miércoles, 3 de julio de 2013

MARIANO RAJOY: MAMELUCO MERKELIANO, DEMAGOGO SIMPLÓN Y PLASMÁTICO, ROBÓN DE PENSIONES, Y ATAL Y TAL, DIMISIÓN


 EL GOBIERNO RAJOY, EL MÁS REACCIONARIO DE LA EUROZONA

Vicenç Navarro 
El Plural 
Rebelión 03-07-2013 

La transición política de la dictadura a la democracia, mal definida como modélica, se hizo en términos muy favorables a las fuerzas ultraconservadoras que controlaban los aparatos del Estado así como la mayoría de los medios de información. Este dominio determinó que el resultado de dicha transición fuera una democracia muy limitada con un estado del bienestar muy poco desarrollado (ver mi libro Bienestar Insuficiente, Democracia Incompleta. Sobre lo que no se habla en nuestro país). Todavía hoy, treinta y cinco años después de la Transición, el estado del bienestar español está entre los menos desarrollados en la eurozona y en la Unión Europea de los Quince (UE-15). Incluso antes de que se iniciara la crisis, en el año 2007, el gasto público social como porcentaje del PIB era solo de un 20,7% (y solo de un 17,8% en Catalunya), frente al promedio de la UE-15 (26,9%). En Suecia era entonces de un 29,2%. Si en lugar de analizar el gasto público social (que incluye las pensiones y los servicios públicos tales como sanidad, educación, servicios sociales, escuelas de infancia, servicios domiciliarios, transferencias a las familias, vivienda social y prevención de la exclusión social, entre otros) como porcentaje del PIB, estudiamos el porcentaje de la población adulta que trabaja en los servicios del estado del bienestar, vemos que España continua siendo de los países con menos adultos trabajando en ese ámbito. De nuevo, ya en el 2007, veíamos que el porcentaje de la población adulta trabajando en esos servicios era un 10% (y en Catalunya, un 8%), mucho más bajo que el promedio de la UE-15 (un 15%) y mucho, mucho más bajo que en Suecia (24%). Es decir, que mientras en Suecia casi uno de cada cuatro suecos adultos trabajaba en los servicios públicos del estado del bienestar, en España era solo uno de cada diez (y en Catalunya no llegaba ni a esto). Así pues, la imagen promovida por los conservadores y liberales de que el empleo público era y es demasiado extenso (e hipertrofiado) no se correspondía ni se corresponde con los datos. En realidad, estos porcentajes son los más bajos de la UE-15 (solo en Portugal es menor, un 7%).

El empeoramiento de la España social

Todas estas cifras se han incluso deteriorado más con los recortes del gasto público que se han realizado como parte de las políticas de austeridad, iniciadas por el gobierno Zapatero y profundizadas, con gusto, y por mucho, por el gobierno Rajoy. Y digo con gusto porque de las declaraciones recientes del Ministro de Hacienda, el Sr. Montoro, parecen desprenderse orgullo y satisfacción de ello. El país que tiene un gasto y empleo público menor de la UE-15 (de lo cual el Sr. Rajoy, en unas declaraciones recientes, parecía también estar orgulloso) tiene unos dirigentes que están orgullosos no solo del bajo gasto y empleo público, sino también de su pretensión de seguir recortándolos. España es el país en el que, proporcionalmente, se está recortando más gasto público y destruyendo más empleo público. En las declaraciones conjuntas con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría del 21 de junio, el Sr. Montoro declaró con satisfacción que el gobierno del Partido Popular recortará nada menos que 37,62 millones de euros, casi un 4% del PIB en gasto público, lo que pone a España en el tope de la liga de los países que recortan más. Y, por si ello no fuera poco, añadió, junto con la Vicepresidenta, que en lo que va de legislatura se han destruido ya 375000 puestos de trabajo (principalmente en sanidad y educación), a lo cual se añadirán 30000 más cada año.

Pero lo que es extraordinario (y digo extraordinario porque no conozco ningún otro gobierno que esté orgulloso de los recortes que se está imponiendo a la población) es que la Sra. Soraya Sáenz de Santamaría y el Sr. Cristóbal Montoro añadieran sonriendo y orgullosos que “hemos hecho la mayor reducción de consumo público de la historia de España”. Es probable que otros gobiernos conservadores neoliberales estén orgullosos de su labor de austeridad, pero ninguno lo dice, solo los portavoces del gobierno español lo expresan. ++ Ni que decir tiene que la Sra. Soraya y el Sr. Montoro, cuando van al médico, tienen un tiempo de visita no menor de 30 minutos, sin esperas ni colas. Y de ahí que no sientan en sus carnes las consecuencias de los recortes en el tiempo de visita. Y seguro que sus familiares más pequeños van a escuelas con baja densidad de alumnado en sus aulas. Sería interesante que los medios de información hicieran un análisis de cómo las decisiones de austeridad afectan a los políticos que deciden e implementan esas políticas. Toda la evidencia científica existente muestra que los recortes significan un ataque frontal a la sanidad y a la educación pública (utilizadas por las clases populares, que constituyen la mayoría de la población), ataque que por lo visto los llena de orgullo.

¿Por qué el Partido Popular no es más impopular?

Como era de prever, el voto esperado a los partidos gobernantes que llevan a cabo esos recortes ha bajado. Pero es sorprendente que en España no haya bajado mucho más. ¿Por qué? ++ La respuesta a nivel de España es fácil. El nacionalismo españolista, heredero de la dictadura, moviliza todavía hoy a millones de personas que claramente votan en contra de sus intereses, a fin de defender a España frente a los que ese españolismo define como rojos, separatistas y anti-Iglesia. Cuarenta años de fascismo y treinta y cuatro de democracia supervisada y vigilada garantizan la continuidad de este rancio franquismo y su cultura nacional-católica. No es por casualidad que gran número de las reformas educativas y culturales tengan como objetivo recuperar este nacionalismo españolista que en ciertas partes de España, la España mesetaria, es todavía muy poderoso. Tanto en su versión casi religiosa –el PP- como en su versión laica -UPyD-, este nacionalismo centralista españolista está movilizando a España. Este nacionalismo, y en menor grado la religión (en España), continúan siendo utilizados para ocultar el ataque más frontal que el escasamente financiado estado del bienestar español ha padecido. 

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UN PASO MÁS, Y MUY IMPORTANTE, PARA ABOLIR LAS RELACIONES DE PRODUCCIÓN CAPITALISTAS, SIN CUYA ABOLICIÓN NO HAY SOLUCIÓN REAL POSIBLE (PERO LOS "INTELECTUALES" NO ESTÁN PARA SUSTITUIR AL PUEBLO, SINO PARA FACILITARLE INSTRUMENTOS DE FORMACIÓN PARA QUE EL PUEBLO ACABE DECIDIENDO POR SÍ MISMO)


INTELECTUALES Y ARTISTAS SE UNEN POR UNA ALTERNATIVA POLITICA Y SOCIAL

Personas como Enric Sopena, Baltasar Garzón, Federico Mayor Zaragoza, Carlos Jiménez Villarejo o Vicenç Navarro apuestan por unir fuerzas contra la “involución democrática” en un manifiesto 

ELPLURAL.COM 
02/07/2013

Las personas que firmamos esta iniciativa no estamos dispuestas a resignarnos ante todo lo que nos está pasando.

Aspiramos a conseguir un Gobierno dedicado al servicio del bien común, a vivir en una auténtica democracia y a seguir disfrutando de los derechos sociales que hemos conquistado a lo largo de decenios y con mucho esfuerzo. 

Queremos acabar con la corrupción porque no podemos seguir despertándonos cada mañana con un nuevo escándalo político, un nuevo recorte, una nueva arbitrariedad. No admitimos que quieran acostumbrarnos a convivir con la indecencia política. No aceptamos que la normalidad sea el clientelismo, el abuso y la mediocridad.

Queremos involucrarnos con la verdad, la justicia, los derechos cívicos, la defensa de las víctimas y la reparación que merecen y combatir la involución democrática que se agranda cada día en España de la mano del Partido Popular, la extrema derecha creciente y la jerarquía católica más reaccionaria.

Queremos que no se pierdan los avances en derechos cívicos e igualdad de género conseguidos por los movimientos sociales tras años de lucha.

Queremos que España sea de la gente común y que nos gobiernen políticos identificados con las personas honradas y bien preparadas que día a día, a base de decencia y eficacia, sacan adelante nuestra sociedad, los centros educativos, los hospitales, las empresas y la vida de millones de familias. 

Queremos vivir en un país en el que la justicia sea igual para todos y en el que la ciudadanía intervenga de forma directa en el gobierno de los jueces, en donde no queden impunes quienes más culpa tienen en la generación y prolongación de la crisis. Queremos pedir responsabilidades a los que han depredado los bienes y las esperanzas de millones de personas.

Estamos ya hartos de que, con la excusa de Europa, España sufra un retroceso continuo en el bienestar y pierda derechos que costó decenios conquistar. Los gastos públicos y sociales de nuestro país han sido los más bajos de la Europa de los 15. No aceptamos que pertenecer al euro sólo implique la entrega de nuestras mejores riquezas, la destrucción de nuestra actividad productiva o el abandono de nuestra soberanía política en manos de los grandes especuladores. Buscamos una integración de fuerzas europeas que conviertan la Unión en lo que siempre debió ser: un proyecto al servicio de los ciudadanos.

Queremos acabar con la manipulación constante de los medios públicos y asegurar que dejen de estar al servicio de los partidos o del Gobierno de turno porque esa es una de las causas principales de la degradación democrática que estamos sufriendo.

 Hay otro camino 

Tenemos los conocimientos y preparación suficientes para afirmar con seguridad y convicción que, en contra de lo que se empeñan en decirnos, hay otras alternativas, cuya adopción permitiría superar la frustración ante el bloqueo económico y la degeneración de nuestra vida política. Sabemos que podemos enderezar el rumbo de nuestra economía. Ni nos resignamos ni estamos dispuestos a padecer en silencio las secuelas de un mal gobierno que aplica sin cesar medidas tan injustas como ineficaces contra la inmensa mayoría. Ya hemos llegado demasiado lejos y es el momento de acabar con su incompetencia y servidumbre. ++ Sabemos que lo podemos hacer y queremos hacerlo juntos.

En primer lugar, debemos acabar con los privilegios de los banqueros. Es necesario garantizar la financiación, disponiendo de entidades públicas que concedan créditos de bajo interés a las empresas. ++ Es posible aumentar los ingresos privados y públicos para que se reactive la economía, aunque eso obliga a repartir la riqueza de otro modo, frenando su concentración en pocas manos, aumentando el salario mínimo, reduciendo la factura hipotecaria de millones de familias y reformando el sistema fiscal para combatir el fraude y la evasión fiscal.

Es posible replantear el pago de nuestra deuda y hacer frente al fundamentalismo que imponen en Europa los grandes financieros. Incluso, si hiciera falta, podemos replantearnos los términos de nuestra pertenencia al euro y a las instituciones europeas.

Sabemos que se puede evitar el padecimiento diario de millones de personas y la paralización de la vida económica, generando confianza en los inversores a la hora de elegir España. Aunque para ello resulta imprescindible ofrecer una seguridad jurídica consolidada, exigente en la persecución de la especulación, los aprovechamientos ilícitos y las agresiones al medio ambiente y la naturaleza.

Sabemos que es posible mantener los servicios públicos de salud universal, educación, pensiones o atención a la dependencia, garantizar el derecho a la vivienda o disponer de un potente sistema de ciencia y tecnología siempre que no se busque -como ahora- convertirlos en negocios privados. No sólo es posible, sino que sabemos que sólo así se puede garantizar el desarrollo y la sostenibilidad de nuestra economía para el bienestar social.

Sabemos que se puede eliminar la corrupción si se adoptan para ello medidas drásticas, un mecanismo ágil de investigación y sanción en el ámbito administrativo, con participación ciudadana, y un mecanismo eficaz de investigación y enjuiciamiento en el ámbito penal. Deben pedirse responsabilidades a quienes han mentido y robado y a quienes tomaron a sabiendas decisiones injustas que han arruinado a tantos españoles. Deben aprobarse leyes que garanticen que la ciudadanía sea representada directa y fielmente en las instituciones públicas (y no sólo a través de las cuotas de partidos), porque esa es la mejor manera de acabar con el clientelismo que mueve con cada cambio de gobierno a familias completas, amistades y patrocinados varios a cambio de sumisión. 

Llamamiento al compromiso ciudadano 

Sabemos que es posible actuar de otro modo y resolver los problemas económicos y sociales que tenemos planteados. Pero es necesario que las respuestas elegidas no estén, como hasta ahora, pensadas sólo en beneficio de grupos empresariales y financieros muy minoritarios. Y para ello es imprescindible que todas las personas de diversas ideologías y sensibilidades políticas o sociales nos pongamos de acuerdo para forjar una amplia y eficaz mayoría que dé una respuesta contundente, democrática y pacífica a la agresión que estamos sufriendo. Para conseguirlo resulta necesario abrir un proceso de diálogo y convergencia social, lo más amplio posible, asentado en medidas precisas que se orienten a la regeneración política y la reactivación económica.

Por eso hacemos este llamamiento solicitando a la ciudadanía que se comprometa de forma responsable en la construcción de una alternativa política y social basada en los principios de igualdad real, participación, diversidad, pluralidad y defensa de los derechos humanos.

Convocamos a todas las personas y organizaciones sociales y políticas -muy especialmente a las que ya actúan con una importante representación ciudadana y resolviendo problemas directos de los afectados-, para que se manifiesten en favor del diálogo. Que abran en todas las esquinas y caminos de España, en las ciudades y en el campo, en todos y cada uno de los sectores que integran la sociedad democrática, un proceso de confluencia y unidad que, con el amparo de la máxima movilización ciudadana, culmine en la alternativa que ponga fin al drama que estamos viviendo.

Enric Sopena, Federico Mayor Zaragoza, Juan Torres, Baltasar Garzón, Rosa María Artal, Vicenç Navarro,Carlos Jiménez Villarejo, José Antonio Martín Pallín, José Chamizo, Pilar González, Carlos Berzosa, Julián Casanova, Juan Francisco Martín Seco, Ignacio Ramonet, Pilar del Río, Rosa María Calaf, Manuel Rivas, Almudena Grandes, Luis García Montero, Miguel Ríos, Juan José Téllez, Francisco Álvarez 

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PSOE - PP JUNTO A LA COMPARSITA, LA MISMA COSA ES


Una agricultura sin campesinos

Esther Vivas 
Sociología crítica
 2013/06/28
Fuente: diario PÚBLICO 

La Unión Europea parece estar empeñada en acabar con el pequeño campesinado. Así se desprende de la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) aprobada anteayer en Bruselas. Unas medidas que benefician, una vez más, a los grandes terratenientes y a la agroindustria, en detrimento de aquellos que trabajan y cuidan la tierra. 

Un solo dato: a pesar de que en el Estado español sólo 350 mil personas están dadas de alta como trabajadores en el campo, 910 mil reciben ayudas. ¿Quiénes son, pues, esos 560 mil perceptores de subvenciones que no son campesinos pero sí reciben dicho dinero? El informe Una Política Agraria Común para el 1%, de Veterinarios Sin Fronteras, lo deja claro. Se trata de empresas de la agroindustria, grandes viticultoras, supermercados y terratenientes. Sus nombres y apellidos: Pastas Gallo, Nutrexpa, Osborne, Nestlé, Campofrío, Mercadona, la Casa de Alba, por sólo mencionar los mayores beneficiarios.

Eso sí. Con la nueva PAC, ni aeropuertos ni ferrocarriles ni campos de golf recibirán más ayudas agrarias. Imagino que el robo, o desvío de fondos, resultaba demasiado escandaloso. Otros amigos de Arias Cañete, en cambio, seguirán recibiendo cuantiosas subvenciones. A destacar, su esposa, Micaela Domecq, terrateniente andaluza y propietaria de Bodegas Domecq. Ya se sabe, quien parte reparte. 

Como afirma el sindicato agrario COAG, en su valoración y análisis de la reforma de PAC, “se corre el riesgo de desmantelamiento de un sector, el agrario, estratégico para nuestra economía”. Algo que no es nuevo, pero que con las actuales medidas no hace sino agudizarse. Hoy, menos del 5% de la población activa en el Estado español trabaja en la agricultura, y una parte muy significativa son personas mayores. Algo que, según los estándares actuales, es símbolo de progreso y modernidad. Tal vez, tendríamos que empezar a preguntarnos con que parámetros se definen ambos conceptos.

La agricultura campesina es una práctica en extinción. Anualmente, miles de fincas cierran sus puertas. Sobrevivir en el campo y trabajar la tierra no es tarea fácil. Y es que quiénes más salen perdiendo en el actual modelo de producción, distribución y consumo de alimentos son, precisamente, aquellos que producen la comida. La renta agraria se situaba en 2007, según la COAG, en un 65% de la renta general. Su empobrecimiento es claro. Avanzamos hacia una agricultura sin campesinos.

Y, si estos desaparecen, ¿en manos de quién queda nuestra alimentación? Creo que la respuesta es clara: en manos de un puñado de empresas de la agroindustria y la distribución que controlan cada uno de los eslabones de la cadena alimentaria, desde las semillas hasta el producto final. Cargill, Monsanto, Syngenta, Dupont, Procter & Gamble, Nestlé, Kraft, Mercadona, Eroski, Carrefour, Alcampo, El Corte Inglés… son quienes, finalmente, nos dan de comer. Y, así nos va. 

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MARIANO RAJOY, SERVIL MAFIOSO, ENEMIGO DE LA SOCIEDAD, EMBUSTERO EMPEDERNIDO CON MENOS COJONES QUE UNA CACEROLA VACIA, COBARDETE, LADRÓN DE PENSIONES Y MAMÓN: DIMISIÓN.


El mundo a los pies del 1% 

Iván H. Ayala 
Sociología crítica
2013/06/29 

Gregory Mankiw es uno de los economistas más conocidos e influyentes hoy en día. Trabaja para la Universidad de Harvard, y fue presidente del consejo de asesores económicos de George Bush y asesor económico de Mitt Romney. Además tiene numerosas publicaciones académicas y su libro de texto de introducción a la economía se estudia en todas las universidades del mundo. Acaba de publicar un borrador de un trabajo académico llamado En defensa del 1%, erigiéndose en algo así como en un rompeolas de las oligarquías internacionales. En él se defiende que la diferencia de renta entre diferentes grupos sociales se debe a la diferencia de talento, de forma que las personas más “inteligentes” tienen más probabilidades de tener éxito económico y por tanto de pertenecer a ese 1%. Pero va aún más allá, defendiendo que estas diferencias pueden llegar a ser genéticas (11% concretamente). De esta forma, si tenemos la suerte de nacer en una familia del 1%, tendremos grandes posibilidades de continuar perteneciendo a ese estrato social, porque heredaremos la inteligencia de nuestros padres. Como suena.

Aún así, Greg Mankiw tiene que reconocer que el 1% ha incrementado la velocidad de enriquecimiento en las últimas décadas. Pero esto se debe, según este reputado economista, a la brecha salarial creciente entre trabajadores cualificados y no cualificados, de forma que ese 1% pertenece a la clase adinerada por estar más cualificado y ser más inteligentes e ingeniosos. Si en las últimas décadas el debate académico acerca de la desigualdad se centró en las diferencias educativas entre los trabajadores, la historia está empezando a cambiar. Para explicar lo que está pasando en la distribución de la renta, se necesita entender la generación de beneficios y quién posee el capital como apuntaba Krugman en su blog.

 Mark Blyth en Austerity: the History of a dangerous idea nos cuenta cómo justo antes de que las bolsas y activos entraran en la burbuja de las “punto com” a finales de los 90, los inversores buscaron activos “no correlacionados”, esto es activos cuya evolución no estuviera relacionada con la evolución bursátil. Se dirigieron de forma masiva al sector inmobiliario para asegurar sus inversiones en bolsa, de forma que si el valor de éstas últimas caía sería compensado por las otras. En el proceso los precios en el sector inmobiliario incrementaron de manera espectacular, 70% en EEUU, y 170% en Irlanda por ejemplo. El sector inmobiliario se entendía no solo no correlacionado con la evolución de los valores bursátiles, sino no correlacionado dentro del sector mismo, de forma que el precio de las casas de una región no tenía por qué estar relacionado los precios en otra región. 

Por si esto fuera poco, además se utilizó de forma masiva la colateralización, esto es, trocear los títulos y juntar pequeños trozos de hipotecas de Colorado, con pequeños trozos de hipotecas en el estado de Nebraska. De esta forma se pagaba a los que poseían estos títulos compuestos con diferentes tipos de interés en función del mayor o menor riesgo del tramo que hubieran suscrito. Parecía que efectivamente si ya de por sí los precios del sector inmobiliario no estaban correlacionados, trocearlos y mezclaros entre sí reduciría todavía más su correlación. A mediados de los años 2000, había escasez de este tipo de activos pues debido a los intereses que pagaban y a la supuesta seguridad que ofrecían, la demanda había sido muy grande. Para superar esta situación se empezaron a emitir cada vez más activos compuestos con los famosos NINJA (No Income, No Job and Assets), hipotecas colateralizadas con las ganancias de eBay, con las propinas de los camareros o simplemente con activos prefrabricados a escala masiva de forma incontrolada. 

Las ganancias que se generaron durante este periodo por parte de los directivos, CEOs, de estas compañías fueron cifras récord. Por ejemplo en 2008 se estimó que las cinco mayores compañías financieras estadounidenses estaban pagando 39.000 millones de dólares en bonus en 2007 mientras algunas de ellas, como Merrill Lynch, perdían 7.800 millones. O el caso de AIG que recibió 180.000 millones de dólares en un plan de rescate, mientras por otro lado pretendía repartir 165 millones de dólares a los gestores de su departamento financiero con másproblemas. Parece entonces que lo que el eminente economista conservador apunta, no se cumple en el sector financiero, pues esas cifras récord se dieron en un sector que ha causado la mayor crisis de la historia del capitalismo con unos costes financieros y sociales incalculables. 

En realidad trocear diferentes activos y unirlos en uno, lejos de reducir el riesgo lo aumenta porque aquellos activos cuya evolución no tenía relación, al juntarlos en un solo título, los correlaciona automáticamente. Si la retribución estuviera en relación con el talento, se esperaría que éste estuviera relacionado con el éxito. Sin embargo, dada la evolución del sector, este flagrante error de interpretación debería haberse traducido en salarios negativos, es decir, los CEOs de las empresas financieras hubieran tenido que pagar miles de millones por ello. El resultado es justamente el contrario, al sector financiero le han sido otorgados miles de millones para sanear sus errores. No hace falta ser Nóbel de economía para atisbar que la interpretación del eminente e influyente economista Mankiw no tiene nada que ver con la realidad, sino que más bien es un ejercicio de ideología al servicio de las oligarquías que están drenando recursos de la economía productiva y con ello generando paro, desigualdad y pobreza.

La transferencia de capital que se ha producido en los últimos 30 años hacia el sector financiero parece haberles concedido un poder desmesurado.

Concretamente, en un trabajo del FMI (“Por un puñado de dólares”) se muestra cómo la industria financiera que más ha gastado en lobby, es precisamente aquella que más ha participado en el proceso de titulación bancaria, y la que ha tenido un crecimiento de sus carteras más rápido. Es más, se encuentra evidencia de que aquellas áreas donde más han actuado los lobbies, más tasas de delincuencia se han dado. Además la influencia política de la industria financiera ha contribuido a la crisis financiera mediante la permisividad en la acumulación de riesgo. El lobby o grupo de presión busca modificar la legislación en favor de su actividad productiva, pero es que justamente como señalan los autores del trabajo, entre 1999 y 2006 en EEUU “el 93% de todas las propuestas de ley que promocionaban una regulación más estricta nunca llegaron a convertirse en leyes”. Por ejemplo, el ejecutivo mejor pagado el año pasado, fue John H Hammergren, de la farmacéutica McKesson, que cobró 131 millones de dólares. Por otro lado, esta empresa gastó 2,418,977 de dólares en actividades relacionadas con el lobby.

Pero además Mankiw hace una selección políticamente interesada de los estudios acerca de las desigualdades. Dado que la actividad legislativa de los gobiernos está claramente influida por el poder de los grupos de presión, no parece descabellado pensar que ha contribuido a generar desigualdades mediante las modificaciones de la legislación laboral en favor del empresario, en contra de la negociación colectiva o erosionando los salarios mínimos, como afirma Hungerford. Tampoco hace referencia a lo que se ha dado en llamar “Winner-take-all politics” término acuñado por los politólogos Hacker y Pierson para ilustrar el hecho de que la creciente desigualdad nada tiene que ver con la “preparación” sino con factores políticos. 

Esto apoya la tesis de Dean Baker, en su libro The Conservative Nanny State donde se explica cómo los conservadores utilizan el estado para enriquecerse. Más que estar en favor del libre mercado, utilizan esta expresión para designar un régimen en el que la actividad legislativa está al servicio del enriquecimiento de la clase dirigente.

No, Greg Mankiw no hace economía, sino que utiliza sus conocimientos en este campo del saber humano en favor de una parte de la población, cosa por otro lado perfectamente respetable. Lo que no es de recibo es que se presente como algo aséptico, objetivo y económico. Sería deseable que se dejara de presentar la economía como una ciencia “natural” heredera del positivismo lógico del siglo XVIII, desinfectada de subjetividades e ideologías políticas, algo que incluso ha desaparecido en las ciencias exactas como la física o las matemáticas. Las diferentes ideas económicas tienen diferentes resultados en términos de distribución de renta y por tanto de poder. La economía ortodoxa, la neoclásica, de la que se deriva la ideología neoliberal, la que enseña Mankiw y todas las facultades de economía del mundo, está diseñada contra la mayor parte de la población. Es hora de dejar la economía y empezar la econoNuestra. 

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