La Verdad sobre los Mercados,
pilar de la Ideología Capitalista: los Mercados no Existen
kaosenlared
19 de agosto de 2022
Sencillas pero
contundentes aclaraciones del economista marxista Richard D Wolff sobre la
naturaleza del mercados que harán que te replantes su propia existencia.
Fijándonos en la base
teórica, observamos cómo ésta difiere diametralmente de la práctica en todos y
cada uno de sus postulados. Ni si quiera es un sistema de reparto. El caso
fundamental es que, si no existe un quid proquo, si es sustituido por la
manipulación o la planificación, o el mutuo acuerdo por el mero consentimiento, los
Mercados no existen.
El supuesto sistema de
reparto de bienes y servicios que se emplea mundialmente en la actualidad no se
ajusta a la definición de Mercado estudiado por sus propios académicos. Algunos
como el Pr. N. Gregory Mankiw 2012 de
Harvard, no son capaces en casi 900 paginas de definir tal entelequia.
Entonces ¿Qué es esto
que es esto a lo que se le denomina Mercado? El liberalismo adoptó las formas
de pensamiento propiamente religiosas (irracionalismo, idealismo, jerarquismo,
obediencia…) para conseguir sus objetivos hegemónicos en los ámbitos políticos,
económico y social; lo mismo hizo siglos antes el feudalismo. El fin
último de este capitalismo no es la satisfacción de necesidades y deseos: es la
Acumulación de Todo. El Mercado Mundial Neoliberal, hegemónico por
ahora, es una estructura planificada y ejecutada desde 1945 con el fin de la
2GM para apoderarse de Todo. Es una Estructura de Acumulación.
Salud! PHkl/tctca
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Traducción tarcoteca
– The Truth About Markets, Pillar
of Capitalist Ideology – CounterPunch.org 11.8.2022 por Richard
D Wolff
“Mecanismos de
mercado” y “Soluciones de mercado”: a los políticos, burócratas, “expertos” de
los medios y académicos les gusta referirse a ellos como si fueran términos
política e ideológicamente neutrales; por encima del partidismo. No lo son.
O como si fueran excepcionalmente justados y óptimamente eficientes, que
tampoco lo son.
El mercado es solo
otra institución humana inventada y reinventada periódicamente a lo largo de la
historia humana. Al igual que otras instituciones, los mercados estaban
estrictamente regulados o completamente excluidos cuando las comunidades
humanas rechazaban sus resultados socialmente inaceptables. Filósofos como
Platón y Aristóteles compartieron profundas críticas a los mercados y
debatieron sobre los esfuerzos para excluirlos o regularlos. Siguieron muchos
más críticos y debatientes, enriqueciendo así la tradición de la crítica del
mercado.
Los mercados son una
forma de distribuir bienes y servicios de los productores a los consumidores.
-Se establecen cuando
se producen divisiones del trabajo en las comunidades en lugar
de que cada persona o familia produzca todo lo que consume.
-Los mercados
involucran intercambios quid pro quo entre aquellos que buscan vender y
aquellos que buscan comprar bienes y servicios.
Las alternativas a los
mercados siempre existieron y también existen ahora. Consejos de
ancianos, jefes, autoridades gubernamentales locales, autoridades religiosas y
diversas tradiciones culturales, por separado o en conjunto, han distribuido
productos de productores a consumidores, decidiendo quién recibe cuánto. Dentro
de los hogares o familias, las reglas de parentesco, incluidos el patriarcado y
el matriarcado, han organizado la distribución de productos de los productores
a los consumidores.
El mecanismo del
mercado es muy simple: las personas con deseos o
demandas interactúan con las personas que poseen los bienes y servicios. Los
propietarios disfrutan del derecho a vender lo que poseen si quienes lo desean
(compradores potenciales) ofrecen a cambio algo que el vendedor busca adquirir.
Los dos propietarios, uno a cada lado del intercambio, regatean o negocian los
términos precisos del intercambio: qué cantidad de un artículo es igual a la
cantidad del otro artículo que se intercambia. Si, y cuando, se alcanza una
proporción de intercambio (un precio) que ambas partes aceptan, se realiza el
intercambio. El mercado se dice que queda así “ajustado”. Ha distribuido con
éxito los productos a los consumidores.
Los problemas con
el sistema de distribución del mercado surgen de inmediato una vez que uno se
pregunta cómo maneja el mercado la distribución cuando llegan vendedores y
compradores con planes muy diferentes sobre lo que tienen que vender y lo que
desean comprar. Si, por alguna razón, los compradores buscan adquirir 100
unidades de cualquier artículo mientras que los vendedores solo tienen 50, los
mercados responderán de una manera muy específica.
El Mercado es
Discriminación
Se corre la voz de que
existe una “escasez” del artículo en cuestión; la demanda del artículo
excede su oferta en el mercado. Los compradores compiten de
inmediato por el artículo que escasea al aumentar los precios que pueden
ofrecer por él. A medida que aumentan los precios, los compradores más
pobres se retiran de la licitación porque no pueden pagar los precios
más altos. Si, no obstante, los precios continúan subiendo, los compradores que
tienen un poder adquisitivo un poco mayor que los más pobres también se retiran
porque tampoco pueden pagar los precios más altos. Eventualmente, el número de
compradores se reduce a 50, se declara que la escasez ha terminado y el precio
se estabiliza en cualquier nivel más alto que sea necesario para equiparar la
demanda con la oferta. Exactamente lo contrario sucede cuando la demanda es
menor que la oferta.
El mecanismo de
mercado, por lo tanto, distribuye cualquier artículo en oferta relativamente
escasa (escasa en relación con la demanda) de una manera que discrimina
a quienes tienen poca o ninguna riqueza en relación con los
ricos. Los mercados no son de ninguna manera neutrales o “están por
encima” de los conflictos entre ricos y pobres.
Inflación y Empresa
Por supuesto, el
vendedor en este caso podría haber optado por no subir los precios y, en su
lugar, producir o pedir más productos para vender. El Capitalismo
de Libre Empresa deja en manos de los empleadores (menos del
1% de la población) la decisión de responder a la escasez de
oferta aumentando los precios (causando inflación) o aumentando la producción.
Los empleadores toman su decisión en función de las ganancias que
obtienen o protegen. El resto de nosotros vivimos con las consecuencias de su
decisión. En estos días, los empleadores parecen estar beneficiándose de la
inflación.
Los defensores de los
mercados replican que el aumento del precio es la forma en
que el mercado “señaliza” a los productores que fabriquen más
para que puedan aprovechar las altas ganancias generadas por los altos precios
de los productos. Sin embargo, esta característica de “señalización” es bien
conocida por todos los empleadores. Saben que si respondieran a las señales
produciendo u ordenando más producto, los altos precios y las ganancias que
estén disfrutando desaparecerían rápidamente. Por lo tanto, los empleadores a
menudo no muestran prisa por producir más. Y a medida que los
precios altos proliferan en el sistema de mercado, más y más vendedores
comienzan a explicar y excusar el aumento de sus precios porque sus “costos han
aumentado”. El resto de nosotros vemos este espectáculo de empleadores
que se usan mutuamente como una excusa para el aumento de los precios,
incluso cuando imponen colectivamente la inflación al resto de nosotros.
Hace mucho tiempo
que los capitalistas aprendieron que podían beneficiarse manipulando
tanto la oferta como la demanda para crear o sostener “escasez” que
les permitiera obtener precios más altos.
El capitalismo creó la
industria de la publicidad para impulsar la demanda por encima
de lo que podría ser de otro modo.
Al mismo tiempo, cada
industria se organizó para controlar la oferta (a través de acuerdos
informales entre productores, fusiones, oligopolios, monopolios y cárteles).
Las condiciones
sociales y los cambios más allá del control de los capitalistas les obligan a
ajustar constantemente sus manipulaciones de la oferta y la demanda.
En realidad, los
mercados son instituciones útiles para que los capitalistas las manipulen con
fines de lucro. En la ideología, los mercados son instituciones útiles para que
los capitalistas las celebren como si fueran medios ideales para todos hacia la
eficiencia óptima.
Mercado Laboral
Buscar, encontrar y
aceptar una oferta de trabajo también está a cargo de los mercados en el
capitalismo moderno. Si las personas de la clase trabajadora que buscan trabajo
superan en número a los trabajos disponibles, los empleadores pueden reducir
los salarios sabiendo que las personas desesperadas a menudo aceptarán
salarios más bajos que el riesgo de quedarse sin salario. Ese proceso fue
repetidamente tan lejos que provocó una reacción violenta [en EEUU]. Los trabajadores
exigieron y ganaron un salario mínimo legalmente impuesto. Los
empleadores en su mayoría lucharon y se opusieron a las leyes de salario mínimo
y, una vez que se implementaron dichas leyes, la mayoría de los empleadores se
resistieron a aumentar el salario mínimo, a menudo con éxito. La tasa de
salario mínimo federal de EEUU de $ 7.25 por hora se aumentó por última vez en
2009.
Los empleadores
también fomentan la automatización (reemplazar trabajos con
máquinas), relocalización de trabajos en el extranjero y la
atracción de trabajadores inmigrantes. Estos pasos implican varios
niveles de manipulación de las ofertas y demandas del mercado laboral con el
fin de desacelerar, detener o revertir los aumentos salariales. Los empleadores
manipulan los mercados laborales, como los mercados de productos, para obtener
ganancias.
Mercado Financiero
Otro mercado maneja
préstamos. Los prestamistas y los prestatarios negocian una tasa de
interés que pueden acordar para permitir que se otorgue el crédito y
se incurra en la deuda correspondiente.
En estos días, el
banco central de los Estados Unidos, la Reserva Federal o la Fed, está subiendo
las tasas de interés para frenar o revertir la inflación que no logró prevenir
o frenar durante el último año. Eso eleva el costo de todos los préstamos (para
hipotecas, préstamos para automóviles, tarjetas de crédito y más). Una vez más,
los más pobres entre nosotros son los que más dolor sienten, seguidos por la
clase media. Es probable que las tasas de interés más altas molesten menos a
los ricos. Además, los ricos, que en muchos casos son prestamistas,
tienden a beneficiarse de tasas de interés más altas.
La Fed podría haber
presionado al presidente Joe Biden para que siguiera al expresidente Richard
Nixon, quien en 1971 impuso una congelación de precios y salarios para detener
la inflación en ese momento. Decretó e hizo cumplir que el mercado no podría
influir y fijar precios por un tiempo. Hacer eso nuevamente ahora al menos
discriminaría menos a los pobres y la clase media, en lugar de proteger a los
ricos. Uno podría haber esperado eso del régimen de Biden, que controla ambas
cámaras del Congreso, pero el pensamiento y la política neoliberalista y fetichista
del mercado parecen gobernar tanto en el Senado como en la Cámara de
Representantes de los Estados Unidos.
Corporaciones sin
Mercados
La propia clase
patronal a menudo suspende y desplaza el uso de los mercados. Cuando la manipulación
rentable de los mercados se vuelve demasiado costosa, los capitalistas a menudo
se fusionan o se adquieren entre sí. Las relaciones de mercado externas (a
cada empresa) entre ellas desaparecen entonces. En su lugar, la producción y
distribución de bienes y servicios interna (a la empresa) planificada directamente ocurre
sin intercambios. [ie: desaparición/absorción de unos 400 bancos en EEUU o unas
50 cajas de ahorros en España durante la Gran Recesión 2008].
Los mercados existían
mucho antes del capitalismo, pero el capitalismo, como señaló Karl Marx, los
hizo ubicuos, casi universales.
El
capitalismo también elevó y elogió los mercados —y sus precios— para darles una
importancia ideológica, que se inclinaba hacia el absurdo. Como
mostró tan brillantemente R.H. Tawney en su “Religion and the Rise of
Capitalism” 1922 AQUI, el
capitalismo europeo primitivo tuvo que luchar duro para desplazar la
noción de un precio “justo” heredada de la Iglesia católica medieval.
El precio “justo”, consistente con las leyes de Dios y las enseñanzas de Cristo
según la interpretación de la iglesia, a menudo difería del “precio de mercado”
que equilibraba la oferta y la demanda. Para ganar en esa lucha, los
defensores del capitalismo encontraron útil construir una especie de religión
secular en torno a los mercados y sus precios de equilibrio, atribuyéndoles
cualidades divinas de eficiencia, justicia y otros atributos similares. Sin
embargo, a medida que el capitalismo se hunde en problemas cada vez más
profundos, es hora de derrocar a los falsos dioses como parte del proceso de
encontrar nuestro camino hacia mejores instituciones y, de hecho, hacia un
mejor sistema.
Para Saber más
¿Qué saben “los mercados” que
nosotros no? 6.3.2022
Regenerar el capitalismo. El New
Deal digital y el Monopolio Mundial 5.4.2020
El Brasil de Bolsonaro y los
“Mercados del Fascismo” 10.10.2018
En Marcha el Plan de EEUU para
Hundir a Rusia, China y las Economías Emergentes. Trump Trade War 29.8.2018
La necesidad de la abolición del
trabajo asalariado y su sustitución. Vídeo 25.10.2016
El fin de los mercados ¿Pueden agotarse los mercados? ¿Qué ocurrirá
cuando no queden mercados? 2040 29.5.2011
Los mercados no existen, existen
las personas – LA NACION 14.3.2010
Fuente – La Verdad sobre los Mercados,
pilar de la Ideología Capitalista: los Mercados no Existen 15.8.2022
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