La OTAN se rinde en Azovstal
DIARIO OCTUBRE / mayo 21, 2022
De los mismos creadores históricos de la versión “Estados Unidos y Gran
Bretaña derrotaron a Hitler” llega a las pantallas de todo el mundo el titular
“La misión ucraniana en Mariúpol ha terminado y evacúan a sus combatientes”.
Parece chiste, pero es anécdota.
En estos
momentos y desde hace días, está siendo desplegado por medios norteamericanos y
europeos el relato mediático de que los combatientes que “resistían al
invasor ruso” a orillas del Mar de Azov estaban siendo “evacuados de manera
ordenada”, cuando la realidad es totalmente diferente.
La guerra
perceptiva que está llevando a cabo el aparato de propaganda de Estados Unidos,
Europa y Ucrania para evitar la aceptación de la derrota militar en el terreno
está en su punto más álgido, desembocado en control de daños, ya que los
esfuerzos de la OTAN por armar, entrenar y financiar a las tropas ucranianas
han sido neutralizados por Rusia.
Luego de un mes
de asedio por parte del ejército ruso y las unidades militares de Donetsk y
Lugansk, los remanentes del Batallón Azov que se encontraban guarecidos en los
búnkeres de la planta de acero Azovstal, en el sureste de la ciudad de
Mariúpol, se rindieron y están siendo tratados como prisioneros de guerra.
Se trata, en fin, de una rendición militar y no de una “evacuación ordenada” y una “victoria de Ucrania”; el guión occidental, aunque repetitivo y vacío de contenido materialmente verificable, seguirá diseminando una versión que resguarde las formas que han venido utilizando en sus operaciones psicológicas y de propaganda.
En vías al proceso de desnazificación
De acuerdo a un
parte del Ministerio de Defensa ruso publicado este 19 de mayo, “en las últimas 24 horas, 771 militantes de la unidad nacionalista de
Azov se han rendido en la planta bloqueada de Azovstal en Mariúpol. Un total de
mil 730 militantes se han rendido desde el 16 de mayo, incluidos 80 heridos”.
El trato de
atención humanitaria está siendo aplicado de acuerdo a la legislación
internacional: “Todas las personas que necesitan tratamiento hospitalario son
tratadas en centros médicos en Novoazovsk y Donetsk de la República Popular de
Donetsk”, agrega el comunicado oficial del ejército ruso.
Pero hay más,
relacionado a estos eventos. La agencia TASS informa:
“El Tribunal
Supremo de Rusia tiene una audiencia el 26 de mayo para la presentación de la
oficina del Fiscal General de Rusia con el objeto de reconocer a la formación
nacionalista militante de Azov, y sus otras ramas y títulos, como una
organización terrorista. El Fiscal General actuó a petición del FSB (el servicio de seguridad nacional de Rusia)“.
De esta manera
se está desenvolviendo un acto político y judicial de gran trascendencia: el
hecho de que los prisioneros neonazis, que han cometido crímenes de lesa
humanidad y de guerra amparados por la OTAN y bajo el paraguas del régimen de
Volodímir Zelenski, ni siquiera serán juzgados como criminales militares, sino
como terroristas.
El analista
militar ruso-estadounidense Andrei Martyanov juzga que
“eso tiene
serias repercusiones internacionales, porque algunas personas en la Unión
Europea y América del Norte tendrán que considerar con quién están tratando. Y
solo podemos esperar hasta que se cuenten y muestren todas las historias de
horror y los perpetradores, incluidos los mandos y el personal voluntario de la
OTAN, a que desfilen en un frente del mundo en esos tribunales, mientras miran
a los ojos de las víctimas que sobrevivieron. Se acerca el nuevo Nuremberg y
eso incomoda a mucha gente”.
Cabe remarcar
que, de acuerdo a reportes periodísticos y de inteligencia rusos, hay oficiales
de la OTAN entre los prisioneros y asediados junto a los neonazis azovistas. El
periodista German Vladimirov informó, a principios
de abril, que “oficiales de la OTAN de Francia, Alemania, Gran Bretaña y Suecia
se quedaron atrapados en Azovstal en Mariúpol. En este momento se están
poniendo en contacto con las tropas rusas con una solicitud para ayudarlos a
irse, para organizar un corredor para la salida”.
Teniendo en
cuenta que la guerra en el Dombás comenzó hace ocho años con un golpe de
Estados liderado por el regente de la OTAN (Estados Unidos) en Ucrania y el
posterior sustento de los gobiernos de Poroshenko y Zelenski a punta de
neoliberalismo rampante y despacho militar, muchos de esos comandantes y
combatientes tendrán muchas historias y crímenes motu proprio que
contar.
De esta manera
empieza lo que podría ser un Nuremberg del siglo XXI con fines de
desnazificación real y no un reacomodamiento de las filas nazis en el aparato
político-militar-científico en Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá.
Maquillaje
marca Otan
A pesar de lo
que sucede en el campo de batalla, los medios afiliados a la línea
propagandística de la OTAN derrochan titulares y bulos mediáticos con el fin de
lavarle la cara a su propio desastre militar.
Larry Johnson,
ex-CIA e instructor del comando de operaciones especiales del ejército
estadounidense durante 24 años, ahora devenido analista militar
independiente, argumenta que el régimen de Zelenski está repartiendo algunas historias a las
agencias de noticias norteamericanas y europeas que escenifican a un maquillado
ejército ucraniano para mostrarlo como uno victorioso ante la operación militar
especial rusa y otras “noticias”.
Las evidencias
de que, ni Ucrania está usando los propios tanques rusos contra ellos, ni se
está llevando a cabo un golpe de Estado contra Vladímir Putin, ni que el
presidente ruso está enfermo de cáncer, ni el ejército ucraniano se ha
apoderado de territorio en la frontera rusa. Ante esto, concluye Johnson:
“Todas estas ardillas mediáticas son gestos sin sentido inventados por los combatientes ucranianos de operaciones psicológicas para desviar la atención del desastre en Azovstal y las malas noticias que fluyen del Dombás”.
A todo esto,
solo vale calificarlo de campaña de desinformación, aunada a una suerte de
improvisación narrativa, ante el desastre que significa haber logrado la
rendición del cuerpo de combate ucraniano más importante fuera de las estructuras formales
del ejército de Kiev, tanto por su posición
política-policial-militar como por lo que significa como un componente “de
resistencia” ante el ejército ruso y sus aliados del Dombás, siendo Mariúpol la
sede germinal de los neonazis de Azov.
Es por ello que
el periodista y analista geopolítico Pepe Escobar no dudó en volver a titular los encabezados de noticias occidentales de la siguiente manera: “La
OTAN se rinde en Azovstal”.
FUENTE: misionverdad.com
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