lunes, 20 de marzo de 2023

Furia en las calles de Francia: Macron impone por decreto aumento de edad de jubilación. [El señor Macron que por lo visto manda más en Francia que en su casa, ha decidió por decreto que los franceses tienen que trabajar más años para poder cobrar (de sus dineros) la pensión de jubilación, y esto lo ha decidió basándose en el poder del pueblo que reside en viva La Pepa; La Juliana; Juanita Reina, La Juana, su prima y su hermana y La Carcovi, por lo que parecería lógico que el decreto decretado por el señor Macron sea de obligado cumplimiento exclusivamente para él y su familia hasta tanto los trabajadores construyamos la democracia]

 

Furia en las calles de Francia: Macron impone por decreto aumento de edad de jubilación

 

DIARIO OCTUBRE / marzo 20, 2023

 

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El presidente, Emmanuel Macron, introdujo por decreto su polémica reforma a las pensiones. Con ella los franceses deberán trabajar hasta los 64 años.

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Miles de personas protestan en Portugal, exigiendo salarios más altos y tope en los precios de los alimentos

 

Miles de personas protestan en Portugal, exigiendo salarios más altos y tope en los precios de los alimentos

 


DIARIO OCTUBRE / marzo 19, 2023

 

 Miles de manifestantes portugueses han salido a las calles de la capital, Lisboa, por la crisis del costo de vida del país, exigiendo salarios y pensiones más altos.


Los manifestantes, que se reunieron en el centro de Lisboa el sábado, también instaron a la intervención del gobierno para limitar el aumento de los precios de los alimentos, que según dijeron está estrangulando sus ya ajustados presupuestos.

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La metalúrgica Paula Gonçalves, de 51 años, dijo que la gente «protesta contra los bajos salarios… y por más justicia» para los trabajadores y agregó: «Nosotros, los trabajadores, somos los que producimos, damos todo lo que tenemos… y la ganancia es todo para los empleadores y nada para nosotros».

Desde principios de año, varios grupos sociales en Portugal, incluidos los docentes, han estado realizando manifestaciones periódicas al sentir los efectos de la crisis del costo de vida del país.
Portugal es uno de los países más pobres de Europa occidental y, según datos oficiales, más del 50 por ciento de sus trabajadores ganaron menos de 1000 euros (1067 dólares) al mes el año pasado, mientras que el salario mínimo es de solo 760 euros al mes.

Los datos publicados por Eurostat muestran que el salario mínimo en Portugal se situó en 681 euros al mes en 2023, lo que lo convierte en el duodécimo más bajo entre los 15 países de la Unión Europea que tienen salarios mínimos. Se compara con 726 euros en Polonia, 775 euros en Grecia o 798 euros en España.

La marcha, que fue convocada por la CGTP, una confederación de los principales sindicatos del país, se produjo un día después de una huelga nacional de funcionarios en apoyo de mayores salarios. Esa acción afectó a la recolección de basura, escuelas y hospitales.

La CGTP quiere que el gobierno implemente un paquete de medidas antipobreza, incluidos los controles de precios de los productos básicos y acciones para limitar el aumento de los alquileres y el costo de los préstamos inmobiliarios.

La secretaria general de la CGTP, Isabel Camarinha, dijo a la multitud que los sindicatos querían aumentos salariales de al menos un 10 por ciento, lo que estaría por encima de la tasa de inflación, y nada menos que un aumento de 100 euros (108 dólares) para todos los trabajadores.

La inflación de Portugal alcanzó el 7,4 por ciento en 2022, que fue el nivel más alto en 30 años.

Fuente

FUENTE: news-front.info

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Continúa la escalada de precios en alimentos básicos: Uno de cada tres se ha encarecido en marzo

 España


Continúa la escalada de precios en alimentos básicos: Uno de cada tres se ha encarecido en marzo

TERCERAINFORMACION / 20.03.2023


  • FACUA amplía sus denuncias ante la CNMC tras detectar subidas en 312 precios afectados por la bajada del IVA entre una muestra de más de 1.000 productos.

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FACUA-Consumidores en Acción ha realizado a comienzos de este mes un seguimiento sobre la evolución de más de 1.000 precios de alimentos afectados por la rebaja del IVA en ocho grandes cadenas de distribución. Uno de cada tres ha subido su precio, lo que supone un notable aumento del número de productos que se han encarecido teniendo en cuenta que en febrero fueron prácticamenteuno de cada cinco.

Todo ello pese a que el real decreto ley aprobado por el Gobierno a finales de diciembre prohíbe aplicar subidas en los márgenes de beneficio empresarial de todos los miembros de la cadena de producción, distribución o consumo.

Ante estos hechos, FACUA ha ampliado las denuncias que presentó tanto enenerocomo en febrero ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que hasta la fecha sigue sin darle ningún tipo de respuesta. Las denuncias han ido dirigidas contra todas las cadenas objeto del análisis: Alcampo, Aldi, Carrefour, Dia, Eroski, Lidl, Hipercor y Mercadona.

Más de un millar de precios analizados

La asociación, como viene haciendo mensualmente, ha revisado la evolución de 1.012 precios en estas ocho cadenas de distribución. Los nuevos análisis se han llevado a cabo los días 1, 2 y 3 de marzo. En ellos ha detectado que en 312 casos, esto es, el 30,8%, el precio se ha encarecido con respecto al que tenían el pasado 30 de diciembre una vez aplicada la rebaja del IVA (ver estudio completo).

FACUA recuerda que los productos afectados por la rebaja de IVA no pueden ser objeto de aumentos en los márgenes de beneficio empresarial durante al menos cuatro meses, plazo que se amplía hasta seis si la inflación subyacente de marzo no está por debajo del 5,5%.

El artículo 72 del Real Decreto-ley 20/2022, de 27 de diciembre, señala en su apartado 3 que«la reducción del tipo impositivo beneficiará íntegramente al consumidor, sin que, por tanto, el importe de la reducción pueda dedicarse total o parcialmente a incrementar el margen de beneficio empresarial con el consiguiente aumento de los precios en la cadena de producción, distribución o consumo de los productos».

FACUA critica la falta de transparencia del Gobierno sobre los estudios que anunció el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a través de su observatorio de precios. A fecha de hoy no solo no han trascendido datos sobre sus conclusiones, sino tampoco sobre cuántos establecimientos, cuántos precios y en qué fechas se vienen realizando los análisis.De hecho, Agricultura ni siquiera ha confirmado si efectivamente los está llevando a cabo.

Hipercor, donde más se encarecen; Alcampo, donde menos

Al igual que en febrero, el mayor número de anomalías se han detectado en Hipercor, donde se han encarecido 71 del total de 168 precios analizados (un 42,2%). Le sigue Lidl, con 26 productos más caros que el 30 de diciembre sobre una muestra de 63 precios (el 41,2%).

Carrefour, por su parte, ha aumentado 65 de los 172 precios analizados (el 37,7%), mientras que Aldi lo ha hecho en 21 de los 56 alimentos recogidos en este estudio (el 37,5%). La asociación ha detectado 40 precios más caros en Eroski sobre un total de 137 alimentos (el 29,1%), mientras que en Dia se han encarecido 37 artículos de los 136 contemplados (el 27,2%).

Las dos cadenas donde se ha registrado un menor porcentaje de subida de precios son Mercadona, con 27 productos del total de 144 recogidos en el análisis (el 18,7%) y Alcampo, con 25 subidas entre los 136 precios registrados (el 18,3%).

Este total de 312 precios más caros en marzo contrasta con los 178 detectados en febrero sobre una muestra prácticamente idéntica (1.012 este mes por los 1.020 del mes pasado). Es decir, en apenas un mes casi se ha duplicado el número de productos afectados por la rebaja del IVA que han aumentado su precio.

Frutas y verduras siguen siendo las más afectadas

Del total de 312 precios en los que FACUA ha detectado una subida en su comparativa, 127 se corresponden a frutas o verduras (el 40,4% del total), 55 son aceites de oliva o de girasol (el 17,5%) y 47 son leches o lacteos (El 14,9%).

Por su parte, se han localizado 34 incrementos de precios entre las legumbres (el 10,8%), 19 entre las pastas (el 6% de las subidas) y 17 entre los arroces (un 5,4%). La docena de precios restantes son fundamentalmente panes y huevos.

Alimentos con mayor subida por supermercados

Las mayores subidas de precios en este último mes se corresponden a frutas o verduras. En Mercadona, la malla de cebollas de 2 kilos ha pasado de 2,39 euros en enero (ya con la bajada del IVA aplicada) a 3,99 euros en marzo, lo que supone un encarecimiento del 66,9%.

En Dia, la malla de patatas lavadas de 3 kilos también ha incrementado su precio un 46,5%, pasando de 2,88 euros en enero a los 4,22 euros actuales. En Hipercor está el caso del paquete de arroz redondo Brillante Sabroz de un kilo, cuyo precio actual es de 2,79 euros mientras que cuando entró en vigor la bajada del IVA era de 1,82 (incremento del 53,3%).

En Alcampo, el producto que más se ha encarecido entre los 136 analizados ha sido el melón piel de sapo, cuyo precio por una pieza de tres kilos ha pasado de 4.56 a 6,21 euros en apenas dos meses (un 35,4% más caro).

En Aldi, el ejemplo más flagrante es el litro de aceite de oliva marca Carbonell, el cual ha pasado de 4,43 euros a principios de enero a 8,30 euros este mes de marzo (un 87,3% más). En Eroski, el kilo de cebollas blancas Buti se ha encarecido un 65,7%, pasando de costar 1,49 euros tanto en enero como en febrero a 2,47 euros ahora en marzo.

El precio de la granada en Carrefour ha pasado de 1,91 euros/kilo el 3 de enero -le repercutieron la bajada del IVA al precio de final de diciembre- a 3,99 euros/kilo el 7 de febrero (un 108,9% más caro) y a 4,99 euros el 3 de marzo (un 160,78%). En Lidl, la lechuga Iceberg costaba a principios de enero 0,91 euros, mientras que a día de hoy está a 1,39 euros (un 52,1% más).

FACUA señala que los datos ponen de manifiesto una vez más la necesidad de que el Gobierno fije precios máximos en alimentos básicos, algo para lo que está facultado según establece el artículo 13 de la ley de comercio de 1996.

Resulta evidente, advierte la asociación, que la bajada del IVA en algunos productos ha tenido un efecto extraordinariamente leve en la cesta de la compra dado el brutal encarecimiento que se ha producido en el último año.

El artículo 72 delReal Decreto-ley 20/2022, de 27 de diciembre, señala en su apartado 3 que«la reducción del tipo impositivo beneficiará íntegramente al consumidor, sin que, por tanto, el importe de la reducción pueda dedicarse total o parcialmente a incrementar el margen de beneficio empresarial con el consiguiente aumento de los precios en la cadena de producción, distribución o consumo de los productos».

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COESPE: “Frente una ley de pensiones para confundir y desmovilizarnos”

 



COESPE: “Frente una ley de pensiones para confundir y desmovilizarnos”


Publicado el 20 de marzo de 2023 / Por Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (COESPE)

KAOSENLARED / 

¡No nos alimentan migas, queremos el pan entero!

Después de que durante días se ocultara el contenido real a las y los pensionistas, y al conjunto de las y los trabajadores y a la ciudadanía, el BOE ha publicado una nueva reforma de pensiones, cuya presentación dista mucho de su real contenido. En su título se toma mucho de nuestras exigencias: ampliación de derechos de los pensionistas, sostenibilidad, acabar con la brecha de género. Pero es un envoltorio retorico a un nuevo retroceso de fondo que no era de esperar de un gobierno que se comprometió en su programa a defender el sistema público de pensiones y los derechos de las y los pensionistas, y las trabajadoras/es.

Sin duda en algunas cuestiones puntuales mejora la situación presente. Recoge, de manera limitada, destopar las cotizaciones máximas como hemos venido exigiendo desde hace 5 años. También es positivo que por el momento se evite forzar la extensión de los años computados por los nuevos pensionistas a 30 años, permitiendo durante 3 años mantener el computo actual, frente las exigencias de la Comisión Europea de extenderlo desde el 31 de diciembre pasado, que hubiera afectado a cientos de miles de nuevos pensionistas los próximos años.

Pero el decreto tiene una cara obscura que evitan explicar a la gente.

En primer lugar, no recoge nuestra exigencia que es volver a los 15 años de cómputo. Mantener los 25 años perjudica y mucho a los nuevos pensionistas especialmente a las mujeres. Está bien hablar de brecha de género, pero lo que se trata es de reducirla para erradicarla, no de llenar titulares con un relato que solo trata de parecerse a lo que proclamamos cada semana en las calles. El decreto debería recoger el complemento de brecha de género, a las mujeres pensionistas actuales, tanto a las contributivas como a las no contributivas, ellas ahora son las pensionistas que menos cobran por sus bajas pensiones, más del 50% del colectivo pensionista está en precariedad o en el umbral de la pobreza.

En segundo lugar, anuncian una serie de incrementos ofreciendo titulares con cifras irreales. condenando a las y los pensionistas que no tengan cargas familiares a mantenerse en el umbral de la pobreza, introduciendo un factor de resta con el concepto de renta mediana. Una lectura atenta de la Ley muestra esos incrementos solo se alcanzan bajo algunos supuestos, que excluye por ejemplo a millones de mujeres viudas y sobre todo en un plazo de tiempo que los hace irrelevante.

Prometer subidas de aquí a cuatro años, es simplemente humo. Primero porque otro gobierno tendrá que gestionarlo, y segundo (lo más importante) porque estamos en un escenario inflacionista, agudizado por la actual crisis bancaria, en el que nadie sabe si dentro de 4 años el IPC acumulado será del 20 el 30 o el 40%.

Comprometerse a un 10% en 4 años no es una subida, sino atarnos de manos cara al futuro, como en el caso de diversos convenios firmados por algunas direcciones sindicales, que parecen desconocer cuál es el incremento real del coste de la vida para pensionistas y trabajadores/as.

TODAS ESTAS RAZONES AFIANZAN AUN MAS NUESTRA EXIGENCIA DE UNA SUBIDA DE LAS PENSIONES MÍNIMAS AQUÍ Y AHORA DE 1080.

En tercer lugar, no hay nada de reducir la edad de jubilación de 67 a 65 años, a pesar de que todas las fuerzas políticas sindicales que firman ese penoso acuerdo, en Francia están peleando en la calle, el Parlamento y la negociación sindical por mantener la jubilación a los 62 años.

En cuarto lugar, se sigue incumpliendo la exigencia legal de llevar a cabo una auditoria por el Tribunal de cuentas, con garantías de transparencia de las cuentas de la Seguridad Social.

Finalmente, nada hay de revertir las privatizaciones del sistema de pensiones, a pesar que, de nuevo, están quebrando en EEUU y Europa los fondos privados de pensiones. Mientras que los papagayos neoliberales siguen intoxicando los medios hablando de una falsa quiebra del sistema público de pensiones en el 2040 y ocultando las cuentas de nuestras cotizaciones, los sistemas privados están quebrando HOY (solo en Suecia y solo tras la quiebra del SVB se han perdido 8.000 millones de € de los pensionistas en su sistema privado) sin que ello parezca importar ni al gobierno, ni a sindicatos.

La realidad es que la lucha es el único camino. La razón por la que se ha aplazado parte de las reformas exigidas por los financieros a través de la Comisión Europea es por nuestra lucha. No se nos ha tenido en cuenta para negociar, se nos ha ocultado la información hasta el último momento, en los medios tratan de robar nuestros argumentos compartidos por millones de personas para encubrir la letra pequeña de sus leyes, pero es precisamente nuestra movilización lo que está evitando un mayor recorte de nuestros derechos.

Se trata de una lucha de larga duración y que se extiende por todo el país y penetra en todos los ámbitos de la vida social del país: con las mujeres este 8 de marzo, la sanidad, la defensa de las residencias y muy pronto con los jóvenes y trabajadores, que tarde o temprano se van a dar cuenta del intento de estafa que son objeto con su salario diferido que son las pensiones.

Mientras ellos tratan de confundir nosotros llamamos a persistir en la movilización y la pedagogía social frente a todo intento de confusión y de anestesiarnos para robar nuestros derechos. No nos damos por vencidos, al contrario, esta misma semana en que pretendían haber satisfecho nuestras exigencias para desmovilizar a quienes nos apoyan, la realidad es que:

a) Asjubi40 han llevado al Parlamento Europeo la petición de 40 años cotizados sin ninguna penalización, difundiendo ampliamente su justa reivindicación.
b) En el País Vasco y Navarra, los pensionistas del MPEH han mantenido una fuerte movilización, incluyendo en Bilbao un encierro de ayuno exigiendo la subida inmediata a 1080€ y denunciando la ley, con el apoyo de COESPE y todo el movimiento pensionista. Una movilización que ha culminado con una enorme manifestación junto con trabajadores y jóvenes el pasado sábado en Bilbao
c) En Francia el intento de sustraer la reforma al Parlamente después de 5 huelgas generales ha provocado un estallido social de enormes dimensiones que son un ejemplo para los trabajadores de toda Europa y al que durante meses hemos prestado todo nuestro apoyo y solidaridad.

A pesar de todas las confusiones que el poder financiero trata de crear mediante sus medios de comunicación y lobbies de presión que actúan dentro de Parlamentos, Gobiernos, fuerzas políticas y sindicales, la realidad de los hechos se impondrá.

Como decía el Tenorio: “los muertos que vos matáis gozan de buena salud”. A pesar de quienes hace años nos daban por muertos, el movimiento pensionista está más vivo que nunca, construyendo su argumentario, su unidad en la diversidad, su relato ante tanto intento de confundirnos. Aquí seguimos en las plazas y en las calles y aquí seguiremos mientras traten de robarnos.

20/03/2023

¡Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden!

COESPE

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Les habla Louis-Ferdinand Céline

 

¿Se puede ser abyecto en lo humano, y genial como artista? Ese es el caso de Céline, uno de los más grandes escritores de la lengua francesa y colaborador de la Gestapo. ¿Podemos prescindir de quién es el autor y admirar su obra? Podemos, mal que nos pese.


Les habla Louis-Ferdinand Céline


Louis-Ferdinand Céline

El Viejo Topo

20 marzo, 2023

 


Bueno, pues ¡aquí estoy! Después de haber vivido en muchos lugares, en climas diferentes y en condiciones diversas, me ruegan ahora que dé mi impresión sobre mis obras maestras en un ambiente propio de silla eléctrica… Per no por ello voy a perder la serenidad, voy a decir todo lo que pienso y nadie me impedirá hablar. Bueno, pues, miren –voy a darme prisa, porque creo que estas cosas cuestan muy caras, conque hay que ser parco–, les cuento en seguida lo que sé y lo que he leído. En las Memorias de George Sand –ya casi no se lee a George Sand, pero aún se leen un poco sus Memorias, y yo, en particular, las he leído– hay un capítulo extraordinario en el que cuenta que, de joven, era muy lanzada y tenía ideas de izquierdas, de extrema izquierda incluso para aquella época. La invitaban a recepciones por su origen, por su renombre –sabido es que era una bisnieta del príncipe de Sajonia– tenía acceso a los mejores salones y, en particular, a aquellos en que aún se reunían los miembros de la antigua aristocracia, pero, ¡la de verdad!, la que aún existía, la que había sobrevivido, ¡y con qué trabajos!, a la desaparición de la corte de Luis XVI e incluso de Luis XV. Y George Sand contempla a aquellos miembros de la aristocracia con gran horror: su forma de gesticular, de agitarse, de ofrecerse pastas, de adelantar las sillas, retirarlas, ocultar la peluca entre los senos de las damas y después colocársela bajo el trasero y luego hacer mil gracias, mil melindres… Se sentía horrorizada al ver a aquellos viejos de una época desaparecida hacer tantos mohines. Bueno, pues, a mí, personalmente, ese capítulo me parece esencial. (Creo que el propio Proust lo utilizó a fondo en el famoso capítulo en que se ve a la gente envejecer en el sitio; es un capítulo famoso, pero en eso creo que George Sand lo precedió; se trata, en verdad, de un gran esfuerzo literario.) Bueno, pues yo tengo la misma impresión cuando leo un libro; tengo la impresión de ver a gente que hace mohines. Ponen muecas totalmente inútiles. No van directamente al grano, dan vueltas alrededor, adelantan sillas, hacen prólogos; pero no van directamente al nevio, verdad, a la emoción, ah, eso desde luego que no. Conque, en una palabra, miro las novelas de mis contemporáneos y me digo: «Eso significa trabajo, pero trabajo inútil». Eso es lo que pienso yo. Porque no llevan el compás de la época. Hay que tener en cuenta que la novela ­–puesto que se trata de la novela, sobre ella se me pide que exprese mi pensamiento– ha perdido la misión que tenía, ha dejado de ser un órgano de información. En la época de Balzac, se veía cómo era la vida de un médico rural en Balzac; en la época de Flaubert, la vida de la adúltera en Bovary, etc., etc. Ahora estamos informados sobre todas esas materias, profusamente informados: por la prensa, los tribunales, la televisión, las investigaciones médico-sociales. ¡Oh! La de historias que hay al respecto, con documentos, fotografías… Ya no se necesita la novela para todo eso. Creo que su función documental e incluso psicológica se ha acabado, ésa es mi impresión. Entonces, ¿qué le queda? Pues no le queda gran cosa, le queda el estilo y las circunstancias en que se encuentra el hombre. Evidentemente, Proust se encontraba en la alta sociedad, conque habla de la alta sociedad, ¿no?, lo que ve y también los triviales dramas de la pederastia. Bueno. Muy bien. Pero, en fin, se trata de colocarse en la línea en que te coloca la vida y no salir de ella, a fin de recoger todo lo que hay y trasponerlo en estilo. Conque hablando de estilo… El estilo de todos esos me parece del mismo tono que el del bachillerato, del periódico habitual, de los alegatos judiciales, de las declaraciones en la Asamblea, es decir, un estilo verbal, elocuente tal vez, pero, en todo caso, no emotivo, desde luego. Los miro como los impresionistas debían mirar a los pintores de su época, que les pagaban con la misma moneda. Evidentemente, para el impresionista, cuando miraba la iglesia de Auvers representada por un pintor de su época, un buen pintor de su época, ¡no era un Van Gogh! Y el otro decía: «Pero, si es que es un horror, es un malhechor, ¡es para matarlo!» Bueno, pues eso siguen pensando de mis libros, evidentemente.

Digo que las que se hacen son novelas inútiles porque lo que cuenta es el estilo y nadie quiere plegarse al estilo. Exige un trabajo enorme y la gente no es trabajadora, no vive para trabajar, vive para gozar de la vida, conque eso no permite demasiado trabajo. Los impresionistas eran muy trabajadores. Sin trabajo, no se puede hacer gran cosa. Existe la elocuencia natural: es muy mala, la verdad, la elocuencia natural. Es necesario que se sostenga en la página. Para que se sostenga en una página, hace falta un esfuerzo enorme.

Me parece que en eso hay toda una tarea: un estilo. Bueno, pues, estilos, verdad, no hay muchos en una época. No es por presumir, pero no hay muchos. Hay tres o cuatro por generación: hay que decir la verdad, porque, si yo no la digo, nadie la dirá. Son decadentes, a su vez, después; duran sólo un tiempo. Hay una idea de la vida, una filosofía general, según la cual la vida es eterna, la vida empieza a los sesenta años, a los cincuenta… ¡No! ¡No! ¡Es pasajera! Lo que rige es, pues, el tiempo y no dura siempre. George Sand se burlaba de esos viejos mohines de los antiguos cortesanos. Pero ella misma, si la viéramos ahora, nos parecería perfectamente ridícula. Hay, pues, un tiempo, un tiempo concreto. Pensemos en las grandes historias. ¿Qué es lo que se sostiene en el teatro? Poca cosa. Se vuelve siempre a Shakespeare, lógicamente. Shakespeare tiene a su favor el vestuario, eso lo salva. Se sitúa, pues, fuera de su época. En eso ha ganado. Mientras que, si representamos a Shakespeare con traje de calle, sabemos que queda muy mal, no hace el efecto. Concurren a ello toda clase de cosas.

Conque hay quien dice: las novelas de Céline es que son irritantes, horripilantes, etc., porque no están escritas en el estilo del bachillerato, en el estilo admitido, el del periódico habitual, el de la licenciatura. Estilos que en verdad se imponen, formalmente, y que resisten y resistirán, voy a decirles por qué, poco a poco.

Vuelvo a ese estilo. Consiste en un modo determinado de forzar las frases para sacarlas ligeramente de su significado habitual, de los goznes, por decirio así, desplazarlas, y forzar así al lector a desplazar él mismo su sentido, pero muy ligeramente. ¡Oh! ¡Muy ligeramente! Porque todo eso, si resulta pesado, es una pifia, es la pifia. Conque requiere un gran distanciamiento, sensibilidad: es muy difícil de hacer, porque hay que girar. ¿En torno a qué? A la emoción.

Y con esto vuelvo a mi ataque frontal al Verbo. Como se sabe, las Escrituras dicen: «En el principio era el Verbo». ¡No! En el principio era la emoción. El Verbo vino después para sustituir a la emoción, como el trote sustituye al galope, cuando, en realidad, la ley natural del caballo es el galope; hay que obligarlo a trotar. Se ha sacado al hombre de la poesía emotiva para hacerlo entrar en la dialéctica, es decir, el farfulleo, ¿no? O las ideas. Nada hay más vulgar que las ideas. Las enciclopedias están llenas de ideas, hay cuarenta volúmenes, enormes, llenos de ideas. Muy buenas, por lo demás. Excelentes. Que han cumplido y han pasado. Pero no es esa la cuestión. Ese no es mi ámbito, las ideas, los mensajes. No soy yo hombre de mensajes. Ante el estilo, qué caramba, todo el mundo se detiene, nadie se dedica a eso. Porque es un currelo muy duro. Consiste en tomar las frases, como les decía, y sacarlas de los goznes. U otra imagen: si cogemos un bastón y queremos hacer que parezca recto en el agua, tenemos que curvarlo primero, porque la refracción hace que una caña en el agua parezca rota. Hay que romperla antes de meterla en el agua. Es un trabajo duro. Es el trabajo del estilista.

Con frecuencia viene gente a verme y me dice: «Parece que usted escribe con facilidad». ¡Qué va! ¡Yo no escribo con facilidad! ¡Sino con mucho esfuerzo! Y me agota escribir, además. Hay que hacerlo con mucha finura, mucha delicadeza. Eso supone 80.000 páginas para llegar a hacer 800 de manuscrito, donde el trabajo queda borrado. No se ve. El lector no debe ver el trabajo. Él es un pasajero. Ha pagado su billete, ha comprado el libro. No le importa lo que ocurre en las bodegas, lo que ocurre en el puente, no sabe cómo se conduce el buque. Él lo que quiere es disfrutar. El deleite. Tiene el libro y debe deleitarse. Mi deber es el de hacerlo deleitarse y a eso me dedico. Y quiero que me diga entonces: «¡Ah! Hace usted eso… ¡Ah! Es fácil… ¡Ah, si yo tuviera su facilidad!» Pero ¡qué leche! ¡Si yo no tengo la menor facilidad! Ninguna. En absoluto. Esos tipos están mucho más dotados que yo. Sólo que yo me pongo a trabajar. Ellos trabajo no ponen, no se concentran. Ahí está la aventura.

Se oye decir: «Bueno. Muy bien. Pone tres puntos, tres puntos…» Miren, tres puntos, los impresionistas ponían los tres puntos. Seurat, por ejemplo, ponía tres puntos por todos lados: le parecía que eso aireaba, hacía revolotear su pintura. Tenía razón, ese hombre. No ha hecho escuela precisamente. Se respeta mucho a Seurat, lo compran muy caro. Pero, en fin, no se puede decir que haya tenido descendencia. No creo que a mí me sigan demasiado. No teman. Cogerán un poquito por aquí, por allá, pero no mucho. Es demasiado duro. Igual que Seurat… no se ha continuado.

Voy a decirles por qué. Voy a ir más lejos. Esta mañana me preguntaba yo por qué hay resistencia a cambiar de estilo. Las grandes civilizaciones han cambiado con frecuencia de estilo. Hablo de las grandes civilizaciones desaparecidas, olvidadas, ya sean los sumerios, los arameos, todas las civilizaciones, hay cuarenta, cincuenta, entre el Tigris y el Eufrates, que tuvieron poetas, tuvieron escritores, tuvieron legisladores. Cambiaron con frecuencia de estilo. Los franceses, por su parte, están atados: atados al estilo que fue copiado por Bourget, por Anatole France y después, al final, por todo el mundo. Yo he tenido oportunidad de leer La Revue Deux Mondes de los cien últimos años. En ella hay toda clase de novelas fáciles: basta con añadir teléfonos, aviones, y no hay problema. Siguieron con un mismo estilo.

Porque yo creo que, para tener un nuevo estilo, hace falta una civilización muy nueva, muy fuerte más bien. Por ejemplo, ahí tienen ustedes en este momento a los chinos que están metiendo mano a su lengua y deshaciéndose de sus caracteres, de su estilo mismo, porque ya saben que la china es una lengua muy compleja, que cierta secta comprendía gracias a artificios. Bueno, pues ellos tienen el valor, la pasión, podríamos decir, para deshacerse enteramente del antiguo chino, para hacer un chino más nuevo. Y eso es algo que no suele suceder… Fíjense que los americanos nunca han inventado nada. Cuando buscan una palabra, se la birlan al latín, penosamente, nunca han inventado absolutamente nada. Es muy difícil inventar palabras y muy difícil cambiar de estilo. Hasta el punto de que eso, creo yo, es lo que necesita de verdad nuestra civilización francesa, que habrá durado cuatrocientos años, cuatro siglos, una cosa de nada. Conque están fijados en eso, podemos decir, porque ya no tienen la fuerza, la pasión necesaria para cambiar de estilo. No pueden.

Miren, yo fui durante veinte años médico en Clichy, en el dispensario de Clichy, y me ocupé de la historia de Clichy. Clichy-la-Garenne, cerca de París. Puse manos a la obra a un historiador, un amigo, ya muerto. Se llamaba Serouille. Escribí un prefacio: suprimieron el libro y el prefacio, porque todo estaba prohibido. Bien. Había en esa historia de Clichy muchos fenómenos notables, pero sobre todo uno curioso, el de que en determinado momento, hacia 1870, un cura de Clichy había dicho: «Esta gente no comprende nada de latín, les digo la misa para nada; voy a decir la misa en francés». ¡Oh! Pero la Comisión de Ritos lo acusó y, al final, lo expulsaron de su iglesia y volvieron a decir la misa en latín. ¿Por qué?, pregunté a Serouille. Reflexionó largo rato y me dijo: «Porque ya no había bastante fe». En efecto. Esa es la historia: la fe. Miren a los rusos, no cambian el ruso, ¿no? Por consiguiente, ya no tienen gran fe. Los franceses ya no tienen, desde luego, fe para cambiar su lengua, carecen de la pasión necesaria para eso.

Por lo demás, podría dar un ejemplo más vulgar y comprensible: la publicidad de los periódicos que leo, los grandes semanarios. No miro demasiado el texto, no es interesante. Miro la publicidad. Me da idea perfectamente de lo que la gente reclama. Cuesta mucho dinero, luego no se hace por hacer. Hay anuncios para la margarina. Veo a un abuelo y una abuela. La abuela dice: «Voy a usar la margarina X». Y el abuelo representado responde: «Pero, ¡tú estás loca! ¡A nuestras edades, no se cambia de costumbres!» Bueno, pues, lo mismo exactamente le ocurre a Francia. Francia ha superado la edad de cambiar de costumbres. Conque es seguro, casi seguro, que no va a cambiar de estilo para complacerme a mí. Así que seguiré currelando en mis perfeccionamientos, mis refinamientos, que para nada sirven. Se seguirán publicando cosas propias de Bourget, de Anatole France, la frase bien compuesta, etc. Conque se trata de un afán para la gloria, es auténtica vanidad. He llegado a desesperarme yo mismo y, creánme, con mucha fatiga. Dicho esto, ya sólo me queda retirarme. Ya no tengo gran cosa que decir. No… No… Se lo agradezco. Así está bien. Creo…

Intervención grabada en 1958, a raíz de la publicación de De un castillo a otro.

Artículo publicado en Quimera 145, marzo de 1996.

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