martes, 25 de agosto de 2015

MILITAR ESPAÑOL, QUE NO EJÉRCITO ESPAÑOL, NOS VIENE A DECIR LO QUE OCULTAN PARTIDOS, IDEÓLOGOS Y PERIODISTAS AL SERVICIO DEL CAPITAL


 ¿QUÉ ES LA TROIKA?



Alas Republicanas (es militar del Ejército del Aire español)


08.08.2015


Nos cuentan los medios de comunicación y los de podemos, que los hombres de negro de la troika son las personas que mandan pero a los que nadie ha votado. Dicen, que si tanto quieren mandar que se presenten a las elecciones. Esas afirmaciones me han llevado a preguntarme que es la troika y quien la controla.

La actuación de la troika se circunscribe exclusivamente al ámbito de la Unión Europea y está formada por tres instituciones, el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. En teoría las tres tienen el mismo peso.
El FMI es una institución internacional compuesta por 188 gobiernos, casi todos los del mundo. Pero dentro del FMI unos gobiernos tienen más peso que otros. El reparto de poder dentro del FMI está totalmente descompensado, EEUU tiene el 16% de los votos. Tened en cuenta que las decisiones tienen que ser votadas por el 85% para salir adelante, con lo cual EEUU puede vetar cualquier decisión que no le guste. España no tiene ni porcentaje, está junto a un grupo de países que controlan entre todos los del grupo apenas un 3% de los votos.
El FMI tiene un fondo económico, aportado por los estados miembros (entre ellos España), que utiliza para prestar a los estados que lo necesitan. Ni que decir tiene que cada préstamo tiene que ser devuelto con intereses y que cada préstamo permite al FMI influir en el gobierno del estado moroso. Por lo tanto podemos concluir que el FMI es público, internacional, pero público. Aunque no se comporta como tal, ya que buena parte de su actividad se centra en dar créditos a empresas y a estas no las controla al prestarlas el dinero.
La Comisión Europea es un órgano ejecutivo y legislativo de la unión europea. Se compone de 28 miembros y un presidente, nombrados todos ellos por el parlamento europeo. Podríamos decir que es el consejo de gobierno de la Unión, por lo tanto público y democrático. Tan democrático como el consejo de ministros, al que en realidad nadie vota pero sale elegido entre los diputados electos.
La última institución que forma la troika es el BCE, el BCE es un organismo público que hoy sustituye en muchas de sus funciones a los bancos centrales de los distintos países. Sus fondos se nutren en su mayor parte de las aportaciones de los estados miembros del Euro, en menor medida se nutre de la creación de dinero y de las aportaciones de los bancos privados (en teoría tienen que aportar al BCE el 2% de los depósitos de sus clientes).
Es inexplicable por ejemplo, que el BCE no inyecte dinero en ningún caso directamente a los estados de dónde saca los fondos y que si lo haga con harta frecuencia a las compañías multinacionales. El BCE ha sacado un plan de compra de deuda milmillonario, pero las compras las hace en el mercado secundario. ¿Qué quiere decir esto? El estado saca la deuda (se endeuda a un altísimo tipo de interés), se la compra un banco y el BCE le compra la deuda a ese banco (a un tipo de interés mucho más bajo). Negocio redondo para el sistema bancario. ¿Tiene eso sentido? ¿Por qué el BCE no compra la deuda, a un tipo moderado o con otras condiciones favorables de pago, directamente al país que la sacó?
El FMI y el BCE actúan como unos usureros con los estados, cuando prestan dinero, toman el control político del país moroso y le obligan a hacer cambios legislativos, todos dirigidos al adelgazamiento de los estados. Privatizaciones de todas las empresas del estado, subidas de impuestos, limitación de los derechos de los trabajadores, etc... Pareciera que no quieren que esos préstamos sean devueltos, para así poder embargar y los estados pareciera que hacen lo posible por complacer las expectativas de los usureros. La comisión Europea, la última pata de la troika, apoya a las otras dos en todas sus medidas, comportándose como una enemiga de los estados a los que representa.
Se supone que la legitimidad de estas instituciones la da el voto de la gente, ya que han sido creadas y son sostenidas por los representantes que nosotros elegimos en las elecciones. Pero es evidente que no es así, parece que la democracia se circunscribe solo a los parlamentos nacionales, unos parlamentos que son continuamente presionados por esas instituciones para actuar en contra de sí mismos y de los trabajadores.
Todos los días desde hace ocho años nos dicen desde el poder, que el gobierno no quería hacer tal o cual cosa, pero que la Troika les obligaba. Las medidas de austeridad de la Troika han multiplicado la deuda de España por tres, han multiplicado los sueldos de los trabajadores por cero coma setenta, han amputado todo gasto social. Menuda austeridad. Creo que evidentemente al estado y a los que trabajamos dentro de él, esta austeridad nos está hundiendo. Pero algunos están sacando pingues beneficios de todo esto.
Lo que quiero decir con esto, es que los hombres de negro son los mismos que se presentan a las elecciones, los mismos que escriben los artículos que leemos en los medios de comunicación. Personas que solo tienen una lealtad, el dinero, beneficiar a los que les compran. En realidad vivimos en una dictadura disfrazada de democracia, la dictadura del capital. La crisis, esa que ellos usan para ganar más a nuestra costa y ponernos en el lugar que ellos piensan que nos corresponde, nos sirve para que algunos veamos lo que hay detrás del disfraz. ¿Cuándo seremos mayoría los que veamos que este sistema no vale, que hay que sustituirlo por otro que sea para todos?
Para que ese milagro ocurra tenemos que observar lo que está delante de las narices y aprender y hacer tres cosas:
En primer lugar, lo público es hoy ya sólo una carcasa vacía. Hoy lo público es un letrero por el que entra el usuario pero que enriquece a lo privado porque el Estado, dado su carácter burgués, ha convertido el ratio social en beneficio privado. A los Estados, como a Carlos V en su día, les prestan y condicionan en sus políticas los banqueros. Al de los Austrias, los prestamistas judíos de Amberes (dicho sea sin ánimo alguno de antisemitismo. Es una licencia histórica) y las ricas familias genovesas, entre otras fortunas. Hoy a los Estados modernos, lo hacen los grandes fondos de inversión, los fondos buitre, los megaespeculadores que amasan sus fortu nas en los mercados de futuro y, en general, aquellos tiburones que con un ataque especulativo a las bolsas pueden hundir una moneda, como sucedió en su día con George Soros y su ataque a la libra esterlina. Estos usureros son los que les dicen a los Estados y a las instituciones supraestatales (FMI), porque a ellos también les prestan, qué políticas han de hacer para devolverles el dinero, o lo que es lo mismo, qué parte del pastel social/"público" se van a comer ellos al ser privatizado en beneficio de los acreedores.
En segundo lugar disparar, por tanto contra el BCE, la Comisión Europea o el FMI es como hacerlo contra una sombra porque, al no estar allí la base del poder, no hay sangre porque no hay cuerpo: se escamotea la crítica directa al capitalismo. El problema principal de las sociedades capitalistas no está en sus títeres sino en quienes los manejan, el capital. Esto sin negar que deba hacerse una crítica a los consejos de administración del capital que son los aparatos institucionales. Pero ese abordaje es secundario.
En tercer lugar, la "democracia", como la crítica a su ausencia no es el mal que debamos conjurar, como tampoco la lanza que destruirá al capitalismo. Ya no es una cuestión de cómo se eligen o no las representaciones, del peso ponderado de cada país, según criterios discutibles, de la ausencia de igualdad de oportunidades en la liza política o de tantas cuestiones de orden menor. Es que la democracia es un cuento para dummies, una mentira para dormir a las masas, el medio de hacer cómplices a éstas en las consecuencias de unas políticas contra ellas ("no te quejes, se ha decidido democráticamente”). El votante ignora absolutamente qué harán con su voto (y en esto no aprecio diferencia alguna entre derechas e "izquierdas") y además desconoce del todo sobré qué vota, cuando vota, así como las repercusiones de su voto.
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APRENDER PARA ENTENDER Y ENTENDER PARA EJERCER LA DEMOCRACIA (QUE VOTAR SABE CUALQUIERA)



 UNA NUEVA GEOPOLÍTICA DEL

 CONOCIMIENTO PARA LA BATALLA 

DE IDEAS



José Carlos Bonino Jasuai
Sociología Crítica
13.08.2015




 “Valen más trincheras de ideas que trincheras de piedras”. José Martí.

Asistimos en la actualidad a una turbulencia en el modelo comunicacional vigente. En las tres últimas décadas se ha venido gestando un nuevo modelo comunicacional y tecnológico en el que casi la totalidad de la información ya está digitalizada, hablamos de un lenguaje universal que puede migrar de un lugar a otro en segundos. Esta información es poder para quien la gestione, y quien tiene ese poder, construye las reglas del juego en nuestra realidad.

El flujo de información moderna ha sido diseñado para tener una velocidad que arrolle al espectador, para que este no tenga el tiempo de reaccionar, discernir o interpretar, para que consuma sin reflexionar, para que sueñe con el rico que un día será, para que se proyecte socialmente como tal y no para que luche hoy con los trabajadores como el y defienda las conquistas sociales que le pertenecen.

La esfera ciclópica y la única mercancía gratuita

El flujo de información actual ha sido calificado por Ignacio Ramonet como una esfera ciclópica, una unión indiferenciada y acrítica de la comunicación, la información y la propaganda. Hoy por hoy, según Ramonet, existe una sola mercancía gratuita en nuestro tiempo y esa es la información.. pero el sistema que está tan preocupado por los beneficios, ¿por que ofrece una mercancía gratuita?

A simple vista nos parece que el negocio de los grandes media está en el comercio de la información, es decir, que está en vender la información a la gente, a nosotros. En realidad consiste en vender grupos de potenciales consumidores de esa información a los anunciantes, a las grandes transnacionales, cuando consumimos información, estamos siendo ofrecidos a esas transnacionales que luego nos venden objetos y servicios. Pero para que esta lógica funcione, los grupos de potenciales consumidores tenemos que ser lo mas numerosos posibles y así la ganancia será igualmente cuantiosa.

Para esto el nivel de la información debe ser muy superficial, un registro lingüístico muy reducido, el castellano tiene 40,000 vocablos, esta información básica utiliza solamente entre 600 y 800, digamos un castellano a la mínima expresión, para que sea de amplia circulación. Además es necesario que sea una información con una lógica bilateral: o bueno o malo, o blanco o negro, una información deshidratada de su normal complejidad y de sus matices, es como desarrollar una idea en blanco y negro, sin proyección. Para esto es necesario también que esta información posea un fuerte carácter emocional y con emocional entendemos una información fugaz, inmediata y extraordinaria.

Está claro que nadie invierte en una información que regala y una información sin inversión es una información de baja calidad. Y así nos acostumbramos a solo leer los titulares de las noticias, preferimos los textos de tres líneas, sin profundidad. O peor, nos mostramos interesados por las imágenes fugaces, los videos que duran menos de un minuto y lo programas de televisión enlatada que importamos y que no reflejan nuestra realidad, ni nuestras necesidades, estamos alejándonos progresivamente de la radio donde hay que escuchar con atención, para volcarnos en la inmediatez y la superficialidad de la imagen y el video.

El poder mediático y el Gobierno Mundial

Esta situación está a la raíz de la crisis de la prensa escrita mundial y de las editoriales en general, que no logran vender sus periódicos o libros y no tiene más remedio que alinearse a la crisis y dejar de invertir en información de alto contenido y calidad y “Lo que no existe en los medios, no existe en la mente de los pueblos” (Manuel Castells); y en este escenario perdemos todos, porque la opinión publica se empobrece y la opinión publica es el sistema nervioso de cada sociedad.

Si por un lado a nivel global se privatiza la educación superior, es decir, el saber se convierte en un privilegio para los pocos que pueden pagarlo, paralelamente la información se vacía de su contenido racional y conceptual, se vuelve más superficial. El resultado es una privatización de la intelectualidad pública y, por consiguiente, de la conciencia social; y esto hace parte de una estrategia global ya que “la manipulación de las mentes es mucho mas eficaz que la tortura de los cuerpos” (M. Castells).

En la actualidad la industria mediática es un aparato ideológico creado con el objetivo pedagógico de darle legitimidad al Gobierno Mundial. Este gobierno mundial que comúnmente decimos que es el 1%, esta conformado por el complejo militar industrial, el sistema financiero, su brazo armado que hace la guerra pregonando la paz y el poder mediático a sus servicios que le da legitimidad política y cultural.

Relación entre letra y poder

En este punto nos preguntamos, ¿cual es la relación entre letra y poder? Un padre y pedagogo llamado Lorenzo Milani, decía que el que sabe mil palabras hará hacer lo que quiera al que sabe quinientas.

Un concepto útil para analizar esta estrecha relación entre letra y poder lo propone el uruguayo Ángel Rama. Habla de una Ciudad Letrada, de un círculo de intelectuales ligados al poder que funcionan como un anillo protector y ejecutor de las órdenes de una elite en el poder, desde la colonia hasta nuestros días. Afirma que el poder del signo y de la palabra es tal, que no representa lo real sino que lo crea.

Durante los últimos 500 años este circulo de letrados han administrado la tecnología de la letra y su funcionamiento, que está a la base de su poder y su prestigio, a través de afirmaciones como “lo que no está escrito no existe”; no basta que esté dicho o solamente imaginado, y de este modo subalternizan todos los saberes originarios porque son orales y los tildan de inferiores por ser organizados bajo otra lógica.

El resultado es que en nuestro tiempo histórico conviven dos cosmovisiones en tensión dialéctica: una cosmovisión hegemónica a la que corresponde una historia y una memoria oficial; y una cosmovisión subalterna, a la que corresponde una tradición oral y una historia no oficial. Una continua negociación sin igualdad de condiciones entre un conocimiento formal y una sabiduría popular.

Durante los últimos cinco siglos la sabiduría autóctona nuestramericana ha resistido a un epistemicidio, hemos sido victimas de un homicidio epistemológico de nuestros saberes autóctonos, pero si intentamos construir nuestra emancipación por reacción a esta injusticia histórica no llegaremos muy lejos. Como decía un religioso colombiano, “una víctima que odia, es victima dos veces y estoy convencido que merecemos un futuro mejor”.

La batalla de ideas y una nueva geopolítica del conocimiento

Tal vez esa segunda independencia hacia la que caminamos en materia de diálogo de saberes y de construcción de un saber emancipatorio, pasa a través de la construcción de epistemologías múltiples que nacen de un sinnúmero de experiencias humanas, saberes locales, comunitarios contextualizados que nacen de la vida diaria de los pueblos y se legitiman como parte de una red semántica de significados cultural y geopolíticamente situados, que nos permita reorientar la producción, circulación y el consumo del conocimiento y así pensar nuestra realidad a partir de nuestras circunstancias históricas.

“La justicia global pasa a través de la justicia cognitiva” (Boaventura De Sousa Santos). Y la justicia cognitiva a través de la construcción de un conocimiento emancipador que es poder político, porque es capaz de mover a las masas ante su realidad. Nos encontramos en la actualidad en la batalla de las ideas (Cmte. Fidel Castro) y esa batalla se juega alrededor del poder de la información y la batalla por ese poder está en nuestras mentes y solo el conocimiento nos dará conciencia, y la conciencia libertad de acción y de decisión. Basta una idea para cambiar al mundo ya que “una idea se transforma en una poderosa fuerza material, cuando conquista la consciencia de las masas populares”(Marx).

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