(Publicidad vulgar, vulgaris)
Todo llega, y a la pregunta que se hacia Antonio Machín en una de sus melodías de porqué por ningún pintor pintó jamás angelito negro, le ha llegado respuesta.
Antes no había angelito negro que fuera gendarme del mundo y ahora si. Ya tenemos a Obama.
Obama será el primer angelito negro que pinten los pintores de la historia para la posteridad, pero me parece a mi que negro, azul cielo primavera o pintado a cuadros blancos y verdes, se va a diferenciar muy poco del resto de angelitos blancos que los americanos del norte han tenido por presidentes y nosotros por amos.
Sabemos por lo que nos llega de su vida privada, que a sus hijas las lleva a los colegios más caros, igualito que cualquier rico blanco de tez blanca como la leche, y que pierde sus buenas horas en salas de masajes, para que las neuronas de sus músculos se le pongan de punta y a tono.
De sus honestas virtudes públicas, también apunta muy buenas maneras. Uno de sus futuros colaboradores para la exportación de la democracia americana del norte. Timothy Geitner, procedente del Fondo Monetario Internacional (de donde salió huyendo de la quema Rato), solamente ha dejado de pagar impuestos unos 26.000 euros, un fallo técnico de poca monta.
Queda, pues, tranquila y en paz la memoria de Antonio Machín, porque ya tiene su angelito negro, pero para mi que el color no hace al ángel.
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