miércoles, 29 de abril de 2015

FUNDACIÓN DE FELIPE GONZALEZ PARA ESTUDIAR A FELIPE GONZÁLEZ, ¿PERO QUÉ ME ESTÁ USTED CONTANDO?


(Felipe Gonzalez y su puro casi al desnudo en un charco)

Esto de la Fundación de Felipe Gonzalez para estudiar a Felipe Gonzalez no será más bien una nueva formula para rebañar lo rebañable de más dineros públicos? Porque a fe mía, el estudio de Felipe Gonzalez con una Cartilla Rayas a mano, de esas del ma, me, mi, mo, mu, es bien simple:

La f con la e, fe. La li con la fe, fe-li. Y la p sola, p (porque si pones una p al lado de otra p te sale PP). Luego arrejuntas la fe-li con la p y, estudio completado: fe-li-pe. ¿Y para esto hace falta una fundación?

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GRECIA: VOTAR Y APOYAR A PARTIDOS COMO EL PP, PSOE O GUAPIRRITINES DE CIUDADANOS ES VOTAR POBREZA Y MISERIA PARA LOS ESPAÑOLES QUE VIVAN DE SU TRABAJO


TODO PARA LOS BANCOS, NADA PARA LOS GRIEGOS

El presidente griego,Alexis Tsipras, ha nombrado un nuevo equipo negociador en el que su ministro de finanzas está pero con un papel más atenuado.

Las fuerzas vivas de España están utilizando Grecia como reflejo en la política local y la Europa neoliberal también usa a Grecia para influir en España.

Nos preguntamos a qué precio nos sale que los bancos financien a la mayor parte de los partidos.

Diario.es
27.04.2015


(Varufakis y el premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz.)

La UE le ha ganado una primera batalla a Varufakis. El presidente del gobierno griego, Alexis Tsipras, ha nombrado un nuevo equipo negociador en el que su ministro de finanzas está pero con un papel más atenuado. Varufakis es polémico. Un hombre que no cejaba en sus desafíos a la UE, persistiendo en su irracional actitud de no querer rebajar (más) la vida de los griegos. Se negaba a dar otro tajo a las pensiones, renunciar a la paralización de los desahucios o a aceptar el ajuste fiscal al modo que le reclaman.
Varufakis argumentaba que ya han cedido a algunas exigencias como las privatizaciones (que es mucho ceder), pero a los mandos de la UE no les basta. El Eurogrupo “ redobla sus amenazas a Grecia por no aceptar más recortes”, insistieron en la última y muy tensa reunión del Eurogrupo. Probablemente el nuevo gobierno no rebajara sus exigencias, pero Varoufakis no puede estar solo en primera línea porque la gente pobre o que procede de países pobres ha de ser humilde y sumisa. Recordemos que en los tres meses transcurridos desde las elecciones, Syriza no ha parado de retar a sus socios (o a los socios de sus antecesores de Nueva Democracia y el PASOK) osando querer paliar la crisis humanitaria que aquellos causaron con la ayuda de la Troika. Incluido el BCE de Draghi, antiguo asesor en maquillajes contables dado su alto cargo en Goldman Sachs.
 Grecia les está sacando de quicio. De nuevo un editorial de un periódico español riñe al gobierno de Tsipras por haber cruzado “las líneas rojas”. Y es cierto que las grandes fortunas griegas, esos grandes patriotas que se forraron con gobiernos como dios manda, huyen. Amenaza una crisis de liquidez que en opinión de El País “resulta peligrosa, por cuanto podría generar en cualquier momento un accidente indeseado”. Al menos, que lo parezca, que parezca un accidente. Aunque ni siquiera hace falta.
  Por cierto, también aquí disponemos de patriotas que tienen fuera de España ahorros, libres de impuestos, por valor del 12% del PIB. Algunos de los cuales los han conseguido de forma no ética pero legal como andamos viendo. Ignacio Escolar, en ReaccionaDos, cuestiona las cesiones fiscales en este terreno –además de aportando argumentos técnicos- con esta disyuntiva: “Es como decir que la mejor manera de evitar los robos es legalizar el hurto”. En ello andan.
 Las fuerzas vivas de España están utilizando Grecia como reflejo en la política local. Resulta enternecedor escuchar a la jefa de opinión de El Mundo decir en los encuentros políticos televisados de los sábados:”El BCE financia las cosas de los ciudadanos” para oponer a Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, que sus supuestos afines griegos le están haciendo un feo a tan benéfica institución: el BCE. En realidad y, según su estatus, la entidad “financia las cosas de los bancos” que prestan a los gobiernos y con el margen suficiente para que se ganen unos buenos dineros.
 Y es que la Europa neoliberal también utiliza a Grecia para influir en España. Al punto de preferir que caiga si con ello nos salvan a nosotros. El BCE de hecho emprendió una nueva política de compra de deuda pública como para una boda, en Marzo, casualmente. Y mira por dónde al PP de Rajoy le ha tocado un buen pellizco. Nada a Grecia. Pero es que el gobierno español ya supera el billón de euros de endeudamiento y eso es muy rentable. También en términos de sumisión por hipoteca.

(Fuente: BCE)
Ese gobierno español que da por perdidos 40.000 millones del rescate bancario (oficialmente, porque diversas fuentes lo cifran en más). De ése hablamos. Mientras seguimos echando pérdidas a la hucha del olvido. La última por el momento es que enterramos 12.000 millones para “recapitalizar” CatalunyaBanc y hemos recuperado solo 216, el 1,7%. CatalunyaBanc es el banco que compró a buen precio el BBVA.  Como ocurriera con Nova Galicia, adquirida por venezolanos buenos.   Igual que La Caixa se quedó en su día, aún más barato, por 1 euro, el Banco de Valencia. La misma cantidad que pagó el Sabadell por la CAM. Este lunes el juez Gómez Bermúdez pide el procesamiento de la antigua cúpula de la Caja mediterránea por saquear la entidad. Lo cierto es que el rescate millonario previo para sanearla ya lo hemos sufragado nosotros. 
Conviene no olvidar que la UE “ayudó” a sus bancos con 1,6 billones de euros en los primeros momentos, hasta 2010, y que luego abrió un grifo crediticio muy favorable. Al tiempo que acudía a inyectar dinero público cada vez que estornudaban. 
 Por no extenderse en las políticas del PP en el sector, como la la ley arbitrada en 2014 por la que “las deudas impagadas de las empresas pasan a ser inversiones de los bancos acreedores en el capital de las empresas”, como explica Juan Torres López también en ReaccionaDos. Con lo que se matan varios pájaros de un tiro, según el catedrático de economía: ya no necesitan establecer costosas provisiones o aumentar su capital,  porque ahora ya no son deudas de improbable o imposible cobro sino inversiones.
 Como se ve, los partidarios de “pagar lo que se debe” sin mirarle ni los dientes y plantear intolerables retos para paliar crisis humanitarias, tienen perfectamente claro que tan cumplidora medida rige para los ciudadanos y no para los bancos. De hecho, como no cesa de decir el propio Varufakis, más del 90% del rescate europeo fue a parar a entidades financieras, no al Estado ni a los ciudadanos griegos. Es emocionante ver a españoles de bien dispuestos a entregar su pensión, su sueldo o su futuro para figurar como buenos pagadores en un sistema tan ecuánime.
No soy la única que se pregunta a qué precio nos sale que los bancos financien a la mayor parte de los partidos. Parece que no tienen suficiente con las subvenciones públicas y los hay que ni con los regalos de empresarios como en el caso del PP.

Menos mal que The Economist se ocupa de España. No da un euro por Rajoy. Lo ha sentenciado: "Su futuro es tan incierto como el de los trabajadores españoles". Y, como pasó con Zapatero, ese veredicto implica entrar en el corredor de la jubilación. A la espera de que nos obsequien con un artículo laudatorio sobre el nuevo valor neoliberal, Albert Rivera, -que el líder de Ciudadanos podrá añadir a su nutrida egoteca- condenemos a los osados Varufakis del mundo empecinados en desafiar el poder de los que con tanto esmero cuidan… de sí mismos. Todo para los bancos, nada para los griegos. O españoles. O portugueses. Pasen, señoras y señores, al carril y depositen su voto libre e informado.

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ESPAÑA, UNA PARTE DE LA IGLESIA



Un documental desvela las torturas a menores en los internados del franquismo

Rebelión
La Marea
28.04.2015


“Me quemaban el culo con velas y me restregaban ortigas por mis partes por orinarme en la cama”; “lo que le hice a este señor sé que se llama felación, pero yo entonces no tenía ni idea”; “pensé en suicidarme. Que un niño con 12 años piense en eso es muy duro”. Son algunos testimonios de los centenares de miles de niños y niñas que pasaron gran parte de su infancia, cuando no toda, encerrados en internados y centros de beneficencia durante el franquismo y los primeros años de la democracia. Allí fueron víctimas de palizas, violaciones, trabajo esclavo y vejaciones, en unos centros que el régimen utilizaba para su propaganda. Unas dramáticas experiencias vitales que quedaron sepultadas por el silencio y que recoge el documental Los internados del miedo, realizado por dos de los periodistas que más han documentado la barbarie de la dictadura en España, Montse Armengou y Ricard Belis, y que este martes estrena el programa Sense Ficció de TV3.

Los testimonios que han podido recabar destacan por su crueldad y evidencian la impunidad con la que órdenes eclesiásticas que cobraban por cada niño que acogían, e incluso funcionarios del Estado, actuaban contra unos menores que no tenían manera de defenderse ni denunciar. “Me llevaron a Sant Boi. A veces yo le contestaba a la monja y me castigaban con electrochoques, pero no porque estuviera loca, sino como castigo”, relata en la cinta Julia Ferrer, sobre su experiencia en la Casa de la Caridad de Barcelona. “Venía el sacerdote con la mano bajo la sotana, tocándote y tocándose él, teniendo un orgasmo. Y a este mismo señor al día siguiente lo veías dando misa a las 8 de la mañana. Mi creencia en Dios quedó trastocada”, explica Joan Sisa, que pasó varios años en las instalaciones Llars Mundet de la capital catalana, un internado inaugurado por Franco para acoger a niños procedentes de familias desestructuradas.

Algunos de los afectados dan fe de la explotación laboral a la que fueron sometidos. “Yo fui vendido. Me sacaron del colegio y me llevaron a León a cuidar ganado a los montes completamente solo, con 13 años”, cuenta José Sobrino, uno de los afectados. “Nos hacían lavar de la mañana a la noche con sosa. Me quedaron las manos llenas de agujeros, con sangre y pus. En el colegio éramos esclavas”, afirma Isabel Perales sobre sus años en el centro religioso Ángeles Custodios de Bilbao.

Otros testimonios relatan palizas cotidianas y vejaciones delante de los demás niños. “Un aspecto en el que hemos incidido bastante es en que no se trataba de castigos que se estilaban en la época, como podía ser pegar con una regla en la mano en la escuela, sino que rayan la tortura: los apaleaban de forma cruel, los humillaban en público, de manera que les han quedado secuelas terroríficas o les daban una comida infecta y si vomitaban les obligaban a comérselo, con el discurso aquél de ‘con el dinero que nos costáis y lo que hacemos por vosotros’”, expone Armengou. “Estamos hablando de mucha maldad, de mucho desprecio. Y un impacto muy fuerte para nosotros ha sido comprobar que este tipo de abusos tuvieron su auge en los 60 y 70, pero también se produjeron a principios de los 80. Con la amnistía del 77 mucha gente salió a la calle, pero en cambio estos niños continuaron encerrados en una especie de cárceles”, apunta.

La extensión del fenómeno“El régimen franquista se encargaba de la beneficencia y la asistencia social, pero en la mayoría de casos era una beneficencia falsa, con ánimo de adoctrinamiento y formación ideológica. Además, había sido el régimen el que había creado esa situación: niños desvalidos porque los padres estaban en las cárceles, o porque se habían separado y la madre perdía la custodia, incluso abandonados porque la madre no podía soportar el estigma de ser madre soltera”, detalla Armengou. “Existía un organismo terrorífico, el Patronato de Protección de la Mujer, que se creó, textualmente, para ‘proteger a la mujer caída o en riesgo de caer’; pero ese centro que iba encaminado a la prevención de la prostitución acabó siendo un contenedor donde fueron a caer niñas en exclusión social, adolescentes con inquietudes políticas, o menores que habían sido violadas por algún familiar y se habían quedado embarazadas. A quienes encerraban era a las víctimas”, subraya la documentalista.

A pesar de no ser un fenómeno que sucediera en todos los internados, colegios religiosos, orfanatos, preventorios antituberculosos o centros de Auxilio Social, los casos de abusos físicos, psíquicos, sexuales, de explotación laboral y prácticas médicas dudosas ocurrieron en multitud de ellos. Tanto que después de elaborar documentales como Los niños perdidos del franquismoLas fosas del silencio o el retrato del Valle de los CaídosAbuelo, te sacaré de aquí, es el trabajo con el que sus autores se han encontrado más casos entre conocidos y allegados. “Mucha gente nos ha dicho que su padre, su hermano, un amigo… ha pasado alguna experiencia no demasiado agradable en uno de esos internados. Es el documental en el que nos ha pasado más”, asegura Armengou.

Sin reparaciónLos autores del documental contactaron con algunos de los presuntos responsables de esos abusos para corroborar las historias y contrastar información, pero estos no aparecen en la cinta, que se centra en dar voz a las víctimas. Algunas de ellas se encuentran adheridas a la querella argentina por los crímenes del franquismo, pues afirman no creer en la justicia española. Hubo quien recientemente acudió a la justicia eclesiástica que, “aunque parezca extraño, es mucho más dura que la civil para casos de abusos, con plazos de prescripción mucho más amplios”, señala Armengou, aunque los casos se cerraron al haber fallecido los presuntos culpables.

Al contrario de lo que sucedió en Irlanda, donde tanto el Estado como la Iglesia han condenado los casos de abusos a menores, en España el Estado ni siquiera ha escuchado a las víctimas. Es mediante trabajos como éste que, por primera vez, sienten que alguien se interesa por ellos y se atreven a desvelar sus traumas. Armengou destaca el cariño que reciben por ese trabajo: “Una vez más nos hemos encontrado unas muestras de agradecimiento brutales por parte de la gente. Con todas las dificultades continuamos haciendo una apuesta por estos temas, pero es increíble que tengamos que seguir haciendo de bomberos, de UVI y de primeros auxilios sobre la verdad y la reparación en este país. A nivel profesional es muy enriquecedor. Pero como ciudadana es una vergüenza”.


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