lunes, 18 de octubre de 2021

La viuda de Solano, tan guerrera como dulce. (Caramelos de café con leche de Logroño, España. ¡Que ricos estaban!)

 

La viuda de Solano, tan guerrera como dulce

GASTROHISTORIAS


Café, azúcar, traición y espionaje fueron los ingredientes sobre los que Antolina Ruiz-Olalde construyó en Logroño un imperio

 



Larioja.com

Madrid Sábado, 16 octubre 2021

La semana pasada ya vimos aquí que la leche de burra lo mismo servía para un roto que para un descosido. Supuestamente curaba –o al menos ayudaba– a paliar los síntomas de diversas afecciones, especialmente las relacionadas con el aparato respiratorio. La leche de borriquilla se consideró mano de santo para la tos, la bronquitis, el asma e incluso la tuberculosis, y a partir de la segunda mitad del siglo XIX se popularizó su consumo como ingrediente estrella de múltiples productos. Pastillas, bombones, caramelos y toffees de leche de asno se comercializaron con gran éxito tanto en farmacias como en confiterías usando el reclamo de sus grandes y requeteprobadísimos efectos medicinales.

El problema era que la auténtica leche de burra escaseaba, de modo que no era raro ver en la prensa de la época anuncios en los que particulares desesperados piden suministros de tan precioso líquido o se ofrecen a comprar una burra recién parida. Los fabricantes que usaban tan peculiar género en sus elaboraciones también pasaban apuros y prueba de ello es que entre 1900 y 1902 el periódico LA RIOJA incluyó habitualmente un aviso que decía: «En la calle de Albornoz número 10, piso 2º, la señora viuda de Celestino Solano compra toda la leche de burra que deseen venderle». Toda la que hubiera, toda la que pudiera conseguir. Porque aquella sustancia láctea y medicamentosa llevaba décadas siendo parte esencial de su negocio, la materia prima con la que elaboraba cada día cientos de pastillas de café y leche (de burra).

Aquella señora se llamaba Antolina Ruiz-Olalde y Otero y su marido, del que había enviudado en 1880, dio apellido a una de las marcas de caramelos más famosas y longevas de España: Solano. Según en dónde busquemos la información leeremos que Solano lleva endulzando paladares desde 1827 o 1830, casi doscientos años de tradición confitera que actualmente está en manos de la multinacional Mars Wrigley. Ahora hay 'solanos' de varios sabores, con y sin azúcar, pero permítanme decirles que en mi opinión, los de antes eran mejores.

No sé si el cambio se produjo al trasladar la fábrica de Logroño a Tarazona, en 1988, o cuando Wrigley entró en el escenario, pero nada tienen que ver los caramelos Solano actuales (ovalados, duros) con aquellos rectángulos pegajosos de antaño, prueba definitiva de solidez para las dentaduras postizas. A más de uno se le saltó un empaste intentando masticarlos, y su textura chiclosa era tan característica de la marca como su envoltorio dorado y rojo.

Cambios radicales

La leyenda mítica de Solano cuenta que allá por 1827 una joven recién casada convenció a su esposo, confitero de profesión, para que cambiara el malvavisco (otro remedio tradicional para la tos) que utilizaba en sus caramelos por leche de burra. Para agregarle un poco de sabrosura el marido añadió café a la ecuación, refinó el proceso y... ¡Eureka! Pastillas de café y leche inventadas. Lamentablemente la joven de la historia no pudo ser Antolina, que murió el 14 de mayo de 1913 a los 91 años y que, en consecuencia, tuvo que haber nacido en 1822 o en 1821.

Malamente iba a ser testigo del supuesto nacimiento de los 'solanos' en 1827, menos aún como muchacha casadera. Su esposo, Celestino Solano Alfaro, falleció en 1880 con edad desconocida, así que quizá fuera él el creador, o su padre u otro pariente, ya que la de confitero solía ser una profesión familiar. Lo que sí está claro es que después de enviudar Antolina Olalde (o Ruiz-Olalde, ya que con los dos apellidos aparece citada en varios documentos) se quedó al frente del negocio y alcanzó un gran éxito con sus pastillas de café y leche de burra. Tanto, que enseguida le salieron competidores. En 1929 había en Logroño más de 30 fabricantes de este tipo de dulce y en Madrid se vendían por las calles al grito de «¡legítimas riojanas!».

Antolina no lo tuvo fácil. La escasez de leche de burra le obligó a cambiar este ingrediente, fundamental en los inicios de la empresa, por leche de cabra y finalmente por la de vaca. Para entonces sus caramelos eran suficientemente conocidos en toda España y ya no necesitaba promocionarlos como curativos, sino pura y deliciosamente recreativos. Nuestra heroína triunfó y, como en toda buena historia, en la suya hubo alegrías y disgustos, buenos y malos. Sorprendentemente el villano del cuento no fue ninguno de aquellos vecinos que imitaban sus dulces, sino su propio sobrino.

Aquilino Alonso Ruiz-Olalde, criado por la misma Antolina y su marido, la traicionó registrando en 1898 la marca 'Sobrinos de la Viuda de Solano'. Con la palabra 'sobrinos' en letra minúscula y las medallas ganadas por sus tíos, bien grandes. Antolina sacó un insólito comunicado en el diario LA RIOJA (19 de julio de 1898) denunciando la maniobra y poniendo verde al pérfido sobrino. Para escándalo del público logroñés, el asunto llegó a los tribunales y se dirimió, años después, dando a Antolina los derechos sobre la marca Solano. Y todo para que ahora sus caramelos sean sin azúcar, ay.

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Marcha mundial por el clima. Sin superar el capitalismo, la humanidad camina hacia el colapso ambiental. (Y, que esto se puede decir como se quiera decir, pero querido, como no se sustituyan las relaciones de producción capitalistas por las relaciones de producción socialistas, caput, chiquet, caput. Y ahora esto lo podemos interpretar también como queramos, pero que caput, chiquet, caput, como no se cambie el modo de producción capitlista por el modo de producción socialista (se insiste, que aquí nadie está hablando del PSOE). Y que me rindo, oiga, que yo ya no sé decirlo de más maneras)

 

MARCHA MUNDIAL POR EL CLIMA | SIN SUPERAR EL CAPITALISMO, LA HUMANIDAD CAMINA HACIA EL COLAPSO AMBIENTAL

 


 Jefferson Choma

 KAOSENLARED

17 de octubre de 2021


La Marcha Mundial por el Clima de este año ocurre bajo la luz del nuevo informe del Panel Intergubernamental sobre Cambios Climáticos (IPCC), publicado en agosto. El documento destaca que la temperatura de la Tierra está subiendo más rápido que lo esperado. También trae avisos alarmantes sobre las consecuencias de la catástrofe climática para toda la humanidad. Reproducimos el artículo de nuestro compañero de la LIT-ci (Liga Internacional de los Trabajadores-cuarta internacional) sobre la necesidad de luchar contra este fenómeno:

El informe da evidencias abundantes de que hay cambios sin precedentes en millares de años en el clima y destaca que parte de ellos ya están ocurriendo, como el aumento del nivel del mar, que no podrá ser revertido en siglos.

El IPCC demostró que la temperatura media de la superficie del planeta subió cerca de 1.2 °C desde 1880, siendo que la mayor parte del calentamiento ocurrió a partir de los años 1970. Más aún, en su último informe evaluó que el planeta podrá cruzar el límite de 1.5 °C hasta 2040, y eso tendrá consecuencias devastadoras para toda la civilización, desertificando inmensas regiones del planeta, produciendo hambre, escasez hídrica y millares de refugiados climáticos.

Cada vez más obvio

Los cambios son evidentes. En 2021, olas de calor afectaron Europa y América del Norte causando incendios forestales. En Canadá la temperatura registró 49 °C, y en la ciudad siberiana de Verkhoyansk llegó a 38 °C.

Brasil será uno de los países más afectados. El calentamiento amenaza transformar la Amazonía en una sabana degradada, la Caatinga[1] en un desierto, y amenaza el abastecimiento de agua de las principales ciudades del país. Además, es muy probable que la actual crisis hídrica actual esté directamente relacionada con los cambios climáticos y la devastación de la Amazonía.

Gran aceleración hacia el abismo

El uso de combustible fósil es lo que viene provocando el calentamiento global. En los últimos 150 años, esa matriz energética movió los engranajes del capital, mundializando ese modo de producción y extendiendo la destrucción de la naturaleza por todo el planeta. Entre 1900 y 2013, la extracción de petróleo aumentó 207 veces. Fue después de la Segunda Guerra Mundial que la penetración del petróleo en los sistemas de energía fue masiva. En 1913, el petróleo proveía 5% de la energía mundial. En 1970 era responsable por 50%. De ahí se explica la llamada “gran aceleración” que aparece en los gráficos como un exponencial aumento de la temperatura media de la Tierra, y de concentración de dióxido de carbono (CO2) a partir de los años 1950.

Fue a partir de ahí que la matriz fósil, más abundante y barata, se tornó la base de la compleja cadena de producción de valores de uso que forman parte de nuestro día a día.

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Un punto de no retorno

El calentamiento global puede desencadenar “puntos de ruptura”, o sea, accionar verdaderas bombas-reloj que ya no podrán ser desactivadas. Es el caso de la Amazonía. Se estima que la deforestación de 25% puede impedir que la selva produzca lluvias, esenciales para el abastecimiento hídrico del centro-sur del Brasil y de América del Sur.

Otro ejemplo es el derretimiento del permafrost, un tipo de suelo permanentemente congelado que existe en el norte de Rusia y del Canadá. Su descongelamiento liberaría el CO2 contenido en el suelo, que es el doble de la cantidad existente hoy en las atmósfera. Todo eso tendría un efecto dominó en el sistema climático de la Tierra y aceleraría el fin del Holoceno.

Transición: socialismo y revolución de las fuerzas productivas

Muchos científicos defienden que estamos en el fin del Holoceno, la época geológica con cerca de 13.000 años que fue marcada por la estabilidad climática y posibilitó el desarrollo de la civilización. Otros califican la nueva era de Capitaloceno, o sea, una nueva era creada por el capitalismo en su saña desenfrenada por la ganancia y que pone a la humanidad frente a la amenaza de colapso socioambiental.

El capitalismo no puede impedir la catástrofe que provocó. Un cambio radical de la matriz energética implica menos gasto de energía, incluso porque las fuentes renovables (eólica y solar) no pueden sustituir la matriz fósil integralmente, debido a sus límites.

Pero gastar menos energía es algo imposible para el capitalismo, pues eso afecta directamente la tasa de ganancias y todo el proceso de acumulación. Es por ese motivo que todas las cúpulas climáticas fracasaron hasta hoy.

Las salidas individuales, tan propagadas por los medios, tampoco van a resolver la crisis. Eso porque es el propio capitalismo que fomenta ideologías y modos de vida consumistas, y produce bienes superfluos y descartables.

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No es posible enfrentar la catástrofe climática haciendo algunas reformas en el capitalismo, como lamentablemente defiende parte de la izquierda. Para garantizar la transición energética es preciso poner fin a este sistema y construir una sociedad socialista, pautada en una relación racional y ecológica con la naturaleza.

Solo una sociedad socialista puede planificar democráticamente la transición energética, comenzando con la nacionalización de todas las fuentes, incluso de las matrices fósiles, que deben pasar al control de los trabajadores. Solo en el socialismo es posible revolucionar las fuerzas productivas, cuyo desarrollo está limitado a sus condiciones naturales y, por lo tanto, al gasto de menos energía.

Sin romper el ciclo expansionista de la acumulación y usar bienes comunes como medios para atender las necesidades colectivas de la sociedad, la civilización caminará hacia la catástrofe.

La edición de la revista Correo Internacional presenta artículos que profundizan sobre todos los problemas que el sistema capitalista está produciendo para la vida en el planeta, hace un rescate de la visión marxista sobre la cuestión ambiental y de la elaboración de Marx y Engels.

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Como si fuera esta noche la última vez. Manolo Vázque Montalbán

 

Tal día como hoy en 2003 nos dejó Manolo Vázquez Montalbán. Novelista, ensayista y poeta, fue uno de los escritores más queridos y admirados del panorama literario español en la segunda mitad del siglo XX. Lo evocamos con este poema de 1973.

 

Como si fuera esta noche la última vez



Manuel Vázquez Montalbán

El Viejo Topo

18 octubre, 2021 


 Como si fuera est anoche la última vez

Rota solitaria articula da muñeca
de sus alas sus gestos
la gogo girl
reivindica parcelas de aire
en un imprevisible océano
sin rosa de los vientos
sin norte nocturno, ni sur de estío
la inutilidad de todo viaje
conduce a la isla de un podium
para bailar la danza de una tonta
muerte fingida para no fingir la vida

no no lee hasta entrada la noche
ni en invierno viaja hacia el sur

pero tiene bragas de espuma ambarina
sostenes de juguete un príncipe violeta
la despeña por los acantilados
del goce más pequeño
submarinos ya sus ojos tan nocturnos
la gogo girl
tiene la boca entreabierta por el prohibido
placer de no hablar apenas
sobre la tierna noche
y su manto de flores ateridas reposa
su falsa cabellera de niña emancipada

guitarras nada eléctricas sumergen despedidas
rómpete actriz del deseo de amar la vida
como si fuera
como si fuera esta noche la última vez.

Fuente: A media voz. De «A la sombra de las muchachas sin flor» 1973

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