miércoles, 15 de septiembre de 2010

ENTRE UNA Y OTRA MENTIRA OTRA MENTIRA

El presidente del gobierno español, Zapatero, miente que es un primor. Pero Zapatero no miente porque sea presidente ni porque sea socialista, que no lo es, sino porque sus genes maternos-paternos se imponen y prevalecen sobre la noción que él tiene de dignidad, porque para ser digno no hace falta ser socialista, con llamar pan al pan y vino al vino, basta. No es el caso de Zapatero. Zapatero al agua le llama cazuelilla de arroz con leche.
Para atajar las mentiras de Zapatero aparece en escena la tampoco socialita, puesto que el PP no es socialista ni siquiera de nombre, la ínclita Sáenz de Santamaría, que además de sus propios genes maternos-maternos no tiene la mujer que andarse perdiendo el tiempo para demostrarnos que la filosofía del PP pretende una sociedad donde no sea posible la explotación de unos por otros, así que si Zapatero miente ella no tiene inconveniente en mentir también, pero no para desmontar las mentiras de Zapatero, sino para disputarle a Zapatero el provecho que espera obtener después de mentirnos.
Que nos mienta Zapatero es lógico, al igual que es lógico que nos mienta Sáenz de Santamaría, puesto que el sistema que ellos defienden y del que pretenden sacar el mayor provecho para si, que es lo único que les importa a ambos y es lo que pretenden, está basado en la mentira.
Ellos, pues, están a tono con el sistema que defienden. Los que no lo estamos somos nosotros al hacernos partidarios de uno u otro, dado que ninguno de los dos defiende nuestros intereses.
Zapatero se suelta el pelo y afirma que los trabajadores inscritos en el paro no están parados, y además, están trabajando por España, pero en realidad a Zapatero le importa un huevo si son parados o no y si trabajan para España o Juanito el Chocolatero. Lo que le importa a Zapatero es que los parados sean sobre el papel los menso posibles porque así obtiene rédito político, y es esto precisamente lo que le disputa Sáenz de Santamaría: que a ella si le interesa que existan cuantos más parados mejor para ganarle las elecciones a Zapatero, y por esta razón Saén de Santamaría llama embustero a Zapatero, que lo es, pero sin que ello quiera decir que ella no sea tan embustera como Zapatero.
Y siendo esto así, ¿a quienes elegimos los trabajadores para que representen y defiendan nuestros intereses? Hasta que no nos aclaremos y tomemos conciencia de quienes somos los trabajadores, que importancia tenemos en la sociedad y que papel jugamos en la historia, ni al PSOE ni al PP ni a ninguno de sus aledaños concomitantes.
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HABRIA QUE SABERLO