viernes, 5 de octubre de 2012

"LA DEUDA NO SE PUEDE PAGAR AUNQUE EL GOBIERNO INSISTA EN ARRASAR EL PAIS"



Julio Anguita 
Kaosenlared 
05.10.2012 

Creo que debemos asumir la imposibilidad de pagar la deuda o, caso contrario, hipotecar al país por décadas. Un país deshecho, con problemas añadidos de conformación como Estado y en plena debacle del modelo pactado en la Transición. 

Sólo la contumacia del Gobierno y la perseverancia en arrasar su país pueden explicar los discursos vacuos, los lugares comunes y las salidas de tono. El incendio que van a provocar pondrá el corolario a este horror. ¿Son conscientes de la situación? 

Sólo hacen falta unas pinceladas. De aquí a fin de año el Gobierno debe pagar en concepto de servicio de la deuda unos 40.000 millones de euros. La más que previsible desviación del déficit previsto para 2013 puede suponer un pago de 65.000 millones más en ese año. En conjunto un 16,5% del PIB. 

 Si a esto le añadimos la caída de ingresos como consecuencia de la provocada disminución de la actividad y el consumo, nos encontraremos con que el recurso al endeudamiento se hace obligatorio. Endeudarse para pagar los intereses de la deuda, y así ¿hasta cuándo? Se avecina un recorte en los ministerios que puede oscilar entre un 17 y un 20%; la inversión se paraliza y los recortes en Sanidad oscilan entre un 13 y un 15%. 

 Las previsiones de decrecimiento siguen superando las del Gobierno y la sensación que los datos sustentan es de caída libre. Los juegos de palabras acerca de si se va a pedir el rescate (blando o duro) o se va a obtener una línea de crédito son simplemente frivolidades para el consumo de quienes juegan a auto-engañarse y a engañar a los demás. 

El horror 

 El horror es el objeto del monólogo que el coronel Kurtz (Marlon Brando) recita ante el capitán Willard (Martin Sheen). La guerra y el horror en que el ser humano se abisma como sujeto activo y pasivo de la misma son descritos en una escena que no se puede olvidar. Salvando la distancia de las armas y los muertos en acciones bélicas, la situación de España hace revivir la genial interpretación de Brando. 
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Fuente: http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/32906-anguita-la-deuda-no-se-puede-pagar-aunque-el-gobierno-insita-en-arrasar-al-pa%C3%ADs.html 

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HACIA UNA HUELGA GENERAL ANTICAPITALISTA




 Iniciativa de Clase 
 05/10/2012 

La Huelga General llegará por la voluntad de los capitalistas y del gobierno del PP de no ceder ni un ápice del terreno conquistado contra los trabajadores y de continuar aplicando sus recetas de caballo anticrisis contra los sectores más castigados por sus políticas antisociales (parados, pensionistas, asalariados precarios, familias con rentas bajas, dependientes y familiares de dependientes,...) en forma de recortes sociales, reforma laboral y un larguísimo etcétera que conforma la totalidad de la política del actual gobierno. 

Pero no podemos ir hacia una Huelga General más como las lanzadas por CCOO y UGT en 2010 y 2012; huelgas generales sin continuidad en las luchas posteriores y pensadas para recuperar la interlocución perdida ante los gobiernos y la CEOE y que dilapidaron la acumulación de fuerzas realizada en los procesos hacia su consecución. 

La patronal y los sucesivos gobiernos de la crisis ya no tienen nada que ofrecer a un modelo sindical de concertación ya muerto, al que no necesitan, cuando lo que encuentran frente a la brutalidad de sus medidas antisociales es una resistencia pasiva, casi siempre tardía, remolona y mínima. 

 Para INICIATIVA DE CLASE la próxima Huelga General debe ser preparada con planteamientos totalmente diferentes a los anteriores. 

Es necesario preparar esa Huelga General de modo que todas las luchas parciales y sectoriales vayan convergiendo en ella y que su generalización y extensión geográfica actúe como impulso que le dote de fuerza posterior. 

 Por otro lado, su momento culminante no puede ser un punto y aparte hasta la próxima Huelga General. Al día siguiente de la misma, las posteriores luchas, movilizaciones y huelgas parciales deben actuar como ráfagas que golpeen al Gobierno del PP en oleadas sucesivas que, sin desgastarse, sean capaces de hacer ingobernable e insoportable la situación para los representantes políticos del gran capital. Es necesaria una movilización sostenida en el tiempo contra el capital y su gobierno, capaz de mantener e incrementar el proceso de acumulación de fuerzas de los trabajadores en la lucha. 

 Hablamos por tanto de una Huelga General y de un proceso previo y posterior con carácter político. 

 Pero ese carácter político no puede agotarse en la consigna de “fuera el Gobierno del PP”. Sería un grave error creer que bastaría con sacar a Rajoy de la Moncloa para que todo cambie al día siguiente. El papel de los social-liberales en los pasados Gobiernos griego, español o portugués muestra que no basta con una alternancia en el Gobierno. 

 Sin una lucha de los trabajadores, tanto en el marco europeo como en el nacional, radicalmente confrontada a los dictados de La Troika y los intereses de las grandes corporaciones patronales europeas y, específicamente del capital alemán, que avance hacia la EuroHuelga, sirven de poco los cambios de Gobierno. Es necesario cambiar la correlación de fuerzas en la calle entre trabajadores y capitalistas. 

 Esa lucha debe empezar a levantar ya la estrategia de derribo del capitalismo y de apuesta por un horizonte socialista que oriente los conflictos porque el capitalismo ya no tiene nada que ofrecer a los trabajadores. Es necesario impregnar las movilizaciones y sus proclamas de contenido anticapitalista que marque la dirección de nuestras reivindicaciones como clase. 
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 e-mail: iniciativadeclase2@gmail.com 
 Fuente: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2012/10/hacia-una-huelga-general-anticapitalista.html 

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PUBLICADO EN CRONICA DE ARAGON


APUNTES PARA LA NUEVA REVOLUCION SOCIAL

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LAS CONDICIONES OBJETIVAS ESTAN DADAS, SÓLO FALTAN LAS CONDICIONES SUBJETIVAS

No se trata de opinión, sino de hechos objetivos y constatados. El modo de producción capitalista ha cumplido la función histórica que tenía encomendada, es decir, el desarrollo de todas las fuerzas productivas como medio para poder acrecentar los capitales.

 La demostración aritmética, objetiva, y por tanto exenta de cualquier elemento ideológico que la pudiera distorsionar, de que el modo de producción capitalista se hace materialmente inviable una vez alcanzado un determinado grado de desarrollo, se obtiene a través de la fórmula (D- M… P… M´- D´) enunciada por Carlos Marx a mediados del siglo XIX para explicar, de forma resumida, el funcionamiento del modo de producción capitalista. 

 Que la corrupción política, económica y financiera esté presente en una gran parte de la clase política, la de España, y la de fuera de España, que lo está; que la utilización de las leyes de forma arbitraria sean ejercidas por jueces y tribunales a instancias políticas del gobierno de turno (ahora el de Rajoy y antes otros) sea un hecho, que lo es; que el chantaje político y económico que una minoría insignificante en cuanto al número hace a naciones enteras, como es el caso de la UE, el FMI o el BCE con respecto de España y otras naciones, resulte patente, que resulta; que la gran mayoría de la sociedad no sienta como algo propio e indelegable la participación en los asuntos políticos, que no la siente, etc., etc., no significa que todo ello constituya el cuerpo de causas que generan la crisis actual. 

En todo caso cabría calificar lo enumerado sólo a título de ejemplo, como las condiciones psicológicas necesarias para impedir la comprensión del funcionamiento del modo de producción capitalista, o dicho de otro modo, el caldo de cultivo que compone el lodazal político e “intelectual” dónde se revuelcan como marranos en un charco los Rajoy, Zapatero, González, Méndez, Toxo, Mas,… así como los directivos de los grandes grupos de comunicación (juguetones con la intelectualidad oficial), los obispos creadores de falsas conciencias, etc., con el fin – intencionadamente o no – de promover que el modo de producción capitalista pueda ser entendido por la población como algo creado por la madre naturaleza (y por lo tanto, insustituible e inamovible) y no como un producto político orientado hacia el beneficio de unos pocos (cada vez menos) que obtienen sus ganancias arrebatándoselas a la inmensa mayoría de la población, que es quien realmente las produce.

La crisis del modo de producción capitalista (de la cual, esto que se ha dado en denominar como “crisis financiera” no es más que una pequeña parte que aflora a la superficie) radica en el propio funcionamiento normal del sistema. 

Sin comprender cómo funciona el capitalismo es sencillamente imposible salir de la crisis, sobre todo, porque no se puede actuar sobre el origen del problema. Por ello, las políticas llamadas “de ajustes y de reformas” llevadas a cabo por los distintos gobiernos, dentro y fuera de España, no están llamadas a solucionar el problema, ya que salvo unos cuantos electrones libres de la política internacional, ningún gobernante persigue superar el modo de producción capitalista, sino reforzar sus ruinas. Al edificio que se ha caído porque su estructura estaba irremisiblemente podrida, se le están dando unas manitas de pintura para que no se caiga. Absurdo, irracional e inviable, pero cierto. 

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