Las clases sociales y el modo
de producción
Por Manuel Sogas
Elpollourbano.net
Mayo 2023
¿Qué son las clases sociales? ¿Qué las origina?
¿Qué elementos las definen? ¿Qué utilidad e importancia tienen desde la óptica
marxista para el análisis económico, político e ideológico de la realidad?
Responder correctamente a esta cuestión
desde los presupuestos políticos e ideológicos del marxismo adquiere carácter
prioritario y previo a cualquier otra tarea para cualquier individuo que milite
en un partido político declarado de izquierdas y que tenga como propósito la
transformación de la sociedad capitalista en sociedad socialista, porque según
sea la respuesta que se dé a la cuestión planteada y de llevarse a la práctica
como es imperativo marxista, en base a una errónea interpretación del concepto
de las clases sociales, da lugar a posiciones que varían entre posturas
revisionistas y reformistas hasta las claramente burguesas o reaccionarias, con
lo que con cualquiera de estas posiciones que se adopte, en la práctica se
niega al marxismo como método de conocimiento de la realidad, y como método o
procedimiento de la acción política para la transformación revolucionaria de la
sociedad, lo que inapelablemente se traduce en perjuicio contra los intereses
de los trabajadores.
Sin el conocimiento correcto y completa
comprensión del concepto de clase social, entre otros, de qué son las clases
sociales, qué elementos han de ser considerados para su definición, y qué
condiciones económicas, políticas e ideológicas deben darse para que las mismas
puedan ser erradicadas de la sociedad, toda su fecundidad queda desnaturalizada
y convertidas sus teorías en un conjunto de palabras sueltas, sin conexión ni
relación de las unas con otras, como si de compartimientos estancos e
independientes entre sí se tratara, de modo que el método más riguroso,
objetivo y científico de conocimiento, de análisis de la sociedad presente y
pasada como es el marxismo, queda reducido a un “eslogan que suena a
latón” [1], y
en consecuencia queda transformado en algo inútil como instrumento para el
conocimiento científico de la realidad, y así lo que se presentaba como
instrumento imprescindible que posibilitaba el conocimiento, desarrollo y
avance social para el mejoramiento de las condiciones de vida del ser humano en
general, queda convertido en su contrario para las grandes masas, al impedir el
conocimiento de la realidad, dado que sin este conocimiento previo no es
posible transformarla, lo que obstaculiza e impide al ser humano su completo
desarrollo material y espiritual como sujeto portador de valores y
potencialidades.
Las consecuencias más graves que tiene
la interpretación errónea de las clases sociales son las que provienen del
propio seno marxista. El ejemplo más significativo en este sentido lo podemos
encontrar en el VII Congreso de los Soviets en 1936, en el que quedó
constituida la propia Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), en el
que se estableció: “que ya no existe clase capitalista en la industria, ni
clase de kulaks en la agricultura. Tampoco existen negociantes y especuladores
en el comercio. Todas las clases explotadoras han sido liquidadas” [2].
La socialdemocracia alemana,
movimiento de izquierdas inspirado en las ideas de Marx y Engels en el programa
de Gotha, considera “superadas las clases sociales” en su Congreso de Bad
Godesber (1959) para preparar la campaña electoral de 1961, y así, sería el
propio Helmut Schmidt quien le pidiera a Philip Rosenthal, uno de los más
grandes empresarios de la industria de la porcelana, convertido al SPD, que
defendiera los colores del movimiento obrero, lo que le llevó a pregonar la
“comunidad de intereses” entre patronos y obreros. Esto influyó y determinó que
el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) abandonara el marxismo en su XXVIII
Congreso celebrado en 1979.
Estos hechos ponen de manifiesto que aun
por distintos caminos, tanto el revisionismo marxista como la socialdemocracia,
“aunque incomparables en sus resultados, coinciden en la reducción del marxismo
a pura tecnología económica, a la tecnocracia, olvidando por entero su mandato
de realizar la Filosofía” [3],
lo que se traduce en un freno para el desarrollo del marxismo en manos de las clases
trabajadoras, favoreciendo con ello las políticas reaccionarias del capital
contra los intereses de los trabajadores, al contribuir al sostenimiento y
consolidación ideológica del capitalismo, cuyo derribo y sustitución por las
nuevas relaciones de producción socialistas es la función histórica del
movimiento obrero.
En el año 2013, la BBC, la radio
televisión pública británica, encargó un estudio a una prestigiosa institución
sociológica de la misma nacionalidad para que determinara el número de clases
sociales en el Reino Unido [4].
Estas clases fueron siete: Élite, Clase media establecida, Clase media técnica,
Nueva clase trabajadora rica, Clase trabajadora tradicional, Trabajadores de
servicios y Precariato o proletariado precario. De esta manera se pasa de las
mil veces anunciada muerte de las clases sociales a su florecimiento espontáneo
como las margaritas en el campo, lo que no debe sorprendernos, puesto que la
sociología burguesa no busca la veracidad del hecho que investiga, sino la
percepción social que del mismo se tiene, y esta percepción social puede ser
dirigida según convenga a los intereses del capital en un sentido o en otro, de
modo que pueden conseguir que algo siendo objetivamente contrario a los
intereses de la clase trabajadora en su conjunto, y en consecuencia,
perjudiciales para la inmensa mayoría de la población, mediante la manipulación
de la opinión pública en general, a través de los medios de comunicación,
prensa, radio, televisión, internet y otros a su servicio, puede ser convertido
en algo que sea aceptado socialmente como beneficioso a la sociedad entera, de
modo que “el pauperismo material es sustituido por uno inmaterial cuya
manifestación más patente es la desaparición de las facultades políticas del
individuo: frente a una masa de indigentes políticos por encima de los cuales
puede incluso ser decidido el suicidio colectivo, ésta minoría cada vez más
reducida de políticos omnipotentes. Hacer que la mayoría acepte y aguante
voluntariamente esta situación constituye el cometido más importante de la
manipulación industrial de las conciencias” [5].
Pero las clases sociales no dependen de las decisiones políticas ni de
decretos, sino de las relaciones de producción, del mismo modo que su aparición
y luchas no pueden ser atribuidas a nadie en particular.
“A consecuencia del desarrollo de todos
los ramos de la producción, ganadería, agricultura, oficios manuales
domésticos-, la fuerza del hombre iba haciéndose capaz de crear más productos
que los necesarios para su mantenimiento. También aumentó la suma de trabajo
que correspondía diariamente a cada miembro de la gens, de la comunidad
doméstica o de la familia aislada. Era ya conveniente conseguir más fuerza de
trabajo, y la guerra la suministró; los prisioneros fueron transformados en
esclavos…De la primera gran división social del trabajo nació la primera gran
escisión de la sociedad en dos clases; señores y esclavos, explotadores y
explotados… Y con la aparición de los rebaños y las demás riquezas nuevas, se
produjo una revolución en la familia (pág. 336)… Un trabajo tan variado no
podía ser ya cumplido por un solo individuo y se produjo la segunda gran
división del trabajo; los oficios se separaron de la agricultura: El constante
crecimiento de la producción, y con ella la productividad del trabajo aumentó y
el valor de la fuerza de trabajo del hombre; la esclavitud, aun en su estado
naciente y esporádico en el estadio anterior, se convirtió en un elemento
esencial del sistema social… La diferencia entre ricos y pobres se sumó a la
existente entre libres y esclavos; de la nueva división del trabajo resultó una
nueva escisión de la sociedad en clases (Pág. 338)… La guerra, hecha
anteriormente sólo para vengar la agresión o con el fin de extender un
territorio que había llegado a ser insuficiente, se librará ahora sin más
propósito que el saqueo y se convirtió en una industria permanente…; con ello
se echaron los cimientos de la monarquía y de la nobleza hereditaria…; con
arreglo a esto, sus organismos dejaron de ser instrumentos de la voluntad del
pueblo y se convirtieron en organismos independientes para dominar al propio
pueblo (Pág. 339)…, al mismo tiempo encontramos una división del trabajo entre
los pueblos pastores y las tribus atrasadas, sin rebaños, y de ahí dos grados
de producción diferentes uno junto al otro y, por tanto, las condiciones para
un cambio regular…La civilización consolida y aumenta todas estas divisiones
del trabajo ya existentes, sobre todo acentuando todas estas divisiones del
trabajo ya existentes (Pág. 340) …” [6].
Las clases sociales están constituidas
por grupos humanos, pero no todo grupo humano constituye por sí mismo una clase
social. Por ejemplo, todas las personas que llenan un campo de futbol durante
un partido forman un grupo humano compuesto por los espectadores, jugadores de
fútbol, árbitros, servicio de mantenimiento, servicios médicos, directivos,
empleados, etc., pero este grupo humano en sí mismo no constituye ni puede
constituir una clase social.
En el modo de producción capitalista, en
sentido abstracto, que es como estudia, analiza y critica Marx al capitalismo
en El Capital, encuentra dos grupos sociales perfectamente definidos, en
sentido abstracto: el uno es el que posee los medios de producción y no
interviene directamente en el proceso de producción (sentido y término
abstracto) al que denomina clase capitalista, y otro grupo social, igualmente
definido en sentido abstracto, que no posee medios de producción, y que para
subsistir no tiene otra cosa que la propia fuerza de trabajo, la que
necesariamente ha de vender al capitalista a cambio de un salario, y que es el
único que interviene directamente en el proceso de producción (sentido
abstracto), mediante el proceso de trabajo (sentido concreto) que realiza para
el capitalista, a través de cuyo proceso de trabajo produce una determinada
plusvalía (ganancia) que queda en poder del capitalista, de la que solo una parte
llega al asalariado en forma de salario, que consiste en la cantidad necesaria
para su subsistencia y reproducción como especie.
*
*Manuel Sogas Cotano
Miembro del Comité Ejecutivo del Partido del Trabajo
Unificado de España (PTU)
Mao, abril 2023
Las clases sociales y el modo de producción
II
En un mismo grupo humano pueden existir
distintas clases sociales, y dentro de estas, a su vez, es posible encontrar
otros grupos o subgrupos con diferentes intereses entre ellos, pero que al
mismo tiempo forman la misma clase social, caso que ocurre con los tres grandes
grupos de capitalistas: el capital industrial, capital financiero y capital
comercial. Ninguno de estos tres grupos o subgrupos de capitalistas por ellos
mismos constituyen la clase social capitalista, pero en conjunto la conforman.
A estos grupos se les denomina fracciones de clase. Cada una de estas
fracciones de clase capitalista tiene un interés particular propio que les hace
mantener una pugna constante entre ellos, si bien este interés particular de
cada uno de ellos queda superado por el interés común que les mantiene unidos
como clase social: la necesidad particular de cada uno para apropiarse de una
parte de la plusvalía (riqueza) creada por la clase obrera, trabajadora o
asalariada, a la que Marx bajo una denominación común (en abstracto) llamó
proletariado. La base material que fundamenta y sostiene la pugna entre las
fracciones capitalistas consiste en la forma que cada una de ellas planea con
el fin de apropiarse de la mayor parte posible de la plusvalía creada por las
clases trabajadoras, y de ninguna manera se plantean la intención de mejorar la
suerte de estas últimas.
Lo mismo acontece y puede ser dicho
acerca de la clase trabajadora, que siendo una (en abstracto) como ocurre con
la clase capitalista, dentro de ella también se encuentran grupos sociales,
fracciones de la clase trabajadora, que por sí mismas no pueden constituir la
clase trabajadora, pero en conjunto la constituyen, como pueden ser el grupo de
profesores asalariados, médicos, abogados, técnicos, funcionarios, etc.
También pueden encontrarse grupos
sociales que no reúnen las caracteríicas específicas para poder ser inscritos
directamente dentro de la clase capitalista ni tampoco dentro de la clase
obrera, como pueden ser los militares y otras profesiones de las denominadas
liberales, los que en determinadas condiciones pueden de hecho apropiarse de
los poderes del Estado: militar, ejecutivo, legislativo, administrativo, para
provecharse tanto de la clase capitalista como de la clase trabajadora para el enriquecimiento
personal. Un ejemplo de este último grupo social lo estudia y expone claramente
Marx en los estudios que realizó en tiempos de Luis Bonaparte y de la guerra
civil en Francia.
Con lo expuesto hasta este punto acerca
de las clases sociales, que no es otra cosa que un simple brochazo a trazo
grueso de cuanto al respecto puede ser dicho, queda en evidencia la dificultad
que entraña determinarlas en cada formación social capitalista (en cada lugar
concreto y en un tiempo concreto), por lo que su determinación no puede fiarse
ni al libre albedrio ni a la intuición o espontaneidad particular de nadie,
como quien aplica mecánicamente un recetario mágico para la resolución de
problemas complejos en un instante. Su determinación correcta debe basarse en
el estudio y comprensión de las teorías marxistas.
Desde el punto de vista marxista el
concepto de clase social es uno de los pilares básicos en el que se sustenta la
teoría marxista para la transformación social, por lo que tiene de elemento instrumental
para el conocimiento y análisis de la realidad social, sea en abstracto o en
concreto. Transformación social que debe llevarse a cabo mediante el trabajo
práctico diario de las personas que militen en partidos socialistas y
comunistas, y de aquí la singular importancia que adquiere el conocimiento de
la existencia de las clases sociales para todo sujeto que milite en partidos
socialistas y comunistas, que declaren pretender la transformación de la
sociedad capitalista imperante en la nueva sociedad socialista, a fin de
transmitir este conocimiento a las grandes masas exento de las aproximaciones,
prejuicios y tópicos con los que revisten a la noción de clase social los
ideólogos y propagandistas políticos burgueses, para su rearme ideológico contra
la ideología burguesa y reaccionaria, a la vez profundizar y solidificar la
toma de conciencia (conocimiento claro y objetivo) personal, social y política
de la función que realiza el trabajo en el ser humano y del papel que juega
todo individuo en la sociedad y desarrollo histórico.
La comprensión de las clases sociales,
su composición y funcionamiento, las condiciones que han de darse para su
extinción, se hace cada vez más urgente e imperiosa, porque sin él, la defensa
real y efectiva de los intereses de los trabajadores que representan la
absoluta y aplastante mayoría de la población de todo el mundo, sencillamente
será imposible.
Marx murió en 1883, antes de poder
redactar el último capítulo de El Capital dedicado a las clases sociales, por
esta razón han sido diferentes autores los que después de su muerte han
intentado reconstruir la definición de las mismas, pero pese a ello no han
logrado aportar nada nuevo. En este sentido cabría mencionar el libro del
filósofo y sociólogo alemán Dahrendorf (1929-2009), Las clases sociales y su
conflicto en la sociedad industrial, publicado en 1962, donde toma como base
para ello un conjunto de citas de los textos de Marx [ ], pertenecientes a
distintas épocas y con diferentes grados de abstracción en función de un
esquema previamente elaborado con la pretensión, además, de superar la teoría
marxista como método para la explicación de las nuevas condiciones sociales,
sin que para ello pudiera argüir razones objetivas de peso. El único aspecto
positivo que cabria señalar en este trabajo de Dahrendorf, sería la suma y
recopilación de citas que realiza, pero absolutamente ninguno respecto de la
clarificación de las clases sociales, por cuanto que estas no pueden ser
definidas con una suma de citas de forma mecánica.
Marx no descubre las clases sociales ni
las luchas entre ellas. En cualquier modo de producción en el que se den
relaciones de explotación aparecen grupos sociales antagónicos con intereses
opuestos: los explotados y los explotadores, cuyo antagonismo es
irreconciliables en tanto permanezcan las relaciones de explotación. Así, el
grupo social de esclavistas explotan a a los esclavos; los señores feudales
explotan a los siervos y los capitalistas a los asalariados, todo lo cual no
responde a los designios de ningún poder misterioso sobrevendido del más allá,
ni a ninguna ley dictada por la naturaleza, sino al desarrollo histórico, de
las fuerzas productivas impulsado por el trabajo del individuo en sociedad
junto a otros individuos, motor del proceso histórico en el que los distintos
modos de producción (forma de producir, distribuir y consumir lo producido) se
han ido sucediendo unos a otros, pasando de los menos desarrollados y menos
perfectos a los más desarrollados y más perfectos,
Historiadores anteriores a Marx de
principios del siglo XIX como Tierry, Guizot o Niebuhr y economistas como Smith
y Ricardo ya hablan de la existencia de estos grupos sociales antagónicos.
A partir de aquí, Marx trabaja teóricamente para
construir una teoría científica de las clases sociales y sus luchas, por lo que
puede afirmarse, que el punto de partida de Marx es el punto de llegada de
historiadores y economistas burgueses anteriores a él. Lo que Marx aporta de
nuevo a este respecto es la de relacionar el concepto de clase con el modo de
producción.
“Por lo que a mí se refiere –afirma Marx
a este respecto-, no me cabe el mérito de haber descubierto la existencia de
las clases sociales en la sociedad moderna ni la lucha entre ellas. Mucho antes
que yo, algunos historiadores burgueses habían expuesto ya el desarrollo
histórico de esta lucha de clases y algunos economistas burgueses la anatomía
de éstas. Lo único que yo he aportado de nuevo ha sido demostrar: 1] que la
existencia de clases sólo va unida a determinadas fases históricas del
desarrollo de la producción; 2] que la lucha de clases conduce necesariamente,
a la dictadura del proletariado; 3] que esta misma dictadura no es de por sí
más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad
sin clases…” [ ].
Las clases sociales en la teoría marxista
se definen siempre en relación a los medios de producción: 1) Respecto del
lugar que se ocupa dentro del proceso de producción históricamente determinado;
2) Relación que se mantienen frente a los medios de producción que se utilizan
en el proceso de producción, relación que las leyes fijan y consagran); 3) Por
la función que se realiza en la organización social del trabajo, y 4) Por el
modo y la proporción que se percibe de la riqueza social creada.
Por tanto, la definición marxista de
clase social sería la siguiente: “Grupos sociales antagónicos en que uno se
apropia del trabajo de otro a causa del lugar diferente que ocupan en la
estructura económica de un modo de producción determinado, lugar que está
determinado fundamentalmente por la forma específica en que se relaciona con
los medios de producción” [ ].
Pero el modo de producción no queda
circunscrito exclusivamente al modo de producir mercancías y de su forma de
distribución para el consumo. Reproduce también sus propias condiciones de
subsistencia como fue señalado por Marx al decir que: “El proceso capitalista
de reproducción reproduce, por lo tanto, en virtud de su propio desarrollo, el
divorcio entre la fuerza de trabajo y las condiciones de trabajo; reproduce y
determina con ello las condiciones de explotación del obrero. Le obliga
constantemente a vender su fuerza de trabajo para poder vivir y permite
constantemente al capitalista a comprársela para enriquecerse… Por tanto, el
proceso capitalista de producción no sólo reproduce la plusvalía, sino que
produce y reproduce el mismo régimen del capital: de una parte al capitalista y
de la otra al mismo obrero” [ ].
Y, “Por ello es importante hacer
intervenir en la definición de las clases sociales el concepto de reproducción
del modo de producción […] Pero no basta ver la importancia de la reproducción
en la determinación de las clases sociales; es necesario estudiar la forma
específica que toma este proceso de reproducción (el proceso de trabajo
concreto que se realiza) según el modo de producción” [ ].
1[] Hans
Magnus Enzensberger. Las Máscaras de la razón. Ed. Círculo de Lectores, pg. 57.
2[]
Las luchas de clases en la URSS primer periodo (1917-1923. Siglo XXI de España
Editores, S.A. Junio, 1976. Pgs. 12-13.
3[] F.
Rubio Llorente. Karl Marx. Manuscritos de economía y filosofía. Ed. Alianza
Editorial, S.A., 1972. Pg. 25.
4[] Anna
Boch. De la “élite” al “precariato” la BBC identifica 7 clases sociales en el
Reino Unido. El País, 3 abril de 2013.
5[]
Hans Magnus Enzensberger. Las Máscaras de la razón. Ed. Circulos de Lectores.
Pg. 65.
6[]
[Marx / Engels. Obras Escogidas. Tomo III. Ed. Progreso, Moscú 1976].
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