La ‘izquierda’ indigesta e ‘insumisa’ repite las
recetas vacías de siempre para las elecciones europeas
Diario Octubre
mayo 13, 2019
Ione Belarra
Ayer se celebró
un mitin en Marsella que reunió una muestra representatva de ese “progrerío”
que campea por Europa y la llena de frases altisonantes a las que nadie se
puede sustraer. El anfitrión fue Jean-Luc Mélenchon, de la Francia insumisa, y
abrió el acto la cabeza de lista a las elecciones, Manon Aubry, aunque había
otros personajes de lustre, como la navarra Ione Belarra, de Podemos, entre
otros.
La sopa de
siglas, que a su vez son otra sopa y otras siglas, se llama “El Pueblo Ahora”
y, como todo este tipo de tinglados, es muy reciente. Se creó en abril del año
pasado.
Europa debe
dejar de ser lo que es para convertirse en un Nirvana, casi autogestionario,
algo que los oportunistas han repetido hasta la saciedad con distintos
formatos. “Internacionalismo” en estado puro que Aubry resumió proponiendo
“salir de los tratados” para construir una Europa de paz “bajo mandato
popular”.
Solo les faltó
hablar de “comercio justo” para reuir las viejas consignas opuestas a la Europa
de los mercaderes y favorables a los pueblos y el planeta, etcétera, aunque
ahora muestran su enfado dando un paso más: están dispuestos a desobedecer a
esos tratados.
Se han cansado
de recoger firmas y de hacer sentadas y ahora quieren mostrarse aún más
radicales porque estamos en plena campaña electoral, que es la hora en que los
bocazas se sueltan la lengua. De otro modo no nos daríamos cuenta de que hay
elecciones y de que estamos oyendo a quienes se definen como “insumisos” (nada
menos).
El
“internacionalismo” del que hablan no es otro que la ONU, o sea, otros tratados
y posiblemente otras guerras, como la de Libia (sin ir más lejos). ¿Es mejor la
ONU que la Unión Europea?, ¿es diferente?, ¿defiende a ONU a los pueblos y al
planeta?
Según los
insumisos, a través de la OTAN, Europa está sometida “al dispositivo militar
americano”, lo cual la convierte en algo diferente a la ONU. En fin, su
“internacionalismo” es sinónimo de paz.
Aunque nos lo
imaginamos, en Europa no tenemos experiencia sobre lo que harían este tipo de
bocazas si tuvieran la ocasión de ocupar cargos de responsabilidad, con dos
excepciones. Una fueron los verdes alemanes, que en los años noventa llevaron
la guerra imperialista a los Balcanes, y la otra es Syriza.
Mélenchon echa
pestes de Tsipras y la piara que ha impuesto en Grecia la política económica
del capital financiero alemán, bajando el nivel de vida de las masas hasta
extremos desconocidos en medio siglo, es decir, que esos que alardean de
“izquierda” son los más implacables ejecutores de las políticas reaccionarias.
Esta es la única experiencia con que contamos en Europa sobre las hazañas del
“progrerío”.
Ahora bien,
aunque de boquilla Mélenchon critica a sus pares, se sentará con ellos en
Bruselas, donde también se sientan los alemanes de Die Linke (La Izquierda),
que es otra jaula de grillos. Más que un restaurante de comida japonesa parece
una feria gastronómica en la que se puede degustar un poco de todo, que es el
signo diferencial de todo este tipo de grupos. Después de oirles acaba uno con
el estómago revuelto.
*++
No hay comentarios:
Publicar un comentario