Las siete
claves del virus del Nilo Occidental: qué es, qué lo transmite y cómo evitarlo
José Luis Zafra /Agencia sinc
Terecerainframción
15.08.2020
Tras el brote de casos de
meningoencefalitis provocados por el virus del Nilo Occidental en Andalucía han
surgido diversas incógnitas, en particular sobre las especies de mosquitos
implicadas. Culex perexiguus y Culex
pipiens, autóctonas de España, son los principales vectores de este virus,
que reside en muchas aves e infecta a caballos y humanos. El Aedes japonicus,
aunque tiene capacidad de transmitirlo, no está en el sur de España ni parece
ser el responsable del brote de esta semana.
El
mosquito Culex pipiens, principal vector del virus del Nilo Occidental junto al
Culex perexiguus. / AfroBrazilian / Wikimedia
La Consejería de Salud de la
Junta de Andalucía confirmó este jueves la existencia de doce casos de
meningoencefalitis provocada por el virus del Nilo Occidental en
los municipios sevillanos de Coria del Río y La Puebla del Río, situados en las
marismas del Guadalquivir.
Este virus (WNV, por sus siglas
en inglés) es un agente infeccioso del género Flavivirus,
que es también responsable de otras enfermedades como la fiebre amarilla, el
dengue y el Zika. Se descubrió en la década de los 40 del siglo pasado, en la
cuenca ugandesa del Nilo Occidental, y fue identificado más tarde en Egipto
(1942) e India (1953), según detalla Manuel Peinado en The Conversation.
Estas son algunas claves a
destacar de este agente patógeno que ha generado esta semana un brote de casos
en Andalucía.
¿Qué
mosquito transmite este virus?
El responsable de Entomología
de Mosquito Alert y miembro del Servicio de Control de
Mosquitos del Consell Comarcal del Baix Llobregat, Roger Eritja,
explica a SINC que los vectores más habituales de este virus en el sur de
España son el Culex perexiguus y el Culex pipiens, este último más conocido como
mosquito común y uno de los enemigos de las noches de verano de los humanos.
“[El mosquito común] es el
vector principal. Está en las habitaciones, pica de noche, espera que la gente
se vaya a dormir y revolotean, estropean el sueño y pican”, detalla este
experto, agregando que en España hay un total de 62 especies autóctonas de
las que muchas tienen capacidad de transmitir el WNV. “Pero en Andalucía, los
vectores son el perexiguus y el pipiens”, aclara.
Eritja advierte que se está
identificando erróneamente al Aede japonicus o mosquito
japonés como el responsable de estos casos de WNV. Aunque sí es cierto que
puede transmitir el virus, este insecto no se encuentra en el sur de España,
aparte de que en Andalucía “ya hay especies suficientes para transmitirlo sin
necesitar de ninguna especie exótica”.
Esta especie, identificada
por Mosquito Alert hace dos años en Asturias, se encuentra
principalmente en bosques caducifolios de zonas húmedas
frescas de montaña, “lo cual tiene muy poco sentido encontrarlo en el sur. Es
como pensar que hay jirafas en el Pirineo”, ejemplifica.
¿Qué
enfermedades puede provocar el WNV?
El virus del Nilo Occidental
puede producir una infección a humanos, caballos y otros mamíferos. Según
la Organización Mundial de la Salud, el
virus no presenta síntomas en un 80 % de las personas
infectadas. El 20 % restante puede desarrollar la fiebre del Nilo
Occidental, una enfermedad que se caracteriza por fiebre, cansancio,
dolores de cabeza y corporales, náuseas, vómitos y en menor medida erupciones
cutáneas en el tronco y agrandamiento de ganglios linfáticos. El periodo de
incubación suele durar entre tres y 14 días.
En los casos más graves, que se
dan en una de cada 150 personas infectadas, se puede desarrollar una enfermedad
neuroinvasora, como la encefalitis, meningitis o poliomielitis del Nilo
Occidental. Los síntomas de esta última son dolores de cabeza, fiebre alta,
rigidez de nuca, estupor, desorientación, coma, temblores, convulsiones,
debilidad muscular y parálisis.
Aunque estas afecciones pueden
presentarse en personas de cualquier edad, los mayores de 50 años y personas
con inmunodeficiencia tienen mayor riesgo.
¿Cómo se
transmite a las personas?
El WNV es un virus de las aves,
principales reservorios y también víctimas de las enfermedades que provoca,
“con una importante mortalidad y a veces de forma súbita”, detalla Eritja.
Así, los mosquitos vectores
adquieren el virus picando a las aves para, posteriormente, atacar a humanos y
en menor medida a caballos, completando así la transmisión. Estos pájaros,
agrega el experto, pueden ser autóctonos y traer el virus en su migración.
¿Pueden
los humanos contagiar el WNV?
El entomólogo aclara que el
virus, una vez llega a una persona –o a un caballo–, se encuentra con un callejón
sin salida: “Ninguno de ellos resulta infectivo, ni siquiera con un
mosquito de por medio”, subraya.
Por lo tanto, un mosquito que
pica a una persona enferma no adquirirá suficientes virus para transmitir a
otra persona que puede picar después, al tiempo que ni los humanos –ni los
caballos– tienen capacidad para transmitirse el virus entre sí.
¿Qué
condiciones son óptimas para transmitir el virus?
Tanto los mosquitos como los
virus son sensibles a las condiciones ambientales, esto es, a las
temperaturas: “Este tipo de eventos se van a dar en verano, por mucho que haya
mosquitos en invierno en alguna zona”, afirma Eritja.
Así, lo que necesita el WNV para
transmitirse es: una gran cantidad de aves, que estas porten una suficiente
carga de virus y un importante número de mosquitos para que, por probabilidad,
puedan ser vectores de este virus a los humanos.
El investigador de la Estación
Biológica de Doñana (EBD-CSIC) y especialista en WNV, Jordi
Figuerola, ha apuntado en una entrevista a la Agencia EFE que, durante los
meses de confinamiento por la pandemia de coronavirus y gracias a las
abundantes lluvias primaverales en Andalucía, las poblaciones de mosquitos
transmisores de este virus han podido aumentar de manera inusual.
Roger Eritja, además de ver muy
favorable esta hipótesis y otorgarle “credibilidad total” al experto de Doñana,
recalca que desde Mosquito Alert están observando qué
influencia tiene la disminución de la movilidad humana en la dispersión de los
mosquitos, como el Aedes albopictus o mosquito
tigre.
Por otro lado, cree que durante
los meses de confinamiento los focos de cría que la gente
puede tener en su segunda residencia –a la que estaba prohibida acudir durante
los meses de fuerte aislamiento nacional– habrían quedado desatendidos,
aumentando así las poblaciones de mosquitos en verano.
¿Se puede
prevenir o tratar?
El tratamiento para el WNV en
humanos consiste en mitigar los síntomas, sin que haya medicamentos
o antivirales específicos para la enfermedad.
No hay una vacuna humana para
el virus, aunque sí se han elaborado vacunas veterinarias para los caballos. La
mejor prevención ante el virus es evitar las picaduras de mosquito.
¿Cómo
evitar las picaduras?
El método más eficaz para
luchar contra el mosquito común es limitar su población antes de alcanzar su
etapa adulta, que es cuando los insectos tienen la capacidad de picar. “Desde
que apareció nuestro servicio [Control de Mosquitos del Baix Llobregat] en
1983, se hace un control con insecticidas a gran escala en el campo con buenos
resultados”, señala este experto, agregando que esta es una tarea que está
normalmente asignada a la administración local, pese a ser un problema que
desborda el ámbito municipal.
Si esto ya no es posible, la
prevención pasa por la protección con mosquiteras o repelentes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, agrega a estas
recomendaciones el uso de ropas de color claro, prendas de manga larga y
pantalón y evitar actividades al aire libre en las horas de más picor de
mosquitos, es decir por la noche.
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