sábado, 25 de junio de 2022

El terrorismo del dinero en Ucrania

 


 

El terrorismo del dinero en Ucrania

 

Publicado el 24 de junio de 2022 / Por Nora Fernández

“Los grandes banqueros del mundo, que practican el terrorismo del dinero, son más poderosos que los reyes y los mariscales de campo, incluso más que el propio Papa de Roma. Nunca se ensucian las manos. No matan a nadie: se limitan a aplaudir el espectáculo. Sus funcionarios, tecnócratas internacionales, gobiernan nuestros países: no son ni presidentes ni ministros, no han sido elegidos, pero deciden el nivel de salarios y gasto público, inversiones y desinversiones, precios, impuestos, tasas de interés, subsidios, cuándo sale el sol y con qué frecuencia llueve. Incluso, no se preocupan por las prisiones o las cámaras de tortura o los campos de concentración o los centros de exterminio, aunque estos albergan las consecuencias inevitables de sus actos. Los tecnócratas reclaman el privilegio de la irresponsabilidad: somos neutrales, dicen”.                                                                                         Eduardo Galeano (1)

 

Desde febrero del 2022, cuando comenzó la operación rusa en Ucrania, los medios occidentales la llaman “invasión”. Definida como “guerra,” es, como todas las guerras una violación a los derechos humanos. Sin embargo, podría entenderse como una operación para poner fin a los abusos perpetrados por el ejército ucraniano contra ucranianos del este con raíces rusas en Donbás. Si Occidente hubiera hecho la operación rusa, se habría llamado “misión humanitaria”. Pero el término, acuñado por los Estados Unidos, obviamente no puede ser usado por nadie más que por occidente; es exclusivo de nuestros esfuerzos armados para derrocar gobiernos que no nos gustan y reemplazarlos por amigos que favorecen “nuestra forma de democracia”. Lo hicimos en Kosovo, en respuesta a lo que se definió como “limpieza étnica” y destruimos Yugoslavia. Usamos excusas en Irak (y en más lugares) donde un dictador que anteriormente ha sido amigo y cliente, como Saddam Hussein, es redefinido como “malvado”, capturado, declarado culpable de crímenes de lesa humanidad y ahorcado el 30 de diciembre del 2006 ante las cámaras. Lo vimos por televisión. Fue el comienzo de operaciones y guerras similares. Pero, que Rusia piense que puede atreverse a darnos vuelta la mesa y hacer su propia operación militar de “prevención de un genocidio y crímenes contra la humanidad” y salirse con la suya. No, no puede ser; es una contradicción impensable, intolerable.

¡Ese Putin! 

Confunde cuando otros definen sus intervenciones como humanitarias, o tratan de proteger o preservar vidas de personas de su elección. Es un desafío para nosotros porque nuestra gente necesita poder separar fácilmente buenos de malos, nuestro lado del otro. El bien y el mal no pueden mezclarse; los “otros” son siempre malos que necesitan “arreglo”.  El contexto histórico puede necesitar borrarse también si se transforma en problemático. Queremos entender lo que sucede, pero hacerlo sin leer más que esas lecturas de 2 a 5 minutos que nos ofrecen los medios y el móvil. Entonces, ¿qué pasa si no hay historia? Figúrese que el mundo nació “tal cual,” en el presente. En este caso nació el 24 de febrero y con los rusos cruzando la línea en Ucrania. Confíe en nuestros medios de comunicación y en nuestros políticos. Sepa que todo se vuelve más fácil a medida que pasa el tiempo, porque ya no recordamos cómo tergiversaron la realidad o nos mintieron por años. Somos niños, necesitamos ser protegidos de la verdad, frecuentemente fea y sucia y generalmente complicada. Preferimos lo simple.

Ignorar el fascismo en Ucrania se ha convertido en obligatorio. Yo sabía sobre el fascismo y traté de informar a mis amigos y obtuve “silencio”. Inicialmente creí que ese silencio era aceptación, incluso respeto por mi perspectiva más informada. Más tarde me di cuenta que el silencio era solo el fin de la conversación, una señal para un cambio de tema. Sin embargo, si quieres la verdad sobre el Batallón Azov, Stepan Bandera, los nazis ucranianos que colaboraron con los nazis alemanes durante la 2ª Guerra Mundial e incluso gestionaban campos de concentración para el Tercer Reich puedes encontrarla: no todo el mundo guarda silencio. De hecho, puedes aprender sobre cómo los malos que cometieron crímenes contra la humanidad durante la 2ª Guerra Mundial se convirtieron en “buenos” prontito, lee a Evan Reif (2). Y si eres canadiense, o vives en Canadá, y quieres saber más sobre nuestras conexiones gubernamentales con el Batallón Azov en Ucrania, puedes obtener más información leyendo a Sonja Van den Ende (3). 

La historia, ese mal necesario.

El 2014 euro-Maidan, una especie de revolución de color promovida por Occidente, obligó a Viktor Yanukovitch presidente de Ucrania, a abandonar su país. También condujo a la decisión por el autogobierno en Donbás, a series de conversaciones sobre su separación de Ucrania y a los acuerdos de Minsk (1 y 2). El 2014, el propio Yanukovich dijo a la prensa que se vio obligado a abandonar Ucrania por amenazas contra su vida y su familia. 

“El poder fue tomado por nacionalistas, jóvenes fascistas que son minoría absoluta en Ucrania”. Culpó a las “políticas irresponsables” de Occidente por la crisis en el país y dijo que el “terror y el caos” ahora prevalecen en Ucrania. “Este es el resultado de las políticas irresponsables de Occidente, que estaba apoyando al Maidan”. Refiriéndose a la plaza de Kiev…dijo que la anarquía y el caos habían ocurrido luego de un acuerdo que firmó con sus oponentes el viernes pasado, negociado por la Unión Europea y destinado a poner fin a tres meses de crisis. Se había visto “obligado a abandonar” Ucrania después de recibir amenazas a su seguridad, se disculpó “con el pueblo ucraniano” por no haber tenido más fuerza para soportar la situación. (4) 

Los ataques a Donbás comenzaron poco después del euro-Maidan y continuaron por 8 años mientras se negociaba Minsk (1 y 2), que incluía a ambas partes ucranianas, a Francia, a Alemania y a Rusia. Para el 2022, los ataques a Donbás habían matado miles y la región estaba cercada por el ejército ucraniano. Después de Yanukovich, Petro Poroshenko fue presidente en Ucrania y la representó durante las negociaciones de Minsk. Los rusos le acusaron de negociar de mala fe. En 2019 un nuevo presidente, Volodymyr Zelensky, llega al poder en Ucrania elegido con la plataforma de restaurar la paz en Donbás y de implementar los acuerdos de Minsk, pero su posición cambia una vez que está en el poder. Es posible que no fuera mucho lo que podía hacer por la paz, para entonces el ejército ucraniano había asimilado la agenda política de la OTAN y la ideología del Batallón Azov, se planteaba que el Donbás no podía autogobernarse o abandonar Ucrania. La independencia de Crimea también era un asunto.

A menudo no se menciona que antes del 2014 la Unión Europea tenía su plan, llamado acuerdo, que esperaba Ucrania firmara. El suelo ucraniano, rico en hummus, es en un buen porcentaje suelo negro, mucho más rico que otros suelos. Ucrania tiene una cuarta parte del suelo negro de nuestro planeta. De sus 42 millones de hectáreas de tierra, más del 70% son cultivables. Ucrania es una potencia agrícola. El suelo negro que también se llama chernozem o molisoles existe solo en unos pocos lugares del mundo: en las estepas de Ucrania y Rusia, las praderas de los Estados Unidos y Canadá y la pampa de Argentina. A pesar de que los monocultivos, el arado y el cambio climático han erosionado los suelos en general, y los suelos negros no han sido excepción, los suelos negros continúan siendo las tierras más productivas del mundo, se las llama “oro negro” y son muy valiosas.

La conexión FMI/BM

Las finanzas internacionales, que incluyen al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM), han desempeñado un papel importante en la situación actual de Ucrania. A finales del 2013, un conflicto entre ucranianos pro-Unión Europea (UE) y pro-Rusia escaló a niveles violentos (euro-Maidan) y llevó a la salida del entonces presidente de Ucrania Yanukovich (en febrero del 2014) provocando la mayor confrontación Este-Oeste desde la Guerra Fría. El factor precipitante fue el rechazo de Yanukovich del acuerdo propuesto por la UE, que abriría aún más el comercio e integraría a Ucrania con la Unión Europea. El Acuerdo de la UE estaba vinculado a un préstamo de 17 mil millones de dólares del FMI. Yanukovich favoreció en cambio un acuerdo alternativo con Rusia que incluía ayuda por valor de 15 mil millones de dólares más un descuento del 33% en el gas natural ruso. (5)

Después de la salida de Yanukovich, un gobierno pro-UE tomó el poder y firmó el Acuerdo de la UE, incluido el préstamo del FMI. En mayo del 2014 el presidente del Banco Mundial (Jim Yong Kim) anunció un programa de ayuda de 3.500 millones de dólares y elogió a las autoridades ucranianas por aceptar el apoyo del BM, pero no mencionó las condiciones neoliberales impuestas por el Banco a cambio del dinero. Las condicionalidades, como se les llama, han sido un problema en relación con los préstamos del FMI/BM en todas partes. Condicionalidades sobre los países prestatarios del mundo en desarrollo incluyen programas de ajuste estructural. Al igual que en otros países, en Ucrania, las condicionalidades predicen un mayor control extranjero de la economía, pobreza y desigualdad (5).

Está por verse como el Banco Mundial mejorará la vida de los ucranianos y construirá una economía sustentable en el futuro…La austeridad impuesta por el Fondo Monetario Internacional afectará las políticas monetarias y los tipos de cambio, el sector financiero, las políticas fiscales, el sector de la energía, gobierno y el clima de los negocios.” (5)

Las condiciones para los préstamos incluían que el gobierno limitara su propio poder, eliminando las restricciones a la competencia y limitando el papel del control estatal en las actividades económicas. Ucrania, el tercer mayor exportador mundial de maíz (quinto de trigo) estaba ahora en manos de banqueros y agronegocios, pero también estaba perdiendo el control sobre otros recursos naturales (uranio y otros minerales) y enfrentando problemas geopolíticos arraigados en su intención de solicitar la membresía en la OTAN. (5)

Al firmar el Acuerdo de la UE, Ucrania se comprometió a medidas de austeridad para pagar el préstamo del FMI: recortar las pensiones y los salarios públicos, reformar el suministro público de agua y energía aumentando costos para los usuarios, privatizar los bancos y, lo que es más importante, poner fin a la moratoria sobre la venta de tierras, en vigor desde 1996 para proteger la tierra ucraniana de los inversores internacionales. El mayor inversor internacional de Ucrania, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (EBDR), ha estado trabajando para la privatización a gran escala de la tierra y la expansión de la agricultura industrial (agronegocios) desde el 2014. En agosto del 2019, el Banco Mundial aprobó un préstamo de US$ 200 millones para “reestructurar el mercado agrícola de Ucrania” y la “subasta de tierras estatales“. El anuncio del préstamo se produjo con la promesa del Zelensky de avanzar rápidamente el levantamiento de la moratoria sobre la venta de tierras. La moratoria fue dictaminada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (ECHR) como una violación del derecho a la protección de la propiedad en virtud del Convenio Europeo de Derechos Humanos, incluso aunque fue establecida para proteger el interés público. ECHR no tiene mecanismo de aplicación en ninguna parte, pero en Ucrania su legislación nacional requiere que el Estado aplique las resoluciones de ECHR. (6,7)

Zelensky ordenó a su gobierno redactar un proyecto de ley para la privatización del mercado de tierras agrícolas, el fin de la moratoria y la apertura del mercado para el 1 de octubre del 2020. Las personas encuestadas se opusieron a esto (en un 73%) y a la venta de tierras a extranjeros (en un 81%), por lo que el gobierno retrasó la finalización del proyecto de ley para garantizar más consultas con las partes interesadas, una estrategia de relaciones públicas más que nada. La Ley de Rotación de Tierras aprobó la apertura por etapas de un mercado de tierras, a partir del 1 de julio del 2021 y hasta el 31 de diciembre de 2023, que permite a los ciudadanos ucranianos comprar hasta 100 hectáreas de tierras agrícolas. A partir del 1 de enero del 2024 los ciudadanos ucranianos y las entidades jurídicas podrán comprar hasta 10 mil hectáreas. Antes de permitir que extranjeros compren tierras agrícolas, Ucrania celebrará un referéndum que no sea anterior al 2024. (6, 7)

Los préstamos del FMI y el BM, junto con el fallo de ECHR contra la moratoria, privatizaron con éxito las pensiones, limitaron el poder del gobierno y forzaron las medidas de austeridad en Ucrania, aumentando la pobreza al tiempo que daban acceso a las tierras agrícolas productivas a agronegocios mundiales. Antes de esto, algunas de estas tierras ya estaban en manos de poderosos oligarcas y agronegocios occidentales. Es difícil documentar detalles debido a los paraísos fiscales y a las prácticas de tenencia de la tierra. Aun así, el 2015, el Instituto Oakland estimó que la propiedad extranjera de tierras en Ucrania era de hasta 2,2 millones de hectáreas. Y para el 2018, las 10 principales explotaciones agrícolas nacionales y extranjeras controlaban cerca de 2,8 millones de hectáreas. Cargill, Bayer, DuPont habían realizado importantes inversiones desde el 2014; Bayer (propietaria de Monsanto) había ganado una demanda antimonopolio en Ucrania por lo que no sería desafiada por ese organismo nuevamente. El sector agro-industrial podría consolidarse sin desafíos. (6) 

“Bajo el presidente Zelensky, Ucrania parece estar atendiendo al interés occidental en la toma de control de su sector agrícola. El 2019 se lanzó un plan nacional quinquenal para movilizar la inversión privada en el sector agrícola y agroindustrial con un presupuesto de US$ 1.200 millones, financiado en parte por el BM… la forma en que Ucrania se ve obligada a privatizar su tierra y crear un mercado de tierras no tiene precedentes en la historia moderna“. (6)

El endeudamiento con el FMI/BM exige la privatización de la riqueza pública y en lugar de expandir la economía real de Ucrania la endeuda y a futuro la achica. El aumento de pobreza y desigualdad para pagar deudas es resultado esperado de la implementación de las políticas del FMI/BM. Pero los ajustes estructurales y la austeridad no solo aumentan desigualdad y pobreza, sino que favorecen la migración a las ciudades (formando cinturones de pobres a su alrededor) y la migración continental (en busca de mejores condiciones). Ucrania ha sido tentada por la UE con la esperanza de convertirse en un miembro en pie de igualdad y capaz de beneficiarse de las “riquezas de Occidente”. Ucrania fue también alentada a solicitar membresía en la OTAN, a sabiendas de que tal paso ignoraba peligrosamente las preocupaciones de seguridad planteadas repetidamente por Rusia. 

Fascismo, privatizaciones y ajustes estructurales

Ucrania había logrado mantener la estabilidad interna a pesar de sus diversas raíces culturales y superar su historia de fascismo, pero Occidente resucitó la ideología fascista a través del euro-Maidan. Creó inestabilidad para favorecer, no los intereses ucranianos sino, los intereses de la UE y Estados Unidos y para enriquecer a las corporaciones globales. Su red familiar y social y el desarrollo comunitario son puestos en riesgo; la inseguridad personal aumenta con el incremento de la violencia, ucranianos del oeste enfrentados con los del este, todo gracias a la incapacidad de la UE en considerar los riesgos. La UE no puede pretender ignorancia ni negar responsabilidad. El gobierno ruso expresó preocupaciones de seguridad repetidamente durante 8 años de negociaciones.

En España el fascismo surgió para terminar con la República Española, libremente elegida y persiguiendo una sociedad más equitativa. El fascismo fue responsable de una guerra civil que mató a cientos de miles de personas y ayudó a imponer el régimen de Franco (de 1939 a 1975) incluso antes de que existiera la Italia fascista o la Alemania nazi, y más duradero que cualquiera de ellos. Después de la 1ª Guerra Mundial, una Alemania endeudada también terminó favoreciendo a la ideología nazi -persiguiendo a personas de izquierda, judíos y romaníes, homosexuales y a cualquier persona considerada diferente, lastimando, matándolas o enviándolas a campos de concentración. Se precipitó la 2ª Guerra Mundial y millones de muertos. Pobreza y desigualdad en el marco de una ideología de odio organizado favorecen el fascismo.

En América Latina el fascismo ha sido impuesto a menudo a través de golpes militares, poniendo fin a proyectos con intenciones de alcanzar derechos económicos y sociales básicos y democratización. En este punto, un auto declarado admirador de Hitler es candidato en las elecciones a presidente en Colombia. Incitar odio no es difícil cuando las personas sufren privación de derechos económicos y humanos básicos, entonces el poder, el miedo y la propaganda trabajando juntos logran imponer ideologías de odio. ¿Puede Europa cegarse a su propia historia o permitir que continúe la guerra de Estados Unidos contra Rusia a través de Ucrania? La amenaza no se limita a Ucrania, ni siquiera a Europa, puede convertirse en una confrontación nuclear y amenazar al mundo entero. La paz es la única opción, pero al ignorarla continuamos caminando hacia un evento de confrontación más grande y letal.

Detrás de todo: Finanzas, Dinero

En Occidente, el término “oligarcas rusos” se usa libremente, pero no se habla de nuestros propios multimillonarios. Los oligarcas estadounidenses o europeos no se mencionan y, sin embargo, tenemos muchos. Podría ser peligroso nombrar el pecado en la casa del pecador. Frecuentemente, oligarquía se define como “gobierno de unos pocos” se olvida un detalle importante de la definición de Aristóteles: oligarquía es “gobierno de unos pocos ricos“.

El poder logrado a través de la política o el dinero, con límites cada vez más fluidos en torno a ambos, ha hecho la democracia (si ha existido) obsoleta, existiendo sólo de nombre. Las naciones occidentales usan la etiqueta para marcar a “otros,” acusados de no ser “democráticos”. Hoy los multimillonarios usan su poder monetario abiertamente y como no quieren limitarse siendo presidentes de ninguna nación, se presentan como “consultores con gran poder”. Bill Gates como gurú del medio ambiente y la salud, Soros como gurú de la “sociedad abierta” y Zuckerberg como gurú de las redes sociales -espiándonos, alienándonos, aislándonos.

Pero en medio del aparente dominio total del mundo por los Estados Unidos y sus amigos, por el capitalismo financiero y los super ricos, los rusos cruzan la línea.

Les digo a los oligarcas rusos y a los líderes corruptos que estafaron miles de millones de dólares a este régimen violento: no más… Venimos por sus ganancias mal engendradas”.

Presidente Biden (discurso sobre el Estado de la Unión) (8)

La pregunta: ¿Por qué los rusos cruzaron la línea? Los rusos tienen una narrativa y un plan y tampoco están solos. Atacar a la élite rusa, una estrategia para derrocar a Putin, claramente no está funcionando y parece bastante difícil de implementar. Es que Estados Unidos se ha convertido en un importante paraíso fiscal de destino para la riqueza criminal y oligarca de todo el planeta, no solo de Rusia. Las organizaciones benéficas estadounidenses recibieron miles de millones de oligarcas rusos limpiando su reputación. La riqueza global está inundando los Estados Unidos, en bienes raíces de lujo en Nueva York y otros activos (arte, joyas, criptomonedas). Los negocios son negocios, un vasto aparato de ocultación de riqueza, que incluye abogados, contadores y administradores de patrimonio, a menudo llamado “industria de defensa de la riqueza” o “agentes de la desigualdad”, facilita la desaparición de fortunas. También utiliza su poder político para bloquear toda reforma. Un primer paso para arreglar esto sería garantizar la transparencia total en los Estados Unidos, incluida la divulgación de la propiedad real de bienes raíces, fideicomisos, compañías y corporaciones. ¿Acaso esto se puede hacer? (8)

Durante gran parte del siglo 20, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE en inglés), un pequeño club de naciones ricas ha estado estableciendo la política fiscal internacional y creando un sistema que se basa en tratados fiscales bilaterales que aseguran que las corporaciones que hacen negocios fuera de su nación de origen no son gravadas dos veces. ¡Dios no lo quiera! Este orden tributario global tiene a las naciones estableciendo sus propias tasas impositivas, dando espacio para que las corporaciones manipulen el sistema para evadir impuestos. Apple se volvió manejador del sistema: moviendo valiosa propiedad intelectual a jurisdicciones de bajos impuestos mientras cobraba tarifas en jurisdicciones de altos impuestos. La estrategia se llama BEPS en inglés -erosión de la base imponible interna y traslado de beneficios. La OCDE estima que estos trucos le cuestan a los gobiernos del mundo hasta un cuarto de billón de dólares anuales en ingresos perdidos.

Amazon, fuente de una de las mayores fortunas personales del mundo, había pagado el 2021 1 millón de libras en impuestos por 4.000 millones de libras en ventas en el Reino Unido. (9)

El multimillonario ruso Roman Abramovich ha utilizado “una red de bancos, bufetes de abogados y asesores en múltiples países”, acaba de informar el New York Times, para invertir “miles de millones en fondos de cobertura estadounidenses”.  En el camino, aprovechó la experiencia y los contactos de los gigantes de las altas finanzas de Estados Unidos que van desde Goldman Sachs y Morgan Stanley hasta BlackRock y el Grupo Carlyle. (9) 

“Pero el daño que la “industria de defensa de la riqueza” ha causado al mundo occidental, de hecho, a todo el planeta, va más allá de socavar la presión de sanciones contra los oligarcas rusos. Estos defensores de la gran fortuna privada parecen haber colocado entre $ 5 billones y $ 8 billones en todo el mundo fuera del alcance de los recaudadores de impuestos. Y ninguna nación ha hecho más para propagar este contagio que Estados Unidos. Corporaciones americanas anónimas, según una encuesta del Banco Mundial, han jugado un papel crucial en 85 por ciento de más de 150 casos de gran corrupción que los analistas del Banco Mundial han examinado.” (9) 

La criminalidad y la arrogancia del dinero son realmente aterradoras. Los planes que el gran dinero pueda tener para el mundo son objeto de pesadillas para quienes estamos despiertos. Sam Pizzigati espera que esta “guerra en Ucrania” active la defensa contra la oligarquía en todas partes.  Pero mientras los políticos y el sistema político por el que se nos permite votar permanezcan en el bolsillo de multimillonarios y corporaciones, cualquier cambio parece muy poco probable. La corrupción y hasta la guerra entre oligarcas puede si ocasionar una crisis que los debilite y favorezca la necesidad de detener la corrupción. Por ahora podemos decir que hemos mirado al monstruo parcialmente a los ojos y ya no podemos ignorar el terrorismo del dinero. 

Notas en inglés

(1) Eduardo Galeano quoted in “Pathologies of Power. Health, Human Rights,

and The New War on The Poor” (2005). Paul Farmer, University of

California Press.

(2) How monsters who beat Jews to death in 1944 became America’s favorite

“freedom fighters” in 1945-with a little help from their friends at CIA (June

10, 2022), Evan Reif, Covert Action Magazine,

https://covertactionmagazine.com/2022/06/10/how-monsters-who-had-

beaten-jews-to-death-with-hammers-in-1944-became-americas-favorite-

freedom-fighters-in-1945-with-a-little-help-from-their-friends-at-cia/

(3) Business Cards of German and Canadian Government Officials Found in

Abandoned Azov Battalion Headquarters in Mariupol, (June 8, 2022) Sonja

Van den Ende, Covert Action Magazine,

https://covertactionmagazine.com/2022/06/08/business-cards-of-german-

and-canadian-government-officials-found-in-abandoned-azov-battalion-

headquarters-in-mariupol/

(4) Deposed Ukrainian president vows to fightback (February 24, 2014),

Aljazeera. https://www.aljazeera.com/news/2014/2/28/deposed-ukrainian-

president-vows-fightback

(5) What do the World Bank and IMF Have to Do with the Ukraine conflict

(2014), Frédéric Mousseau, Oakland Institute, Development & Society.

https://ourworld.unu.edu/en/what-do-the-world-bank-and-imf-have-to-do-

with-the-ukraine-conflict

(6) Ukraine, the Land of Quid Pro Quos (2019) Frédéric Mousseau, Elena

Teare, Common Dreams.

https://www.commondreams.org/views/2019/11/13/ukraine-land-quid-pro-

quos

(7) UN policy options, land reform, Ukraine (2020)

https://ukraine.un.org/sites/default/files/2020-

07/UN%20Policy%20Paper%20on%20LAND%20REFORM_ENG_FINAL

.pdf

(8) Cracking Down on Russian Oligarchs Means Cracking Down on US Tax

Havens, (March 14, 2022), Chuck Collins, Institute for Policy Studies,

originally in Inequality.org.

https://ips-dc.org/cracking-down-on-russian-oligarchs-means-cracking-

down-on-u-s-tax-havens/

(9) Who is Enabling Putin’s Enablers? (March 26, 2022), Sam Pizzigati,

Institute for Policy Studies, originally in Inequality.org.

https://ips-dc.org/whos-enabling-putins-enablers/

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Por Nora Fernández para Kaosenlared

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Cretinismo digital

 

Cretinismo digital

 

Por Renán Vega Cantor 

Rebelion

| 25/06/2022 | 


Fuentes: Rebelión


Enfrentar el cretinismo digital es una lucha política y no solo sanitaria, porque supone proponer otro manejo del tiempo, que no se reduzca a la mercantilización de todo lo existente.

“Las propiedades adictivas de las nuevas tecnologías no son meras casualidades, sino características de diseño cuidadosamente concebidas”.
Cal Newport, Minimalismo digital. En defensa de la atención en un mundo ruidoso, Paidos, Barcelona, 2021, p. 34

1- Las primeras muestras de cretinismo se dieron con el surgimiento del televisor, al que llegó a llamarse la «caja boba», al que millones de seres humanos nos conectamos durante horas para ver imágenes y sonidos. Pero el apogeo de la televisión, sobre todo durante la segunda mitad del siglo XX, con todo y lo cretinizante que pudiera ser, tenía una diferencia con las pantallas de hoy: su omnipresencia era distante, estaba lejos y separado del espectador, porque este no podía llevar consigo siempre y a toda hora una pantalla de televisión. Eso significaba que se prendía, se veían muchas horas de televisión y al final se apagaba y el televidente se iba a dormir o hacer otras cosas, pero no cargaba consigo el televisor.

El segundo momento en la emergencia del cretinismo digital se produjo con la difusión del computador portátil (el PC) y su generalización en la década de 1990 en gran parte del planeta urbano. Este recién inventado “ídolo de silicio” pronto se convirtió en un nuevo fetiche que, aunque en principio no sustituyó a la televisión, si permitió que sus usuarios estuvieran conectados a una pantalla durante más tiempo y fuera de la casa (la sede normal de la televisión) y la estuvieran observando en el lugar de trabajo y, eventualmente, en viajes en avión, en tren o en metro. El PC mantenía limitaciones para una digitalización absoluta, en la medida en que a pesar de ser más pequeño que el televisor y ser portable seguía siendo bastante grande para ser cargado de manera permanente y llevarlo pegado al cuerpo. Con el PC se dio un paso más hacia la cretinización, puesto que permitió ampliar el radio de acción de las pantallas, mucho más allá de la esfera reducida del hogar y del mundo doméstico. Aumentó más la individualización y el atomismo social que genera la televisión, debido a que empezó a asociarse con una persona en particular, con un sello de propiedad individual. Esto se hizo más palpable con la generalización de internet a finales de la década de 1990. Esto le concedió una autonomía que jamás tenía la televisión y aumento el tiempo de exposición de ciertos sectores de la sociedad a las pantallas, puesto que en esa época todavía se seguía vinculado a una pantalla, la del televisor, en la casa, a lo cual había que sumarle que se veía constantemente otra pantalla, la del PC, o la del computador de escritorio. Más tiempo consagrado a las pantallas, lo que significaba más distanciamiento del mundo real. En estas condiciones, el cretinismo digital se expande, porque ahora quienes están conectados a sus PC ya no tienen tiempo ni intención de relacionarse con amigos y familiares, salvo que se puedan conectar con ellos a través de internet. De todas maneras, aún en este momento, el cretinismo estaba circunscrito a ciertos sectores de la sociedad, relativamente minoritarios a nivel mundial, puesto que ni el PC ni el internet habían alcanzado una difusión universal y, por su costo, no podía ser adquirido por cualquier persona.

El invento que posibilitó la universalización del cretinismo digital fue el del smartphone en 2007. El teléfono celular que había sido inventado en la década de 1970, y cuyo primer ejemplar se vendió en 1984, era pesado, engorroso y tenía un alto precio. Era el modelo Motorola y valía 4000 dólares y del cual se vendieron en su primer año 300 mil unidades. Era un artículo de lujo y de ostentación, pero fue un paso decisivo hacia la cretinización digital. Durante dos décadas el celular era un teléfono portátil que, en la medida en que se abarataban sus costos, se fue difundiendo entre diversos sectores de la sociedad, y se utilizaba para hablar ‒lo cual parecía puerilmente lógico, porque para eso se supone que se inventaron los teléfonos‒, pero significó un cambio fundamental con respecto al teléfono fijo, por varias razones: el usuario lo podía cargar en una maleta, en el bolsillo o en otras partes del cuerpo, podía recibir una llamada o hacer alguna en cualquier momento sin estar en un sitio fijo, separaba el uso de la idea de servicio público y se empezaba a entronizar la imagen de que la comunicación telefónica no era cuestión de una familia ‒a lo que estuvo asociado siempre el teléfono fijo, porque recuérdese que se llamaba a un número en el que podía contestar cualquier miembro de la familia‒ sino un asunto personal, y por ende cada uno, el que pudiera comprarse un teléfono móvil, tendría el suyo propio. Este fue un gran avance del capitalismo realmente existente (el neoliberalismo), con su lógica privatizadora, y por eso no es una coincidencia, que la destrucción de las empresas públicas de comunicación nacionales haya sido una política sistemática para imponer el uso generalizado del teléfono celular.


Este fue un paso trascendental hacia la cretinización digital, pero esta no estaba plenamente enquistada en el tejido social ni en la sique de gran parte de los seres humanos, porque por el teléfono simplemente se seguía hablando, aunque mucho tiempo, más del habitual, pero no se hacía nada distinto, porque no se podía, debido a las características técnicas del artefacto. Y aunque se le fueron agregando servicios, como recibir mensajes y chatear, según se fuera pasado de una generación de celulares a otras, el salto cualitativo que dio paso al cretinismo digital generalizado fue la invención del IPhone, anunciado en público y con bombos y platillos por Steve Jobs en 2007.


La novedad del IPhone, que abrió la puerta a la generalización del cretinismo digital, consiste en que integro en un mismo artefacto tareas que antes estaban separadas: enviar mensajes, chatear, enviar videos, conectarse en forma directa con otras personas a cualquier hora, bajar películas y música y, lo que cada vez es menos importante y poco frecuente, hablar. Es decir, el IPhone es un teléfono con el que pueden hacerse muchas cosas y cada vez se utiliza menos para hablar. Este artefacto funciona porque está vinculado a internet y por su pantalla táctil. El invento del IPhone dio paso a la comunicación permanente, las 24 horas del día. Lo que antes eran prácticas circunstanciales, fugaces y efímeras (recibir y hacer llamadas por teléfono) o algo más duraderas en un día común y corriente (ver televisión, escuchar música) se convirtieron en obsesiones comunicativas de tiempo completo.


Con el IPhone, el smartphone aclamada como el teléfono inteligente, se concentró en un pequeño artefacto ‒devenido en un fetiche tecnológico, frente al cual los tótems e imágenes religiosos parecen juego de niños‒ un conjunto variado de actividades, generalmente consideradas como parte del ocio y del tiempo libre, escuchar música, ver un video, enviar un mensaje, hacer una llamada…Eso antes formaba parte del tiempo externo, por decirlo así, del individuo, distinto al estudio o al trabajo. Ese tiempo externo que antes podría considerarse como el tiempo de la vida (diferente al tiempo laboral) ahora se ha hecho dominante y envuelve todo y ha sido, es lo más importante, sometido a la lógica mercantil, convertido en un negocio.
La mercancía se ha apoderado de la vida privada e íntima de las personas, con su consentimiento como si fuera expresión de libertad y autonomía. El uso del IPhone ha convertido a la gran mayoría de sus usuarios en consumidores compulsivos y enfermizos que devoran lo que se les ofrece a través de la pequeña pantalla, con la que se da la impresión de tener el mundo al alcance de un dedo y esto se ha encubierto con la ideología, impulsada por las grandes empresas de Silicon Valley y sus gurús mediáticos, de la necesidad de estar conectado de manera permanente, so pena de quedar fuera del mundo. De esta forma, se ha colonizado el tiempo de la vida por parte del reino mercantil y hay que mantener pegado a la diminuta pantalla a cada usuario como si eso fuera el aspecto principal y único de la vida de los seres humanos. Esa dependencia originó una nueva patología: el cretinismo digital.

2- Lo acontecido en los dos últimos años con la difusión mundial de la Covid-19, una verdadera pandemia del capital, ha venido aparejada por otra pandemia, aún más catastrófica y permanente: el cretinismo digital. Sin embargo, este Síndrome de la Estupidez Informática [SEI] ni se menciona, porque se ha convertido en algo normal y cotidiano. De la misma manera que el coronavirus, el cretinismo digital ha infectado de manera generalizada a gran parte de la población mundial, con la diferencia de que no se le considera un problema de salud pública sino una bendición divina. Sin importar el origen étnico, la clase, la edad, el sexo, la nacionalidad, la religión, las convicciones políticas el cretinismo digital es una terrible epidemia que, para completar, no es vista como una enfermedad. No surgió con la Covid-19 ni mucho menos, es anterior en sentido estricto, pero la difusión del coronavirus y las medidas de confinamiento y aislamiento social que se implementaron en el mundo entero para combatirlo crearon las condiciones epidemiológicas complementarias para que se expandiera a niveles sin precedentes.
No se ha necesitado de mucho tiempo para sufrir a vasta escala el cretinismo digital. Y no es una exageración hablar de cretinismo, si se recuerda que este padecimiento se manifiesta en que quienes lo sufren viven ensimismados, deformes y sombríos, sus mentes dan la impresión de estar vacías, no tienen ningún contacto social y solamente dan muestras de su existencia cuando de sus caras salen unas sonrisas casi inexpresivas. En el año de 1788, el explorador Thomas Martyn registraba de esta forma el cretinismo de los habitantes de algunas regiones alpinas de Francia: «Su cuerpo se asemeja al de un enano, parecen deformes y sombríos, sus mentes vacías de toda actividad. Su sonrisa sólo indica que el cretino es un animal viviente».
Cuando hoy se habla de cretinismo digital resulta notable como reaparecen estos síntomas del cretinismo en su versión digital. Esa noción, por extensión, se entiende como estupidez, bobería, estulticia, ineptitud, idiotez.

El cretinismo digital tiene unos síntomas que pueden ser fácilmente detectados y enumeramos esquemáticamente:


Quien lo padece anda pegado día y noche a la pantalla del celular, sin parpadear, sin pasar saliva, uno de sus dedos, preferentemente el pulgar, se mueve maquinal y mecánicamente sobre la pantalla, compulsivamente espicha unas teclas o desliza el pulgar por la pantalla de arriba abajo. No mira, ni ve, ni siente nada de lo que discurre a su alrededor.
Cuando el cretino digital camina lo hace en una postura que niega el carácter erguido de nuestra fase evolutiva y parece mirando al suelo cuando observa la pantalla, no importa si se estrella con alguien o con algo.


El cretino digital habla mientras camina, gesticulando y gritando, como si dialogará consigo mismo. Se asemeja a un títere que se mueve como si alguien lo estuviera moviendo a través de una cuerdas invisibles.


Generalmente, el cretino digital lleva el celular en la mano, como si ese aparatejo fuera una continuación de ese órgano vital, y no puede despegarse del mismo, ni siquiera cuando debe satisfacer sus necesidades fisiológicas.

Si se ve obligado a guardar el móvil por alguna razón externa (trabajar, entrar a una clase, bajarse del bus…), más se demora en meterlo en el bolsillo que en volverlo a sacar, puesto que en promedio el cretino digital consulta su móvil unas 200 veces al día.


Siente una terrible angustia, depresión, deseos de desaparecer de la faz de la tierra ante dos situaciones: una, si se le llegase a olvidar el celular en casa y, dos, si se corta súbitamente la comunicación. En ese caso le sudan las manos y el cuerpo, se enrojece su cara, llega a llorar, sus ojos se brotan como efecto del dolor que le produce la terrible perdida de estar desconectado, así sea por una breve fracción de tiempo. Prefiere que se le muera un ser querido a que se le pierda el celular.


Una de las expresiones más notables del cretinismo digital es la pulsión de la muerte, puesto que el enfermo suele arriesgar la vida por cosas tan estúpidas como tomarse una selfi en el borde de un precipicio, o en el último piso de un rascacielos, o metiendo una mano o parte del cuerpo en la boca de un tigre o un caimán. No importan los riesgos, puesto que el cretino digital quiere figurar de manera inmediata en los registros de las redes antisociales y le basta simplemente con que le escriban “me gusta” para sentir que existe. Otra manifestación de la pulsión de la muerte no tan extrema, más cotidiana, es simplemente atravesar avenidas chateando y sin mirar alrededor o conducir a alta velocidad con el celular pegado al oído.

3- Es un cretino el chofer de un taxi, un autobús, un carro particular que pone en riesgo su propia vida y la de los pasajeros atendiendo al tiempo dos, tres y hasta cuatro artefactos digitales. Y más cretino todavía es cuando alguien, un caso cada vez más raro, le hace el reclamo por su irresponsabilidad, y en forma airada le dice al pasajero que descienda del taxi para que él pueda seguir usando en forma indiscriminada el IPhone y otros artefactos.


Es una cretina la persona que habla, chatea o usa el IPhone al atravesar una gran avenida, sin observar que pasa a su alrededor y sin siquiera contemplar el semáforo. Ese cretinismo ha ocasionado muchas muertes en el mundo. ¡Seguramente, los que mueren de esa forma tan poco gloriosa, seguirán chateando en su “teléfono inteligente” en el más allá, comunicándose con San Pedro, con Alá o con Buda, según fueran sus creencias religiosas!


Es un cretino o cretina el hombre y la mujer que se toma una selfi en un lugar riesgoso, poniendo en peligro su propia existencia, lo que efectivamente ha significado la muerte de miles de personas, la mayor parte de ellas jóvenes.


Son cretinos y cretinas digitales el profesor, el médico, la enfermera, el dentista o cualquier trabajador que de manera compulsiva consulta el celular, aunque este en actividades laborales.


Son cretinas las personas que cuando van a tomar un café o a almorzar en lugar de hablar entre ellos en forma obsesiva consultan sus celulares y se incomunican del resto de mortales.


Una manifestación del cretinismo digital se percibe a diario con el afán de conectarse al wi-fi y de buscar con ansiedad un enchufe en donde recuperar la señal que se ha perdido en un celular, por el agotamiento de su batería.


Algunos cretinos digitales se han suicidado cuando por unas horas dejan de funcionar los smartphones y sienten que el mundo se ha acabado y no vale la pena vivir, sin recibir mensajes basura durante una fracción del día o de la noche.


Son cretinos digitales las parejas que interrumpen sus relaciones sexuales para contestar un mensaje o una llamada a través del celular. También son cretinos aquellos que en forma simultánea tienen relaciones sexuales y miran su celular.

Son cretinos digitales los que duermen junto al móvil, y quienes comienzan el día consultándolo y se acuestan y se duermen contemplándolo.


Son cretinos digitales la mayor parte de los pasajeros de un avión comercial que, pese a las advertencias sobre los riesgos que para la seguridad de un vuelo genera la utilización de artefactos digitales lo hacen con toda la impunidad y complicidad del caso. Y esos mismos pasajeros muestran su elevado grado de cretinismo cuando ha terminado un viaje aéreo y apenas ha aterrizado el avión y una azafata sugiere que se puede usar el celular y de inmediato como si fuera una orden dada a perros amaestrados, al estilo de los de Paulov, todos desenfundan sus celulares.


Son cretinos digitales los participantes en una charla, una conferencia, un conversatorio, un panel que mientras alguien está hablando allí mismo chatean obsesivamente o hablan sin respetar el uso de la palabra.


Es un cretino o una cretina digital el hombre y la mujer que en un autobús hablan, vociferan, pelean, rompen relaciones sentimentales a grito entero, sin importar quien está allí.


Son cretinos digitales quienes viven pegados a las redes antisociales, mediante las cuales reciben o remiten todo tipo de mensajes, entre ellos falsas noticias (fake news) a las que creen sin pestañear.


En suma, el cretino digital se caracteriza por la pérdida de cualquier sentimiento de autoestima, dignidad y respeto por sí mismo. Lo define la incontinencia digital, ese deseo irresistible de contestar una llamada, un mensaje, de prender el celular, de estar conectado… Así como la incontinencia urinaria significa la pérdida del control de la vejiga y la incapacidad para controlar la micción, la incontinencia digital implica la incapacidad de controlar el pulgar para responder mecánica y maquinalmente a cualquier mensaje que llega por la pantalla del smartphone.

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Si se tratan de medir cuantitativamente los efectos del cretinismo digital pueden mencionarse varios datos reveladores.


Primero, en términos ambientales: En los países industrializados nueve de cada diez personas tienen, por lo menos, un celular y allí cada persona gasta cinco horas pegadas al móvil; la huella de carbono generada por los smartphones alcanza el 14% a nivel mundial, cifra impactante si se tiene en cuenta que es superior a la del sistema de transporte; para producir un móvil de 80 gramos se consumen 44,4 kilogramos de recursos naturales y 12 litros de agua limpia; en estas condiciones, si una persona cambia de móvil cada dos años, al cabo de medio siglo habrá gastado una tonelada de recursos del mundo, eso sin contar el gasto de energía ni del transporte; una sola batería del móvil contamina hasta 600.000 litros de agua; cada smartphone produce 95 kilos de CO2 en su vida útil de dos años.


Segundo, en términos mentales y cognitivos: ansiedad incontrolable cuando se olvida el móvil, una verdadera adicción (que llaman nomofobia), similar a la sensación que genera consumir cocaína; un estrés permanente, que se manifiesta en la cantidad de veces que se mira el celular y se contestan o envían mensajes; se producen efectos cognitivos de índole negativa, entre los que sobresalen ansiedad, depresión, falta de atención, déficit de concentración, incapacidad de dedicarse a hacer una sola cosa; uno de los efectos más comunes es el insomnio y la pérdida de sueño por la prolongada exposición a la luminosidad de las pantallas, con los efectos derivados que eso tiene sobre la vida humana.


Tercero, Efectos físicos: la utilización rutinaria de movimientos mecánicos de las manos y los dedos genera dolores, rigideces, aparecen tendinitis e incluso una nueva enfermedad a la que se ha denominado Whatsappitis y que consiste en la parálisis de la mano por el uso prolongada del pulgar en la acción de pulsar el celular; dolor de cuello, por sobrecarga y tensión en los hombros y cuello, debido a la postura forzada de pasar mucho tiempo con el smartphone en las manos, lo cual genera deformidades, incluso en la columna vertebral, y mucho dolor; dolores de cabeza, motivados por las muchas horas de conexión, con sensación de mareo; problemas de visión, al mirar durante mucho tiempo una pequeña pantalla luminosa lo que requiere un gran esfuerzo para los ojos, lo que se llama fatiga visual digital. Además, las pantallas LED de los dispositivos digitales emiten una luz con elevada proporción de onda corta que produce daño en los ojos y en otras partes del organismo; obesidad digital, esto es el aumento de peso por el sedentarismo permanente. Para redondear, el celular está asociado a ciertos tipos de cáncer, en la piel, en el cerebro, en diversos órganos del cuerpo, debido a la cantidad de ondas electromagnéticas y de radio a que se ven sometidos quienes lo usan y máxime cuando lo tienen pegado al cuerpo y al oído. El abuso de la utilización del celular, que lleva a que se manosee de manera incesante y compulsiva, con poca higiene en las manos, es una condición para que allí se alberguen gran cantidad de gérmenes, hasta el punto de que un celular que se ha usado durante un día puede llegar a acumular hasta 10.000 gérmenes por centímetro cuadrado, muchos más que los que se encuentran en un inodoro; incremento de dolores crónicos en las manos, en la espalda, en las muñecas, en el pulgar…


Quinto. Efectos sociales: El cretinismo digital se manifiesta en el individualismo obsesivo, del que son ejemplo el millón de japoneses que se niegan a tener contacto con el mundo exterior y solamente establecen relaciones virtuales y nunca hablan con nadie ni tienen contacto físico con ningún ser humano de carne y hueso. La soledad, el aislamiento, el deseo frustrante de figuración, el carácter fugaz y artificial de los vínculos virtuales genera perdida de autoestima, desanimo permanente, subvaloración individual y menosprecio por sí mismo al no recibir menajes y respuestas de manera inmediata; otro efecto es la ruptura de vínculos sociales y relaciones personales. Apatía, desanimo y frustración son algunas de las manifestaciones del cretinismo digital, que evidencian la profusión de comportamientos antisociales, al punto que quienes padecen ese mal no parecen seres humanos sino robots amaestrados.


En síntesis, el cretinismo digital es una muestra de que los dispositivos digitales tienen efectos múltiples, o más precisamente “afectan a los cuatro pilares básicos de nuestra identidad: el aspecto cognitivo, el aspecto emocional, el aspecto social y la salud”. [M. Desmurget, La fábrica de Cretinos digitales. Los peligros de las pantallas para nuestros hijos, Península, 2020, p. 183].

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Un importante estudio del neurocientífico francés Michel Desmurget recalca la manera como en el mundo actual se están formando cretinos digitales y se ocupa centralmente de los niños. Pero el cretinismo no solo se ha difundido entre los niños y adolescentes. No, el cretinismo digital es una enfermedad que recorre todas las edades, adquiriendo un carácter intergeneracional que ninguna otra pandemia ha tenido antes.


Por supuesto, la pandemia empieza desde la tierna infancia, desde el momento en que los padres les suministran un artefacto digital a sus hijos y este es manejado de manera incontrolable por niños y jóvenes. Ese es un instrumento que garantiza el funcionamiento aceitado de la fábrica de cretinos digitales.


Ahora bien, ese cretinismo debe enfrentarse porque no es una fatalidad de la evolución humana o algo por el estilo; es producto del capitalismo realmente existente y sirve a sus propósitos de reducirnos a seres pasivos, consumistas, cultores de la lógica mercantil y dominados por las pantallas. Esa lucha empieza por recuperar hábitos, costumbres, formas de comportamiento que van en contra del fetichismo digital. En este sentido e igual que los niños necesitamos palabras, sonrisas y abrazos. Necesitamos recuperar los vínculos sociales y colectivos, desprendernos de los artefactos y usarlos solo cuando sea estrictamente necesario.


En muchos lugares del mundo se está impulsando un minimalismo digital, una forma de combatir el cretinismo y la bulimia digitales. Ya está quedando claro para muchas personas en diversos lugares del mundo lo que significa el cretinismo digital y por eso han empezado a combatirlo de una manera radical: dejando de usar el teléfono celular lo que, en gran medida, es como resucitar, volver a vivir.


Claro, no todos están dispuestos a tomar esa medida, pero otra propuesta apunta a impulsar ese minimalismo digital que supone reducir de manera drástica el tiempo de exposición a las pantallas, y en primerísimo lugar a los celulares. Algunos proponen usar un teléfono de una generación anterior, en el tan solo se pueda telefonear y recibir textos y nada más. Con una medida tan elemental se disminuiría sustancialmente los factores de riesgo que generan el cretinismo digital. Y eso supondría dedicarles más tiempo a los hijos, a la familia, a los amigos, a la lectura, a la política, al arte, a caminar, al deporte, todo lo cual es indispensable en la vida humana y no


Enfrentar el cretinismo digital es una lucha política y no solo sanitaria, porque supone proponer otro manejo del tiempo, que no se reduzca a la mercantilización de todo lo existente. Es recuperar el tiempo de la colonización mercantil y consagrarlo a razonar, pensar y actuar, porque la lucha por otro mundo requiere mucho tiempo libre.


Afrontar el cretinismo digital no significa desconocer la importancia que han tenido las tecnologías digitales en diversos terrenos, sino renunciar a su absolutismo totalitario que ha invadido los más diversos ámbitos de la vida humana y ha pretendido transformarnos de Homo Sentis en Phono Sapiens.

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