lunes, 31 de julio de 2023

Mujeres por la paz (y contra la OTAN)

 

Esta declaración de “Global Women for Peace United Against NATO” tuvo poca difusión aquí, y ese pecado lo cometió también El Viejo Topo. Pedimos perdón por ello, aunque haya sido un descuido imperdonable. Se la dedicamos a la inefable Margarita Robles.


Mujeres por la paz (y contra la OTAN)

 

 

El Viejo Topo / 31 julio, 2023

 


Declaración de “Global Women for Peace United Against NATO” antes de la reunión de la OTAN en Vilna.

Somos mujeres de todo el mundo que amamos profundamente nuestro planeta. Apreciamos los principios universales de igualdad, justicia y paz afirmados por la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos Humanos; luchamos por la afirmación de los derechos de las mujeres y los pueblos contra toda forma de violencia, explotación y discriminación. Llevamos décadas comprometidos en la búsqueda de la paz global, de un nuevo orden mundial que suprima la guerra. Reconocemos el papel del capitalismo en la generación del militarismo y la guerra, y queremos una nueva seguridad no militarizada que garantice la vida y la salud de las generaciones presentes y futuras de todos los habitantes de este planeta, y del planeta mismo.

Nuestra aspiración a la paz se ve hoy amenazada por la escalada armamentística y el riesgo de guerra nuclear, el fortalecimiento de las alianzas militares y la militarización de las relaciones internacionales. Todos estos riesgos conducen a la humanidad a la catástrofe. Las decisiones de la OTAN desde 1991 han sido en gran parte responsables de esta confrontación mundial en desarrollo. La última etapa de este proceso político es el llamado Nuevo Concepto Estratégico, que se acordó en la última cumbre de Jefes de Estado de la OTAN, celebrada en Madrid en 2022.

El Nuevo Concepto Estratégico sigue estableciendo funciones y tareas que van mucho más allá de los propósitos «defensivos» originales de la OTAN, sustituyendo funciones y tareas que son responsabilidad exclusiva de las Naciones Unidas. La OTAN, cada vez más global, que actúa en interés de las naciones ricas de «Occidente», ha extendido sus actividades al Pacífico. Pretende imponer un «modelo de civilización» mucho más allá del área euroatlántica del Tratado original. El Nuevo Concepto Estratégico es totalmente contrario al «espíritu de Helsinki», que busca la cooperación pacífica entre Estados y el rechazo de la amenaza o el uso de la fuerza.

Esta reconfiguración ofensiva de la OTAN contrasta claramente con los principios constitucionales de muchos Estados miembros. Aprobada a menudo sin el consentimiento de los parlamentos nacionales, también está en contradicción con el deseo manifiesto de paz de muchos de los pueblos de los Estados de la OTAN. Mientras muchos se enfrentan a una grave crisis del coste de la vida, la OTAN exige a los gobiernos que aumenten el gasto militar incluso por encima del 2% del PIB, para hacer frente al frenético rearme en curso. Esto suele ir acompañado de un creciente autoritarismo y del resurgimiento de ideologías neofascistas, nacionalistas, xenófobas y sexistas, alentadas por una cultura cada vez más militarizada.

La próxima cumbre de Jefes de Estado de la OTAN se celebrará en Vilna (Lituania) los días 11 y 12 de julio. Se seguirá elaborando el Nuevo Concepto Estratégico, lo que aumentará el peligro global, y se exigirán nuevos aumentos del gasto militar. Se creará un fondo especial de inversión de 1.000 millones de euros, sufragado con dinero público, para la creación de empresas y la renovación tecnológica; de este modo se fomentará abiertamente la mezcla de la educación científica y la formación de los jóvenes con la investigación militar. La cumbre de Vilna también impulsará un nuevo «enfoque de género», fomentando la promoción de figuras femeninas a puestos de responsabilidad dentro de la OTAN.

Como mujeres de paz, rechazamos la OTAN y su visión del mundo. Fomenta la inestabilidad y exacerba los conflictos internacionales. Es irreconciliable con nuestro principio de cuidar del mundo, un principio que nos esforzamos por afirmar globalmente.

El tiempo del colonialismo y del imperialismo ha pasado. El tiempo de la pretensión de Occidente a la dominación unipolar y la «supremacía moral» ha terminado. Hoy damos la bienvenida a un nuevo orden mundial multipolar basado en decisiones compartidas, en la justicia social y medioambiental, en el reparto de recursos y tecnologías, en la transición hacia arsenales militares cero. Esto es lo que dijimos las mujeres en la Cumbre por la Paz de Madrid el año pasado. Lo reafirmaremos con ocasión de la Cumbre de la OTAN en Vilna en 2023.

¿Qué es lo que queremos?

Nos reuniremos en Bruselas, sede del cuartel general de la OTAN, para decir:

  • NO a la OTAN global, No a los bloques cada vez más militarizados, No a la guerra como forma de resolver las disputas internacionales.
  • No a la militarización de la investigación científica. Las nuevas generaciones tienen derecho a una educación laica y democrática, inspirada en los valores de la coexistencia pacífica entre los pueblos y los Estados.
  • No a la implicación de las mujeres en los planes bélicos del patriarcado. No a cualquier «enfoque de género» en la OTAN. Colocar a mujeres en puestos de responsabilidad en una organización militar belicista no contribuirá en nada a promover los principios de igualdad, justicia y paz que subyacen a las luchas de las mujeres por la libertad.

En su lugar, decimos Sí, a respetar las auténticas intenciones de la resolución 1325 de la ONU sobre la participación de las mujeres en las negociaciones y procesos de paz.

Tenemos previsto hablar de todo esto en Bruselas. Organizaremos un debate abierto los días 7 y 8 de julio de 2023, e invitamos a mujeres de todo el mundo a unirse a nosotros, sean o no de países miembros de la OTAN. Damos la bienvenida a todos aquellos que compartan estos objetivos con nosotros, para que se pronuncien a favor de la paz, la vida y la liberación de la mujer.

Puedes firmar la Declaración de las Mujeres por la Paz aquí. https://womenagainstnato.org/declaration/

Fuente: WILPF (Women’s International League for Peace and Freedom)

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Hace 70 años, Estados Unidos salió derrotado de Corea del Norte

 

Hace 70 años, Estados Unidos salió derrotado de Corea del Norte

 

DIARIO OCTUBRE / julio 29, 2023

 

Bajo la consigna de ¡Todo por la victoria en la guerra!, lanzada por el presidente Kim Il Sung, el Partido, como fuerza dirigente, y el pueblo todo, supo unirse y vencer a fuerzas muy superiores en cantidad y tipo de armas



Elson Concepción Pérez.— Una devastadora guerra tuvo que librar la República Popular Democrática de Corea (RPDC) entre los años 1950 y 1953, al enfrentarse directamente a las fuerzas estadounidenses, lanzadas hacia la nación asiática para contener lo que allí ocurría: la construcción de un país libre que no aceptó nunca ser sometido, primero por el imperio japonés y luego por EE. UU.

El 27 de julio, la RPDC celebra el Día de la Victoria en la Gran Guerra Patriótica de Liberación, momento decisivo que, bajo la dirección de Kim Il Sung, mostró al mundo cuánto es capaz de luchar un pueblo cuando militares de una potencia foránea amenazan su libertad y su integración, ganada en la lucha y en la ardua resistencia, en pos de construir un proyecto de país.

Bajo la consigna de ¡Todo por la victoria en la guerra!, lanzada por el presidente Kim Il Sung, el Partido, como fuerza dirigente, y el pueblo todo, supo unirse y vencer a fuerzas muy superiores en cantidad y tipo de armas.

En estas siete décadas, tras la victoria contra las fuerzas militares estadounidenses, la RPDC ha resistido amenazas y agresiones de todo tipo, así como sanciones económicas dictadas, en todos los casos, por los gobiernos de Estados Unidos.

En tal contexto, ha construido un proyecto de país que, además, tiene en su capacidad nuclear un muro de disuasión y contención contra quienes insisten en provocar una guerra de incalculables consecuencias en la península coreana.

FUENTE: granma.cu

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Mintieron sobre Afganistán e Irak y ahora mienten sobre Ucrania

 

Mintieron sobre Afganistán e Irak y ahora mienten sobre Ucrania

 


Por Chris Hedges 

Rebelion

| 29/07/2023 | 

 

Fuentes: ScheerPost - Imagen: "Preying for Peace", Mr. Fish.


El público estadounidense ha sido engañado, una vez más, para que invierta miles de millones en otra guerra interminable.

El manual de jugadas estratégicas que los proxenetas de la guerra utilizan para arrastrarnos a un fiasco militar tras otro, incluyendo Vietnam, Afganistán, Irak, Libia, Siria y ahora Ucrania, no cambia: La libertad y la democracia están amenazadas. El mal debe ser derrotado. Hay que proteger los derechos humanos. Está en juego el destino de Europa y de la OTAN, así como el «orden internacional basado en reglas». La victoria está asegurada…

Los resultados también son los mismos. Las justificaciones y las narrativas quedan expuestas como mentiras. El pronóstico optimista es falso. Aquellos en cuyo nombre se supone que luchamos son tan venales como aquellos contra los que luchamos.

La invasión rusa de Ucrania fue un crimen de guerra, aunque provocado por la expansión de la OTAN y el apoyo estadounidense al golpe del « Maidán » de 2014, que derrocó al presidente ucraniano democráticamente elegido, Víktor Yanukóvich. Yanukóvich quería la integración económica con la Unión Europea, pero no a costa de los lazos económicos y políticos con Rusia. La guerra sólo se resolverá mediante negociaciones que den a los rusos étnicos de Ucrania autonomía y protección frente a Moscú, así como neutralidad ucraniana, lo que significa que el país no puede entrar en la OTAN.

Cuanto más tarden estas negociaciones, más sufrirán y morirán los ucranianos. Sus ciudades e infraestructuras seguirán reduciéndose a escombros.

Pero esta guerra por poderes en Ucrania está diseñada para servir a los intereses de Estados Unidos. Enriquece a los fabricantes de armas, debilita al ejército ruso y aísla a Rusia de Europa. Lo que le ocurra a Ucrania es irrelevante.

«En primer lugar, equipar a nuestros amigos en el frente para que se defiendan es una forma mucho más barata -en dólares y en vidas estadounidenses- para degradar la capacidad de Rusia de amenazar a Estados Unidos», admitió el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell.

«En segundo lugar, la eficaz defensa ucraniana de su territorio nos enseña cómo mejorar las defensas de los socios amenazados por China. No es sorprendente que altos funcionarios taiwaneses pudieran ayudar a Ucrania a derrotar a Rusia».

« En tercer lugar, la mayor parte del dinero destinado a ayudar a la seguridad de Ucrania no va realmente a Ucrania. EIle invierte en la fabricación de material de defensa estadounidense. EIle está financiando nuevas armas y municiones para las fuerzas armadas estadounidenses con el fin de reemplazar los equipos más antiguos que hemos suministrado a Ucrania.

« Seamos claros  : esta ayuda significa más puestos de trabajo para los trabajadores estadounidenses y nuevas armas para las fuerzas armadas de EE.UU. ».

Una vez que la verdad sobre estas guerras interminables se ha infiltrado en la conciencia pública, los medios de comunicación, que promueven servilmente estos conflictos, materializan la cobertura. Las debacles militares, como las de Irak y Afganistán, permanecen en gran medida ignoradas. Para cuando Estados Unidos admite su derrota, la mayoría de la gente apenas recuerda que estas guerras están en curso.

Los proxenetas de la guerra que orquestan estos fiascos militares pasan de una administración a otra. Entre un puesto y otro, tienen su base en think tanks – Project for the New American Century, American Enterprise Institute, Foreign Policy Initiative, Institute for the Study of War, The Atlantic Council y The Brookings Institution – financiados por corporaciones y la industria bélica.

Una vez que la guerra en Ucrania llegue a su inevitable conclusión, estos Dr. Strangelove tratarán de promover una guerra contra China. La Armada y el Ejército de EE.UU. ya están amenazando y rodeando a China. Que Dios nos ayude si no los detenemos.

Vieja retórica de manual

Esos proxenetas de guerra atraen a los estadounidenses a un conflicto tras otro con relatos halagüeños que presentan a Estados Unidos como el salvador del mundo.

Ni siquiera tienen que ser innovadores. La retórica está sacada del viejo manual de jugadas stratégicas. Los estadounidenses se tragan ingenuamente el anzuelo y abrazan la bandera -esta vez azul y amarilla- para convertirse en agentes involuntarios de nuestra autoinmolación.

Ya no importa -al menos a los proxenetas de la guerra- si estas guerras son racionales o prudentes. La industria bélica ha hecho metástasis en las entrañas del imperio estadounidense para vaciarlo desde adentro. Estados Unidos es vilipendiado en el extranjero, se ahoga en deudas, tiene una clase trabajadora empobrecida y está lastrado por ruinosas infraestructuras y servicios sociales de mala calidad.

 ¿No se suponía que el ejército ruso iba a derrumbarse hace meses ?

 ¿No se suponía que el Presidente ruso Vladimir Putin iba a ser expulsado del poder ?

 ¿No se suponía que las sanciones llevarían a zambullir el rublo en una espiral mortal ?

 ¿No se suponía que la separación del sistema bancario ruso de SWIFT, el sistema internacional de transferencia de dinero, paralizaría la economía rusa ?

 ¿Cómo es posible que las tasas de inflación en Europa y Estados Unidos sean más altas que en Rusia a pesar de estos ataques a la economía rusa ?

 ¿No se suponía que los casi 150.000 millones de dólares en equipamiento militar avanzado y ayuda financiera y humanitaria prometidos por Estados Unidos, la UE y otros 11 países habrían cambiado el curso de la guerra ?

 ¿Por qué quizá un tercio de los tanques suministrados por Alemania y Estados Unidos se convirtieron rápidamente en pedazos de metal carbonizados por las minas, la artillería, las armas antitanque, los ataques aéreos y los misiles rusos al comienzo de la tan cacareada contraofensiva ?

 ¿No se suponía que esta última contraofensiva ucraniana, originalmente conocida como la « Ofensiva de Primavera », iba a romper las fuertemente fortificadas líneas del frente ruso y recuperar enormes franjas de territorio ?

 ¿Cómo explicar las decenas de miles de bajas militares ucranianas y el reclutamiento forzoso del ejército ucraniano ? Ni siquiera nuestros generales retirados y ex funcionarios de la CIA, el FBI, la NSA y Seguridad Nacional, que sirven como analistas en cadenas como CNN y MSNBC, pueden decir que la ofensiva tuvo éxito.

Proteger la « democracia »

 ¿Y qué pasa con la democracia ucraniana que luchamos por proteger ?

 ¿Por qué el Parlamento ucraniano revocó el uso oficial de las lenguas minoritarias, incluido el ruso, tres días después del golpe de Estado de 2014?

 ¿Cómo se racionalizan los ocho años de guerra contra los rusos étnicos en la región de Donbass antes de la invasión rusa de febrero de 2022 ?
 ¿Cómo se explica la matanza de más de 14 200 personas y el millón y medio de desplazados antes de la invasión rusa del año pasado?

 ¿Cómo defender la decisión del Presidente Volodymyr Zelensky de prohibir once partidos de la oposición, entre ellos la Plataforma de Oposición por la Vida, que tenía el 10% de los escaños en el Consejo Supremo, el parlamento unicameral de Ucrania, así como el Partido ShariyNashiBloque de OposiciónOposición de IzquierdaUnión de Fuerzas de IzquierdaEstadoPartido Socialista Progresista de UcraniaPartido Socialista de Ucrania y Bloque Volodymyr Saldo ?

 ¿Cómo podemos aceptar la prohibición de estos partidos de la oposición -muchos de los cuales son de izquierdas- mientras Zelensky permite que florezcan los fascistas de los partidos Svoboda y Sector Derecho, así como el batallón banderista Azov y otras milicias extremistas ?

 ¿Cómo hacer frente a las purgas antirrusas y a las detenciones de las llamadas « quintas columnas » que recorren Ucrania, dado que el 30 % de sus habitantes son ruso-parlantes ?- 

 ¿Cómo responder a los grupos neonazis apoyados por el gobierno de Zelensky que acosan y atacan a la comunidad LGBT, a la población romaní, a las manifestaciones antifascistas y amenazan concejales, medios de comunicación, artistas y estudiantes extranjeros ?

 ¿Cómo aceptar la decisión de Estados Unidos y sus probables aliados de bloquear las negociaciones con Rusia para poner fin a la guerra, cuando Kiev y Moscú están aparentemente a punto de negociar un tratado de paz ?

Hice un reportage sobre Europa Central y Oriental en 1989, en el momento de la desintegración de la Unión Soviética. La OTAN, suponíamos, había quedado obsoleta.

El Presidente Mijail Gorbachov propuso acuerdos económicos y de seguridad con Washington y Europa. El Secretario de Estado James Baker de la administración de Ronald Reagan, así como el Ministro de Asuntos Exteriores de Alemania Occidental Hans-Dietrich Genscher, aseguraron a Gorbachov que la OTAN no se extendería más allá de las fronteras de una Alemania unificada.

Ingenuamente pensamos que el final de la Guerra Fría significaba que Rusia, Europa y Estados Unidos ya no tendrían que desviar ingentes recursos a sus ejércitos.

Sin embargo, los llamados dividendos de la paz eran una quimera.

Si Rusia no quería ser el enemigo, se vería obligada a convertirse en el enemigo. Los belicistas reclutaron a las antiguas repúblicas soviéticas para la OTAN presentando a Rusia como una amenaza.

Los países que se unieron a la OTAN, que ahora incluyen a Polonia, Hungría, la República Checa, Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, Albania, Croacia, Montenegro y Macedonia del Norte, reconfiguraron sus ejércitos, a menudo por decenas de millones en el listo Occidente, para que fueran compatibles con el material militar de la OTAN. Esto ha reportado miles de millones de beneficios a los fabricantes de armas.

Tras el colapso de la Unión Soviética, en Europa Central y del Este se comprendió universalmente que la ampliación de la OTAN era innecesaria y una peligrosa provocación. No tenía sentido geopolítico. Pero sí tenía sentido comercial. La guerra es un negocio.

En un cable diplomático clasificado -obtenido y publicado por WikiLeaks– fechado el 1° de febrero de 2008, escrito desde Moscú y enviado a la Junta de Jefes de Estado Mayor, la Cooperativa OTAN-UE, el Consejo de Seguridad Nacional, el Colectivo Político Moscú-Rusia, el Secretario de Defensa y el Secretario de Estado, existía un entendimiento inequívoco de que la ampliación de la OTAN entrañaba el riesgo de un conflicto con Rusia, especialmente en relación con Ucrania.

« Rusia no sólo percibía el cerco [por parte de la OTAN] y los esfuerzos por socavar la influencia de Rusia en la región, sino que también temía consecuencias impredecibles e incontroladas que afectarían gravemente a los intereses de seguridad rusos », afirma el cable.« Los expertos nos dicen que a Rusia le preocupa especialmente que las fuertes divisiones existentes en Ucrania en torno a la adhesión a la OTAN, con una gran parte de la comunidad étnica rusa en contra de la adhesión, puedan provocar una gran división, con violencia o, en el peor de los casos, una guerra civil. En esta erradicación, Rusia tendría que decidir si interviene o no, una decisión a la que Rusia no quiere tener que enfrentarse… ».

« Dmitri Trenin, subdirector del Carnegie Moscow Center, dijo que le preocupaba que Ucrania fuera, a largo plazo, potencialmente el factor más desestabilizador en las relaciones ruso-estadounidenses, dado el nivel de emoción y neuralgia que permite su búsqueda de la adhesión a la OTAN… » decía el cable.

« Dado que la adhesión ha seguido siendo una fuente de división en la política interna ucraniana, ha creado una apertura para la intervención rusa ». Trenin expresó su preocupación por que se animara a elementos del establishment ruso a interferir, estimulando abiertamente el fomento de fuerzas políticas opuestas por parte de EE.UU. y defendiendo a EE.UU. y Rusia en una postura clásica de confrontación.

La invasión rusa de Ucrania no habría tenido lugar si la alianza occidental hubiera cumplido sus promesas de no extender la OTAN más allá de las fronteras de Alemania y si Ucrania hubiera permanecido neutral.

Los belicistas conocían las posibles consecuencias de la ampliación de la OTAN. Sin embargo, la guerra es su única vocación, incluso si conduce a un holocausto nuclear con Rusia o China.

La industria bélica, y no Putin, es nuestro enemigo más peligroso.

Chris Hedges es un periodista ganador del Premio Pulitzer, autor de best sellers del New York Times, fue profesor de la Universidad de Princeton. Pasó casi dos décadas como corresponsal extranjero en Centroamérica, Oriente Medio, África y los Balcanes. Anteriormente trabajó en el extranjero para The Dallas Morning NewsThe Christian Science Monitor y NPR. Es el presentador de  The Chris Hedges Rep

Original : « They Lied About Afghanistan. They Lied About Iraq. And They Are Lying About Ukraine »

Versión en castellano tomada de El Correo: http://www.elcorreo.eu.org/Mintieron-sobre-Afganistan-e-Irak-y-ahora-mienten-sobre-Ucrania-Chris-Hedges?lang=fr

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domingo, 30 de julio de 2023

El conflicto de Occidente con Rusia y China

 

El conflicto de Occidente con Rusia y China

 

 

La razón principal por la que Estados Unidos, empleando todo tipo de métodos, está tratando de desgastar a países como Rusia y China reside en el hecho de que ambos están promoviendo el cambio a un orden internacional que sustituya al actual que en Occidente se le llama “orden basado en reglas”.

 


Ambos países no solo abogan por estos cambios, sino que actúan de manera práctica en pos de ese objetivo. Por cierto, la primera declaración conjunta de China y Rusia sobre la multipolaridad, que obra en las actas de la ONU, se firmó en 1993.

Tanto Rusia como China son países con la capacidad de desafiar a los Estados Unidos y a sus satélites, lo cual se está produciendo ahora. Rusia lo está haciendo más directamente desde que entró en un conflicto armado con la OTAN en el territorio de Ucrania (obviamente, esta es una guerra subsidiaria de Occidente contra Rusia y no una respuesta a la «agresión rusa» y el apoyo a Ucrania por parte de Occidente, como se suele presentar desde los países miembros de la OTAN).

China, por su parte, está llevando adelante su estrategia de una manera más lenta aunque con persistencia, y estamos asistiendo a la ruptura de numerosos lazos económicos entre Beijing y Washington. Y por supuesto, Estados Unidos está utilizando todo su potencial militar, político y diplomático para tratar de contener y debilitar tanto a Rusia como a China.

En los planes de Occidente, prima el deseo de destruir a ambos Estados por separado. Sin embargo, Rusia y China han comprendido estos planes, por lo que cooperan estrechamente en cuestiones de seguridad regional y están dando pasos adicionales hacia la multipolaridad. Incluso a través de estructuras internacionales como la Organización de Cooperación de Shanghái y el grupo BRICS.

En tanto, Estados Unidos y Occidente se empeñan en el uso de los métodos de la guerra psicológica e informativa contra Rusia y China. Este es el tipo de armas que se puede denominar como armas no letales o no cinéticas. Esto incluye también la desinformación y la propaganda en los medios de comunicación, la manipulación de personas y contenidos en las redes sociales, los intentos de cambiar el modo de comportamiento de diferentes grupos sociales en Rusia y China (por ejemplo, ya sea por motivaciones políticas, por el origen étnico o por las creencias religiosas).

Aprovechándose de la compleja composición étnica tanto de Rusia como de China, y también la complicada estructura federal de ambos Estados, con bastante regularidad se promueven intentos de incitar al separatismo en no pocas regiones de los dos países. Además, en los Estados Unidos y en Occidente están tratando de utilizar a la diáspora rusa y a la China para tareas de propaganda y entre estos están reclutando y articulando una oposición política artificial.

Al mismo tiempo, Estados Unidos y la pléyade de agentes a su servicio, llevan a cabo de manera ininterrumpida ataques cibernéticos contra la infraestructura de las redes de Rusia y China, mientras culpan regularmente a Moscú y Beijing de realizar tales ataques contra ellos.

En el centro especial de la OTAN en Canadá se está desarrollando una metodología de guerra cognitiva para tratar de cambiar la forma de pensar y el comportamiento de los ciudadanos en los países seleccionados como objetivos de guerra. Es obvio que Rusia y China están entre ellos. Pero también Irán, Cuba, Venezuela y algunos otros Estados que apuestan por un camino de desarrollo soberano.

Este tipo de impacto está organizado en varios niveles para su ejecución, en los cuales lo más importante son los esfuerzos para cambiar la mentalidad de la élite política de cada país. A través del encantamiento por ciertos patrones de Occidente o la intimidación (la llamada diplomacia preventiva), pero también a través de sus propios agentes. Por ejemplo, si existieran personas en el entorno de Vladimir Putin o de Xi Jinping parcializadas por el Occidente, intentarán transmitir a su atención algunos datos o hechos (no necesariamente creíbles) que puedan influir en la toma de decisiones importantes en esos países.

El otro orden es donde se ubican los funcionarios y ejecutivos de nivel medio (de diversas instituciones). También pueden ser víctimas del chantaje (especialmente si estas personas tienen activos en países occidentales) y de las amenazas (por ejemplo, pueden piratear la correspondencia privada o robar información privada, o simplemente amenazar a los niños y seres queridos con acceso a información personal sensible).

En el tercer nivel se ubican los diferentes grupos de población. Estos son atacados sistemáticamente para reducir el apoyo popular al gobierno o para inducirlos a la desobediencia civil y provocar protestas y disturbios.

Por supuesto, un problema esencial es el del reclutamiento de agentes por los servicios especiales occidentales. Por experiencia es bien conocido que tanto los ciudadanos comunes como personal científico y otras personas con acceso a secretos de Estado han sucumbido a esto.

Redes sociales como YouTube (Google) y Twitter, Facebook (Meta) se articulan dentro de la llamada tecnología Internet 2.0. Estas son interactivas y tienen algoritmos especiales endosados al Software y recopilan datos personales. Sobre la base de estos datos, se construye un retrato social de cada usuario, que se utiliza para asignar un tipo de publicidad contextual y ciertos puntos de vista políticos. Esta es una herramienta de ingeniería social muy útil, especialmente porque la mayoría de la información personal los usuarios la colocan voluntariamente (a veces a través de formularios de cuestionarios de juegos).

Al propio tiempo, estas redes cuentan con un poderoso aparato de censura. No están concebidas para la libertad de expresión y cualquier punto de vista que contradiga el del establishment occidental es considerado como actos de propaganda y promoción del odio o la violencia.

También se sabe que las redes sociales occidentales son supervisadas por agencias de inteligencia como el FBI y la CIA, lo que obliga a moderar el contenido y a eliminar la información que no se ajusta a sus propias narrativas.

Todo esto se utiliza activamente en el marco de la guerra psicológica e informacional global de Occidente contra China y Rusia. Sin embargo, recientemente, Rusia ha tomado medidas de represalia: Twitter y Facebook han sido oficialmente consideradas como indeseables y su funcionamiento ha sido bloqueado. Google todavía está disponible, pero la compañía ha sido repetidamente sancionada con multas por violar la legislación federal rusa.

En cuanto a Tik-Tok, una herramienta China, es un ejemplo de cómo los Estados Unidos y los países de la UE intentan a su vez bloquearla. Podemos entender que las razones para ello residen en el hecho de que en Occidente han comenzado a temer que sus propios métodos pudieran usarse en su contra.

El ciberespacio concentra en sí un elevado potencial de conflictividad. Y dado que no existen aún normas internacionales sobre la base de la ONU para regular el espacio de Internet, todavía hay un debate sobre cómo debería funcionar. Sin embargo, en los Estados Unidos no esperan que se escriban las leyes correspondientes, siguen la lógica del realismo político y lo hacen en forma ofensiva. Por lo tanto, el jefe del comando Cibernético de los Estados Unidos ha reconocido repetidamente que están llevando a cabo operaciones contra Rusia y atacando su infraestructura crítica.

Los departamentos responsables en Rusia confirman regularmente la gran cantidad de ataques cibernéticos, que en modo constante, se dirigen contra varios objetivos, principalmente gubernamentales.

Parece que China está en mejores condiciones para hacer frente a estos problemas, ya que hace mucho tiempo crearon un sistema de protección especial, que recibió el nombre de gran cortafuego chino en Occidente.

Sin embargo, a medida que el espacio de Internet continúa siendo el reino de la anarquía, las infraestructuras occidentales también están sujetas a ataques cibernéticos, tanto desde el exterior como desde el interior, ya que es en Occidente donde surgió la cultura de la piratería del liberalismo y ha funcionado durante mucho tiempo.

Probablemente, durante muchos años más, el ciberespacio seguirá siendo una espada de doble filo y la competencia entre los gobiernos y los piratas informáticos del crimen organizado tendrá un éxito alterno.

Dado que las relaciones entre Rusia y la OTAN son probablemente las peores de la historia y no hay perspectivas de que mejoren, como lo hicieron en los años 90 después del colapso de la URSS, seguirá reinando la incertidumbre.

Es probable que se consiga algún tipo de distensión después de la finalización de la Operación Militar Especial en Ucrania. Pero la OTAN siempre ha sido percibida como una alianza expansionista y agresiva; los bombardeos contra Yugoslavia y Libia confirman estas aseveraciones.

Después de todo, la OTAN no bombardeó Kiev cuando los derechos humanos fueron violados en el sureste de Ucrania y el régimen de Kiev usó bombas de racimo y otras armas contra la población civil de esa zona desde 2014, y en Yugoslavia, a su vez, encontraron una justificación para ponerse del lado de los terroristas del Ejército de Liberación de Kosovo. Es evidente que este doble rasero, y el uso de la fuerza por parte de Occidente, se lleva a cabo de manera selectiva, donde las acciones son geopolíticamente beneficiosas para ellos, y no motivados por valores democráticos o respeto del derecho internacional.

Por lo tanto, una base sólida para la articulación de un mundo más justo será alcanzada solo bajo un orden multipolar, donde habrá responsabilidades regionales y la cooperación se llevará a cabo en forma libre y no de acuerdo con los patrones occidentales con los intereses de sus empresas transnacionales incluidos en los mecanismos de transacción.

(Traducción del ruso. Oscar Julián Villar Barroso. Doctor en Ciencias Históricas y Profesor Titular de la Universidad de La Habana).

*Investigador científico asociado de universidad de Rusia

FUENTE: prensa-latina.cu

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Rechazo social a la actuación de CCOO Industria y UGT FICA en Galicia por asumir el relato de la patronal y el PP y poner por delante el negocio del gran capital frente a las comunidades afectadas por los parques eólicos

 

Rechazo social a la actuación de CCOO Industria y UGT FICA en Galicia por asumir el relato de la patronal y el PP y poner por delante el negocio del gran capital frente a las comunidades afectadas por los parques eólicos

TERCERAINFORMACION /29.07.2023

Las polémicas secciones sindicales fían a la corrección de las «normativas» de la Xunta la viabilidad ambiental de los proyectos mientras que entidades sociales y ambientalistas recuerdan que los cambios legislativos introducidos por la Xunta en 2017 y 2019 han supuesto un retroceso evidente en los derechos de protección del medio ambiente y la ciudadanía. 


La falta de respeto a las comunidades y una legislación a medida de las grandes empresas ha desatado la protesta contra los parques éolicos en Galicia / Creative Commons

 

Para las áreas de industria de CCOO y UGT en Galicia la apuesta por los parques eólicos «no es incompatible con la integración de los proyectos y el respeto medioambiental» pues «para eso está el cumplimiento de las normativas, leyes y reglamentos existentes al respecto. Sin embargo, decenas de entidades sociales y entidades ecologistas han advertido que el actual marco normativo al que aluden los dos colectivos sindicales ha sido diseñado «ad hoc» por el PP desde el Ejecutivo de la Xunta y no son garantes de una protección eficiente a nivel medioambiental además de perjudicar seriamente los intereses vecinales.

Así, tanto la Ley 3/2017, de fomento de la implantación de iniciativas empresariales en Galicia como la 9/2021, de simplificación administrativa y apoyo a la reactivación económica, han sido calificadas a nivel social como «leyes de depredación» por los múltiples impactos negativos que conllevan a nivel ambiental y social.

Para entidades como la Asociación de Defensa Ecolóxica de Galiza (ADEGA), que es la organización ambientalista con mayor número de socios a nivel gallego, estas normativas han sido utilizadas por el PP como un «cajón de sastre» para modificar «por la puerta de atrás» numerosas disposiciones incómodas para el empresariado con la intención de eliminar «inconvenientes administrativos» a costa de las garantías ambientales en territorio gallego y del interés general de la ciudadaníaal reducir los derechos de información y participación ciudadana socavando las competencias municipales, al tiempo que atenta contra la propiedad de la tierra y «consagra un agravio comparativo con privilegios para una casta empresarial».

Las áreas de Industria de la sección gallega de CCOO y UGT señalan, sin embargo, que hay empresas ya implantadas con un alto consumo energético -en clara referencia a Alcoa- cuya competitividad depende del desarrollo de la eólica para obtenerenergía eléctrica a bajo coste, razón por la que, siguiendo al dictado el guión de la patronal y cuestionando las últimas actuaciones del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) piden «seguridad jurídica» para un sector «que puede traer importantes retornos» para Galicia.

La Asociación Galega de Consumidores e Usuarios (ACOUGA), que acumula denuncias de vecinas y vecinos afectados por la imposición de parques eólicos por todo el territorio gallego muestra, sin embargo, una realidad bien distinta. Para Manuel Germade, que ha atendido un innumerable número de reclamaciones en la organización de consumo, la patronal eólica y quienes la están respaldando se ha soliviantado «porque los tribunales echan abajo unos proyectos energéticos que no cumplen las leyes», o más bien, las leyes que a estas empresas les gustaría imponer utilizando las herramientas que acostumbran a usar contra los propietarios de las tierras cuando quieren expropiárselas como «mentiras, falta de información, deturpación de la realidad, oscurantismo, miedo, acoso y ataques personales».

El responsable rechaza el ataque de la patronal eólica al TSXG por atender los argumentos razonados de asociaciones ambientalistas y cívicas» y recuerda el hartazgo que desde ACOUGA existe a la forma de proceder de estas empresas «con cientos de contratos que se presentan a propietarios con cláusulas abusivas, avasallando los derechos de la gente, mintiendo en las declaraciones responsables y solicitudes de interés público».

Para CCOO Industria y UGT FICA, «Galicia no puede perder el tren de la eólica» porque «una parálisis de los proyectos en marcha puede suponer la pérdida del liderato industrial en este sector y miles de empleos».

Sin embargo desde ACOUGA apuntan que tanto la patronal eólica como las entidades que apoyan su discurso «no aportan datos reales ni objetivos sobre el empleo» ni están aportando beneficios significativos a los propietarios de los terrenos afectados por sus proyectos pese a estar facturando «cantidades astronómicas».

El propio Banco de España, de hecho, respalda las afirmaciones de entidades sociales y ecologistas al afirmar, en su último informe de expertos sobre el sector, que el impacto de los parques eólicos en las tasas de empleo local es «mayoritariamente no significativo», un factor que consideran debería de tener importantes implicaciones para las Administraciones «en términos de políticas públicas».

En una investigación realizada en profundidad durante un período de 12 años, la entidad financiera concluyó que «las inversiones eólicas tienen efectos muy bajos y estadísticamente no significativos sobre el empleo local durante las fases de construcción y mantenimiento«, pues aunque en estos proyectos trabajan equipos multidisciplinares «lo hacen desde la distancia» con una etapa de construcción que es «relativamente corta» llevada a cabo por contratistas «que a menudo residen en otros lugares y se mudan una vez que el trabajo está terminado». Al final, solo se realiza el mantenimiento del sitio, que «generalmente involucra a trabajadores que mantienen de forma remota varios sitios a la vez» y «no residen permanentemente en el municipio donde se ubica la inversión».

Por ello el informe del organismo regulador apuesta por un modelo «más democrático y equitativo» donde «se promuevan las comunidades energéticas locales, se compense de manera justa a ciudadanía y los ayuntamientos y las personas residentes tengan participación directa en los nuevos proyectos».

Ante estos hechos para ACOUGA, resulta inaceptable que la patronal eólica y sus defensores defiendan sus argumentos de negocio «sin hablar ni un momento de la inseguridad que sufren las pequeñas empresas ganaderas, agrícolas, forestales y del sector primario debido a las políticas ruines y depredadoras» fomentadas desde la Xunta en una actitud de «mansos con los fuertes y duros con los pequeños» en la que «sobra codicia y soberbia» pero falta interés social.

Fuente: rebeldes.info

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Una segunda oportunidad. No habrá una tercera

 

Palabras fuertes aquí y ahora: Formar parte de un gobierno como el que se avecina puede terminar siendo el fin de una izquierda española alternativa y con voluntad transformadora. Las dice Manolo Monereo, y no es palabrería.


Una segunda oportunidad. No habrá una tercera

 

Manolo Monereo

El Viejo Topo

30 julio, 2023 



Hay que empezar por lo importante: el sistema electoral, una vez más, ha discriminado a las fuerzas minoritarias, sigue erosionando gravemente el pluralismo real del país y está devaluando la democracia constitucional. Como argumentó válidamente Javier Pérez Royo, las normas que regulan el derecho de participación política son preconstitucionales y materialmente inconstitucionales; favorecen el bipartidismo y, lo fundamental, aseguran el poder de los que mandan y no se presentan a las elecciones. La primera condición para investir a Pedro Sánchez debería ser cambiar el sistema electoral, todo lo demás es secundario; insisto, secundario. Al final, es la prueba del nueve de que se va en serio, de que se quieren cambiar las cosas y derrotar a las derechas.

Volvamos a las elecciones del 23 de julio. Las encuestas diseñaban, al menos, dos escenarios: a) un retorno a 1996, es decir, una mayoría precaria y débil de las derechas y un PSOE que se recuperaba, como siempre, convirtiendo sus debilidades en fortalezas. Era, hagamos memoria, una época en que Aznar hablaba catalán y negociaba con el “movimiento de liberación nacional vasco”; b) el marco de 1977, es decir, vuelta a un “bipartidismo imperfecto”, donde Vox ocuparía el papel de Alianza Popular y Sumar el de un PCE fortalecido. Me interesa esta formulación de Iván Redondo porque da pie a introducir una idea –que él no desarrolla– que me parece la central, a saber, que estas elecciones tenían para las derechas unificadas un carácter de “cierre de régimen”, de final de ciclo –el del 15M–, de restauración sobre nuevas condiciones del marco político-constitucional. Los resultados, lo sabemos todos, no han sido el que las encuestas anticipaban. Al final, lo que hay es un empate estratégico entre dos bloques, uno dirigido por el PP y el otro hegemonizado por el PSOE; que dicho empate sea o no “catastrófico” dependerá de las salidas políticas en contextos, no hay que olvidarlo, de cambios sustanciales en las relaciones de poder en el sistema-mundo y, por lo que nos toca, en la Unión Europea.

Las estrategias electorales han sido bastante parecidas a las aplicadas en las elecciones autonómicas y municipales, pero cambiando la posición de los actores. El “todos contra Sánchez” era sustituido por un “todos contra el gobierno de coalición PP/Vox” haciendo del miedo el eje de una campaña que el PSOE ha ido convirtiendo en una “coalición defensiva” que al final ha conseguido su objetivo: impedir el gobierno de las derechas unificadas. El Partido Popular, impulsado por unas encuestas demasiado favorables, puso en práctica una estrategia que minimizaba los riesgos y que dejaba a los medios de comunicación propios el grueso de la munición ofensiva. Después del debate con Sánchez, Feijoo pensó que había ganado la partida y que lo importante era asegurar y no perder; craso error, máxime tratándose de Sánchez. PSOE y Sumar, que aparecía por primera vez en la campaña, pasaron a la ofensiva y se dedicaron, con éxito, a desmontar la insolvencia del candidato del candidato Núñez Feijóo y a poner de manifiesto los contenidos de los acuerdos entre el PP/Vox en diversas comunidades autónomas.

La campaña de Sumar fue clara desde el principio: ser la izquierda complementaria del PSOE. La complicidad mostrada entre Sánchez y Yolanda Díaz se hacía al servicio del gobierno de coalición desde una apuesta nítida en favor de su reedición. Nunca hubo espacio para la diferenciación y para el ejercicio de una estrategia autónoma. No entro en el tema de las listas, de los vetos o de los fuegos cruzados entre diversas formaciones políticas. Tampoco entraré en algo que creo decisivo, la carencia de un análisis serio y pormenorizado del porqué de la debacle electoral en las elecciones autónomas y municipales. Lo que se puede decir es que Sumar no ha sido capaz de revertir la tendencia a la baja de Unidas Podemos, en un contexto presidido por una acumulación de fuerzas sin precedentes (más de 15) y un apoyo mediático desconocido en eso que se llama el espacio a la izquierda del PSOE. Los dilemas estratégicos de la formación de Yolanda Díaz siguen estando ahí a la espera de gobernar. Sumar ha sido diseñada para acompañar a Pedro Sánchez y hacer viable la reedición de una nueva mayoría parlamentaria con las fuerzas soberanistas e independentistas.

La realidad política tiene varias caras que no siempre se explicitan. Se sigue hablando de polarización y bipartidismo político como cosas diferentes. No se tienen en cuenta los grandes consensos existentes entre las fuerzas políticas más significativas. Los poderes fácticos han conseguido sacar del debate público, nada más y nada menos, que la guerra en Ucrania, el apoyo indiscutido e indiscutible a la política militar de la OTAN, el envío masivo de armas a la zona en conflicto o el incremento sustancial de los presupuestos militares. La izquierda, en la práctica y como parte del consenso para gobernar, ha devenido atlantista y ha terminado por asumir la política exterior de los EEUU, que apunta a organizar la derrota político-militar, económica y tecnológica de China. Hablar de la política de defensa y de seguridad de España como si fuese un problema más equiparable al debate sobre el ingreso mínimo vital es no saber muy bien donde se está y los riesgos que afrontan nuestras poblaciones.

Resulta sorprendente que fuerzas que hacen gala de un europeísmo estricto y excluyente acepten, sin discusión y sin debate público, las mutaciones que se están operando en la Unión Europea. El eje franco-alemán ya no funciona, la dirección política la ejerce cada vez con más fuerza la OTAN y el eje de gravedad del poder sigue girando fuertemente hacia el Este. La UE vive, en la práctica, en un Estado de excepción permanente que está modificando sustancialmente su “constitución material”. La subida de tipos, la lucha contra la inflación convertida de nuevo en objetivo fundamental, el retorno a las reglas de la consolidación fiscal son datos de una realidad, de una correlación de fuerzas político-sociales que apuntan al dominio de un liberalismo conservador fuertemente autoritario. La Meloni no es una excepción. En el horizonte, la desindustrialización de Europa, una creciente dependencia energética y tecnológica de los EEUU y el recorte de las libertades públicas y de los derechos sociales.

La polarización extrema, como machaconamente denuncian los medios, funciona ocultando los consensos básicos y se ejerce en un espacio colonizado por el pensamiento liberal-conservador. La polarización se da entre una derecha cada vez más dura y revanchista y una izquierda débil y sin proyecto y ­–hay que subrayarlo– a la defensiva. Lo único que le queda de diferenciación, por ahora, es la defensa de los derechos sociales. Se dice que no ha habido derrota político-cultural precisamente cuando España vive en un empate estratégico entre bloques y las derechas han estado al borde de conseguir una mayoría absoluta. Negarse a ver la realidad tal como es y confundir las voces con los ecos es siempre preludio de la derrota. Esta polarización (asimétrica) favorece el bipartidismo y hace girar el sistema político a la derecha. La restauración ha avanzado mucho.

¿Qué salidas? Básicamente dos: Gobierno de coalición o elecciones anticipadas. Ambas están relacionadas y serán gobernadas con pulso firme por Pedro Sánchez. El candidato del PSOE buscará, en primer lugar, demostrar el aislamiento de Feijóo y su incapacidad para lograr alianzas con otras fuerzas que no sean Vox. Sánchez no tiene prisa y marcará bien los ritmos; en segundo lugar, presionará fuertemente a Junts haciéndole responsable de una nueva convocatoria electoral. No hay que olvidar que los mejores resultados del PSOE han sido en Euskadi y Cataluña. Repito, ambas salidas –convocatoria de nuevas elecciones o posible formación de un nuevo gobierno de coalición– están relacionadas y forman parte de un solo juego estratégico. Cada acto, cada iniciativa estará pensada en clave electoral. Pronto los medios de las derechas –y no solo ellos– pasarán a la ofensiva; las palabras claves serán estabilidad y gobernabilidad.

La izquierda a la izquierda del PSOE (la subalternidad es epistémica) está obligada a un debate estratégico. Soy escéptico acerca de que se vaya a dar y que la opción por gobernar con el PSOE esté ya prefijada. Me temo que el debate programático será tan débil como en la etapa anterior y se seguirán eludiendo los temas decisivos; sin embargo, insisto, el debate estratégico es absolutamente necesario. Si algo ha mostrado Sumar es su debilidad orgánica, su heterogeneidad y la carencia de un proyecto solvente. Esto no es nuevo y viene de la época de Unidos Podemos. En cada elección más avances del bipartidismo, menos votos y erosión de la base militante y de los vínculos organizados en los territorios. Sumar juega en el territorio y con las reglas de los partidos sistémicos y eso está pasando factura. Formar parte de un gobierno como el que se avecina puede terminar siendo el fin de una izquierda española alternativa y con voluntad transformadora. Los vientos están cambiando para peor y los márgenes de maniobra se están estrechando cada vez más.

La izquierda, a mi juicio, debería poner el acento en su reconstrucción programática, política y orgánica iniciando un proceso constituyente. Los inventos, los atajos y las jugadas mediáticas tienen poco recorrido, sobre todo cuando se viven momentos de excepción, de transiciones geopolíticas aceleradas y de cambios, ahora sí, históricos. Se puede favorecer un gobierno sin estar en él, reorganizándose en la sociedad y construyendo una alternativa autónoma desde el punto de vista de las clases subalternas. La condición previa es romper con el politicismo y tener pensamiento propio a la altura de los desafíos de la época. Lo nuestro nunca fue fácil.

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