lunes, 30 de mayo de 2022

Carta a Élisée Reclus (1875)

 

Tal día como hoy de 1814 nacía uno de los más grandes revolucionarios del s. XIX: Mijail Bakunin. Anarquista, se definió como partidario convencido de la igualdad económica y social, amante fanático de la libertad y buscador apasionado de la verdad.


Carta a Élisée Reclus (1875)

 

Mijaíl Bakunin

El Viejo Topo

30.05.2022

 


Mijaíl Bakunin
Lugano
A Élisée Reclus
15 de febrero de 1875

Queridísimo amigo. Te agradezco mucho tus buenas palabras. Nunca he dudado de tu amistad, este sentimiento es siempre mutuo, y juzgo la tuya por la mía.

Sí, tienes razón, la revolución se ha metido, de momento, en cama, volvemos a caer en el período de las evoluciones, es decir, en el de las revoluciones subterráneas, invisibles e incluso a menudo insensibles. La evolución que se está produciendo hoy día es muy peligrosa, si no para la humanidad entera, sí al menos para algunas naciones. Es la última encarnación de una clase agotada, que juega su última baza, bajo la protección de la dictadura militar-Mac-Mahon-bonapartista en Francia, y bismarckiana en el resto de Europa.

Estoy de acuerdo contigo en que la hora de la revolución ha pasado, no a causa de los espantosos desastres de los que hemos sido testigos y de las terribles derrotas de las que hemos sido víctimas más o menos culpables,[1] sino porque, para mi gran desesperación, he constatado y constato cada día otra vez, que el pensamiento, la esperanza y la pasión revolucionarios no se encuentran en las masas, y cuando esto ocurre, por mucho que se combata por los flancos, no se hará nada de nada. Admiro la paciencia y la perseverancia heroicas de los hombres del Jura y de los belgas —últimos mohicanos del fuego de la Internacional—, que pese a todas las dificultades, adversidades y a pesar de todos los obstáculos, en medio de la indiferencia general, oponen su frente obstinada al curso totalmente contrario de las cosas, siguiendo tranquilamente con lo que hacían antes de las catástrofes, cuando el movimiento general era ascendente y cuando el menor esfuerzo podía crear una fuerza. Se trata de un trabajo especialmente meritorio porque ellos no podrán recoger los frutos, aunque pueden estar seguros de que su trabajo no se perderá —nada se pierde en este mundo—: las gotas de agua, aun siendo invisibles, logran formar el océano.

Por lo que a mí respecta, querido amigo, me he sentido demasiado viejo, demasiado enfermo, demasiado cansado, y, hay que decirlo, demasiado decepcionado desde muchos puntos de vista, como para sentir deseos y fuerzas para seguir en esta obra. Me he retirado decididamente de la lucha y pasaré el resto de mis días en una contemplación, no ociosa sino, por el contrario, muy activa intelectualmente, y que espero que no deje de producir algo útil.

Una de las pasiones que me dominan en este momento es una inmensa curiosidad. Ahora que he tenido que reconocer que el mal ha triunfado y no puedo impedirlo, me he puesto a estudiar sus evoluciones y cambios con una pasión casi científica, totalmente objetiva.

Qué actores, que escenario. Al fondo y dominando toda la situación europea, el emperador Guillermo y Bismarck, a la cabeza de un gran pueblo lacayo. Frente a ellos, el papa con sus jesuitas, toda la Iglesia católica y romana, rica en millones, dominando una gran parte del mundo por medio de las mujeres, de la ignorancia de las masas, y de la incomparable habilidad de sus innumerables afiliados, que tienen los ojos y las manos por todas partes.

Tercer actor: la civilización francesa encarnada en Mac-Mahon, Dupanloup y Broglie, que están dedicándose a remachar las cadenas de un gran pueblo caído. Después, alrededor de todo este panorama, España, Italia, Austria y Rusia, cada país con sus muecas de turno, y desde lejos Inglaterra, incapaz de decidirse a volver a ser otra cosa, y todavía más lejos la República modelo de los Estados Unidos de América, que ya empieza a coquetear con la dictadura militar.

¡Pobre humanidad!

Es evidente que no podrá salir de esta cloaca sin una inmensa revolución social. Pero, ¿cómo hará esta revolución? Nunca estuvo la reacción europea tan bien armada contra todo movimiento popular. Ha hecho de la represión una nueva ciencia que es sistemáticamente enseñada en las escuelas militares a los tenientes de todos los países. Y, ¿con qué contamos para atacar a esa fortaleza inexpugnable? Las masas desorganizadas. Pero, cómo organizarlas si no tienen siquiera suficiente apasionamiento por su propia salvación, si no saben ni lo que deben querer y si no quieren lo único que puede salvarlas.

Queda la propaganda, tal como hacen los del Jura y los belgas. Es algo, sin duda, pero muy poca cosa, unas gotas de agua en el océano; y si no hubiera otro medio de salvación, la humanidad tendría tiempo para pudrirse diez veces antes de que llegara el momento de poder ser salvada.

Queda otra esperanza: la guerra universal. Estos inmensos Estados militares tienen que destruirse unos a otros, y devorarse unos a otros tarde o temprano. Pero, ¡Qué perspectiva!


[1] Se refiere a la victoria de los ejércitos prusianos en la guerra franco-prusiana, y la derrota del levantamiento de Lyon de septiembre de 1870, de la Comuna de París (marzo-mayo, 1871) y de los levantamientos de España e Italia, seguidos de la victoria de las fuerzas reaccionarias que dominaron la Europa continental. Bakunin opinaba que las fuerzas revolucionarias eran en parte responsables de estos fracasos porque no estaban preparadas ni ideológica ni tácticamente para aprovechar las situaciones revolucionarias favorables. [Dolgoff, Sam, La anarquía según Bakunin, Tusquets, Barcelona, 1983. Trad. Marcelo Covián]

Fuente: Biblioteca Anarquista.

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Zoonosis: la clave detrás de las últimas alertas sanitarias

 

Zoonosis: la clave detrás de las últimas alertas sanitarias

TERCERAINFORMACION / 28.05.2022

  • La viruela del mono es el último episodio de una amenaza emergente: las enfermedades infecciosas que saltan de animales a humanos. Estas representan un problema global de salud pública cada vez más recurrente. La sobrepoblación, una mayor movilidad, la destrucción de ecosistemas y el comercio de especies son algunas de las causas que explican su auge.


Algunos patógenos que portan los animales, como el virus del Ébola, son capaces de infectar a las personas y causar graves enfermedades. / Unsplash / CDC

 

Los humanos llevamos interactuando con los animales desde los orígenes de nuestra especie. Esta relación nos ha traído beneficios, como poder cultivar mejor el campo o alimentarnos de forma saludable, pero también perjuicios como las enfermedades zoonóticas, causadas por gérmenes dañinos que portan los animales y que pueden transmitirse a las personas.

El último capítulo sobre dichas patologías lo protagoniza la viruela del mono, una zoonosis viral endémica en África que desde hace unas semanas acumula 262 casos fuera de dicho continente, 87 de ellos reportados en España.

De acuerdo con un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 75 % de las patologías infecciosas son de origen animal. Estos virus, bacterias, parásitos y hongos ocasionan problemas tanto leves como graves y hasta pueden llegar a provocar la muerte. Además, se propagan mediante el contacto directo o a través de los alimentos, el agua o el medio ambiente.

Ya hay identificadas más de 200 enfermedades zoonóticas, que aumentan y se propagan más y más rápido. Afortunadamente, algunas de ellas se pueden prevenir en su totalidad mediante métodos como la vacunación.

Érase una vez… las zoonosis

A lo largo de la historia, estas patologías infecciosas han influido en el ser humano y todo parece indicar que lo seguirán haciendo a escala planetaria. Las primeras civilizaciones de Oriente Medio, como Egipto y Mesopotamia, ya documentaban la existencia de la rabia. Esta antiquísima enfermedad zoonótica es causada por un virus de la familia Rhabdoviridae y se propaga a través de mordeduras o arañazos por un animal infectado.

La forma más eficaz de combatirla es la vacunación de los perros domésticos, ya que son los principales responsables de su propagación. En la actualidad, la rabia se concentra en poblaciones pobres y vulnerables de Asia y África.

Mucho más letal fue la peste negra, que causó la muerte a 50 millones de personas y generó gran alarma entre la población del siglo XIV. La causante de esta conocida masacre fue la bacteria Yersinia pestis, que habita en pequeños mamíferos y en las pulgas que los parasitan.

Su rápida propagación vino motivada por el contacto frecuente con ratas y pulgas y las precarias condiciones de vida que se daban en la Edad Media. Hoy, la peste sigue afectando a casi 3.000 personas en todo el mundo y se considera endémica en varios países como Madagascar, República Democrática del Congo y Perú.

En 1986, se detectaron los primeros casos de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) en Reino Unido. La ‘enfermedad de las vacas locas’ consiste en la acumulación de la proteína prion en el tejido nervioso y se transmite consumiendo carne contaminada.

Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), el riesgo de infección se da cuando el alimento está contaminado por material orgánico derivado de otros herbívoros. Tras obtener datos concluyentes e identificar las causas de la EEB, se dejó de alimentar a las vacas con el pienso que originó este episodio zoonótico.

A punto de entrar en el nuevo milenio, en 1997, conocimos la gripe aviar. Esta nueva patología de origen animal es provocada por subtipos del virus Influenza A que afectan a las aves, aunque algunas de sus cepas pueden infectar puntualmente a los humanos y otros mamíferos.

De 2004 a 2006 el virus se propagó entre las aves de corral de Asia a Europa y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de que la gripe aviar tenía potencial para convertirse en una pandemia. Si bien todavía no hay una mutación del virus que facilite la transmisión entre las personas, siguen apareciendo noticias de contagios en humanos a través de cepas nuevas.

Desde finales de 2019, la humanidad convive con un nuevo virus, el SARS-CoV-2, que ha supuesto la primera gran pandemia del siglo XXI. Más de dos años después del primer brote, se sigue investigando qué animal fue el responsable de que este virus saltase a humanos y si hubo un transmisor intermedio. ¿El principal sospechoso hasta ahora? El murciélago.

A esto hay que sumarle, en 2022, el brote del virus de la viruela del mono (monkeypox). Aunque no es la primera vez que sale de África, ahora ha llegado a varios países de Europa. Afecta a la población general y se transmite en cualquier contexto que implique un contacto estrecho, no necesariamente por vía sexual. Ya se ha logrado la secuenciación completa.
cuadro sobre la peste negra

¿A qué se debe la proliferación de estas enfermedades?

Las enfermedades zoonóticas no son fruto de la casualidad, sino que detrás de su proliferación coinciden numerosos factores, que influyen tanto en los agentes patógenos (gérmenes) como en sus huéspedes (humanos y animales).

Los cambios o mutaciones que sufren ambos para adaptarse al entorno se conocen como factores biológicos. En general, cuanto más simple es un organismo, más rápidamente cambia, dando lugar a diversas variantes de una misma especie. Algo que estamos viendo de cerca con el SARS-CoV-2.

Los factores físicos, como el clima o la meteorología, determinan la supervivencia (o multiplicación, si la posee) del patógeno fuera del hospedador original. Es decir, que estos elementos brindan a virus, bacterias, parásitos y hongos diversas oportunidades para que puedan transmitirse a otras especies.

La alteración en los ecosistemas se incluye dentro de los factores ecológicos, entre los que también figuran la deforestación, los desastres naturales o la agricultura intensiva. Elisa Pérez, viróloga veterinaria en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (INIA-CSIC), explica que “la pérdida de biodiversidad afecta gravemente al equilibrio de los ecosistemas. Los sistemas depredador-presa se ven alterados, algunas especies sufren la falta de alimentos y refugio, etc. Todo ello debilita el sistema inmunitario de los animales y aumenta el riesgo de que aparezcan nuevos virus o variantes”.

El experto en estudios ecoepidemiológicos y profesor de la Universitat de Barcelona (UB), Jordi Serra, añade: “Nos hemos dedicado principalmente a combatir la pérdida de biodiversidad más visible e inmediata como los incendios o la deforestación. El problema es que nos olvidamos de que las dinámicas entre microorganismos también cambian. Estas alteraciones no son inmediatas y son más difíciles de percibir, pero también poseen un papel importante en los episodios de zoonosis”.

Este fenómeno se ha agravado con los viajes en avión, permitiendo que agentes infecciosos puedan llegar a cualquier parte del mundo en 24 horas. Ha sido el caso de virus como el ébola o el del Nilo Occidental.

Ricard Parés, presidente del Consell del Col·legi Oficial de Veterinaris de Barcelona (CCVC), lo ilustra con la situación en Ucrania: “Allí todavía hay animales salvajes con rabia que pueden transmitirla. Una vez que se les ha proporcionado ayuda humanitaria a estas personas, que es lo primordial, hay que ver si traen mascotas con ellos. Estas podrían reintroducir enfermedades ya controladas en territorios donde no es obligatoria la vacunación”.

Por otro lado, la explotación intensiva, sea agrícola, ganadera o piscícola, también es otro elemento a tener en cuenta. En el mundo actual se explotan tanto animales locales como especies nuevas o exóticas. En ese sentido, destacan los mercados húmedos, caldos de cultivo idóneos para que surjan patologías como la gripe aviar y la covid-19.
bosque con troncos cortados

¿Habría entonces que identificar y vigilar una serie de animales potencialmente peligrosos para nuestra salud? “Sería un error –comenta Parés–, ya que estas situaciones son imprevisibles. A escala doméstica se está abriendo el abanico de lo que se considera una mascota. Los cerdos vietnamitas o reptiles como iguanas o tortugas son un buen ejemplo. Por otro lado, en el mundo salvaje también hay más interacción a través de actividades turísticas, como los safaris en África. No hay que generar alarma, simplemente son factores que hay que tener en cuenta”.

El comercio alrededor de los animales exóticos, ya sea legal o ilegal, influye también en los episodios de zoonosis. Al trasladarlos a lugares diferentes de su hábitat, a menudo a miles de kilómetros, las enfermedades infecciosas que podrían padecer viajan con ellos.

Es lo que ocurrió en 2003 con el primer brote de viruela del mono que se registró fuera de África, en EE UU. Las personas que contrajeron la infección fueron contagiadas por sus mascotas, unos perritos de las praderas. Estos roedores, en la tienda de animales, estuvieron en contacto con unos mamíferos procedentes de Ghana, que les transmitieron el virus.
One Health: la salud depende de todo y de todos

Dada la gran cantidad de factores que influyen en la aparición y propagación de las zoonosis, no resulta extraño que los intentos por proteger nuestra salud sean cada vez más multidisciplinarios y colaborativos. En ese sentido, en los últimos años ha cobrado fuerza el concepto One Health, que reconoce que la salud de las personas está estrechamente relacionada con la de animales, plantas y medio ambiente. Es necesario que los profesionales de estas y otras áreas se comuniquen y colaboren para afrontar nuevas amenazas.

Adelaida Sarukhan, redactora científica sobre virus emergentes en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), explica que la salud debe concebirse a escala global, y no solo desde el global north (norte global, en español) como hasta ahora.

“Para construir una salud global hay que colaborar para generar y compartir datos de calidad. Es esencial que se dediquen los recursos adecuados para ayudar a los países de renta media y baja a producir y analizar estos datos. La otra piedra angular –prosigue Sarukhan– es fortalecer los sistemas de salud, sobre todo primarios. La pandemia nos demostró cómo un problema de salud en un rincón del planeta es un problema comunitario”.

La clave: la vigilancia

El trabajo conjunto puede ayudar a predecir el riesgo de infección humana. Sarukhan comenta que la acción más importante para identificar un brote zoonótico y evitar epidemias o pandemias es la vigilancia.

“Se piensa que hay unos 300.000 virus desconocidos, solo en mamíferos, susceptibles de saltar al humano. Identificarlos e investigarlos puede costar entre mil y cinco mil millones de dólares, que no es nada comparado con el coste humano, social y económico de una pandemia”, añade.

“Los ciudadanos podemos ayudar con cosas muy simples: no dando comida a animales silvestres, como los jabalíes, que pueden ser portadores de la hepatitis E.; o evitando dejar basura fuera de los contenedores, ya que eso les atrae. Para impedir la proliferación de mosquitos, que pueden ser transmisores, debemos procurar no tener recipientes con agua en casa. Y, por último pero no menos importante, lavarse las manos”, sostiene Jordi Serra, investigador de IRBio.

Cuando las poblaciones humanas crecen y se expanden, las personas aumentan su contacto con animales y enfermedades nuevas. “Necesitamos ciudadanos informados y conscientes de que sus acciones diarias tienen un impacto sobre la naturaleza y la salud”, concluye Elisa Pérez.

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PORTUGAL. Y el Partido Comunista respondió a la gusanera ucraniana tras pedir su ilegalización

 

 

PORTUGAL. Y el Partido Comunista respondió a la gusanera ucraniana tras pedir su ilegalización

 


 

INSURGENTE.ORG /29 mayo 2022

 

En lo que parece ser una intervención descarada en los asuntos internos de Portugal , el presidente de una asociación de refugiados ucranianos (Refugiados Ucranianos) procedió a hacer comentarios inaceptables contra el Partido Comunista Portugués (PCP).

Hablando durante un evento en Lisboa a principios de este mes, Maksym Tarkivskyy criticó al PCP por su posición en la Guerra Rusia-Ucrania , ¡y dijo que no puede entender cómo “un país democrático sigue teniendo un Partido Comunista”!

Aparentemente haciéndose eco de la política ferozmente anticomunista del gobierno ucraniano, que ha prohibido cualquier actividad del Partido Comunista de Ucrania desde 2015, Tarkivskyy expresó las ilusiones de sus compatriotas nacionalistas y anticomunistas.

En una declaración ( aquí en portugués ), el Partido Comunista Portugués condena las declaraciones de Tarkivskyy como “declaraciones de odio fascista” que revelan “la naturaleza antidemocrática del gobierno de Kiev y constituyen una afrenta intolerable al régimen democrático en Portugal”.

El PCP señala que las declaraciones del líder de la asociación específica de refugiados ucranianos no deben confundirse con las de toda la comunidad inmigrante y los refugiados ucranianos con quienes el PCP se solidariza.

El Partido Comunista también subrayó que tales declaraciones son indicativas de la total falta de respeto por la democracia y la libertad que se ha establecido durante mucho tiempo en Ucrania y llamó a las fuerzas democráticas y soberanas de Portugal a condenarlas.

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