sábado, 17 de enero de 2009

LO BLANCO DEL REAL MADRID DE COLOR OSCURO

(Vicente Calderón)


Vicente Calderón, hombre rico antes que nada y sobre todas las cosas, porque es la condición indispensable para ser hoy presidente de negocio futbolero de relieve, ha dejado de ser Presidente del imperio blanco, o negro, según se mire, del Real Madrid.
Y ha dejado de ser presidente como corresponde a un negocio de tantos millones, por la puerta de atrás y una lagrimita rodándole por la mejilla.
Ha dimitido, a pesar de que hace unos días dijo que no dimitiría, porque de hacerlo, según él, supondría una cobardía y que algo tendría que ocultar.
Pues queda clara la cosa: es un cobarde y algo tiene que ocultar. Eso sí, sigue siendo rico, porque cuando uno es un cobarde y un ocultador no se hace pobre al momento.
El motivo de la dimisión de Vicente Calderón ha estado originado porque en la asamblea que le aprobó su gestión, esto y lo otro, asistieron mercenarios de poca monta, los cuales sin tener derecho a voto votaron. Y, claro, pasa lo que pasa.
No obstante, pobrete mío, ha dicho Vicente Calderón, que su dimisión se ha debido a una mente perversa y malévola. A que la mierda le llegaba hasta el pescuezo no, de eso no ha dicho nada, ha sido una mente perversa y malévola. Mente que no soy capaz de localizar, porque solo ha dado dos datos: perversa y malévola.
Si hubiera dicho, además, que la tal mente era palitroquera, con acento tejano de hacer reír de pena, pedante y prepotente con aires de hombre de estado, borrachuzo público alguna vez, siempre soso y desvahido en el cuento de chistes, sin condón al trasteo con francesa de rango ministerial, escribidor de libros, que no escritor, amigo de Berlusconi, que a mi me cae como una patada en los cojones y con bigote, no habría tenido duda: José María Aznar, hubiera afirmado sin titubear…, pero tantos datos no aporta Vicente Calderón, por lo que no me puedo pronunciar claramente por nadie. Que sería necesaria una inspección fiscal a toda esa tropa sí
Porque estas cosas son así, que te pones algo chulín, y dices: Aznar, ha sido Aznar, y luego resulta que no, que ha sido el ex presidente de Telefónica, amigo de Aznar, que ya anduvo trasteando con el Valencia C.F., pero que con lo del Valencia le dieron en todos los morros, o incluso Florentín, que de capitales ajenos también sabe un rato. Y, también podría ser yo, que nadie está libre de pecado, y cualquiera puede disponer de nueve mil millones de euros, lo que pasa es que no quiero hacer alardes con la paga de jubilación que me quede, si antes no han arramblado con todos los fondos públicos los marmolines de la política y el tanto por cien. Que esta es otra.
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