lunes, 5 de septiembre de 2016

PUBLICADO EN CRÓNICA DE ARAGÓN

Gobierno del PP, tal que marrano en charco de corrupción
5. septiembre 2016 | Por Manuel Sogas | Categoria: El ojo atípico, Magazine, Opinión



No hay duda de que funcionan las medidas contra la corrupción, esas de las que los jefatones del PP se llenan la boca (y a veces, los bolsillos, pues no hay corrupción sin bolsillo colindante). Pero funcionan de guatipedi para el corrupto, que no sólo no tiene que devolver lo robado a la sociedad, sino que además se le premia. Y seguramente esto sea así, porque las medidas contra la corrupción que dice haber tomado el gobierno de Mariano Rajoy, sean medidas tomadas sin metro, aproximadamente, a ojo de buen cubero, millón arriba, millón abajo.

El caso más reciente (y que se sepa) de que las medidas anti corrupción tomadas por Mariano Rajoy funcionan para el corrupto como agua bendita (por seguir el lenguaje beático del ministro Jorge Fernández), lo podría representar el caso del exministro de Rajoy, José Manuel Soria, sujeto que se vio obligado a dejar la política por aparecer su nombre, no en ningún santo confesionario (por seguir a Jorge Fernández y amigarme con él), sino en sociedades ocultas en paraísos fiscales, el pan suyo (de los corruptos) de cada día.

Al sujeto José Manuel Soria lo propone el gobierno de Mariano Rajoy como representante de España y como un alto ejecutivo en el Banco Mundial (¡cágate lorito!), con la bagatela añadida de 250.000 dólares anuales. Más o menos el equivalente a los dos o tres euros que ha subido las pensiones en mismísimo Mariano llegado a la Moncloa en carne mortal.

Preguntados algunos miembros del gobierno por este asunto, dicen no saber nada, lo que vendría a confirmar la rutina cotidiana de la corrupción que utiliza el gobierno habitualmente, porque mentir es el abecé de la corrupción. Lo que a su vez, pero muy inexactamente, nos podría llevar a la conclusión de que nos hallamos ante un gobierno corrupto, cuando en realidad, no es que el gobierno sea corrupto, sino que lo corrupto es el sistema, dentro del cual se halla el gobierno, la monarquía y, en general, los partidos políticos, contra cuyo sistema corrupto nos inscribimos algunos.

Al sujeto José Manuel Soria, lo propone como representante de España en el Banco Mundial, la Comisión de Evaluación de Candidatos a las Instituciones Financieras, dependiente del Gobierno y, concretamente, del ministerio de Economía y Competitividad, que se rige para ello por el criterio de idoneidad y el historial de servicio público, así como por la experiencia en las materias que le corresponden.

Visto lo visto, el sujeto José Manuel Soria, dada su experiencia en la mentira y sus conocimientos sobre paraísos fiscales, todos ellos perfectamente acreditados, resulta mucho más idóneo para representar a España en el Banco Mundial, que lo que pudieran ser Rodrigo Rato o el señor Blesa, descartando a Bárcenas, porque al haber sido las manos derechas de Rajoy y el PP, les huele mucho el aliento.


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LA CORRUPCIÓN NO LA PUEDEN ERRADICAR LOS CORRUPTOS, HOY EN A POLÍTICA, NI UN SISTEMA CORRUPTO COMO EL NUESTRO PUEDE SUBSISTIR SIN LA CORRUPCIÓN, O SEA...

La corrupción en la UCD de Suárez

La corrupción en la UCD de Suárez
Benito Sacaluga
Ecorepublicano
02.09.2016

Llevamos 40 años en democracia y no ha pasado ni un solo año sin que los casos de corrupción política hayan llenado las portadas de los periódicos. Desde el Partido Popular y desde Ciudadanos nos anuncian medidas contundentes para acabar con la corrupción en nuestro país. Medidas que se me antojan insuficientes e hipócritas, más aún si van acompañadas de una enumeración de aquellas maniobras que han de ser calificadas como corruptas.

Teniendo en cuenta que las posibilidades de hacerse con dinero público desde los partidos gobernantes son prácticamente ilimitadas, y además muchas de ellas escapan a cualquier control, eso sí, finalmente todas ellas a costa de los bolsillos de los españoles, parece razonable pensar que todo este asunto debe ser solucionado única y exclusivamente por los jueces. Ellos son los indicados y los políticos, el Legislativo y sin rechistar, deberían elevar a rango de ley las propuestas de los jueces y aprobar cuantas reformas se aconsejen. Acabar con la corrupción es un acto de justicia, y de justicia quienes entienden son los jueces..

La corrupción en la España democrática comenzó antes de que se celebraran las primeras elecciones. Los partidos, todos, necesitan dinero y deben sacarlo de donde sea y como sea. A modo de ejemplo:

(1) En la Unión de Centro Democrático, (UCD), el partido de Adolfo Suarez, instalado en el poder desde que en junio de 1977 ganase las primeras elecciones democráticas, se conocía con suficientes detalles cuales eran lasvías de financiación del PSOE desde Venezuela.

Pero los hombres de Suarez, que acababan de salir de las tinieblas de la dictadura, no serían quienes tirasen la primera piedra. Para los altos cargos de la UCD, con responsabilidades fuera y dentro del Gobierno, era preferible dejar que los socialistas se hundiera en las turbias aguas de la corrupción que se generaba en los Ayuntamientos, antes de escuchar la lengua afilada y viperina de Alfonso Guerra en el Parlamento llamando a su jefe de filas, Adolfo Suarez, "Tahúr del Misisipi".

A pesar de todas las acusaciones de corrupción hechas públicas por los dirigentes socialistas en el Congreso de los Diputados, reproducidas en titulares por la mayoría de los periódicos, lo cierto es que el PSOE no tuvo nunca, en los años en que estuvo en la oposición, datos concretos que pudieran implicar a sus oponentes en negocios de corrupción política.

Mientras Felipe González y Alfonso Guerra lanzaban todo tipo de ataques a sus oponentes, que al carecer de pruebas documentales se convertían automáticamente en meros juegos florales para la galería, la UCD había encontrado un cómodo sistema de financiación, basado en cuatro fórmulas distintas, que los socialistas nunca llegaron a descubrir.

Una de las vías de acceso de dinero negro a las arcas del partido procedía de las empresas del sector eléctrico. La UCD había apoyado con la mayor voluntad del mundo la construcción de la central nuclear de Lemóniz en el País Vasco. Cuando los inversores llevaban casi dos billones de pesetas gastados, la instalación no se pudo inaugurar debido a una feroz campaña terrorista de ETA, que culminó con el asesinato de dos de los ingenieros de la central, y con varias amenazas de muerte a toda la plantilla.

El cierre de la central nuclear fue un duro golpe para las empresa del sector eléctrico y, probablemente, hubiese significado la quiebra de muchas empresas, si el Gobierno no hubiese cargado los costes de construcción de la planta a los recibos de la luz de millones de españoles.

Las negociaciones entre los altos cargos del Gobierno y los directivos de Lemóniz, que determinaron el pago e las inversiones no rentabilizadas con cargo a los recibos de la luz de los ciudadanos, aportaron una fuerte cantidad de dinero a las arcas de UCD. A partir de entonces, la práctica se institucionalizó.

Todos los años, cada vez que los responsables del sector eléctrico acudían al Ministerio de Industria a negociar la subida del canon energético, había siempre una negociación técnica en la que se ajustaba el precio del kilowatio hasta el último céntimo en beneficio del usuario.

Concluida esa negociación, intervenían los politicos redondeando las cifras con un aumento de un par de céntimos por kilowatio/hora. La operación significaba cada año un beneficio económico de unos cientos de millones de pesetas, de los cuales una parte iba a parar a las arcas de la UCD.

Otra vía de financiación eran los coeficientes bancarios, el dinero que estaba obligada a depositar la banca privada en el Banco de España procedente de los pasivos de los clientes, para sufragar las deudas del Estado.

Las personas que negociaban estos asuntos por parte de la patronal bancaria eran siempre los hombres de confianza de Rafael Termes, el presidente de la Asociación Española de la Banca Privada y los altos cargos del Banco de España. Unos y otros sabían que reducir un solo punto en el coeficiente de caja de los bancos suponía aumentar la masa de dinero circulante en muchos miles de millones de pesetas.

Por eso, tras la negociación técnica, venía la política que se celebraba en el despacho del vicepresidente económico del Gobierno. Allí se "aquilataban" las cifras al mínimo. Y la banca ese tipo de favores sabía recompensarlos convenientemente.

Una tercera fórmula empleada por la UCD para obtener dinero era la venta de excedentes agrícolas españoles que dependían del Fondo de Ordenación y Regulación de los Precios y Productos Agrarios (FORPA), del Ministerio de Agricultura.

Por último, quedaba la ayuda exterior que algunos países árabes proporcionaban a España a cambio de que el Gobierno de la UCD no reconociera el estado de Israel y permitiera a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) abrir una oficina de representación, con estatus diplomático en la Península.

Los "petrodólares" llegaban a Madrid a través de las comisiones establecidas en las compras de crudo que adquiría directamente el Estado a través de la empresa Hispanoil y que constituía la llamada reserva estratégica, es decir, la reserva de petróleo necesaria para que el país pudiera subsistir durante un corto periodo de tiempo, alrededor de un mes, en caso de conflicto o grave crisis mundial, con cortes de las vías de suministro de petroleo o problemas de abastecimiento.

Con esta estructura de financiación, a UCD nunca le falto dinero negro. Este llegaba a la sede del partido, en la calle Cedaceros, 11, de Madrid, de la mano de dos de los hombres de confianza de Adolfo Suarez; el vicepresidente del Gobierno, Fernando Abril Martorell, y el cuñado y secretario personal del Presidente, Aurelio Delgado, más conocido con el sobrenombre de "Lito".

Una tercera persona a la que Adolfo Suarez permitía intervenir en el tema de las finanzas era Alvaro Alonso Castrillo, a quién cariñosamente llamaban "el hombre del maletín", por sus continuas idas y venidas a la Moncloa con un maletín de cuero siempre dispuesto para llevar dinero al partido.

Alonso Castrillo, implicado en el caso Naseiro (Partido Popular), fue tal vez el único cargo de la UCD al que la desaparición del partido dejó en la ruina más absoluta, después de conocer unos años de maravillosas vacas gordas. Con el grifo de la Moncloa cortado y con deudas por todas partes, Castrillo tuvo que vender su casa y escapar al extranjero, concretamente a Miami, para no acabar en la cárcel. Algunos otros altos cargos del partido, como Aurelio Delgado o el ministro de Justicia, Iñigo Cavero, han tenido, igualmente, que responder a deudas con su patrimonio personal.

Tras el hundimiento de la UCD, las deudas del partido, estimadas en más de 4.000 millones de pesetas, se camuflaron en una de las últimas crisis bancarias, como pérdidas, y fueron amortizadas por el Fondo de Garantía de Depósitos. En todo caso las deudas fueron pagadas por el Estado con cargo al bolsillo de todos los ciudadanos españoles.

UCD, PSOE, Partido Popular....todos han gobernado en España y todos se han beneficiado de la corrupción política....ahora dicen que con una decena de medidas van a acabar con ella, que cosas tiene uno que oír. Si mañana ingresaran en prisión todos los implicados, a todos los niveles, en la corrupción política desde 1977 hasta hoy, me temo que las prisiones de España, Portugal y Francia juntas serían insuficientes.

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CORRUPCIÓN: DE AQUELLOS POLVOS ESTOS LODOS Y DE ESTOS LODOS AQUELLOS POLVOS, Y NO VA MÁS

Cuando el PSOE era financiado desde Venezuela y la UCD por Irán


Ecorepublicano
16.06.2016
Juan Carlos, Suárez y Felipe



Poco después de la muerte del dictador Franco, el rey Juan Carlos I de Borbón iba de pedigüeño pidiendo dinero para impulsar la candidatura de Adolfo Suárez.

En el libro de Gregorio Moran "Adolfo Suárez Ambición y destino", documenta como el rey Juan Carlos I de Borbón escribe una carta fechada el día 22 de junio de 1977, al entonces sha de Persia, Reza Pahlevi, pidiéndole 10 millones de dólares. 

La carta, advierte de la fuerza del PSOE, un partido al cual define como marxista y que ve como un riesgo para la "seguridad" de España. El rey lamenta que la derecha cuenta con el apoyo de la banca española, mientras que los socialistas cuentan con el apoyo financiero de Venezuela y otros países, lo que dejaba a su candidato, Adolfo Suárez, sin recursos suficientes para hacerles frente. Transcribimos la carta:

Mi querido hermano: 

Para empezar quisiera decirte cuan inmensamente agradecido estoy por que hayas enviado a tu sobrino, el Príncipe Shahram, a verme, facilitándome así una respuesta rápida a mi petición en un momento difícil para mi país. 

Me gustaría a continuación informarte de la situación política en España y del desarrollo de la campaña de los partidos políticos, antes, durante y después de las elecciones (parlamentarias). Cuarenta años de un régimen totalmente personal han hecho muchas cosas que son buenas para el país, pero al mismo tiempo dejaron a España con muy deficientes estructuras políticas, tanto como para suponer un enorme riesgo paja el fortalecimiento de la monarquía. 

Después de los seis primeros meses de gobierno de Arias, que yo estuve igualmente obligado a heredar, en julio de 1976 designé a un hombre más joven, con menos compromisos, a quien yo conocía bien y que gozaba de mi plena confianza: Adolfo Suárez..

Desde aquel momento prometí solemnemente seguir el camino de la democracia, esforzándome siempre en ir un paso por delante de los acontecimientos a fin de prevenir una situación como la de Portugal que podría resultar aún más nefasta en este país mío. La legalización de diversos partidos políticos les permitió participar libremente en la campaña (electoral), elaborar su estrategia y emplear todos los medios de comunicación para su propaganda y la presentación de la imagen de sus líderes, al tiempo que se aseguraron un sólido soporte financiero. 

La derecha, asistida por el Banco de España; el socialismo, por Willy Brandt, Venezuela y otros países socialistas europeos; los comunistas, por sus medios habituales. Entretanto, el presidente Suárez, a quien yo confié firmemente la responsabilidad del gobierno, pudo participar en la campaña electoral sólo en los últimos ocho días, privado de las ventajas y oportunidades que expliqué ya anteriormente, y de las que se pudieron beneficiar los otros partidos políticos.

A pesar de todo, solo, y con una organización apenas formada, financiado por préstamos a corto plazo de ciertos particulares, logró asegurar una victoria total y decisiva. Al mismo tiempo, sin embargo, el partido socialista obtuvo un porcentaje de votos más alto de lo esperado, lo que supone una seria amenaza para la seguridad del país y para la estabilidad de la monarquía, ya que fuentes fidedignas me han informado que su partido es marxista. 

Cierta parte del electorado no es consciente de ello, y los votan en la creencia de que con el socialismo España recibirá ayuda de algunos grandes países europeos, como Alemania, o en su defecto, de países como Venezuela, para la reactivación de la economía española. Por esa razón es imperativo que Adolfo Suárez reestructure y consolide la coalición política centrista, creando un partido político para él mismo que sirva de soporte a la monarquía y a la estabilidad de España. 

Para lograrlo el presidente Suárez claramente necesita más que nunca cualquier ayuda posible, ya sea de sus compatriotas o de países amigos que buscan preservar la civilización occidental y las monarquías establecidas. 

Por esta razón, mi querido hermano, me tomo la libertad de pedir tu apoyo en nombre del partido político del presidente Suárez, ahora en difícil coyuntura; las elecciones municipales se celebrarán dentro de seis meses y será ahí más que nada donde pondremos nuestro futuro en la balanza. 

Por eso me tomo la libertad, con todos mis respetos, de someter a tu generosa consideración la posibilidad de conceder 10.000.000 de dólares, como tu contribución personal al fortalecimiento de la monarquía española. En caso de que mi petición merezca tu aprobación, me tomo la libertad de recomendar la visita a Teherán de mi amigo personal Alexis Mardas, que tomará nota de tus instrucciones. 

Con todo mi respeto y amistad. Tu hermano, 

JUAN CARLOS
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