sábado, 10 de enero de 2009

ARTICULO DE J.C. VAZQUEZ (Aliaga, Teruel)

LIDERAZGO POPULAR POR IMPOSICION DEMOCRATICA

Para centrarnos en el tema, comenzaremos por analizar el término “rol”, para concluir con la aplicación de este término a las funciones del Alcalde.

Según el diccionario de sociología, rol es : “ conjunto de normas y espectativas que convergen en un individuo en cuanto ocupa una posición determinada en una red, más o menos estructurada de relaciones sociales o bien en un sistema social, en nuestro caso el pueblo”.

Por lo tanto, en el rol que desempeña el alcalde deben converger un conjunto de normas y espectativas que lo cualifican para ocupar una posición determinada en el pueblo, alcalde. A esas espectativas mencionadas debe responder con hachos, con acciones, frente al pueblo que lo votó, y lo votó precisamente por eso, por las espectativas.

Pero no nos equivoquemos, las espectativas a las que nos referimos son las del partido bajo cuyas siglas el señor alcalde se presentó a las elecciones municipales. O, al menos, eso es lo que pensaban los que lo votaron.

El partido en cuestión es el PSOE, y desglosando los términos que la componen, concluimos con que lo de partido y español es obvio, sin desconsiderar posibles nacionalismos. Respecto de los otros dos términos, obrero y socialista, podemos discutirlo.

La palabra “obrero” tiene un carácter marcadamente simbólico, además de un fuerte contenido de marketing. La inclusión de este vocablo es garantía de éxito.

Respecto del término “socialista”, ¡qué podemos decir!. Suena bien, a no ser porque es sólo eso, un término, un significante. Es sólo un concepto teórico, cuando debería ser un concepto práctico.

Resumiendo, podríamos decir que de PSOE nada de nada monada, daría igual decir POE, siempre y cuando “obrero” es un concepto vacío, separado de cualquier connotación, un simple “flash” publicitario.

Para muchos de nuestros socialistas, socialistas de siempre, el socialismo es eso, PSOE, sólo eso, lo opuesto a lo otro.

Pues bien, el señor alcalde de Aliaga es eso, sólo eso, del PSOE, y del PSOE según lo dicho.

Por otro lado, ser alcalde es ser el “líder legal” del pueblo, y dicho así ya está; pero no, no está.

Ser líder implica un conjunto de rasgos, técnicas y estrategias, del esfuerzo personal y de la capacidad de, primero, saber liderarse a sí mismo, para después saber guiar con eficacia al grupo, al pueblo. Es por tanto, una habilidad innata adquirida o desarrollada, según los casos y las veces, que presenta una persona para dinamizar a los miembros del pueblo, en el caso concreto en que estamos, con el fin de lograr los objetivos propuestos.

O sea, líder, lo que se dice líder, no es cualquiera, a no ser que sea por imposición, de forma autocrática.

Para ser líder, por tanto, se precisan una serie de actitudes, aptitudes y habilidades, por lo que liderar por liderar, como que no.

Concluyendo, ni el PSOE es lo que dice ser, ni el liderazgo del señor alcalde de Aliaga es tal liderazgo, con el agravante de que si el liderazgo de un grupo, pueblo, no es eficaz y eficiente, el grupo acaba disolviéndose, así que ¡qué coño estamos haciendo aquí!.


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