domingo, 23 de febrero de 2014

PODEMOS: UNS CRITICA NECESARIA



Sobre qué podemos ir haciendo ante “Podemos”

(5/6)

Vicente Sarasa

Red Roja
SOCIOLOGÍA CRITICA
2014/02/13

Antes de proseguir, hagamos notar que en el análisis de los posibles movimientos en esta “historia” de “Podemos” no se tienen en cuenta suficientemente el carácter de profesionalismo de la política en organizaciones como IU y la enorme lucha por puestos que hay ya no sólo en IU sino en muchos de sus aledaños. En cualquier caso, no hay una relación de la política partidista con un verdadero movimiento de base popular que controle a los dirigentes como históricamente ha pasado, por ejemplo, en la izquierda abertzale. Esto es lo que hace que los desarrollos de este tipo de historias estén lisa y llanamente ligados a verdaderas luchas de poder y de aferramientos a determinadas situaciones materiales. Por lo tanto, no asistiremos, ni mucho menos, a movimientos que queden explicados exclusivamente en el plano de la lucha de ideas ni, a estas alturas, nadie se va a “sacrificar” por voluntad propia para atraer generosamente a gente cansada de la politiquería.


Ante las expectativas de voto que había y (persisten) para IU, es evidente que la parte de esta que se ve más beneficiada no estará por la labor de arriesgar en unas primarias posiciones ya anteriormente aseguradas para ver si se saca adelante un proyecto que haga subir el listón de un tope electoral que ya ha sido calificado de insuficiente. Así que, en vista de que las europeas no son tan importantes en términos de reparto de poder ni en el imaginario popular (comparadas con municipales y generales), “Podemos” pretende inicialmente competir desde fuera con IU –incluso en resultados electorales si es preciso- para que la estructura de esta, como mínimo, se vea obligada a negociar aún a expensas de perjudicar a mucha gente afiliada de base. Al tiempo, “Podemos” sustenta su esperanza en que una parte de la base de IU piense que le iría mejor en un proyecto más amplio que el de su propia coalición. Aquí hay que esperar acontecimientos porque es muy posible que la salud de “Podemos” dependa de su capacidad de fomentar una crisis en IU sin parecerlo, en nombre de “ir más lejos de IU”, “de hablar con IU para que democráticamente se negocien primarias”, etc. “Podemos” tendría que forzar una situación desde fuera hasta tal punto que incluso la parte mejor colocada de Izquierda Unida viera perder posiciones tanto materiales como de “cara política”.


Probablemente sea por lo dicho, que “Podemos” ha querido crear una situación de impacto exterior y ahora se la juega manteniendo la presión. El objetivo sería sacar un resultado electoral con la ilusión de que haya un clamor que obligue a negociar para después. Por eso, desde ya, persigue que después de la inicial recogida de firmas se constituyan círculos de “Podemos” que desde el punto de vista organizativo presione por convocar primarias aprovechando que hasta IU llegó a acariciar este discurso cuando planteó la elaboración de listas con reconocidos activistas y luchadores de calle.


La elección de candidatos en primarias planteada por Iglesias sería el método para debilitar la argumentación del aparato de IU. Pero este aparato es viejo en maniobras demagógico-organizacionales. Desde él ya se ha dicho algo que tiene su grano de verdad: que Iglesias juega con las ventajas que le da el espaldarazo de muchos medios que no dejan de ser del sistema. Y se le ha reprochado que qué tipo de democracia de base es esa. En fin, que como “Podemos” no se dé prisas en fomentar que sus flamantes círculos “hagan un rodeo” a las sedes del IU para forzar la cosa, la guerra interna en toda esa nebulosa está servida para “firmar una paz” que refleje los verdaderos respaldos de cada uno. Y en esa guerra intestina… todo valdría.


Por otra parte, Iglesias lo tendría muy mal para aparecer en una IU que no hubiera cambiado nada. Eventuales tentativas para incluir directamente a Pablo Iglesias en buena posición dentro de IU no serían bien vistas, por ejemplo, entre la estructura partidista de IA. Ciertamente, a una parte de esta – tras ver los límites de su operación de salida de IU– no les importaría volver a una casa común organizacional de la izquierda en torno a IU pero con una posición de fuerza. Desde luego, IA es la que más necesita crear una crisis interna en IU para dar sentido a su proyecto y buscar posiciones de dirección dentro. Y sus ambiciones no podrían colmarse con una integración de varios personajes en las listas de la actual IU y ni siquiera con unas primarias descafeinadas que aseguren al actual aparato de la coalición el control de una eventual futura Izquierda Unida más amplia.


Ya aparte de estos intereses directamente relacionados con organizaciones tipo IU-IA y otras, están los que hay fuera de todo ese ámbito a la “izquierda del PSOE”, y mueven ficha (o no mueven) en función de sus cálculos principalmente electorales.


No parece difícil darse cuenta de que finalmente Izquierda Unida se pone al servicio de un tándem PSOE e IU “de progreso”. Sobre este particular, en realidad, al aparato de IU no le interesa tanto desbancar al PSOE, sino que este tenga que contar inevitablemente con la coalición. De hecho, en Andalucía a esta le va mejor “de segunda” que “de primera” en estos tiempos de medidas tan impopulares.


Precisamente ese tándem obligaría a una serie de medidas de “beneficiencia popular” en el terreno económico a las que ni siquiera al PSOE le interesa comprometerse una vez que estuviera en La Moncloa. Ahora en Andalucía hay barnices de pose que ya se encarga el gobierno central del PP de anular. Desde luego, al “tándem de progreso” siempre le quedaría responsabilizar a Bruselas y Berlín, pero no sería lo mismo. Al PSOE le conviene una crítica “de izquierda” al PP que no le sitúe en el mismo nivel de este (exactamente el tipo de crítica que hace IU y los sindicatos oficialistas), pero no le viene mal que haya un debilitamiento de su eventual futuro socio siempre que no salga ganando el PP. ¿Cómo? Manteniendo en un principio esa crítica “de izquierda” (incluso de más ataques contra el PP) pero desde una izquierda al PSOE dividida y enzarzada en luchas de poder. Por arriesgado que parezca (peligro de que el PP salga ganando), es la única solución que alimentaría la esperanza de que finalmente el propio PSOE aparezca como la única izquierda (por centrista que sea) que resulte seria. De hecho, siguen dándose las entradas en el PSOE de personajes de IU que no ven ningún futuro aquí y precisamente argumentan que Izquierda Unida no logra quitar el papel de eje central al PSOE para nuclear “la izquierda”.


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