Sed:
Un arma israelí que agrava la tragedia de Gaza en medio de los bombardeos
KAOSENLARED
9 de abril de 2025
En una Franja de Gaza
sitiada y sofocada bajo los escombros, la sed ya no es sólo un sufrimiento
diario, sino una amenaza existencial para la vida de los residentes. Gaza,
asolada por una guerra desde hace más de un año y medio, se enfrenta
actualmente a una de las crisis humanitarias más graves de su historia después
de que las autoridades de ocupación israelíes cortaran el suministro casi total
de agua, en un flagrante incumplimiento de todas las normas y acuerdos
internacionales.
En medio de una infraestructura
destruida, plantas de desalinización colapsadas y escasez de combustible, el
acceso al agua se ha convertido en un desafío diario para más de dos millones
de personas.
«La sed es un arma en
Gaza». El ejército de ocupación israelí corta el flujo de agua de la compañía
israelí «Mekorot» a la Franja de Gaza, cortando efectivamente el 70% del
suministro total de agua.
No se trata sólo de una
crisis de servicios, sino del cuadro completo de una tragedia planeada para
acabar con la vida desde su raíz.
Focalización sistemática de
la infraestructura hídrica
La Franja de Gaza sufre una
crisis hídrica sin precedentes después de que la ocupación israelí cortara el
principal suministro de agua, desactivara plantas de desalinización e impidiera
la entrada de combustible y ayuda. El acueducto de Mekorot, que abastece el 70%
de las necesidades de agua de la ciudad de Gaza, fue cerrado deliberadamente
después de pasar por el barrio de Shuja’iyya, en el este de la ciudad. Las
redes de agua y los pozos también han sido destruidos por los constantes
ataques aéreos, lo que ha provocado un colapso casi total de la infraestructura
hídrica.
Después de que la ocupación
destruyera más del 85% de sus instalaciones, las plantas de desalinización de
agua en la Franja de Gaza están dejando de operar gradualmente debido al
bloqueo israelí y la paralización de las importaciones de combustible, lo que
deja a los residentes enfrentando grandes dificultades para mantener a raya el
espectro inminente de la sed.
La ocupación no se limitó a
cortar el suministro, sino que atacó deliberadamente instalaciones vitales y
redes de distribución, haciendo que el suministro de agua fuera una tarea casi
imposible.
La cuota de agua per cápita
se desploma
Los informes oficiales
palestinos indican que la cuota de agua per cápita ha disminuido de 84,6 litros
por día antes de la guerra a sólo entre 3 y 15 litros en la actualidad, una
cantidad que no cubre el nivel mínimo de supervivencia.
Las cantidades actualmente
disponibles no superan entre el 10 y el 20% de las necesidades del sector y
dependen de la disponibilidad de combustible para operar pozos limitados y
plantas de desalinización. La grave escasez de agua ha obligado a los
residentes a hacer largas filas para obtener cantidades limitadas, mientras que
las escenas de agua transportada en tanques primitivos se han convertido en una
realidad diaria para más de dos millones de personas.
La municipalidad de Gaza
advierte y lanza llamamientos urgentes
La Municipalidad de Gaza
confirmó que la línea Mekorot, que pasa por la parte oriental del barrio de
Shuja’iyya, ha dejado de funcionar como resultado de la incursión militar
israelí. El municipio señaló que se está comunicando con las autoridades
pertinentes para intentar localizar e inspeccionar la línea en preparación para
su reanudación.
El municipio llamó a los
residentes a conservar agua y anunció la distribución de cantidades limitadas a
través de camiones y cisternas móviles en cooperación con comités vecinales y
propietarios de pozos privados.
También destacó que está
haciendo todo lo posible para proporcionar la cantidad mínima de agua a pesar
de los recursos limitados y la agresión constante.
Daños extensos a las
instalaciones de agua y saneamiento
Las estadísticas indican
que 39 pozos fueron completamente destruidos, 93 pozos fueron severamente
dañados y sólo el 17% de los 284 pozos de agua subterránea ya no están
operativos.
El 67% de las instalaciones
de agua y saneamiento quedaron destruidas y el 80% de los equipos municipales,
incluidas bombas de agua y equipos de tratamiento, quedaron fuera de servicio.
Con el 95% de las plantas
de desalinización internacionales cerradas debido a cortes de energía, el
acceso al agua potable se ha convertido en un desafío existencial en la Franja
de Gaza, amenazando con un colapso sanitario generalizado.
Advertencia de desastre
humanitario
La relatora especial de la
ONU, Francesca Albanese, afirmó que el corte de electricidad significaría un
cierre completo de las plantas de desalinización, amenazando con un genocidio.
Mientras tanto, organizaciones internacionales como Human Rights Watch y Oxfam
acusaron a la ocupación de utilizar el agua como arma de guerra al privar a la
población del mínimo requerimiento humano para la supervivencia, que oscila
entre 15 y 20 litros diarios, según la Organización Mundial de la Salud.
La sed está matando a
nuestros niños y niñas
Miles de habitantes se
vieron obligados a utilizar agua de mar para lavarse y bañarse, y algunos
intentaron desalinizarla mediante métodos primitivos como la evaporación con
leña, con escasos resultados.
Las escenas de camiones
cisterna sin esterilizar y largas colas para llenar tanques destartalados
describen vívidamente un desastre humanitario que amenaza a toda la Franja de
Gaza, sin perspectivas de un futuro mejor y sin una intervención internacional
efectiva hasta la fecha. El bloqueo actual, junto con la prevención del ingreso
de equipos pesados y
materiales de construcción, está
obstaculizando cualquier intento de restaurar las redes de agua restantes y
aumentando la probabilidad de brotes de enfermedades a medida que aumentan las
temperaturas y la densidad de población debido a los desplazamientos repetidos.
Diario Al-Quds Libération❞صحيفة القدس ليبراسيون –
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