EE.UU.
en crisis militar
KAOSENLARED
31 de enero de 2025
“Los estados no guerreristas se han fortalecido
relativamente más, incluso en lo militar, que el Súper Estado que ha convertido
la guerra en un gran negocio privado…”
El enorme poder militar de EEUU está en crisis. Ese es
un nuevo componente de la multi-crisis sistémica del imperialismo occidental:
otro de sus pilares declina.
El complejo militar-industrial –financiero le ha hecho
un gran daño a la economía civil de EEUU, puesto que -dada la preeminencia de
la OTAN en la alianza occidental- el Pentágono ha arrastrado al desastre
guerrerista a las grandes potencias europeas, mientras el complejo militar
obtiene enormes ganancias, al tiempo que recibe no pocos reveses militares.
Los argumentos y motivos para justificar los
diferentes capítulos de la guerra global no han tardado en perder credibilidad:
todo aquello de las “armas de destrucción masiva” en Irak, búsqueda de Bin
Laden en Afganistán, satanización de Gadafi en Libia, “guerras humanitarias” o
“por la libertad” …Y esto ha afectado la subjetividad de soldados y oficiales,
erosionando además el respaldo civil a su estrategia militar.
En la medida son diezmadas las reservas de armamento y
humanas con pobres logros políticos, también decrece el interés humano por la
carrera militar cargada de riesgos, muertes y sufrimientos.
Los estados no guerreristas se han fortalecido
relativamente más, incluso en lo militar, que el Súper Estado que ha convertido
la guerra en un gran negocio privado y arrastró a sus aliados a su plan militar
de reconquista de hegemonía vía OTAN.
Solo Rusia derrotó a la OTAN en el escenario
ucraniano, mientras la resistencia palestina ha forzado al cese al fuego a
contubernio yanqui-israelí. Hechos así confirman la declinación.
Es evidente que EEUU declina militarmente en términos
relativos respecto al repunte de Rusia, China e Irán. Lo mismo le pasa al
sub-imperialismo sionista frente a sus adversarios político-militares en el
Medio Oriente.
En la base de todo esto está la crisis del factor
humano, desconfianza y temores de ciudadanos/as forzosamente reclutados. Son
muchos los soldados y candidatos a soldados jóvenes que no quieren ir a esas
guerras de rapiña con resultados caóticos, muertes y mutilaciones que aterran.
En ese contexto el alto mando político-militar gringo
se ha visto obligado a introducir en gran escala el mercenarismo militar;
incluyendo unidades integradas por delincuentes de toda laya, reclutados por
empresas contratistas para participar en guerras con fuertes componentes
mercantiles, ejércitos ajenos y compañías privadas, seducidos/as por el dinero.
Por eso, el trumpismo fascistoide habla de abandonar
guerras perdidas desde una violenta determinación expansionista que precisa de
nuevas guerras. Prima así la incertidumbre y el absurdo. Pero lo cierto es que
la actual estrategia militar estadounidense no le sirve para recuperar
supremacías pérdidas.
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