miércoles, 11 de septiembre de 2019

El mejor discurso de Salvador Allende. CREO RECORDAR QUE SALVADOR ALLENDE, MARXISTA, POR CIERTO, GANÓ LAS ELECCIONES DEMOCRÁTICAMENTE, Y QUE FUE ASESINADO POR LA MISMA "COMUNIDAD INTERNACIONAL" QUE SOMETIÓ A CHILE A UNA DICTADURA, DE ESTAS DE ASESINAR PARA QUE LOS CAPITALES SEAN RENTABLES, NADA DE TONTADAS DE ESTAS DE LA DICTADURA DEL PROLETARIADO QUE NO SE HA DADO EN NINGÚN SITIO, NI SIQUIERA EN LA COMUNA DE PARIS QUE FUE LA PRIMERA REVOLUCIÓN DEL PUEBLO Y PARA EL PUEBL, SIN NINGUNA NECESIDAD DE LIDERES FABRICADOS COMO CHURROS.. CONCLUSIÓN, LA POBRESA, LA MISERIA Y LA INJUSTICIA DE LATINOAMÉRICA, LA TENEMOS MADURO Y YO QUE DE CUANDO EN CUANDO NOS PONEMOS A JUGAR A LAS CANICAS, Y ZAMORA DE PORTERO, A QUE SÍ?

ECOLOGIA DEL AGUA ECOLOGICA CONTAMINADA ECOLOGICAMENTE POR LA ECOENERGIA ATÓMICA, ECOLOGICAMENTE HABLANDO. AHORA BIEN, HABLANDO EN SERIO, ¿ESTO NO ES CONSECUENCIA DEL MODO DE PRODUCCIÓN CAPITALISTA? POR CONSIGUIENTE, DIOS MEDIANTE, PABLO IGLESIAS Y EL PAJARITO PINZÓN TIENEN LA CULPA, A QUE SI?

Verter aguas radioactivas de Fukushima al océano es la única opción para el ministro japonés de Medioambiente.

Los tanques que almacenan más de un millón de toneladas de agua contaminada por radioactividad alcanzarán su capacidad máxima en el año 2022, prevé la empresa dueña de la planta nuclear.


Tanques de almacenamiento de agua radiactiva en la ciudad de Okuma, Japón. | Issei Kato / Reuters
 
Yoshiaki Harada, ministro de Medioambiente de Japón, cree que la única opción para deshacerse del agua contaminada por radiactividad del reactor nuclear de Fukushima es verterla al océano.

Tras el terremoto y posterior tsunami que azotara las costas japonesas en marzo de 2011, la planta de energía nuclear Fukushima Daiichi ha acumulado más de un millón de toneladas de agua radioactiva utilizada para enfriar los reactores dañados.

De acuerdo a Tokyo Electric Power (Tepco), compañía propietaria de la planta nuclear, los casi mil tanques utilizados para almacenar el agua contaminada con elementos radioactivos alcanzarán su capacidad máxima para el verano de 2022.

A pesar de los esfuerzos realizados por Tepco para eliminar la mayoría de los radionucléidos del agua, hasta el momento no existe la tecnología necesaria para eliminar el tritio, un isótopo radioactivo del hidrógeno. Este elemento  no se considera peligroso para el ser humano por debajo de ciertos niveles, por lo que ciertas plantas nucleares costeras descargan agua con tritio al océano con regularidad.

«La única opción será drenarlo en el mar y diluirlo», dijo Yoshiaki Harada en una rueda de prensa en Tokio el martes. «Todo el Gobierno discutirá esto, pero me gustaría ofrecer mi simple opinión». Hasta el momento no se ha decidido cómo deshacerse del agua radioactiva y se sigue a la espera de un informe de un panel de expertos.

Un estudio conducido por la Sociedad de Energía Atómica de Japón, en el que se analiza el desmantelamiento de la central nuclear, indica que podría tomar 17 años descargar el agua tratada una vez que haya sido diluida para reducir las sustancias radioactivas a niveles que cumplan con las normativas de seguridad.

La propuesta de verter las aguas contaminadas al océano Pacífico no solo preocupa a los pescadores locales, quienes se oponen a la medida. Del mismo modo, el Gobierno surcoreano ha expresado sus inquietudes ante el impacto que esta acción pueda tener sobre sus productos marinos.

La situación es tal que en agosto un alto funcionario de la embajada japonesa en Seúl fue convocado para dar explicaciones sobre cómo abordará el Gobierno nipón el problema de las aguas residuales de Fukushima Daiichi.

Cabe recordar que las relaciones entre ambas naciones asiáticas no han sido las mejores desde que Corea del Sur exigiera a empresas japonesas el pago de compensaciones por los coreanos obligados a trabajar en sus fábricas durante la Segunda Guerra Mundial.

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NI IU NI PODEMOS DEBERIAN PRINGARSE EN LA COMPLICIDAD DE LA APLICACIÓN DEL ARTICULO 135 MODIFICADO POR EL PSOE Y TODA LA DERECHA. DEBERIA DEJAR QUE COOGOBERNARA EL PSOE EN COALICIÓN CON EL BANCO DE SANTANDER, Y LAS FUERZAS Y EL INGENIO DEDICARLOS A LOGRAR QUE LOS TRABAJADORES TENGAMOS LA SUFICIENTE FUERZA SOCIAL Y CAPACIDAD, PARA DECIRLES QUE AQUÍ YA NO SE ROBA MÁS, Y QUE LO ROBADO HAY QUE DEVOLVERLO.


La cuadratura del círculo o cómo estabilizar el régimen

Tercerainformación
10/09/2019



A la espera de la sentencia sobre el procés catalán y sus dirigentes, el PSOE se muestra incapaz de formar gobierno y menos un gobierno estable que capee el temporal catalán, cuando por el otro lado la banca acreedora y la Comisión Europea ya le presionan para que se sigan aplicando los recortes que exige el pago de la deuda. El Ibex y el régimen no aceptan un gobierno con Podemos, y el PSOE acata, pero precisa su voto afirmativo. El único argumento de Sánchez para obtenerlo, es amenazar con nuevas elecciones con encuestas desfavorables para la formación morada.

Y la otra variante, un Gobierno PSOE con Ciudadanos, que es la demanda del Ibex y la Comisión Europea, sólo parece posible si se tensiona más la situación con la respuesta en Catalunya a la sentencia, que justificaría tanto para Sánchez como para Rivera un gobierno de salvaguarda de la unidad de España con un nuevo 155 bajo el brazo, listo para ser aplicado. Pero ahí los tiempos son esenciales. La fecha límite para la formación de Gobierno o automática convocatoria de elecciones es el 23 de septiembre, y no se espera que la sentencia salga antes. Además, si se convocaran elecciones, ¿cómo determinaría la sentencia la campaña en unas elecciones para el 10 de noviembre? En Catalunya, con las movilizaciones que provocará muy probablemente conlleve un aumento del voto independentista. Pero es difícil prever cómo afectaría en el resto del estado. Quizás esta incertidumbre crearía las condiciones para un Gobierno PSOE y Ciudadanos o incluso con cierto apoyo del PP, pero el tránsito hacia esa situación está lleno de peligros para la estabilidad del régimen.

Y si acabamos en unas nuevas elecciones, tampoco cambiarían substancialmente el panorama y la correlación de fuerzas. Desde Unidas-Podemos se teme la convocatoria, vista la crisis que atraviesa y su caída en las encuestas. Argumentan que pueda terminar ganando la derecha, pero esto será si debido al desencanto permanente de la clase trabajadora, una parte significativa de ésta deja de votar, y esto tiene que ver con la política que hace la supuesta izquierda, empezando por Sánchez, a quien sus bases le gritaban «con Rivera no» para exigirle un giro a izquierda, y más aún por el rechazo a la política de mendigar sillones que hace Podemos.

El centro del problema político está en la construcción de una alternativa de izquierdas. Y sin ella, no hay política buena ni será evitable que termine por ganar la derecha -si no ahora, en unos años- porque lo que hay que esperar de esta izquierda institucional son traiciones y estafa a su base electoral a favor de los grandes poderes, lo que llevará a los y las trabajadores y los sectores populares a cansarse y dejar de votarles.

Pero cuidado, esto no es un péndulo con movimiento perpetuo, porque la situación social de la clase obrera y la pequeña burguesía está agravándose, lejos de los anuncios oficiales de que la crisis se ha acabado, y con ella su desesperación por encontrar una salida. Sigue aumentando la pobreza, que engulle ya a miles de trabajadores/as precarias, no paran los desahucios, mientras los sistemas sociales de protección, la sanidad y la enseñanza siguen sufriendo recortes. De esa desesperación a la que no da salida la supuesta izquierda política y sindical, surgen los Salvinis y Bolsonaros, que arrastran a las clases medias empobrecidas y hasta sectores desesperados de clase obrera. Por eso es tan urgente construir una alternativa a la izquierda por la doble ruptura con el régimen y con el capitalismo.

Para levantar ese frente no necesitamos unas elecciones, hemos estado batallando por él en relación a las tareas urgentes que precisa la clase obrera y los pueblos. Pero, lamentablemente, la mayor parte de fuerzas políticas activan acuerdos cuando suenan las sirenas electorales. De hecho, el frente que necesitamos articular debe ser más amplio, no solo un acuerdo electoral, y con las organizaciones políticas y sindicales, y los movimientos que desde la izquierda marchamos juntos/as por las calles de Madrid el 16 de marzo. El acuerdo de frente electoral sería sólo una expresión política de ese frente de resistencia. Cuando hablamos de izquierda de PSOE/Podemos-IU estamos hablando de la CUP-CC en Catalunya, de la dirección actual del SAT en Andalucía, de Sortu que hoy aparece disuelto en Bildu, de Izquierda Castellana, Anticapitalistas y otras fuerzas de la izquierda revolucionaria. Este frente, tomando como referencia la candidatura a las europeas de 2009 de Iniciativa Internacionalista, sería un paso importante para coordinar la lucha obrera y por las libertades de los pueblos en todo el estado.

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COLOMBIA Y VENEZUELA ¿SE LIARÁN A PEDRADAS SI INTERVIENE EN EL ASUNTO EL CHULILLO DEL BARRIO QUE TIENE LA VICEPRESIDENTA DEL GOBIERNO COLOMBIANO, QUE INCAPAZ DE ARREGLAR LOS PROBLEMAS PROPIOS, LA QUIERE LÍAR EN VENEZUELA POR MANDATO, AHORA, DE TRAN, TREN, TRIN, TRON O TRUM?



Colombia-Venezuela, ¿tan sólo tambores de guerra?

Rebelión

Estrategia.la
11.09.2019



Los analistas venezolanos, colombianos e internacionales coinciden en que ven como muy remota la posibilidad de un enfrentamiento militar entre Colombia y Venezuela, aunque el tono guerrero de algunos altos funcionarios colombianos y el reciente anuncio de Nicolás Maduro de desplegar un sistema de misiles antiaéreos y ordenar ejercicios militares en la frontera, dan lugar a temer por la paz regional.

Las amenazas de guerra no son nuevas en la historia de ambos países, surgidos de la misma raíz de la Gran Colombia. Muchas veces sirvieron para distraer la atención de los problemas internos.

Por un lado sirve para invisibilizar las conversaciones entre gobierno y oposición venezolanos que adelantan con auspicio noruego y por el otro, ocultar el juicio que se le sigue al expresidente colombiano Álvaro Uribe, en momentos en que se larga la campaña electoral para gobernadores y alcaldes,

Funcionarios colombianos tienden a desestimar las capacidades militares de las Fuerzas Armadas Bolivarianas (venezolanas) –sus equipos y armamentos no han recibido mantenimiento ni se adaptan a una confrontación con su vecino del sur y oeste, dicen- y agregan una especulación con tufo a fakenew a la ecuación explosiva: la supuesta alianza de disidencias y guerrillas colombianas con el gobierno de Caracas.

A principios de semana, denunciando una «escalada guerrerista» desde el país vecino, Maduro volvió a elevar el tono contra el gobierno del ultraderechista Iván Duque, a quien suele acusar de estar detrás de planes de Estados Unidos para derrocarlo, asesinarlo o desencadenar hechos de violencia en Venezuela.

«En los últimos tres meses se ha intentado desde la inteligencia del gobierno colombiano, captar suboficiales y oficiales venezolanos para afectar el sistema de radares, el sistema de defensa aérea y sus aviones, el sistema defensa antiaérea y el sistema misilístico venezolano», indicó Maduro en una cadena de radio y televisión.

“Colombia no será jamás un país agresor, y si llegáramos a ser agredidos, que Dios quiera que esa hipótesis jamás se produzca, pues sabemos que también tendríamos no solamente nuestra capacidad de defensa sino la reacción de nuestros aliados en la comunidad internacional”, afirmó la vicepresidenta colombiana Marta Lucía Ramírez.

El Gobierno colombiano, reveló Ramírez, busca activar todos los mecanismos a nivel hemisférico para evitar cualquier tipo de agresión armada. “Colombia está activando todos los instrumentos que existen en la región para evitar cualquier tipo de acción militar y cualquier tipo de provocación”, apuntó.

Juan Guaidó, el autoproclamado presidente interino de Venezuela, que cuenta con el apoyo de Estados Unidos, calificó como una “distracción” las acusaciones de Nicolás Maduro sobre Colombia. “La clásica estrategia del enemigo externo, el enemigo interno, el enemigo anterior, antes le echaban la culpa a la Cuarta República, a los bachaqueros, a la guerra económica, ahora la culpa es de un país hermano”, dijo Guaidó, quien reiteró que trabajará de la “mano con el gobierno colombiano” para dar con el paradero de los disidentes de la Farc.

Este último pico de tensión –que trasciende la guerra de micrófonos que tiene varias décadas- comenzó a finales de agosto cuando Duque acusó sin prueba alguna al gobierno venezolano de dar «albergue» y «apoyo» a un grupo disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) que, liderado por Iván Márquez, anunció su rearme.

En respuesta, Maduro decretó una alerta en la frontera común de 2.200 kilómetros y convocó ejercicios castrenses en esa zona entre el 10 y el 28 de septiembre, y el despliegue de un sistema de misiles terrestres y antiaéreos. Asimismo, acusó a Colombia de estar armando y entrenando paramilitares para llevar a cabo en Venezuela atentados contra altos personajes de su entorno.

Duque, acosado por una grave crisis económica, ética y social, bajó el tono y descartó una intervención militar en Venezuela asegurando que «Colombia no agrede a nadie».

‘Guerra’ fue una de las palabras que más se repitió en los medios hegemónicos de comunicación colombiana esta semana, mientras la paz y la esperanza continúan siendo reiterativas en los discursos del pueblo. Las organizaciones sociales, sectores y comunidades no han dejado de preguntarse por la construcción de la paz en los territorios.

Han pasado casi tres años desde que las Farc-EP y el gobierno firmaron en La Habana el Acuerdo de Paz, pero la realidad diaria en las regiones y las ciudades es preocupante: miltarización, persecusión, estigmatización, y hostigamiento continuo; el asesinato sistemático de líderes sociales, la incursión de proyectos extractivistas que atentan contra la naturaleza y las comunidades, el incremento del índice de desempleo; el desplazamiento, tanto al interior del país como hacia el exterior.

Alberto Castilla, senador colombiano de la bancada alternativa, señaló que la diferencia entre la paz que plantea la burguesía y la que planean las comunidades es de carácter estructural; para éstas la paz no se limita a la entrega de las armas o a los Acuerdos logrados con las insurgencias.

“Está bien que haya una negociación del conflicto armado, pero no dejar reducido el concepto de paz a esa situación, sino generar todo lo que signifique mejores condiciones para la población colombiana y ahí si podríamos tener el concepto de paz”, aseguró Castilla. Todo ello, junto al incumplimiento del Acuerdo de Paz, son algunos de los elementos que evidencian que el silencio de los fusiles no es equivalente a la paz.

Las especulaciones guerreristas
La revista colombiana Semana, especuló que Maduro estaría instrumentalizando a estos grupos insurgentes para desestabilizar al gobierno colombiano y estos estarían suministrando información de inteligencia sobre posibles blancos, en especial estructuras energéticas y de seguridad colombianos.


La revista afirmó, en base a supuestos documentos secretos de inteligencia, que el gobierno venezolano tiene las coordenadas y la descripción de decenas de edificios claves para Colombia, incluyendo sedes gubernamentales, militares e infraestructura civil. En los documentos -titulados “Zamora” y “Centauro negro”-, las fuerzas militares del venezolanas diseñaban un plan de defensa ante una supuesta invasión imperialista de Estados Unidos desde Colombia, dice Semana.

Rubén Sánchez, profesor de ciencias políticas y gobierno de la colombiana Universidad del Rosario, descarta completamente ese escenario “porque el problema que tiene Maduro es interno, con su país, su población, la oposición. Además tiene unos aliados que no le pueden ayudar: Rusia está lejos y a China no le interesa. Viendo las condiciones objetivas sería una estupidez”, dijo al diario bogotano El Tiempo.

La analista venezolana Collete Capriles disiente con los colombianos y alerta que el ejército venezolano tiene gran poder de fuego: “ Es muy “respetable” militarmente, como lo reconoció el jefe del Comando Sur hace unas semanas”, dijo, tras reseñar que las declaraciones de ambas partes han ido más bien en la dirección de bajar la tensión.

Capriles también analiza el lado colombiano, dentro de la polarización política que vive el país: estos tambores de guerra “benefician a quienes no quieren una solución negociada a la crisis venezolana. Al menos son esos grupos lo que con más alegría abrazan la hipótesis bélica».

Desde la oposición antichavista se señala que Maduro no tiene cómo sostener una guerra porque no tiene logística, no tiene recursos financieros, y su población está carente de lo más elemental, sobre todo en la frontera. “Todo esto forma parte de la típica reacción chavista de ‘huir hacia adelante’ para hacer creer que están dispuestos a todo, pero en el fondo están pidiendo a Dios que no los tomen en serio”, apuntó Luis Salamanca, docente de la Universidad Central de Venezuela.

Por su parte, el dirigente chavista Pedro Carreño señaló que “Colombia, cual Caín de América, queriendo matar a sus hermanos, se ha prestado para constituirse en un portaaviones de Estados Unidos, de manera tal que desde allí se avance en ataques directos hacia Venezuela”. “Hay que aclarar que aquí hay un plan perverso, criminal y macabro para satanizar, estigmatizar y criminalizar al pueblo y al gobierno de manera tal de generar visiones subjetivas para una escalada de agresiones que termine con el control total de nuestro territorio”, agregó.

La prensa bogotana especula sobre un apoyo ruso al gobierno de Caracas y señala que la guerra híbrida no necesariamente emplea aviones de combate polivalente Sukhoi SU-30 o tanques pesados T-72, sino que se vale de nuevas formas de tecnología y de patrones de relacionamiento sociales, actuando en los espacios radioeléctrico y digital, buscando aliados en el país objetivo, y explotando sus contradicciones y conflictos sociopolíticos.

Mientras, embajadores de la Unión Europea instaron al gobierno de Nicolás Maduro y al jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, a que regresen al diálogo impulsado por Noruega para poner fin a la profunda crisis que encara Venezuela. Tras un encuentro del cuerpo diplomático con Guaidó, el embajador de Francia en Caracas, Romain Nadal, señaló que «hay que negociar, discutir y reanudar el proceso de Oslo, de la mediación de Noruega».

¿Serán tan sólo tambores de guerra haciendo ruido para invisibilizar la realidad? En eso, los medios hegemónicos colombianos y las agencias noticiosas internacionales que difunden estas especies, tienen un largo historial de azuzar conflictos en su prédica de terrorismo mediático.

Álvaro Verzi Rangel es Sociólogo venezolano, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

Fuente: http://estrategia.la/2019/09/10/colombia-venezuela-tan-solo-tambores-de-guerra/

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