jueves, 2 de abril de 2009

LAS ZORRAS GUARDANDO EL GALLINERO: EL G-20, LONDRES

(Bandada parcial de 13 primerisimas damas formales de parte de la banda de los asistentes al G-20, en manifiesta e inmoral pose, para la demostración del derroche que hacen en vestidos, zapatos, bolsos, maquillajes, etc, con cuyo valor, de haber comprado sus prendas en las rebajas de enero, muchos de los que no van a cenar hoy ni comer mañana, podrian hacerlo. ¡Dios salve a la reina!, que como la tenga que salvar yo apañadica va)

Los mismos que a través de sus respectivos gobiernos han creado la situación actual: los que se aúnan en buena hermandad en el G-20, se acaban de reunir ahora en Londres para no perder sus propios privilegios, aunque a nosotros nos dicen los denominados grandes medios de comunicación que nos van a sacar las castañas del fuego, y a mi, la verdad, me entra la risa.
Una risa sulfúrica, de mala leche de verdad, Pero bueno, al fin y al cabo risa. Me la cuelan, eso también, pero contra mi voluntad. Y no vayan a pensar que no preto bien el culo contra la pared, pero es igual, son muy cucos. Es más. Mientras me la cuelan me meten las manos en los bolsillos y me dejan de seco como la mojama de cabra mala, o sea, tieso.
Media vuelta. El problema que para nosotros representan los representantes esos que se reúnen en el G-20 es solo cosa de media vuelta. Pero media vuelta bien dada, como la razón y la dignidad personal mandan.
Se trataría de decirles a los miles de policías que los guardan, que no somos nosotros, jos míos, lo s que causamos los problemas, que lo nuestro es el trabajo, ah, y la paz, que no nos rompáis las cejas a porrazos, coño que no vais a lisiar encima, que los titi cacas que organizan el follón son los que estáis guardando, que deis media vuelta hacia ellos y todos juntos los detenemos y que nos expliquen que han hecho con toda la riqueza que hemos creado, de la que ellos se apropian sin que exista proporcionalidad de ningún tipo entre lo que aportan, si es que aportan, y lo que se llevan, jos míos, policías, que no es enteráis, joder, que el dinero que cobráis por zangarrearnos con las porras es nuestro, hombre, no seáis así.
Claro que, así como digo una cosa digo otra. Eso de hacer dar media vuelta a la policía para que detenga a los responsables de la crisis, a los del G-8, y de paso detener y expulsar del cuerpo al policía que le rompió la ceja a un manifestante (¡al que rompió el cristal no lo detuvieron, joder que despiste más despistativo!) no es nada fácil, y más si se deja a que la estrategia de la media vuelta caiga del cielo envuelta en una nubecita de color Obama, porque ahora las nubecitas ya no son blancas como el manto inmaculado blanco de Nuestra Señora, sino color Obama.
En otras palabras, para no marearles mucho. Hasta que la izquierda política no resucite y los intelectualillos que se autodenominan de izquierdas no bajen del guindo, donde están, los representantes del G-8 pueden estar tranquilos, pueden sistemáticamente continuar empeorando las condiciones de vida de toda la humanidad, que no pasará nada, que para eso son zorras, para guardar el gallinero.
¿Y si yo soy un ceporro que quieren que les cuente? ¡Ah!, por eso.
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