jueves, 30 de abril de 2015

ECOLOGÍA SOCIAL



La burbuja de los agrocombustibles estalla

Rebelión
29.04.2015

Ayer, 28 de abril el Parlamento Europeo aprobó una nueva legislación que limita el uso de cultivos para producir combustibles. Los europarlamentarios han reconocido que los agrocombustibles pueden competir con la producción de alimentos, contribuir al cambio climático y forzar cambios en los usos del suelo. Amigos de la Tierra considera que esta decisión irá poniendo fin al uso de los agrocombustibles. 

El Parlamento Europeo ha impuesto un nuevo límite al porcentaje de uso de agrocombustibles permitidos en el transporte de un 7% [1]. Al ser Europa el mayor consumidor de diésel de origen agrícola, como el aceite de palma, la soja o la colza, el voto tiene implicaciones globales, sobre todo para aquellos países exportadores como Indonesia, Malasia o Argentina. Esta votación probablemente suponga el final de la expansión del uso de cultivos alimentarios como combustibles.

La producción y el consumo de agrocombustibles creció exponencialmente entre 2008 y 2009 cuando dos directivas europeas, la de Renovables y la Calidad de los Combustibles incluyeron objetivos vinculantes del 10% del combustible provenientes de fuentes supuestamente “renovables”. En este contexto, el objetivo anterior era de un 8,6% para 2020, que se ha reducido a un 4,7%. El límite aprobado hoy se trata de un reconocimiento de los agrocombustibles como agravantes del cambio climático. En esta línea, la Unión Europea deja libertad a los estados miembros para bajar el límite de su uso, si así lo deciden.

“Estos combustibles hacen más daño que bien al clima y las personas. La Unión Europea por fin empieza a frenar los agrocombustibles y reconoce frente al resto del mundo que no son una solución al cambio climático. Esta decisión pone fin a una década de debates sobre el impacto de los agrocombustibles, que han ocasionado hambre, aumento en el precio de los alimentos y acaparamiento de tierras [2]”, ha señalado Alejandro González, responsable del área de clima y energía de Amigos de la Tierra.

La UE ha tenido que retractarse en sus políticas sobre agrocombustibles, lo que debería ser una lección para los demás países que están pensando en incrementar el uso de estos combustibles. Hay 64 países en el mundo que han aumentado o están pensando en aumentar su uso para el transporte [3], entre ellos recientemente Indonesia [4].

Amigos de la Tierra insta a los países de la EU a que pongan fin a la producción de agrocombustibles a partir de alimentos.


Notas:

[1] Qué ha acordado la Unión Europea:

· Limitar el uso de agrocombustibles para el transporte a un 7%, dejando libertad a los estados miembros para bajarlo aun más. El objetivo anterior era de un 8,6% para 2020, desde el 4,7% actual.

· Las emisiones indirectas de GEI debido a la expansión de agrocombustibles serán vigiladas anualmente por la Comisión Europea y los productores. Esto mejorará la transparencia de la producción.

· Los Estados Miembros deben apoyar un objetivo no vinculante del 0,5% de los “combustibles avanzados” derivados de los residuos agrícolas, forestales o domésticos aunque con ciertas salvaguardas ambientales.

[2] Antecedentes:
La producción y el consumo de agrocombustibles creció exponencialmente entre 2008 y 2009 cuando dos directivas europeas, la de Renovables y la Calidad de los Combustibles incluyeron objetivos vinculantes del 10% del combustible provenientes de fuentes “renovables”. Amigos de la Tierra se opuso a dicho objetivo. En 2012 la Comisión Europea propuso revertir la legislación en respuesta a la evidencia del impacto de los agrocombustibles sobre el cambio climático, incluso peor que el de los combustibles fósiles. La propuesta de un límite del 5% inicial se amplió al 6% por el Parlamento Europeo y al 7% por los Estasdos Miembros, que se acaba de votar.

[3] http://ase.tufts.edu/gdae/Pubs/wp/15-01WiseMandates.pdf

[4] El Gobierno de Indonesia está planificando aumentar el uso de los biocombustibles a nivel nacional, incluido el biocombustible obtenido a partir de aceite de palma mediante subvenciones adicionales y una meta obligatoria de 15% de biocombustible mezclado con diesel.http://www.thejakartapost.com/news/2015/04/06/govt-levies-palm-oil-exports-fund-biodiesel-push.html


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GRECIA - UE



La posición del gobierno de Syriza en el actual momento de la negociación con el Eurogrupo

Un New Deal para Grecia

Rebelión
Social Europe Journal
29.04.2015


"Nuestra tarea es convencer a nuestros socios de que nuestros afanes son estratégicos, antes que tácticos, y de que nuestra lógica es razonable. La suya, desistir de un enfoque fracasado."

Tres meses de negociaciones entre el gobierno griego y nuestros socios europeos e internacionales han traído consigo mucha convergencia en torno a los pasos necesarios para superar años de crisis económica y proporcionar a Grecia una recuperación sostenida. Pero todavía no se ha producido un acuerdo. ¿Por qué? ¿Qué pasos se necesitan para producir una agenda de reformas viable y comúnmente acordada?

Nosotros y nuestros socios estamos ya de acuerdo en muchas cosas. EL sistema fiscal griego necesita reorganización, y las autoridades fiscales deben liberarse de influencias políticas y empresariales. El sistema de pensiones está enfermo. Los circuitos de crédito de la economía están rotos. El mercado de trabajo ha sido devastado por la crisis, está profundamente segmentado y el crecimiento de la productividad se ha estancado. La administración pública está urgentemente necesitada de modernización, y los recursos públicos deben usarse más eficientemente. Obstáculos insuperables bloquean la formación de nuevas empresas. La competencia en los mercados de productos está, y por mucho, demasiado limitada. Y la desigualdad ha alcanzado niveles ultrajantes, lo que impide la unidad de la sociedad en torno a reformas esenciales.

Aparte de ese consenso básico, los posibles acuerdos sobre un nuevo modelo de desarrollo para Grecia necesitan superar dos barreras. En primer lugar, tenemos que ponernos de acuerdo en cómo enfocar la consolidación fiscal griega. En segundo lugar, necesitamos una amplia agenda de reformas comúnmente acordada que venga en apoyo de esa senda de consolidación fiscal y que inspire confianza a la sociedad griega.

Empezando por la consolidación fiscal, la cuestión es de método. Las instituciones de la llamada “Troika” (la Comisión Europea, El BCE y el FMI) se han fundado durante años en un proceso de inducción retrospectiva: fijan una fecha (2020, pongamos por caso) y un objetivo de proporción entre la deuda nominal y el ingreso nacional (120%, pongamos por caso) que habría de alcanzarse antes de que los mercados monetarios puedan estar predispuestos a prestar a Grecia a tipos razonables. Entonces, y siempre bajo supuestos arbitrarios sobre tasas de crecimiento, inflación, recetas de privatización, etc., calculan qué superávits primarios se necesitan cada año, operando retrospectivamente hasta el presente.

El resultado de ese método de inducción retrospectiva es, en opinión del gobierno griego, una “trampa de austeridad.” Cuando la consolidación fiscal se basa en una proporción de deuda predeterminada alcanzable en un momento predeterminado del futuro, los superávits primarios necesarios para lograr esos objetivos son tales, que su efecto sobre el sector privado socava las hipotéticas tasas de crecimiento, lo que lleva al descarrilamiento de la senda fiscal planeada. En efecto: esa es precisamente la razón de que los anteriores planes de consolidación fiscal para Grecia marraran tan espectacularmente a la hora de alcanzar sus objetivos.

La posición de nuestro gobierno es que hay que abandonar la inducción retrospectiva. En cambio, deberíamos esbozar un plan de futuro basado en supuestos razonables sobre superávits primarios consistentes con tasas de crecimiento del producto, inversión neta y expansión de la exportación que pudieran estabilizar la economía y la proporción de deuda griegas. Si eso significara que la proporción de la deuda en relación con el PIB es mayor que el 120% en 2020, entonces pasamos a divisar vías inteligentes para racionalizar, reperfilar o reestructurar la deuda, sin perder nunca de vista el objetivo de maximizar el valor efectivo presente a devolver a los acreedores de Grecia.

Además de convencer a la troika de nuestro análisis de la sostenibilidad de la deuda y de la necesidad de evitar la trampa de la austeridad, tenemos que superar también la segunda barrera: la “trampa de la reforma”. El anterior programa de reformas, que tan tercamente insisten en mantener y “no detener” nuestros socios, se basaba en una devaluación interna, en recortes de salarios y pensiones, en pérdida de derechos laborales y en una privatización de activos públicos al máximo precio.

Nuestros socios creen que, a su debido tiempo, esa agenda funcionará. Que si los salarios siguen cayendo, crecerá el empleo. Que el modo de curar a un sistema de pensiones enfermo es recortar las pensiones. Y que las privatizaciones deberían buscar los precios de venta más altos, a fin de devolver una deuda que muchos coinciden (en privado) en que es insostenible.

En cambio, nuestro gobierno está persuadido de que este programa ha fracasado, dejando a la población harta de reformas. La mejor prueba de ese fracaso es que, a pesar de la drástica caída de salarios y costes, el crecimiento de las exportaciones ha sido plano (la eliminación del déficit por cuenta corriente trae su origen únicamente en el colapso de las importaciones).

Más recortes salariales no servirán de nada a unas empresas orientadas a la exportación enfangadas en una crisis crediticia. Y más recortes en las pensiones no afectarán en nada a las verdaderas causas de los problemas de nuestro sistema de pensiones: el bajo empleo y la gran bolsa de trabajo en negro. Esas medidas no harían sino provocar daños todavía mayores al ya muy deteriorado tejido social de Grecia, inutilizándolo como el soporte que desesperadamente necesita nuestra agenda de reformas.

Las actuales diferencias con nuestros socios europeos no son insalvables. Nuestro gobierno está dispuesto a racionalizar el sistema de pensiones (por ejemplo: limitando la jubilación anticipada), a emprender privatizaciones parciales de activos públicos, a afrontar los préstamos no rentables que están obstruyendo los circuitos de crédito, a crear una comisión fiscal verdaderamente independiente y a estimular las actividades empresariales. Las diferencias que subsisten tienen que ver con la forma de entender el vínculo entre las varias reformas y el marco macroeconómico.

Nada de eso significa que no se pueda llegar inmediatamente a terreno común. El gobierno griego desea una senda de consolidación fiscal razonable, y queremos reformas que ambos lados consideramos importantes. Nuestra tarea es convencer a nuestros socios de que nuestros afanes son estratégicos, antes que tácticos, y de que nuestra lógica es razonable. La suya, desistir de un enfoque fracasado.

Yanis Varoufakis, ministro de finanzas del gobierno griego de Syriza, es un reconocido economista greco-australiano de reputación científica internacional. Es profesor de política económica en la Universidad de Atenas y consejero del programa económico del partido griego de la izquierda, Syriza. Fue recientemente profesor invitado en los EEUU, en la Universidad de Texas. Su libro El Minotauro Global, para muchos críticos la mejor explicación teórico-económica de la evolución del capitalismo en las últimas 6 décadas, fue publicado en castellano por la editorial española Capitán Swing, a partir de la 2ª edición inglesa revisada. Una extensa y profunda reseña del Minotauro, en SinPermiso Nº 11, Verano-Otoño 2012.

Traducción para www.sinpermiso.info: Amaranta Süss
Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=7936

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miércoles, 29 de abril de 2015

FUNDACIÓN DE FELIPE GONZALEZ PARA ESTUDIAR A FELIPE GONZÁLEZ, ¿PERO QUÉ ME ESTÁ USTED CONTANDO?


(Felipe Gonzalez y su puro casi al desnudo en un charco)

Esto de la Fundación de Felipe Gonzalez para estudiar a Felipe Gonzalez no será más bien una nueva formula para rebañar lo rebañable de más dineros públicos? Porque a fe mía, el estudio de Felipe Gonzalez con una Cartilla Rayas a mano, de esas del ma, me, mi, mo, mu, es bien simple:

La f con la e, fe. La li con la fe, fe-li. Y la p sola, p (porque si pones una p al lado de otra p te sale PP). Luego arrejuntas la fe-li con la p y, estudio completado: fe-li-pe. ¿Y para esto hace falta una fundación?

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GRECIA: VOTAR Y APOYAR A PARTIDOS COMO EL PP, PSOE O GUAPIRRITINES DE CIUDADANOS ES VOTAR POBREZA Y MISERIA PARA LOS ESPAÑOLES QUE VIVAN DE SU TRABAJO


TODO PARA LOS BANCOS, NADA PARA LOS GRIEGOS

El presidente griego,Alexis Tsipras, ha nombrado un nuevo equipo negociador en el que su ministro de finanzas está pero con un papel más atenuado.

Las fuerzas vivas de España están utilizando Grecia como reflejo en la política local y la Europa neoliberal también usa a Grecia para influir en España.

Nos preguntamos a qué precio nos sale que los bancos financien a la mayor parte de los partidos.

Diario.es
27.04.2015


(Varufakis y el premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz.)

La UE le ha ganado una primera batalla a Varufakis. El presidente del gobierno griego, Alexis Tsipras, ha nombrado un nuevo equipo negociador en el que su ministro de finanzas está pero con un papel más atenuado. Varufakis es polémico. Un hombre que no cejaba en sus desafíos a la UE, persistiendo en su irracional actitud de no querer rebajar (más) la vida de los griegos. Se negaba a dar otro tajo a las pensiones, renunciar a la paralización de los desahucios o a aceptar el ajuste fiscal al modo que le reclaman.
Varufakis argumentaba que ya han cedido a algunas exigencias como las privatizaciones (que es mucho ceder), pero a los mandos de la UE no les basta. El Eurogrupo “ redobla sus amenazas a Grecia por no aceptar más recortes”, insistieron en la última y muy tensa reunión del Eurogrupo. Probablemente el nuevo gobierno no rebajara sus exigencias, pero Varoufakis no puede estar solo en primera línea porque la gente pobre o que procede de países pobres ha de ser humilde y sumisa. Recordemos que en los tres meses transcurridos desde las elecciones, Syriza no ha parado de retar a sus socios (o a los socios de sus antecesores de Nueva Democracia y el PASOK) osando querer paliar la crisis humanitaria que aquellos causaron con la ayuda de la Troika. Incluido el BCE de Draghi, antiguo asesor en maquillajes contables dado su alto cargo en Goldman Sachs.
 Grecia les está sacando de quicio. De nuevo un editorial de un periódico español riñe al gobierno de Tsipras por haber cruzado “las líneas rojas”. Y es cierto que las grandes fortunas griegas, esos grandes patriotas que se forraron con gobiernos como dios manda, huyen. Amenaza una crisis de liquidez que en opinión de El País “resulta peligrosa, por cuanto podría generar en cualquier momento un accidente indeseado”. Al menos, que lo parezca, que parezca un accidente. Aunque ni siquiera hace falta.
  Por cierto, también aquí disponemos de patriotas que tienen fuera de España ahorros, libres de impuestos, por valor del 12% del PIB. Algunos de los cuales los han conseguido de forma no ética pero legal como andamos viendo. Ignacio Escolar, en ReaccionaDos, cuestiona las cesiones fiscales en este terreno –además de aportando argumentos técnicos- con esta disyuntiva: “Es como decir que la mejor manera de evitar los robos es legalizar el hurto”. En ello andan.
 Las fuerzas vivas de España están utilizando Grecia como reflejo en la política local. Resulta enternecedor escuchar a la jefa de opinión de El Mundo decir en los encuentros políticos televisados de los sábados:”El BCE financia las cosas de los ciudadanos” para oponer a Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, que sus supuestos afines griegos le están haciendo un feo a tan benéfica institución: el BCE. En realidad y, según su estatus, la entidad “financia las cosas de los bancos” que prestan a los gobiernos y con el margen suficiente para que se ganen unos buenos dineros.
 Y es que la Europa neoliberal también utiliza a Grecia para influir en España. Al punto de preferir que caiga si con ello nos salvan a nosotros. El BCE de hecho emprendió una nueva política de compra de deuda pública como para una boda, en Marzo, casualmente. Y mira por dónde al PP de Rajoy le ha tocado un buen pellizco. Nada a Grecia. Pero es que el gobierno español ya supera el billón de euros de endeudamiento y eso es muy rentable. También en términos de sumisión por hipoteca.

(Fuente: BCE)
Ese gobierno español que da por perdidos 40.000 millones del rescate bancario (oficialmente, porque diversas fuentes lo cifran en más). De ése hablamos. Mientras seguimos echando pérdidas a la hucha del olvido. La última por el momento es que enterramos 12.000 millones para “recapitalizar” CatalunyaBanc y hemos recuperado solo 216, el 1,7%. CatalunyaBanc es el banco que compró a buen precio el BBVA.  Como ocurriera con Nova Galicia, adquirida por venezolanos buenos.   Igual que La Caixa se quedó en su día, aún más barato, por 1 euro, el Banco de Valencia. La misma cantidad que pagó el Sabadell por la CAM. Este lunes el juez Gómez Bermúdez pide el procesamiento de la antigua cúpula de la Caja mediterránea por saquear la entidad. Lo cierto es que el rescate millonario previo para sanearla ya lo hemos sufragado nosotros. 
Conviene no olvidar que la UE “ayudó” a sus bancos con 1,6 billones de euros en los primeros momentos, hasta 2010, y que luego abrió un grifo crediticio muy favorable. Al tiempo que acudía a inyectar dinero público cada vez que estornudaban. 
 Por no extenderse en las políticas del PP en el sector, como la la ley arbitrada en 2014 por la que “las deudas impagadas de las empresas pasan a ser inversiones de los bancos acreedores en el capital de las empresas”, como explica Juan Torres López también en ReaccionaDos. Con lo que se matan varios pájaros de un tiro, según el catedrático de economía: ya no necesitan establecer costosas provisiones o aumentar su capital,  porque ahora ya no son deudas de improbable o imposible cobro sino inversiones.
 Como se ve, los partidarios de “pagar lo que se debe” sin mirarle ni los dientes y plantear intolerables retos para paliar crisis humanitarias, tienen perfectamente claro que tan cumplidora medida rige para los ciudadanos y no para los bancos. De hecho, como no cesa de decir el propio Varufakis, más del 90% del rescate europeo fue a parar a entidades financieras, no al Estado ni a los ciudadanos griegos. Es emocionante ver a españoles de bien dispuestos a entregar su pensión, su sueldo o su futuro para figurar como buenos pagadores en un sistema tan ecuánime.
No soy la única que se pregunta a qué precio nos sale que los bancos financien a la mayor parte de los partidos. Parece que no tienen suficiente con las subvenciones públicas y los hay que ni con los regalos de empresarios como en el caso del PP.

Menos mal que The Economist se ocupa de España. No da un euro por Rajoy. Lo ha sentenciado: "Su futuro es tan incierto como el de los trabajadores españoles". Y, como pasó con Zapatero, ese veredicto implica entrar en el corredor de la jubilación. A la espera de que nos obsequien con un artículo laudatorio sobre el nuevo valor neoliberal, Albert Rivera, -que el líder de Ciudadanos podrá añadir a su nutrida egoteca- condenemos a los osados Varufakis del mundo empecinados en desafiar el poder de los que con tanto esmero cuidan… de sí mismos. Todo para los bancos, nada para los griegos. O españoles. O portugueses. Pasen, señoras y señores, al carril y depositen su voto libre e informado.

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ESPAÑA, UNA PARTE DE LA IGLESIA



Un documental desvela las torturas a menores en los internados del franquismo

Rebelión
La Marea
28.04.2015


“Me quemaban el culo con velas y me restregaban ortigas por mis partes por orinarme en la cama”; “lo que le hice a este señor sé que se llama felación, pero yo entonces no tenía ni idea”; “pensé en suicidarme. Que un niño con 12 años piense en eso es muy duro”. Son algunos testimonios de los centenares de miles de niños y niñas que pasaron gran parte de su infancia, cuando no toda, encerrados en internados y centros de beneficencia durante el franquismo y los primeros años de la democracia. Allí fueron víctimas de palizas, violaciones, trabajo esclavo y vejaciones, en unos centros que el régimen utilizaba para su propaganda. Unas dramáticas experiencias vitales que quedaron sepultadas por el silencio y que recoge el documental Los internados del miedo, realizado por dos de los periodistas que más han documentado la barbarie de la dictadura en España, Montse Armengou y Ricard Belis, y que este martes estrena el programa Sense Ficció de TV3.

Los testimonios que han podido recabar destacan por su crueldad y evidencian la impunidad con la que órdenes eclesiásticas que cobraban por cada niño que acogían, e incluso funcionarios del Estado, actuaban contra unos menores que no tenían manera de defenderse ni denunciar. “Me llevaron a Sant Boi. A veces yo le contestaba a la monja y me castigaban con electrochoques, pero no porque estuviera loca, sino como castigo”, relata en la cinta Julia Ferrer, sobre su experiencia en la Casa de la Caridad de Barcelona. “Venía el sacerdote con la mano bajo la sotana, tocándote y tocándose él, teniendo un orgasmo. Y a este mismo señor al día siguiente lo veías dando misa a las 8 de la mañana. Mi creencia en Dios quedó trastocada”, explica Joan Sisa, que pasó varios años en las instalaciones Llars Mundet de la capital catalana, un internado inaugurado por Franco para acoger a niños procedentes de familias desestructuradas.

Algunos de los afectados dan fe de la explotación laboral a la que fueron sometidos. “Yo fui vendido. Me sacaron del colegio y me llevaron a León a cuidar ganado a los montes completamente solo, con 13 años”, cuenta José Sobrino, uno de los afectados. “Nos hacían lavar de la mañana a la noche con sosa. Me quedaron las manos llenas de agujeros, con sangre y pus. En el colegio éramos esclavas”, afirma Isabel Perales sobre sus años en el centro religioso Ángeles Custodios de Bilbao.

Otros testimonios relatan palizas cotidianas y vejaciones delante de los demás niños. “Un aspecto en el que hemos incidido bastante es en que no se trataba de castigos que se estilaban en la época, como podía ser pegar con una regla en la mano en la escuela, sino que rayan la tortura: los apaleaban de forma cruel, los humillaban en público, de manera que les han quedado secuelas terroríficas o les daban una comida infecta y si vomitaban les obligaban a comérselo, con el discurso aquél de ‘con el dinero que nos costáis y lo que hacemos por vosotros’”, expone Armengou. “Estamos hablando de mucha maldad, de mucho desprecio. Y un impacto muy fuerte para nosotros ha sido comprobar que este tipo de abusos tuvieron su auge en los 60 y 70, pero también se produjeron a principios de los 80. Con la amnistía del 77 mucha gente salió a la calle, pero en cambio estos niños continuaron encerrados en una especie de cárceles”, apunta.

La extensión del fenómeno“El régimen franquista se encargaba de la beneficencia y la asistencia social, pero en la mayoría de casos era una beneficencia falsa, con ánimo de adoctrinamiento y formación ideológica. Además, había sido el régimen el que había creado esa situación: niños desvalidos porque los padres estaban en las cárceles, o porque se habían separado y la madre perdía la custodia, incluso abandonados porque la madre no podía soportar el estigma de ser madre soltera”, detalla Armengou. “Existía un organismo terrorífico, el Patronato de Protección de la Mujer, que se creó, textualmente, para ‘proteger a la mujer caída o en riesgo de caer’; pero ese centro que iba encaminado a la prevención de la prostitución acabó siendo un contenedor donde fueron a caer niñas en exclusión social, adolescentes con inquietudes políticas, o menores que habían sido violadas por algún familiar y se habían quedado embarazadas. A quienes encerraban era a las víctimas”, subraya la documentalista.

A pesar de no ser un fenómeno que sucediera en todos los internados, colegios religiosos, orfanatos, preventorios antituberculosos o centros de Auxilio Social, los casos de abusos físicos, psíquicos, sexuales, de explotación laboral y prácticas médicas dudosas ocurrieron en multitud de ellos. Tanto que después de elaborar documentales como Los niños perdidos del franquismoLas fosas del silencio o el retrato del Valle de los CaídosAbuelo, te sacaré de aquí, es el trabajo con el que sus autores se han encontrado más casos entre conocidos y allegados. “Mucha gente nos ha dicho que su padre, su hermano, un amigo… ha pasado alguna experiencia no demasiado agradable en uno de esos internados. Es el documental en el que nos ha pasado más”, asegura Armengou.

Sin reparaciónLos autores del documental contactaron con algunos de los presuntos responsables de esos abusos para corroborar las historias y contrastar información, pero estos no aparecen en la cinta, que se centra en dar voz a las víctimas. Algunas de ellas se encuentran adheridas a la querella argentina por los crímenes del franquismo, pues afirman no creer en la justicia española. Hubo quien recientemente acudió a la justicia eclesiástica que, “aunque parezca extraño, es mucho más dura que la civil para casos de abusos, con plazos de prescripción mucho más amplios”, señala Armengou, aunque los casos se cerraron al haber fallecido los presuntos culpables.

Al contrario de lo que sucedió en Irlanda, donde tanto el Estado como la Iglesia han condenado los casos de abusos a menores, en España el Estado ni siquiera ha escuchado a las víctimas. Es mediante trabajos como éste que, por primera vez, sienten que alguien se interesa por ellos y se atreven a desvelar sus traumas. Armengou destaca el cariño que reciben por ese trabajo: “Una vez más nos hemos encontrado unas muestras de agradecimiento brutales por parte de la gente. Con todas las dificultades continuamos haciendo una apuesta por estos temas, pero es increíble que tengamos que seguir haciendo de bomberos, de UVI y de primeros auxilios sobre la verdad y la reparación en este país. A nivel profesional es muy enriquecedor. Pero como ciudadana es una vergüenza”.


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martes, 28 de abril de 2015

COMPETITIVIDAD EN LAS GRANDES EMPRESAS

28-04-2015

A dos años de tragedia textil, siguen los abusos en Bangladesh

Rebelión
IPS
28.04.2015

En la víspera del segundo aniversario de uno de los peores accidentes industriales en la historia moderna, un informe de Human Rights Watch (HRW) denuncia que el sector textil de Bangladesh sigue aquejado de la misma cultura de abusos y falta de garantías que causó la muerte a más de 1.100 personas hace dos años.

El Rana Plaza, un edificio de ocho pisos que alojaba a cinco fábricas textiles en Dacca, se desplomó el 24 de abril de 2013. Además de los numerosos muertos, el accidente dejó lesionadas a más de 2.500 personas en el país de Asia meridional de 156 millones de habitantes.

En su momento, los trabajadores tuvieron la esperanza de que la tragedia acabaría con los abusos laborales. Pero el informe de HRW, una organización de derechos humanos con sede en Nueva York, indica lo contrario.

Basado en entrevistas con unos 160 trabajadores de 44 fábricas, principalmente dedicadas a la confección de prendas vendidas por empresas minoristas en Australia, Europa y América del Norte, el informe publicado este jueves 23 concluye que las normas de seguridad en Bangladesh siguen siendo malas, que los abusos laborales son comunes y que el acoso sindical, incluidos los ataques violentos y la intimidación de los sindicalistas, son la norma.

Algunos de los entrevistados dicen que fueron golpeados con hierros. Otros denuncian que sus familias fueron amenazadas de muerte. Una embarazada habría sido agredida con barras de cortina metálicas. Para miles de que los cuatro millones de personas que trabajan en el sector textil, este tipo de brutalidad es parte de su vida cotidiana, según HRW.

Aunque no sufran agresiones físicas, las y los trabajadores de las aproximadamente 4.500 fábricas que componen la enorme industria de la vestimenta en Bangladesh casi seguramente padecen otras injusticias, como horas extras no remuneradas, abusos sexuales o verbales y condiciones de trabajo inseguras e insalubres.

Tras el accidente del Rana Plaza en 2013, los funcionarios gubernamentales, poderosas asociaciones comerciales y empresas extranjeras que compran la ropa confeccionada en Bangladesh se comprometieron a remediar las fallas del sector textil, que exporta 24.000 millones de dólares en mercancías por año.

A lo largo de la cadena de suministro se prometió que una tragedia de este tipo no volvería a repetirse jamás. Pero esas promesas no se cumplieron.

La violación de las leyes laborales
En diciembre de 2014, el gobierno de Bangladesh aumentó el salario mínimo de los obreros de 39 dólares a 68 dólares mensuales. Si bien fue un avance considerable, los trabajadores pretendían un mínimo de 100 dólares al mes.

Por otra parte, la aplicación ha sido lenta. Según Moshrefa Mishu, presidenta del Foro de la Unidad de los Trabajadores Textiles, que representa a 80.000 trabajadores, solo 40 por ciento de las empresas cumplen con la ley del salario mínimo.

Mishu señaló que las mujeres, que constituyen el grueso de la mano de obra del sector, son el “alma” de esta industria vital que produce 80 por ciento de los ingresos de exportación y aporta 10 por ciento del producto interno bruto anual del país. Sin embargo, son víctimas de “salarios de explotación” debido a que los minoristas exigen precios competitivos, añadió.

De hecho, muchos propietarios de fábricas concuerdan en que la presión de las empresas que hacen pedidos a granel para agilizar las líneas de producción y mejorar los márgenes de ganancia contribuyen con la mala situación laboral, ya que los minoristas de marca rara vez incluyen el factor del cumplimiento de las normas de seguridad y laborales en su cálculo de costos.

Los “costos financieros son pesados para los propietarios de las fábricas”, aseguró Meenakshi Ganguly, directora de HRW en Asia meridional. “Ellos argumentan que una pequeña transacción sobre el margen de ganancia puede hacer mucho para ayudar a las fábricas de Bangladesh a cumplir” las leyes, añadió en diálogo con IPS.

Dondequiera que esté la culpa del incumplimiento, son innegables las consecuencias negativas para los trabajadores, y especialmente para las obreras.

Una encuesta realizada en abril de 2014 por la organización internacional no gubernamental Democracia Internacional reveló que 37 por ciento de los trabajadores denunciaron que no se les pagaba la licencia por enfermedad, y 29 por ciento carecía de la licencia de maternidad remunerada.

A quienes no cumplan con las metas de producción se les descuentan los salarios, mientras que la investigación de HRW indica que “los obreros en casi todas las fábricas” investigadas se quejaron de no recibir los sueldos o beneficios en su totalidad o a tiempo.
Las horas extras sin el consentimiento de los trabajadores son sumamente comunes, así como las pésimas instalaciones de saneamiento y el agua potable contaminada.
La negociación colectiva, un negocio arriesgado
Ante esta situación, muchos trabajadores son conscientes de que su mejor oportunidad para obtener condiciones dignas de trabajo radica en su capacidad de negociación colectiva.
Pero el acoso sindical y otras actividades antisindicales son habituales en el sector textil, y muchos sindicalistas son golpeados hasta que se someten y decenas de personas aterrorizadas para mantenerlas dóciles.

Aunque Bangladesh ratificó los convenios 87 y 98 de la Organización Internacional del Trabajo sobre libertad sindical y negociación colectiva, quienes intenten ejercer esos derechos se enfrentan a duras represalias.

“Fui arrestada y encarcelada siete veces, pero me dejaron en libertad porque no encontraron pruebas contra mí”, destacó Mishu, del Foro de Unidad de los Trabajadores Textiles.

“El único cargo del que me acusan es el de hablar a favor de los trabajadores. Cada vez que alzamos la voz contra los propietarios de las fábricas textiles, en lugar de negociar con nosotros aplican la fuerza para silenciarnos”, sostuvo.

El testimonio de Mishu refleja numerosos incidentes similares registrados en el informe de HRW, que incluye un ataque en febrero de 2014 contra cuatro activistas de la Federación de Bangladesh por la Solidaridad Obrera, por el cual uno de ellos quedó herido de tal gravedad que debió pasar 100 días hospitalizado.

Su único “delito” fue ayudar a los empleados de la fábrica de propiedad coreana Chunji Knit a llenar formularios de inscripción al sindicato.

“Encontramos que los propietarios de las fábricas… emplean a matones locales para intimidar y atacar a los organizadores sindicales, a menudo fuera del predio de la fábrica”, explicó Ganguly, de HRW. “Y entonces alegremente niegan su responsabilidad diciendo que los ataques no tuvieron nada que ver con la fábrica”, añadió.

En uno de los peores ejemplos de actividad antisindical, HRW informó que el activista Aminul Islam fue “secuestrado, torturado y asesinado en abril de 2012, y hasta la fecha no se ha encontrado a sus asesinos”.

Aunque las reformas, duramente conquistadas, elevaron el número de sindicatos registrados oficialmente en la Dirección de Trabajo de apenas dos en 2012 a 416 en 2015, la representación sindical sigue siendo escasa. Solo 10 por ciento de las fábricas textiles están sindicalizadas en Bangladesh.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2015/04/a-dos-anos-de-tragedia-textil-siguen-los-abusos-en-bangladesh/

Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga

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lunes, 27 de abril de 2015

GRECIA. ¿PERO A QUÉ BOLSILLOS VA LA RIQUEZA QUE SE CREA EN EUROPA?



Entrevista al economista Leonidas Vatikiotis, miembro de la comision de auditoria de la deuda

"Grecia debería salir de la Unión Europea y no pagar la deuda ilegitima"

Rebelión
Página/12
24.04.2015


El economista Vatikiotis está convencido de que es mejor ser un Estado con moneda independiente que seguir en un país con un 27 por ciento de desempleo. La comisión de auditoría de la deuda investiga qué parte es la ilegal.

El ágora de los movimientos antisistema de Atenas, la plaza Exarchia, es el lugar elegido por Leonidas Vatikiotis para explicarnos en detalle por qué Grecia no debería pagar su deuda al FMI, al Banco Central Europeo (BCE) y a los estados miembros de la Unión Europea (UE). Periodista especializado en política exterior, doctor en Economía, asesor del reconocido documental Debtocracy (Deudocracia) y uno de los impulsores de la Comisión por la Auditoría de la Deuda Griega, Vatikiotis tiene pruebas más que suficientes para demostrar que el endeudamiento millonario del Estado griego es “ilegal” y “odioso”.

Desde este mes de abril, el Parlamento heleno puso en marcha un comité internacional presidido por el experto belga Eric Toussaint para auditar la deuda griega y dirimir qué parte es ilegítima –y, por tanto, debería ser cancelada– y qué responsabilidades tienen en ello quienes obtuvieron beneficio de la situación. El grupo está compuesto por 15 economistas, constitucionalistas y abogados del ámbito internacional –entre los que Vatikiotis anticipa que habrá un argentino– y otros 15 auditores griegos, completamente independientes de los aparatos estatales. La investigación que llevan a cabo no tiene un papel vinculante, pero sí que podría servir al gobierno como instrumento de presión ante las negociaciones con el Eurogrupo, si el gabinete de Tsipras se decide a utilizarlo.

En cualquier caso, Vatikiotis tiene muy claro que buena parte de la deuda contraída con la Troika no tiene que pagarse, dado su carácter ilegal. “Los dos antiguos gobiernos firmaron acuerdos por 255 mil millones de euros que no fueron ratificados por el Parlamento griego ni avisados de ello a sus votantes en sus programas electorales”, explica Vatikiotis. “El entonces primer ministro socialista, Giorgos Papandreu, firmó un memorándum en 2010 por el cual los bancos alemanes y franceses fueron progresivamente desplazados por la Troika como acreedores de Grecia. Antes de 2010 la deuda era hacia entidades privadas y ahora el 60 por ciento pertenece a la UE, el 10 por ciento al FMI y el 8 por ciento al BCE, es decir el 78 por ciento le corresponde a la Troika”, advierte.

El rescate recibido por el Estado heleno en 2010 –que permitió salvar a la banca centroeuropea tras la devaluación de los bonos griegos en 2009– produjo un traspaso de la deuda de manos privadas a manos públicas y es esa transferencia uno de los puntos que la auditoría se propone investigar. “El 92 por ciento de esos 250 mil millones de euros del rescate no volvió a los bancos griegos, que previamente habían sido salvados con dinero del pueblo, sino a las entidades financieras privadas internacionales y a la Troika. ¿Por qué entonces somos los ciudadanos los que tenemos que pagar la deuda?”, alerta Vatikiotis. “Las instituciones deberían rendir cuentas acerca de ese movimiento en el que el BCE y el FMI libraron del riesgo a la banca y volcaron una responsabilidad que era del sector privado en la sociedad.”

El segundo memorándum firmado en 2012, por el cual se establecía una quita de la deuda que, según el entonces gobierno de Lukas Papadimos, iba a suponer la reducción de la deuda pública en un 50 por ciento, también está bajo la lupa de la comisión impulsada por Vatikiotis. “Lo cierto es que la deuda griega se disparó en coincidencia con los planes de rescate, pasando del 113 por ciento del PIB en la víspera de la reestructuración del 2012 al 185 por ciento en 2015”, apunta.

Una vez expuestos los principales argumentos para no ceder ante las presiones de la Troika, la siguiente cuestión es cómo puede afrontar Grecia –un Estado al borde de la suspensión de pagos– no recibir más fondos de la Unión Europea. Vatikiotis responde, sereno, que su país “desde agosto del 2014 no recibe ni un euro de la Troika porque los acreedores no han respetado sus obligaciones, mientras que Grecia sí que lo ha hecho, con el dinero de sus contribuyentes”. “Los griegos piensan que si desde Europa no nos dan dinero, no tendremos fondos para las pensiones y servicios públicos pero deben entender que los millones que les estamos pidiendo no van al Estado, sino que vuelve a ellos mismos”, puntualiza.

“Grecia debe afirmar que solventará su sistema público con la recaudación de sus impuestos y hacer como Argentina, no pagar ni un centavo a los fondos buitre”, sostiene Vatikiotis, aunque duda de que el actual primer ministro pueda hacerlo porque, dice, “la táctica de la otra parte siempre es la misma: te asfixio y un segundo antes de morir te doy el dinero necesario para seguir discutiendo y obligarte a hacer más concesiones”.

En su opinión, Grecia debería abandonar la Unión Europea y mantenerse, por un lado, con el dinero de los contribuyentes y, por otro, con la autarquía. “Estamos hablando de países como los mediterráneos, en los cuales, donde quieras que plantes, en una semana tenés tu ensalada”, anima Vatikiotis. “Para llevar a cabo en un 100 por ciento el autoabastecimiento con nuestras propias tierras, todo lo que necesitamos es períodos cultivables y agua. Yo sé que esto suena increíble en Rusia o Escandinavia pero en Grecia no lo es.” Contemplando también el problema energético, el economista explica que su país cuenta con grandes reservas de carbón y, si ahora importa petróleo de países amigos de Estados Unidos con los peores términos del mercado, al pasar a adquirirlo de Irán o Rusia, los precios serán más baratos y las condiciones mucho mejores.

Todo pensado en el caso de un grexit (expresión con la que popularmente se llama a la hipotética salida de Grecia de la Eurozona). Vatikiotis está convencido de que es mejor ser un Estado con moneda independiente que seguir en un país con un 27 por ciento de desempleo en el que, además, uno de cada tres de los que trabajan, no está ahora recibiendo sueldo. “Vivimos en una sociedad en la que sólo el 15 por ciento de la población tiene dinero y el resto está esperando vivir de eso. Es una locura y, sin embargo, ese 85 por ciento quiere pertenecer a la Eurozona porque cree en el super poder de la banca. Los griegos quieren estar en Europa porque piensan que les hace vivir mejor y porque, claro, ¡es muy incómodo tener que cambiar dinero si viajas!”, ironiza Vatikiotis.

Pero no sólo los helenos prefieren seguir dentro de la Unión Europea, la propia Alemania –su principal “enemiga” y acreedora– presiona, según Vatikiotis, para que Grecia no se vaya. “Merkel quiere mandar un mensaje: nuestra moneda común sólo sube y nunca baja, porque de esa estabilidad depende su crecimiento.” El economista explica que la estrategia que Alemania lleva desde hace décadas se basa en el euro, ya que si tuviera una moneda nacional estaría sobrevaluada en un 50 por ciento y no podría exportar a todo el mundo, como lo hace actualmente. “En cambio, teniendo el euro los alemanes gozan de muchos privilegios. Primero que nada, disponen de un mercado interno de millones de personas; segundo, pueden exportar a cualquier país porque tienen la moneda devaluada; y tercero, esa sólida red de consumidores les permite reducir los salarios sin demasiado problema.”

En este sentido es que Vatikiotis cree que Grecia tiene la sartén por el mango y debe plantarse ante Alemania en las negociaciones. “Cuando le digamos que si no aceptan nuestros propios términos, nos iremos del euro, Merkel hará todo lo que tenga a su alcance para impedir esa opción.”


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domingo, 26 de abril de 2015

UNIÓN EUROPEA: PARA ESTO NECESITA LOS VOTOS EL PP Y COMPAÑA


(SON INSACIABLES) EUROGRUPO PIDE AL 

ESTADO ESPAÑOL QUE HAGA MÁS REFORMAS 

NEOLIBERALES PARA SEGUIR HUNDIENDO A LA 

GENTE EN LA MISERIA

Por Kaos. Tijeretazos y recortes sociales
Agencias
24.04.2015

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha resaltado que la economía española “se está recuperando muy bien”, pero ha señalado que el Gobierno de Mariano Rajoy debe hacer más reformas, en particular en el mercado laboral y el sistema tributario. “La economía española se está recuperando muy bien y por supuesto España ya ha hecho […]

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha resaltado que la economía española “se está recuperando muy bien”, pero ha señalado que el Gobierno de Mariano Rajoy debe hacer más reformas, en particular en el mercado laboral y el sistema tributario.
“La economía española se está recuperando muy bien y por supuesto España ya ha hecho muchas reformas, pero creo que puede hacerse más”, ha afirmado Dijsselbloem a su llegada a la reunión informal de ministros de Economía de la eurozona.
“Las cuestiones son conocidas: en el mercado laboral, reformas fiscales, etc. Pero el Gobierno está trabajando en ello, así que escucharé al ministro” de Economía, Luis de Guindos, ha agregado Dijsselbloem.
El Eurogrupo examina este viernes el informe elaborado por los inspectores de la Comisión y del Banco Central Europeo a raíz de su tercera visita de control a Madrid -que tuvo lugar entre el 12 y el 18 de marzo- tras el fin del rescate bancario por el que España recibió 41.300 millones de sus socios europeos.
En este informe, los inspectores avisan de que, pese a la vuelta al crecimiento, persisten “desequilibrios significativos en la economía española”, en particular el paro y la elevada deuda, y piden al Gobierno que adopte “medidas adicionales” para reducir la dualidad en el mercado laboral y que acelere otras reformas como la ley para liberalizar los servicios profesionales.
En las reuniones preparatorias del Eurogrupo se ha constatado “la muy buena evolución de España, el significativo aumento de la competitividad, la recuperación del sector financiero y que las tasas de crecimiento parecen muy positivas”. Y la conclusión es que el rescate financiero y las decisiones de política económica del Gobierno de Rajoy “han contribuido muy significativamente a este panorama positivo”, según las fuentes consultadas.
“El principal mensaje para las autoridades españolas es que continúen con las reformas. Todavía queda trabajo por hacer en muchos ámbitos, incluyendo por supuesto el mercado laboral. Pero ni el Eurogrupo, ni la Comisión ni el BCE consideran que España esté retrasada. Es sólo un recordatorio”, sostienen las fuentes.
El Eurogrupo concluirá que no existe ningún riesgo de que España no devuelva los 38.500 millones de euros que le quedan pendientes del rescate bancario. El Gobierno ya reembolsó por anticipado 1.300 millones de euros el año pasado y otro tramo de 1.500 millones en marzo.
Del drama por el que están pasando millones de personas en el estado español, a consecuencia de, precisamente, esas reformas tan “positivas” realizadas por el gobierno de Rajoy y esta “maravillosa” recuperación a la que nos ha llevado, ni una sola palabra. De la pérdida de derechos, sociales y laborales, que tales reformas han traído, menos todavía. El Eurogrupo debe estar encantado con el papel que la actual España desempeña en el marco de la UE y todo lo demás es secundario. Así que el gobierno español debe seguir profundizando en su plan austericida, sus reformas criminales que han conducido a millones de personas a la pobreza y la exclusión social, y que el banquete de sangre no se detenga, que los vampiros de la troika y los intereses económicos a los que representan tienen todavía mucha hambre…
Agencias

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sábado, 25 de abril de 2015

EE.UU, COLOSO CON PIES DE BARRO



Desahucios en serie

La continua despoblación de Detroit

Rebelión
TomDispatch
25.04.2015

Traducido del inglés para Rebelión por Sara Plaza


A diferencia de otras muchas innovaciones industriales, la puerta giratoria no surgió en Detroit. La creación de Theophilus Van Kannel, que enseguida se convirtió en el fundador de la Van Kannel Revolving Door Company, giró por primera vez en Filadelfia en 1888. El invento tenía un doble propósito: mejorar el aislamiento térmico de los edificios y permitir que numerosas personas pudieran entrar fácilmente en ellos en cualquier momento.

El pasado 31 de marzo, en la Oficina del Tesoro del Condado de Wayne, esa invención de la época victoriana no cumplió ninguno de los dos. Una vez más, ninguna puerta de la historia de la arquitectura –giratoria o de otro tipo– hubiera podido albergar la última perversidad que los funcionarios de Detroit estaban infligiendo a sus residentes: el posible desahucio de decenas de miles de personas, tal vez 100.000, todas desplazadas al mismo tiempo.

No es de extrañar que pareciese que todo el mundo se quedaba atascado en las puertas giratorias de dicho edificio el último día para pagar o acordar un plan de pago del impuesto de bienes inmuebles atrasado. El ayuntamiento había avisado de que quienes no pagaran ese día perderían sus viviendas por la vía de la ejecución fiscal, el procedimiento por el cual el gobierno local se hace con la propiedad de una vivienda por impago del impuesto de bienes inmuebles.

"Oh, Dios mío", exclamó una mujer muy abrigada cuando vio aquel río de gente con sus documentos en sobres y carpetas de todo tipo bajándose de coches, caminando encorvados con la ayuda de andadores, conduciendo ciclomotores eléctricos, siendo empujados en sillas de ruedas o simplemente agolpándose para tratar de llegar a pie al edificio. Era una tarde gris y excesivamente fría para esa época del año. Al día siguiente, en mitad de una pradera sin nieve de la Sierra Nevada, el gobernador de California anunciaría las primeras restricciones de agua de la historia de ese estado debido a una sequía sin precedentes vinculada al cambio climático. Mientras tanto, en Michigan, los habitantes de la ciudad se enfrentaban a otro tipo de catástrofe, en cuyo origen también estaba la acción humana: posiblemente la mayor ejecución fiscal en la historia de Estados Unidos.

"Es el último día para pagar", gritó una mujer de camino hacia el cubículo acristalado giratorio dirigiéndose a un transeúnte que había aminorado el paso al ver aquel tumulto. En el interior, un funcionario de la oficina del sheriff del condado de Wayne convertido en "controlador de tránsito" bramaba instrucciones a una serpenteante fila de gente. "En el octavo piso les darán un número. ¡Guarden ese número! Luego bajen al quinto piso".

El octavo piso, sin embargo, resultó no ser más que otro embotellamiento humano, un espacio para retener a miles de propietarios angustiados que tenían por delante horas de espera antes de llegar a la mesa de alguno de los funcionarios sobrecargados de trabajo en el quinto piso. Con todo, como me dijo un repartidor de la oficina postal que se quedó boquiabierto ante semejante fiasco, había menos agitación de la que había habido solo unos días antes, cuando la oficina del tesoro tuvo que alquilar la Segunda Iglesia Bautista al otro lado de la calle. Allí es donde la gente esperó para poder atravesar las puertas giratorias y subir en ascensor hasta el octavo piso antes de descender al quinto para... bueno, ya se harán una idea.

Lo cierto es que toda la semana fue un horrible caos. Corrían rumores de que un día antes había fallecido una mujer en el ascensor, entre el octavo y el quinto piso, cuando iba a "hacer arreglos", eufemismo para "acordar un plan de pago" que podría salvar tu vivienda.

"¿Y qué pasa si no puedes pagar?" me preguntó un hombre delgado mientras esquivábamos una nueva ola de gente que salía del cilindro de cristal.
"Pues que subastan tu casa", respondí.

"¿En serio?", preguntó alucinado.
Estaba esperando a su hermana, que había acudido hasta allí para hacer estos "arreglos". Él no tenía que preocuparse por nada de todo eso, me explicó, pues desde que perdió su trabajo, que era el que le proporcionaba alojamiento, había estado viviendo en moteles. Tanto el Victory Inn, en el corazón de Dearnborn, como el Viking, en frente del casino Motor City estaban razonablemente bien, me aseguró, pero el más barato de todos era el Royal Inn en Eight Mile, que costaba 35 dólares la noche más 10 dólares de fianza. El único y enigmático comentario en Yelp sobre ese establecimiento decía: "Sin duda el lugar escogido donde pasan cosas absolutamente normales".

Planificar un infierno municipal
En algún momento Detroit fue famosa por crear las versiones más grandes y más espectaculares de lo que sea que sus residentes se propusieran, ya fuesen cadenas de montaje, sellos discográficos o asociaciones sindicales revolucionarias. A la ciudad se le atribuye la invención y producción en serie del propio siglo XX, mientras de manera simultánea sus trabajadores se ponían al frente de las revueltas contra las injusticias de la época. Sus fábricas pusieron al mundo sobre ruedas e impulsaron la legislación laboral. Sus trabajadores y pensadores provocaron y alentaron algunos de los movimientos de resistencia más influyentes del país.

Detroit: cada artículo sobre ti debería incluir una carta de amor, una nota de agradecimiento, una lección de historia ya que sin ti...

Sin embargo son muy pocos los que advierten que la ciudad que fuera el arsenal del siglo XX también puede servir de modelo para una época más precaria. Lo que nos devuelve a las ejecuciones fiscales en serie del momento actual. Más de 60.000 viviendas, aproximadamente la mitad de ellas ocupadas, van a ser subastadas. Se calcula que unos 100.000 residentes –alrededor de la séptima parte del total– se encaminarían hacia lo que muchos ya llaman una "cinta transportadora" de desahucios.

Es una imagen que se viene rápidamente a la cabeza en una ciudad cuyas fábricas de automóviles fueron famosas por sus eficientísimas plantas de producción. Lamentablemente, estos días resulta demasiado fácil imaginarse la versión del siglo XXI de una clásica cadena de montaje de Detroit procesando a sus propios residentes, trabajadores, y jubilados: todos los que ya no necesita, los demasiado viejos, los demasiado jóvenes, los poco preparados, los demasiado ineficientes para una ciudad posbancarrota. Al parecer, hay que convertir a estos indeseables en un montón de refugiados económicos subidos en una cinta transportadora hacia ninguna parte. Aunque a todo el mundo le gusta oír hablar de la legendaria Detroit industrial, nadie quiere saber nada de su descendencia desindustrializada y mucho menos de sus ejecuciones: otra vez no.

Mike Shane, residente en Detroit y uno de los promotores del grupo anti-ejecuciones Moratorium Now! (¡Moratoria Ya!), lo sabe mejor que nadie. "Llamamos a la prensa y responden, dadnos cualquier cosa menos ejecuciones", me dice con tristeza.

Unir los puntos
El 31 de marzo algunas personas consiguieron hacer los "arreglos" necesarios para salvar sus hogares. Entre ellas se contaba una mujer con un peinado al estilo Hillary Clinton que llevaba viviendo en la calle Winthrop desde los años sesenta pero que, como muchas otras personas de clase trabajadora, se había retrasado en el pago de impuestos. "Me preguntaron, '¿Por que no pagó el impuesto de bienes inmuebles?'", explicaba mientras descansaba en uno de los bancos del primer piso. "Y yo dije, 'porque me dio un infarto'".

El año pasado, recordaba, la vivienda de una vecina iba a sacarse a subasta pública. Un hombre que vivía en el mismo bloque reconoció la dirección en la lista de propiedades que se subastaban y compró de nuevo la casa para ella, me cuenta. "Le dijo a la mujer 'páguemela cuando pueda, si puede'".

Detroit está llena de historias parecidas repletas de un terco sentido de esperanza. Pero hay muchísimas más direcciones en la lista de ejecuciones que vecinos angelicales. A primera hora de la tarde de ese último día de marzo, con el edificio a punto de reventar con miles de personas en su interior, la oficina del condado admitió su incapacidad de hacer frente a la situación y amplió el plazo de las ejecuciones otras seis semanas.

"No sé si será porque están absolutamente desbordados", se preguntaba Mary Crenshaw, una mujer de ojos hundidos que se sintió aliviada con el anuncio, pues le daba tiempo a recibir el pago único de jubilación de British Airways, su antiguo empleador. Había venido a salvar su vivienda familiar en Highland Park, una pequeña ciudad absorbida por Detroit cuyas casas lucían antaño suelos de roble y ventanas de cristal biselado. Hoy más de la mitad están vacías, los jardines descuidados, las ventanas clausuradas, los antiguos propietarios expulsados del vecindario después de verse atrapados en una de esas cintas transportadoras de ejecuciones.

Después de todo, esta crisis de ejecuciones fiscales viene pisándole los talones al último gran desalojo de la ciudad: el desastre hipotecario de 2008, que se expandió por Detroit como una marejada arrastrando fuera de ella a casi un cuarto de millón de personas y dejando a su paso decenas de miles de propiedades desocupadas.

El hecho de que el gobierno de la ciudad esté amenazando con desahuciar a lo largo de este año a la séptima parte de los habitantes que le quedan por no haber pagado el impuesto de bienes inmuebles podría parecer un tanto absurdo hasta que uno empieza a unir los puntos: los cortes de agua masivos, el cierre de docenas de escuelas públicas, el abandono de las bocas de incendios en determinados barrios y ahora esta avalancha de ejecuciones.

Al observar el patrón que aparece se ve que Detroit no es solo una ciudad en mitad de un "revival", como aseguran los inversores  y los medios nacionales. Es verdad que está habiendo nuevos desarrollos urbanísticos en algunos barrios y que los funcionarios municipales anuncian grandes cambios, a menudo ilustrados con documentos coloridos que muy bien podría haberlos formateado un equipo de magos del diseño gráfico en la parte de atrás de los autobuses de Google en San Francisco.

Pero esa es solo una parte de la historia de Detroit. Para sus habitantes con pocos recursos, negros y viejos, Detroit no es una ciudad en auge sino asediada.

Una emergencia que no se acaba nunca
Una ventosa tarde de sábado, justo dos semanas antes de la fecha límite para las ejecuciones, en la Old Christ Church, la iglesia protestante más antigua de Michigan, tuvo lugar una asamblea popular de emergencia en contra de las ejecuciones fiscales donde se trató el asunto. Era una de las varias "asambleas populares" que se habían convocado para discutir la última crisis de una ciudad a la que no le han faltado en los últimos años. Antes de las asambleas sobre ejecuciones fiscales hubo asambleas en contra de las ejecuciones hipotecarias, campañas anti-desahucios (Emergency Pack-The-Court Actions), en defensa de las pensiones y los servicios (Emergency Town Halls to Defend City Pensions & Services), en contra de la gestión del director financiero de emergencia (Emergency Meetings Against the Emergency Financial Manager), etc.

"Emergencia" ha sido la palabra del momento durante años y años. Ese sentido de urgencia interminable invadiéndolo todo lo encontramos también en la literatura de estos grupos, en las chillonas letras mayúsculas, en los equivalentes tipográficos de los signos de exclamación. Cuando me enteré del último acto que acababa de tener lugar estaba en una reunión con Mike Shane y le dije: "No ha habido una sola vez en los tres años que llevo viniendo a Detroit que al llegar no fuerais a celebrar una asamblea popular de emergencia al sábado siguiente".

Shane se rió. "Sí, es cierto", contestó. "Llevamos así más o menos desde 2007".
Ese día la Old Christ Church tiritaba de frío. Del banco ubicado a mis espaldas llegó el crujido de los abrigos de dos niños que se retorcían. A su lado estaban sentados su abuela y su abuelo, Lula y Daryl Burke, que habían venido a contar cómo se vendió su casa en una subasta pública el año anterior. Lula explicó que con la ayuda de la plataforma anti-desahucios Detroit Eviction Defense, un movimiento de base, habían logrado convencer al comprador de que les vendiese la que había sido su casa.

Su propia iniciativa también ayudó. La mujer recordaba haberle dicho al inversor que había adquirido su casa en la subasta que ahora podía intentarvender la vivienda a otro. Pero claro, antes de que pudiera hacerlo, ella estaba dispuesta a vaciarla por completo. "No va a tener ni caldera ni baño ni puertas ni ventanas, ni siquiera interruptores de luz", le advirtió.

En la pared detrás del altar había tres ángeles vestidos de blanco pillados en mitad de sus juegos, ignorantes de las condiciones actuales de la que una vez fuera su majestuosa ciudad. Delante de ellos estaba el abogado Jerry Goldberg, un destacado activista en contra de las ejecuciones hipotecarias. "¿Vamos a permitir 62.000 ejecuciones más este año?" tronó su voz, su rostro cada vez más rojo. Me enteré luego de que, años atrás, Goldberg había vendido cacahuetes en el viejo estadio de los Tigres de Detroit (hoy convertido en un aparcamiento), donde supo sacar buen provecho a su implacable vozarrón.

"¡No!", respondió enfáticamente a su propia pregunta. "¿Vamos a permitirles que conviertan nuestros barrios en un montón de estanques?"

Quizá debería haber comenzado por ahí: en algunos de esos últimos y llamativos documentos de planificación de la ciudad elaborados con Adobe InDesign, ciertos barrios decadentes aparecen transformados en estanques. O, para ser más precisos, han sido convertidos en "depósitos de retención de agua", que los planificadores creen que permitirán a la futura Detroit gestionar mejor las aguas pluviales.

Minutos antes, Alice Jennings, una de las más célebres abogadas por la justicia social de la ciudad, había explicado que, según los documentos de planificación de Detroit, está previsto que esos depósitos de retención se construyan encima de barrios actualmente habitados. Es decir, también hablamos de estanques al hablar de ejecuciones fiscales en Detroit.

"¡No!", gritó Goldberg una vez más. "Tenemos que parar estas ejecuciones con una moratoria, una suspensión! ¡La idea de que eso no se puede hacer es absurda! ¡El Tribunal Supremo ya declaró en 1934 que durante un periodo de emergencia la necesidad de sobrevivir de las personas prevalece sobre cualquier contrato financiero! ¡El gobernador tiene la responsabilidad de declarar el estado de emergencia!"

Todas sus frases terminaban con signos de exclamación y en la iglesia resonaba aquel torrente de palabras. En un universo al revés Goldberg habría sido un subastador experto en vez de un hombre desesperado por salvar todas esas viviendas y a sus habitantes.

Quisiera dejar claro que Goldberg no está sugiriendo otra de esas declaraciones de emergencia que han servido a los gobernadores de Michigan para nombrar a dedo directores de emergencia para los municipios y distritos escolares desde Detroit hasta Muskegon Heights. En vez de eso, lo que está pidiéndole al gobernador es que declare el estado de emergencia bajo la ley 10.31 de Michigan, lo que permitiría a quien ocupe su puesto "promulgar ordenanzas, reglamentos y normas para proteger la vida y la propiedad" incluyendo, por supuesto, la paralización de las ejecuciones fiscales. En 1933 medidas similares permitieron a la legislatura de Michigan aprobar la Ley Moratoria Hipotecaria, luego confirmada por el Tribunal Supremo, que imponía la paralización de las ejecuciones hipotecarias durante 5 años.

Detrás de la aprobación de esa moratoria hubo, entre otras cosas, un Partido Comunista nacional bien organizado, cientos de consejos de trabajadores, miles de desahucios paralizados mediante la desobediencia civil y –me atrevería a decir, aunque no tengo pruebas documentales– un ingente número de "asambleas de emergencia".

¡Ay de aquellos que meditan iniquidad!
A última hora de la tarde Goldberg estaba descansando sus cuerdas vocales y aproximadamente una docena de personas del público esperaban en fila para acercarse al micrófono, entre ellas Cheryl West, un pequeña mujer de pelo gris que abrazaba con fuerza una gruesa Biblia contra su estómago. Cuando le llegó el turno de hablar empezó diciendo: "Perdí la que fue mi casa durante 60 años". No había ni rastro de amargura en su voz, tan solo un toque de asombro e incredulidad. "Ha sido una verdadera odisea. Una verdadera odisea".

"Permítanme hacer un poco de historia", continuó. "Toda mi familia está muerta. Mi padre fue el primer profesor de música afroamericano de Detroit, posiblemente de todo el estado de Michigan. Trabajó en las escuelas del estado. Vivió en esa misma casa. Vivió allí las revueltas de 1967, estábamos justo en el lugar donde comenzaron. Mi hermana era periodista y durante las revueltas fue una de las personas que sacó la historia en los medios porque entonces trabajaba para la UPI. Mi hermana apareció en la portada del London Times, hasta allí viajaron sus noticias de la ciudad ardiendo a nuestro alrededor".

Luego, después de hacer unos pocos comentarios más sobre su pasado, abrió la Biblia. "Como estamos en una iglesia...", dijo a modo de explicación y empezó a leer del Libro de Miqueas. Se saltó el principio:
"¡Ay de aquellos que meditan iniquidad,
que traman maldad en sus lechos
y al despuntar la mañana lo ejecutan,
porque está en poder de sus manos!
Codician campos y los roban,
casas, y las usurpan;
hacen violencia al hombre y a su casa,
al individuo y a su heredad".
Indudablemente asumió que todos en la iglesia estaban familiarizados con tales "iniquidades" y las líneas bíblicas que las acompañaban. Al fin y al cabo, en los últimos años habían vivido la crisis de la ejecuciones hipotecarias de 2008, la imposición de un director de emergencia para la ciudad, cortes de agua masivos y recortes importantes de las pensiones en el caso de los trabajadores municipales, por no hablar de todos los males anteriores.

En su lugar leyó los versos que más le gustaban, esos que, según dijo, le había mostrado Dios cuando perdió su casa:
"A los que pasan seguros
volviendo de la guerra,
les despojáis del manto
que llevan sobre sus vestidos.
A las mujeres de mi pueblo
echáis fuera de las casas de sus delicias,
y a sus niños despojáis
de mi gloria para siempre".

Hizo una pausa y de repente, con una voz sorprendentemente poderosa, gritó la siguiente línea: "¡Levantaos e idos!"

Su admonición reverberó entre aquellas paredes. Y entonces, sonriéndose de su propia audacia, añadió: "The end".

Poco después salimos de la iglesia. Pero ese no fue el final. Nunca lo es.
Ya hay, por ejemplo, una nueva fecha tope, el 12 de mayo, para que los residentes acuerden un plan de pago para no perder sus casas a causa de una ejecución fiscal. Eso ofrece más tiempo a la gente para atravesar las puertas giratorias de la Oficina del Tesoro del Condado de Wayne, subir hasta el octavo piso e ir luego al quinto, todo en un intento de encontrar la manera de bajarse de la cinta transportadora hacia ninguna parte. Y, por supuesto, también les concede más tiempo para celebrar asambleas populares con el fin de impedir, de una vez y para siempre, que siga funcionando esa cadena de montaje de desahucios y expulsión.

Sin embargo, incluso si esto sucediera, es indudable que estas reuniones, convocadas con muchas mayúsculas y signos de exclamación, seguirán existiendo. Se han convertido en parte integrante de esta ciudad, como lo son las mujeres y los hombres que las organizan, las iglesias que las alojan y los barrios cuya supervivencia depende de ellas. Después de todo, la peor injusticia no sería aquello que convocase la próxima asamblea popular de emergencia sino la posibilidad de una futura Detroit sin tales reuniones, una en la que estos encuentros y esta gente hubieran desaparecido, en la que todas las historias hubieran sido suprimidas. Imaginen entonces la peor iniquidad de todas, esa contra la que tantos están luchando: una Detroit donde las calles que una vez estuvieron pobladas hayan sido sumergidas en el silencio de los depósitos de retención de agua, donde los residentes de toda la vida hayan sido dispersados y desplazados por la cinta transportadora de las ejecuciones, y donde no quede nadie que sepa la historia de lo que fue anegado.

Laura Gottesdiener es una periodista freelance radicada en Nueva York. Autora de A Dream Foreclosed: Black America and the Fight for a Place to Call Home, ha publicado en Mother Jones, Al Jazeera, GuernicaPlayboyRollingStone.com, y lo hace habitualmente en TomDispatch.

Fuente:  http://www.tomdispatch.com/blog/175983/

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