La elaboración de una
propuesta social seria y alternativa, una enmienda a la totalidad basada en la
impugnación del actual sistema que nos lleva al desastre climático, ecológico,
económico y social debería ser nuestra prioridad. Y más vale tarde que nunca.
La mentira os hará libres
El Viejo Topo
9 noviembre, 2024
Cuando visitas el campo de concentración de Auschwitz te sobrecoge el cinismo de la inscripción nazi sobre la puerta metálica: «Arbeit macht frei» («El trabajo libera» o «El trabajo te hará libre») dirigida a unos presos condenados al exterminio.
Hoy los nuevos nazis que se muestran a plena luz sin pudor ni
vergüenza han cambiado el texto de sus antecesores por un
nuevo lema: «La mentira te hará libre». Esta vez en lugar de
exterminar cuerpos se centran en la aniquilación de las mentes. El problema es
que pese a lo burdo del diseño a la idea no le faltan compradores.
Basta con hacer
un repaso del curso de «cuñadismo extremo hispano» puesto en marcha (por
quienes consideran que la esencia de la «españolidad» se nutre de procesiones,
corridas de toros, chistes de «mariquitas» o desprecio a «negratas», moros y
«panchitos») para echar balones fuera y culpar a otros de sus errores a raíz de
la catástrofe provocada por la DANA en la Comunidad Valenciana.
En el
sostenerla y no enmendarla cabe todo. Desde señalar a la AEMET, a la
Confederación Hidrográfica, al Gobierno central o al primero que pasará por
allí… si así se salva el culo y el pellejo de quien tenía total responsabilidad
en la gestión de la situación.
Y no, puedes poner los datos que quieras sobre la mesa, traer los avisos
previos sobre lo que podía pasar, acarrear estudios científicos… que no sirve
de nada. Han adquirido, nunca mejor dicho, «la inmunidad de rebaño» y
donde se ponga una tierra plana, una avioneta antilluvia cuando toca sequía o
una manipulación del tiempo para crear tormentas si toca inundaciones, que se
quite la Ciencia.
Como dice el
refrán «No hay peor sordo que el que no quiere oír» y actualmente la
hipoacusia es una epidemia. Frente a un pensamiento crítico siempre es más
sencillo un relato construido sobre creencias preelaboradas (siempre por otros,
no por el que las consume y repite) que apartan la reflexión de su camino.
Simplifican y de qué manera la toma de decisiones.
Por ello
intentar razonar o hacerles ver lo evidente (que no se dieron avisos de la
situación, que se prefirió desmantelar organismos que pudieran gestionar
emergencias y darle el dinero a otros chiringuitos, que se antepuso la lógica
empresarial de mantener la ficción de que no pasaba nada para que el
capitalismo siguiese funcionando, a la lógica de priorizar las vidas de las
personas…) es en estos momentos una tarea tan ardua y tan poco efectiva como la
de darte cabezazos contra la pared.
Se ha instalado
la mentira y el mentir, difamar, difundir bulos a sabiendas de que la historia
contada es falsa… sale gratis. Con lo cual la bola crece y crece amenazando con
llevarse por delante los derechos sociales y humanos tan dificultosamente
levantados.
Es lo que trae dejar a las élites económicas diseñar una sociedad sin
contrapeso. Por ello se hace más necesario que nunca parar y recontarnos
poniendo pie en pared. Ahora mismo estamos a la defensiva, en retroceso y, lo
que es peor, sin un norte claro.
La elaboración de una propuesta social seria y alternativa, una enmienda a la
totalidad basada en la impugnación del actual sistema que nos lleva al desastre
climático, ecológico, económico y social debería ser nuestra prioridad.
Y cuando se
impugna un sistema lo suyo es volver a los clásicos y centrar la visión en una
economía colectiva y socialista que ponga por encima del mercado al ser humano.
Porque lo otro, lo fácil, el echarle la culpa de nuestra rabia al inmigrante
que es un poco más pobre que tú o comprar la idea de que «la cultura del
esfuerzo» te impulsará socialmente hacia la cúspide obviando que en la mayoría
de los casos es el escalón familiar, del que nunca se bajan los privilegiados,
el que los impulsa, ya existe.
¿O de verdad
crees que el auge de los movimientos ultraconservadores, con los recientes
triunfos electorales de los fascismos europeos, el de hace uno meses de Milei o
el de ayer de Trump son producto de la casualidad y el alineamientos de
astros?
Si así piensas no hay duda: la mentira te ha hecho libre, te encanta chapotear
en el fango esperando el maná y por supuesto los barcos desaparecen en el
horizonte para caer en el abismo insondable porque la tierra es plana.
Mientras los dueños del cotarro se frotan las manos y le dicen a tu
explotador: «De esos tan dóciles y sumisos, póngame tres docenas».
Fuente: Colectivo
Prometeo
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