jueves, 1 de mayo de 2008

TIENE RAZON EL ASESOR MUNICIPE DEL PP

Pedro Jato del Real, asesor municipal del grupo del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza tiene razón: Marcelino Iglesias, Presidente del gobierno de Aragón, miente con respecto al trasvase del Ebro que no quiere reconocer, porque de reconocerlo tendría que dimitir si cumpliera la palabra dada. Lo que dicho sea de paso sería tan novedoso como que el olmo diera peras, dado que la política que conocemos se basa precisamente en eso, en la mentira.
Quien no mienta ya puede ir buscando trabajo de fontanero, porque desde luego, para la política actual no vale.
Hay que señalar a reglón seguido que Pedro Jato del Real está en política, y llamarle a otro embustero, ni muchos menos significa que uno no mientas más que al que le llama embustero.
Y, ciertamente, sigue teniendo razón también, cuando dice que el Alcalde de Zaragoza no se muestra tan gallito ahora contra el trasvase como cuando lo quería hacer el PP siendo Presidente del gobierno español.
Es lógico, aunque inmoral, que mienta el uno y se amilane el otro, dado que ambos tienen el mismo jefe político: Zapatero, y si este dice que no hay trasvase habiéndolo iniciado por Decreto en el Congreso de los Diputados, el día de ayer, pues ya se sabe, no hay trasvase.
Hay circulación de 30 hectómetros cúbicos del río Ebro a Barcelona para que Aguas de Barcelona (no los catalanes) pueda seguir haciendo negocios, que para eso es una empresa que saca dinero de las necesidades básicas de los demás. Pero trasvase no hay. Lo dice el jefe. Hay entubamiento de agua que circula de aquí par a allá, pero trasvase no.
Don Marcelino, pues, niega el pecado, el del trasvase. El mismo pecado que un ministro de Aznar dijo en Zaragoza que se haría por huevos. El mismo pecado que desde ayer empieza a ser realidad gracias a los votos del PP junto a los del PSOE, el que le sirve a Pedro Jato del Real para llamarle embustero a Marcelino Iglesias, que lo es, sin que el mismo Pedro Jato del Real deje de estar metido hasta las orejas en la mentira.
En fin, la cosa va de cosa entre políticos sin atender a los intereses de la inmensa mayoría de la población aragonesa, la cual sólo tiene 184 pueblos sin la suficiente agua para beber.
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