martes, 31 de mayo de 2022

En 40 años de pertenencia a la OTAN el Estado Español ha enviado más de 125.000 militares a 22 misiones. [Y hablando de pastizales, ¿Cuánta pasta de la gansa nos ha costado a los trabajadores financiar a la OTAN durante 40 años de 365 días cada uno más un día por los bisiestos habidos? Y es más, sin salirnos del pastizal, pero ahora del pastizal del chipi chupan-chupando: ¿Cuánta pasta –de la pasta gansa de los trabajadores- han retavillado los grandes grupos del capital del negocio de la guerra de la OTAN? Porque que no me vengan jodiendo con la pajarería de los pájaros volando que a mí esto no me cuadra, chiquet –en Gallur, Zaragoza, en vez de decir chiquet que esto es por la parte de Valencia dicen amante, pero kalafinitiva es lo mismo, Kiyo, esto es de mi pueblo, ojú, y esto último también es de mi pueblo- ¿Quiere decir diciendo, pero como si no se dijera, que el abnegado sacrificio de 125.000 militares del ejército español con sus fusiles, gafas, bombas respingonas, tanques, bolígrafos, etcétera más etcétera, ni siquiera ha servido para que cada trabajador tenga un puesto de trabajo? Que esto no me cuadra maño, qué quieren que les diga. Ñaque nos joden, ya verás ya el pedo que se prepara.]

 


En 40 años de pertenencia a la OTAN el Estado Español ha enviado más de 125.000 militares a 22 misiones

 

Publicado el 31 de mayo de 2022 / Por Redacción Kaosenlared

 

Este lunes se cumplieron 40 años del ingreso en la OTAN.  En ese tiempo se ha participado en 22 misiones, con la intervención de más de 125000 militares, en las que han muerto 119 soldados. Actualmente son casi 1.400 los soldados desplegados además de medios materiales como aviones, buques, helicópteros y carros de combate.

En un acto conmemorativo Felipe VI y Pedro Sánchez han ensalzado la importancia de pertenecer a la OTAN y el presidente del Gobierno ha insistido en el aumento del gasto militar.

¡Qué lejos queda aquel PSOE que primero afirmaba aquello de ‘OTAN, de entrada NO’ y luego, para convencernos de la bondad de formar parte del bloque políticomilitar imperialista hegemonizado por EEUU, mintió afirmando que la integracion de España en la OTAN sería en su estructura ‘política’ y no militar, como si tal cosa fuera posible!

La próxima cumbre de la OTAN se realizará en Madrid con un coste que superará las 37 millones de euros y frente a ella se ha organizado la ‘Plataforma Estatal por la Paz, OTAN No’, cuyo manifiesto reproducimos:

 

Manifiesto por la Paz, contra la cumbre de la OTAN

La reciente pandemia ha desmontado la falacia de que necesitamos un sistema de seguridad militarizado. La Seguridad Humana tiene que ver con la necesidad de vivienda, comida, trabajo digno, agua potable, y sistemas de protección social que garanticen servicios públicos de calidad, un sistema de cuidados público, y con la exigencia de afrontar la emergencia climática, acabar con las desigualdades y con el desarrollo efectivo de los derechos humanos.

El Informe Social Mundial 2020 de las Naciones Unidas advierte de la creciente desigualdad, tanto en los países del Sur como en los del Norte Global, donde se exacerban las divisiones sociales. Más de dos tercios de la población mundial vive en países donde la desigualdad ha crecido. El 1% de la población más enriquecida tiene cada vez más recursos, mientras que el 40% de la más empobrecida obtiene menos de un 25% de ingresos.

Según las Naciones Unidas, con datos de 2019, más de 820 millones de personas pasan hambre y 2.000 millones sufren su amenaza, de ellas, el 70% son mujeres. El 26,4% de la población mundial no tiene asegurado un plato de comida al día y 80 millones de personas se han convertido en refugiadas al huir de las guerras, el 50% son mujeres y niñas susceptibles de sufrir violencia sexual o de caer en manos de las redes de trata. Por otro lado, como estructura militar que es, la OTAN es un ejemplo palmario de discriminación hacia poblaciones históricamente oprimidas (mujeres, comunidades del Sur global, colectivos LGBTIQ+, etc.), un freno a los intentos de poner la vida en el centro, como viene reclamando el feminismo desde hace años.

La institución y la militarización de la seguridad

La OTAN es un sistema de seguridad multinacional que actúa en el escenario internacional infringiendo el mandato explícito de la Carta de las Naciones Unidas. Ello la convierte en una amenaza para la paz, como han demostrado sus actuaciones en Yugoslavia, Irak, Libia o Afganistán, que han generado desestabilización, destrucción y retrocesos en el pleno ejercicio de los derechos sociales y humanos de las personas en las zonas intervenidas.

Esa continua amenaza a la Paz se ha producido también en territorio europeo al atacar la Federación Rusa a Ucrania en contra de la Carta de las Naciones Unidas, ataque inaceptable que impide avanzar hacia un Sistema de Seguridad Compartida e incentiva el rearme y la militarización de la seguridad. Exigimos que el Gobierno del Estado y la Unión Europea se centren en la vía diplomática que ponga fin a la guerra y a la invasión rusa en Ucrania; rechazamos el envío de armas por parte del gobierno español a Ucrania, y demandamos un compromiso de reducción del gasto militar.

El No a la Guerra sigue siendo necesario más que nunca.

Carrera armamentística

La OTAN es uno de los mayores impulsores de la carrera armamentística mundial. Es inaceptable que el gasto mundial en armamento en 2019 se estimase en 1,63 billones de euros, el 2,2% del PIB mundial (la cifra más alta desde la Guerra Fría). Debido a la estrecha colaboración de la Unión Europea con la OTAN, la Comisión Europea presentó en 2018 un presupuesto de 13.000 millones de euros para defensa durante el período 2021-2027.

La OTAN, al no descartar el uso de armas nucleares, es un obstáculo para impulsar un Tratado Internacional para prohibir y destruir de forma controlada todo el arsenal mundial de armas de destrucción masiva (ABQ). La retirada de los EEUU, socio preferente de la OTAN, del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), abre de nuevo la posibilidad de un rearme incontrolado de armas nucleares tácticas. España, además de no haber firmado todavía el TPAN, es el séptimo país productor de armas a escala mundial, por lo cual esta carrera armamentística de la OTAN le beneficia económicamente. Necesitamos impulsar todas las iniciativas para hacer vinculantes tratados internacionales multilaterales que fomenten la prohibición de armas nucleares por parte de todos los países. También necesitamos hacer cumplir la legislación que prohíbe vender armas en caso de graves violaciones de DDHH.

Consecuencias ecológicas

Los ejércitos provocan daño medioambiental principalmente en tres niveles: las emisiones de CO2 por los combustibles fósiles que utilizan, los restos tóxicos de las guerras que destruyen ecosistemas y biodiversidad, y el daño directo a entornos naturales como campos de entrenamiento, que permanecen durante muchos años sin capacidad de regeneración. Las industrias militares de los países de la OTAN operan como salvaguarda de los intereses de las mayores corporaciones multinacionales contaminantes de carbono. En ese sentido, consideramos inadmisible que los EEUU, así como gran parte de los estados parte de la coalición, excluyan las emisiones militares de los inventarios nacionales de emisiones. La Unión Europea no se queda atrás. No existe un informe público sobre las emisiones de gases de efecto invernadero de los ejércitos nacionales de la UE y no se ha fijado un objetivo de reducción de emisiones. Más allá de esto, cualquier plan de lavador de cara (greenwashing) de las fuerzas armadas solo responde a la vulnerabilidad que les genera la dependencia de unos combustibles fósiles que se agotan. En palabras del exsecretario de la Armada de EEUU: «Avanzamos hacia los combustibles alternativos (…) para hacernos mejores combatientes».

La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN a celebrar los días 29 y 30 de junio parece pretender reeditar una nueva estrategia de “Guerra Fría”. En 2021 la OTAN aprobó su Plan de acción para la seguridad y el cambio climático para preparar una nueva refundación en Madrid. Los países de la OTAN, conscientes del reto que supone la crisis climática, se preparan para apropiarse de las últimas fuentes de petróleo y de gas, y de los recursos necesarios para afrontar el colapso energético y dar una respuesta militarizada a las migraciones climáticas convirtiendo el norte en una fortaleza, mediante agencias como la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex). La transición ecológica que plantean los gobiernos del norte es colonial e irrealizable en términos de límites naturales del planeta. La OTAN, por tanto, representa la respuesta militarista y colonialista. Nosotras optamos por una alternativa justa y solidaria.

El futuro

Necesitamos avanzar hacia el fin del intervencionismo militar, hacia modelos de justicia social,  hacia la justicia climática y hacia un sistema de seguridad desmilitarizado, basado en la prevención diplomática de los conflictos, la multilateralidad y el cumplimiento de la Carta de las Naciones Unidas. La propuesta de militarización de la OTAN va acompañada de un despliegue militar de EEUU por todo el mundo que rechazamos, incluidas las bases en nuestro país de Rota y Morón.

La situación actual en Ucrania, provocada, entre otros actores, por la Federación Rusa y la actitud de la OTAN, evidencia hasta qué punto la Paz no podemos dejarla en manos de militares.

Nuestra posición

Por todas estas consideraciones, rechazamos la invitación realizada por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez para realizar la cumbre de la OTAN en Madrid, abogamos por el desmantelamiento y reconversión de toda la industria militar española, así como -igualmente- exigimos al Gobierno que cancele cualquier licencia de exportación de armas vigente a países en conflicto o que vulneran los derechos humanos.

La ciudadanía del Estado español ha demostrado ser pacifista, contraria a la guerra y a la carrera armamentista. Desde la desobediencia civil de los objetores de conciencia frente al servicio militar obligatorio hasta las grandes manifestaciones contra la guerra, nos hemos posicionado con métodos y objetivos en las antípodas de los que defiende y se arroga la OTAN.

Necesitamos un sistema de seguridad desmilitarizado, sin armas de destrucción masiva, sin bases militares desplegadas en terceros países, que se acompañe de una reducción drástica del gasto en armamento y de la creación de una cultura de paz a la que se dediquen los recursos y los medios que hoy se destinan a la guerra.  Estos principios deben guiar las acciones para cualquier acción política propia no basada en los intereses de otros países o grandes potencias. Necesitamos un mundo libre de guerras y destrucción. Por esa razón, rechazamos el militarismo, venga de donde venga.

Disponemos de múltiples ejemplos de organizaciones, colectivos, y personas que diariamente trabajan por nuestra seguridad, sin recurrir a la amenaza de la violencia, yendo a la raíz de los problemas que provocan tal inseguridad. El ingente gasto militar es una de tales amenazas.

Por todas estas consideraciones, rechazamos la invitación realizada por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez para realizar la cumbre de la OTAN en Madrid. En consecuencia, las organizaciones políticas, sociales y personalidades de la academia y de la cultura que suscribimos este Manifiesto, consideramos necesario impulsar una alternativa para la Paz y el desarme.

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Lo que nos van explicando sobre la guerra. [Pero por mucho y muy grande que sea la calvicie de Putin y muchas que sean las bondades aleluyonas de los grandes grupo de capital que fomentan, organizan y se benefician de la guerra de Ucrania (junto a las decenas de guerras actuales) y por muy inconscientemente que los trabajadores nos estemos tocando la mandolina creyendo o descreyendo esto y lo otro en la angelical creencia de que la guerra de Ucrania no es cosa nuestra, porque efectivamente, no hay ningún tanque debajo de nuestra cama, lo cierto es que la guerra de Ucrania (y las decenas de guerras actuales) la pagamos y la sufrimos lo trabajadores, y lo que te sufriré Morena. ¡Òle tus cojones, trabajador! No te opongas con uñas, dientes, rodillas y codos a la guerra de Ucrania que ya te iré contando esto del sufrimiento de la Morena.]

 

Ucrania no estaba en la OTAN, pero la OTAN estaba en Ucrania desde 2014. Tres meses después de su inicio, comprendemos mejor el cúmulo de irresponsabilidades multilaterales que han desembocado en esta guerra.


Lo que nos van explicando sobre la guerra

 

 Rafael Poch

El Viejo Topo

31.05.2022

 




Emplazamientos de la OTAN en Ucrania (amarillo y azul): Instalaciones no oficiales de la OTAN (solo en azul) Instalaciones oficiales de la OTAN) -Polígono 242 del ejército regular de Goncharovski, región de Chernigov. -Polígono 233 del ejército regular del pueblo Málaya Liubasha, región de Rovno -Centro internacional de mantenimiento de la paz y la seguridad de Yavoriv, región de Lviv. -Base de la flota británica de Yuzni, región de Odesa. -Base de mando operativo de la flota de EE.UU de Ochakov, región de Nikolayev. -Centro de observación y escucha de la isla Zmeiny. -Centro 235 de preparación, pueblo Mijailovka, región de Nikolayev. -Polígono 241 del ejército regular de Aleshki, región de Jerson. -Centro de entrenamiento de tiradores de precisión de Mariupol, región de Donetsk. -Campamento militar de la OTAN de Shostka, región de Sumy. -Campamento de la OTAN, Sumy.

Cuando el 24 de febrero Rusia invadió Ucrania desconocíamos muchos detalles de esa criminal y desgraciada aventura. Hoy, cuando los peligros de una escalada militar entre Occidente y Rusia se incrementan con las semanas hasta producir vértigo en un diario belicista de Nueva York, sabemos con certeza que aunque Ucrania no estaba en la OTAN, la OTAN estaba en Ucrania. Desde hace años. Lo que eso significaba y significa en la práctica lo sabemos, no a través de informaciones y propagandas justificatorias rusas, sino por fuentes de Estados Unidos: por declaraciones de sus personalidades e informes de sus medios de comunicación.

El rearme atlantista de Ucrania comenzó inmediatamente después de la revuelta popular y operación de cambio de régimen del invierno de 2014. Las fuerzas nacionalistas antirusas que no representaban ni a la mitad del país (obviamente ahora el panorama ha cambiado radicalmente), se hicieron entonces definitivamente con el poder en Kiev. Al derogar el precepto de no alineamiento de la Constitución ucraniana y optar abiertamente por una decidida disciplina occidental, esas fuerzas rompieron el delicado equilibrio plural entre las regiones del Oeste y el Este sobre el que reposaba la integridad territorial del país, desencadenaron una guerra civil en Donbas y también la anexión de Crimea, una reacción rusa de consolación a la debacle que los intereses de Moscú habían sufrido en Kíev y que la administración Obama leyó como un intolerable desafío militar merecedor de ejemplarizante castigo.

Según el Instituto Internacional de Investigaciones sobre la Paz de Estocolmo (SIPRI), desde entonces y hasta 2021, Ucrania incrementó su gasto militar un 142% (Rusia un 11%).

A partir de 2015, Estados Unidos se gastó 5000 millones de dólares en armas a Ucrania. En ese mismo periodo se formaron “por lo menos 10.000 hombres de las fuerzas armadas ucranianas al año “durante más de ocho años” en el cuadro de la OTAN, informó el 13 de abril The Wall Street Journal en un artículo titulado; El secreto del éxito militar de Ucrania: años de entrenamiento de la OTAN.

Muchos de esos, por lo menos, 80.000 hombres, fueron formados en los “estándares militares occidentales” y “tácticas modernas de combate” en la base de Yavoriv (Yavorov), cerca de Lviv.

Yavoriv es un enorme campo de entrenamiento de 200 kilómetros cuadrados de extensión (tres veces el área metropolitana de París), que fue objeto de un sonado ataque de misiles ruso el 13 de marzo. Al principio allí se formaban unidades de la Guardia Nacional y luego del ejército regular. Cuando empezó la guerra, “por lo menos ocho países de la OTAN” estaban formando en Yavoriv a militares ucranianos. Lo aprendido con esa dilatada labor de formación y modernización, “ha tenido un impacto significativo” en el curso de la guerra, ha dicho el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

La CIA formó también unidades de élite y de inteligencia ucranianas en territorio de Estados Unidos. El programa tuvo problemas, porque se sospechaba que el contingente estaba infiltrado por informantes rusos, lo que exigió restricciones de información y filtrados de seguridad, informaba en enero el corresponsal para asuntos de seguridad Zach Dorfman. Los rusos estaban al día de esa labor de la CIA. El jefe de operaciones especiales de la inteligencia ucraniana, Coronel Maksim Shapoval, vinculado a ese programa, murió el 27 de junio de 2017 en Kiev, en un atentado con bomba lapa colocada bajo su coche. El atentado fue atribuido a los servicios secretos rusos y considerado respuesta a otros atentados cometidos por Shapoval en Donbas.

Mientras sucedía todo eso, paralelamente tenían lugar dos procesos fundamentales. El primero, el rechazo activo de Estados Unidos, y como consecuencia de los ucranianos, a los “Acuerdos de Minsk”, la fórmula de paz firmada entre Rusia y Ucrania, y arbitrada por Francia y Alemania que estos dos países dejaron languidecer. El segundo, la retirada unilateral de Estados Unidos, en 2019, del acuerdo de prohibición de armas nucleares de alcance intermedio (INF), firmado en 1987 por Reagan y Gorbachov y que fue un hito para el fin de la guerra fría en Europa.

Tras escuchar durante años que la ampliación de la OTAN hacia el Este no era contra Rusia y que las baterías de misiles desplegadas en Rumanía y Polonia eran “contra Irán”, (que carecía, y carece, de misiles de tan largo alcance), los rusos asistieron con doble irritación a las explicaciones que el Consejero de Seguridad Nacional de Trump, el demente John Bolton, ofreció en Moscú en octubre de 2018: la retirada del INF no va contra Rusia, les dijo Bolton, sino contra China, para poder desplegar esas armas nucleares tácticas en Asia. Que Bolton dijera que ya no consideraban a Rusia “una amenaza” y que lo que importaba en Washington era China, no hizo más que herir el acomplejado orgullo de gran potencia venida a menos de los dirigentes rusos.

En marzo de 2021, Ucrania aprobó una nueva estrategia militar en la que se apunta directamente a la reconquista militar de Crimea y Donbas, lo que desde el punto de vista del derecho internacional era completamente legítimo, puesto que ambas regiones eran territorio ucraniano, pero que a efectos prácticos equivalía a un anuncio de preparativos de guerra contra Rusia.

En septiembre del mismo año, Estados Unidos y Ucrania firmaron un acuerdo por el que Washington prometía ayuda militar para restablecer la “integridad territorial” de Ucrania, tal como anunciaba el propósito de la nueva doctrina militar de Kíev.

En febrero comienza la guerra, después de que EE.UU no reaccionara a la propuesta diplomática de Moscú (neutralidad de Ucrania, retirada de infraestructuras militares de la OTAN del entorno de Rusia, entre otros aspectos) y de que el Presidente Ucraniano declarara en la Conferencia de Seguridad de Munich su derecho a disponer de armas nucleares en el futuro.

Tres meses antes del inicio de la invasión rusa, en noviembre de 2021, el director de la CIA, William Burns, había visitado Moscú con un claro mensaje. Putin estaba en su residencia de Sochi, en el Mar Negro, pero Burns advirtió que si los preparativos de invasión detectados en Washington se ejecutaban, habría una reacción occidental fuerte. Desde Moscú, Burns habló por teléfono con Putin. Sin molestarse en desmentir las sospechas de invasión de Washington, el Presidente ruso “le recitó pausadamente una lista de agravios sobre cómo Estados Unidos había ignorado durante años los intereses rusos de seguridad”. Respecto a Ucrania, Putin le dijo que “no era un verdadero país” (WSJ, 1 de abril), es decir la idea que el Presidente ruso ha defendido en diversas ocasiones y que merece una pequeña explicación.

Según una visión bastante común en Rusia, una Ucrania hostil a Rusia que niega su pluralismo etnolingüístico, cultural y religioso interno, no tiene derecho a la existencia en sus actuales fronteras. Tal país, considerado traidor, puede ser desmembrado, con su parte oriental vinculada a Rusia de una u otra forma, un trozo occidental de la Rutenia subcarpática incorporado a Hungría (escenario que, seguramente, Putin ha transmitido a Orban en la última visita de éste a Moscú), otro a Polonia, y el resto, si queda algo, para un estado ucraniano hostil pero inofensivo, sin acceso al mar y desatado, pero geográficamente aislado, en su irremediable rusofobia. Todo esto ya estaba implícito en 1994 cuando Aleksandr Solzhenitsyn mencionaba las “falsas fronteras leninistas de Ucrania”, injustificables porque “rompen millones de vínculos de familia y amistad”, en su opúsculo “La cuestión rusa en el final del siglo XX”.

En condiciones normales esa mentalidad se habría disuelto con el tiempo, o habría sido patrimonio de sectores radicales políticamente marginales en Moscú, pero la ruptura de 2014 en Kíev con su afirmación de una Ucrania “traidora” a ojos de Moscú y decididamente hostil a Rusia, así como los propios problemas internos de Rusia, la colocaron en el centro del poder moscovita…

Volviendo al director de la CIA, a mediados de enero Burns viajó en secreto a Kíev para exponerle al Presidente Zelenski lo que sabían del inminente ataque ruso, con un avance rápido hacia Kíev desde Bielorrusia. Los rusos iban a ocupar el aeropuerto Antónov de Hostomel, cerca de Kíev, con tropas especiales aerotransportadas, con el fin de utilizarlo para desembarcar allí fuerzas para tomar la capital. También se dio a los ucranianos información sobre los objetivos de la primera ola de misiles rusos para destruir la aviación y la defensa antiaérea ucraniana en los primeras horas. Esos informes permitieron salvar algunos recursos cambiando su emplazamiento, y desbaratar la operación de Hostomel.

Desde el primer momento, la OTAN puso los ojos (información de satélites) y los oídos (interceptación de transmisiones) al ejército ucraniano, con un intenso fluido de información a tiempo real.

“La inteligencia de Estados Unidos ha compartido información detallada desde antes de que comenzara la invasión (…) y ahora está trabajando estrechamente junto con la de otros socios para rechazar la invasión rusa”, explicaba el domingo el Wall Street Journal. La cadena de televisión NBC informó el 26 de abril de que gracias a ello se derribó un avión de transporte ruso repleto de fuerzas especiales en los primeros días de la invasión. A finales de ese mismo mes, The Washington Post reveló que se habían facilitado las coordenadas para hundir con misiles, el 14 de abril, el crucero “Moskvá”, buque insignia de la flota rusa del Mar Negro, hecho que los rusos no atribuyen a un ataque sino a un “accidente” para no perder la cara. The New York Times informó poco después de que la elevada mortandad de altos mandos rusos en la campaña, doce generales en apenas tres meses según el diario, se debía a la información sobre coordenadas de puestos de mandos y horarios en los que se conocía la presencia de altos mandos en ellos.

Todo esto no lo sabíamos el 24 de febrero, llevaba en marcha muchos años y da mayor plausibilidad a los argumentos rusos sobre los motivos de la invasión como “guerra preventiva”.

En su discurso del 9 de mayo con motivo del día de la victoria, Putin repitió los argumentos ya formulados la madrugada del 24 de febrero cuando dijo que un ataque contra Rusia “era solo una cuestión de tiempo”:

En diciembre propusimos firmar un acuerdo sobre garantías de seguridad (…) que tuviera en cuenta los intereses de unos y otros. Todo en vano. (…) Se estaba preparando otra operación punitiva en Donbas, una invasión de nuestras tierras históricas, incluida Crimea. Kiev declaró que podía hacerse con armas nucleares. El bloque de la OTAN llevaba a cabo un activo fortalecimiento militar junto a nuestras fronteras. Se estaba creando una amenaza inadmisible. Teníamos todas las evidencias de que era inevitable un enfrentamiento con los neonazis y banderistas apoyados por Estados Unidos y sus vasallos. Veíamos cómo se incrementaban las infraestructuras militares con centenares de consejeros extranjeros y envíos regulares de armas modernas por parte de países de la OTAN. La amenaza aumentaba con los días. Rusia lanzó un ataque preventivo contra esta agresión. Fue una decisión impuesta, correcta por parte de un país independiente, fuerte y soberano”.

Sea como sea, la “decisión correcta” ha costado la vida o terribles heridas a miles de soldados y civiles, 13 millones de desplazados y la estimación de que una tercera parte de las infraestructuras del país hayan sido destruidas. Eso sin contar con el efecto de las sanciones en Rusia y en la Unión Europea, la sumisión de ésta a la OTAN, el aislamiento internacional de Rusia (únicamente matizado por la posibilidad de desarrollo de un bloque antioccidental en el mundo a medio y largo plazo, incierto consuelo) y los problemas de hambre e inseguridad alimentaria que se anuncian en África y Oriente Medio. Y como gran cuestión, la guerra entre imperios combatientes tomando definitivamente el relevo a la necesaria concertación contra el cambio climático en las prioridades de los gobernantes de las grandes potencias. En resumen: una catástrofe planetaria en toda regla con años, sino décadas, apartados de prioridades y objetivos fundamentales para el conjunto de la humanidad.

A 1 de mayo, el Congreso de Estados Unidos había destinado un total de 13.670 millones de dólares en ayuda a Ucrania en los primeros dos meses. A eso se suman los dineros para armas de Inglaterra y la Unión Europea, así como el desastre y los riesgos, para unos y otros, que se desprenden del demencial objetivo declarado de las sanciones europeas formulado en mayo por la insensata Presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen: “arrasar, paso a paso, la base industrial de Rusia”.

Sobre este panorama, se suceden desde hace meses las declaraciones y reconocimientos por parte de personalidades occidentales sobre la verdadera naturaleza de esta guerra. Preguntado el pasado marzo sobre si en Ucrania Estados Unidos y Rusia se encontraban en una guerra por país interpuesto (proxy war), el ex director de la CIA, León Panetta, respondía en una entrevista televisada: “podemos decirlo o no, pero se trata de eso”.

En su visita a Kiev del 24 de abril, el secretario de defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, un hombre de la industria armamentística, también lo confirmó al explicar a sus interlocutores ucranianos que, “el cometido de nuestra reunión es hablar sobre lo que nos permitirá ganar esta guerra”. El uso de la primera persona del plural despeja toda duda sobre quién está librando tal guerra. Por aquellas mismas fechas, el editorial de The New York Times, explicaba que el objetivo de la guerra “es poner a Rusia de rodillas” y mientras tanto el Congreso ya ha aprobado 40.000 millones de dólares más de ayuda a Ucrania, de ellos 23.000 para ayuda militar. Sumados a los 13.670 millones de la primera fase, la ayuda asciende a 53.000 millones, casi a la par con el presupuesto militar de Rusia. Nunca un país había recibido tanta ayuda de Estados Unidos en los últimos veinte años.

La conclusión de todo esto es evidente: no es solo una guerra atroz e injustificable de Rusia contra Ucrania, es, además y sobre todo, una guerra de la OTAN contra Rusia de momento en territorio de Ucrania y con Ucrania como víctima e instrumento. ¿Por qué “de momento” en territorio de Ucrania?

“En el entorno del Presidente Zelenski se dice que habrá una contraofensiva militar ucraniana a mediados de junio”, capaz de ampliarse a territorio ruso, explica el consejero presidencial Olexij Arestovich, al diario alemán Die Welt. “Para entonces los ucranianos tendrán más armas recibidas del extranjero. Antes es poco probable”, dice.

“La contraofensiva ucraniana necesita sistemas de misiles de alcance medio y largo, artillería de gran calibre y aviación”, explicaba el domingo al Wall Street Journal el General Kyrylo Budanov, el jovencito de 36 años de edad, que dirige la inteligencia militar ucraniana.

En las redes sociales y medios de comunicación, triunfa una estupidez incapaz de medir los riesgos y consecuencias de lo que se propone. En la tele rusa periodistas y analistas energúmenos frivolizan con la capacidad de “eliminar Gran Bretaña” de un solo misil nuclear ruso “Sarmat”. En el campo opuesto, el delirio de los liberal-estalinistas rusos opuestos a Putin, muchos de ellos en el exilio y trabajando para organizaciones atlantistas, no conoce límites al llamar al desmantelamiento de su propio país, incluso al riesgo de una guerra nuclear. Es un nuevo ejemplo del tipo de oposición que los regímenes autocráticos siempre han generado en Rusia.

Regresan con sus nefastos consejos asesores occidentales de la “terapia de choque” de los noventa en Rusia como el fanático incompetente Anders Aslund: “mi humilde consejo a la OTAN sería: 1-Dar cuanto antes el máximo de armas posible a Ucrania, 2-Abrir los puertos del Mar Negro a la navegación 3- Bombardear preventivamente las ciudades rusas más importantes para garantizar que Putin no usará armas químicas o nucleares”, dice.

“Estados Unidos debería mostrar que puede ganar una guerra nuclear”, escribe Seth Cropsy, Presidente del Yorktown Institute en el Wall Street Journal.

Ante este espectáculo hasta el belicista New York Times siente el vértigo de las consecuencias de aquel “poner a Rusia de rodillas” proclamado en su editorial de abril como objetivo de la guerra. Con la vista puesta en la inflación y el desastre demócrata que se anuncia para las elecciones “midterm” de noviembre, el diario constata en su editorial del 19 de mayo, que “el conflicto puede tomar una trayectoria mas imprevisible y de potencial escalada”, se pregunta si eso va “en interés de Estados Unidos”, estima que “una victoria decisiva de Ucrania sobre Rusia en la que se recupera todo el territorio arrebatado por Rusia desde 2014 no es un objetivo realista”, aconseja a Biden que debería “explicarle los límites” a Zelenski, y recuerda finalmente que el adversario, “todavía es una superpotencia nuclear”.

Tres meses después de su inicio, comprendemos mejor el cúmulo de irresponsabilidades multilaterales que han desembocado en esta guerra.

Fuente: Blog de Rafael Poch

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EDITORIAL. Vox es enemigo, pero hay más

 

 

INSURGENTE.ORG / 30 mayo 2022

 

Abascal protegido por la Ertzaintza en Irun, en una de sus habituales provocaciones.

 

Todo indica que en las elecciones regionales andaluzas del próximo 19 de Junio, Vox obtendrá unos más que buenos resultados, con una subida importante de votos y escaños. Al igual que ocurrió en Castilla y León, la extrema derecha concita apoyos en todos los sectores sociales y se encuentra eufórica, tanto, que viene realizando sus actos públicos en la calle, donde ya ni los «grandes partidos» se atreven.

Al día siguiente de las elecciones una preocupación sobre lo ocurrido, inundará tertulias, informaciones y programas, y así hasta la próxima. Se ha decidido que la lucha contra el fascismo se haga de tres maneras: en Facebook, en el Congreso con discursos imaginativos de algunas de sus señorías y en ruedas y Notas de prensa. Toda una afrenta para los cachorros del fascio que se pavonean y ridiculizan al resto al comprobar la inutilidad de sus adversarios, y sabedores que cuando llega el momento, sus aparentes adversarios pro-régimen se alinean con ellos (véase Ucrania).

Si convenimos que el fascismo es el Plan B del capitalismo, al que éste recurre en épocas de crisis, convulsas y confusas, o cuando el movimiento popular toma la iniciativa, estaríamos ante una moneda que tiene un reverso que  ellos han bautizado (y nada más lejos de la realidad) como «democracia». En realidad, la moneda es la misma y se usa una cara u otra según el momento y necesidades, por tanto. el enemigo no es una de las dos caras, sino la moneda misma.

Luchar contra la excresencia de Vox es resolver nada. La pelea es contra el sistema que lo origina, contra la moneda en sus dos caras. De ahí, la necesidad de corregir con urgencia la pancarta, no es «Todos contra Vox», es «Todos contra el capitalismo». Pero nos da que algunos que vociferan contra los voxeros  no se sumarían. Sus sumas van por otras cuentas.

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Europol, alarmada por destino de armas en Ucrania tras conflicto

 

Europol, alarmada por destino de armas en Ucrania tras conflicto

 



Tal como advirtió el sábado la directora ejecutiva de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol), Catherine De Bolle, las armas enviadas por los países occidentales a Ucrania pueden caer en las manos equivocadas, una vez que el conflicto se calme.

 

Al referirse a los acontecimientos que se desencadenaron tras el colapso de Yugoslavia, recordó que hace 30 años, aparecieron grandes cantidades de armas en Europa, lamentando que todavía se utilizan por varios grupos criminales en el continente. “Queremos evitar que se produzca una situación como la de la guerra de los Balcanes hace 30 años”, manifestó la funcionaria.

De igual manera, dio a conocer que la Europol tiene la misión de crear un grupo de trabajo internacional para analizar las posibles vías con las que atajar esta amenaza.

Agregó que el organismo vigila las actividades “encubiertas de salida y entrada de conocidos terroristas y extremistas violentos entre Ucrania y la Unión Europea (UE)”. 

¿Cómo armas occidentales escalan el conflicto?  

La advertencia de De Bolle llegó después de que la UE aprobó la semana pasada otros 500 millones de euros para armar a Ucrania, lo que eleva a 2000 millones la ayuda total del bloque a dicho país.

Mientras que el Kremlin ha dejado claro que considera estas armas occidentales como su blanco legítimo en Ucrania, insiste en que Occidente está poniendo en riesgo su propia seguridad al entregar ingentes suministros bélicos a Ucrania.

Es más, desde Moscú han puesto de relieve que el suministro de armas solo echa más leña al fuego de la guerra y tendrá repercusiones trágicas para la población civil del país.“Dotar a Ucrania de armas occidentales desestabiliza la situación y exacerbaría la crisis humanitaria”, denunció el presidente ruso, Vladímir Putin.

El mercado de armas ilícitas de Ucrania se ha disparado desde el inicio del conflicto (2014) en el país debido a la falta de medidas necesarias para controlar el flujo de armas enviadas a Kiev, según ha informado el diario estadounidense The Washington Post.

FUENTE: hispantv.com

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Descubren en Mariúpol centenares de documentos médicos sobre órganos “sanos” de niños

 

Descubren en Mariúpol centenares de documentos médicos sobre órganos “sanos” de niños

 

DIARIO OCTUBRE / mayo 30, 2022

 

El organismo de investigación ruso estudiará y catalogará estos nuevos materiales en el marco del derecho penal.

Centenares de registros médicos con datos sobre órganos infantiles “sanos” han sido descubiertos en una base del Comité Internacional de la Cruz Roja en Mariúpol, informó el Comité de Investigación de Rusia.

 

Los documentos no hacen mención de posibles enfermedades de los niños, lo que sugiere que esos órganos podían haber sido aptos para trasplantes. Además, los registros incluyen información de los padres de los menores.

Los registros hallados en la ciudad liberada de las fuerzas ucranianas en el curso de la operación militar rusa, se mostraron en un video grabado en dicho centro de la Cruz Roja, publicado el 29 de mayo.

El organismo de investigación ruso estudiará y catalogará estos nuevos materiales en el marco del derecho penal.

Hace unos días, el comité reportó el descubrimiento de una fosa común en territorio anteriormente controlado por las fuerzas ucranianas en Mariúpol.

FUENTE: actualidad.rt.com

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lunes, 30 de mayo de 2022

Carta a Élisée Reclus (1875)

 

Tal día como hoy de 1814 nacía uno de los más grandes revolucionarios del s. XIX: Mijail Bakunin. Anarquista, se definió como partidario convencido de la igualdad económica y social, amante fanático de la libertad y buscador apasionado de la verdad.


Carta a Élisée Reclus (1875)

 

Mijaíl Bakunin

El Viejo Topo

30.05.2022

 


Mijaíl Bakunin
Lugano
A Élisée Reclus
15 de febrero de 1875

Queridísimo amigo. Te agradezco mucho tus buenas palabras. Nunca he dudado de tu amistad, este sentimiento es siempre mutuo, y juzgo la tuya por la mía.

Sí, tienes razón, la revolución se ha metido, de momento, en cama, volvemos a caer en el período de las evoluciones, es decir, en el de las revoluciones subterráneas, invisibles e incluso a menudo insensibles. La evolución que se está produciendo hoy día es muy peligrosa, si no para la humanidad entera, sí al menos para algunas naciones. Es la última encarnación de una clase agotada, que juega su última baza, bajo la protección de la dictadura militar-Mac-Mahon-bonapartista en Francia, y bismarckiana en el resto de Europa.

Estoy de acuerdo contigo en que la hora de la revolución ha pasado, no a causa de los espantosos desastres de los que hemos sido testigos y de las terribles derrotas de las que hemos sido víctimas más o menos culpables,[1] sino porque, para mi gran desesperación, he constatado y constato cada día otra vez, que el pensamiento, la esperanza y la pasión revolucionarios no se encuentran en las masas, y cuando esto ocurre, por mucho que se combata por los flancos, no se hará nada de nada. Admiro la paciencia y la perseverancia heroicas de los hombres del Jura y de los belgas —últimos mohicanos del fuego de la Internacional—, que pese a todas las dificultades, adversidades y a pesar de todos los obstáculos, en medio de la indiferencia general, oponen su frente obstinada al curso totalmente contrario de las cosas, siguiendo tranquilamente con lo que hacían antes de las catástrofes, cuando el movimiento general era ascendente y cuando el menor esfuerzo podía crear una fuerza. Se trata de un trabajo especialmente meritorio porque ellos no podrán recoger los frutos, aunque pueden estar seguros de que su trabajo no se perderá —nada se pierde en este mundo—: las gotas de agua, aun siendo invisibles, logran formar el océano.

Por lo que a mí respecta, querido amigo, me he sentido demasiado viejo, demasiado enfermo, demasiado cansado, y, hay que decirlo, demasiado decepcionado desde muchos puntos de vista, como para sentir deseos y fuerzas para seguir en esta obra. Me he retirado decididamente de la lucha y pasaré el resto de mis días en una contemplación, no ociosa sino, por el contrario, muy activa intelectualmente, y que espero que no deje de producir algo útil.

Una de las pasiones que me dominan en este momento es una inmensa curiosidad. Ahora que he tenido que reconocer que el mal ha triunfado y no puedo impedirlo, me he puesto a estudiar sus evoluciones y cambios con una pasión casi científica, totalmente objetiva.

Qué actores, que escenario. Al fondo y dominando toda la situación europea, el emperador Guillermo y Bismarck, a la cabeza de un gran pueblo lacayo. Frente a ellos, el papa con sus jesuitas, toda la Iglesia católica y romana, rica en millones, dominando una gran parte del mundo por medio de las mujeres, de la ignorancia de las masas, y de la incomparable habilidad de sus innumerables afiliados, que tienen los ojos y las manos por todas partes.

Tercer actor: la civilización francesa encarnada en Mac-Mahon, Dupanloup y Broglie, que están dedicándose a remachar las cadenas de un gran pueblo caído. Después, alrededor de todo este panorama, España, Italia, Austria y Rusia, cada país con sus muecas de turno, y desde lejos Inglaterra, incapaz de decidirse a volver a ser otra cosa, y todavía más lejos la República modelo de los Estados Unidos de América, que ya empieza a coquetear con la dictadura militar.

¡Pobre humanidad!

Es evidente que no podrá salir de esta cloaca sin una inmensa revolución social. Pero, ¿cómo hará esta revolución? Nunca estuvo la reacción europea tan bien armada contra todo movimiento popular. Ha hecho de la represión una nueva ciencia que es sistemáticamente enseñada en las escuelas militares a los tenientes de todos los países. Y, ¿con qué contamos para atacar a esa fortaleza inexpugnable? Las masas desorganizadas. Pero, cómo organizarlas si no tienen siquiera suficiente apasionamiento por su propia salvación, si no saben ni lo que deben querer y si no quieren lo único que puede salvarlas.

Queda la propaganda, tal como hacen los del Jura y los belgas. Es algo, sin duda, pero muy poca cosa, unas gotas de agua en el océano; y si no hubiera otro medio de salvación, la humanidad tendría tiempo para pudrirse diez veces antes de que llegara el momento de poder ser salvada.

Queda otra esperanza: la guerra universal. Estos inmensos Estados militares tienen que destruirse unos a otros, y devorarse unos a otros tarde o temprano. Pero, ¡Qué perspectiva!


[1] Se refiere a la victoria de los ejércitos prusianos en la guerra franco-prusiana, y la derrota del levantamiento de Lyon de septiembre de 1870, de la Comuna de París (marzo-mayo, 1871) y de los levantamientos de España e Italia, seguidos de la victoria de las fuerzas reaccionarias que dominaron la Europa continental. Bakunin opinaba que las fuerzas revolucionarias eran en parte responsables de estos fracasos porque no estaban preparadas ni ideológica ni tácticamente para aprovechar las situaciones revolucionarias favorables. [Dolgoff, Sam, La anarquía según Bakunin, Tusquets, Barcelona, 1983. Trad. Marcelo Covián]

Fuente: Biblioteca Anarquista.

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Zoonosis: la clave detrás de las últimas alertas sanitarias

 

Zoonosis: la clave detrás de las últimas alertas sanitarias

TERCERAINFORMACION / 28.05.2022

  • La viruela del mono es el último episodio de una amenaza emergente: las enfermedades infecciosas que saltan de animales a humanos. Estas representan un problema global de salud pública cada vez más recurrente. La sobrepoblación, una mayor movilidad, la destrucción de ecosistemas y el comercio de especies son algunas de las causas que explican su auge.


Algunos patógenos que portan los animales, como el virus del Ébola, son capaces de infectar a las personas y causar graves enfermedades. / Unsplash / CDC

 

Los humanos llevamos interactuando con los animales desde los orígenes de nuestra especie. Esta relación nos ha traído beneficios, como poder cultivar mejor el campo o alimentarnos de forma saludable, pero también perjuicios como las enfermedades zoonóticas, causadas por gérmenes dañinos que portan los animales y que pueden transmitirse a las personas.

El último capítulo sobre dichas patologías lo protagoniza la viruela del mono, una zoonosis viral endémica en África que desde hace unas semanas acumula 262 casos fuera de dicho continente, 87 de ellos reportados en España.

De acuerdo con un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 75 % de las patologías infecciosas son de origen animal. Estos virus, bacterias, parásitos y hongos ocasionan problemas tanto leves como graves y hasta pueden llegar a provocar la muerte. Además, se propagan mediante el contacto directo o a través de los alimentos, el agua o el medio ambiente.

Ya hay identificadas más de 200 enfermedades zoonóticas, que aumentan y se propagan más y más rápido. Afortunadamente, algunas de ellas se pueden prevenir en su totalidad mediante métodos como la vacunación.

Érase una vez… las zoonosis

A lo largo de la historia, estas patologías infecciosas han influido en el ser humano y todo parece indicar que lo seguirán haciendo a escala planetaria. Las primeras civilizaciones de Oriente Medio, como Egipto y Mesopotamia, ya documentaban la existencia de la rabia. Esta antiquísima enfermedad zoonótica es causada por un virus de la familia Rhabdoviridae y se propaga a través de mordeduras o arañazos por un animal infectado.

La forma más eficaz de combatirla es la vacunación de los perros domésticos, ya que son los principales responsables de su propagación. En la actualidad, la rabia se concentra en poblaciones pobres y vulnerables de Asia y África.

Mucho más letal fue la peste negra, que causó la muerte a 50 millones de personas y generó gran alarma entre la población del siglo XIV. La causante de esta conocida masacre fue la bacteria Yersinia pestis, que habita en pequeños mamíferos y en las pulgas que los parasitan.

Su rápida propagación vino motivada por el contacto frecuente con ratas y pulgas y las precarias condiciones de vida que se daban en la Edad Media. Hoy, la peste sigue afectando a casi 3.000 personas en todo el mundo y se considera endémica en varios países como Madagascar, República Democrática del Congo y Perú.

En 1986, se detectaron los primeros casos de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) en Reino Unido. La ‘enfermedad de las vacas locas’ consiste en la acumulación de la proteína prion en el tejido nervioso y se transmite consumiendo carne contaminada.

Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), el riesgo de infección se da cuando el alimento está contaminado por material orgánico derivado de otros herbívoros. Tras obtener datos concluyentes e identificar las causas de la EEB, se dejó de alimentar a las vacas con el pienso que originó este episodio zoonótico.

A punto de entrar en el nuevo milenio, en 1997, conocimos la gripe aviar. Esta nueva patología de origen animal es provocada por subtipos del virus Influenza A que afectan a las aves, aunque algunas de sus cepas pueden infectar puntualmente a los humanos y otros mamíferos.

De 2004 a 2006 el virus se propagó entre las aves de corral de Asia a Europa y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de que la gripe aviar tenía potencial para convertirse en una pandemia. Si bien todavía no hay una mutación del virus que facilite la transmisión entre las personas, siguen apareciendo noticias de contagios en humanos a través de cepas nuevas.

Desde finales de 2019, la humanidad convive con un nuevo virus, el SARS-CoV-2, que ha supuesto la primera gran pandemia del siglo XXI. Más de dos años después del primer brote, se sigue investigando qué animal fue el responsable de que este virus saltase a humanos y si hubo un transmisor intermedio. ¿El principal sospechoso hasta ahora? El murciélago.

A esto hay que sumarle, en 2022, el brote del virus de la viruela del mono (monkeypox). Aunque no es la primera vez que sale de África, ahora ha llegado a varios países de Europa. Afecta a la población general y se transmite en cualquier contexto que implique un contacto estrecho, no necesariamente por vía sexual. Ya se ha logrado la secuenciación completa.
cuadro sobre la peste negra

¿A qué se debe la proliferación de estas enfermedades?

Las enfermedades zoonóticas no son fruto de la casualidad, sino que detrás de su proliferación coinciden numerosos factores, que influyen tanto en los agentes patógenos (gérmenes) como en sus huéspedes (humanos y animales).

Los cambios o mutaciones que sufren ambos para adaptarse al entorno se conocen como factores biológicos. En general, cuanto más simple es un organismo, más rápidamente cambia, dando lugar a diversas variantes de una misma especie. Algo que estamos viendo de cerca con el SARS-CoV-2.

Los factores físicos, como el clima o la meteorología, determinan la supervivencia (o multiplicación, si la posee) del patógeno fuera del hospedador original. Es decir, que estos elementos brindan a virus, bacterias, parásitos y hongos diversas oportunidades para que puedan transmitirse a otras especies.

La alteración en los ecosistemas se incluye dentro de los factores ecológicos, entre los que también figuran la deforestación, los desastres naturales o la agricultura intensiva. Elisa Pérez, viróloga veterinaria en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (INIA-CSIC), explica que “la pérdida de biodiversidad afecta gravemente al equilibrio de los ecosistemas. Los sistemas depredador-presa se ven alterados, algunas especies sufren la falta de alimentos y refugio, etc. Todo ello debilita el sistema inmunitario de los animales y aumenta el riesgo de que aparezcan nuevos virus o variantes”.

El experto en estudios ecoepidemiológicos y profesor de la Universitat de Barcelona (UB), Jordi Serra, añade: “Nos hemos dedicado principalmente a combatir la pérdida de biodiversidad más visible e inmediata como los incendios o la deforestación. El problema es que nos olvidamos de que las dinámicas entre microorganismos también cambian. Estas alteraciones no son inmediatas y son más difíciles de percibir, pero también poseen un papel importante en los episodios de zoonosis”.

Este fenómeno se ha agravado con los viajes en avión, permitiendo que agentes infecciosos puedan llegar a cualquier parte del mundo en 24 horas. Ha sido el caso de virus como el ébola o el del Nilo Occidental.

Ricard Parés, presidente del Consell del Col·legi Oficial de Veterinaris de Barcelona (CCVC), lo ilustra con la situación en Ucrania: “Allí todavía hay animales salvajes con rabia que pueden transmitirla. Una vez que se les ha proporcionado ayuda humanitaria a estas personas, que es lo primordial, hay que ver si traen mascotas con ellos. Estas podrían reintroducir enfermedades ya controladas en territorios donde no es obligatoria la vacunación”.

Por otro lado, la explotación intensiva, sea agrícola, ganadera o piscícola, también es otro elemento a tener en cuenta. En el mundo actual se explotan tanto animales locales como especies nuevas o exóticas. En ese sentido, destacan los mercados húmedos, caldos de cultivo idóneos para que surjan patologías como la gripe aviar y la covid-19.
bosque con troncos cortados

¿Habría entonces que identificar y vigilar una serie de animales potencialmente peligrosos para nuestra salud? “Sería un error –comenta Parés–, ya que estas situaciones son imprevisibles. A escala doméstica se está abriendo el abanico de lo que se considera una mascota. Los cerdos vietnamitas o reptiles como iguanas o tortugas son un buen ejemplo. Por otro lado, en el mundo salvaje también hay más interacción a través de actividades turísticas, como los safaris en África. No hay que generar alarma, simplemente son factores que hay que tener en cuenta”.

El comercio alrededor de los animales exóticos, ya sea legal o ilegal, influye también en los episodios de zoonosis. Al trasladarlos a lugares diferentes de su hábitat, a menudo a miles de kilómetros, las enfermedades infecciosas que podrían padecer viajan con ellos.

Es lo que ocurrió en 2003 con el primer brote de viruela del mono que se registró fuera de África, en EE UU. Las personas que contrajeron la infección fueron contagiadas por sus mascotas, unos perritos de las praderas. Estos roedores, en la tienda de animales, estuvieron en contacto con unos mamíferos procedentes de Ghana, que les transmitieron el virus.
One Health: la salud depende de todo y de todos

Dada la gran cantidad de factores que influyen en la aparición y propagación de las zoonosis, no resulta extraño que los intentos por proteger nuestra salud sean cada vez más multidisciplinarios y colaborativos. En ese sentido, en los últimos años ha cobrado fuerza el concepto One Health, que reconoce que la salud de las personas está estrechamente relacionada con la de animales, plantas y medio ambiente. Es necesario que los profesionales de estas y otras áreas se comuniquen y colaboren para afrontar nuevas amenazas.

Adelaida Sarukhan, redactora científica sobre virus emergentes en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), explica que la salud debe concebirse a escala global, y no solo desde el global north (norte global, en español) como hasta ahora.

“Para construir una salud global hay que colaborar para generar y compartir datos de calidad. Es esencial que se dediquen los recursos adecuados para ayudar a los países de renta media y baja a producir y analizar estos datos. La otra piedra angular –prosigue Sarukhan– es fortalecer los sistemas de salud, sobre todo primarios. La pandemia nos demostró cómo un problema de salud en un rincón del planeta es un problema comunitario”.

La clave: la vigilancia

El trabajo conjunto puede ayudar a predecir el riesgo de infección humana. Sarukhan comenta que la acción más importante para identificar un brote zoonótico y evitar epidemias o pandemias es la vigilancia.

“Se piensa que hay unos 300.000 virus desconocidos, solo en mamíferos, susceptibles de saltar al humano. Identificarlos e investigarlos puede costar entre mil y cinco mil millones de dólares, que no es nada comparado con el coste humano, social y económico de una pandemia”, añade.

“Los ciudadanos podemos ayudar con cosas muy simples: no dando comida a animales silvestres, como los jabalíes, que pueden ser portadores de la hepatitis E.; o evitando dejar basura fuera de los contenedores, ya que eso les atrae. Para impedir la proliferación de mosquitos, que pueden ser transmisores, debemos procurar no tener recipientes con agua en casa. Y, por último pero no menos importante, lavarse las manos”, sostiene Jordi Serra, investigador de IRBio.

Cuando las poblaciones humanas crecen y se expanden, las personas aumentan su contacto con animales y enfermedades nuevas. “Necesitamos ciudadanos informados y conscientes de que sus acciones diarias tienen un impacto sobre la naturaleza y la salud”, concluye Elisa Pérez.

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