jueves, 2 de marzo de 2023

Más de 30 millones de personas sin asistencia nutricional en EEUU

 

Más de 30 millones de personas sin asistencia nutricional en EEUU

 

DIARIO OCTUBRE / marzo 2, 2023

 

Más de 30 millones de personas en Estados Unidos prescindirán de los beneficios del Programa Federal de Asistencia Nutricional Suplementaria, justo cuando en el país crece el costo de los comestibles.




Esta jornada marca el final de las ayudas adicionales de alimentos en 32 estados, el Distrito de Columbia, Guam y las Islas Vírgenes, y se estima que las familias de bajos ingresos antes beneficiadas verán reducidos sus asignaciones mensuales en entre 100 y 250 dólares por mes.

 

El programa, que comenzó en los primeros días de la pandemia de Covid-19, mantuvo a cuatro millones 200 mil personas por encima del umbral de pobreza en el último trimestre de 2021, según una investigación de Urban Institute, un grupo no partidista de expertos sobre política económica y social de Washington.

Más de 42 millones de individuos se favorecieron de este a partir de octubre pasado, el último período para el que se dispone de datos federales, acorde con un reporte de la cadena NBC News.

Aunque la fecha tope para usar los beneficios era hasta hoy, Florida, Arkansas, Mississippi y Georgia optaron por finalizar antes la asignación de emergencia.

En ese último territorio, el Banco de Alimentos de la Comunidad de Atlanta comunicó a NBC News un aumento de un 34 por ciento de las visitas para conseguir comestibles, desde mayo de 2022 cuando se dio por terminado el programa, hasta diciembre de ese año.

A medida que disminuían los amortiguadores financieros, la iniciativa brindó un colchón crucial, aunque parcial, para muchos estadounidenses, expresó Mark Hamrick, analista económico jefe de la empresa de servicios financieros Bankrate.

Recortarlos ahora “es eliminar un componente de la red de seguridad social que hará que algunas personas se enfrenten a la inseguridad alimentaria. La caducidad o falta de disponibilidad de este beneficio realmente no podía ocurrir en un momento menos oportuno”, declaró a la fuente noticiosa.

El precio de los alimentos en Estados Unidos aumentó un 11,3 por ciento en enero pasado en comparación con idéntico mes de 2022, según los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales.

FUENTE: prensa-latina.cu

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¡Solidaricémonos con la huelga indefinida en la planta de Lidl de Alcalá de Henares!

 


¡Solidaricémonos con la huelga indefinida en la planta de Lidl de Alcalá de Henares!

 

Por Redacción Kaosenlared

2 de marzo de 2023 

 

Llamamiento a la solidaridad de clase del Colectivo Kaos en la Red

Las trabajadoras y trabajadores del centro logístico de Lidl en Alcalá de Henares llevan varios días en huelga indefinida luchando por sus derechos. Tomando las decisiones desde la asamblea, exigen mejoras en sus condiciones laborales que incluyan la equiparación salarial con otras trabajadoras de Lidl del Estado español, contratos a jornada completa y un plus de frío para las personas que trabajan en las cámaras frigoríficas, entre otros reivindicaciones.

Es de justicia apoyar esta lucha que nos identifica como clase que lucha por su dignidad y su supervivencia y es por ello que, desde Kaos en la Red, os animamos a hacer comunicados de apoyo desde todos los colectivos y empresas, a participar en sus acciones y a apoyar económicamente su caja de resistencia.

Todo nuestro aliento en esta lucha. Si ganan ellas, ganamos todas.

Colectivo Kaos en la Red

 


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RUSIA informa de lo ocurrido ayer 28 de febrero en el frente de batalla (y que para la prensa occidental no ocurrió)

 

RUSIA informa de lo ocurrido ayer 28 de febrero en el frente de batalla (y que para la prensa occidental no ocurrió)

INSURGENTE.ORG



Las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa continúan sus acciones militares en el marco de la operación militar especial en el territorio de Ucrania.

En la dirección de Kupyansk

El fuego de artillería del grupo de tropas “Occidental” golpeó a las unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania en las áreas de los asentamientos de Sinkovka y Krakhmalnoye de la región de Járkov, y de Novoselovskoe en la República Popular de Lugansk, donde las pérdidas enemigas ascendieron a 25 militares ucranianos y dos vehículos.

En la dirección Krasno-Limansky

Las acciones activas de las unidades del grupo de tropas del “Centro” y el fuego de artillería golpearon personal y equipo militar enemigo en las áreas de los asentamientos de Stelmahovka, Chervonopopovka, Chervonaya Dibrova y Kuzmino de Luhansk.

Durante el día, hasta 120 militares ucranianos fueron neutralizados mientras cuatro vehículos blindados de combate y un obús autopropulsado Akatsiya fueron destruidos en esta dirección.

En la dirección de Donetsk

Durante las operaciones activas de las unidades del grupo de fuerzas “Sur”, y gracias a los ataques aéreos, el fuego de artillería y de sistemas de lanzacohetes pesados, cerca de 350 militares ucranianos fueron abatidos, y se destruyeron dos blindados de combate, cuatro vehículos bélicos, un D-20 obús y dos obuses D-30.

En las direcciones Sur-Donetsk y Zaporozhie

La aviación y la artillería operacional-táctica del grupo de fuerzas Vostok infligieron una compleja derrota a las unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania en las áreas de los asentamientos de Ugledar y Shevchenko, donde las pérdidas enemigas ascendieron a 45 soldados, dos vehículos de combate de infantería y tres camionetas.

Además, un depósito de municiones de las Fuerzas Armadas de Ucrania fue destruido cerca del pueblo de Chervonoe, en la región de Zaporozhie.

En la dirección de Kherson

Cerca del pueblo de Tokarevo, fue atacado un depósito de municiones.

Asimismo, la aviación operacional-táctica y las fuerzas de misiles y artillería golpearon a 93 unidades de artillería en posiciones de tiro y 162 posiciones militares.

A su vez, los sistemas de defensa aérea derribaron seis cohetes HIMARS y ocho vehículos aéreos no tripulados ucranianos.

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Manifiesto 28F: impulsando la unidad de la izquierda andaluza

 

Manifiesto 28F: impulsando la unidad de la izquierda andaluza

TERCERAINFORMACION / 01.03.2023

El próximo 2 de marzo a las 12:30 en el Salón de Grados de la Facultad de Ciencias de la Educación de Málaga, Bulevar Louis Pasteur, 25, se presentará el “Manifiesto 28F: impulsando la unidad de la izquierda andaluza”.



Más de 200 personas se han autoconvocado el día 4 de marzo para apoyar un manifiesto que quiere contribuir a la unidad de la izquierda andaluza.

Aurora León (abogada laboralista), María Márquez (profesora universitaria), Francisco Sierra (profesor universitario) y Rafa Rodríguez (Paralelo36Andalucía) presentarán el “Manifiesto 28F: impulsando la unidad de la izquierda andaluza”  , que han firmado, por ahora, más de 200 personas.

Esta presentación será el próximo 4 de marzo a partir de las 11,00 horas en el Centro Cultural “La Térmica” de la ciudad de Málaga, para celebrar el 43 aniversario del triunfo en el referéndum del 28F y debatir la perspectiva de construir juntas un nuevo proyecto de país.

Los firmantes consideran “que impulsar la unidad de la izquierda andaluza es más necesaria que nunca ante la involución que el gobierno del PP en la Junta de Andalucía está provocando en la sociedad andaluza, sin políticas a favor de la sostenibilidad, de la justicia social o del desarrollo de nuestro autogobierno, con un programa caduco de neoliberalismo centrado en la privatización de los servicios públicos a los que, día a día, deteriora, mientras baja los impuestos a los grandes patrimonios.”

En el manifiesto se destaca “la necesidad de un nuevo proyecto de país sustentado en la justicia social y climática, en la participación ciudadana y la transparencia; que incorpore la agenda feminista y el valor de la sororidad; que cuide nuestras ciudades y pueblos, el campo, la pesca y el entorno natural; que sea solidario con las personas que sufren y que luche contra toda forma de discriminación; que mejore la vertebración interior de nuestra Comunidad con medios de transportes públicos sostenibles, proteja a las comarcas vaciadas de Andalucía y sea un lugar de encuentro con África y el Mediterráneo.”

Entre los apoyos al manifiesto hay destacados profesores universitarios como José Luis Villacañas, María Márquez, Francisco Sierra, Ángel Duarte, Diana Farzaneh, José Luís Moreno Pestaña,  Carlos Arenas,  Miguel López Melero; Antonio Jiménez Millán, Rafael Arredondo;  abogadas como Aurora León; dirigentes y activistas políticos como Sebastián Martín Recio, Sergio Pascual, José Antonio Jiménez, Toni Valero, Ernesto Alba, María José Torres Gómez,  José Antonio Pino, Andrés Lozano, Mar González o Blas Rueda.

Todos ellos creen que “la unidad de la izquierda en este 28F de 2023, tiene el compromiso de movilizar, como hace 43 años, a una mayoría social para conformar gobiernos municipales de progreso que puedan crear empleo, combatir el cambio climático, contribuir a erradicar la pobreza, gestionar servicios públicos de calidad, avanzar en la conquista de la plena igualdad o potenciar la cultura potenciando la participación ciudadana como motores del cambio.”

El manifiesto denuncia la utilización que quiere hacer el actual presidente de la Junta, Moreno Bonilla, del andalucismo y del ecologismo para dar una imagen de moderación con la que ocultar sus políticas neoliberales en favor de los poderes económicos, privatizando los servicios públicos y bajando los impuestos a los grandes patrimonios.

Por último, hacen un llamamiento a todas las personas, movimientos sociales y fuerzas políticas comprometidos con el cambio progresista en Andalucía para firmar este manifiesto y participar en el acto.

Comisión organizadora del Encuentro.

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Pedir lo imposible

 

Pedir a los oprimidos no ser violentos es un imposible que pretende ignorar la historia. Los amos piden una y otra vez que los de abajo destierren la violencia mientras utilizan todo lo que tienen a su alcance –no siempre legal– para ejercerla.


Pedir lo imposible

 

Justin Podur

El Viejo Topo

2 marzo, 2023 

 


En enero de 2023, después de que cinco agentes de policía asesinaran a Tyre Nichols, el presidente Joe Biden emitió rápidamente una declaración en la que pedía a los manifestantes que se mantuvieran no-violentos. “Mientras los estadounidenses lloran, el Departamento de Justicia lleva a cabo su investigación y las autoridades estatales continúan su trabajo. Me uno a la familia de Tyre en el llamado a la protesta pacífica”, dijo Biden. “La indignación es comprensible, pero la violencia nunca es aceptable. La violencia es destructiva y va contra la ley. No tiene cabida en las protestas pacíficas en busca de justicia”.

En junio de 2022, cuando el Tribunal Supremo anuló el caso Roe contra Wade, Biden hizo el mismo llamado a los manifestantes. “Hago un llamado a todo el mundo, independientemente de lo mucho que les importe esta decisión, para que todas las protestas sean pacíficas. Pacíficas, pacíficas, pacíficas”, dijo Biden. “Sin intimidación. La violencia nunca es aceptable. Las amenazas y la intimidación no son formas de expresión. Debemos oponernos a la violencia en cualquiera de sus formas, independientemente de sus motivos”.

Es un espectáculo curioso que el jefe de un Estado, teniendo a su disposición todos los instrumentos del poder, no los utilice para resolver un problema, sino que ofrezca consejos a los impotentes sobre cómo protestar contra él y contra el maltrecho sistema de Gobierno. Biden, sin embargo, no se mostró tan reacio a utilizar esos instrumentos del poder en contra de los manifestantes. Durante las protestas de Black Lives Matter (las vidas negras importan) tras el asesinato de George Floyd en 2020, cuando Biden era candidato presidencial, dejó claro lo que quería que les ocurriera a quienes no hicieran caso del llamado a la no-violencia: “Nunca deberíamos dejar que lo que se hace en una marcha por la igualdad de derechos supere cuál es la razón de la marcha. Y eso es lo que están haciendo estas personas. Y deberían ser arrestados: encontrados, arrestados y juzgados”.

Ante la acción asesina de la policía, Biden pidió a los manifestantes que fueran “pacíficos, pacíficos, pacíficos”. Ante manifestantes no-violentos, Biden pidió a la policía que se asegurara de que los manifestantes fueran “encontrados, detenidos y juzgados”.

¿Se exige a los manifestantes en los Estados Unidos (y quizá en otros países donde la cultura de la protesta es especialmente fuerte, como Canadá) un estándar imposible de alcanzar? De hecho, otros países occidentales no parecen exigir estas cosas a sus manifestantes: pensemos en Christophe Dettinger, el boxeador que golpeó a un grupo de policías antidisturbios franceses blindados y con casco hasta que estos desistieron de golpear a otros manifestantes durante las protestas de los chalecos amarillos en 2019. Dettinger fue a la cárcel pero, para algunos, se convirtió en un héroe nacional. ¿Cuál habría sido su destino en los Estados Unidos? Lo más probable es que hubiera sido maltratado en el acto, como sugieren los registros gráficos del comportamiento de la policía estadounidense hacia personas mucho más pequeñas y débiles que Dettinger durante las protestas de 2020. Si hubiera sobrevivido al encuentro con la policía estadounidense, Dettinger se habría enfrentado a críticas desde dentro del movimiento por no utilizar métodos pacíficos.

Se da aquí una paradoja. Los Estados Unidos, el país con casi 800 bases militares en todo el mundo, el país que lanzó la bomba nuclear sobre ciudades civiles y el país que gasta más que todos sus rivales militares juntos, espera que sus ciudadanos se atengan a normas más estrictas durante las protestas en comparación con cualquier otro país. Staughton y Alice Lynd, en la segunda edición de su libro Nonviolence in America (La no-violencia en los Estados Unidos), publicado en 1995, escribieron que “Los Estados Unidos ha sido más veces el maestro que el alumno del ideal no-violento”. Los Lynds son citados con desaprobación por el escritor anarquista Peter Gelderloos en su libro How Nonviolence Protects the State (Cómo la no-violencia protege al Estado), un llamado a los manifestantes no-violentos de principios de la década de 2000, que se encontraban en las calles con anarquistas que no compartían su compromiso con la no-violencia. Gelderloos pedía solidaridad a los activistas no-violentos, rogándoles que no permitieran que el Estado dividiera el movimiento en “manifestantes buenos” y “manifestantes malos”. Ese movimiento llamado “antiglobalización” se desvaneció ante la guerra contra el terrorismo posterior a 2001, por lo que el debate nunca se resolvió realmente.

Para los Estados Unidos, el Reino Unido y muchos de sus aliados, el debate sobre la violencia política se remonta quizás a los pacifistas blancos que aseguraban a sus hermanos blancos, aterrorizados por la Revolución Haitiana –que terminó en 1804– que el abolicionismo no significaba animar a los esclavizados a rebelarse o a luchar. Aunque soñaban con un futuro sin esclavitud, los pacifistas abolicionistas del siglo XIX comprendieron –al igual que sus compatriotas esclavizadores– que el papel de las personas esclavizadas era sufrir como buenos cristianos y esperar la liberación de Dios en lugar de rebelarse. Aunque poco a poco fue cambiando de opinión, el abolicionista y pacifista del siglo XIX William Lloyd Garrison insistió inicialmente en la no-violencia contra los esclavistas. Aquí se cita a Garrison en el libro del difunto comunista italiano Domenico Losurdo La cultura de la No violencia: “Por mucho que deteste la opresión ejercida por el esclavista sureño, es un hombre, sagrado ante mí. Es un hombre, que no debe ser dañado por mi mano ni con mi consentimiento”. Además, añadió, “no creo que las armas de la libertad hayan sido nunca, o puedan ser nunca, las armas del despotismo”. A medida que la crisis se agravaba con la Ley del Esclavo Fugitivo, argumentaba Losurdo, a los pacifistas como Garrison les resultaba cada vez más difícil pedir a los esclavizados que se entregaran a sus esclavizadores sin oponer resistencia. En 1859, Garrison incluso se vio incapaz de condenar la incursión del abolicionista John Brown en Harpers Ferry.

El lingüista, filósofo y activista político Noam Chomsky reconoció la complejidad moral de la no-violencia en el movimiento antibelicista durante un debate de 1967 con la filósofa política Hannah Arendt y otros. Chomsky –aunque defendió la no-violencia en el debate– llegó a la conclusión de que la no-violencia era, en última instancia, una cuestión de fe:

“La reacción más fácil es decir que toda violencia es aborrecible, que ambos bandos son culpables, y mantenerse al margen conservando la propia pureza moral y condenarlos a ambos. Esta es la respuesta más fácil y en este caso creo que también está justificada. Pero, por razones bastante complejas, también hay argumentos reales a favor del terror del Vietcong, argumentos que no pueden descartarse a la ligera, aunque no creo que sean correctos. Uno de los argumentos es que este terror selectivo –matar a ciertos funcionarios y atemorizar a otros– sirvió para salvar a la población de un terror gubernamental mucho más extremo, el terror continuo que existe cuando un funcionario corrupto puede hacer cosas que están dentro de su poder en la provincia que controla”.

“También está el segundo tipo de argumento… que creo que no puede abandonarse a la ligera. Se trata de la cuestión fáctica de si tal acto de violencia libera al nativo de su complejo de inferioridad y le permite entrar en la vida política. A mí mismo me gustaría creer que no es así. O, al menos, me gustaría creer que la reacción no-violenta podría lograr el mismo resultado. Pero no es muy fácil presentar pruebas de ello; sólo se puede argumentar a favor de aceptar este punto de vista por motivos de fe”.

Varios escritos han alertado de que la doctrina de la no-violencia ha causado daños a los oprimidos. Entre ellos se encuentran Pacifism as Pathology (Pacifismo como patología) de Ward Churchill, How Nonviolence Protects the State (Como la no-violencia protege al Estado) y The Failure of Nonviolence (El fracaso de la no-violencia) de Peter Gelderloos, La cultura de la No violencia de Domenico Losurdo, y la serie “Change Agent: Gene Sharp’s Neoliberal Nonviolence” (Agente del cambio: La no-violencia neoliberal de Gene Sharp) de Marcie Smith.

Incluso las victorias históricas de las luchas no-violentas tuvieron un elemento armado entre bastidores. Trabajos académicos recientes han revisado la historia de la no-violencia en la lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos. Entre los textos clave se encuentran The Deacons for Defense (Los Diáconos para la Defensa), de Lance Hill, We Will Shoot Back (Devolveremos los disparos), de Akinyele Omowale Umoja, y This Nonviolent Stuff’ll Get You Killed (Esto de la no-violencia hará que te maten), de Charles E. Cobb Jr. Estas historias revelan la continua resistencia, incluida la autodefensa armada, de los negros en los Estados Unidos.

Incluso antes de estas historias recientes, tenemos la notable y breve autobiografía de Robert Williams escrita en el exilio, Negroes With Guns (Negros armados). Williams fue expulsado de la NAACP por decir, en 1959: “Debemos estar dispuestos a matar si es necesario. No podemos llevar ante los tribunales a esta gente que comete injusticias contra nosotros … En el futuro tendremos que juzgar y condenar a esta gente in situ”. Señaló amargamente que mientras “los talleres no-violentos están surgiendo en todas las comunidades negras ni uno solo se ha establecido en las comunidades blancas racistas para frenar la violencia del Ku Klux Klan”.

Cuando se desplazaban por las zonas rurales del Sur para llevar a cabo sus campañas de desegregación, los activistas no-violentos del movimiento por los derechos civiles a menudo se encontraban –sin que ellos lo pidieran– con protección armada contra la policía excesivamente celosa y los vigilantes racistas: abuelas que vigilaban por la noche en los porches con rifles en el regazo mientras los activistas no-violentos dormían; Diáconos para la Defensa que amenazaban a la policía con un tiroteo si se atrevían a lanzar mangueras de agua contra los estudiantes no-violentos que intentaban desegregar una piscina. Mientras tanto, los logros legislativos conseguidos por el movimiento no-violento incluían a menudo la amenaza o la realidad de disturbios violentos. En mayo de 1963, en Birmingham, Alabama, por ejemplo, tras la represión de una marcha no-violenta, se produjeron disturbios con 3.000 personas. Finalmente se consiguió un pacto de desegregación el 10 de mayo de 1963. Un observador afirmó que “cada día de disturbios valía por un año de manifestaciones por los derechos civiles”.

Como sostiene Lance Hill en Los diáconos para la defensa:

“Al final, la segregación cedió a la fuerza tanto como a la persuasión moral. La violencia en forma de disturbios callejeros y autodefensa armada desempeñó un papel fundamental en el desarraigo de la segregación y la discriminación económica y política entre 1963 y 1965. Sólo después de que surgiera la amenaza de la violencia negra, la legislación sobre derechos civiles pasó al primer plano de la agenda nacional”.

Los constantes llamados de Biden a la no-violencia por parte de los manifestantes mientras condona la violencia de la policía son pedir lo imposible y lo ahistórico. En los momentos cruciales de la historia de los Estados Unidos, la no-violencia siempre ha cedido ante la violencia.

Fuente:  Globetrotter

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