martes, 15 de abril de 2008

ARRIERITOS SON Y SE ENCUENTRAN

(2/3)
En el orden práctico tanto monta monta tanto Isabel como Fernando, es decir, que da lo mismo decir leche que caldo teta.
El Superman de la economía “socialista” Pedro Solbes, Ministro de economía, cuando ya han pasado las elecciones reconoce explícitamente que hay crisis económica, cosa que yo creo ya sabía desde que era niño.
Nos ha mentido, igual que nos miente el PP, pero esto no llama la atención, porque en la política que conocemos la mentira preside cualquier actuación. Le diplomacia es eso, la mentira corriente y moliente tornada solemnidad.
No obstante, Solbes no se preocupa en absoluto en explicarnos a los tontos a qué se debe esa crisis económica que, no es coyuntural, sino estructural, inherente al modo de producción capitalista, por tanto, acepta de hecho el sistema capitalista como algo natural que no ha creado el hombre, sino la naturaleza misma, Dios en persona con sus propias manos al principio de los tiempos, por lo que es antinatural cambiarlo, no reformarlo, sino sustituirlo, coincidiendo plenamente con la concepción de la sociedad que tiene el Partido Popular.
Soluciona, pues, la “crisis” Solbes paliando algunos de sus efectos, pero sólo en apariencia, para que parezca que se hace algo, puesto que el origen de la misma ni siquiera se plantea.
De esta apariencia de hacer algo para que parezca que se hace algo surgen los 400 euros anunciados por Zapatero para todos los españoles.
Suben los precios, pues parece lógico, se da un dinerillo y el efecto mental es como si los precios no hubieran subido. La formación de los precios no se discute, ni siquiera se plantea, es voluntad divina, incuestionable y, además, secreto de Estado.
Lo que le pase a la agricultura que tiene que ser proveedora de materias primas para el biocombustible no se puede tratar, que la gente no coma es igual, el negocio es el negocio, pero no a lo catalán, sino a lo multinacional, a lo político universal que ahora llama global.
Pero a la acción del dar, los 400 euros que propone Solbes, se opone la reacción del “anda, no te hagas ilusiones, ingenuo, dame otra vez esos 400 euros,” lo cual se consigue mediante la inflación, ahora mismo en el 4,5 por cien.
La inflación en esencia no es otra cosa que un mecanismo más de los que dispone el gran capital para detraer fondos de las rentas más bajas: jubilados, trabajadores y pequeños y medianos empresarios no ligados al gran capital, o sea, que afecta a los votantes de a pie del PSOE y del Partido Popular, aunque Solbes no lo diga, lo mismo que tampoco lo decía Rodrigo Rato, ex ministro del PP.
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ARRIERITOS SON Y SE ENCUENTRAN

(1/3)
Me duele en el alma cuando comparo al PSOE y al PP y concluyo que ambos son de derechas, con alguna diferencia en las formas, pero básicamente idénticos en cuanto a objetivos.
Del Partido Popular no hay noticia de que ninguno de sus dirigentes haya renunciado nuca a nada personalmente y haya antepuesto el interés social al propio.
Hay nombres lustrosos que, sin haber aportado nada a la sociedad, se han dedicado a leer libros, cosa que cualquiera podría haber hecho, se han aposentado en un buen puesto con sueldo fijo y no escaso, y desde esta posición se han dedicado al medre personal: Fraga, Aznar, etc.
En el Partido Socialista Obrero Español, al igual que en cualquier otro partido de izquierdas, si es fácil encontrar personas que lo dieron todo, no por el partido, que éste si es de izquierdas no es más que un simple instrumento, sino por mejorar las condiciones de vida de todos sus semejantes, incluidos los de derechas.
Evidentemente, este tipo de personas con conciencia social, con pleno convencimiento de que es posible una organización social justa, no están en el PSOE actual, ni yo pensaba en el mismo al mencionar a esas personas que anteponían los intereses sociales a los propios. No pensaba, pues, ni en Felipe González, ni en Alfonso Guerra ni en José Luís Zapatero.
La lucha efectiva, disfrazada de amores patrios y desvelos sociales entre José Luís Zapatero y Rajoy, como representantes aparentes de la izquierda y la derechas políticas, no están basadas en la intención de ambos para crear una mejores condiciones de vida para todos en general, sino para favorecer la acumulación y concentración de capitales a favor de los grupos económicos que apoyan a uno y otro, siendo la resultante final, tanto si se lleva el gato al agua Zapatero como Rajoy, el empeoramiento social relativo de cada uno de nosotros, votantes del PSOE o del PP.
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