jueves, 18 de abril de 2013

MUSICA DE ARAGON (JOAQUIN CARBONELL)

MARIANO RAJOY Y ANGELA MERKEL: HAY QUE JUZGARLOS POR LADRONES Y ENEMIGOS DE LA SOCIEDAD


El Deutsche Bank presenta un agujero que multiplica por cuatro a los de Bankia



Yometiroalmonte [18/04/2013]

Egan-Jones, una de las nueve agencias de rating reconocidas por la Comisión del Mercado de Valores (SEC) estadounidense, ha rebajado la calificación de Alemania alegando que su sistema bancario, y en particular el Deutsche Bank, arrastra un agujero de cientos de miles de millones de euros

Antecedentes recientes: 

 Redada policial en la sede central del Deutsche Bank en Frankfurt http://www.yometiroalmonte.com/Articulo.aspx?id=373

 La fiscalía de Frankfurt acusa al Deutsche Bank de destruir documentación relacionada con el fraude ++ http://www.yometiroalmonte.com/Articulo.aspx?id=406

Según la nota de los analistas que explicaba la rebaja desde A+ hasta A (con perspectiva negativa), el problema se encuentra en los bancos alemanes. Empezando por el más grande: Deutsche Bank. La entidad habría ajustado en un 2% el llamado "shareholder equity to asset", que es la porción de patrimonio que le tocaría recibir al accionista en caso de liquidación de la compañía, y por lo tanto podría necesitar "hasta 100.000 millones de euros en ayudas" para cumplir sus compromisos. La cifra multiplicaría por cuatro las ayudas que ha recibido Bankia, que rondan los 23.000 millones de euros. 

Además, los bancos alemanes –incluidas las cajas de ahorro conocidas como landesbanken- habrían recibido un total de 700.000 millones de euros desde la línea de crédito del Banco Central Europeo (BCE) más conocida como Target 2; eso descontando la exposición que muchos de ellos tienen a las economías más perjudicadas de la zona del euro, como la griega, la italiana o la española. 

Egan-Jones es una agencia que presume de financiarse tan sólo con el dinero de sus inversores privados, no cobrando así por informe, y garantizando de este modo su independencia. Fundada en 1995 por el ex banquero Sean Egan. Es, además, una de las nueve calificadoras registradas en la SEC y, de hecho, a principios de este año tuvo un conflicto con esta institución, que quiso prohibir temporalmente a Egan-Jones emitir notas sobre cualquier rating soberano por haber caído en un conflicto de intereses. 

Tanto Moodys, así como Standard & Poors y Fitch Ratings, las tres grandes agencias de calificación mundiales, mantienen la máxima calificación crediticia de Alemania (triple A). También mantenían la máxima calificación crediticia de Lehman Brothers el lunes 15 de septiembre del año 2008, momento en el que esta entidad, el cuarto banco de inversión más grande del mundo, anunció su quiebra y se desplomó, causando el inicio de la crisis financiera internacional. 

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OTAN: SU PRINGUE TERRORISTA CON TRAMPA, CARTÓN Y CAPERUCITA ANGELA MERKEL


El Proceso del Siglo: La OTAN topa de nuevo con su pasado terrorista



LIBERTAD REAL Y TOTAL
Posted: 17 Apr 2013 03:55 AM PDT

Un testigo inesperado ha dado esta semana un extraordinario giro al “proceso del siglo” que se sigue en Luxemburgo desde febrero. 

Se trata del caso Bommeleeër, literalmente el colocador de bombas: una serie de veinte atentados con bomba perpetrados en el tranquilo ducado entre 1984 y 1986 que fueron cometidos por miembros de las fuerzas de seguridad. 

El historiador alemán Andreas Kramer ha dado un vuelco al caso: el autor de 18 de aquellas 20 bombas fue su padre, un agente del servicio secreto alemán, BND, que actuaba por cuenta de una estructura secreta de la OTAN, ha dicho. 

Es así como la trama Gladio, relativamente bien conocida en Italia y Bélgica, asoma ahora en Luxemburgo. El testimonio de Kramer exculpa a los dos acusados del caso, Marc Scheer y Joseph Wilmes, exmiembros de la brigada móvil de la Gendarmería, y coloca en el primer plano de las sospechas al padre de Kramer, Johannes Kramer, fallecido en el 2012 y definido por el hijo como “un prototipo de nazi”. ++ También apunta al exjefe de los servicios secretos de Luxemburgo (SREL), Charles Hoffmann. Kramer es uno de los 90 testigos del proceso, entre los que figuran el primer ministro Jean Claude Juncker, el exprimer ministro y expresidente de la Comisión Europeae Jacques Santer, el exministro de justicia Mar Fischbach y los príncipes Juan y Guillermo, hermanos del gran duque Enrique de Luxemburgo. 

 Los atentados de Luxemburgo, contra la cumbre de la Unión Europea del 2 de diciembre de 1985, contra una sede judicial y una serie de torres eléctricas, fue obra de un grupo de 40 personas, diez de ellas luxemburguesas, incluido el jefe de la brigada móvil de la Gendarmería, Ben Geiben, en conexión con los servicios secretos alemanes (BND) y británicos (MI6), explicó Kramer. “Mi padre era un terrorista; se trataba de puro terror y de asesinatos, calculaba conscientemente la muerte de personas”, declaró Kramer ante los jueces. 

Su padre le explicó sus hazañas porque quería que el hijo ingresara también en el BND. “Me amenazó de muerte en caso de que explicara algo, me lo tomé muy en serio”, dice el hijo. 

 Kramer sostiene que su padre participó en el atentado con bomba más grave de la historia alemana de posguerra, el del 26 de septiembre de 1980 en la Oktoberfest deMunich, la fiesta de la cerveza, que dejó trece muertos y 213 heridos y fue inverosímilmente atribuido a la acción de un solo neonazi que murió en la explosión. 

El artefacto era complejo, una granada introducida dentro de un extintor, y requirió una notable pericia técnica.

 En Luxemburgo se trataba de cultivar la estrategia de la tensión. El gran ducado era reticente a aprobar legislación de seguridad y había que motivarlo, explicó Johannes Kramer a su hijo.

La operación formaba parte de la estructura Stay Behind, una red internacional conocida en Italia como Gladio que creó inicialmente grupos armados preventivos para acciones de sabotaje en la retaguardia europea en caso de una invasión soviética y que acabó siendo utilizado políticamente en Europa y nutriéndose de ultraderechistas.

 La existencia de Gladio, una estructura de la OTAN, clandestina dentro de la Alianza –Kramer la describe como “un servicio secreto dentro del servicio secreto”–, fue reconocida en Italia por el primer ministro Giulio Andreotti en agosto de 1990.

En un informe de 326 páginas de la comisión de investigación del Senado italiano sobre los sangrientos actos terroristas que Italia conoció entre 1967 y 1987 –en el marco de la estrategia de la tensión para impedir, entre otras cosas, la participación de los comunistas en el Gobierno, lo que le costó la vida al primer ministro Aldo Moro–, con 491 muertos y 1.181 heridos en dieciocho años, la cámara concluyó finalmente, en junio del año 2000, que “aquellas masacres, bombas y acciones militares fueron organizadas, o promovidas o apoyadas, por hombres dentro de las instituciones del Estado italiano y, como se ha descubierto más recientemente, por hombres vinculados a las estructuras de la inteligencia de Estados Unidos”.

 La historia de esta estructura es parcialmente conocida gracias al estudio del profesor suizo Daniele Ganser publicado en el 2005, Gladio, los ejércitos secretos de la OTAN. 

El juicio de Luxemburgo es interesante porque incluye las veinte bombas del gran ducado en una serie vinculada a algunos de los mayores actos terroristas en Europa en los años 70 y 80. 

Kramer dijo el jueves en su declaración que los atentados se coordinaban a través del Comité Clandestino Aliado (Allied Clandestine Committee) bajo la dirección del general alemán Leopold Chalupa. Aún vivo, Chalupa fue comandante en jefe de las tropas de la OTAN en Europa Central (Cincent) de 1983 a 1987.

 Kramer ha pedido que sea llamado a declarar junto con el exsecretario de Estado de Defensa, Andreas von Bülow, y otro agente del BND vinculado al Stay behind llamado Norbert Zuretzko. 

 Los abogados de la defensa, Gaston Vogel y Lydie Lorang, consideran que esta trama explica el cúmulo de irregularidades y misterios que la instrucción del proceso ha conocido a lo largo de los años, en forma de decisiones judiciales ignoradas, desaparición de más de 80 pruebas, destrucción consciente de documentos por el SREL, así como informaciones sensibles que la policía de Luxemburgo no entregó a los investigadores y que habrían exculpado a sus defendidos, meros chivos expiatorios. Kramer dijo que los atentados de Luxemburgo crearon divergencias dentro de la OTAN que llevaron a interrumpir la serie de golpes en 1986 para concentrarse más en Bélgica.

Entre 1983 y 1985 Bélgica sufrió una insólita ola de atentados que ha pasado a la historia como las masacres de Brabante, gran parte de ellos a cargo de unas Células Comunistas Combatientes (CCC) que en realidad fueron organizadas por la extrema derecha y que utilizaron armas y explosivos procedentes de una acción clandestina de entrenamiento de las fuerzas especiales norteamericanas en la localidad de Vielsalm en la que murió un oficial de la policía belga. Particularmente actual e inquietante ha sido la impresión manifestada por Kramer en el juicio de Luxemburgo de que la estructura del Stay behind continúa activa en Alemania y que el escándalo de la célula neonazi NSU, cuyo juicio comienza el miércoles en Munich, podría estar relacionado. El caso Clandestinidad Nazi (NSU) es el asunto de terrorismo más grave registrado en la Alemania de los últimos veinte años y ha venido marcado por una misteriosa ineficacia de los servicios secretos. Durante más de una década el grupo responsable de diez asesinatos, nueve de ellos xenófobos, dos atentados con bomba y más de una docena de atracos entre 1998 y 2011, actuó impunemente sin que oficialmente fuera detectado. 

 Fuente: 
http://www.lavanguardia.com/20130415/54372395085/la-otan-topa-de-nuevo-con-su-pasado-terrorista-rafael-poch.html.

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