martes, 5 de septiembre de 2023

EE.UU. lidera el ranking de “iniciar guerras” y no piensa parar

 

EE.UU. lidera el ranking de “iniciar guerras” y no piensa parar

 

DIARIO OCTUBRE / septiembre 3, 2023

 

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945 hasta 2001, entre los 248 conflictos armados que ocurrieron en 153 regiones del mundo, 201 fueron iniciados por Estados Unidos, lo que representa el 81% del número total.


Estados Unidos es, hasta el momento, el único país que ha lanzado bombas atómicas en una guerra. Ocurrió el  6 de agosto de 1945,  Washington  lanzó la primera sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, matando a más de 70 mil personas al instante. Una segunda bomba siguió tres días después sobre Nagasaki y le quitó la vida a 40 mil personas más.

 

Los testigos de la vida política estadunidense en aquella época reconocieron poco tiempo después que no habría sido necesaria tal destrucción para forzar la rendición de Japón, pero el daño ya estaba hecho. Así lo expresó Ralph Bard, Subsecretario de Marina en ese entonces: “Los japoneses estaban listos para la paz, y ya se habían acercado a los rusos y los suizos… En mi opinión, la guerra japonesa realmente se ganó antes de que usáramos la bomba atómica”. [1]

Un criterio similar dejó plasmado el General de brigada Carter Clarke, oficial de inteligencia militar, que preparó resúmenes de cables interceptados para Truman: “Cuando no necesitábamos hacerlo, y sabíamos que no necesitábamos hacerlo… usamos [Hiroshima y Nagasaki] como un experimento por dos bombas atómicas. Muchos otros oficiales militares de alto nivel estuvieron de acuerdo”.

Los daños provocados por la radioactividad marcarían a la nación nipona hasta la actualidad.  Sin embargo, la narrativa contada por los vencedores se basó en implantar la teoría de que la bomba atómica desencadenó una sucesión de acontecimientos históricos que marcaron el devenir de aquellos días de agosto de 1945, entre ellos, el final de la Segunda Guerra Mundial. “No obstante, con ello también se originó  “el comienzo de una nueva posguerra sobre la que, de inmediato, caería una larga sombra de dudas y sospechas sobre el futuro inmediato de la energía nuclear”. [2]

Los puntos que conectan a  Hiroshima y Nagazaki con  Ucrania en 2023 son peligrosamente similares. En ambos casos  existe un marcado desinterés de la administración de Estados Unidos por encontrar otras formas resolutivas del conflicto basadas en la negociación.  En  aquel momento el gobierno estadounidense  llegó a lanzar bombas atómicas. Ahora envía todo tipo de armamento a territorio ucraniano, provoca la prolongación de la guerra, no se ensucia las manos, pero pasa el balón a Moscú si de amenazas  nucleares se trata.

Cuando se cumplen 78 años de los bombardeos contra Hiroshima y Nagazaki  y la guerra en Ucrania no tiene un final a la vista, vale la pena preguntarse. ¿De cuántos conflictos usted conoce desde el fin de la Segunda Guerra Mundial que hayan sido  promovidos por Estados Unidos? ¿Cuántos países fueron bombardeados por Washington incluso sin la presencia de su ejército en el lugar?  

En este reportaje le proponemos algunas pistas que responden a esas preguntas.

Las huellas de bombardeos estadounidenses en el mundo


 

La grafica anterior muestra  los países que han sido bombardeados por Estados Unidos. Naciones de todos los continentes. En cada una hubo una historia de cómo se llegó a ese momento y para cada caso  Washington tuvo una justificación diferente que, seguramente, se disolvió o desmintió en el tiempo cuando ya los efectos estaban sobre territorio extranjero.

En 2021 La Sociedad China de Estudios de Derechos Humanos (CSHRS),   publicó un  informe titulado, “Desastres humanitarios severos causados por guerras agresivas de Estados Unidos contra países extranjeros”, donde afirmaba que Estados Unidos había iniciado el 81% de los conflictos armados desde 1945 hasta el año 2001.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945 hasta 2001, según el informe, “entre los 248 conflictos armados que ocurrieron en 153 regiones del mundo, 201 fueron iniciados por Estados Unidos, lo que representa el 81% del número total”.

“La mayoría de las guerras de agresión libradas por Estados Unidos han sido acciones unilateralistas, y algunas de estas guerras incluso fueron criticadas por sus propios aliados (…) El egoísmo y la hipocresía de Estados Unidos también han sido completamente expuestos a través de estas guerras extranjeras”, agregó el CSHRS.[3]

La industria bélica representa para la nación estadounidense una cuestión económica. Es el país que destina mayor presupuesto militar en el mundo. El gasto militar estadounidense alcanzó los 877 mil millones de dólares en 2022, lo que supuso el 39% del gasto militar mundial total.

Si analizamos los inicios de esta tendencia, tiene sus orígenes al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos justificaba su poderío militar al considerar a la Unión Soviética su enemigo potencial, pero  luego de la caída del campo socialista se hacía evidente la falta de una justificación.  La Casa Blanca no tardó en encontrarla años después con la llamada lucha contra el terrorismo.

Bajo la bandera del antiterrorismo Estados Unidos ha propagado guerras en los últimas dos décadas. “A finales de agosto, el sitio web de la Fundación de Cultura Estratégica de Rusia publicó un artículo titulado “¿Quién obtuvo beneficios en la guerra de Afganistán?”, en el que decía que la lista de los principales beneficiarios de la guerra de Afganistán publicada por el Instituto para la Reforma de las Políticas de Seguridad, una entidad independiente de Estados Unidos, muestra que los cinco magnates de industria militar estadounidense Lockheed-Martin, Raytheon Company, General Dynamics, Boeing y Northrop Grumman recibieron un total de 2,02 billones de dólares estadounidenses”.[4]


Cifras de las guerras antiterroristas de EE.UU. (Fuente: Universidad de Brown, Proyecto Costos de la Guerra)

Los contratistas privados son quienes se llevan los mayores beneficios.  De acuerdo con un estudio de la Universidad Autónoma de México en las primeras dos semanas de la guerra en Ucrania las grandes industrias militares estadounidenses percibieron ganancias hasta por 82 mil millones de dólares solo en el incremento del valor de sus acciones.

Según la investigación de la organización china de derechos humanos, Washington intervino “directa o indirectamente en los asuntos de otros países apoyando guerras indirectas, incitando a insurgencias antigubernamentales, llevando a cabo asesinatos, proporcionando armas y municiones y entrenando a las fuerzas armadas antigubernamentales, que han causado graves daños a la estabilidad social y la seguridad pública de varios países”.[5]

Sin embargo, el hecho de comenzar una guerra en otro país, con la consecuente presencia militar trae aparejado para Washington otros beneficios como el despojo  de los recursos de esa nación. Ya lo hemos visto en Irak, Libia, Afganistán. Actualmente  Estados Unidos roba el 80 porciento de la producción petrolera de Siria.

Con el actual conflicto en Ucrania,  Estados Unidos no ha medido esfuerzos en enviar grandes lotes de ayuda militar a Kiev. Además ha instado a las naciones europeas a participar en el mismo propósito, lo que significa invertir más en la defensa de sus propios estados.  Esto representa mayores ganancias para el complejo militar industrial estadounidense que se convierte en el principal proveedor para los mercados europeos.

Por si esto no fuera suficiente,  el gobierno de  Biden  hizo de todo para boicotear el mercado de combustible ruso hacia Europa que durante décadas había  garantizado un flujo seguro, estable y sobre todo a  buen costo para el continente. Ahora, gracias al actual conflicto y las presiones de Washington, Europa enfrenta una crisis energética y de paso paga un 40 porciento más caro por el gas proveniente de Estados Unidos.

 Washington entrena militares para posibles golpes de estado

El gobierno de Washington  ha ejecutado actividades que denomina “antiterroristas” en 85 países desde que se inició el siglo XXI, matando directamente a 929 mil personas y desplazando a otros 38 millones. Así lo reflejó la  Universidad de Brown de Estados Unidos en una  investigación reciente titulada “Los Costes de la Guerra”.

Ese tipo de actividades en ocasiones son partes de los conflictos ya mencionados anteriormente pero también incluyen acciones sin una participación directa en el terreno como el lanzamiento de drones con efectos devastadores en los llamados “daños colaterales”.

La Casa Blanca ha acudido también en las últimas décadas a mecanismos más sofisticados de intervención que van desde la guerra cognitiva con resultados a largo plazo pero hasta cierto punto más económicos y menos visibles, hasta el entrenamiento de fuerzas extranjeras para operaciones posteriores en los países donde tengan puesto la mira.

Katherine Yon Ebright, consejera del programa sobre libertad y seguridad nacional del Centro Brennan para la Justicia, lo describió como una “guerra de huella ligera”. Ebright,  citada en el Informe de las violaciones de los derechos humanos de Estados Unidos en 2022 realizado por China explicó que bajo el programa conocido como “127e”, las fuerzas de operaciones especiales estadounidenses están autorizadas a entrenar fuerzas delegadas para ejecutar misiones en el exterior.

“Milicianos extranjeros con acceso a armamento, entrenamiento e inteligencia estadounidense son desplegados en misiones lideradas por Estados Unidos contra sus enemigos y para cumplir con los objetivos estadounidenses. De 2017 a 2020, el Pentágono lanzó 23 guerras subsidiarias en nombre del “127e” en las regiones de Medio Oriente y Asia-Pacífico. Al menos una docena de países han participado en operaciones para atacar a Siria, Yemen, Irak, Túnez, Camerún o Libia, entre otros.”[6]

Estados Unidos ha extendido su radio de acción también a  África de una forma más discreta pero igual de preocupante. No por gusto Victoria Nuland, la “número dos” del Departamento de Estado, se reunió poco tiempo después del golpe de estado en Níger con los militares que tomaron el control del país.

Durante esas conversaciones, Nuland les propuso  varias fórmulas para restablecer el orden, según su formato a través de una “solución negociada”, pero los líderes golpistas mostraron poco interés. Para ejercer un poco más de presión sobre la junta militar, aunque supuestamente respetan la soberanía de Níger, el gobierno estadounidense congeló más de mil millones de dólares en programas de asistencia al gobierno hasta nuevo aviso.

Responsible Statecraft reveló en una investigación reciente  que al menos 15 oficiales apoyados por Estados Unidos han estado involucrados en 12 golpes de Estado en África Occidental y el Gran Sahel durante la guerra contra el terrorismo. La lista incluye militares de Burkina Faso (2014, 2015 y dos veces en 2022 ); Chad (2021); Gambia ( 2014 ); Guinea ( 2021 ); Malí ( 2012 , 2020, 2021 ); Mauritania ( 2008 ); y Níger ( 2023 ).  Al menos cinco líderes del golpe más reciente en Níger recibieron entrenamiento estadounidense, según la misma fuente.  

De esta forma  Washington prepara el terreno donde luego podrían ocurrir las guerras en las cuales aparentemente “no tendrá nada que ver”. Sembrar escenarios de confrontación asegura una industria bélica que necesita mantenerse activa para sostener la propia hegemonía imperial de ese país. Una nación acostumbrada a repartir sus manuales de democracia por el mundo, aunque nadie se los pida, con una huella imborrable de destrucción tras las guerras que ha dejado a su paso.  Sus récords de bombardeos y conflictos solo los supera la cantidad de veces que ha violado el concepto de soberanía en territorios fuera de su control.


[1] https://starkrealities.substack.com/p/hiroshima-nagasaki-bombings-were

[2] https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-879X2020000200052

[3] https://www.aa.com.tr/es/mundo/organizaci%C3%B3n-china-culpa-a-eeuu-de-haber-iniciado-el-81-de-los-conflictos-armados-de-1945-a-2001/2203792

[4] https://espanol.cgtn.com/n/2021-09-14/FaHaAA/eeuu-debe-ser-investigado-como-el-origen-de-la-guerra/index.html

[5] https://www.aa.com.tr/es/mundo/organizaci%C3%B3n-china-culpa-a-eeuu-de-haber-iniciado-el-81-de-los-conflictos-armados-de-1945-a-2001/2203792

[6] https://spanish.news.cn/20230329/3cb8c54dc52540669648d762e2da74f3/c.html

FUENTE: almayadeen.net

 

“La situación de la salud mental es dramática y no ayuda que se ignore el papel de la Enfermería”

 

 

“La situación de la salud mental es dramática y no ayuda que se ignore el papel de la Enfermería”

 

TERCERAINFORMACION / 05.09.2023


SATSE Madrid considera que el problema de la salud mental, especialmente preocupante tras la pandemia, no está siendo abordado de forma decidida por el Gobierno regional.

Son necesarias más acciones preventivas y apostar por el papel que han de desempeñar las enfermeras/os especialistas en la salud mental. En la Comunidad de Madrid solo hay 340 enfermeras que ocupan puestos de trabajo como enfermeras especialistas en Salud Mental para una población de casi 7 millones de madrileños.

En la última convocatoria para la formación de Enfermeras Especialistas en Salud Mental (EIR) solo se han convocado 47 para toda la Comunidad de Madrid, cifra claramente insuficiente.


La pandemia ha traído, junto a la falta de reconocimiento institucional al papel desempeñado por las enfermeras/os madrileñas, graves carencias en la atención de algunas patologías, entre ellas la salud mental.

En el Día Internacional de la Enfermería de Salud Mental, que se celebrará el 1 de septiembre, SATSE Madrid cree que el Servicio Madrileño de Salud (Sermas) debe apostar por un incremento exponencial de las enfermeras especialistas en Salud Mental en los dispositivos preventivos y terapéuticos. Se debe desarrollar y reconocer claramente el papel que pueden y han de desempeñar estas profesionales en la sanidad pública madrileña.

 

“No es lógico, explican desde SATSE, que en todo el Sermas haya únicamente 340 enfermeras/os especialistas en Salud Mental que deben ocuparse de cuidar a casi 7.000 millones de madrileños. Mientras que, en países como Noruega o Finlandia con unos cuidados de salud mental avanzados hay 20 enfermeras por cada 100.000 habitantes, en Madrid no llegan a 5.

 

Entre otras medidas se encuentra adecuar las actuales ratios de enfermeras especialistas en Salud Mental que hay en el Sermas a las necesidades reales existentes, las cuales se ha incrementado de forma considerable a raíz de la pandemia del Covid-19.

 

Al respecto, el Sindicato de Enfermería subraya que, además de en las unidades de agudos de los hospitales y en los centros específicos de Salud Mental, la labor de las enfermeras especialistas en Salud Mental resulta muy necesaria en los dispositivos preventivos y terapéuticos, como las unidades infanto-juveniles o las unidades de conductas adictivas.

 

Asimismo, la organización sindical reclama que no se siga “estigmatizando” a los trabajadores con algún problema de salud mental y que se busquen puestos adaptados y se garantice un seguimiento de su situación, facilitando su integración efectiva en los equipos de trabajo.

 

Recientes estudios posicionan a España como el segundo país de Europa con más casos de trastornos de salud mental, detrás de Portugal. Además, ambos países son los únicos que superan el 20% de casos, es decir, una de cada cinco personas sufre algún trastorno de salud mental. Los trastornos mentales que más afectan a nuestra sociedad son la depresión, la ansiedad y el trastorno de déficit de atención con hiperactividad.

“Los centros educativos son los grandes olvidados de las campañas de prevención de la salud”

Solo permitiendo el desarrollo completo de las competencias de nuestras enfermeras especialistas en salud mental en todos los ámbitos de nuestro sistema sanitario, podremos alcanzar la excelencia en la atención a los problemas de salud mental.

El Sindicato de Enfermería, SATSE, en Madrid ha reclamado al Gobierno regional que apueste por la prevención y la detección de problemas y conductas no saludables en los centros educativos e impulse la presencia de, al menos, una enfermera escolar en todos y cada uno de los centros educativos públicos de la Comunidad de Madrid.

SATSE Madrid resalta que, además de su labor asistencial al alumnado por un problema de salud o cuando se producen accidentes y otro tipo de incidencias, la enfermera escolar desempeña un papel clave a la hora de detectar conductas y hábitos no saludables, y actuar sobre aquellas situaciones que puedan afectar negativamente a la salud física, psicológica y emocional de los escolares.

Entre otros, SATSE alude a la labor de detección que desarrolla la enfermera escolar ante problemas de salud mental, trastornos de la conducta alimentaria, adicciones (alcohol, tabaco, drogas, etc.), violencia o discriminación por razón de género, bullying, etc.

“La enfermera, como profesional sanitaria, tiene la formación necesaria para detectar y dar la alarma ante problemas y situaciones que requieren una atención conjunta y coordinada de la comunidad educativa y de otros recursos sanitarios y sociales”, apuntan.

De igual forma, desde SATSE Madrid se incide en que la labor informativa de las enfermeras escolares, en colaboración con el profesorado, en materia de prevención y promoción de la salud puede evitar embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual, las cuales, al igual que otros problemas y situaciones perjudiciales que afectan a niños y jóvenes, se están incrementando en nuestro país a lo largo de los últimos años.

En este sentido, desde SATSE Madrid se recuerda que el hecho de no contar con una enfermera escolar supone desaprovechar una oportunidad de trabajar en propiciar que en la infancia y adolescencia se conozca mejor cómo cuidar y proteger la salud personal ya que es en los primeros años cuando se adquieren y fijan los hábitos que se mantendrán a lo largo de la vida.

“La mayoría de las conductas y hábitos no saludables se suelen adquirir a edades tempranas, por lo que cualquier centro educativo constituye el lugar idóneo, no solo para la promoción de hábitos de vida saludables, sino también para la vigilancia del crecimiento y desarrollo óptimo del alumnado, al integrar las estrategias de cuidados en su entorno habitual de socialización y aprendizaje, teniendo en cuenta, además, que en él pasan gran parte de su tiempo”, asegura.

Por ello, el Sindicato de Enfermería insiste en la necesidad de implantar la figura de las enfermeras escolares en todos los colegios e institutos públicos de la Comunidad de Madrid, al ser, en definitiva, una medida que beneficia al alumnado, a las madres y padres, al profesorado y al resto de la comunidad educativa, así como al sistema sanitario.

“La situación de la salud mental es dramática y no ayuda que se ignore el papel de la Enfermería”

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Daniel Ortega, Dictador

 

De guerrillero liberador del pueblo a dictador. O de cómo el disfrute del poder trastorna y envilece a los débiles de espíritu. Algo así ha acontecido con el exsandinista Ortega, cuyo tránsito de héroe a villano está dando sus últimos pasos.


Daniel Ortega, Dictador


Bernardo Barranco

El Viejo Topo

5 septiembre, 2023 



El gobierno de Daniel Ortega canceló de manera arbitraria, el 23 de agosto, la personalidad jurídica a la Compañía de Jesús. Todos sus bienes pasan al Estado. Una semana antes confiscó la trascendente Universidad Centroamericana (UCA), de los jesuitas, acusada de “terrorismo”. Lo mismo ha pasado con todos los centros educativos y colegios de la compañía.

Ortega traicionó de manera pueril y obscena los ideales de la revolución sandinista que derrocó a los Somoza, revolución que contó con cientos de simpatizantes de la teología de la liberación. Llamada por muchos una revolución cristiana. Abundantes cuadros técnicos y operativos surgieron de la UCA, ahora sometida.

La radicalización de la dictadura orteguista empezó en 2018, ante las crecientes protestas por el comportamiento arbitrario del gobierno contra la prensa y acciones abusivas para reprimir toda oposición. Se desató una masacre a la población. La represión del gobierno dejó al menos 350 muertos, centenares de presos, decenas de miles de exiliados y millonarias pérdidas económicas en uno de los países más pobres de América. La justificación fue: un intento de golpe de Estado financiado por Norteamérica.

José Daniel Ortega nació en La Libertad el 11 de noviembre de 1945. Se convirtió en dirigente revolucionario del sandinismo que derrocó la dictadura de los Somoza en 1979. Ex guerrillero y político, se fue convirtiendo en un adicto al poder, traicionando los valores revolucionarios de su original movimiento. Ejerció su primer mandato presidencial entre 1985 y 1990. Luego triunfó en las elecciones del 5 de noviembre de 2006 y desde entonces ha sido relegido en tres ocasiones: en 2011, 2016 y 2021. Más de 22 años en el poder han deformado su alma revolucionaria para convertirlo en tirano. Con una pareja, Rosario Murillo, a quien muchos sostienen que es la que en verdad toma las decisiones políticas.

Ortega opresor se convirtió en actor que abusa de su autoridad y es inclemente ante cualquiera que se asome como opositor. Desde 2018, la familia Ortega se ha orientado hacia una dictadura de gobierno autoritario y tiránico. Todas las instituciones ejecutivas, legislativas y judiciales son controladas por el matrimonio Ortega-Murillo, que impide cualquier intervención democrática y social. Más que dictador revolucionario, Ortega se ha convertido en dictador absolutista y arbitrario. Por tanto, ha trasformado a Nicaragua en un régimen antidemocrático. Su poder no tiene límites jurídicos y trastoca el carácter político prexistente.

Ortega ha reprimido a la prensa, intelectuales críticos, sindicatos disidentes, empresarios, activistas ecológicos y a importantes sectores de la Iglesia. Desde hace años, la relación Iglesia-Estado en Nicaragua ha tocado fondo. Justo el año pasado, el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, y cinco sacerdotes estuvieron cercados por la policía en el palacio episcopal, después aprendidos y encarcelados. La tensión con la Iglesia católica tiene varios episodios. A inicios de 2022 Ortega decretó el cierre de siete radioemisoras católicas. También prohibió la procesión tradicional de la Virgen de Fátima en la arquidiócesis de Managua. Sorprendió la expulsión del territorio nacional de las religiosas Misioneras de la Caridad, fundadas por la Madre Teresa de Calcuta, quienes se refugiaron en Costa Rica. Desde abril de 2019, el obispo Silvio José Báez vive exiliado en Florida. Ha sido una de las voces más críticas contra Ortega. ¿Qué dirían del maltrato a clérigos los actores religiosos, como Ernesto Cardenal y su hermano Fernando, y el sacerdote diplomático Miguel d’Escoto?

Se acusa a la Iglesia de desestabilizar, que promueve el odio y el encono hacia el gobierno. Ser un agente poderoso de desequilibrio social que alienta tanto un levantamiento social como un eventual golpe de Estado. El argumento para confiscar la UCA es que promueve el “terrorismo”.

Pero no idealicemos a la Iglesia católica. Como toda institución tiene posturas e intereses. Hay sectores que simpatizan con Ortega y lo apoyan. Otros con su silencio cómplice, lo validan. Será interesante analizar las posturas clericales ante la confiscación de la UCA y el desconocimiento jurídico de los jesuitas para precisar un mapa político de la propia Iglesia católica en Nicaragua.

Muchos reprochan a Ortega que su gobierno cada vez se parece más a la familia Somoza. Le recriminan negocios con conflicto de intereses, convenios económicos ventajosos y corrupción en beneficio de sus familiares, leales y socios prestanombres. El papa Francisco lo calificó como “un tipo de dictadura grosera”.

Sería una simplificación situar las tensiones entre el episcopado y Managua como conflicto entre instituciones. El encono hacia sectores de Iglesia debe explicarse por la crisis de gobernabilidad y la pérdida de legitimidad que arrastra Ortega. Las tensiones con la Iglesia son parte de la lucha por el poder. Ortega recurre a medidas autoritarias extremas no sólo ante la Iglesia, sino contra sectores de la sociedad.

Ortega ha llegado demasiado lejos con los jesuitas. Debe tener presente que el Papa es también jesuita. A diferencia de 1979, en que el papa Juan Pablo II no veía con buenos ojos a los sandinistas, el pontífice argentino podría irse con todo contra Ortega. Veremos.

Fuente: La Jornada de México.

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