jueves, 26 de noviembre de 2009

¡OJO ! MIERDA VIENE

TRADUCCIÓN AL BIBILITANO DE LA LEY- MILAGRO DE ZAPATERO PARA LA REFORMA DEL SISTEMA PRODUCTIVO.

En Bilbilis, la actual Calatayud, municipio zaragozano a poco más de 80 kms. de la capital, se tiene por costumbre el habla de la lengua castellana, o cristiana, dicho de forma coloquial, a cuyos términos nos ceñiremos para entender el cuento que mañana nos contará Zapatero.
Empezaremos por llamar a la ley de los milagros que mañana nos va a presentar, la ley de la Pijotada.
Mañana, maese Zapatero no se nos va a presentar con chaqueta en tonos marrones y holgadas hombreras, porque no nos va a querer trasmitir sensación de sucesos tristes que hemos de aceptar como cosa irremisible.
Mañana será día de euforia comunicativa (en Calatayud le llaman a esto puta mentira, y en mi pueblo lo mismo, que también allí hablamos el calagurritano), por tanto, lucirá ropa bien ceñida con contraste de colores definidos entre chaqueta, camisa y corbata y bien conjuntados, y el aspecto de Zapatero no será de decaimiento (y si lo es, puto fallo de sus asesores de imagen). La imagen cuando se trata de mentir es fundamental.
Si el lobo cuando se nos quiere comer se nos presentara de lobo, se iba a comer a su puta madre, porque saldríamos todos corriendo. Por eso el lobo cuando nos quiere comer se viste de político, y por eso los lobos tienen tanto dinero en los paraísos fiscales y son tan ricos y cuesta tanto aplicarles la ley común.
Confía Zapatero en el CRECIMIENTO ECONOMICO de la economía española, y en esto no le podemos quitar un ápice de razón. Pero crecimiento económico NO ES DESARROLLO ECONOMICO.
Con el crecimiento económico lo que si se asegura es que los que más tienen sigan teniendo más, y aseguradas las fuentes de crecimiento (apropiación de lo que otros producen) lo que queda asegurado es el procedimiento a través del cual el reparto desigual de la riqueza se perpetua.
En base a la confianza Zapatero va poner a disposición de los Ayuntamientos 5.000 millones de euros (5.000 millones de euros representan determinadas horas de trabajo de quienes trabajan o han trabajado, esto es de los trabajadores, o sea, que no son vaporadas de aire, sino trabajo realizado, frente a la confianza de Zapatero) y, los hechos al día de hoy demuestran, que al menos muchísimos ayuntamientos son de los que más hemos de desconfiar. ¿Y que se hace entonces con esos 5.000 millones de euros en los Ayuntamiento? Ponerlos a disposición de los empresarios autóctonos de esos Ayuntamientos empezando prioritariamente por los empresarios más pequeños, que son los que verdaderamente crean y mantienen puestos de trabajo, y además no tienen capacidad de coacción ni sobre el Ayuntamiento y mucho menso sobre el Estado.
¿Reforma financiera? Sin ninguna duda. La primera es que el gobernador del Banco de España diga con nombre, apellidos, cargo social, y hasta el número de zapatos que calzan esos doscientos empresarios (y si hay algún parado que se haya llevado el dinero del paro a un paraíso fiscal también) que estaban siendo investigados por llevarse el dinero a los paraísos fiscales, al tiempo que se localizan a la manada de titulares de los mas de 50.000 millones de euros que algunos calculan están es esos mismo paraísos fiscales.
Coger por las orejillas a don Felipe González, que hoy goza del calificativo de sabio, para que nos explique a todos el porqué desmanteló toda la banca pública, que funcionaba bien, para ponerla en manos de unos gandules de la banca privada, que ni ellos saben hoy donde están invertidos los fondos depositado por sus clientes.
Dar marcha atrás en la privatización de Correos. La Caja Postal de Ahorros, casi desde la prehistoria bancaria, tenía oficina prácticamente en todos los pueblos de España y en todos esos pueblos uno podía disponer de su dinero.
Poner 20.000 millones de euros para poner en marcha la Ley de Economía Sostenible, quizás sea la mejor noticia que se nos pudiera dar, y ello, porque viene a demostrar, incluso en la denominación de la propia ley (si no fuera puta mentira el nombre de la misma) que el sistema económico seguido hasta el día de hoy, el capitalismo, es insostenible, no da más. Es insostenible.
Es insostenible que para hacer negocios unos privativos del capital, tengamos todos que pagar un ejército en pie de guerra para que ellos hagan sus negocios.
Es insostenible un sistema productivo en el que la investigación corre por cuenta de los presupuestos públicos, y cuando esa investigación empieza a ser rentable, llega un Pepito Pérez, o un J.W. Felipe Tacatún, del quinto coño, o de Guasintón, que ni siquiera sabe si España en una nación o una marca de harina de pescado y se queda con los beneficios, en connivencia con los políticos patrios, eso sí, porque de otra manera sería imposible.
Y meter la mano en los más de los 50.000 millones de euros que todos los trabajadores tenemos en la Seguridad social, garantizando nuestras jubilaciones (la de usted lector, o lectora, también) para tapar los agujeros que han hecho en la economía INSOSTENIBLE los cuatro cazoletes y cazoletas del gran capital y los capataces políticos y de la burocracia sindicala a su servicio, como ya ha sido calificado por algunos
[i] de “inadmisible, increíble, temerario, imprudente, peligroso, horroroso, irresponsable, espantoso y varias cosas más”.
Lo último de lo último, después de lo último que hay que tocar por último, es el empeoramiento de las condiciones de vida de los que trabajan o ya han trabajado, que es por donde va a empezar Zapatero, o Rajoy, si llega a la Moncloa.

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[i] Leopoldo Abadía (www.gruposonnenfeld.com)