Entrevista a Jon Fano, miembro de
Pentsionistak Martxan y del Movimiento de Pensionistas de Bizkaia
"La fuerza del movimiento está en
su unidad y pluralidad"
13/03/2019 | viento sur
[Jon
Fano, sindicalista de ESK y miembro de la plataforma Pentsionistas Martxan
(Pensionistas en acción) de Bizkaia, es una voz reconocida y autorizada del
movimiento de pensionistas de Euskal Herria, que semana a semana, sin descanso
estival, lleva un año impulsando movilizaciones en defensa de unas pensiones
dignas y de un sistema público de pensiones. Hemos conversado con él sobre las
características de este movimiento, su historia y su futuro. v.
s.]
viento sur: Hace
ahora un año ( el 17 de abril de 2.018 ) 115.000 personas llenaron las calles
de Bilbao en lo que hasta la fecha ha sido la mayor movilización en defensa de
unas pensiones públicas y dignas no sólo a nivel del Estado español, sino
europeo. Y el 19 de enero, conmemorando el año 1 del inicio de la movilización
de los y las pensionistas, las calles de Bilbao dieron testimonio de que el
movimiento de pensionistas tiene unas bases sólidas. Un movimiento que nació a
nivel del Estado español, pero que ha cuajado particularmente en Euskal Herria.
¿Nos puedes resumir cuál ha sido la dinámica de movilización a lo largo de este
año, las razones de su carácter masivo?
Jon
Fano:Desde su inicio el 15 de enero del año
pasado, prácticamente todos los lunes (60 hasta el momento ) hemos venido
realizando concentraciones en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria
(Bilbao, Donostia-San Sebastián, Gasteiz-Vitoria e Iruña-Pamplona) así como en
cerca de un centenar de pueblos grandes, medianos y pequeños. Esas
concentraciones han ido acompañadas de múltiples movilizaciones comarcales y
sobre todo de 7 manifestaciones multitudinarias en las cuatro capitales. La más
numerosa fue la del 17 de abril del año pasado en Bilbao: 115.000 personas,
pero en ninguna de las otras se ha bajado de las 35.000 personas, en su inmensa
mayoría pensionistas, en el conjunto de Hego Euskal Herria.
Las
razones de su carácter masivo son múltiples y diversas. Pero destacaría cuatro
de ellas.
1.
El hartazgo generalizado de las personas pensionistas por los recortes a las
pensiones, sobre todo por la congelación o subida paupérrima del 0,25 desde el
año 2012, que provocó un fuerte descenso del poder adquisitivo de las
pensiones.
2.
La cultura política y social en nuestro país de la gran mayoría de la gente
actualmente pensionista. Somos herederos/ras de las grandes luchas obreras,
sociales, políticas, antirrepresivas, en defensa de nuestros derechos
nacionales que hemos conocido desde hace 50 años. Como anécdota señalar que en
la movilización del 3 de marzo, celebrada en Gasteiz-Vitoria, para recordar la
masacre de 5 obreros muertos y decenas de heridos por la policía armada en el
año 1.976, una buena parte de las personas que asistieron fueron personas
pensionistas que entonces participaron en aquellas movilizaciones obreras.
3.
La unidad del movimiento que hemos cuidado con esmero. Forman parte del mismo,
y de las coordinadoras que lo dinamizan, personas afiliadas y simpatizantes de
prácticamente de todo el arco político -salvo del PP, Ciudadanos y un VOX casi
inexistente aquí- y sindical. Asimismo hay una buena parte de pensionistas que
no tienen referencias políticas ni sindicales, e incluso algunas de ellas están
en contra de partidos y sindicatos.
4.
Y no se puede dejar de señalar el trabajo llevado a cabo a favor de unas
pensiones dignas desde hace diez años. En especial por nuestras plataformas de
pensionistas[1].
Hace años que venimos reclamando una pensión mínima de 1.080 euros y unos
servicios públicos de atención a las necesidades de las personas mayores.
v.
s. ¿Qué razones explican su amplio
desarrollo en Euskal Herria en relación al más débil en el Estado español?
J.
F.:La cultura de pelea y resistencia en el
Estado español no ha tenido la misma dimensión, homogeneización y concentración
que en nuestro país. Hay amplias zonas, regiones del Estado donde se han dado
grandes peleas pero no han tenido una dimensión generalizada, expansiva y
concentrada como en Euskal Herria.
Pero
hay otra cuestión fundamental, que tiene que ver con que en otras comunidades
no han conseguido forjar la unidad del movimiento que se da aquí. Varias
plataformas de pensionistas de barrios de Madrid, de Sevilla, Gijón y otras
zonas que han acudido a nuestras movilizaciones, nos han mostrado una y otra
vez su preocupación por la falta de unidad que adolecen, a diferencia de Euskal
Herria, donde esta unidad se mantiene a pesar de las tensiones que pueda haber
en momentos determinados.
Las
federaciones de pensionistas de los grandes sindicatos (CC OO y UGT)
juegan un papel simbólico y ni antes ni ahora están en la calle animando la
unidad del movimiento de pensionistas. Mas recientemente se puso en pié una
Coordinadora Estatal por un Sistema Público de Pensiones, pero esta cruzada de
tensiones y divisiones que no ayudan a crear un movimiento unitario y potente.
Estos motivos, entre otros, explican, en mi opinión, la escasa dimensión de las
movilizaciones de pensionistas en no pocas capitales y ciudades del Estado
español.
v. s.Desde
hace 8 meses las cuatro coordinadoras provinciales de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa
y Nafarroa decidieron converger y actuar al unísono. ¿Nos puedes explicar las
razones de esta coordinación y las características de la misma?
J.
F.:Nuestras plataformas (Pentsionistak
Martxan en Bizkaia, Duintasuna en Gipuzkoa, Arabako Pentsionistak Lanean y
Pentsionistak Martxan en Nafarroa) llevan casi diez años coordinadas en una
comisión nacional. En cuanto observamos la dimensión del movimiento y la
necesidad de coordinarlo en las cuatro provincias para darle más potencia y
eficacia, pusimos manos a la obra para convencer al resto de plataformas y
coordinadoras de cada provincia del interés de un trabajo coordinado.
Así
nacieron las reuniones que venimos realizando de un modo regular en Gasteiz
entre el conjunto de las plataformas de las cuatro provincias. Salvo en
Nafarroa, donde un sector de las plataformas pensionistas que por razones
políticas se niega a reconocer la dimensión nacional de Hego Euskal Herria, y
en consecuencia el interés de su unidad y coordinación, la participación del
resto de las provincias es total.
Hay
un acuerdo básico en torno a las reivindicaciones sobre pensiones, dejando de
lado ciertas diferencias de proyecto y de otro tipo. De igual modo, hay un
acuerdo total en exigir no sólo a las instituciones de Madrid sino a las de la
Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral de Navarra que tomen compromisos
y medidas inmediatas en la mejora de las pensiones; sobre todo garantizando
indefinidamente el incremento de todas las pensiones al menos con el IPC, y una
pensión mínima digna de 1.080 euros.
Para
masificar el movimiento y para que sea potente y eficaz se han adoptado
unitaria y conjuntamente diversas iniciativas de movilización a nivel nacional,
que han tenido un eco y éxito muy importante. Asimismo, pusimos en pie
delegaciones para trasladar nuestras demandas a las instituciones autonómicas y
a la central estatal, con las que hemos tenidos reuniones tanto en Madrid, como
en Gasteiz-Vitoria y en Iruña-Pamplona.
El
que hace unos meses tuviéramos en Bilbao una reunión con la Ministra Magdalena
Valerio y el 20 de febrero en Madrid con los grupos parlamentarios de EH Bildu,
Compromis de Valencia, ERC de Catalunya, Partido Nacionalista Vasco, Unidos
Podemos y PSOE a escala estatal, es una muestra clara del reconocimiento,
referencialidad y fuerza del movimiento de pensionistas de Euskal Herria.
v. s.¿Qué
tipo de relación se mantiene con el resto de plataformas del Estado español?
¿Existe alguna coordinadora estatal ?
J.
F.:En lo que respecta a la relación con el
resto de plataformas del Estado español, la situación es un tanto complicada.
Gran parte de la izquierda española y de quienes dirigen esas plataformas
siguen sin aceptar ni asumir las realidades nacionales de Catalunya, Euskal
Herria y Galicia. No aceptan las particularidades nacionales de los movimientos
sociales -en este caso el del movimiento de pensionistas- ni su autonomía y
soberanía. Consideran que debemos subordinarnos a ellos, a sus decisiones e
iniciativas, tachándonos de insolidarios y divisores del movimiento; incluso
nos niegan el derecho a tener interlocución directa con el Gobierno y las
instituciones de Madrid. Esto fue de lo que nos acusó hace unos meses la
Coordinadora Estatal Por un Sistema Público de Pensiones, a la que ya he hecho
referencia anteriormente.
Nosotros
y nosotras defendemos nuestra autonomía, nuestras reivindicaciones y nuestro
calendario de movilizaciones e iniciativas. Y desde el reconocimiento del
respeto mutuo, estamos interesados en coincidir y coordinarlas con las del
resto del Estado. De hecho ya hemos coincidido en algunas convocatorias de
movilizaciones a escala estatal y volveremos a hacerlo en las convocatorias
generales para los días 13 de abril (15 días antes de las elecciones generales
al Parlamento español) y 11 de mayo (15 días antes de las elecciones
municipales, forales –en nuestro caso- y europeas).
En
todo caso hay que señalar que en los dos últimos meses las relaciones con esa
Coordinadora Estatal han mejorado algo, son más fluidas. Lo que favorece la
comunicación a través de las plataformas adheridas a esa coordinadora estatal.
v. s.:
Un hecho que llama la atención es la unidad del movimiento, porque en el
confluyen personas con perfiles y militancias políticas, sindicales y sociales
muy diferentes. ¿Cuáles son los elementos que permiten mantener su unidad? ¿
Cuáles son las reivindicaciones en las que se apoya esa unidad?
J.
F.:Antes he citado la diversidad que
recorre nuestro movimiento. Y lo primero que quiero resaltar es que tanto ante
el movimiento, como en las coordinadoras provinciales amplias en las que
convergemos, nuestra presencia es meramente a título individual. Por tanto, no
se trata de una unidad de acción sindical o de una unidad de diferentes
plataformas de pensionistas, aunque una buena parte formemos parte de las
mismas. Las tensiones y divergencias son inevitables y en muchos casos
difíciles de gestionar. Pero presionados, en buena parte, por la dimensión del
movimiento, todo el mundo es consciente de que no se puede imponer a nadie lo
que una plataforma en particular defienda, por fuerte o mayoritaria que sea.
·
En relación a las reivindicaciones básicas sobre pensiones que nos unen son las
siguientes: Revalorización automática de las pensiones en función como mínimo
del IPC real garantizada por ley.
- Pensión mínima de 1.080 euros.
- Derogación de las reformas de pensiones y
laborales de los años 2.011 y 2.013.
- Acabar con la desigualdad de género en salarios y
pensiones, mediante a trabajo de igual valor igual salario; y pensión de
viudedad del 100 % de la base reguladora.
- Jubilación anticipada sin penalización.
- Derogación del copago sanitario y el
medicamentazo.
- Erradicación de la pobreza energética.
- Participación de las personas pensionistas en las
decisiones que nos afecten.
·
Defensa y reforzamiento del Sistema Público de Pensiones -sin entrar en más
precisiones- frente a los sistemas de privatización individual y colectiva,
favorecido por medidas fiscales.
Estos
elementos y la renuncia a proyectos o elementos centrales que nos diferencian,
son los que permiten mantener la unidad. Si alguien intentara imponer elementos
de diferenciación, ello sólo acarrearía división, fragmentación y, de hecho, la
liquidación del movimiento con la dimensión que tenemos.
v. s.:
¿A qué diferencias te refieres?
J.
F.: Dos son los elementos centrales que nos
diferencian: 1) La posición en torno al balance y el lugar del Pacto de Toledo,
y 2) La defensa de la Caja Única estatal de la Seguridad Social, o un proyecto
de Sistema Público Vasco de Protección Social, adecuado a las condiciones
específicas de la Comunidad Autónoma Vasca y de la Comunidad Foral Navarra.
En
relación al Pacto de Toledo, la posición de las plataformas a la que pertenezco
es absolutamente crítica con su pasado y el presente. En la reunión celebrada
en Madrid el 19 de febrero para su renovación, en la participación de todos los
grupos parlamentarios que forman parte del mismo, entre otras recomendaciones,
se pusieron encima de la mesa el aumento la edad media de jubilación de 62,5 a
63,5 años, la prolongación del cálculo del salario regulador (ampliar del
proceso progresivo actual hasta los 25 años al conjunto de la vida laboral).
Esto, junto a la aplicación del factor de sostenibilidad conllevaría a una
merma considerable de la cuantía de las pensiones tanto a nivel individual como
colectivo. Sólo ERC, EH Bildu y Unidos Podemos rechazaron radicalmente estas
propuestas. Una posición que compartimos desde nuestras plataformas comparten.
En
relación a la defensa de que se transfiera la Caja de la Seguridad Social a las
instituciones vascas, quienes postulamos ese proyecto lo que defendemos es la
transferencia inmediata de la gestión económica de la seguridad social a la
CAV, tal como está contemplado en el Estatuto de Gernika[2].
Y no está de más señalar que la inmensa mayoría del Parlamento Vasco (PNV, EH
Bildu, Elkarrekin Podemos y el Partido Socialista) instó al Gobierno de Gasteiz
a que acelere la exigencia de la transferencia de esa competencia al Gobierno
Central.
Quienes
nos acusan de ser egoístas e insolidarios no aceptan el derecho soberano de
este país a disponer de un sistema público propio de protección social. Un
sistema controlado desde la cercanía y asentado en una economía mas
desarrollada que en el resto del Estado, con una relación de fuerza sindicales,
políticas y sociales más favorables para conseguir un sistema público más
afianzado y que posibilite unas mejores pensiones.
Esos
mismos argumentos son los utilizados como excusa por los dos grandes sindicatos
estatales (CC OO Y UGT) para imponer convenios estatales, que las patronales
aplauden, inferiores a las condiciones salariales y laborales de los y las
trabajadoras vascas. Y otro tanto ocurre en relación a la critica a la Renta de
Garantía de Ingresos (RGI) reconocida con nombres diferentes en la CAV y
Nafarroa, que aunque recoge unas prestaciones muy limitadas y con grandes
impedimentos para acceder a ellas, también es reclamada en otras comunidades
autónomas del resto del Estado por fuerzas de izquierda, si bien con mayores
limitaciones aún.
Acusar
de insolidaridad y egoísmo porque las condiciones salariales, laborales y
sociales en Euskal Herria, logradas después de muchas peleas y luchas, no son
tan desfavorables como en el resto del Estado, no tiene justificación alguna y
sólo sirve de excusa para que algunos agentes sociales y políticos no asuman su
responsabilidad en otras regiones y pueblos del resto del Estado. Conseguir un
sistema público vasco de protección social mas progresista que el que se rige
hoy desde Madrid, lejos de ser elemento de crítica debería servir de referencia
para exigir y conseguir mejoras en el resto del Estado.
Ahora
bien, ello no nos lleva a minusvalorar, sino todo lo contrario, el interés de
coincidir en el impulso de movilizaciones generales a escala estatal -como ya
lo estamos haciendo- para exigir al gobierno y las instituciones centrales una
mejora y afianzamiento del Sistema Público de la Seguridad Social que garantice
unas pensiones públicas dignas con carácter universal.
v. s.:
La emergencia de este movimiento de pensionistas autónomo, por decirlo de algún
modo, se da al margen de quienes en teoría deberían ser los defensores de un
sistema de pensiones público y digno: los sindicatos, algunos de los cuáles
cuentan con Federaciones de Pensionistas. ¿Qué relación existe, si existe
alguna, con esas federaciones y con el conjunto de los sindicatos? ¿Tiene que
ver esta emergencia autónoma del movimiento con las políticas sindicales de
adaptación al Pacto de Toledo, clave de bóveda del actual sistema de pensiones?
J.
F.: Sin duda deberían ser los sindicatos,
y en especial sus federaciones de pensionistas, quienes desde hace años
deberían haber trabajado por impulsar un movimiento de estas características.
Pero el carácter un tanto espontáneo y autónomo del mismo tiene que ver con el
escaso apoyo y compromiso de los principales sindicatos y sus federaciones de
pensionistas para atender a las necesidades y demandas de las y los
pensionistas. De hecho, un sector muy importante del movimiento de pensionistas
tiene una desconfianza muy grande hacia los sindicatos, sin distinguir en
muchas ocasiones el diferente comportamiento de estos.
En
consecuencia la relación con esas federaciones y más en general con la mayoría
de los sindicatos es muy débil, por no utilizar una expresión mas cruda. En el
resto del Estado las federaciones de pensionistas de CC OO y UGT, así como sus
sindicatos respectivos, andan por su cuenta, al margen del resto de plataformas
y del movimiento. Eso explica la inexistencia de la unidad y la fractura del
movimiento, con su derivada de debilidad y frustración en el seno del mismo.
En
Euskal Herria la situación es un poco diferente. Las federaciones de todos los
sindicatos y plataformas diversas de pensionistas participan de algún modo en
el movimiento y en sus coordinadoras. Sin duda la potencia y dimensión del
movimiento obliga a que todo el mundo se mantenga en él, pues la sombra al
margen del mismo y el riesgo de aislamiento de este es muy grande.
Sin
lugar a dudas, la adaptación y defensa del Pacto de Toledo por parte de CC OO y
UGT, viendo lo recortes de pensiones y las dificultades crecientes que derivan
de sus recomendaciones, genera una desconfianza muy grande hacia ellos y hacia
los partidos políticos que defienden esas recomendaciones. Y eso explica el
rechazo hacia esos sindicatos, incluso a su participación como tales, y sobre
todo a sus intentos de protagonismo injustificado en las movilizaciones, que
provocan un cabreo muy generalizado.
v. s.:
A lo largo de este año las plataformas de pensionistas vascos habéis tenido
reuniones con responsables gubernamentales (la Ministra de Trabajo desplazada a
Bilbao ) con los partidos políticos del Parlamento Vasco y más recientemente
habéis acudido a Madrid a reuniremos con los grupos parlamentarios del congreso
(salvo PP, Ciudadanos y el PdCat que no aceptaron la reunión). ¿ Cuáles han
sido vuestras demandas y qué respuestas habéis obtenido de los mismos ?
J.
F.:En las reuniones con los grupos
parlamentarios vascos (también se la solicitamos al Sr. Urkullu, que no nos
recibió) las dos principales demandas que les planteamos fueron: 1) El
complemento de pensiones hasta la pensión mínima de 1.080 euros, no subordinada
a las condiciones de la Renta de Garantía de Ingresos, estableciendo una ley
específica para ello.
2) El establecimiento de un SMI de 1.200 euros, al menos
para todos y todas las trabajadoras que participan en las empresas contratadas
para servicios de las instituciones públicas.
Más
allá de las respuestas diplomáticas, sólo EH Bildu y Elkarrekin Podemos
manifestaron su acuerdo y disposición a plantearlas. Por contra, PNV, PSE-EE y
PP, apoyándose en la supuesta falta de competencias, manifestaron la
imposibilidad de llevarlas adelante. Posteriormente, con el apoyo de esos tres
partidos se acordó una partida presupuestaria que eleva el complemento de
pensiones a través de la RGI en un 4,5 %. Con ese aumento ni siquiera se
llega al SMI del año pasado y sólo algo más de 20.000 personas pensionistas, de
las 180.000 que tienen pensiones inferiores a 750 euros en la CAV, podrán
acceder a ese complemento debido a las condiciones que impone la RGI.
En
las reuniones celebradas en Madrid, les planteamos las reivindicaciones que
tenemos en nuestra plataforma con dos matices: El primero, que las pensiones
mínimas se equiparan ya al SMI actual de 900 euros, para situarlas en el año
2020 en 1.080 euros, y que el SMI pase a 1.200 euros; y, segunda, la
importancia de una auditoría social de la Caja de la Seguridad Social, con la
necesidad de recuperar al menos parte de los 500.000 millones de euros que
fueron desviados desde su fundación de la misma. Una cantidad bien comprobada y
contrastada.
La
víspera, el 19 de febrero, se habían reunido los grupos parlamentarios que
forman parte del Pacto de Toledo, lo que hizo que el debate y contraste de
opiniones estuviera centrado en torno al contenido de las recomendaciones
emanadas de esa reunión.
El
PSOE y PNV defendían la virtualidad de las recomendaciones del Pacto de Toledo,
criticando el que Unidos Podemos y ERC (EH Bildu no forma parte, por no tener
representación suficiente, de los grupos del Pacto de Toledo) hubieran
rechazado la posibilidad de garantizar la revalorización de las pensiones con
el IPC a partir del año 2020. Por su parte, EH Bildu, ERC y Unidos Podemos -la
posición de Compromis de Valencia fue un poco más dubitativa- criticaron
duramente el conjunto de las recomendaciones, porque junto a esa posibilidad se
contemplaban medidas como la de incrementar la edad media de jubilación de 62,5
a 63,5 años, y la de ampliar el cálculo del salario regulador de las pensiones
del actual proceso progresivo hasta los 25 años al conjunto de la vida laboral.
Medidas que junto a la aplicación del factor de sostenibilidad -suspendida sólo
hasta el año 2023- supondrían una merma considerable de las prestaciones de los
y las futuras pensionistas.
En
los contactos con PNV y PSOE, el primero cantó alabanzas a los fondos de
pensiones privados y colectivos existentes en la CAV (Entidades de Previsión
Social Voluntaria, EPSV). En cuando al PSOE, le planteamos que si estaban de
acuerdo de subir las pensiones a partir del año 2020 en el Marco del Pacto de
Toledo e incrementar a 1.000 euros el SMI como vienen publicitando, aplicaran
esos incrementos ya, sin demora. Su respuesta fue que hay que ser pragmáticos,
que es imprescindible el consenso de las fuerzas mayoritarias para adoptar esos
compromisos, y que por el momento no podía asumirlos.
v. s.:
Desde el inicio, una de las preocupaciones centrales del movimiento es que el
mismo no sólo integre a las y los pensionistas, sino que los trabajadoras y
trabajadores activos se sumen a la defensa de sus reivindicaciones y sus
movilizaciones. ¿En qué punto estamos, como lograr la integración de esos
sectores?
J.
F.:Como se puede observar en nuestras
plataformas reivindicativas, hay demandas que afectan directamente a las
trabajadoras y trabajadores en activo, a la inmensa mayoría de las personas
viudas (en especial mujeres) y a las y los jóvenes.
Por
eso una y otra vez hacemos llamamientos a converger en nuestras movilizaciones.
Y por ese motivo hemos convocado las manifestaciones provinciales los días 13
de abril y 11 de mayo, que son sábados, con el objetivo de que puedan
participar los sectores más amplios posibles
Llevamos
trabajando desde hace tiempo con esos sectores y en particular con los
sindicatos de la llamada mayoría sindical vasca (ELA, LAB, ESK, Steilas, EHNE,
Hiru…) para tratar de la importancia de esa convergencia, subrayando el interés
de que impulsen campañas en los centros de trabajo, animando a las trabajadoras
y trabajadores a participar en esa movilizaciones que afectan no sólo a las
pensiones actuales sino a las del futuro.
Algunos
de ellos lo están haciendo, pero en general no hay una tensión y actuación
sindical muy activa que responda a la gravedad de la situación del Sistema
Público de la Seguridad Social y a la necesidad de impulsar alianzas y dar
respuestas conjuntas. Y ello a pesar de la extensa sensibilidad y
reconocimiento social en torno al movimiento de pensionistas. Seguiremos
insistiendo una y otra vez y esperamos que las propuestas vayan cuajando.
v. s.:
Para terminar, en la concentración del último lunes en febrero en Bilbao
planteasteis tres líneas de trabajo para los próximos meses: en primer lugar,
participar en la huelga feminista del 8 de marzo; en segundo lugar, no dar
tregua a los partidos políticos institucionales durante las campañas
electorales para que sientan la presión del movimiento pensionista y, en tercer
lugar, el llamamiento al resto de movimientos (feminista, juvenil..) a
participar en las movilizaciones previstas para el 15 de abril y el 11 de mayo.
J.
F.: Efectivamente, el pasado 8 de marzo,
en especial las mujeres pensionistas, tuvieron un protagonismo importante en
las movilizaciones de la mañana que era sólo para mujeres. Y en las
manifestaciones de la tarde, con participación mixta, pero encabezadas también
por mujeres, el movimiento de pensionistas en general tuvo una presencia
importante. La demanda de unas pensiones mínimas dignas, que afectan
principalmente a mujeres, tuvo un lugar destacado en el conjunto de las
movilizaciones.
Por
otra parte, durante la campaña electoral no queremos dar tregua a los partidos
políticos institucionales a fin de que la cuestión de las pensiones entre en
sus agendas y compromisos. Por ello están convocadas las manifestaciones de los
días 13 de abril y 11 de mayo, quince días antes respectivamente de la
celebración de las elecciones generales y las municipales, forales y europeas.
Y durante las campañas vamos a estar una y otra vez exigiendo respuestas
precisas y concretas a nuestras demandas, promoviendo mesas redondas de debate
dirigidas por pensionistas...
v. s.:
¿Alguna otra cuestión que hayamos dejado en el tintero?
J.
F.: No podemos dejar de comentar las perspectivas
con que contamos hacia adelante. Después de casi 14 meses de movilizaciones
ininterrumpidas, el movimiento de pensionistas vasco no muestra aún síntomas de
cansancio y frustración. Y ello a pesar de las campañas de confusión llevadas
cabo por algunos medios de comunicación y los intentos de dividirlo y
desactivarlo impulsados por algunos partidos o plataformas afines a ellos.
Con
bastante seguridad podemos pensar que se mantendrá activo y fuerte durante los
próximos meses hasta junio. Luego llega el verano y después el otoño y es
difícil predecir si se mantendrá en las coordenadas actuales.
Nuestro
propósito es continuar con las movilizaciones y sobre todo empezar a preparar
desde ahora una movilización general de carácter social, con paros incluidos,
para inicios del otoño. Algunos sindicatos de la mayoría sindical vasca ya nos
han manifestado su apoyo y disposición a trabajar por su impulso. Pero aún es
prematuro para asegurar que se pueda realizar con el apoyo de la mayoría de los
sindicatos y otros sectores sociales.
Por
otro lado, señalar que nuestras plataformas de pensionistas (Pentsionistak
Martxan en Bizkaia, Duintasuna en Gipuzkoa, Arabako Pentsionistak Lanean de
Araba y Pentsionistak Martxan de Nafarroa ) vamos a celebrar una Asamblea Nacional
el 9 de Abril en Gasteiz-Vitoria.
Aspiramos
a reunir unas 400 personas, y allí nos dotaremos de un nombre y logo común a
nivel nacional que irá acompañado en cada provincia con los nombres hasta ahora
utilizados en cada una de ellas. Asimismo se elegirán unas portavocías
nacionales y se compondrá una coordinadora nacional de 24 pensionistas (3
mujeres y 3 hombres por provincia).
Nuestro
objetivo es reforzar nuestra organización y consolidar nuestro espacio de
trabajo en todas las capitales, ciudades y pueblos medianos. Somos plenamente
conscientes que ante la política de recortes de los derechos sociales impulsada
por el capitalismo internacional y protegida y apoyada por la inmensa mayoría
de los Estados y de sus gobiernos (entre ellos por el Estado español, sea
gobernado con más dureza por la derecha y extrema derecha, o algo menos por la
socialdemocracia), que la pelea por los servicios públicos de toda naturaleza
va a tener que ser continua. Con esa consciencia nacimos hace casi diez años y
con la misma voluntad la continuaremos en los años que siguen.
11/03/2019
1/ Pentsionistak Martxan en Bizkaia, Duintasuna en
Gipuzkoa, Arabako Pentsionistak Lanean en Araba y Pentsionistak Martxan en
Nafarroa
2/ El artículo 18.2 del Estatuto de Gernika establece
que, en materia de Seguridad Social, corresponde a Euskadi "el desarrollo
legislativo y la ejecución de la legislación básica del Estado, salvo las
normas que configuran el régimen económico de la misma", así como "la
gestión del régimen económico de la Seguridad Social".
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