Luces y sombras de los cinco meses de la coalición
PSOE-Unidas Podemos
- Han pasado cinco meses desde que echó a andar el Gobierno de coalición, al que la pandemia del covid-19 ha trastocado todos los planes
- Aun así, durante este tiempo han puesto en marcha una decena de decisiones de calado, desde la ley de cambio climático al Ingreso Mínimo Vital
- La covid lo ha eclipsado todo, pero analizamos los pasos del Gobierno fuera de este paréntesis
Cuarto poder.es
11 de junio de 2020
El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, saluda a
Pedro Sánchez en la primera jornada de la sesión de investidura el pasado
enero. EFE/Juan Carlos Hidalgo
El pasado enero
echaba a andar el primer Gobierno de coalición de la democracia
española. El nuevo Ejecutivo, formado por los antaño rivales PSOE y Unidas Podemos, comenzaba su andadura
gracias al apoyo de un Congreso fragmentado y hostil. Desde 2015, el
sistema español había derivado el multipartidismo, pero ha tardado cuatro años
más en que varios partidos pactaran para compartir el poder. Este es el
balance de los primeros meses del Gobierno progresista, más allá del
paréntesis provocado por la terrible pandemia de covid-19.
La distribución
del poder en manos de dos partidos generó un Consejo de Ministros mucho más
numeroso y plagado de cuotas políticas y equilibrios, combinando miembros o
propuestas de ambos partidos, perfiles más ortodoxos (Nadia Calviño o José Luis
Escrivá) con otros más políticos como Pablo Iglesias, segundo vicepresidente
del Gobierno. Las cuatro vicepresidencias daban buena cuenta de las
prioridades: Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática con
Carmen Calvo, Derechos Sociales y Agenda 2030 con Pablo Iglesias,
Asuntos Económicos y Transformación Digital con Nadia Calviño y
Transición Ecológica con Teresa Ribera.
El nuevo
Ejecutivo contaba con que habría que hacer un esfuerzo extra de coordinación
entre áreas y un encaje de bolillos para aprobar cada proyecto en el
Congreso. También presuponían que podían encontrarse con una oposición dura
del PP en competencia con la ultraderechista Vox. Sin embargo, con lo que nadie
contaba el pasado enero es que el Gobierno iba a tener que enfrentarse con una
pandemia mundial que convertiría al Ministerio de Sanidad, a veces vilipendiado
por tener las competencias transferidas a las comunidades autónomas, en el área
más poderosa en plena emergencia sanitaria.
La covid-19
barrió con todos los proyectos y agendas. El Gobierno tendrá ahora que
gestionar una crisis económica y social sin precedentes, un escenario muy
distinto al que predijeron. La covid lo ha eclipsado todo, pero analizamos los
pasos del Gobierno fuera de este paréntesis. Estas son las luces y las sombras
del Gobierno de coalición al margen de la gestión de la pandemia.
De la subida del Salario Mínimo a la Ley contra la infancia
El pacto de
Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos cerró una etapa de poca actividad
legislativa, tras meses de un Gobierno en funciones y un intenso año
electoral. De hecho, aún siguen ‘vivas’ algunas legislaciones de la etapa de
mayoría absoluta de Rajoy, como la Ley de Seguridad Ciudadana o la reforma
laboral de 2012.
Aún así, en
cuatro meses y pese a la ralentización que ha supuesto la pandemia en todos los
campos, el Gobierno progresista ha logrado poner en marcha, entre otras, las
siguientes medidas. A algunas aún les queda un largo recorrido legislativo
hasta llegar al BOE, pero el Ejecutivo ya ha puesto las primeras piedras.
Las sombras: polémicas y descoordinación
Estos cinco
meses no han sido un camino fácil para el Gobierno de coalición, aunque ya
contaba con encontrarse resistencias. A algunos de los avances más
importantes, como la aprobación del Ingreso Mínimo Vital (IVM), les han
correspondido contracampañas mediáticas de sus detractores. Sin embargo, las
peores polémicas han sido las propias tensiones internas.
- El cese del coronel Pérez de los Cobos
La mayor crisis
a la que se ha enfrentado el Gobierno de Sánchez tiene que ver con el cese del
coronel Diego Pérez de los Cobos como responsable de la Guardia Civil en
Madrid por "pérdida de confianza". El ministro del Interior
desencadenó esta crisis tras el cese en pleno estado de alarma. Unos días
después, decidió dimitir el director adjunto operativo de la Guardia Civil, Laurentino
Ceña, que estaba a punto de jubilarse, según publica La Vanguardia.
La polémica
tiene como protagonista un informe sobre el 8 de marzo que se filtró a la
prensa unos días antes del cese. "Un cuerpo de enorme responsabilidad,
como la Guardia Civil, no se puede permitir hacer informes con recortes de
páginas web de extrema derecha", decía el vicepresidente Iglesias sobre el citado documento.
En principio,
Marlaska apuntó a una "reestructuración" de la cúpula de la Guardia
Civil como motivo del cese. Sin embargo, el periódico El Confidencial publicó el pasado 2 de junio
un documento en el que la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, reconocía por escrito que el mando
fue relevado por "no informar del desarrollo de investigaciones y
actuaciones de la Guardia Civil".
- La polémica en la ley del ‘solo sí es sí’.
Por primera
vez, el PSOE cedía la bandera de Igualdad a Podemos. De las manos de Calvo a
las de Irene Montero.
Una de las
prioridades de este Ministerio fue diseñar la Ley de Libertad Sexual, conocida
como la ley del ‘solo sí es sí’, que condensaba una de las proclamas del
movimiento feminista de los últimos años respecto al consentimiento y la
violencia sexual. Sin embargo, la nueva ministra no solo recibió críticas de
los partidos de la oposición, sino también internas. Los equipos de Igualdad y
Justicia se encargaron de pulir el anteproyecto y la
prensa publicó que lo hacían. Finalmente, el anteproyecto de ley fue
aprobado por el Consejo de Ministros, teniendo que pasar aún varios trámites.
- La reforma laboral
El pasado 21 de
mayo, el Gobierno de coalición se vio inmerso en una polémica muy ruidosa a
cuenta de la aprobación de la nueva prorroga del estado de alarma. El escándalo
tenía todos los ingredientes para convertirse en una tormenta mediática. El
Ejecutivo necesitaba sacar adelante una nueva ampliación y quería hacerlo de
forma holgada para evitar sorpresas. Para ello, Unidas Podemos, PSOE y EH Bildu firmaron un
acuerdo para que estos últimos se abstuvieran a cambio de que Sánchez se
comprometiera a derogar la reforma laboral.
Para más jugo,
los socialistas mandaron una "nota aclarativa" minutos
antes de la media noche desdiciéndose de lo firmado. “Sería absurdo y
contraproducente abrir un debate de esta naturaleza y generar inseguridad
jurídica en este momento”, llegó a decir Calviño horas después.
- Descoordinaciones internas
En los primeros
pasos del Gobierno de coalición la falta de coordinación se ha hecho patente.
Como ejemplo, el Ingreso Mínimo Vital temporal que anunció Pablo Iglesias y que
el ministro Escrivá decidió retrasar hasta tener el definitivo a principios de
junio. Detrás había intensas negociaciones que duraron semanas.
Incluso, se anunció una rueda de prensa que no se llegó a producir. Las
prestaciones ya están en marcha.
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