viernes, 20 de marzo de 2009

LA VIDA ES BELLA (PERO SIN EXAGERAR)

(La Muela, Zaragoza, pidiendo a gritos que le llegara el progreso, como el resto de los pueblos de España entonces, pero sin choriceo. Sin choriceo el progreso es mas progreso, puesto que al progreso habria que sumarle lo que roban a sus vecinos, en sus diferentes modalidades, los chorizos y las chorizas bajo cuerda)

La vida es bella y mas buena que un pan de horno de leña, pero…. Todo tiene un pero, y quien dice un pero, dice alcaldesa de La Muela e hijo y marido en el cazuelo, junto a catorce presuntos inocentes más, porque la presunción de inocencia hay que darla por supuesta siempre, y eso hago. El Juez Garzón ha enchiquerado, de momento, a diecisiete presuntos inocentes, y hasta que no se demuestre con pelos y señales la marcha La Lirón, y los entresijos y compostelanos, que a esos presuntos inocentes les llevaba de por sí directamente al monto de dineros ajenos, al dinero vecinal, no se puede decir que sean unos delincuentes. Y eso hago. La alcaldesa de La Muela, hijo, marido y catorce concomitantes más, no son unos delincuentes hasta tanto no se sepa el porqué y como se han hecho ricos trabajando, cuando trabajando no se hace rico nadie. O dicho de otra manera, no hay ningún trabajador, por bueno que sea, que se haya hecho rico trabajando.
Así que la vida no es tan bella como parece. Podría serla si cada cual estuviera en el sitio que debe, por ejemplo, los jueces, como Garzón en lo suyo, mandando a la choriceria a la cárcel; oliendo el rastro que dejan los margaritos a su paso, que de hijos de putas vamos estando algunos hasta la misma base testicular que llaman huevos, situada en la entrepierna, que para eso viven los jueces de la sustanciosa sopa de los presupuestos generales del Estado, o sea, del dinero que me quitan a mi mes a mes, y a final de año el castañazo final, para pagarles.
Así, pues, jueces al tren, que en el AVE se viaja la mar de bien, por lo menos de Guadalajara a Zaragoza, y cuéntennos después las rastrojeras que se ven, que hay mucho que desmenuzar desde Esperanza Aguirre a Álvarez Cascos, que lo demás es cuenta nuestra.
Los miles de millones que nos cuesta el AVE ya se los pediremos nosotros a quienes están esperando, sin haber puesto un euro de su bolsillo, la privatización de las líneas de ferrocarril, las rentables, que los margaritos estos, los “privativos”, no son tontos, Las cosas como son. ¿No sé si me explico?

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