LA AMNISTIA
POR FEDISAN
El conflicto catalán es
un problema puramente po[1]lítico,
provocado en su gran mayoría por el PP, que primero emprende acciones contra un
estatuto que no es ni mejor ni peor que otros estatutos, sino que, me atrevería
a decir, era igual y de nuevo vuelve a arremeter contra la futura ley de
amnistía antes de que sea redactada y aprobada por el parlamento, olvidando que
este, el parlamento, tiene la misión de legislar.
Cada día veo en las
tertulias televisivas personas o personajes que en vez de hacer un análisis
serio y profundo, solo transmiten un poco más de odio, un poco más de desazón.
Seguro que tras las
manifestaciones del PP, apoya[1]dos
por Vox y otros grupúsculos de la extrema de[1]recha
están ciertos sectores económicos, aunque la mayoría de la oligarquía española
prefiere un go[1]bierno
del centro izquierdas, un gobierno social[1]demócrata,
homologable con la derecha europea, porque, no nos engañemos, el PSOE y Sumar
son socialdemócratas, entendiendo como tal a neoliberales en lo económico y
progresistas en lo demás manteniendo un difícil equilibrio que asegure la paz
social y los máximos beneficios a las empresas.
La oligarquía española
prefiere este tipo de gobiernes que en el último año les ha proporcionado unos
beneficios ingentes, sin problemas, sin enfrentamientos, pero tampoco es de
extrañar con unos sindicatos amarillistas, aunque se revistan de obreros,
progresistas y de clase.
A Puigdemont y la
derecha catalana les interesa por su propia sobrevivencia negociar un pacto de
investidura, que les suponga decir que no se han vendido a España y que están
abiertas todas las vías, pues de lo contrario ya se sabe lo que les espera:
retroceso en todo lo conseguido hasta ahora.
La derecha española y la
extrema derecha, lejos se defender los intereses de la oligarquías financiera,
petroleras y energéticas, temen no poder contar con el beneplácito de sus
próceres en otros tiempos y solo aspiran, justificando los disturbios, provoca[1]dos
por ellos, de la extrema derecha, de la derecha de la dictadura, la extrema
derecha de la dictadura para ver la manera de ganar el gobierno y convencer a
la oligarquía, a los que realmente mandan que suprimiendo el IPC de las
pensiones, la gratuidad en la salud y la enseñanza y algunas mejoras más con[1]seguidas,
pueden beneficiarlos aún más.
El PP se confunde con
esta manera de levantar de su letargo a los grupos de extrema derecha que
siguen añorando la dictadura, señal de ello son los signos y canticos y
consignas escuchados.
A los comunistas tanto
nos da, pues están os muy alejados de estos tipos de gobierno, pero no quisiéramos
volver a movernos en las sombras y dormir con un ojo abierto.
El independentismo
catalán en un enfrentamiento absurdo por ganar el relato han vuelto a dar la
espalda. El independentismo catalán en un enfrentamiento absurdo por ganar el
relato han vuelto a dar la espalda al pueblo catalán, aunque esto puede ser el
principio de un camino que lleve a Cataluña a la consecución de un estado
propio, a pesar de lo que en estos momentos digan las CUP, Clara Ponsatí y
otros y la Asamblea nacional de Cataluña (ANC).
Este pequeño análisis
daría para un libro, pero pienso que estas cuatro pinceladas han quedado
plasmada la realidad de una España que no acaba de cortar con la dictadura
franquista.
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