Tontos no son. Eso sí que no.
Lo pueden parecer, pero en la jefatura del PP no hay sitio para ningún tonto.
La jefatura del PP en la corrupción
y en la mentira se mueve como ricos en el agua, o sea, como peces. El agua es a
un pez lo que la corrupción y la mentira es a un rico.
Es el propio Mariano Rajoy,
presidente del gobierno, que en tiempos de crisis solamente tiene dos sueldos:
uno del Registro de la propiedad por no hacer nada, y otro el que le pagamos los
españoles para que nos empobrezca más a todos, es el que le manda un mensaje de
aliento a Luis Bárcenas para que no decaiga el ánimo, un delincuente (según
versión de los propios jefes del PP) alimentado, criado y engordado en las
interioridades del partido durante 20 años: aguanta, Luisillo, aguanta, más o
menos.
Se entiende así que el que
tiene hambre con pan sueña, o sea, que el plato fuerte de los jefes del PP sea
la mentira machacona y la corrupción en sus diferentes grados y formas, y no
solo por haberla practicado sino por todos los mantos que van extendiendo sobre
ella, que además tienen la desfachatez de llamar lucha contra la corrupción y
medidas de transparencia.
Digo que en el PP jefaturizado
no hay sitio para tontos. Cosa distinta es que ellos nos tomen por tales a los
demás, dado el empecine tipo mosca cojonera con el sonsonete que han cogido de
transparentar la corrupción, cuando todos sabemos que la corrupción en el PP
(al igual que en el PSOE y otros partidos) es cosa clarisima que no necesita de
ninguna aclaración. ¿A que viene entonces tanta clarificación de la corrupción
cuando la cosa está más cara que la sopa de un asilo?
Con la corrupción se acaba
acabando con los corruptos. Punto. Con la mayoría absoluta que tienen en el
Congreso de los Diputados, de haber querido, habrían acabado con los corruptos
mil veces. Pero es verdad, y así hay que reconocerlo, que ningún corrupto tira
piedras contra sus dineros (los robados).
Tiene lógica, pues, que a la vista
de estos antecedentes, los asesores del PP le hayan dicho a este para que este
lo diga a sus candidatos ante las próximas elecciones que se avecinan, que la
propaganda política se relacione directamente con los candidatos particulares
de cada sitio concreto a fin de silenciar los “grandes” nombres del PP, todos los
cuales están relacionados con la corrupción o le andan muy cerquita.
En definitiva, empezar a practicar
otro tipo de corrupción para que la corrupción de sustancia, la practicada por
o desde los puestos de mando del PP quede intacta, porque evitar que se hable
para descubrir a la corrupción y los corruptos, valiéndose de al honradez de los
candidatos locales, es un método como otro cualquiera para que los corruptos sigan donde están.
Harina de otro costal es ya que
la gente normal que vaya a formar parte de las futuras candidaturas del PP a
los ayuntamientos, por ejemplo, se dejen utilizar para que la corrupción de
sustancia no desaparezca.
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