sábado, 8 de junio de 2024

LA OTAN NO ESPERABA ESE ATAQUE LETAL EN UCRANIA: RUSIA LANZÓ SUS MISILES

“El mundo no teme a Rusia: Occidente ha creado esa propaganda”

 

“El mundo no teme a Rusia: Occidente ha creado esa propaganda”

 


DIARIO OCTUBRE / junio 8, 2024


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En el marco del Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF), ese medio dialogó con el experto la importancia de esta plataforma, las relaciones ruso-estadounidenses y las crecientes tensiones geopolíticas.

 

Cuando se le cuestionó sobre si podía establecer paralelismos entre el SPIEF y el Foro Económico Mundial de Davos, dijo que la comparación era inapropiada, ya que la ideología de Davos proviene del ateísmo, el materialismo y los principios corrosivos y decadentes que destruyen la identidad individual y cultural.

“Pero en el Foro Económico de San Petersburgo veo una mezcla de integridad nacional, orgullo nacional, identidad cultural, orgullo cultural, así como las matemáticas económicas de los negocios y la industria”, indicó. “También tienes la base de los valores familiares, la tradición y la ortodoxia rusa”.

Nadie se deja llevar por el alarmismo de Occidente

Aunque Occidente cultiva el miedo, nadie en el mundo considera a Rusia una “amenaza”, expuso el veterano de la guerra psicológica. “El mundo no está en peligro [por Moscú]”, reiteró.

“El mundo no está amenazado por Rusia. El mundo no teme a Rusia. Esa es la realidad. Occidente ha creado esta propaganda, en particular Estados Unidos, y más concretamente la izquierda demócrata de izquierdas LGBT, el epicentro republicano de un solo partido en Washington, están inventando esta fuente de mentiras sobre Rusia y las difunden para envenenar las mentes de la gente en Europa. Y creo que solo [ese continente] es susceptible de ello. Ni África ni Asia beben de esa fuente de mentiras y muerte”, indicó Bennett.

Según el experto, el Gobierno estadounidense impulsa su “alarmada agenda de izquierda globalista” sin ningún sentido de moderación, autorreflexión o inteligencia profesional, mientras que Moscú se mantiene firme y advierte que la conducta de Occidente podría conducir a la guerra.

Llamar la atención de EEUU y aliados

Según Bennett, el presidente ruso Vladímir Putin tiene razón al sugerir que Rusia podría suministrar armas a países hostiles a EEUU en respuesta al envío de armas de largo alcance a Ucrania como medida de interés respuesta asimétrica a la escalada de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Ucrania.

“Esa es una posición estratégica muy inteligente, en primer lugar”, apuntó el veterano de la guerra psicológica de EEUU.

“Creo que Putin tiene toda la razón. Quiero decir, sin duda, han estado pensando en ello durante años, pero han sido demasiado respetuosos y cautelosos para decirlo en este momento (…). Así que cuando Putin dice eso, creo que está tratando de hacer que Occidente piense y se detenga”, mencionó.

Bennett enfatizó que Rusia está dando esta señal no porque quiera, sino porque se ve obligada a hacerlo debido a Washington y compañía.

“Creo que es una buena manera de llamar la atención de Occidente”, consideró Bennett, comparando la acción de Putin con la del líder soviético Nikita Khruschev cuando Washington intentó desplegar sus misiles balísticos de mediano alcance con armas nucleares en Turquía.

La crisis de los misiles cubanos de 1962 se convirtió en una llamada de atención para la administración de John F. Kennedy e hizo que Estados Unidos retrocediera en el despliegue de misiles.

“Veremos si Occidente ha aprendido la lección”, concluyó el experto estadounidense.

FUENTE: latamnews.lat

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«Occidente parece haber olvidado quién derrotó al monstruoso mal total del nazismo»

 


«Occidente parece haber olvidado quién derrotó al monstruoso mal total del nazismo»


09.05.2024

El presidente ruso declaró que “las élites occidentales globales siguen insistiendo en su exclusividad, enfrentan a las personas y dividen a la sociedad”.



El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha ofrecido este martes un discurso con motivo del 78.º aniversario de la victoria del pueblo soviético sobre la Alemania nazi en la Gran Guerra Patria (1941-1945), como se conoce a la participación de la URSS en la Segunda Guerra Mundial.

Putin declaró que “hoy la civilización vuelve a encontrarse en un punto de inflexión crucial“. Denunció que se ha librado “una verdadera guerra” contra Rusia.

Según el mandatario, “cualquier ideología de superioridad es repugnante, criminal y mortal”, pero “las élites occidentales globales siguen insistiendo en su exclusividad, enfrentan a las personas y dividen a la sociedad, provocan conflictos sangrientos y golpes de Estado, siembran el odio, la rusofobia y el nacionalismo agresivo”. En este contexto, señaló que Occidente parece haber olvidado quién derrotó al “monstruoso mal total” del nazismo.

Además, Putin indicó que Occidente destruye los valores tradicionales que “hacen humano al hombre” para “seguir dictando, imponiendo su voluntad, sus derechos, sus reglas y, en esencia, un sistema de robo, violencia y opresión a las naciones”.

Asimismo, el jefe de Estado destacó que los líderes de los países de la CEI viajaron a Moscú para asistir al desfile del Día de la Victoria, lo que calificó como un gesto de “aprecio por la hazaña” de los soldados soviéticos.

Entre otras cosas, Putin resaltó que Rusia está orgullosa de todos los militares que participan en la operación militar especial en Ucrania y que el futuro del Estado ruso y la seguridad del país dependen de ellos. “No hay causa más importante ahora que su trabajo en el campo de batalla”, aseveró.

“Las batallas decisivas para el destino de nuestra patria siempre fueron nacionales, populares y sagradas. Somos fieles a los preceptos de nuestros antepasados y comprendemos profunda y claramente lo que significa estar a la altura de sus logros militares, laborales y morales”.

El mandatario afirmó que el pueblo ucraniano “se convirtió en rehén del golpe de Estado y del régimen criminal de sus amos occidentales, en moneda de cambio en la ejecución de sus crueles y egoístas planes”. Mientras, los adversarios de Rusia pretenden destruirla, subrayó Putin. “Su objetivo […] es lograr desintegrar y destruir nuestro país, revertir los resultados de la Segunda Guerra Mundial, romper definitivamente el sistema de seguridad global y el derecho internacional, estrangular cualquier centro soberano de desarrollo”, dijo.

Mientras tanto, para Rusia no hay naciones “hostiles” en Occidente ni en Oriente, y Moscú quiere “ver un futuro pacífico, libre y estable”, declaró.

  • El Día de la Victoria, que se conmemora cada 9 de mayo, se celebra con tradicionales desfiles militares tanto en la Plaza Roja de Moscú como en otras ciudades del país, así como con marchas del Regimiento Inmortal, evento en el que los participantes salen a las calles portando retratos de sus familiares fallecidos durante la lucha contra el fascismo, que este año se realiza en formato virtual. 
  • Durante la tarde del 9 de mayo tendrán lugar también espectáculos de fuegos artificiales en varias ciudades de Rusia.
  • El gran desfile organizado este año en la capital rusa cuenta con la participación de más de 10.000 militares y 125 piezas de armamento y equipos bélicos, según adelantó el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú.

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Biden afirma que EE.UU. «salvó al mundo» en la Segunda Guerra Mundial y Moscú responde

 


Biden afirma que EE.UU. «salvó al mundo» en la Segunda Guerra Mundial y Moscú responde


TERCERAINFORMACION / 30.05.2024

«El excepcionalismo estadounidense es hoy una traición a su propio pasado antifascista», expresaron desde la Cancillería rusa.


El presidente de EE.UU., Joe Biden, deposita una corona de flores en la Tumba del Soldado Desconocido, Arlington, Texas, 27 de mayo de 2024. Susan Walsh / AP

 

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia se ha pronunciado este martes sobre la afirmación del presidente estadounidense, Joe Biden, en la que aseguró que el Ejército de su país salvó al mundo durante la Segunda Guerra Mundial. 

Durante un discurso en el cementerio militar de Arlington con motivo del Día de los Caídos, el inquilino de la Casa Blanca dijo que los soldados estadounidenses «liberaron un continente y literalmente salvaron el mundo» en el conflicto global.

En este contexto, la Cancillería rusa señaló que ya ha pasado una generación de presidentes estadounidenses que participaron personalmente en la Segunda Guerra Mundial, y los actuales líderes del país norteamericano «sufren uno a uno el síndrome del revisionismo histórico». «El tiempo es realmente implacable con la institución de los presidentes estadounidenses», concluyeron desde la Cancillería.

«El excepcionalismo estadounidense es hoy una traición a su propio pasado antifascista», expresaron desde la Cancillería, añadiendo que Rusia demuestra su disposición a preservar la memoria de la victoria de los aliados en 1945 sin EE.UU. 

«No hay país que haya aguantado más que nosotros»

Por su parte, el embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antónov, declaró que Rusia no permitirá que se tergiverse la historia y luchará contra ello. Según el diplomático ruso, las autoridades de EE.UU. continúan con sus intentos de «menospreciar cínicamente y renegar del papel decisivo de la Unión Soviética en el aplastamiento del fascismo». «No hay país en el mundo que haya aguantado más que nosotros en la lucha contra la Alemania de Hitler y sus satélites», manifestó.

El embajador cree que la retórica de los políticos estadounidenses está al servicio de las necesidades del momento. «Tales comentarios forman parte de la guerra psicológica contra Rusia. Lucharemos contra ello y no permitiremos que se tergiverse la historia», afirmó.

Antónov también aseguró que Moscú no permitirá que se olvide que más de 27 millones de ciudadanos soviéticos murieron durante el conflicto.

«Intentan reescribir la historia»

A su vez, el expresidente y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, expresó que, en su opinión, Washington está intentando deliberadamente distorsionar los hechos de la historia. De acuerdo con sus palabras, la afirmación de Biden «no es demencia senil, sino una línea consciente para corregir la historia«.

«Esta es una lucha con nuestro país», sostuvo Medvédev, recordando que millones de ciudadanos rusos «murieron a manos de los nazis y no tenemos ningún derecho a traicionar su memoria». «Sobre todo porque están intentando borrar este recuerdo y reescribir la historia«, concluyó.

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Un silencio inexplicable

 

Durante siete meses, todos los días de esos siete meses, sin faltar ninguno, una cuadrilla de exaltados de extrema derecha sitió la casa de Irene Montero y Pablo Iglesias, con sus hijos dentro la mayoría de las veces. El juicio se celebra ahora.


Un silencio inexplicable


Alfons Cervera

El Viejo Topo

8 junio, 2024 



Juicio por el acoso a Iglesias y Montero: un silencio inexplicable

Cada día pasan cosas. Algunas nuevas. La mayoría vienen de días o semanas anteriores. Incluso otras, aunque parezca raro, siguen ahí desde hace años. Si echamos la vista atrás, veremos cómo el PP y Vox ya estaban aquí cuando sus antepasados franquistas les legaron el odio a las diferencias, el desprecio a la democracia, la entusiasta aplicación de la violencia contra todo lo que sonara a libertad y a esa igualdad que un tan exquisito como cruelísimo sentido de clase les quitaba el sueño por las noches: y se lo siguen quitando ahora a sus herederos. Por eso no tienen remilgos a la hora de aplaudir el genocidio de Israel contra el pueblo palestino. Vienen de ahí, de esa cultura de la “eliminación” que bien supieron poner en marcha sus padres y abuelos en 1936 y que siguieron aplicando cuando lo que llegó después de la guerra no fue la paz sino la victoria. Digo todo esto porque con tantas cosas como están pasando a una velocidad vertiginosa, algunas ni aparecen o si aparecen duran lo que la alegría en el rostro de Buster Keaton o en una canción de Nick Cave: nada.

Por ejemplo: el juicio contra Miguel Fronteraque durante siete meses del año 2020 puso sitio a la casa donde viven Irene Montero y Pablo Iglesias. No estaba solo. La extrema derecha se las pinta como nadie para montar esos asedios. Les va la marcha. La democracia es para esa chusma algo que les pertenece, su juguete preferido para despedazarlo cuando las reglas del juego no le son favorables. Si no ganan las elecciones, la democracia se ha convertido en una dictadura. Cambian el significado de las palabras a su antojo. La dictadura de Franco era para ellos un tiempo de placidez y de libertad envidiables, el paraíso antes de la culebra y de la mujer pecadora, la celebración gloriosa de la bondad absoluta. Sin embargo, a esta democracia la llaman dictadura y dicen que es un horror, el no va más de la crueldad encarnada inmisericorde en esa tropa de truhanes que son Pedro Sánchez y su Gobierno de terroristas.

Durante siete meses, todos los días de esos siete meses, sin faltar ninguno, una cuadrilla de exaltados de extrema derecha sitió la casa de Irene Montero y Pablo Iglesias, con sus hijos dentro la mayoría de las veces. Lo llevan en la sangre. No tragan que este tiempo sea el del respeto a quien no piensa como tú, el de una necesidad imperiosa de que la lucha por el bien común ha de ser un curro colectivo, el del urgente compromiso de que este país no se convierta en una cloaca cuyas aguas turbias ensucien la más mínima posibilidad de convivencia democrática.

Sé que cuando hablamos del acoso que sufrieron el exvicepresidente y la exministra de Igualdad en el anterior Gobierno de coalición sale a la luz el que sufrió Soraya Sáenz de Santamaría. Defender eso es una barbaridad. Como lo es el que sufrió Mónica Oltra bajo los gritos y amenazas de ese ultra valenciano que es José Luis Roberto y su enfermiza vocación por la violencia facha ocupando su vida entera, desde antes incluso de que el big bang poblara de dinosaurios un planeta que si seguimos así está condenado a desaparecer. No es de recibo ninguna de esas situaciones. Pero la que tuvieron que sufrir Iglesias, Montero y su familia es para enmarcar en el cuadro de honor de las infamias. Allí, con sus banderas y sus cacerolas, con sus himnos falangistas y sus insultos, como si hubieran aprendido en clases magistrales la mejor manera de torturar a quien desde su óptica vengativa consideran su enemigo. Durante siete meses convirtieron la calle en una “esquina sin porvenir”, como escribía Juan Gelman en un poema donde bailan juntas la raspadura del pasado y el gesto de espantar las sombras que nos llegan en su incierta compañía.Y mientras todo ese asedio sucedía, dónde estaban las miradas y las voces que lo condenaban. Dónde están ahora mismo, en los días del juicio al ultra acosador para quien la fiscal pide tres años de cárcel. Ya sé que estos días están pasando miles de cosas. La campaña para las elecciones europeas, el genocidio de Israel contra el pueblo palestino, la ley de amnistía, hasta, si me permiten una miaja de ironía, los conciertos de Taylor Swift en el Bernabeu. Todo eso es importante, faltaría más. Pero mientras eso está pasando, también pasa que a las puertas de donde se juzga al acosador de Pablo Iglesias e Irene Montero regresan los gritos, las banderas, la gestualidad soez que enmierda la decencia del lenguaje. No se cansan.

Llevan en el ADN la violencia antigua y legionaria de la que proceden. No sé, porque es imposible saberlo, hasta dónde llega el sufrimiento de siete meses viviendo entre amenazas a las mismas puertas de tu casa. Con otros compañeros periodistas, viví esas amenazas por teléfono varios meses hace la tira de años. Cada día el control policial y el teléfono pinchado que te incomunicaba con el mundo fue algo que nadie en casa hemos olvidado. Aún hay gestos precavidos que vienen de entonces y una aversión al teléfono que no ha menguado desde aquellas llamadas, unas llamadas que a veces respondía una niña que no podía entender la fijeza enfermiza del acosador metiéndose en casa a cualquier hora del día o de la noche. Conozco esa angustia de la que hablan Irene Montero y Pablo Iglesias. Y lo que tardarán en llevar una vida “normal” dentro de la casa y cuando salgan a la calle cada cual por separado o en familia.

Veo en infoLibre la imagen de esa visita a los juzgados y regreso a aquellos días, semanas y meses en que una banda de torturadores tenían carta blanca para destrozar la vida de quienes consideran enemigos. Leo lo que dicen a las puertas de esos juzgados Irene Montero y Pablo Iglesias y sé que la derecha y los fascistas son lo mismo cada día que pasa. También sé que el sufrimiento de Pedro Sánchez, Begoña Gómez y su familia recabó la atención y la solidaridad de mucha gente, diría yo que de toda la gente menos precisamente esa derecha y los fascistas entre los que ya no hay ninguna diferencia. Y que por eso echo de menos que ahora no se levanten voces abrigando los miedos y la angustia de quienes impunemente, y durante siete meses, sufrieron el asedio ultra en esa “esquina sin futuro” en que los torturadores habían convertido la calle donde vivían y siguen viviendo la pareja y sus hijos.

De nada conozco a Irene Montero y Pablo Iglesias. Puedo estar de acuerdo con ellos en unas cosas y en otras todo lo contrario. Pero estoy a su lado contra los gritos fascistas que volvieron al asedio en la calle a la salida de los juzgados. No sé si el ultra que comandaba la tortura permanente en esos meses será o no condenado. Tampoco me extrañaría que no lo fuera. Seguramente a ustedes tampoco. En todo caso, lo que quería escribiendo esto que escribo es simplemente eso: solidarizarme con Irene Montero, Pablo Iglesias y su familia y romper aquí, en este diario y en la parte que me toca, el silencio injusto que estos días los ha acompañado. Injusto, digo. Y también, qué quieren que les diga, extraño. La amenaza ultra, sea contra quien sea, no va a parar. Al menos hasta que los fascistas gobiernen en este país. Por eso cualquier silencio frente a esas amenazas me parecerá injusto, además, claro está, absolutamente inexplicable. Pues eso.

Fuente: InfoLibre

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