000 son de muy pequeña dimensión y están situados en un entorno rural empobrecido y envejecido. La supresión de las diputaciones, es decir de sus agrupaciones, y sus apoyos técnicos para desplazarlos a los centros de poder y centros administrativos de las consejerías de las comunidades autonomías vuelve a reproducir el antiguo centralismo de “ir a Madrid” a resolver los problemas, pero esta vez el centralismo protagonizado por la administración regional
 
9. Buena parte de los asesores y cargos de confianza de las comunidades autónomas son nombramientos políticos por méritos de partido o parentesco y amistad. Estos asesores políticos son los que servirán de asistencia técnica a los pequeños municipios en caso de desaparición de las diputaciones sustituyendo a los concejales y alcaldes que son los que en la actualidad dirigen esos servicios. El desconocimiento de la problemática local de aquellos es patente y en muchos casos grotesco. Exciten servicios provinciales cuya responsabilidad se ha delegado en cuadros del partido completamente ajenos al territorio de esa provincia y a la problemática que por el contrario sí conoce el concejal que es diputado en la diputación
10. Al retirarse a las diputaciones competencias de prestación de servicios de asistencia y apoyo a pequeños municipios, que no tenían capacidad, ( tendencia agudizada en los últimos años) se ha propiciado la entrada de las empresas privadas en esta gestión. Así se han introducido empresas privadas de gestión del agua, de asesoría e instalación informatica, de urbanismo y planificación, de gestión de personal y relación de puestos de trabajo, de gestión de multas, de recaudación, etc. Todos, asuntos que exceden la capacidad de los pequeños municipios y antes encomendadas a diputación. Su abandono ha sido el agujero por el que se han presentado la empresa privada. En la supresión definitiva de esos servicios agrupados gestionados públicamente ponen su esperanza otra nueva tanda de empresas para repartirse el botín. Esa es el interés verdadero de su desaparición, ninguna otra lógica democrática de gestión o presupuestaria lo aconsejan. Precisamente la propuesta de sustituirlas por vagos “Consejos de Municipios” muestra que se les quiere arrebatar la materialidad de gestión y contratación, la susceptible de ser lucrativa, por una entelequia vacía de orden deliberativo.
 
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lunes, 14 de marzo de 2016

¿EL TRABAJADOR QUE ES EL VERDADERO CREADOR DE LA RIQUEZA, CUANDO TOMARÁ CONCIENCIA DE SÍ MISMO Y DE LA SOCIEDAD?


SOBRE LA SITUACIÓN POLÍTICA


Al Servicio de la República
Sociología Crítica
11.03.2016i 

I
Al final siempre se impone el interés de clase, es una constante. Si existe posibilidad política y ante alternativas inseguras, la lógica de fondo marca las decisiones. Hay que tomar decísiones y cambiar de primer o segundo plano a algunos dirigentes o partidos, pero todos saben muy bien que es lo que deben defender prioritariamente. Y eso se va a hacer. PP, C´x y PSOE tienen «obligaciones» compartidas, y los tres suman mayoría aplastante. Están buscando la fórmula para lograr un gobierno de consenso al servicio de las necesidades del sistema.
II
Me resultan repugnantes los ataques de la derecha a Podemos, eso incluye desde la extrema derecha al PSOE, pero destacan estos días toda esa inmensa colección de basura anticomunista que anida en la prensa, la radio y la tv, todos esos paniaguados que se llenan la boca con «Venezuela», «Irán», que lloran por el honor perdido de Felipe González…. etc, ¿Son conscientes de que Podemos también es anticomunista? Los más arrastrados de esta prensa tal vez no lo sepan, actúan por una mezcla de ignorancia, prejuicio y odio y en todos los casos por encargo, para ocupar un espacio en ciertas profesiones hay que ser capaz de ciertas infamias y acreditar anticomunismo. Hay que aclarar que para la ideología dominante todo lo que no son ellos, es comunista, da igual. Cuando veo el espectáculo pienso en que ocurriría si los que realmente somos de izquierda, republicanos y estamos férreamente decididos a que algún día haya justicia en este país, estuviésemos en las Cortes y en posición real de influir en la suerte política de España. Quedaría esta gentuza estupefacta. Creo que nos matarían o poco menos. La derecha española está acostumbrada a controlar completamente, se sienten impunes y con derecho a todo. Los de Podemos no comprenden que sus renuncias no compran su derecho a existir. La derecha española es FASCISTA modelo REACCIONARIO, y vomitará sobre cualquier cosa que no haya comprado, no vale el que se propone de alquiler, quieren vasallos, no listillos que se autoproponen como los podemitas. Por muy anticomunista que se crea Monedero o Iglesias, la derecha española lo es mas.
III
Enteraos de una vez, para que haya pactos de izquierda se precisa que haya una izquierda. Y no la hay.
El logro principal de la investidura fallida de Snchz ha sido relanzar la operación Ciudadanos. Gran servicio del PSOE al IBEX35.
IV
  • Ciudadanos es la síntesis perfecta del tardo-franquismo: TECNOCRATAS NEOLIBERALES Y NEOFALANGISTAS en una fusión que exige amnesia histórica total. El PSOE esta viviendo su etapa mas bufa y ridícula con todo esto. No tiene nombre lo que hacen.
  • Ciudadanos es un horror neoliberal inventado por la patronal y el IBEX35, combina la idea de España de los falangistas con las peores ensoñaciones de los neoliberales. La unidad de acción Ciudadanos -PSOE nos muestra la total degradación del PSOE. Habrá quien se niegue a verlo, pero aquí hay una prueba más de que no se puede contar con ellos a la hora de la verdad.
  • La derecha tiene nostalgia de Carrillo porque destruyó al PCE y aceptó la impunidad del franquismo. Por eso Rivera no duda en alabarle.
  • Iglesias —como Monedero— es anticomunista, porque quienes abominan como ellos han hecho mil veces de la URSS o de la DDR, no porque hubiera errores sino por su simple existencia, lo son. Su rechazo es extensivo a toda la tradición de la izquierda. Unida ello el inmenso desprecio por la República Española. Son unos cínicos, sin escrúpulos de ningún tipo, unos manipuladores del dolor ajeno y unos mercaderes de la esperanza. Son la izquierda falsa que necesita la derecha verdadera.
  • Podemos está haciendo el juego al irrestible ascenso de… Rivera. La ausencia en Podemos de un proyecto para el país y de una ideología clara está abriendo la puerta a la reacción del poder, que si tiene claro su modelo. Para frenar y derrotar el modelo social y político de futuro que desea aplicar e imponer la oligarquía española no basta con oponer regates en corto, postureos de asamblea de facultad y proverbios de galletas chinas de la Fundación Soros. Al renunciar a la izquierda y a sus valores, a nuestra tradición de lucha democrática y al proyecto histórico de la República Española, Iglesias —y con él su grupo de afines— nos pone de rodillas ante los planes de la derecha.
  • Tardá le ha dado a Iglesias un buen ejemplo de cómo se debe ser duro y contundente en un debate. Estuvo educado, valiente y no dudó en decir las cosas claras y lo que hacía falta. Preocupa mucho más al poder un Tardá que mil Pablo Iglesias. Ha estado honrada y dignamente defendiendo su REPUBLICA CATALANA en vista de que España —a su modo de ver— es una batalla perdida. Iglesias es un sujeto capaz de soltar lo de la Cal Viva pero INCAPAZ de pronunciar siquiera la palabra REPÚBLICA ESPAÑOLA.
  • Iglesias con su intervención aleja todo pacto, refuerza a Rivera y abona la gran coalición. Ha sido duro —de agradecer— , pero al renunciar a la idea de la República como proyecto de país le deja campo libre al neo-falangismo.
  • Tanto despreciar y negar a la República y a la izquierda en su campaña y su discurso de estos dos años y luego, en las Cortes, Iglesias ha adoptado un papel maximalista en su intervención, que si bien me ha gustado por lo que tiene de intercambio de golpes y soltar cuatro directos bien dados a esos fachas del gobierno y aledaños, en la práctica le pone la alfombra para Rivera.
  • Terrorífico Rivera… va a abrir en canal el país entero y entregarnos al capitalismo más descarnado… cuando escuchéis en su boca reformas definitivas significa en realidad mutilaciones irreversibles y destrucción del concepto de lo público y el bien común, es una mezcla aterradora de neoliberales y populismo neofalangista controlado por el capital.
  • Tras los rifirrafes parlamentarios, la operación Falangito se refuerza. Temamos lo peor tras el fracaso de Sánchez. Rivera adopta una posición salvífica, nacional…, si el rey llama a este nuevo Rivera… tendremos a los neo-neo-liberales en el gobierno.
  • Sánchez no parece entender que sus propuestas resultan ridículas al venir unidas a un pacto con los neoiberales crudos de C´x. Es un absurdo
  • PSOE + C´x dos partidos distintos, un Ibex35 verdadero.
  • Lo de Pedro Sánchez es una prueba del impacto en la mente del universo Disney.
  • El absurdo acuerdo de Sanchez, su fracaso anunciado y un posible encargo real con abstencion del PP convertirán a Rivera en presidente
  • Os expongo lo que algunos vemos como más probable, Sanchez no logra la investidura. Se abre nueva ronda de consultas. y el Rey le encarga formar gobierno a Rivera de Ciudadanos. El PSOE les vota —tienen un acuerdo— y el PP también —el Rey lo ha encargado. Tendríamos un gobierno de Ciudadanos con apoyos externos de PP i PSOE. (29 de febrero).
  • Homenajes de la junta de Andalucía a Blas Infante. Pero a día de hoy sigue siendo un criminal y sus verdugos mantienen honores y medallas.
  • Nos dijeron que la cuestión de la República —que es al fin y al cabo un símbolo de la ruptura— no era prioritaria, que eso pasaba por un referéndum y que ellos —los que se presentaban a las elecciones , ellos eran más republicanos que nadie, y que en realidad lo importante era «la lucha de clases». La «lucha de clases» al parecer era un argumento que solamente sacaban al aire cuando tenían un debate con los republicanos, y como prácticamente nunca se vieron obligados a debatir con nosotros no salió nunca al aire. En las discusiones públicas sobre cómo lograr la «unidad popular». como actuar «Ahora en Común» y cómo «confluir» con Podemos, el asunto «República» no fue tema central ni secundario, si alguien lo sacaba le decían que eso no tocaba pues dividía y que había cosas más «importantes», ¿La lucha de clases? Tampoco, eso tampoco se usaba. El tema del referéndum republicano solamente salía para acallar propuestas o protestas que alguna hubo, para inmediatamente salir de escena. Cuando se planteaba como respuesta que un referéndum es ilegal en este régimen y que habría que pedir que se anularan los referéndum franquistas que trajeron al Rey y de paso declarar ilegal al franquismo, la respuesta oscilaba entre el pánico, el odio y el deseo de impedir que se pudiera extender y hacer pública tal propuesta. Cuando, por ejemplo, se planteaba algún tema de memoria, de entrada lo desviaban hacia la parte «sectorial», lo reducían a un tema de familias y huesos, de subvenciones y de actos privados en cementerios, en el caso de peticiones de Justicia la cosa era llevar el tema a Argentina, y en el caso de seguir insistiendo como mucho se llegaba a pedir una «comisión de la verdad», como si la verdad no fuese conocida y no tuviéramos en realidad un problema de impunidad que corrompe todo el estado y vuelve una farsa la actual democracia. Las demandas de anulación de la Ley de Amnistía provocaban en el PCE y en IU que salieran voces airadas a defender tal ley como «triunfos antifascistas», cuando en realidad esa ley no consideraba delito el franquismo y lo que hacía era exonerar de culpabilidad a los franquistas que se hubieran «extralimitado». Billy el Niño debería ser procesado en España por dos motivos, uno por haber sido miembro de la Brigada Político Social, el otro por haber sido un maniaco psicópata que disfrutaba con la Tortura; la Ley de Amnistia le exoneró de sus excesos, no cuestionó en modo alguno su condición de policía de un régimen legal, la dictadura, y el sistema democrático le condecoró con la Medalla al Mérito Policial, de forma que es considerado ejemplo de policías, eso a día de hoy. Esto, por lo visto, no es ni importante, ni prioritario, ni nada. Sólo es incomodo por que algunos lo sacamos a la luz y decimos que debe resolverse.
  • Entre los economistas Garicano (C´x) y Jordi Sevilla (PSOE) no hay apenas diferencias, es la misma basura neoliberal. Pedro Sánchez ha estado inflando una burbuja completamente irreal que acaba de reventar con su acuerdo con Rivera. O hay una coordinación política de todas las luchas sociales y desde ahí se construye una alternativa o estaremos en manos de los de siempre. La República es parte de esa solución. Y es prioritario romper con este tinglado. Si quieres ruptura la palabra es República #AlianzaRepublicana
  • La #AlianzaRepublicana es la coordinación de varias fuerzas repúblicanas, partidos, asociaciones, ateneos y otros grupos de personas que hemos decidido pasar a la acción. Consideramos que en tiempos de confusión la claridad es la única forma de unir a los nuestros, y juntos avanzar. Es preciso llamar a las cosas por su nombre. Es preciso romper con este régimen, tranquila, serena y democráticamente, y eso tiene un nombre, República. La Alianza Republicana está Al Servicio de la República. ¿Y tu?
  • El PSOE se ha negado a cuestionar las propiedades registradas por la cara que ha reclamado la Iglesia. Poco después firma acuerdo con una fuerza nueva política que es todavía más neoliberal que el PP. ¿Es que no queda nadie con vergüenza en el PSOE?
  • El IBEX35 opta por PSOE + C’x frente a Podemos porque prefiere compra a alquiler y el carrilismo residual ya no cotiza. #AlianzaRepublicana
  • Principios básicos para orientarse
    Ciudadanos es una fuerza neoliberal en estado puro, sus propuestas laborales y económicas son sencillamente un horror…, pretender pactar con ellos políticas progresistas es un engaño de principio a fin.
    El PSOE está escenificando un nuevo engaño de los suyos.
    Podemos les hace frente y dice que rompe el diálogo
    Pese a todas las renuncias que han hecho, Podemos no despierta seguridad en las fuerzas del sistema, no les acaban de controlar del todo o implican demasiadas variables difíciles de controlar. Podemos ha destruido su izquierda para ganar, pero no va a ganar por si solo. Nos podemos encontrar con la izquierda destruida, una fuerza basada en el cinismo y la manipulación impotente ocupando el espacio de la izquierda pero negándola, y un Frente Nacional o gran coalición de geometría variable en el gobierno.
    Empieza a ser factible un gobierno PSOE pactado, con C´X de apoyo y neutralidad del PP, para sacar adelante «reformas» estructurales en el sentido que pide el IBEX 35 y políticas que blinden el sistema, para luego ir a elecciones en 1 año o dos. Esta posibilidad es real. La batalla es por hacer creer a la opinión pública que el culpable de romper es el otro. El encargo a Sanchez es «que parezca un accidente», es decir, abrir paso a las reformas neoliberales con la palabrería del PSOE disfrazándolo todo.
    Los neoliberales juegan a hacer política ideológica y al servicio de su interés de clase. El PSOE es incapaz de oponerse a esa ideología con hechos. Y Podemos niega las ideologías y los conflicts de clase. Resultado: ganan los neoliberales.
    Ante esta situación hay que resistir, no hay otro camino.

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SI UNO NO SE DESPIERTA LO DUERMEN MÁS

 

La jugada de Pedro Sánchez y Albert Rivera contra Pablo Iglesias
El "Mate de Boden"

11.03.2016
 
Para Manolo Monereo

Fue pintor aficionado, ferroviario y crítico de arte. Pero la ocupación más famosa de Samuel Standidge Boden fue el ajedrez. Para algunos, no hubo en su época otro maestro mejor que él. Hay muchas anécdotas de Samuel Boden, pero los aficionados le recuerdan sobre todo por una partida: la que jugó en Londres en 1853 contra R. Schulder, al que ganó con una serie de movimientos que pasaron a la historia con el nombre de «mate de Boden». Básicamente, es un mate que se realiza utilizando los dos alfiles. Mientras uno le corta al rey la vía de escape por su color, el otro, aprovechando que no tiene salida, le da el mate. Previamente, el autor de la jugada ha tenido que sacrificar una pieza importante, la dama o una torre, para facilitar que el alfil que da el mate pueda ocupar su posición. Pero en el ajedrez, como en la política, lo que cuenta es el resultado final. A Samuel Boden no le importó sacrificar una de sus mejores piezas, porque los dos alfiles le habían hecho ganar la partida.
 
Hoy en día, es difícil que un ajedrecista muerda el anzuelo del mate de Boden. Pero en la política no sucede lo mismo. Y muy pocos conocen la historia de la partida de Schulder-Boden. Quizás por esa razón hemos podido presenciar, en directo, y con escasas diferencias respecto a su modelo original, cómo la estudiada coreografía del mate de Boden se desplegaba ceremoniosamente en el Congreso sin que aparentemente nadie se diera cuenta de lo que ocurría. Solo al final, cuando los dos alfiles ocuparon su posición bajo la histórica mirada de El Abrazo de Genovés, propios y extraños empezaron a sospechar que algo importante estaba pasando. Por supuesto, ni Pablo Iglesias ni Mariano Rajoy, cada uno desde su trinchera, estaban dispuestos a hacer la ola. Sin embargo, y a pesar de que el acuerdo entre Pedro Sánchez y Albert Rivera no tardó en saldarse con el episodio de la investidura «fallida», ni el presidente en funciones ni el secretario general de Podemos tienen razones para cantar victoria. En el mate de Boden, Mariano Rajoy es la pieza que será sacrificada. Y Pablo Iglesias, el rey a batir.
 
El 22 de febrero publiqué en Rebelión el artículo «La Operación Renzi», donde apuntaba a algunas señales que parecían indicar que la trama que organiza la matriz del poder había cambiado de caballo (para el concepto de «trama», cf. Monereo, 18-10-2014, Cuarto Poder). Esto significaba que ante la imposibilidad de resolver la situación de bloqueo político con la fórmula de la Gran Coalición, por los vetos mutuos que Mariano Rajoy y Pedro Sánchez se arrojaban el uno contra el otro, la única salida era cambiar el paso y apostar por un «Gobierno reformista» bajo el auspicio de Pedro Sánchez y Albert Rivera. Pero este objetivo no se conseguiría fácilmente. Para alcanzarlo, habría que convocar nuevas elecciones y conseguir que se sustanciara un cambio en la orientación de voto que permitiera reunir en las bancadas de PSOE y Ciudadanos al menos a la misma cantidad de diputados que se sientan ahora en los escaños del Partido Popular (PP) y Ciudadanos. La Operación Renzi, para que pudiera funcionar, necesitaba que durante los siguientes dos meses se operase una transferencia de voto del PP a Ciudadanos y de Podemos al PSOE. Aunque esta transferencia no es imposible, e incluso se ha publicado alguna encuesta que apunta en esta dirección (20-02-2016, El Mundo), mi tesis fallaba en un punto. En realidad, para garantizar el éxito de la Operación Renzi no hace falta convocar nuevas elecciones. El éxito del mate de Boden radica en la posición de los alfiles. Una vez colocados, lo demás no importa.
 
El PSOE y Ciudadanos no necesitan conseguir más votos de los que ya tienen. Ahora cuentan con 130 diputados. Pero no tenemos que pararnos en esta cifra. Lo que tenemos que mirar es el porcentaje. Si reunimos los votos que ambas formaciones consiguieron por separado el 20-D nos encontraremos con un 36%. En las elecciones generales de 1979, gracias a la magia de la ley electoral y a una afortunada distribución de los resultados, Adolfo Suárez se quedó a solo ocho escaños de la mayoría absoluta cuando apenas alcanzó el 35%. Con un 38,7%, Felipe González obtuvo 159 diputados en 1993. Y tres años más tarde, con el mismo resultado, José María Aznar se hizo con 156.
 
¿Qué sucedería si sumamos los porcentajes que PSOE y Ciudadanos obtuvieron el 20-D y aplicamos al resultado la ley electoral en cada provincia? Pues que la bolsa de la coalición, sin necesidad de conseguir un solo voto más, se engrosaría con otros 12 diputados. Pero esto no es lo importante. Lo realmente significativo es lo diferente que hubiera sido la fotografía electoral. Por un lado, la coalición de PSOE y Ciudadanos habría ganado claramente las elecciones con un 36% de los votos y 142 diputados. Por otro, el Partido Popular, en lugar de presentarse como el triunfador de la jornada, habría sido el gran derrotado, con 116 diputados, siete menos de los que ahora tiene. Y en último lugar, Podemos y sus confluencias se habrían quedado bastante lejos de su anhelado sorpasso a Pedro Sánchez. En concreto, de sus 69 diputados actuales, habrían bajado a 64. La distancia de poco más de un punto y 21 escaños entre el PSOE y Podemos se habría convertido en un abismo de 15 puntos y 73 escaños. Pero estos resultados son política ficción. Ya hemos visto que con un porcentaje menor, Adolfo Suárez casi consigue la mayoría absoluta. Y con un porcentaje algo superior, Felipe González se aupó hasta los 159 diputados. Todo depende de lo que saquen los otros. Si el PP continúa su declive, la coalición «reformista» podría multiplicar exponencialmente sus resultados. ¿Y cómo reaccionarán los votantes de los partidos de la coalición ante un escenario en el que concurran bajo la misma papeleta? Aquí, todo son especulaciones. Pero si PSOE y Ciudadanos no cometen ninguna torpeza, hay razones para pensar que podrían retener a la mayor parte de sus electores. Y quizás, ganar alguno más. Todo depende de la puesta en escena. Y esto es algo que ya ha comenzado. El primer paso: el programa. Si Junts pel Sí pudo reunir a partidos tan dispares como Esquerra Republicana (ERC) y Convergencia Democrática (CDC) bajo el paraguas del derecho a decidir, el «Acuerdo para un Gobierno reformista y de Progreso» bien puede constituir la base programática de un acuerdo electoral entre el PSOE y Ciudadanos. De hecho, Albert Rivera lo presentó como si así lo fuera: «Aquí están las bases para una nueva etapa política». Y añadió: «El acuerdo recoge el 80% de nuestro programa» (24-02-2016, El País). Además, la elección del candidato a la presidencia debería realizarse a través de un proceso de primarias al que pudieran postularse tanto Pedro Sánchez como Albert Rivera. En un escenario normal, debería ganar Pedro Sánchez. Pero la celebración de este proceso serviría para comprometer con la coalición a los seguidores de Albert Rivera, un compromiso que podría reforzarse llevando las primarias también a los territorios, para favorecer que Ciudadanos, en aquellos lugares en los que está particularmente fuerte, pudiera ocupar la cabeza de las candidaturas. Algunos referentes sociales, como el hasta ahora secretario general de UGT, Cándido Méndez, han dedicado palabras lisonjeras a los intentos de Pedro Sánchez y Albert Rivera de formar gobierno (04-03-2016, 20 minutos). No sería extraño que la coalición intentara incorporar a alguno de ellos en la candidatura del 26-J.
 
No cabe duda de que algunos votantes de Ciudadanos verán esta maniobra como un engendro político que les hará volver espantados a los brazos del Partido Popular. Pero al margen de que para paliar este efecto se ha buscado intencionadamente que el acuerdo tengo la impronta personal de Albert Rivera, lo importante es que la coalición se puede permitir prescindir de ellos. Incluso en el caso de que todo saliera mal, y PSOE y Ciudadanos no consiguieran juntos lo que obtuvieron por separado, la magia de la ley electoral intervendría para corregir los resultados y asignarle a la coalición más diputados con menos votos. Pero mucho más importante: sea con un 36% o con un 32%, de lo que resulta difícil dudar es del triunfo de la coalición en las próximas elecciones generales. Y aquí el PP caería víctima de su propio discurso. Mariano Rajoy, si es que vuelve a presentarse, habiendo descendido a la segunda posición, se vería obligado a favorecer la investidura de Pedro Sánchez.
 
No es difícil adivinar que los problemas para materializar esta coalición estarían más en la órbita de Ciudadanos que en la del PSOE. Esta es la razón por la que Andrea Levy, vicepresidenta de Estudios y Programa del PP, coincidió el día 7 de marzo con Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, en realizar un llamamiento público a Ciudadanos para que aclarase si iría en coalición con el PSOE a unas nuevas elecciones generales (07-03-2016, Telemadrid; 07-03-2016, La Vanguardia). Mientras tanto, la revista digital de la Fundación Sistema, cuyo patronato preside Alfonso Guerra, se descolgaba con un artículo de José Martínez Cobo donde se defendía abiertamente las ventajas de la coalición: «El pacto entre PSOE y Ciudadanos no es el primer pacto entre socialistas y centro derecha», y «los socialistas no tuvieron en el pasado ninguna razón para arrepentirse de haberlos suscrito, más bien remordimientos cuando los hicieron fracasar» (Martínez Cobo, 07-03-2016, Sistema Digital). Durante las próximas semanas, presenciaremos cómo el PP intenta hacer saltar por los aires la posición de Albert Rivera explotando las contradicciones ideológicas de su base electoral. Mientras que el PSOE, arropado por sus altavoces mediáticos, se ocupará de alimentar las condiciones que puedan favorecer un escenario político donde la coalición reformista sea cada vez más atractiva para el electorado de centro-izquierda. En esta línea cabe situar la serie de sondeos que Metroscopia realizó para El País en torno al debate de investidura, donde se apuntaba, entre otras cosas, que la mitad de los votantes del PP y de Podemos pensaban que sus respectivas formaciones deberían haber dado vía libre al pacto entre PSOE y Ciudadanos (26-02-2016, El País), o que la mitad del conjunto de los electores consideraba que es una «mala noticia» el fracaso de la investidura (06-03-2016, El País). Por otra parte, el éxito de la coalición depende de que Albert Rivera siga teniendo un perfil propio, por lo que es previsible que no dé por sentado el liderazgo de Sánchez, algo que también contribuirá, de paso, a mantener abiertas sus opciones de cara a las primarias que deberían decidir quién encabeza la candidatura conjunta. Algunos dirigentes territoriales del PSOE, a los que Ciudadanos está sometiendo a un fuerte marcaje, podrían intentar obstaculizar el acuerdo. Pero ya se ha visto que la capacidad de veto de estos dirigentes sobre Pedro Sánchez no llega más lejos de la cuestión nacional y las relaciones con Podemos. En cualquier caso, lo más relevante del mate de Boden es que una vez que las piezas han tomado su posición, un ajedrecista avezado no necesita consumar la jugada. Si Pedro Sánchez y Albert Rivera son capaces de convencer al PP de que van en serio, quizás podrían conseguir su objetivo sin necesidad de acudir a una segunda convocatoria electoral. Se cumpliría así el pronóstico que adelantaba Manolo Monereo, cuando advertía que un nuevo llamamiento a las urnas iría a contrapelo de la voluntad de las «clases dominantes», para las cuales supondría una derrota, «su derrota» (26/02/2016, Cuarto Poder). Pero habrían tenido que dejarse algunas plumas por el camino. En concreto, la renuncia a la Operación Monti. Entre otras cosas, por una cuestión bastante obvia. Para poner en marcha la Operación Monti, hace falta un Monti. Y el nuestro, está en libertad con cargos por delitos fiscales, blanqueo y corrupción. Lo menos que la oligarquía puede esperar de un presidente es que no tenga problemas para recoger las instrucciones del FMI en Washington porque un juez le ha retirado el pasaporte. Con Rodrigo Rato, se ha quemado el cartucho más importante de la Operación Monti. Pero el acuerdo entre Pedro Sánchez y Albert Rivera puede ofrecerles las mismas oportunidades con un rostro más amable. El reparto de las carteras ministeriales, en particular, de las de economía y hacienda, podría terminar en las manos de algún tecnócrata, lo que sería muy del gusto de las preferencias de Albert Rivera y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Al final, el Gobierno reformista y de Progreso no debería tener una política económica muy distinta de la que hubiera emanado de un Gobierno de Gran Coalición.
 
Pero la cuestión de si la situación de bloqueo político de las instituciones parlamentarias se resuelve o no con una segunda convocatoria electoral depende en gran medida de la evolución del estado de ánimo de una persona: Mariano Rajoy. Su ceguera ante los acontecimientos políticos que le rodean ha quedado patente no solo en su incapacidad para comprender que su vida política ha terminado, sino en su ingenuidad a la hora de identificar el papel que le ha tocado jugar en este drama. Cuando habla del acuerdo de Pedro Sánchez y Albert Rivera, lo hace como si este acuerdo se hubiera firmado contra él. Y nada más lejos de la realidad. Mariano Rajoy es una pieza importante de la partida, pero no es el rey. Este papel está reservado para Pablo Iglesias, el verdadero objetivo a batir con la estrategia del «mate de Boden».
 
Una vez que los alfiles han tomado posición, da igual que se convoquen o no elecciones generales. Mariano Rajoy, antes o después, deberá aceptar su papel de víctima sacrificial y permitir la formación de un Gobierno reformista. Si se empeña en mantener su candidatura, tendrá que hacerlo después del 26-J. Pero es posible que el resto de los moradores de la calle Génova no acepten permanecer cruzados de brazos mientras Mariano Rajoy los conduce al precipicio. El ciclo político del PP ha terminado, pero todavía puede decidir cómo afrontar su travesía por el desierto. O bien permite gobernar a Pedro Sánchez ahora, cuando todavía no es más que el candidato de la segunda fuerza política del país, o dentro de cuatro meses, cuando probablemente lo será de la fuerza política más votada. No cabe duda de que la influencia del PP será mayor en el primer caso que en el segundo. Pero en política no siempre se adopta la decisión más racional. Y como víctima propiciatoria, Mariano Rajoy deja bastante que desear. No parece estar dispuesto a acudir al altar por su propio paso.
 
En febrero de 2014 Podemos le dio una patada al tablero. Pero sus adversarios recogieron las piezas del suelo y las volvieron a poner sobre la mesa. La irrupción de Ciudadanos liquidó las posibilidades de la batalla relámpago. Y aunque Pablo Iglesias anunció un giro hacia la guerra de posiciones, la estrategia de Podemos siguió orientada hacia el objetivo de un triunfo rápido en las Elecciones Generales (cf. Hernández Castro, 20-05-2015, Rebelión). Los resultados del 20-D pusieron en jaque a Pablo Iglesias. No porque fueran malos, sino porque todos sus seguidores se vieron obligados a confrontar sus anhelos con la realidad. Ni el cielo se había tomado por asalto, ni Podemos había logrado mejorar el papel de tercero en disputa que tradicionalmente había desempeñado Izquierda Unida (IU). Ante el fracaso de la batalla relámpago, y la negativa de Pedro Sánchez a formar el Gobierno de Gran Coalición, Pablo Iglesias intentó conjurar la campaña de la pinza pasando por las horcas caudinas de un acuerdo de gobierno con el líder de los socialistas. Pero ya no era suficiente con reconocer que la «sonrisa del destino» había favorecido a otro. Porque mientras Podemos y PSOE se reunían bajo los auspicios de Alberto Garzón, Pedro Sánchez estaba consumando su matrimonio con Albert Rivera. Era el «mate de Boden». La partida, ha terminado.
 
Pero el juego, continúa. Y una vez Pedro Sánchez y Albert Rivera terminen los fastos de su luna de miel, tendrán que ponerse a gobernar. Y el panorama no es nada halagüeño. Quizás, si Podemos y sus confluencias, y los supervivientes de la vieja izquierda que se arremolinan en torno a Alberto Garzón, toman nota de lo ocurrido, y se preparan a conciencia para la próxima partida, la trama que mueve los hilos de la política en España desde la Transición no tenga tanta suerte.
 
Fuentes de información electrónicas [obtenidas en consulta del 08-03-2016]:
De Cuarto Poder [http://www.cuartopoder.es/]:
De El Mundo [http://www.elmundo.es/]:
Cruz, M. (20-02-2016), «Podemos se deja nueve escaños y el PP cuatro».
De El País [http://elpais.com/]:
Toharia, J. J. (26-02-2016), «La mitad de los del no quieren el sí».
De La Vanguardia [http://www.lavanguardia.com/]:
De Rebelión [http://www.rebelion.org/]:
De Sistema Digital [http://www.fundacionsistema.com/]:
Martínez Cobo, J. (07-03-2016), «Un pacto y otros antecedentes».
De Telemadrid [http://telemadrid.es/]:
De 20 minutos [http://www.20minutos.es/]:
 
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