lunes, 1 de agosto de 2022

Ucrania ha entrado en quiebra. [Gracias a la guerra de USA contra Rusia en suelo ucraniano no solo los trabajadores ucranianos vivirán peor, sino todos los trabajadores de todo el mundo. Esta guerra tiene su origen más inmediato en el tiempo en la crisis de 2008, fecha en que el capitalismo pone en evidencia que a partir de esa fecha es materialmente imposible su existencia como modo de producción dominante. A partir de esa fecha, como algunos ya hemos anunciado en reiteradas ocasiones, cierto que de pasada, y sin haber inventado nada, que el invento este de la extinción del modo de producción capitalista ya lo inventó Marx a mediados del siglo XIX. Mientras más tarde el capitalismo en desaparecer como modo de producción dominante más penalidades, sufrimiento y miserias para los trabajadores (los que votan al PP, PSOE, VOX y a cualquier otro partido que no proponga claramente la sustitución del capitalismo por el socialismo también). Razón: a partir de 2008 el capitalismo ya no es capaz de hacer rentables en la medida que lo necesitan los capitales invertidos (un pequeño empresario o un fontanero por mucho dinero que gane rompiéndose los cuernos trabajando en sí mismos no son capitalistas. Tendrán mentalidad de capitalistas, se mostraran partidarios convencidos del capitalismo, pero no son capitalistas), y como no es capaz de obtener los benéficos que necesita con su actividad productiva normal tiene que echar mano del saqueo directo de los bienes públicos a través del ciento y la madre de formas, que es lo que viene pasando desde 2008 y es lo que pretenden seguir haciendo cada vez más descarnadamente. Mientras más tardemos los trabajadores en ver esto peor y un poquito peor cada vez más para nosotros, los trabajadores.]

 

Ucrania ha entrado en quiebra

 

DIARIO OCTUBRE / agosto 1, 2022

 

Durante décadas, en sus documentos los oportunistas han tratado de sustituir el capitalismo por el neoliberalismo, caracterizado por una supuesta suplantación de los Estados por los mercados.

La evolución del mundo real ha demostrado muchas veces que esas doctrinas son falsas y la Guerra de Ucrania les ha dado la puntilla. Por ejemplo, Ucrania es un país en quiebra y los acreedores que han prestado dinero no van a cobrar nunca sus préstamos.

 

El viernes la agencia S&P rebajó la calificación de la deuda de Ucrania y en un comunicado dijo que esperaba un impago “casi seguro”. Pero eso es lo que dictan los mercados; los Estados que sostienen a Ucrania dicen algo muy distinto, y esto último es lo que prevalecerá.

Los que han prestado dinero a Ucrania no han sido los bancos sino los Estados más fuertes, que son un tipo de acreedores muy singulares, ya que no quieren cobrar el dinero que se les debe. Son préstamos “a fondo perdido”, como el dinero que le dejas a un amiguete sabiendo que nunca te lo va a devolver.

Las grandes potencias (Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia y Reino Unido) ni siquiera pueden aceptar que la quiebra de Ucrania sea noticia en los medios de comunicación del mundo entero. Deberían explicar a sus contribuyentes por qué dilapidan inútilmente su dinero.

Por eso el 20 de julio los países acreedores acordaron que Ucrania aplazara el pago de los intereses de su deuda, e instaron a los demás a seguir su ejemplo. El acuerdo suspende los pagos de la deuda ucraniana “al menos hasta finales de 2023, con la posibilidad de un año más”.

El Banco Mundial predice que el PIB de Ucrania caerá un 45 por cien este año. No tiene ninguna posibilidad de devolver ni un céntimo del dinero que ha recibido.

Según S&P, Ucrania podría “reestructurar su deuda”, lo cual disimularía la verdadera situación de quiebra y ayudaría un poco a mantener una imagen ficticia de país para consumo de los medios de comunicación internacionales.

FUENTE: mpr21.info

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Iberdrola: detrás de la fortuna, el crimen. [Gloria, honra, memoria (y todas las laureadas del mundo) y agradecimiento por siempre a todos los trabajadores (héroes nacionales por antonomasia) caídos por la Patria y para grandeza de esta en la necesaria e imprescindible guerra laboral que realizan todos los días (incluidos los días de fiesta) para el servicio social y bienestar público (que por cierto, son los trabajadores, sus creadores, los que menos disfrutan de mismo)]

 

50 años de la tragedia en la presa de Cedillo


Iberdrola: detrás de la fortuna, el crimen

 

Por Manuel Cañada

Rebelion / España

 | 01/08/2022 | 

 

Fuentes: Rebelión


No hay riqueza inocente, afirmaba Rafael Chirbes. Detrás de la fortuna siempre está el crimen, le gustaba decir, recordando la expresión de Balzac. Iberdrola es un ejemplo palmario de esa sentencia, una muestra de la cruda sabiduría que encierra.

Se cumplen estos días 50 años de uno de los accidentes laborales ocurridos en la presa de Cedillo. El 31 de julio de 1972 perecían allí once obreros, cuando se afanaban en la construcción del aliviadero. Otros siete trabajadores habían fallecido en enero de 1969. Y dos más morirían, atrapados en una hormigonera, en agosto de 1975. Veinte vidas. Veinte vidas sacrificadas en los altares del oligopolio energético, veinte nombres más borrados de la historia.

Pero empecemos por el principio. Fue en 1946 cuando llegó a Cedillo la primera noticia oficial sobre el propósito de construir una presa para la producción de energía. Lo recoge en uno de sus libros Manuel Sánchez González, minucioso cronista de la localidad que trabajó durante algunos años en la central eléctrica. La Jefatura Superior de Aguas del Tajo establecía un mes para posibles alegaciones al aprovechamiento hidráulico. Pero para entonces ya se había producido el gran reparto del mercado eléctrico en el suroeste de España: el río Guadiana sería para la Compañía Sevillana de Electricidad y con el río Tajo se quedaría Hidroeléctrica Española, la empresa de la que nacería décadas más tarde la actual Iberdrola. Eran los vencedores de la guerra civil y había llegado el momento de repartirse el botín. “Entre 1942 y 1943 Hidrola consiguió tener bajo su dominio la práctica totalidad de los aprovechamientos del Tajo y sus afluentes”. Son los historiadores Sergio Riesco y Juan Carlos López, en un reciente estudio, quienes dan cuenta de cómo se incuba y remata el oligopolio eléctrico en Extremadura durante el franquismo1.

Durante una década se desarrollará una pugna sorda entre la oligarquía eléctrica y otros sectores del régimen, más partidarios de la nacionalización de la producción. Pero serán los primeros quienes se lleven el gato al agua y el pulso se resolverá con la consolidación de una maciza plutocracia, en la que las eléctricas y la banca en alianza, jugarán un papel central desde entonces hasta nuestros días. El Tajo, el secreto objeto de deseo del lobby eléctrico vinculado al Banco de Vizcaya, pasará a ser el cortijo de Hidroeléctrica. En 30 años, como señalan M ª Ángeles Fernández y Jairo Marcos, la ribera del Tajo dejará de ser un río para convertirse en “una sucesión de embalses hidráulicos”: Valdecañas (1964), Valdeobispo (1966), Torrejón (1967), Azután (1970), Alcántara (1970), Cedillo (1977) y posteriormente Gabriel y Galán-Guijo de Granadilla (1982).

El lugar elegido para la presa de Cedillo es la confluencia de los ríos Tajo y Sever, justo en la frontera portuguesa. Desde 1965 varias empresas como GETASA y Rodio participan en los trabajos previos, eso sí, siempre bajo la dirección de Entrecanales y Távora, que será la empresa constructora principal y la encargada de levantar la presa, que se inicia en febrero de 1968. La vida de Cedillo y de los pueblos de la comarca cambiará a partir de entonces. La localidad pasará “de la agricultura de subsistencia a la industria”, en palabras del alcalde, Antonio González, más conocido por el mote, Botines.

La historia de Cedillo y la comarca, como la de Extremadura en su conjunto, está marcada por la durísima lucha de clases en torno a la tierra, por la perpetuación del latifundio y por el sueño campesino derrotado de la Reforma Agraria. Dos nombres podrían condensar ese conflicto centenario en estos contornos: a un lado Josefa Salamanca Wall, Marquesa de Hinojares y hermana del Conde de Campo Alange, propietaria de miles de hectáreas en los términos municipales de Cedillo, Herrera y Valencia de Alcántara; frente a ella, los ecos del último alcalde republicano del pueblo, Baltasar Robledo, fusilado por los nazis en la localidad francesa de Besançon en 1943 y reconocido allí, en el país vecino, como Mártir de la Resistencia. A partir de los años 50, la catástrofe de la emigración desangra uno a uno a todos los pueblos. Pronto, solo en Portugalete residirán más vecinos de Cedillo que en su localidad de origen. Por un momento, la construcción de este y otros pantanos en Extremadura parece que vienen a taponar y revertir el éxodo, que conecta con las promesas de regadío de las que hablaban los regeneracionistas y la propia República. El espejismo se disolverá rápidamente. No son pantanos para que la gente se quede, sino justamente para lo contrario, para alimentar la energía de las fábricas a las que se verán obligados a emigrar los centenares de miles de extremeños, a quienes se niega la industrialización en su propio territorio.

“Cuando empezaron las obras de la central eléctrica la mayor parte del pueblo de Cedillo cambió su dedicación”, recuerda el alcalde Botines. Quienes no habían picado ya el billete de la emigración, claro. La localidad pasó a tener más de tres mil personas, “en aquellas fechas hasta las pajares estaban ocupados”. Y otros muchos trabajadores llegaban en autobuses, desde Arroyo de la Luz, Membrío, Valencia o Santiago de Alcántara. “El pueblo se llenó de barracones de las empresas principales y de subcontratas, como el de Nervión. E incluso había un barracón que era todo de negros. Yo me acuerdo que éramos muchachos y teníamos miedo de ir allí. No habíamos visto un negro en nuestra vida. Dormían en el suelo. Era gente que venía de las colonias”. De Cabo Verde, precisa el historiador local Manuel Sánchez, que recuerda cómo un guardia civil montó un equipo de fútbol integrado solo por esta población negra, “que paseaba por Valencia de Alcántara y otras localidades”. La fiebre de la construcción de la presa que traía dinero y también perturbaba los hábitos sosegados de un pueblo pequeño: así, Antonio Molina o La Niña de la Puebla acudían a un teatro provisional, organizado al calor del nuevo enjambre. Pero, también, en la parte portuguesa, un autobús semanal de prostitutas.

Memorias obreras ahogadas

El 14 de enero de 1969 se produce el primer accidente con víctimas mortales. “Las aguas del Tajo, al desbordarse la riada y alcanzar un pontón tendido en la presa de Cedillo, en la zona portuguesa, arrastró a diez obreros”. La propia noticia en el diario Hoy y el archivo de la RTP1, el primer canal de la Radio y Televisión pública de Portugal, son indicios claros de la temeridad con la que la empresa ha podido obrar, enviando a un grupo de trabajadores a realizar tareas encima de la pasarela de madera en plena crecida del río.

Archivo de la RTP1: https://arquivos.rtp.pt/conteudos/acidente-na-barragem-de-monte-fidalgo/

De los diez obreros arrastrados por el aumento del caudal, siete perecerán ahogados. Otro podrá agarrarse a los cables que sujetan el pontón y dos más serán salvados por el barquero Julio González Gudiño.

Aunque el accidente se produce en la zona portuguesa, en un terreno ubicado en la freguesía de Perais -que pertenece al término municipal de Vila Velha de Ródão- la empresa responsable no es otra que Construcciones GETASA, abreviatura del nombre “Gouveia Entrecanales y Távora S.A.”, una sociedad participada y dirigida por Entrecanales, la empresa principal responsable en la construcción de la obra.

El segundo siniestro con consecuencias letales ocurrirá el lunes 31 de julio de 1972. Un desprendimiento de tierras sepulta a un grupo numeroso de obreros, mientras están realizando una excavación. La nota oficial de la empresa cuando ya han transcurrido dos días del accidente no puede ser más parca y elusiva: “Ha habido un desprendimiento de tierras, cuyas causas son desconocidas y que ha sepultado a varios obreros. Las labores de rescate exigen más medidas previas para evitar más desprendimientos, que se están tomando con la mayor diligencia ”, afirma. La crónica del diario Hoy durante las jornadas posteriores al accidente, a cargo del periodista Fernando García Morales y del fotógrafo Fernando García Múñez, será crucial para burlar la ocultación y aproximarse a lo realmente ocurrido. En la misma edición, unas líneas más abajo de la nota corporativa, el reportaje del periódico sostiene: “El lugar del accidente ha sido en la ladera izquierda de la presa, donde se construía, a cielo abierto, un cajero para uno de los aliviaderos de la misma. Se trata de un enorme cortado, con más de cuarenta o cincuenta metros de altura, cuyas tierras al desprenderse han sepultado a los hombres que se encontraban trabajando en la ladera baja, tanto los que estaban a su pie como a otros que parece ser que trabajaban sobre una plataforma a media ladera”.


La noticia de la tragedia corre como la pólvora. “Yo tenía trece años pero lo recuerdo como si hubiera ocurrido ayer mismo. Empezamos a escuchar el griterío cuando llegaron los autobuses. De aquí iban todos los días dos autobuses llenos, como mínimo. Los obreros se bajaban llorando aquella tarde: ¡Ha habido un derrumbe, ha habido un derrumbe! Y las mujeres y los hijos, preguntando por quién faltaba. Y la voz de uno de los obreros templada, pero temblando, hablando de un chaval, de un joven que era aguador y casi se escapa pero que al final le cogió el alud, rogando inútilmente: ¡No se lo digáis a la madre!”. Es Antonio, de Santiago de Alcántara, recordando hace dos días aquella fecha maldita, con lágrimas en los ojos, hablando de la gran herida que ha marcado el pueblo desde entonces. Cinco muertes en un pueblo que entonces tenía 1.600 habitantes son muchas muertes. Un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal lo ha derribado.

Desde el primer momento la empresa y las autoridades políticas se dedicarán a minimizar las dimensiones de la catástrofe. Actuarán con la mala conciencia de quienes se saben responsables pero con la brutalidad y sangre fría de quienes intuyen que nadie se atreverá a incriminarles. José María de Oriol Urquijo, dueño de Hidroeléctrica, primer alcalde franquista de Bilbao, procurador en Cortes, en activo; José Entrecanales Ibarra, dueño de Entrecanales y Távora, al que hace apenas tres años, el 18 de julio de 1969, se le ha concedido la Gran Cruz de la Orden Imperial del Yugo y las Flecha: ¿quién sería el loco de reclamarles alguna responsabilidad? Además, se han esmerado en prever y reprimir cualquier atisbo crítico en la empresa. En la inauguración de la presa de Valdecañas, en 1965, Oriol declaraba ufano, delante de Franco, presumiendo de paz social: “Desde el año 1941 hasta nuestra fecha, en que hemos pasado por diversos momentos más o menos fáciles o difíciles, no hemos tenido en Hidroeléctrica Española ni un solo día de conflicto laboral”.

En la crónica antes mencionada, los enviados del diario Hoy, apuntan que “la empresa no dio muchas facilidades informativas a los periodistas”, señalan que no se les proporcionó el nombre del único fallecido que se reconoce hasta el momento ni tampoco se les permite acercarse a las ambulancias, situadas a doscientos metros, y a las que se condujeron tres cuerpos muertos. Mucho años después, en abril de 1994, el fotógrafo Fernando García Múñez, en una entrevista que le hace Pablo Calvo, recordará aquellos hechos de este modo: «Cuando los obreros muertos en las obras de la presa de Cedillo un guardia de seguridad me intentó tirar por un barranco en presencia de las autoridades para que no fotografiara aquello. Tuvo que intervenir mi compañero Fernando García Morales para salvar el carrete y salvarme a mí”.


El miércoles 2 de agosto se realizan funerales en Santiago de Alcántara, Valencia y Arroyo de la Luz por las ocho primeras víctimas y al día siguiente se recuperan por fin los tres últimos cadáveres. Pese a que se preveía muy ardua la tarea, el hedor que emana de los cuerpos permitirá localizarlos fácilmente. La lista definitiva de damnificados la componen 5 trabajadores de Santiago de Alcántara (Antonio Batalla Guillén, de 32 años, casado y con dos hijos; Francisco Pablo Flores Flores, de 26 años, soltero; Juan Manuel Flores Vital, de 36 años, casado y tres hijos; Graciano Rico Batalla, de 46 años, casado y con cuatro hijos; y Juan Guillén Galavís, de 46 años, casado y con tres hijos), 3 de Valencia de Alcántara (Fernando Araujo Sierra, 41 años, casado y con tres hijos; Francisco Jaroso Coronel, casado y con un hijo; y Manuel Fernández Núñez, soltero), dos de Arroyo de la Luz (Ildefonso Márquez Holguín, de 49 años, casado y con tres hijos; y Julio Bonilla Berrocal, casado) y uno de Salorino (Eduardo Mendo Cañas, casado).

Las autoridades están visitando a las familias afectadas y anuncian la entrega de cantidades para socorrerlas. El secretariado de Asuntos Sociales ha acordado conceder a cada una de las familias 15.000 pesetas, pero alguien debe advertirles sobre la inconveniencia de mostrar cicatería en estas circunstancias y al día siguiente la Mutualidad de la Construcción eleva las cantidades a 200.000 pesetas por viuda y 150.000 para los padres de los obreros solteros, una “ayuda graciable” dicen, atendiendo a la trascendencia del caso. Y con celeridad, junto a la ayuda económica a las familias, establecen medidas para los hijos en lo relativo a empleo y educación. “El futuro de los huérfanos de Cedillo, resuelto”, rezan los titulares de la prensa el domingo 6 de agosto.

El alcalde Antonio Botines cree se advirtió por parte de los responsables técnicos “de que no se debía excavar aquello en esas condiciones, en un terreno de pizarra como ese, bastante inestable”, pero no tiene ninguna constatación oficial de ello. Pero “se tapó, se indemnizó a las familias y se dijo corrramos todos un tupido velo”.

El 21 de agosto de 1975 se produce el tercer accidente mortal en la construcción de la presa de Cedillo. Dos trabajadores pierden la vida en otro espantoso siniestro: son destrozados por la hormigonera que intentaban reparar, cuando esta no había sido previamente desconectada. Felipe Martín Hernández, de 51 años, natural de Almenara de Tormes (Salamanca) y Santos Villarinos Marcos, oficial de primera, de 26 años, natural de Fermoselle (Zamora) fallecían a pesar de los intentos de sus compañeros de trabajo por salvarles.

La presa terminará de construirse en 1976 y empezará a funcionar sin que sea inaugurada oficialmente. Son años ya de intensa movilización popular y en la retina crítica de la sociedad ha quedado desacreditada la imagen de “Paco, el rana” y su proverbial frase de propaganda: Queda inaugurado este pantano. La esperanza de una ruptura democrática que cuestionara la política energética y el poder de las familias del régimen franquista tardaría poco tiempo en esfumarse. Las nuevas raíces en la energía nuclear, el giro atlantista de los gobiernos de Felipe González y las puertas giratorias sentarían las bases de un reforzamiento del oligopolio eléctrico.

En nuestros días desazona comprobar la impunidad de Iberdrola y la soberbia con la que exhiben sus beneficios mientras millones de personas sufren la escasez. Produce rabia constatar qué barata cuesta la traición, con la facilidad que las puertas giratorias se convierten en paisaje, y el garbo con el que se visten de verde los mayores depredadores del planeta. Quizás el descaro con el que se muestran persigue precisamente reforzar aún más nuestra impotencia, aquella paradoja de nuestro tiempo de la que hablaba Marina Garcés: Lo sabemos todo, pero no podemos nada.


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Este escrito quiere ser una pequeña contribución a la memoria, contra la impunidad y contra la impotencia. Necesitamos juntar la fuerza para que un día, más temprano que tarde, nos atrevamos a desafiar su poder, a nacionalizar los bienes públicos que parasitan y nos han robado. Memoria contra el crimen de las eléctricas, coraje para recuperar lo colectivo.

En homenaje a todos los trabajadores fallecidos en la construcción de la presa de Cedillo.

Para escribirlo me he valido de textos elaborados por Mª Ángeles Fernández y Jairo Marcos, Sergio Riesco y Juan Carlos López, Manel Márquez, Andrés Bilbao y Manuel Sánchez, así como de noticias relacionadas con los accidentes en Cedillo aparecidas en los periódicos Hoy, Abc y El País. Agradezco su colaboración a Carlos Bermejo Castro, de Valencia de Alcántara; a Antonio Botines, Rufo López y Manuel Sánchez, de Cedillo; y a Antonio y demás vecinos de Santiago de Alcántara. La responsabilidad de lo que se afirma en el artículo es, claro está, exclusivamente mía.

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Europa ha caido en la trampa

 

Europa ha caido en la trampa


Michael Roberts 

Sinpermiso.info

24/07/2022



Las principales economías están cerca de la recesión, si no lo están ya. Sin embargo, las tasas de inflación continúan aumentando (por ahora). Las últimas encuestas de actividad empresarial, denominadas índices de gerentes de compras (PMI), muestran que tanto la zona euro como EEUU se encuentran ahora en contracción (es decir, cualquier nivel por debajo de 50). Los PMI compuestos (que reúnen tanto la manufactura como los servicios) para las principales economías en julio muestran:

EEUU 47,5 (contracción)

Eurozona 49,4 (contracción)

Japón 50,6 (desaceleración de la expansión)

Alemania 48,0 (contracción)

Reino Unido 52,8 (desaceleración de la expansión)

Nadie debería sorprenderse por la puntuación de la zona euro, dado el impacto de las sanciones a las importaciones energéticas rusas, que está debilitando gravemente la producción industrial en el centro de Europa (ver más abajo). La producción industrial de Alemania se ha estado contrayendo durante más de tres meses.


La gran sorpresa es en los EEUU. El PMI compuesto de EEUU también está en contracción con el 47,5 en julio, una fuerte caída desde el 52,3 de junio que señala una sólida caída de la producción del sector privado. La tasa de caida es la más pronunciada desde las etapas iniciales de la pandemia en mayo de 2020, ya que tanto los fabricantes como los proveedores de servicios informaron de condiciones de demanda moderadas. Justo cuando entramos en la segunda mitad de 2022, la actividad comercial de EEUU se está hundiendo.


Y según la última estimación de crecimiento del PIB real del modelo GDP NOW del Banco de la Reserva Federal de Atlanta, en los tres meses hasta junio, la economía de EEUU se contrajo a una tasa anualizada de -1,6%, igualando una caída similar de -1,6% en el primer trimestre. Si esta estimación se confirma la próxima semana, significaría que EEUU estaba técnicamente en recesión. 


La respuesta actual a esta situación es: ¿cómo puede la economía estadounidense estar en recesión o cerca de ella, cuando la tasa de desempleo está cerca de mínimos históricos y las nóminas siguen aumentando? Pero esta respuesta es dudosa cuanto menos. Primero, hay dos formas de medir el empleo en EEUU: las nóminas y la encuesta de hogares (una encuesta de hogares con trabajo). Esta último muestra actualmente lo contrario de las nóminas, a saber, una caída en el número de estadounidenses con trabajo. En este cálculo a partir de los hogares, la fuerza de trabajo se contrajo, pasando de 164.376 millones a 164.023 millones de trabajadores, y la tasa de participación (aquellos que trabajan en comparación con la población total en edad de trabajar) cayó más de lo esperado a 62.2% (gráfico a continuación).


Además, las solicitudes iniciales de desempleo (la cantidad de personas que solicitan beneficios porque no tienen trabajo) ahora están aumentando constantemente.


Y la cantidad de nuevos trabajos disponibles (llamados JOLTS) ha alcanzado su punto máximo.


Segundo, y más importante, el desempleo es un indicador rezagado en una recesión. El indicador principal es el movimiento de las ganancias corporativas y la inversión empresarial, seguido por la producción y luego el desempleo. El empleo ocupa el último lugar porque aumenta solo cuando las corporaciones dejan de contratar más mano de obra y comienzan a reducir su fuerza de trabajo. Y solo lo hacen cuando la rentabilidad y la producción empiezan a caer. Y, tras alcanzar máximos históricos, los márgenes de beneficio han comenzado a caer.


Durante la crisis del COVID, los beneficios aumentaron considerablemente en comparación con los salarios y actuaron como impulsores y aprovecharon el aumento de la inflación. Está comenzando a cambiar a medida que los beneficios se reducen por el aumento de los costes de los componentes y el debilitamiento de la demanda.

Europa es donde la evidencia de una recesión total es más convincente. Y no son solo los datos sobre el crecimiento económico los que lo respaldan. Además, Europa se enfrenta a una enorme presión sobre la producción y las importaciones de energía, ya que las sanciones que se aplican a las exportaciones rusas de gas y petróleo no se compensarán suficientemente con las importaciones de otros lugares. 

Muchos fabricantes alemanes advierten que tendrán que cerrar la producción por completo si los suministros de energía se agotan. Petr Cingr, director ejecutivo de la empresa productora de amoníaco más grande de Alemania y proveedor clave de fertilizantes y fluidos de escape para motores diésel, advirtió sobre las devastadoras consecuencias de la interrupción del suministro de gas ruso.“Tendremos que detener [la producción] de inmediato” , dijo, “de 100 a cero”. Según los analistas de UBS, la falta de gasolina para el invierno dará como resultado una "profunda recesión" con una contracción del PIB del 6 por ciento para fines del próximo año. El Bundesbank de Alemania advirtió que los efectos en las cadenas de suministro globales de cualquier corte ruso aumentarían el efecto de choque original en dos veces y media. ThyssenKrupp, la siderúrgica más grande de Alemania, ha dicho que sin gas natural para hacer funcionar sus hornos "no se pueden descartar apagones y daños técnicos en nuestras instalaciones".

Y es peor. La inflación sigue aumentando en la mayoría de las economías europeas. Así que el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido que debe actuar para subir fuertemente los tipos de interés. La semana pasada impulsó su tasa de referencia en 50 pb, más de lo esperado, llevándola a territorio positivo por primera vez en una década. Los días de la 'flexibilización cuantitativa' han sido reemplazados por los del 'ajuste cuantitativo'. 

Pero esta medida llega en el peor momento para países como Italia, altamente dependientes de la energía rusa. La semana pasada, el tecnócrata expresidente del BCE, el primer ministro italiano Mario Draghi, se vio obligado a dimitir cuando varios partidos de su gobierno de coalición le retiraron su apoyo; algunos porque se opusieron a su apoyo a la ayuda militar a Ucrania; y otros porque vieron su oportunidad de ganar unas elecciones. Italia tiene una proporción muy alta de deuda pública con respecto a su PIB. 


Hasta ahora, los costes de interés del servicio de esa deuda han sido bajos porque el BCE ha mantenido bajas las tasas de interés, y también ha proporcionado miles de millones de créditos a los gobiernos de la eurozona. Pero ahora las tasas de interés están aumentando y los inversionistas en bonos del gobierno italiano están preocupados de que Italia (especialmente sin un gobierno viable) pueda tener dificultades para pagar estas deudas. Así que el rendimiento de los bonos italianos a 10 años subió por encima del 3,5%. La caída del gobierno italiano también amenaza la distribución de miles de millones de euros de los fondos de recuperación del Covid de la UE, que supuestamente irán a Italia el próximo año para impulsar su crecimiento económico.


La economía de Europa está cayendo justo cuando el BCE sube las tasas para controlar la inflación. Como expliqué en publicaciones anteriores, aumentar las tasas de interés para controlar la inflación creciente causada por una oferta y productividad débiles y la guerra de Ucrania no servirá, excepto para provocar una recesión. 

El BCE ha recurrido ahora a una medida desesperada al introducir un instrumento de protección de transmisión (TPI), una nueva forma de crédito que se otorgará a gobiernos como Italia si los precios de sus bonos colapsan. Sin embargo, es posible que esto nunca se llegue a usar porque significaría que el BCE proporcionaría financiamiento continuo del gasto fiscal de Italia, algo que probablemente vaya en contra de todas las reglas de 'Maastricht' para la Eurozona.

El BCE está atrapado en lo que un analista llamó un "escenario de pesadilla". La subdirectora del grupo de expertos económicos Bruegel con sede en Bruselas, Maria Demertzis, declaró: “El riesgo que tenemos por delante es que debido a la crisis energética, la zona euro podría terminar en recesión, mientras que al mismo tiempo el BCE tendrá que seguir subiendo las tasas si la inflación no baja”. Krishna Guha, jefe de política y estrategia del banco central en el banco de inversión estadounidense Evercore, ha escrito: “La combinación de un choque estanflacionario gigante en ciernes por el gas natural ruso convertido en arma y una crisis política en Italia es lo más cercano a una tormenta perfecta que se puede imaginar para el BCE”.


Michael Roberts 

habitual colaborador de Sin Permiso, es un economista marxista británico, que ha trabajado 30 años en la City londinense como analista económico y publica el blog The Next Recession.

Fuente:

https://thenextrecession.wordpress.com/2022/07/24/europe-caught-in-a-trap/

Traducción:

G. Buster

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