lunes, 26 de junio de 2017

PARA UNA CONTRIBUCIÓN A LA HISTORIA DE ISLA MAYOR (El texto de este trabajo fue publicado en 2009 en la Revista El Pollo Urbano, Zaragoza. En este se han cambiado algunas fotos y sus pies correspondientes)



ANDALUCIA: EL MAYOR PRODUCTOR ARROCERO DE ESPAÑA. UNA APROXIMACION A LA HISTORIA DE ISLA MAYOR, SEVILLA
 
La producción arrocera en España se sitúa en torno a las 750.000 toneladas anuales, con tendencia a la baja desde 2004.

España es el segundo productor arrocero de la Unión Europea con el 28% del total, después de Italia con el 57%.
 
Superficie y producción de arroz en 2005
 
                                            Hectáreas      Toneladas     % Superficie    % Producción
Navarra                                    2.126             12.667                 1,78                  1,55
Aragón                                   12.475             47.354                 1,04                  5,81
Cataluña                                 21.569           126.203               18,10               15,50
Baleares                                         71                  102                 0,05                 0,01
Castilla-La Mancha                     333               2.031                 0,27                 0,25
Comunidad Valenciana          15.270           127.127               12,81               15,61
Murcia                                         496               2.980                 0,41                 0,36
Extremadura                           27.275           178.814               22,89               21,96
Andalucía                               39.499           326.836               33.16               40,14
 
TOTALES                          119.114           814.114
Elaboración propia a partir de: El arroz en España y en el Mundo. Alicia Langreo






El 97% del total de la producción se halla concentrada en cinco Comunidades autónomas: Aragón; Cataluña; Comunidad Valenciana; Extremadura y Andalucía. Destacando esta última de una manera singular sobre todas las demás Comunidades con el 33% de la superficie total y el 40% de la producción, donde, además, se dan los rendimientos más elevados.



Dentro de Andalucía la zona arrocera se encuentra entre la margen derecha del Río Guadiamar (límite del antiguo Coto de Doñana, hoy Parque Nacional del mismo nombre, Huelva, y la margen derecha del bajo Guadalquivir, Sevilla), en cuyo centro está Isla Mayor, pueblo en el que se encuentra la mayor extensión de producción arrocera.
 
Las empresas Herba y Sos Cuétara dominan claramente la industria de la segunda transformación arrocera, junto a Malcerías Españolas.
 
Un aspecto de considerable importancia de las zonas arroceras, viene representado por su alto valor medioambiental en sus respectivas áreas, sobresaliendo también en este sentido, el mismo pueblo de Isla Mayor por su cercanía al Parque de Doñana.  

ISLA MAYOR
(Isla Mayor, parcialmente, a vista de pájaro)
 
Sevilla, Julio. Media tarde. El sol comienza su descenso y el plomo derretido y vertido sobre la ciudad durante todo el día deja el aire pesado, caliente, casi irrespirable. Y toma uno el camino de Isla Mayor por el enredo de autovías nacidas al calor de la Expo 2000 dirección Coria del Río, a la izquierda, para no tomar la de Huelva.
 
La metralla de la última explosión urbanística ha herido cuando no matado del todo el paisaje. Se ha llevado por delante los naranjos que había, las cicatrices han quedado en forma de ladrillos amontonados, a uno y otro lado de la calzada de dos vías que empieza en San Juan de Alnazfarache, a los pies de la loma del monte, donde antaño estaba la leyenda en setos bien cuidados de “Ave María”, visible desde el tranvía de Sevilla a Puebla a su paso por el puente metálico de Tablada.  Y es que, la modernidad urbanística cansinamente monótona afea y encarece la vida de las ciudades innecesariamente. Y puede que hasta injustamente.
 
Después de San Juan, Gelves, con los restos restaurados de la antigua estación del tranvía que han quedado. Y hasta llegar a este último pueblo del que Isla Mayor fue pedanía hasta lograr su independencia administrativa a primeros de los noventa del pasado siglo, algo que años más tarde llegaría a extenderse al resto de España: rotondas, para regular la velocidad de los vehículos. También en esto los andaluces se anticiparon.
 
Algo menos de una hora de coche desde Sevilla y después de dejar atrás Puebla del Rió a unos  treinta kilómetros de la capital, se gira  al izquierda en la Venta del Cruce, donde se rodaron escenas de la película “Un caballero Andaluz”, y uno se topa con el mar de verdores de los arrozales de Isla Mayor. Se abre la ventanilla despreciando el aire acondicionado del interior para sacar la mano y notar el roce del aire fresquito que llega de los arrozales, cuando el sol está medio escondido por el Parque de Doñana. 

  (Atardecer en Isla Mayor)



ISLA MAYOR obtiene su independencia administrativa del pueblo matriz, Puebla del Río, a partir del decreto de segregación firmado por la Junta de Andalucía el 22 de Febrero de 1994, y a partir de entonces nace y se mete en la historia oficial como municipio independiente después, después de un largo conflicto político social de sus vecinos sin excepción con los poderes públicos establecidos que dejamos para más adelante.


(Una de las manifestaciones de los vecinos de Isla Mayor por la independencia de Puebla del Río, previa a la ocupación que realizaron de la Catedral de Sevilla)


Los nombres que originalmente tuvo Isla Mayor fueron los de “El Puntal”,  hasta la visita que realizó el General Franco en 1953 y a partir de entonces pasó a denominarse "Villafranco del Guadalquivir", hasta conseguir su nombre actual, Isla Mayor, tras el largo y espinoso proceso que le llevó a su independencia de Puebla del Río.
 
ISLA MAYOR se encuentra al suroeste de la Provincia de Sevilla, en las marismas del bajo Guadalquivir, siguiendo su curso bajo, entre el triángulo que forman las ciudades de Cádiz-Sevilla-Huelva-Cádiz.
La marisma sevillana tiene 112.136 hectáreas, de las que 29.770 (26,54 %) corresponden a la Isla Mayor.
Hace 5.000 años aquellas marismas estaban sumergidas bajo el mar. Allí se unían el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico, y el río Guadalquivir desembocaba en la actual Coria del Río, a una docena de Kilómetros de Sevilla. Hoy desemboca a más de 100 Kilómetros de la misma capital, en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz.

La marisma se fue convirtiendo por la desecación del lago que formó y que los romanos denominaron “Ligustino”, en una tierra nueva, tierra de nadie, cuyos prados verdes dedicaban los árabes del siglo IX para la cría de caballos para fines militares y para los primeros ensayos del cultivo del arroz, que solían ser arruinados por las desmesuradas crecidas del rió Guadalquivir que podía pasar de su caudal regular de 10 m3/seg. a los 10.000 m3/seg., comparable al río indio Ganges. 



(Antiguo cauce del río Guadalquivir a su paso actual por Isla Mayor. Por aquí pasó Juan Sebastían Elcano en su vuelta al mundo/  Manuel Valderas Sánchez)


(Arrozales de Isla Mayor. Al fondo buque de contenedores navegando por el río Guadalquivir dirección Cádiz./ Diario.es)
  
El potencial económico que guarda la Isla Mayor no pasa desapercibido para nadie. Arrebatada a los árabes pasa a formar parte de Sevilla por concesión de Alfonso X en 1253 y en 1.272 a los moradores de La Guardia, actual Puebla del Río. Desde entonces se utilizó en provecho de todos los pueblos colindantes como explotaciones ganaderas, caza, pesca, extracción de almajos para la fabricación del jabón y el vidrio.
 
Al finalizar el siglo XVIII se proyecta vender la Isla Mayor para financiar las mejoras de navegación del río Guadalquivir.
 
En el siglo XIX se pretende arrendar la Isla para superar el déficit presupuestario que al Ayuntamiento de Sevilla le ocasionó la Guerra de la Independencia, y a partir de 1830, aparece en escena don Felipe de Riera, marqués de Casa Riera, con domicilio en París, que pide para sí y sus sucesores la Isla Mayor del Guadalquivir, a lo que accede Fernando VII, el rey Borbón más nefasto de la historia de España, contra el sentir del Ayuntamiento de Sevilla que se defiende ante los tribunales de justicia para no perder sus derechos, cosa que no consigue, quedando así, unas 20.000 hectáreas de la Isla como finca del marqués que pasará posteriormente mediante compra-venta a manos de  los ingleses, y dando lugar a los primeros terratenientes, todos ellos personalidades influyentes.
 
La Compañía Islas del Guadalquivir o de los ingleses se funda en 1926 con capital suizo, inglés y español, haciendo una inversión inicial de 20 millones de pesetas que ampliará hasta los 40 para adentrarse en las marismas con 68 Km. de carreteras: 54 Km. de ferrocarril de vía estrecha; 60 Km. de línea telefónica y 27 Km. de tendido eléctrico de alta tensión, y la creación de pequeños poblados: Colinas, Rincón de los Lirios, Alfonso XIII, El Puntal, Veta de la Palma y Reina Vitoria, donde se establecen los primeros asentamientos y diferentes instalaciones desperdigadas por el campo.
 


(Así era Isla Mayor en la segunda década del siglo pasado)
 
A pesar de las inversiones realizadas por la Compañía Islas del Guadalquivir (más de 50 millones de pesetas), del despliegue técnico realizado y del apoyo político de la Dictadura de Primo de Rivera y del Rey Alfonso XIII, obtiene unos resultados económicos catastróficos, lo que determina el abandono de todo su proyecto económico para tomar el camino de la especulación, lo que  constituye el primer fracaso colonizador de las marismas.


(Molino arrocero construido por los "ingleses" en los años 20 del siglo pasado en el que se secaba (por medios naturales y mecánicos, en la parte posterior de la foto), pelaba y almacenaba en sacos el arroz. En primer plano, izquierda, la cascarilla del arroz pelado que servía como combustible en la fábrica de papel y donde se guarecían por la noche los trabajadores, muchos de los cuales murieron por asfixia)

(Instalaciones arroceras actuales de una Cooperativa de Isla Mayor)




Con la Primera República se constituye una nueva sociedad mercantil: “Compañía de Valoración de Marismas, S. A.” (19 de abril de 1.930), que retoma el camino emprendido por los “ingleses”, y aprovechando el trabajo realizado por los mismos, se construyen en Villa Guadiamar (hoy Alfonso XIII) 150 viviendas para colonos con sus  correspondientes parcelas, pero debido a la conflictividad social que se crea en la República, este segundo intento colonizador constituye un fracaso y se paralizan todas las actividades, volviéndose nuevamente a la actividad ganadera, lo que representa un claro retroceso social.
 
Una nueva sociedad mercantil toma el relevo, “Isla Mayor del Guadalquivir, S. A.” (ISMAGSA, 16 de junio de 1932), que hace una desoladora valoración de sus nuevas pertenencias. Las infraestructuras realizadas hasta esa fecha estaban notablemente deterioradas, a lo que había que añadir los efectos y consecuencias  de los tumultuosos tiempos que precedieron a la guerra invicil de 1.936, y esta misma que también contribuyó a agravar la situación.
 
Un exportador de aceitunas de Alcalá de Guadaira, Sevilla, Rafael Beca, llega a la Isla Mayor de la mano del general Quipo de Llano, después de arrendar 700 hectáreas a “Ismagsa” en 1937,  cuyos accionistas estaban huidos o desaparecidos como consecuencia de la guerra incivil de 1936



 
Franco visita la zona en 1.939, fecha determinante para el despegue definitivo de la Isla Mayor con el proyecto de poner en regadío 30.000 hectáreas y la construcción de una fábrica de papel y la construcción, en algunos casos, la reconstrucción de cuatro poblados: Alfonso XIII, El Puntal (actual Isla Mayor), San Isidro y Queipo de Llano, hoy propiedad particular de un torero.





("La papelera". Fábrica de papel en Isla Mayor  para el aprovechamiento de la paja del arroz, utilizando como combustible la cascarilla del grano de arroz. Década 40, siglo pasado)







El general Queipo de Llano anuncia en una reunión con propietarios y terratenientes su intención de establecer en Isla Mayor un campamento con diez mil hombres para llevar a cabo el proyecto.


(Una de las decenas de cuadrilla segando arroz. Década 40-50 siglo pasado)

 
(Cosechando el arroz actualmente)
 
En 1.942 se constituye la Compañía Rafael Beca, S.L. Industrias Agrícolas, que con una aportación de 2 millones de pesetas se hace con todas las propiedades y las infraestructuras que quedaban de “Ismagsa”, excepto algunos enclaves, como el Poblado Quipo de Llano.
 
La historia de la Isla Mayor quedaría incompleta, como todas las historias, si solo se consideraran los “grandes” personajes.

Es de verdadera justicia reconocer que el verdadero motor objetivo de los arrozales fueron las dos familias valencianas que llegaron a la Isla Mayor para cultivar los arrozales en 1942 y 1943 y las treinta y cinco más que llegaron en 1.948, junto a las miles de personas que trabajaron aquellas tierras para ponerlas en cultivo desde los más diversos puntos geográficos de España y el extranjero. 
 
Pero si la historia de Isla Mayor quedaría incompleta sin los valencianos, de igual manera quedaría incompleta si no se tuviera en cuenta a las miles de personas que llegaron a trabajar aquellas tierras procedentes de los diferentes puntos de España y de Portugal.

Muchas decenas que aquellas personas que llegaron a Isla Mayor en busca de trabajo morirían asfixiados en el enorme montón de cascarilla de arroz (de varios pisos de altura) que estaba en el molino arrocero, al que se acercaban en busca de cobijo para pasar la noche, o los que murieron exhaustos mientras trabajaban haciendo las tapias de la fábrica de papel, o los que murieron de paludismo por falta de tratamiento, o el que fue descuartizado por las poleas del molino de arroz mientras trabajaba (Manolito, 18 años), o los que murieron electrocutados en alguna casa bomba de las que se utilizaban para extraer agua del Guadalquivir o para impulsarla canal abajo, o los que murieron de tétano después de tener un accidente mientras realizaban trabajos de trilla, o los que  murieron ahogados en cualquier canal, o la de aquellos otros sobre los que se cometieron verdaderas tropelías, como la  de aquel vecino que después de cazar unos pájaros con costillas (cepos), fue sorprendido por la Guardia Civil que le obligó a que se comiera uno de los pájaros cazados con plumas y todo.
 
De igual manera que tampoco quedará completada la historia de Isla Mayor hasta que  no quede registrada en la misma las historias particulares de cada uno de aquellos primero habitantes, como la de Celestino Sogas de Toro (Cabo del Segundo Tabor de Regulares, condecorado por destruir dos tanques en Guadalajara en la guerra incivil de 1936), natural de Dúdar, Granada, que no pudo asistir al entierro de su hijo en Usagre, Badajoz, de donde es natural su mujer.



 La mujer fue a Usagre en diciembre de 1947 con su hijo de corta edad a pasar las navidades con su familia. Murió el niño y enterado el padre de su muerte se puso en camino andando, pero las lluvias caídas borraron los camino. Se extravió por la alta vegetación de  las marismas, y ello hizo que tardara dos días en recorrer la media decena de kilómetros que separan al pueblo  de la Venta del Cruce, donde comenzaba la carreta alquitranada hasta Puebla del Río, hasta que al cuarto día pudo llegar a Usagre, pero su hijo ya estaba enterrado en aquella localidad.  
 
Villafranco del Guadalquivir (actual Isla Mayor) nombre que había sustituido al original de El Puntal, en honor de la visita realizada por Franco, a primeros de las década de los 60 no llegaba a los mil habitantes. Contaba con una industria mecánica auxiliar de la agricultura importante como consecuencia de la alta mecanización de las labores del campo que desde sus orígenes tuvo, y dos cines con sesiones diarias, uno de verano y otro de invierno.
 
 
LA LARGA MARCHA DE ISLA MAYOR PARA SU INDEPENDENCIA
 
El sentimiento de independencia de los vecinos de Isla Mayor para que el pueblo tuviera entidad propia estaba justificado desde todos los puntos de vista. No sólo se trataba del alejamiento material de 25 km. del pueblo matriz, Puebla del Río, sino que representando la mitad de su población total (13.000 habitantes) carecía de una mínima infraestructura urbanística, sanitaria, cultural, servicios sociales, etc.
 
Desde la óptica económica, Isla Mayor superaba a Puebla del Río en número de teléfonos; automóviles; motos; bancos; tractores; remolques; cosechadoras: camiones; industrias; cooperativas…, y de los 700 productores arroceros sólo 25 tienen su domicilio en Puebla del Río.
 
Los vecinos de Isla Mayor tampoco se sentían  representados en el Ayuntamiento de Puebla del Río y comprobaban la discriminación a la que se veíann sometidos. En este sentido el dato siguiente es revelador: Puebla del Río tenía 700 agricultores  e Isla Mayor  (antes Villafranco del Guadalquivir) 1.700 con una población equivalente. Sin embargo, Puebla del Río recibía del P.E.R. 92 millones de pesetas en tanto que Isla Mayor recibía 16 millones por el mismo concepto.
 
EL PRIMER EXPEDIENTE de segregación de la Puebla del Río es promovido por Rafael Beca, arrendatario de aquellas tierras durante la guerra incivil de 1936 y posteriormente convertido en administrador. El expediente lo presenta en 1953 sin ninguna representación social y con defectos de fondo y forma.
 
Maestro tuvo que ser. José González Millán, natural de Alcalá del Río, alcalde de Puebla del Río, se opone con el respaldo de propietarios y labradores al expediente de segregación presentado por Rafael Beca, llegándose a enfrentar al Marqués de Soto Hermoso, a la sazón presidente de la Diputación Provincial, que era el principal valedor de Rafael Beca para la segregación.

El Alcalde José González Millán es obligado a dimitir en diciembre de 1.955, pero milagrosamente había logrado frenar la pretensión de Rafael Beca y dejado a la Isla Mayor como Entidad Local Menor (18 de Mayo de 1953).
 
En la década de los años sesenta las faenas del plantero del arroz, arrancado del mismo, escarda, plantación, siega, trilla, secado y envasado, en las que son empleados miles de trabajadores son sustituidas por la introducción de aviones para la planta y escarda; grandes cosechadoras adaptadas a las características del terreno para la siega y trilla y modernos secaderos para el secado, envasado y manipulación, todo lo cual determina un profundo cambio en el pueblo: los cientos de casas diseminadas por el campo se concentran en el mismo, dando lugar a los correspondientes problemas urbanísticos y sociales, a la vez que aparece el fenómeno desconocido allí hasta entonces:  el paro y el fantasma de la emigración. 

    


NACIMIENTO DE UN NUEVO SECTOR ECONÓMICO EN ISLA MAYOR: LA PESCA.
 
Por indicación del profesor Avault de la Universidad de Louisiana es señalado el enclave ideal para la cría del Cangrejo Rojo la propiedad particular del vecino Rafael Grau, y así, en su finca de Casablanca se introducen 500 Kg. de dichos cangrejos el día 10 de mayo de 1.974.



El Sector pesquero con sus exportaciones en vivo a países europeos y la creación de industrias derivadas: congelados y preparados precocinados, creó centenas de puestos de trabajo que supusieron un alivio del paro como consecuencia de la alta e intensa mecanización a que se vio sometido el cultivo del arroz, produciéndose a veces enfrentamientos entre los pescadores y los arroceros. Hoy resueltos definitivamente.


(Pescador de cangrejo isleño. La pesca, transformación y comercialización del cangrejo rojo es hoy un sostén económico y social fundamental para Isla Mayor, que entre el chirigoteo ecológico  y las charlotadas políticas ineficientes tienen en peligro. Cuando el pueblo despierte se acabarán todos los males a este respecto/ foto ABC)


SEGUNDO EXPEDIENTE de segregación.  Maestra tuvo que ser. Esther Vicente Lara. Los canales que cruzan el pueblo con vertidos de gasóleo y basuras representan un peligro para la salud, y especialmente para los niños. El colegio tenía las instalaciones de calefacción inutilizable, como consecuencia de la puesta en regadío de una nueva zona arrocera surgen conflictos…
 
Son “las mujeres de Maquique”, un barrio de Isla Mayor, con Esther a la cabeza las que intentan responder y canalizar las acciones encaminadas a dar respuesta a los problemas sociales que se van detectando y que empiezan a calar en la conciencia de los vecinos. Es un movimiento social que surge sin planificación previa, que a veces no sabe como actuar ante determinados problemas y que en un principio no es valorado positivamente por todo el pueblo. Pero se hace camino al andar.
 
“Las mujeres de Maquique” hacen públicas las denuncias en la radio, prensa y televisión. Se reúnen con las diferentes autoridades del momento, consiguen una clase de “Educación de Adultos” a la que acuden habitualmente 14 mujeres, realizan asambleas, se concentran en el Ayuntamiento, realizan cortes de carretera…, avivan las llamas de la segregación de Puebla del Río, y así, es presentado el Segundo expediente de segregación por Juan Grau Galve que es archivado por defecto. Lo que no quedó archivado fueron los deseos de independencia de los vecinos de Isla Mayor.
 
TODA LA MAQUINARIA POLITICA-ADMINISTRATIVA PESADA CONTRA LA ISLA.
 
Se inicia el tercer y definitivo expediente de segregación. Las distintas administraciones públicas no aportan soluciones para los problemas socio-económicos que se padecen ni razones que hagan desistir a Isla Mayor los deseos independentista que tiene. Y a falta de razones, todas las trabas y argucias legales posibles, descalificaciones, intimidaciones y chantajes económicos. Pero no hace quien quiere, sino quien puede. Y los vecinos de Isla Mayor pueden y además, quieren.
 
Oficialmente se solicitan del Ayuntamiento de Puebla del Río los correspondientes certificados para iniciar el expediente de segregación el 12 de Julio de 1.983, cuyos certificados son demorados. El primer pleno del Ayuntamiento de Puebla del Río para tratar y denegar la segregación de Isla Mayor se hace el 12 de diciembre de ese mismo año. Y esta será la tónica que se impondrá a los largo de los años que durará todo el proceso segregacionista de Isla Mayor.
 
Las denuncias de los problemas y las acciones y movilizaciones para resolverlas que inician las “mujeres de Maquique” han tomado cuerpo y prendido en Isla Mayor.

Isla Mayor entera se moviliza ante la pasividad y dejadez de unas administraciones públicas insensibles a los problemas que se padecen, que no solo no aportan soluciones, sino que además obstaculizan el camino hacia ellas.
 
Un hecho insólito en toda la historia de Isla Mayor: no poder plantar arroz por falta de agua en la campaña 1.983-84, será el que va a marcar en lo sucesivo tanto la manifestación colectiva de pueblo como la toma de conciencia de que cuando la montaña no viene es mejor ir a la montaña.
 
La sequia de 1.983 que impide la plantación de arroz tiene una solución: agua, y el agua necesaria para esos casos no se puede conseguir más que con un pantano. Conseguir el pantano es posible, el problema reside en que el pantano está en la “montaña” y la montaña no viene. Pues a la montaña que van a por el pantano los vecinos de Isla Mayor.
 
Por el pantano se moviliza el pueblo entero ocupando y encerrándose en el Ayuntamiento del propio pueblo. Interviene la Guardia Civil foránea para detener a 13 vecinos. El resto del pueblo bloquea con vehículos y tractores todas las entradas y salidas del pueblo para que los 13 detenidos no sean llevados a Sevilla. Al final la Guardia Civil logra salir del pueblo por un camino, pero al desconocer el terreno se extravían por los campos. Los vecinos ganan después de largos días de movilizaciones. En las páginas interiores del Correo de Andalucía del 21 de enero de 1.984 se puede leer: “La Isla Mayor consiguió que el pantano del Guadiamar se construya este año.”
 
El difícil y escabrosos proceso de segregación sigue su curso después de ir salvando una y otra vez todos los obstáculos administrativos, y a veces incalificables, incluso cuasi “mafiosos” que va imponiendo una y otra vez el alcalde de Puebla del Río para impedir que Isla Mayor tenga su propia identidad y administración como pueblo.
 
Un nuevo hecho aparece en Isla Mayor que va a ser determinante en todo su devenir histórico, en el difícil y escabroso proceso de segregación y en el desbloqueo económico al que le tiene sometido el Ayuntamiento de Puebla del Río. Se trata de la “Agrupación Electoral por la Segregación de la Isla Mayor” (AEPIMG), con la pretensión de ganar las elecciones municipales de 1987 y conseguir una mayoría en el Ayuntamiento de Puebla del Río y el objetivo de conseguir definitivamente la independencia administrativa del mismo.
 
El resultado de las elecciones municipales de junio de 1987 fue el siguiente: PSOE 9 Concejales; AEPIMG 7 Concejales; IU 1 Concejal. Políticamente el asunto de la segregación está resuelto sobre el papel, y mucho más si se tiene en cuenta que de los nueve Concejales del PSOE son vecinos de Isla Mayor y contrariamente a su partido están de acuerdo con la segregación, con lo que los votos a favor de la misma serían como mínimo 10 votos a favor más 1 de IU contra los 6 votos del PSOE de Puebla del Río.
 
Pero cuando la política es entendida de forma particular, muy particular, como fue el caso del alcalde en funciones de Puebla del Río, se empieza por boicotear la constitución del nuevo Ayuntamiento, para lo cual no se excluye ningún medio, como fue buscar y promover el enfrentamiento entre dos pueblos que hasta aquel momento podría haberse considerado un mismo pueblo.
 
Así, pues, los vecinos de Isla Mayor han de resolver la segregación, el ahogamiento económico al que le tiene sometido el Ayuntamiento de Puebla del Río con el Apoyo del PSOE y la constitución del nuevo ayuntamiento, que el Alcalde en funciones boicotea una y otra vez. Se recurre por carta al propio presidente del Gobierno, Felipe González, para que medie en un conflicto social que cada vez se hace más agudo y grave, pero como la política cuando se interpreta de forma particular resulta muy particular, y de este modo la Secretaría particular del presidente responde unos meses después con una escueta respuesta de salutación.
 
El segundo intento de constituir el nuevo Ayuntamiento de Puebla del Río es suspendido el 2 de julio de 1.987. Se impide que accedan al mismo los Concejales de Isla Mayor bloqueando los accesos. La Guardia Civil interviene produciéndose “Más de veinte heridos en los incidentes de Puebla del Río”, según el titular en portada de El Correo de Andalucía del 3 de julio de 1,987. Entre los heridos estaba la alcaldesa pedánea de Isla Mayor. Acontecimientos estos que para el alcalde en funciones de Puebla del Río, según sus propias declaraciones en el mismo diario constituyen un “triunfo”.
 
Aparece la primera aprobación del expediente de segregación, pero el reparto de los términos es tan injusto, que incluso el Cementerio de Isla Mayor queda en el término de Puebla del Río; más de 5.000 hectáreas de las propuestas sin incluir y todos los accesos al río Guadalquivir cortados, lo que lleva a que se inicie en el ayuntamiento del pueblo un nuevo encierro y una huelga de hambre del Alcalde, cuatro Concejales y varios vecinos en protesta por tan injusto reparto de municipios. Una de las pancartas alusivas al hecho y en tono humorístico rezaba: “Llo como Pino no zé dividí”. Pino es el Presidente de la Diputación Provincial de Sevilla, el mismo que amenazará públicamente años más tarde, en 1991, con dejar sin inversiones públicas al pueblo por no haber logrado todavía que Isla Mayor acepte las condiciones injustas que se le quieren imponer en relación al reparto de términos municipales.
 
La montaña sigue si aparecer por Isla Mayor. No hay más remedio, hay que salir en su búsqueda. Y eso hacen de madrugada los vecinos: salir con unos doscientos tractores en dirección a Sevilla para tomar el Prado de San Sebastian como protesta y para denunciar lo que ellos consideran un engaño de la Administración. Son detenidos a la altura de Gelves  produciéndose un corte de la autovía hasta las ocho de la tarde. Tras los tractores siguen 5.000 vecinos en autobuses y vehículos particulares que fueron  detenidos a la altura de la Venta del Cruce y continuaron la marcha a pie.
 
El 15 de Noviembre de 1988 unos 1.500 vecinos se manifiestan ante la Delegación del Gobierno exigiendo el pago de casi 45 millones de pesetas del PER que permanecen bloqueados desde el mes de julio, recorren varias calles sevillanas y terminan en un encierro estratégico en la Catedral de Sevilla.
 
Las protestas, denuncias y manifestaciones se suceden en Sevilla. Interviene la policía para desalojar a los que ocupan la catedral, produciéndose una auténtica batalla campal entre los antidisturbios y vecinos de Isla Mayor, resultando heridos como consecuencia de ello, siete de ellos policías. El cabildo y comercios de la zona denunciaron los daños indiscriminados que produjo la policía en el exterior del templo en su intervención.
 
El proceso de segregación sigue su curso por los intrincados renglones de la ley cuando la política es entendida de forma muy particular, y no como servicio a la sociedad, produciéndose su suspensión en el 2 de agosto de 1.988 y anulándose el 4 de abril de 1.992, aprobándose definitivamente el 22 de febrero de 1.994, fecha en la que Isla Mayor entra en su historia oficial como tal pueblo, sin que la división de su término municipal satisfaga a sus habitantes.
 
Quedan atrás las denuncias, recursos y querellas interpuestas por los vecinos de Isla Mayor contra el Alcalde en funciones de Puebla del Río y contra la propia Junta de Andalucía por falsificación en documentos. Permanece el trabajo, sudor y lágrimas (y sangre, porque los trabajadores muertos tenían sangre) de miles de trabajadores.
 
Unir Cádiz con Huelva bordeando Isla Mayor supondría desarrollar económica y socialmente aquella zona, y constituiría un reconocimiento de lo que la Patria España debe a los isleños e isleñas. Pero las montañas no van por sí solas a pueblo alguno. Hay que salir a buscarlas, y eso lo ha sabido hacer Isla Mayor.
 

(Isla Mayor 2009)
 
 
Manuel Sogas Cotano
Zaragoza 28 Septiembre 2009
 
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BIBLIOGRAFIA:
 
C. P. Florentina Bou 25 Aniversario 1974-1999. Sevilla.
El arroz en España y en el Mundo entero. Alicia Langreo Navarro. Internet.
Fotos en blanco y negro: del Blog: historiasdeislamayor.com.
Trabajo de campo.
 
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Los últimos conquistadores españoles están en Isla Mayor, Sevilla

(Crónica de Aragón) 3. noviembre 2015 | Por |   







Ponentes de izquierda a derecha: Manuel, jubilado, corresponsal en Sevilla de la revista El Pollo Urbano y periodista de Crónica de Aragón, vuelto al pueblo después de 50 años en Zaragoza; Juan Molero, alcalde de Isla Mayor; Julián, arrocero; Francisco, arrocero; Paqui, ama de casa y jornalera jubilada; Emilio, arrocero





Con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural (15 de Octubre) el Área de Igualdad del Ayuntamiento de Isla Mayor organizó un Foro-Debate acerca de la historia local que se celebró el 29 de octubre en el salón de actos del I.E.S. Lago Ligur para los estudiantes de Cuarto de ESO.

En el acto estuvieron representadas las dos generaciones que fundaron el pueblo: los abuelos y padres en la mesa de ponentes, agentes directos y vivos de la historia moderna de Isla Mayor, y los nietos como público asistente que constituyen la tercera generación descendientes de las dos primeras.

La historia de cualquier pueblo es la suma y la interrelación de las historias particulares de cada individuo y de las generaciones anteriores a ellos desaparecidas. En el caso concreto de Isla Mayor nos encontramos la singular particularidad de que las tres generaciones que lo habitan (no hay generaciones anteriores a ellas) tienen que ver directamente con la historia del pueblo que empieza en el primer tercio de siglo pasado.


(Así era Isla Mayor en la segunda década del siglo pasado)

De que fue una conquista empezada por los primeros que llegaron (andaluces de diferentes puntos de la región, canarios, portugueses, presos políticos de la guerra del 36, valencianos…) a sus tierras y sus sucesores no hay ninguna duda. Las armas que portaban para la conquista fueron el Trabajo, el Trabajo, el Trabajo… y el Trabajo.

El enemigo a abatir, unas tierras resecas y salitrosas o inundadas por las lluvias y crecidas del río Guadalquivir a unos cuarenta kilómetros al sur de Servilla, cuyos habitantes originarios eran los armajos, mosquitos, fiebres, paludismo, sanguijuelas…, y por la noche, descansando, había que luchar contra los chinches y las pulgas.

Y, de que fue concluida hay todavía menos dudas, como bien de manifiesto lo ponen los resultados obtenidos: más de treinta mil hectáreas de arrozales en toda la comarca, que la hacen la primera productora de arroz, en cantidad y calidad, del Estado español y una de las primeras en Europa.

Los ponentes fueron exponiendo resumidamente sus “retazos” de las historias particulares vividas; de cómo llegaron junto a sus padres con la maleta de madera (la maleta se ve en el centro de la imagen de los ponentes) y lo puesto. Otros llegaron sólo con lo puesto, sin maletas, y no faltaron quienes al llegar a Isla Mayor lo hicieron con menos de lo puesto al salir de sus lugares originarios, porque al hacer 60, 80 ó 120 kilómetros caminando por sierras, pedregales, caminos o trochas, deshacían zapatos, botas y alpargatas, y había que tirarlos antes de llegar.


Se hicieron comparaciones entre cosas que ni de broma son comparables, como las escuelas donde algunos de los ponentes aprendieron sus primeras letras: la m con la a, ma; la m con la e, me… (que otros no fueron a escuela alguna) y la forma de llegar a ellas por entre los barrizales.

No faltó el toque de atención a los estudiantes para que aprovecharan los medios para aprender que tenían a su disposición, ni el apunte de que la historia, tanto la personal como la general, es la síntesis de todo lo vivido anteriormente hasta el presente, razón por la cual mientras más y mejor se conozca el pasado mejor se explica el presente, y en mejores condiciones se está para vislumbrar y actuar sobre el futuro, que si algo de específico tiene actualmente es su incertidumbre.

El último que tomó la palabra fue el alcalde de Isla Mayor, Juan Molero, para agradecer a todos los ponentes sus diferentes exposiciones, recomendando a los estudiantes que hicieran cuantos esfuerzos pudieran para formarse.

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PSOE SI / NO


El cambio y el ‘nuevo’ PSOE

26.06.2017


Ha fracasado la estrategia normalizadora del bloque de poder representado por el Gobierno de Rajoy. La voluntad y la expectativa de dar un impulso hacia un cambio político de progreso frente al continuismo de las derechas se ha vuelto a manifestar entre la ciudadanía. Dos hechos han contribuido a expresar la ilegitimidad de la gestión y el proyecto liberal-conservador y la necesidad de su relevo: la moción de censura promovida por Unidos Podemos, En Comú Podem y En Marea, y el aval de la mayoría de la militancia socialista al distanciamiento de su partido respecto del PP, eligiendo a Pedro Sánchez como Secretario General.

La moción de censura, un paso positivo en el camino del cambio

La moción de censura, liderada por Pablo Iglesias, ha sido un éxito para sus promotores. Primero, ha permitido realzar ante la opinión pública la gravedad de los tres grandes problemas de la población: la evidencia de la implicación del PP en la corrupción sistémica, con ventajas políticas fraudulentas, así como su manipulación e injerencia de los instrumentos del Estado para taparla, afectando a la calidad de la democracia; la importancia de la persistencia e incremento de la desigualdad social, con la gravedad de la precariedad laboral y el empobrecimiento masivo; el bloqueo a una solución política dialogada y democrática al conflicto catalán, favoreciendo las tensiones territoriales.

Segundo, ha posibilitado detallar las principales propuestas concretas de reformas políticas, institucionales y socioeconómicas. Básicamente de tres tipos: de regeneración y democratización de la vida pública; de reversión de los recortes sociales y laborales, con un cambio de modelo productivo, más moderno y ecológico, y mayor igualdad social, incluida la de género, y de respeto y articulación de la plurinacionalidad.

Tercero, ha facilitado el emplazamiento sobre la necesidad de caminar hacia un cambio gubernamental, ofreciendo la colaboración a otras fuerzas progresistas, en particular al Partido Socialista.

Estaba claro que no contaba con el aval mayoritario de la Cámara. El objetivo central no era ése, sino en avanzar en el cuestionamiento de la legitimidad del Gobierno del PP, confirmar la ausencia de una mayoría institucional que le sustente (a pesar del compromiso de Ciudadanos) y comprobar la posibilidad de una mayoría alternativa (siempre que haya suficiente voluntad política).

Y todo ello ha quedado demostrado y constituye un paso más en el camino del cambio. Se ha reforzado un modelo alternativo: democratización profunda, giro social de la política socioeconómica y reconocimiento de la diversidad nacional. Y se ha mostrado un liderazgo colectivo más consistente y creíble.

Por el contrario, la gestión y el relato del PP han mostrado su limitada credibilidad ciudadana. Se han asentado en tres posiciones: Difuminar sus responsabilidades ante la corrupción; embellecer la ligera ‘recuperación’ económica que asocia –falsamente- a su gestión política regresiva (recortes sociales, ajustes y reforma laboral); promover un nuevo autoritarismo y la estrategia del miedo ante el conflicto catalán.

El Partido Socialista se ha abstenido. Pero, una vez conquistada la hegemonía interna en su Congreso Federal (aun contando con las reticencias de un 40% de la militancia y los principales barones, empezando por Susana Díaz): ¿cuál es el plan de Pedro Sánchez?; ¿qué significa el ‘nuevo’ PSOE?; ¿qué sentido tiene su insistencia en un acuerdo tripartito con Albert Rivera y Pablo Iglesias?.

Indecisión socialista por el desalojo del PP

El apoyo fáctico con que cuenta el PP sigue siendo poderoso: el poder financiero-económico, de los principales medios de comunicación y el aval institucional de Ciudadanos. Su objetivo es garantizar la llamada gobernabilidad, su hegemonía institucional y el continuismo de su estrategia político-económica. Ha conseguido el apoyo parlamentario a los Presupuestos Generales de 2017 (gracias al PNV y las dos formaciones canarias). No obstante, sigue siendo mayoritario, tal como confirma el CIS, el descontento ciudadano –por encima de los dos tercios de la población- a su gestión política y económica y, particularmente, ante su implicación en la corrupción. Sufre un significativo desgaste de la confianza de la gente.

Por otro lado, su pacto con Ciudadanos es sólido para toda la legislatura, aunque no le garantiza la total estabilidad parlamentaria. Su amenaza de elecciones generales anticipadas tiene menor credibilidad, aunque no es descartable ante una moción de censura con posibilidades de desalojarlo. Es decir, antes de perder una moción de censura, Rajoy convocaría nuevas elecciones generales.

Por tanto, la cuestión es si el Partido Socialista y Ciudadanos están dispuestos a propiciar y afrontar esa anticipación. De momento, ambos se oponen. Lo que explica las reticencias socialistas a otra moción de censura, su renuencia a avanzar en una alianza de progreso y presentar un bloque unitario con Unidos Podemos y sus aliados. Su prioridad es sacar ventaja comparativa sobre ellos. Además, la condición de ganar la moción la deja anulada por la oposición de Ciudadanos y su autolimitación para no negociarla con las fuerzas ‘independentistas’.

El emplazamiento alternativo al Partido Socialista de una moción compartida y liderada por Sánchez, permite favorecer y protagonizar la firmeza discursiva de echar al PP del Ejecutivo, pero parece improbable. El proyecto del Secretario General socialista se basa en otro calendario y en la medida que se generen sus condiciones prioritarias: ganar mayor hegemonía relativa, ser el eje central, moderado y transversal, programático y gestor, entre Ciudadanos y Unidos Podemos y sus aliados.

Por tanto, el cambio gubernamental se aleja hasta después de nuevas elecciones generales. La estrategia electoral del Partido Socialista, incrementar su ventaja comparativa y competir por el espacio de ‘izquierda’, se convierte en la principal, frente a la estrategia política de colaboración para echar al PP y configurar una alternativa de progreso. La alternativa de Gobierno se concretará con los nuevos y esperados resultados. Básicamente, con dos hipótesis: Gran Centro o Alianza de Progreso.

Las relaciones y acuerdos a tres, o mejor, con geometría variable con uno o con otro (o con nacionalistas o el propio PP en las llamadas cuestiones de Estado, incluyendo Catalunya), aparte de intentar debilitar y aislar al PP, están al servicio de su objetivo central: incrementar su representatividad a costa de las fuerzas del cambio. El objetivo es tener mayor autonomía y capacidad para dirigirse posteriormente hacia el centro –Ciudadanos-. Trata de conformar su línea política de cambio limitado y su alianza institucional preferente, evitando un cambio sustantivo y dejando en una posición subordinada a las fuerzas del cambio.

En consecuencia, su nueva retórica y sus nuevos gestos tienen consecuencias significativas: debilitar la credibilidad social del PP, afirmar una aspiración social de cambio gubernamental y evitar una estrategia de duro acoso a Unidos Podemos y aliados. Y ello puede conformar una dinámica política positiva para el cambio social e institucional. Pero, de momento, están sometidos al imperativo competitivo por la influencia y la apropiación de (parte sustancial) del campo social y electoral alternativo.

El proyecto de Sánchez: reforzar la hegemonía socialista

Dirigentes del equipo de Pedro Sánchez, repiten ese mantra de reforzar la hegemonía socialista, su proyecto autónomo y ganador (al decir de Susana Díaz), como la esencia del ‘nuevo PSOE’, su discurso de ‘nueva socialdemocracia’, su identidad de ‘izquierda’ o su alianza ‘transversal’ de las ‘fuerzas del cambio’. Bonitas palabras, algunas de ellas utilizadas por representantes de Podemos, pero cuyo significado y función aquí hay que esclarecer.

Por ejemplo, en relación con lo último, hasta ahora las llamadas fuerzas del cambio se referían al espacio de Unidos Podemos, las convergencias y sus aliados, así como a las candidaturas municipalistas; aparte de todo el conglomerado asociativo, de indignación cívica y protesta social, representado simbólicamente por el 15-M y los movimientos sociales. Meter en ese campo a Ciudadanos, garantía de la continuidad de Rajoy y las políticas neoliberales, es una impostura derivada de su interés por emplazarles a un pacto de moderación y de contrapeso a las fuerzas del cambio reales.

Incluso para auto-incluirse la dirección socialista en esa denominación habrá que confirmar con los hechos la profundidad de su distanciamiento de las derechas y su firmeza por un cambio real y sustantivo. A su vez, instrumentaliza el significante transversalidad –como Macron- para darle un contenido que, en ese contexto, representa centrismo liberal, con equidistancia en las alianzas a las dos bandas contrapuestas con hegemonía propia y renuncia al cambio. Por tanto, existe una pugna discursiva y es necesaria resignificar las palabras para dar sentido a las propuestas y las prácticas políticas.

Pero, qué significado tienen esos nuevos/viejos referentes socialistas. Qué proyecto político anuncian y/o esconden. No faltan sus ejemplos del Felipe González de 1982 y del Rodríguez Zapatero de 2004, por no hablar de la Tercera Vía alemana o laborista. La operación, recordada ahora para imitarla, consiste en, una vez decretada la irrelevancia de las dinámicas sociales y políticas críticas o alternativas y absorber o neutralizar parcialmente sus demandas, implementar un giro al centro (donde suponían que estaba la garantía de representatividad y conservación del poder político).

No obstante, el contexto ha cambiado y solo traduce una añoranza. Ese proyecto modernizador de la socialdemocracia europea, con efectos ambivalentes –positivos y negativos- para las capas populares, ha saltado por los aires por dos motivos principales.

El primero, por su gestión gubernamental regresiva y autoritaria de la crisis sistémica y su compromiso con los poderosos antes que con las capas populares. Es la causa última de la desafección cívica y su falta de credibilidad ciudadana, imprescindibles para su renovación y el reencuentro con unas alejadas bases sociales progresistas, particularmente con los sectores más dinámicos, jóvenes y capas trabajadoras y medias urbanas.

El segundo, la conformación de un amplio y sólido campo sociopolítico crítico, con una experiencia y una cultura democrática y de justicia social, junto con la consolidación, especialmente en España, de una significativa y similar representación política e institucional alternativa.

Sin afrontar ni replantear la estrategia de fondo, solo intentado hacerla olvidar con retórica y pequeños retoques, es difícil que recuperen su credibilidad perdida. Como han comprobado, forzar la ampliación de su implantación electoral a base de sectarismo y prepotencia contra las fuerzas del cambio es poco eficaz y contraproducente. Es la razón de la modificación del talante de la nueva dirección socialista y los nuevos puentes, con una estrategia más sutil, que facilite la alternancia al PP.

Sin embargo, la persistencia de esa actitud de fondo no solo les dificulta la comprensión de la realidad y la elaboración de un análisis, relato y discurso realista y coherente sino, sobre todo, refleja su incapacidad para definir y aplicar una estrategia realmente de cambio y su ilusión hegemonista desde la prepotencia.

Cuáles son los escenarios posibles 
 
Dejando aparte los efectos del conflicto en torno al ‘proceso’ catalán, de impredecibles consecuencias, habrá que esperar a los resultados de las elecciones municipales, autonómicas y europeas de 2019, para tener una radiografía precisa y determinar las opciones de proyectos y alianzas. Su impacto sí podría propiciar un adelanto (limitado) de las elecciones generales (con o sin amenaza de moción de censura ganadora). Caben algunas hipótesis con implicaciones para la viabilidad de los proyectos respectivos.

El sistema político bipartidista ha quedado atrás, con la consolidación de las cuatro fuerzas principales. Pero, en las condiciones actuales, no son descartables desplazamientos electorales limitados pero con efectos significativos; solo con la variación de entre uno y dos millones de votos (lo que supone cerca del 5% -sin garantías de detección demoscópica previa- y entre quince y veinte diputados) entre PP y Ciudadanos y/o, al mismo tiempo, entre PSOE y Unidos Podemos y convergencias, se puede modificar fuertemente el panorama político e institucional. Y más si ese desplazamiento es desde las derechas hacia las izquierdas (o al revés).

Por ejemplo, las consecuencias globales de la pérdida de las derechas de la Comunidad de Madrid a mano de un gobierno de progreso, serían muy importantes. Tampoco es indiferente la hegemonía de las fuerzas alternativas frente al PSOE, en esa Comunidad o en la Comunidad Valenciana; o bien, al contrario, la pérdida para ellas del Ayuntamiento de Madrid o algún otro ayuntamiento del cambio relevante, bien sea a manos de las derechas o bajo el liderazgo del Partido Socialista. La influencia sobre la legitimación de cada actor político y sus políticas y trayectorias serían muy decisivas para conformar una alternativa de progreso en el Gobierno y su carácter.

Por otro lado, desde una perspectiva más amplia, para las fuerzas del cambio es fundamental el arraigo y la vinculación con la sociedad y el movimiento asociativo, la activación de la ciudadanía, la implementación de dinámicas políticas adecuadas en las bases sociales, así como la definición de discursos, liderazgos y alianzas apropiados y unitarios para consolidar los espacios de cambio y garantizar gobiernos de progreso. No todo es responsabilidad de la representación política y depende de la actitud de los distintos movimientos sociales (incluido el sindicalismo), de la ciudadanía activa y la intelectualidad crítica. Las deficiencias en el campo progresista van a tener su impacto de dificultad para el cambio. Y hay que establecer las luces largas para alumbrar el camino, en los ámbitos social e institucional, hasta el nuevo ciclo electoral de los años 2019-20.

El cálculo de Rivera para un cambio de aliado (PSOE) derivaría de un fuerte declive del PP con trasvase de un porcentaje significativo de su electorado y según los nuevos resultados. La conformación de una alternativa de Gran Centro, a la española, ya ensayada en 2016, supone un pequeño recambio de élites y el continuismo de las políticas socioeconómicas y territoriales. Y siempre con la subordinación o el castigo a Unidos Podemos y convergencias en el caso de su no colaboración.

El ‘cierre’ de las derechas al cambio político, a la ‘inestabilidad’ institucional derivada de su pérdida de mayoría absoluta desde las elecciones generales del 20-D-2015 consiste en evitar una alianza de progreso, impedir un cambio auténtico y aislar a Podemos, IU y las convergencias, así como a las candidaturas municipalistas. Era el objetivo explícito de Ciudadanos en su acuerdo con el PSOE, con un programa económico y territorial continuista e innegociable, luego reconocido por el propio Sánchez y al que éste se sumó. Tras las elecciones generales del 26-J-2016, Ciudadanos ha dado un giro más claro de su compromiso con la gobernabilidad del PP y sus políticas neoliberales y centralizadoras.

Por otro lado, como se sabe, el golpe palaciego de los barones socialistas, en el Comité Federal del pasado uno de octubre, junto con el apoyo de los poderes mediáticos, económicos e institucionales, consiguió la defenestración de Sánchez y permitió la investidura de Rajoy. El fiasco susanista y de la Comisión Gestora debilita esa operación de normalización del Ejecutivo liberal-conservador y afianza la necesidad de buscar una alternativa de Gobierno.

La competencia por la primacía representativa, ligada al tipo de cambio

Necesariamente va a haber competencia entre las fuerzas progresistas por la primacía representativa. El Partido Socialista aspira a incrementar su ventaja respecto de Podemos y sus aliados; su horizonte es tener, al menos, una relación de dos a uno, con la que imponer su posición programática y, sobre todo, la completa y exclusiva hegemonía de su gestión. Es su ilusión para la aplicación mecánica del modelo portugués, de acuerdo positivo con gran hegemonía socialista, basado en una correlación de fuerzas de tres a uno y sin el problema adicional de la cuestión nacional o la presencia de una fuerza centrista.

Pero ese mismo modelo requiere aceptar la lealtad y el criterio de representatividad que en España es similar entre ambos, por lo que es razonable una gestión compartida y un programa negociado y equilibrado. Y no solo en el área económica (afrontando la ineludible renegociación con Bruselas y la imprescindible reforma institucional de la Unión Europea y la eurozona) sino en las otras dos grandes áreas: cuestión nacional y democratización. Esta última es factible con Ciudadanos y la anterior con las fuerzas nacionalistas. Y la primera, socioeconómica, complicada con todos, particularmente con Rivera. Frente al Gran Centro, con recambio continuista, la alternativa sigue siendo un Gobierno de Progreso (a la española), un cambio real de políticas con una improbable posición periférica de Ciudadanos, o sea, con su posible oposición.

Lo que se ventila es la tensión entre un cambio cosmético con la continuidad de fondo, es decir, sin dar satisfacción a las demandas principales de las capas populares, o bien, abrir un cambio realmente de progreso, aunque sea limitado y lento pero sustantivo y con un horizonte cierto. En definitiva, la opción estratégica está entre continuismo (de las derechas o el Gran Centro) y el cambio (de progreso, alternativo o de izquierdas).

Unidos Podemos y convergencias aspiran legítimamente a sobrepasar al PSOE, sin que por ello tengan que ser ofendidos con palabras de victimismo o acusados de antipluralismo por su supuesto objetivo populista. En una democracia pluralista es legítima la pugna competitiva entre adversarios políticos, siempre con respeto, reconocimiento, propuestas argumentadas y procedimientos democráticos y transparentes.

El antagonismo se suaviza y regula por los valores compartidos: la democracia y el bien común. Entre fuerzas progresistas la cuestión es el grado de contrapeso por la colaboración por objetivos transformadores comunes que pueden beneficiar a ambos y, especialmente, a sus bases sociales y el conjunto de la ciudadanía en detrimento de los intereses oligárquicos y las políticas regresivas de las derechas.

El equilibrio entre la confrontación y la colaboración no siempre es fácil y depende de cada contexto. Se ha roto el esquema de los dos campos contrapuestos anteriores, aun con sus contradicciones internas basadas en la alternancia: completa hegemonía institucional de la triple alianza de PP-Ciudadanos-PSOE (y el poder establecido), por un lado, y el aislamiento de las fuerzas del cambio (y el movimiento popular), por otro lado. Ahora se configuran tres dinámicas en un marco más flexible y cambiante: persiste la alianza de las derechas y se consolidan las fuerzas del cambio; pero aparece el proyecto que se pretende ‘autónomo’ del PSOE. Frente a las derechas, más si se agrietan, vuelven las dos opciones comentadas, el Gran Centro y la Alternativa de Progreso. El futuro está abierto. Hay que construir el cambio.

Antonio Antón. Profesor Honorario de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid.

@antonioantonUAM

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