domingo, 9 de febrero de 2020

FUTBOL, HISTORIA



El equipo favorito de Durruti y otros clubes de fútbol con vínculos anarquistas
  • Un libro publicado por Miguel Fernández Ubiría, "Fútbol y anarquismo", recopila y rescata la memoria de los casos más llamativos hasta nuestros días
  • El Club Deportivo Júpiter de Barcelona fue fundado en 1909 en el barrio de PobleNou y mantuvo una clara orientación libertaria
  • En Argentina, el primer equipo en el que jugó Maradona, el actual Argentinos Juniors, fue en origen el Mártires de Chicago, un símbolo de la lucha obrera
CUARTOPODER.ES
 9 de febrero de 2020



 Imagen de un partido del C.D Júpiter a comienzos del siglo XX. / Arxiu Historic Poblenou

 “No tardamos mucho en darnos cuenta de que cambiar el fútbol era más difícil que hacer la revolución”. La frase es del periodista y escritor anarquista argentino Osvaldo Bayer. Pese a ello, la historia nos ha dejado un buen puñado de intentos por cambiar este deporte. Principalmente, surgieron iniciativas para ello a comienzos del siglo XX. Muchas de ellas lo hicieron desde las ideas anarquistas o anarcosindicalistas y la lucha obrera. Un libro publicado por Miguel Fernández Ubiría, Fútbol y anarquismo (Catarata, 2020) recopila y rescata la memoria de los casos más llamativos hasta nuestros días. 

Con prólogo de Carlos Taibo y epílogo del exentrenador argentino Ángel Cappa, el libro realiza un recorrido por equipos significativos surgidos en países como Argentina, Chile, Italia, Francia, Brasil, Inglaterra, España, México o Uruguay. Es precisamente en este último donde surgió la idea de publicarlo. “El origen fue bastante fortuito. Antes de mi primera noticia de la relación entre fútbol y anarquismo no tenía ni la más remota idea de que obreros anarcosindicalistas habían sido fundadores de equipos. Incluso cuando, después de saberlo, lo comenté con compañeros y amigos libertarios, nadie tenía ni idea de esto”, explica a cuartopoder el autor del libro.

La pista surgió en Montevideo hace unos cinco años. Fernández Ubiría comía con un “viejo anarquista”, Juan Carlos Mechoso. “Empezamos a hablar de muchas cosas. Y surgió el fútbol. Él vive en el barrio de El Cerro, el colindante es La Teja. Y me dijo que allí había un equipo fundado por anarquistas, principalmente españoles del sindicato de picapedreros y que se llama Progreso”, apunta. A partir de ahí despertó más curiosidad y comenzó a investigar sobre este listado de clubes con orígenes o vínculos obreros y libertarios.

En el libro se repite varias veces una idea: el origen del fútbol no es obrero. Surgió de la mano de la burguesía inglesa en las llamadas “public schools”, centros educativos de élites. “Pero enseguida el proletariado se apropió de él. Al fin y al cabo, con una pelota de trapo y cuatro piedras ya podías jugarlo en cualquier descampado. Y otros deportes como el cricket necesitaban otro tipo de equipamiento. El proceso fue bastante rápido”, resume Fernández.

La gran eclosión de clubes obreros fueron las tres primeras décadas del S.XX. “Había muchos equipos pero el futbol era amateur”, destaca, Y precisamente el paso a la profesionalización acabó en cierta manera con las filosofías anarquistas de muchos clubes que o bien no querían o no podían dar ese paso. “Pasar a la profesionalización es el punto fundamental porque ellos jugaban para divertirse y disfrutar. Una vez que se profesionaliza el asunto, se acaba”, señala el autor del libro.

El equipo anarquista de Barcelona

En España solo hay reflejados dos casos en el libro. Uno es el Rayo Vallecano. Pese a no ser un club fundado por anarcosindicalistas o anarquistas ni definirse como tal, Fernández pone en valor a la afición de claro marcado antifascista.


Sin embargo, el otro club sí está directamente vinculado al movimiento anarquista. No en vano fue el equipo a cuyos partidos asistían históricos anarquistas como Buenaventura Durruti, Juan García Oliver, Francisco Ascaso o Gregorio Jover. Se trata del Club Deportivo Júpiter, fundado en Barcelona en el año 1909. Surgió, más concretamente en el barrio de Poblenou, “ejemplo paradigmático de la revolución industrial en Catalunya”, según el autor. En el barrio la presencia del sindicato CNT en la vida cotidiana era “casi absoluta”. Tanto en ese barrio como en el adyacente del Clot vivían los citados conocidos anarquistas.

El libro subraya que en diferentes escritos de la época se da cuenta de la asistencia de Duruti y el resto con bastante frecuencia a partidos del Júpiter. El club fue fundado por dos hermanos escoceses trabajadores de una de las fábricas de la zona. “Poco a poco el club fue haciéndose mayor de la mano de la ideología libertaria”, explica el libro. El club entero, afirma Fernández, estaba afiliado a la CNT y tenía una sección de atletismo y otra de excursionismo.

Durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), el club tuvo problemas por las semejanzas de su escudo con la bandera independentista catalana. El régimen trató de boicotearles en varias ocasiones. Pese a ello se proclamaron, en 1925, campeones de Catalunya y de España en el grupo B (equivalente a la segunda división). De aquellos años de represión de la dictadura contra la CNT, que fue ilegalizada, datan anécdotas curiosas en la trayectoria del Júpiter. Los libertarios aprovechaban los viajes del equipo para transportar armas a otras ciudades escondidas dentro de los balones. “Los balones antiguos tenían unos cordones por donde se accedía al pitorro de la cámara de aire para inflarlos. Los libertarios retiraban la cámara de aire e introducían la pistola desmontada”, cuenta el libro.

El 18 de julio de 1936, fecha del golpe militar el campo del Júpiter se convirtió en un centro neurálgico de la resistencia en el barrio. Las zonas inferiores de las gradas del Lope de Vega se habían convertido en un arsenal de armas. “Parece ser que los anarcosindicalistas, previendo la que se avecinaba, fueron almacenando armas bajo esa tribuna”, se destaca. Tras la victoria fascista, el Campo de la Bota, el primero y anterior que tuvo el Júpiter, fue elegido por el régimen para fusilamientos.

El equipo se transformó durante el franquismo y en 1948 fue trasladado a otro barrio mientras el Lope de Vega fue derribado. Unos 70 años después el equipo sigue compitiendo en categoría menores. Pero la historia oficial ha borrado el pasado. En su web oficial se omite todo tipo de rastro de anarquismo. Un hecho que, destaca Fernández, es habitual en numerosos casos.

América Latina, la cuna del fútbol anarcosindicalista

Los ejemplos más numerosos se encuentran en diferentes países latinoamericanos. Y de ahí son también algunos de los ejemplos más significativos para Fernández Ubiría. En Argentina hay dos clubes de relevancia. La mayoría de aficionados al fútbol conocerán a Argentinos Juniors por ser el club de origen de Diego Armando Maradona, pero muy pocas personas sabrán que en su origen se llamaba “Mártires de Chicago” en homenaje a los sindicalistas anarquistas en mayo de 1886 mientras participan en unas acciones de lucha laboral. Un acontecimiento que convirtió el 1 de mayo como día internacional del trabajador.

“Los fundadores eran anarcosindicalistas seguidores de Bakunin. En la historia oficial eso no lo ves”, señala Fernández. El club se fundó en 1901 en el barrio de Buenos Aires de Villa Crespo. Tras varios años con el nombre original, una fusión con el equipo del barrio de La Paternal dio origen en 1904 al nombre de Asociación Atlética Argentinos Juniors.

Otro equipo argentino significativo es Chacarita Juniors, que nace en 1906. Fue fundado por varios jóvenes en una biblioteca libertaria y los colores elegidos para la camiseta eran el rojo y negro a bastones verticales. En 1919 se refundó, y a partir de allí se cambiaron los colores. Una vez más la historia oficial ha omitido esos primeros años del club.

Uruguay es otro punto importante. El club del que le habló el amigo anarquista a Fernández es el más exitoso a nivel deportivo de los que recoge el libro. El C.A Progreso fue fundado, como apuntamos al comienzo, por sindicalistas picapedreros, la mayoría procedentes de Catalunya. El club siguió su trayectoria logrando su mayor triunfo en 1989, año en el que fue campeón de liga de la primera división uruguaya. Como curiosidad, en 1979 llegó a la presidencia del equipo Tabare Vazquez, que en 2005 llegó a la presidencia del país de la mano de la coalición izquierdista Frente Amplio.

“Hay un equipo precioso que desapareció que es el viejo River, desaparecido en 1925. Dejaron incluso de competir. Todos los fundadores eran anarquistas”, destaca también como ejemplo uruguayo el autor del libro. La publicación menciona unos 40 equipos. Algunos ejemplos: en Brasil se encuentran, entre otros, el Libertario F.C o el Autónomos F.C. En Chile el Deportivo Kegan o el CD Arturo Fernández Vial. En Francia el Red Star FC. En México el UD Sinaia. En Inglaterra el Easton Cowboys. En Italia el CD Lebowski. En Alemania el Sankt Pauli y en Croacia el RNK Split.

Fútbol alternativo y fútbol popular

En las últimas páginas el autor diferencia entre los conceptos de “futbol alternativo” y “fútbol popular”. Respecto al primero cabe destacar, según Fernández, que tienen sus competiciones propias y cuenta con algo más de trayectoria histórica, de décadas. Pero principalmente a principios de este siglo surgen también otros modelos de clubes debido al descontento con la gestión, desapariciones de equipos de referencia, etc. Algunos ejemplos de estos últimos como el Atlético Club de Socios o el Unionistas de Salamanca los tratamos en un reportaje publicado por cuartopoder.

“Yo los diferencio por una razón, aunque ambos funcionan de manera asamblearia. Los alternativos tienen una implicación política más fuerte. Tiene unas ideas libertarias o tienen una implicación enorme con su entorno, defienden causas sociales, se definen específicamente antirracistas, antifascistas, etc.”, apunta Fernández.

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