viernes, 7 de agosto de 2015

ESTADO ISLÁMICO. COMO TODO LO RELIGIOSO, ENEMIGO DE LA LIBERTAD DEL HOMBRE. ¿PERO QUÉ PINTAN LOS MILITARES AMERICANOS FIJOS EN MORÓN DE LA FRONTERA?

La plaga del siglo XXI: Todo sobre el Estado Islámico

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En la elaboración de este artículo se han utilizado los archivos multimedia de RT, Reuters

Preparado por María Lekant, Iván Sérbinov
28 jul. 2015

El plan maestro del 'arquitecto del Estado Islámico'
En este sentido, llaman la atención los documentos internos secretos del Estado Islámico, obtenidos y publicados recientemente por el diario alemán 'Spiegel' que muestran que la estrategia del grupo terrorista consiste en un plan detallado para conquistar Siria y crear nada menos que un Estado de inteligencia.
Los documentos, en su mayoría escritos a mano, provienen del llamado 'arquitecto del Estado Islámico', un excoronel de la inteligencia iraquí conocido por el nombre-código de 'Haji Bakr'.
El excoronel se había unido a la organización precursora del Estado Islámico en Irak en 2004 y, posteriormente, en 2010, ayudó a Abu Bakr al Baghdadi a conseguir el liderazgo nominal del EI. En 2012 Bakr operaba junto a las fuerzas del grupo en Siria y fue asesinado en combate en 2014. 
Según 'Spiegel', los documentos revelan métodos de establecimiento de un Estado inteligente, bien organizado y altamente complejo, basado en el espionaje generalizado, la vigilancia, los asesinatos y los secuestros. Los espías del grupo fueron introducidos en el sistema administrativo y en los organismos religiosos del norte de Siria antes de que empezara la guerra contra el Gobierno. 
Los agentes debían deshacerse de las personas carismáticas que pudieran convertirse en líderes de la lucha antiyihadista. Unidades especiales del EI eliminaron a los potenciales líderes de la oposición desde el principio y solo después iniciaron los ataques a las posiciones del Ejército sirio con el apoyo de "células durmientes" armadas. 

El 'arquitecto del Estado Islámico' era muy consciente de que en una sociedad donde todo el mundo se conoce será difícil encontrar a verdugos que no duden en matar a los civiles.
Es por eso por lo que creó campos de entrenamiento donde debían reunirse los islamistas radicales de diferentes países. Después de dos meses en un campo así, los reclutas se convierten en unidades de batalla perfectas que obedecen cualquier orden del líder.
A pesar de su odio hacia Occidente, el Estado Islámico está haciendo un gran esfuerzo por reclutar a occidentales y así aumentar su influencia propagandística. Por ejemplo, tan solo durante el pasado mes de enero, unos 100 estadounidenses viajaron al extranjero presuntamente para unirse a los yihadistas en Siria e Irak, sumándose a los cerca de 4.000 occidentales que ya lo habían hecho.
'The New York Times' ha contado la historia de una joven estadounidense que ha caído víctima de los métodos de reclutamiento del EI.

Una de las innovaciones del Estado Islámico es que no controlan ni coordinan a gran escala las acciones de sus simpatizantes en Europa y EE.UU.
Es decir, animan a los habitantes de los países desarrollados a tomar la iniciativa en sus propias manos, coger un arma e ir a matar.
Un ejemplo de cómo funciona este sistema podría ser el reciente ataque contra un complejo industrial en Francia, donde un musulmán que vivió y trabajó en el país durante muchos años, decapitó a su jefe, colgó su cabeza en la verja de la fábrica y provocó una fuerte explosión que ha dejado dos heridos.

Los musulmanes de Oriente Medio no tienen califato desde el otomano (1517-1924), de orientación sunita, el cual fue abolido por Turquía en la reforma constitucional de 1926.
Hoy la mayoría de los países de Oriente Medio son seculares y no islámicos, y un musulmán devoto que quiere vivir de acuerdo con la sharía no tiene muchas opciones (Irán es una excepción, pero es chiita, mientras que el 87 por ciento de la población del mundo musulmán es sunita).
Mientras tanto, para muchos musulmanes de la región su identidad religiosa es más importante que su identidad nacional.

Además, al tomar una ciudad, los combatientes del Estado Islámico les dan la enhorabuena a los habitantes locales por la llegada de una nueva vida y prometen no ejecutar a nadie (sin razón). También reparten comida entre los pobres (sin olvidar de grabarlo), abren tiendas y servicios sociales. 
Asimismo, los insurgentes siempre están en busca de nuevas herramientas que les ayuden a expandir su influencia en Oriente Medio y ganarse el apoyo de las poblaciones locales.
Según opina Allyson Beach, especialista en energía y medio ambiente de la organización estadounidense Council on Foreign Relations, uno de los recursos que intentará explotar el grupo es el agua, un objetivo determinante de la estrategia de expansión regional del Estado Islámico, que "en caso de ser conseguido y adecuadamente mantenido podría legitimar parcialmente su gobierno o, alternativamente, ser explotado como arma".
La analista destaca que la inseguridad en el tema del agua "se extiende más allá de Irak y Siria a países socios de EE.UU. como Jordania, aumentando el riesgo de que las poblaciones, privadas de sus derechos se vuelvan hacia el EI si la organización terrorista desarrolla la capacidad de proveer recursos hídricos adecuados".
Para contrarrestar esta amenaza, la coalición de países que luchan contra el EI "debería dar prioridad a la protección de grandes presas hidroeléctricas e infraestructura de agua en las zonas bajo ocupación del EI o cercanas" y "crear alternativas viables" para aumentar el suministro del agua en Siria e Irak, sostiene Beach.
En su opinión, "el retraso de esta acción pone barreras añadidas a la estrategia de la coalición para derrotar al Estado Islámico", ya que, según ha afirmado uno de los residentes de Mosul, "si [el EI] consiguiera mantener los servicios, la gente lo apoyaría hasta el último segundo".

Aparte de las pérdidas humanas, el Estado Islámico ya ha causado pérdidas irreparables para el patrimonio histórico y cultural de la humanidad.
Casi 2.500 iglesias, mezquitas y monumentos de Siria e Irak o las antiguas ciudades de Hatra y Nimrud son solo algunos ejemplos de las maravillas destrozadas por los 'bulldozers', mazas y explosivos de los extremistas.
"Milenios de historia han sido destrozados con martillos de ignorancia. Con cada monumento destruido la historia se olvida", lamenta al respecto Abdulameer Al-Hamdani Dafar, arqueólogo de la Universidad de Stony Brook en Nueva York.
La lógica de estas acciones es que, para el grupo terrorista, las estatuas y los monumentos son una muestra de 'shirk', es decir, representan ídolos y dioses falsos. La voz 'shirk' en el islam es equivalente a 'haram' (prohibido).
"Estas ruinas que se encuentran detrás de mí son ídolos y estatuas que la gente del pasado solía adorar en lugar de Alá. Cuando Dios nos ordena retirarlas y destruirlas, se nos hace fácil: no nos importa si cuestan millones de dólares", explicaba un yihadista en un video publicado por el Estado Islámico en febrero pasado en el que un grupo de extremistas destruye salvajemente con picos y mazas esculturas de 3.000 años de antigüedad e incalculable valor en el museo de Mosul.
Sin embargo, los terroristas se llevan algunas piezas de las ciudades históricas destruidas para venderlas posteriormente, ya que para ellos constituye una fuente de ingresos.
"Los yihadistas dicen que la imagen de un ser vivo es 'haram', pero no son aprensivos a la hora de usar estatuas para obtener ganancias financieras", recuerda el ministro de Turismo y Patrimonio Histórico de Irak Adel Al-Fahad Shershab.

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