(Foto de la pancarta en la Cateral de Sevilla puesta por los trabajadores de Boliden en huelga de hambre, tomada el 19.07.09. Texto: "SIN DEMOCRACIA BASTABA UN APRETON DE MANOS Y AHORA CON EL PSOE NI LO FIRMADO. MINEROS DE BOLIDEN. 10 AÑOS Y LOS MISMOS ENGAÑOS")
Los 25 trabajadores de Biliden de Aznalcollar llevan con el día de hoy, jueves, 29 días en huelga de hambre encerrados en la Catedral de Sevilla, y ante este hecho me pregunto: ¿qué le pasa a la democracia?
No hallo más que la siguiente respuesta: le pasa que el proceso democrático está corrompido, viciado, descompuesto, por los denominados grandes medios de comunicación que controlan y dirigen la “opinión” pública, por los propios partidos políticos y por los diferentes grupos de presión.
Una democracia así no merece el nombre de tal. Claro es que para ser demócrata hay que ser primero ciudadano, y ciudadano libre. Nosotros no somos ciudadanos. Somos súbditos del Reino de España. Nos falta, pues, el soporte jurídico de la República.
Ni siquiera en la Constitución Española está definido el Estado como algo democrático, sino como Estado social y democrático de derecho, es decir, como democrático adjetivado, por lo tanto y en todo caso, seríamos demócratas adjetivados, que es cosa distinta a ser demócrata.
El control democrático sobre los que dicen representarnos queda fuera de nuestro alcance. “Nuestros” representantes una vez elegidos, mediante ese procedimiento democrático viciado, campa por sus respetos, hace lo que quiere y adquiere una categoría legal que lo pone por encima de cualquier otra persona que no pertenezca a la política, y así se llega al caso concreto de la Junta de Andalucía, que no cumple ni siquiera lo que tiene pactado y firmado con los trabajadores de Boliden, hoy encerrados en huelga de hambre exigiendo el derecho que es suyo.
La Junta de Andalucía, con respecto de los trabajadores de Boliden, en la práctica se está comportando como si fuera el señor del feudo que hace lo que le de la gana, que para eso es el señor.
La salud de los trabajadores de Boliden encerrados y en huelga de hambre en la Catedral de Sevilla está en peligro, de cuyo peligro son responsables directos y personalmente todos y cada uno de los miembros de la Junta de Andalucía, que no resuelven lo que tiene resolver, es decir, cumplir lo pactado, teniendo todos los medios para ello, y como responsables que son del deterioro de la salud que se pudiera producir en los trabajadores en huelga de hambre, deberían responder penalmente del daño causado ante los tribunales. Claro que para ello hay que reformar el Código Penal.
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No hallo más que la siguiente respuesta: le pasa que el proceso democrático está corrompido, viciado, descompuesto, por los denominados grandes medios de comunicación que controlan y dirigen la “opinión” pública, por los propios partidos políticos y por los diferentes grupos de presión.
Una democracia así no merece el nombre de tal. Claro es que para ser demócrata hay que ser primero ciudadano, y ciudadano libre. Nosotros no somos ciudadanos. Somos súbditos del Reino de España. Nos falta, pues, el soporte jurídico de la República.
Ni siquiera en la Constitución Española está definido el Estado como algo democrático, sino como Estado social y democrático de derecho, es decir, como democrático adjetivado, por lo tanto y en todo caso, seríamos demócratas adjetivados, que es cosa distinta a ser demócrata.
El control democrático sobre los que dicen representarnos queda fuera de nuestro alcance. “Nuestros” representantes una vez elegidos, mediante ese procedimiento democrático viciado, campa por sus respetos, hace lo que quiere y adquiere una categoría legal que lo pone por encima de cualquier otra persona que no pertenezca a la política, y así se llega al caso concreto de la Junta de Andalucía, que no cumple ni siquiera lo que tiene pactado y firmado con los trabajadores de Boliden, hoy encerrados en huelga de hambre exigiendo el derecho que es suyo.
La Junta de Andalucía, con respecto de los trabajadores de Boliden, en la práctica se está comportando como si fuera el señor del feudo que hace lo que le de la gana, que para eso es el señor.
La salud de los trabajadores de Boliden encerrados y en huelga de hambre en la Catedral de Sevilla está en peligro, de cuyo peligro son responsables directos y personalmente todos y cada uno de los miembros de la Junta de Andalucía, que no resuelven lo que tiene resolver, es decir, cumplir lo pactado, teniendo todos los medios para ello, y como responsables que son del deterioro de la salud que se pudiera producir en los trabajadores en huelga de hambre, deberían responder penalmente del daño causado ante los tribunales. Claro que para ello hay que reformar el Código Penal.
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